Wortenia Senki (NL)

Volumen 5

Capítulo 5: Los Oprimidos

Parte 1

“Ooh, entonces ella trató de ponerte a prueba, milord… Esa mujer es lo suficientemente sabia como para liderar una compañía por su cuenta a una edad tan joven”. Gennou entrecerró los ojos al escuchar el relato de Ryoma de su reunión con Simone. “Y, sin embargo, pensar que ella podría mirarte tan a fondo… No debemos ignorar su red de inteligencia. Sería un enemigo problemático.

Gennou tuvo una impresión positiva de sus habilidades al ver que ella había mirado a su maestro. Esto era una prueba de que no estaba sirviendo a Ryoma por lealtad ciega. Un seguidor más ciego podría haber tenido problemas con el hecho de que había probado a Ryoma, pero ninguno de los compañeros de Ryoma reaccionó de esa manera.

“No creo que debamos preocuparnos de que se vuelva contra nosotros por el momento. Me necesita durante todo el tiempo que decida permanecer en Epirus”, dijo Ryoma. “Yo, con mi derecho a gobernar la península de Wortenia… sin embargo, quién puede decir cuándo la situación podría cambiar. Ten cuidado si no hay nada más, Gennou.”

Ryoma no creía que Simone se volviera contra él por su propia voluntad, pero todo dependía de la situación. Por ejemplo, una posibilidad terrible era que su padre fuera tomado como rehén. Ella no tendría más remedio que oponerse a él.

“Entendido, milord… Pero su red de inteligencia es bastante impresionante… Probablemente usó a los comerciantes”.

“Lo parece. Incluso si su empresa está en declive, son una empresa de larga trayectoria. Probablemente tienen conexiones con otras grandes empresas. Es probable que aún intercambien información a través de palomas mensajeras de vez en cuando “.

“La fuerza de una empresa de larga trayectoria es que… Usan esa información para enviar personas a investigar rumores”.

“Sí, al mismo tiempo que envían sus caravanas al comercio… los tendré trabajando en conjunto contigo, Gennou. Por lo que he oído, tienen algunos especialistas de combate acompañando a sus caravanas para la defensa propia.”

“Entonces te apoyaré desde las sombras con ellos, mi señor.”

El grupo de Simone era más adecuado para la recopilación de información de masas con un gran número de personas. Gennou era más adecuado para robo, tortura y subterfugio. La diferencia entre ellos es que el grupo de Simone fue capaz de reunir información a mayor escala pero a un nivel superficial, mientras que Gennou fue capaz de reunir una gran cantidad de información sobre un objetivo preciso.

Ambos eran expertos en la recopilación de información, pero la forma en que hicieron su trabajo era esencialmente opuesta entre sí. Ambos tenían sus méritos, y si trabajaran juntos, formarían una red de inteligencia formidable.

Gennou parecía aliviado de que su valor no hubiera disminuido a los ojos de Ryoma. Su expresión normalmente fría e inmutable se derritió en una suave sonrisa.

“Bueno, pase lo que pase, todo terminó bien, no? Nos conectamos con una poderosa organización de inteligencia sin siquiera planearlo, y sabemos que podemos confiar en la compañía Christof para los suministros, verdad, muchacho?” Lione preguntó.

“No… la compañía Christof no va a empezar a vendernos inmediatamente.” Ryoma agitó la cabeza.

“Eh? Qué demonios?!” exclamó Lione en estado de shock. “No se trataba de que les compráramos suministros? Si no podemos obtener lo que necesitamos de ellos, de dónde lo vamos a sacar?!” Su sorpresa era comprensible. Necesitaban un proveedor que no estuviera influenciado por el conde Salzberg, y esa era la compañía Christof. La compañía incluso accedió a cooperar con ellos. Y sin embargo, Ryoma acababa de decir que la compañía no se ocuparía de ellos. Sólo había diez grandes compañías en Epirus, pero las otras nueve estaban bajo el pulgar del conde Salzberg. Sin embargo, Ryoma anticipó su pregunta.

“Bueno, la compañía Mystel, por supuesto… o, bueno, eso es lo que decidí con Simone… En este punto, sería malo que la Compañía Christof se aliara con nosotros públicamente. Sólo serviría para provocar al Conde Salzberg, ves?”

Esas palabras hicieron que la comprensión amaneciera sobre todos los presentes. Aliarse con la compañía Christof, a quien el conde había visto como su oposición, haría que el conde Salzberg sintiera que estaba en peligro. Por qué tratarían con esa compañía? Él asumiría que Ryoma podría estar planeando oponerse a él. Esto no fue un buen giro de los acontecimientos para Ryoma y su grupo.

Y así, cuando Ryoma y Simone discutieron cosas después de acordar una asociación, decidieron que sería mejor para Ryoma trabajar con la Compañía Mystel como si nada hubiera pasado. Al menos hasta que tuvieran cierta influencia contra el conde.

Mientras tanto, Ryoma filtraría información del lado del Conde Salzberg a la Compañía Christof, mientras que Simone se preparó para cuándo el conde intentaría presionar a Ryoma en el futuro cercano. Y si el conde Salzberg menospreciaba a Ryoma y pensaba que era un simple advenedizo, probablemente actuaría a favor de Ryoma mientras Ryoma siguiera bajando la cabeza y pidiendo ayuda.

Después de todo, el Conde Salzberg tenía una gran debilidad colgando sobre su cabeza: su posesión de la vena halita.

“Ya veo… Sí, eso sería más seguro…”

“De hecho”.

Gennou y Boltz asintieron en comprensión.

“Bueno, ese es el tipo de plan que tramarías, chico. Especialmente la parte en la que usas la cuenta para todo lo que vale,” Lione comentó burlonamente.

Saca al enemigo de su guardia y acaba con él con un solo golpe. Un plan que enfatiza la eficiencia y se preocupa poco por las apariencias o la dignidad. Una persona que haría cosas inquebrantables que podrían ser consideradas cobardes o injustas en este mundo.

Desde la perspectiva de Lione, Ryoma era el tipo de persona que sería el enemigo más aterrador imaginable.

“Pero Maestro Ryoma… el Conde Salzberg no sabría que visitamos la Compañía Christof antes de ir a la Compañía Mystel?” Sara preguntó ansiosamente.

“Bueno, por lo que dice Simone, el edificio de la Compañía Christof siempre tiene gente observándolo… No podemos ocultar el hecho de que la conocí”, admitió Ryoma.

“Entonces, qué haremos?”

“Seré honesto. Diles que le pedí a la Compañía Christof que me vendiera suministros, y se negaron… Por eso regresé llorando al conde Salzberg y le pedí que me presentara a la Compañía Mystel”.

Y la razón por la que no le pidió ayuda al conde desde el inicio sería porque Ryoma se sentía demasiado reservado para molestarlo. Él solo eligió la Compañía Christof porque el lugar parecía menos concurrido, pero fue rechazado. Al enterarse del equilibrio de poder en Epirus, Ryoma entraría en pánico y pediría ayuda al conde. No tenía la intención de tratar con la Compañía Christof en particular, y no tenía intención de oponerse a él…

O al menos, esa sería la historia de Ryoma.

Las descripciones de Simone y Gennou de la personalidad del conde coincidían con el malestar que Ryoma sentía hacia el hombre. La cálida bienvenida que mostró hacia Ryoma hace unos días fue un acto. El Conde Salzberg era arrogante y se sentía con derecho de menospreciar a otras personas. Considerando su personalidad, Ryoma arrojándose a su merced acariciaría su complejo de superioridad y bajaría su guardia. No asumiría que Ryoma sólo lo estaba engañando…

“Hmmm… Así que tomaste en cuenta la personalidad del conde”, comentó Gennou.

“Tan impresionante como siempre, muchacho…” Boltz suspiró en una mezcla de exasperación y admiración.

“Una buena mentira es una que tiene un poco de verdad mezclada en ella…” dijo Ryoma, una fría sonrisa en sus labios. “Esto induciría al Conde a una falsa sensación de seguridad, y lo convencería de que nos diera la ayuda que necesitamos. Vamos a ser capaces de usarlo hasta que no lo necesitamos más.”

Lo engañarían, lo que les permitiría derrotarlo más tarde… “Bueno, ahora sabemos dónde vamos a encontrar suministros… Pero qué pasa con los ciudadanos?” Gennou preguntó con un toque de preocupación en su voz.

Habían podido conformarse con sus políticas futuras cuando se trataba de contratar mercenarios y obtener suministros. La única pregunta que quedaba era dónde conseguirían residentes para poblar la península.

“Sí, sobre eso… Alguien tiene alguna buena idea?”

Ryoma tuvo que admitir que este era un problema que causaba dolor de cabeza. Lograr que las personas migren fue bastante difícil. Incluso si publicaran avisos en las aldeas y asentamientos cercanos, nadie querría migrar a una tierra no desarrollada como Wortenia. Estaba lleno de poderosos monstruos, asentamientos semihumanos y guaridas piratas.

Si la tierra estaba al menos algo desarrollada, es posible que hayan podido convencer a algunas personas para que vengan, pero no cuando la tierra estaba esencialmente intacta. Incluso las promesas de impuestos favorables no serían útiles aquí.

Y había otro problema importante. Esas tierras fueron gobernadas por nobles. Normalmente solo veían a sus ciudadanos como ganado para producir impuestos. Pero, qué harían si sus ciudadanos fueran a emigrar a otro territorio? Cada persona que dejara sus tierras significaría menos ingresos fiscales para estos nobles.

Se quejarían ante la reina Lupis, o elegirían recurrir a la fuerza por su cuenta. No importa qué camino elegirían, Ryoma estaría terminado. Quizás en el futuro sería más poderoso, pero actualmente era más débil que incluso el noble más joven e insignificante del país.

Todos guardaron silencio ante la pregunta de Ryoma mientras trataban de pensar en una solución. Los viajes de Ryoma le habían enseñado a pensar creativamente de formas que ignoraban la lógica de esta Tierra. Eso sería clave para resolver este dilema. “Tengo una idea… Pero será costosa”, dijo Laura, sobre la cual las miradas de todos convergieron en ella.

“Pero aumentará nuestros residentes permanentes… Y no creo que los otros nobles se opongan a este método”.

Esas palabras parecían convenientes… demasiado convenientes para los oídos de Ryoma. El hecho de que el dinero pudiera resolver este problema significaba que podían resolverlo a su gusto y ganar ciudadanos cuando quisieran y tanto como lo permitieran sus fondos.

Realmente existía un método tan fácil? Ryoma tuvo que mirarla con dudas.

“Hay varios comerciantes de esclavos que hacen negocios en los callejones de esta ciudad. Quizás podríamos adquirir esclavos laborales de ellos? Eso solo nos costaría la tarifa de comprar esclavos. Un ciudadano normal no tendría acceso a la taumaturgia, por lo que deberíamos enseñarle cómo hacerlo. En cuyo caso, tal vez sería más seguro renunciar a atraer personas de los territorios de los otros nobles y simplemente comprar esclavos “.

Todos sopesaron rápidamente los pros y los contras de la sugerencia de Laura.

“No es una mala idea…” Gennou fue el primero en romper el silencio.

“Comprar esclavos evitaría fricciones con los nobles y nos permitiría aumentar nuestra población tanto como lo permitan nuestros fondos. Mi único problema con esta sugerencia es que los esclavos que compramos podrían rebelarse contra milord…”

Boltz, que se sentó junto a Gennou, inclinó la cabeza.

“Creo que las preocupaciones de Gennou están bien fundadas. Y también está la cuestión de si realmente podemos permitirnos esto. No estamos presionados por fondos?”

“Creo que los esclavos laborales, y especialmente los que aún no han madurado, no costarían tanto… Y a menudo ofrecen descuentos a los clientes que compran una gran cantidad de ellos. Creo que es financieramente factible “.

“Ya veo… En ese caso, eso suena como una buena idea”.

Comprar muchos esclavos a la vez les permitiría negociar el precio por cabeza. Si prometieran comprar periódicamente más esclavos, los comerciantes de esclavos no serían propensos a rechazarlos.

Fue una idea plausible.

“Pero qué hay de ellos que se rebelan?”, preguntó Lione. “La península de Wortenia es realmente un agujero infernal. El dinero puede no ser un problema aquí, pero podemos realmente convertir a esos esclavos en residentes de esta tierra?”

“Hmm. Me pregunto.” Boltz ladeó la cabeza ante su pregunta. Una persona que no había vivido como esclava no podía esperar responder esa pregunta. Sabían que la vida de un esclavo era

cruel, pero aún así, vivir en Wortenia era una perspectiva peligrosa. Era difícil imaginarlos eligiendo voluntariamente vivir allí.

“No sería suficiente prometerles liberarlos de su condición de esclavos a cambio?” Sara propuso.

“Huh?” Lione dirigió una mirada sospechosa en su dirección. “Estás diciendo que deberíamos gastar dinero en esos esclavos y luego liberarlos?”.

“Si. Laura y yo éramos originalmente esclavas de guerra… Pero el Maestro Ryoma nos liberó. Nos dedicamos a él por lealtad absoluta, pero si aún fuéramos esclavas…”

No albergarían ese tipo de lealtad hacia él. Sara dejó esas palabras sin decir, pero todos se dieron cuenta de lo que quería decir. Ningún esclavo era realmente leal a su amo. Podrían servir por miedo al látigo, pero el odio ciertamente estaría arremolinándose en sus corazones. Suficiente para incitarlos a intentar matar a su maestro a la primera señal de debilidad.

“Ya veo… Así que así fue como lo conocieron”, susurró Lione para sí misma, aparentemente convencida. Lione y Boltz siempre se preguntaron por qué las dos eran tan leales a Ryoma.

Correcto… Los esclavos se consideran objetos vivos. Entonces, si alguien les diera el derecho a ser humanos nuevamente, se sentirían en deuda…

Lione entendió lo difícil y vergonzosa que debe haber sido la vida como esclavo. Ella nació como una plebeya y, sinceramente, los plebeyos no eran muy diferentes de los esclavos. Se vieron obligados a pagar impuestos y luchar durante la guerra, y además de eso, un plebeyo podría ser fácilmente vendido como esclavo. Y lo que esperaba más allá de eso fue un destino cruel y el pisoteo de su dignidad humana.

“Hmm, así que liberar a los esclavos solidificaría su lealtad hacia milord y no incurriría en la ira de los otros nobles… Una buena idea”, concluyó Gennou.

Lo que importaba era que los esclavos fueran leales a Ryoma. Dicho de otra manera, uno podría llamarlo patriotismo, en cierto modo. Eso era algo que un noble advenedizo como Ryoma normalmente no obtendría. Pero mientras Ryoma no hiciera algo tan tonto como para que se rebelaran, los esclavos liberados no se volverían contra él.

Estaría manipulando sus emociones… Pero no tengo otras opciones.

Y si Ryoma no comprara su libertad aquí, seguirían siendo esclavos del destino. Continuarían siendo utilizados por otros, al menos por el tiempo que no sean agraciados con una gran cantidad de suerte. Comparado con eso, la idea de las hermanas Malfist casi parecía una especie de salvación. Ryoma ciertamente iba a usarlos, pero la diferencia crítica era que serían tratados como seres humanos.

“Muy bien. Si no los compro, alguien más lo hará… y salvarlos funcionará a mi favor. Es una buena elección. Mañana a primera hora, vamos a los negocios que tratan con esclavos. Sara, Laura, ustedes dos vengan conmigo. ¡Gennou, quiero que sigas investigando al Conde Salzberg! Lione, sigue trabajando en los mercenarios, y Boltz, quiero que sigas reuniendo información en la península.”

Todos asintieron a las palabras de Ryoma. Ryoma odiaba el sistema de esclavos desde lo más profundo de su corazón.

Reducía a la gente a objetos, y a los ojos de Ryoma nada era más importante que la voluntad y la libertad de una persona. Esto era parte de por qué él odiaba tanto a la reina Lupis. Ella abusó de su autoridad y estatus social e ignoró la voluntad de Ryoma como resultado.

Habiendo sido oprimido una vez, Ryoma se vengaría usando el poder de esclavos igualmente oprimidos. El sonido de esa idea sonó dulcemente en su mente.

Un sistema de clases? Al diablo con eso. Aplastaré esa arrogancia tuya en pedazos!.

La voluntad que llenaba esta habitación se desbordaría y se extendería por todo el continente occidental como un maremoto.