Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 11

Capítulo 4: Vengadores la Guerra de Knossos

Parte 5

En verdad, las órdenes temblorosas de Raúl y su rostro, que era tan pálido como el de cualquier otra persona, ni siquiera podían confundirse remotamente con los de un comandante carismático, pero… apretaron los dientes.

Si incluso Raúl todavía puede estar de buen humor, entonces yo también. Ese pensamiento empujó a los jóvenes miembros de la familia a limpiarse bruscamente el vómito de sus bocas, elevando su espíritu y haciéndolos comenzar a moverse nuevamente.

¡Esto también me da coraje…! ¡Viendo la espalda del capitán cuando lidera a todos!

Raúl trató de encarnar la pequeña espalda que siempre estaba frente a él con la suya, furioso mientras cortaba las fuerzas resistentes del enemigo.

—Protégeme, cáliz de la purificación— ¡Dio Grial!

Un escudo de luz color blanco cortó una violenta explosión que se acercaba.

—¡Filvis, acelera tus conjuros! ¿Qué pasa si Lord Dioniso se lesiona?

—¡Lo hago lo más rápido que puedo! ¿Por qué no intentas contraatacar mientras mapeas, Aura?

—¡Ustedes dos, deténganse! ¡No peleen entre ustedes, peleen contra ellos, por favor!

Mientras el líder de la Familia Dionysus y el segundo al mando discutían, Lefiya le gritó con un toque de refunfuño con su voz mientras disparaba una explosión. Estaban en el tercer piso de Knossos en la línea del frente, donde el número de miembros y monstruos de The Evils aumentaba gradualmente, y el contraataque se hacía más intenso.

—¡Raaaaaaaaaah!

Dejando a un lado a las elfos que estaban al borde de la mayor resistencia que estaban encontrando, el enano Gareth presionó hacia adelante.

Enfrentado a la bola de demolición más fuerte de la Familia Loki con dos grandes escudos listos, además de atrapar el más mínimo miedo a la muerte, los seguidores de Thanatos no dudaron en desencadenar una cadena de explosiones.

—Tch, realmente odio este tipo de pelea… pero al menos es más fácil mantenerse en movimiento cuando se dan por vencidos en una batalla real.

Sin sacudirse en lo más mínimo mientras resistía la explosión contra su escudo, Gareth estaba furioso con la fuerza enemiga por ni siquiera tratar de enfrentarlos. Pero desde otra perspectiva, si el enemigo explotaba, eran tan buenos como abandonar la batalla.

La fuerza de las explosiones era amenazante, pero esas mismas provocaron que se desmoronara una línea de batalla que de otro modo habría podido resistir más tiempo. Su avance seguía avanzando sin problemas, aunque en proporción al daño que su escuadrón estaba recibiendo de los enemigos.

—… Son realmenteeeee consistentes sobre explotarse. Tan pronto como nos acerquemos a cierta distancia, ellos explotaran al instante.

—Si. Deben temer que los capturemos. Podría ser para evitar que aprendamos los puntos clave de Knossos…

Loki y Dionysus se pararon en la retaguardia, detrás de fuertes soldados. Los ojos de sus dioses vieron a través de lo que The Evils estaba tratando de lograr. Cuando se buscaba tener una idea de toda la infraestructura del enemigo, el método más simple era interrogar a los cautivos. No importaba si el enemigo tenía los labios apretados; habría alguien que se rompería si estuviera dispuesto a usar los métodos necesarios.

Thanatos estaba eliminando esa posibilidad desde la raíz mediante el uso de bombas suicidas como ataque y medios para silenciarlos. Era una medida desesperada para evitar que saliera más información, pero también estaba causando un daño real a sus fuerzas. Era una táctica que solo podía ser utilizada por el Dios de la Muerte, que había prometido a sus seguidores un futuro más allá de su desaparición.

—Finn dijo que la velocidad iba a ser crucial, pero… estamos sufriendo bajas simplemente avanzando. Podríamos quedarnos sin formas de recuperarnos a este ritmo. Supongo que no podremos cruzar esa cuerda floja; Loki se lamió los labios cuando abrió ligeramente sus ojos de color carmesí.

—Pero lo mismo va para ellos también.

—¡—Aaaaaaaaaaaaaaaaaah!

—¡¿Gah?!

Los vargs se estremecieron ante la atronadora ola de sonido. El hombre lagarto con una espada en cada mano cortó sin piedad a los monstruos de colores vivos que continuaban brotando, como si tratara de detener su embestida o al menos ralentizar su avance.

—¡Ahí, el próximo!

—¡Avancen! ¡Avancen!

—¡Aaaaaaaaaaah!

El grupo de Xenos armados estaba luchando, desatando un flujo interminable de gritos mezclados con palabras humanas. Con una fuerza que podría matar fácilmente a los vargs y las violas, ellos sin duda eran un enemigo amenazante para las fuerzas que defendían a

Knossos. Eran solo un grupo, pero avanzaban incluso más rápido que la Familia Loki.

—Rei, ¿qué camino tomamos?

¡Justo en el próximo cruce! ¡Eso lleva a una nueva habitación!

Los sentidos de los monstruos superaron a los aventureros promedio, pero la razón principal por la que tenían una aguda conciencia de su entorno fue gracias a la ecolocación que estaba usando la sirena Rei. Con la capacidad de crear ondas de sonido de alta frecuencia, su técnica inhumana le permitió comprender la complicada construcción del laberinto. Ella lideró a la banda de Xenos cada vez más lejos, sin detenerse por las puertas y nunca atrapada por los enjambres de enemigos. Transmitiendo lo que dijo, el hombre lagarto Lido al frente del grupo hizo que sus camaradas atacaran alrededor.

—¡—! ¡Lido, una planta!

—¡Excelente! ¡Aplastémoslo!

Un órgano grotesco con la forma de un embudo invertido se consagró en el centro de la gran sala. Compuesta de una carne verde, la planta tenía cristales que se parecían a las vargs esparcidas a través de ella. La parte interna del centro emitía una luz parpadeante con la apariencia del corazón latente de un organismo vivo, como una granada aplastada o un huevo.

Había una alfombra verde desplegada en el piso, y varias vargs nacieron del líquido pegajoso que se filtraba del huevo en el centro. La voz de la gárgola y la orden del hombre lagarto

se superpusieron cuando el duende de gorra roja, la arpía, el troll y todos los monstruos procedieron a invadir la habitación.

Pero no importaba cuántos monstruos de colores vivos pudiera producir—la planta no tenía ningún medio real de defenderse, quebrada sin remedio en un abrir y cerrar de ojos.

—¡Esa es la cuarta! ¡No habrá fin a este ritmo…!

Los Xenos ardieron de rabia. Su rencor contra los brutales cazadores de la Familia Ikelos—que habían capturado a sus hermanos y eran la raíz de todo ese mal, era en algunos aspectos incluso mayor que el de los aventureros. Esa fue la causa de su fuerza ondulante, que superó incluso a la de la Familia Loki.

Debido a que el ataque de la Familia Loki estaba dividiendo las fuerzas humanas de The Evils,  se trataba principalmente de monstruos ubicados en los niveles inferiores de Knossos. Dicho  de otra manera, debido a que los Xenos se enfrentaban a todos los monstruos y cortaban las líneas de suministro desde el lado de los niveles inferiores, la carga sobre los aventureros que arrasaban los niveles medios y superiores se redujo significativamente. La ola imparable de los equipos de invasión compuestos por aventureros fue un efecto de la participación de los Xenos en la lucha.

El resultado de los monstruos y humanos incompatibles que lucharon en diferentes campos de batalla fue mayor que la suma de sus partes, dando una idea de la destreza de planificación táctica de Finn, que lo había orquestado todo. Con Finn y Fels trabajando juntos, su ataque en pinzas preparado fue increíblemente perjudicial para Knossos.

—No bajes la guardia, Lido.

—¡Sí, lo se! Eso me recuerda. ¿Qué le pasó a Fels? Ha pasado tiempo…

La sirena de plumas doradas revoloteó junto al emocionado hombre lagarto. Se encontraban entre los más fuertes de los Xenos y, junto con la gárgola Gros, el más antiguo del grupo. Su relación era similar a la de Finn, Riveria y Gareth en la Familia Loki.

—Moviéndose solo. Fels mencionó haber descubierto algún tipo de bóveda de almacenamiento de monstruos, pero…; Rei continuó en voz baja. —Fels dijo que no sería largo y mientras tanto buscáramos un camino hasta el siguiente piso en esta área.

—¡¿Haciendo planes por su cuenta otra vez, eh?! ¡No se puede evitar, supongo!

—Además, se nos permitió subir al piso trece.

Actualmente estaban en el piso dieciséis de Knossos, con permiso para avanzar hasta justo antes del piso doce, donde el grupo de Aiz había irrumpido. El guerrero lagarto mostró sus colmillos. Era una sonrisa feroz, aunque solo un cierto chico entre los humanos podía reconocerla como tal.

—Lido… ¿vas a seguir adelante?

—Wiene…

Una chica dragón había escuchado su conversación, acercándose a ellos—el vouivre que Bell había protegido hasta el final y que Aiz había dejado ir.

—Yo quiero ir también. Al lugar donde vive la diosa, Bell y los demás… ¡Yo también quiero protegerlo!

La chica dragón pensó en cierta diosa infantil y sus seguidores mientras sus hermosos ojos ambarinos se desbordaban de resolución. Ella era humanoide, pero debajo de su túnica negra estaba el cuerpo de un dragón. La chica tenía sentidos particularmente mejorados, incluso en relación con los monstruos, solo superados por la ecolocación de Rei cuando se trataba

de sentir cuando algo estaba mal.

Wiene se había ofrecido como voluntaria para esta peligrosa misión. La chica que no podía hacer nada mientras Bell la protegía no se veía por ninguna parte. Estos monstruos eran como las personas. Lucharían por el bien de sus lazos, por las cosas que eran preciosas para

ellos. Curiosamente, su figura era como una imagen especular de Aiz una vez que endureció su resolución de luchar.

—Wiene… ¡Muy bien, ven! ¡Junto con los aventureros, también protegeremos a Lady Hestia!

—¡Sí!

—¡Gros, te dejaremos esto a ti! ¡Vamos a buscar en un área más amplia!

Dejando la limpieza de los monstruos de colores vivos restantes al grupo de la gárgola, Lido, Wiene y Rei se movieron. La piedra carmesí en la frente de la vouivre brilló cuando ella hizo todo lo posible para devolver el favor que le debía a la gente de la superficie.

—¡—! ¡Está viniendo!; Riviera bramó.

Riveria tenía un círculo mágico extendido en modo de espera mientras seguía a Aiz, que estaba corriendo. Ella había estado manteniendo el hechizo de exterminio a gran escala—Rea Laevateinn—asegurándose de que estuviera listo en cualquier momento. El círculo mágico de color jade que se extendía desde sus pies podría identificar todas las obstrucciones, incluida la distinción entre enemigos y aliados.

La fuerte reacción que tocó el borde exterior del círculo, acercándose a una velocidad extrema, fue sin duda la de la criatura. Tan pronto como Riveria desató su advertencia, los escuadrones estaban visiblemente nerviosos. Aiz corría a toda velocidad a la cabeza del grupo, abriendo mucho los ojos y, de repente, ella paró en seco lo suficientemente fuerte como para deslizarse contra el piso de piedra.

—¡Para atrás! ¡Hasta el cuarto donde Arcus y los demás están esperando! ¡De prisa! Habían seguido avanzando todo el camino hasta entonces, pero por orden de Riveria,

rápidamente comenzaron a correr en la otra dirección. Fue un retiro completo, como una ola que regresa al mar. Si Aiz era el radar para buscar la ubicación de los espíritus y el atractivo para atraer a Levis, entonces Riveria era la sirena de advertencia.

Aunque gradualmente se desvaneció su Mente, había mantenido el círculo mágico a través de un rango extraordinario desde el momento en que entraron en Knossos. Fue una medida tomada para detectar lo antes posible cuando su enemigo incomprensiblemente poderoso se acercaba, para retirarse rápidamente. Por eso se había dado a Riveria el mando de ese grupo, y por qué el mago más fuerte de la ciudad había sido enviada junto con Aiz.

—¡Aiz, no te adelantes!

—…¡Lo sé!

Habiendo sacado a la criatura, si Aiz intentara enfrentarla uno a uno ahora, esa habría sido la peor estrategia posible. Por lo menos, Finn nunca lo permitiría. Riveria le ordenó enfrentar a Levis en la habitación donde ya habían colocado un escuadrón totalmente armado y equipado.

Solo por esta vez, Aiz selló su espíritu de lucha, la fuerza que había ganado mientras luchaba contra Warlord. Respondiendo a Riveria, ella siguió a los miembros de la familia.

Mientras tanto, Riveria dejó la retaguardia a Aiz ahora que el escuadrón había cambiado de dirección, y se llevó el cristal de la mano a la boca.

—Finn—gancho, línea y plomo.

—Buen trabajo, Riveria.

El óculo entregó su voz al comandante supremo de la operación. El objetivo del escuadrón de diversión de Riveria era llamar la atención de la criatura, atraerla y llevarla lo más lejos posible de Finn y los demás. Levis representaba la mayor amenaza para ellos. Con su posición conocida, la mayor fuente de preocupación había sido despejada.

—¡Escuadrones, aumenten su velocidad! Este será el punto decisivo de la operación—

¡Presionen ahora y no se detengan!; Se hizo eco la orden del hobbit a través del objeto mágico.

Después de determinar la ubicación de Levis, cualquier otro escuadrón aceleró. Más precisamente, se habían estado moviendo de maneras que mantenían una ruta de escape, pero ahora descartaban los pensamientos de retirada y se dedicaban a atacar. El escuadrón de Bete aulló, Gareth arrasó, Tione gritó y los Xenos rugieron. Cada grupo comenzó a devorar el laberinto, moviéndose más profundo y ferozmente adentro.

La operación cambió de marcha.

Estaba la orden de Finn, la capacidad del grupo de Aiz de ser un rival para cualquiera, y el objeto mágico de Fels que rompió las barreras del espacio y el tiempo. Todos ellos se combinaron, lo que permitió que el plan continuara sin ningún problema.

Como uno, los aventureros dispersos embistieron con un grito de batalla, casi como un solo organismo, consumiendo el laberinto gigante.