Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 9

Capítulo 8: Isla Flotante Lalakie

Parte 3

El calor se inundó de nuevo en mi corazón fallido, y los colores volvieron a mi visión.

“Hmph. No sé cómo están llegando sus voces, pero su impertinencia es en vano”.

Sus voces venían a través del adorno para el cabello que Satou me dio.

La brillante cúpula de Heavenslight Protection chocó contra la barrera defensiva de la nave voladora, enviando chispas de azul y blanco.

“Nada puede romper la Protección de la Luz Celestial que nos han dado los dioses.”

Papá se burló de la nave voladora.

“¡No subestimes la barrera trampa del amoooooo!”

“Arisa, activa el modo tornillo, te lo pido.”

“Todo biiiiiien! ¡Sea testigo de nuestro potenciador de perforación!”

El muro de barrera frente a la nave comenzó a girar como un taladro.

“Liza, ¡dale al postcombustión!”

“Entendido, activando el dispositivo de amplificación de propulsión trasera.”

El humo que emite desde la parte trasera de la nave de repente se hizo más intenso.

“¡Esta es la oportunidad perfecta para decirlo! Nuestro taladro es el taladro que perforará el—”

Las palabras de Arisa fueron cortadas cuando el Señor del Mar lanzó lanzas gigantes de hielo y agua contra la Protección de la Luz del Cielo.

Las lanzas se rompieron en la barrera, la onda de choque soplando el barco volador lejos como una hoja en el viento.

“Tonterías.”

Mi padre se equivocó. Gracias a su intervención, pude mantener el control de mis sentidos hasta el final.

“Esta hecho ahora, ¿sí?”

“Sí, padre.”

Con una ola de mi brazo, creé nueva ropa etérea alrededor de mi cuerpo.

Me envolví con el atuendo de una doncella del santuario en honor a los ocho dioses.

Le presté una mano a Yuuneia mientras se tambaleó, recogí su ropa y se la volví a poner.

“Vamos, Reiaane.”

Subió al delgado muelle que se extendía desde la Torre de la Reina, terminando fuera de la cúpula de Protección heavenslight.

Era lo suficientemente ancho como para caminar, pero mis piernas todavía temblaban a la altura.

Yuuneia, ahora vinculada a mí mágicamente, siguió detrás de mí.

TWAAAAAKZWOOOOWN!

Un horrible sonido penetrante en el pecho envió un temblor a través de mi cuerpo.

Oí a Yuuneia colapsar detrás de mí.

Uno de los enormes tentáculos del Señor del Mar estaba esperando al final del muelle. Su punta se dividió en apéndices más pequeños, retorciéndose como una anémona de mar.

“¡No puedo dejar que hagas eso, Seafoooooox!”

“¡Los cinco cañones mágicos montados están listos para ser dados de alta! ¡Disparando ahora!”

El grito de Arisa fue seguido por la voz aguda de Lulú.

Una rápida sucesión de explosiones agredió mis oídos cuando las esferas rojas golpearon el tentáculo del Señor del Mar y explotaron, rompiendo agujeros a través de él.

TWAAAAKZWOOOOWN!

El rugido del Señor del Mar reverberó.

Los cañones definitivamente estaban lastimando al monstruo.

Pero cuestan demasiada magia para ser disparado una y otra vez por mucho tiempo. Dado el pequeño tamaño de la nave voladora, sin duda esos disparos fueron los últimos.

“Tama, Pochi!”

“¿Recragaaaaaaa?”

“¡Te mostraré lo rápido que soy, señor!”

Mientras la nave rodeaba el cielo, pude ver a Liza, Pochi y Tama trabajando en los cañones.

“El reemplazo de la batería bluecoin del motor Holytree Stone está completo, declaro.”

“Lulú! ¡También hemos terminado de cambiar los barriles de Magic Cannon!”

“Mm. Cargado.”

“¡Dispara la siguiente ronda!”

Otra avalancha de fuego de cañón llovió sobre el tentáculo.

Al final, uno de los tentáculos del Señor del Mar había sido arrancado por completo.

“Increíble…”

Era tan increíble que no podía evitar un murmullo de admiración.

“¡Siiiiiiiiiiii! ¡Acabamos de empezar, chicos!”

Las palabras de Arisa hicieron que una sonrisa tirara de mis mejillas, pero desapareció cuando noté al Señor del Mar en la esquina de mi visión.

“¡Arisa! ¡Correeeeeeee!”

“… ¿No?”

Un círculo mágico gigante apareció sobre el Señor del Mar, prácticamente hinchando el cielo.

En el segundo siguiente, un martillo de agua lo suficientemente grande como para dividir la tierra se estrelló en el espacio donde la nave había estado.

“Arisa… Nana…”

No había manera de que hubieran sobrevivido a un golpe tan enorme intacto.

Si su casco hubiera sido hecho de orichalcum o la rama de un árbol del mundo, tal vez la nave en sí habría estado bien. Pero incluso entonces, la gente dentro habría sido aplastada en una pasta.

No pude detener las lágrimas que empezaron a fluir sobre las muertes demasiado súbitas de mis amigos.

Arisa, Nana, Mia… Grabé cada uno de sus nombres en mi corazón, tratando de luchar a través de la desesperación por su bien.

Pero no tenía sentido, la tristeza era demasiado profunda para que yo estuviera de pie.

“Oh hombre, casi nos lo comimos allí.”

… ¿Qué?

“Esto no es un asunto de risa, Arisa!”

Después del comentario de Arisa, escuché el sonido de la luz de un puño azotando a alguien en la cabeza y la voz regañando de Satou.

Mirando hacia arriba, vi las velas familiares que se elevan hacia mí.

En un abrir y cerrar de ojos, la nave voladora ascendió frente al muelle donde había caído de rodillas.

“Honestamente. No esperaba exactamente tener que teletransportar toda la nave en el momento en que regresé con el hechizo Devolución”.

De pie en la cubierta, Satou froto el pelo de Arisa por un momento antes de girar hacia la torre.

Esos ojos oscuros y suaves se asentaron en mí a la vez.

Respirando un suspiro de alivio cuando me vio, Satou rompió en una cálida sonrisa.

“Lo siento por hacerte esperar, Rei.”

Mi cuerpo fue levantado suavemente en el aire.

Floté como una pluma en el viento hasta que me colocaron suavemente en la cubierta de su nave voladora.

“Espero que no te preocupe.”

Su tono era tan ligero y maravillosamente ordinario que no podía soportarlo: volé en sus brazos y lloré como un niño.

Pero no había tristeza en esas lágrimas.

Llenaron mi corazón de calor, como la lluvia en medio de un día soleado.