Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 9

Capítulo 8: Isla Flotante Lalakie

Parte 2

Sería imposible para cualquiera derrotar a los peces monstruo gigantes que ni siquiera los dragones del cielo podrían tocar, no importa controlarlo.

“¿Seguramente eso fue una ilusión?”

“No fue, por difícil que sea creer.”

Pero si eso fuera cierto, ¿no podría esta persona derrotar al Señor del Mar por nosotros?

Sin embargo, cuando le pregunté esto, mi padre me miró como si fuera un niño cuya mentira había sido descubierta y que se enfureció como para cubrirlo.

“¡Eso sería despreciar a mí mismo a mi aliado! ¡Los aliados siempre deben estar en pie de igualdad!”

Padre se cepillaba la capa impetuosamente.

Inmediatamente después, un auge atronador y un terrible temblor sacudieron la plataforma.

“Aah!”

La chica gritó con sorpresa, y yo la sostuve cerca.

“¡Hermana, mira!”

La brillante cúpula de Protección heavenslight sobre nosotros estaba siendo golpeada por ocho enormes tentáculos.

Un ojo gigantesco emergió en el borde de la isla flotante. Un ojo compuesto, como el de un insecto.

“… El Señor del Mar.”

El ojo estaba lleno de odio inconfundible.

Su rabia y resentimiento deben haberse arremolinado y multiplicado mientras estaba atrapado en el fondo del mar durante casi una eternidad.

“Excelente. En esta rabia, seguramente se tragará cualquier cebo venenoso que le ofrecemos.”

Por cebo venenoso, Padre sin duda se refería a la chica llamada Yuuneia y a mí.

Sus propios ojos estaban llenos de locura mientras se reía del Señor del Mar.

“Grabaremos la runa de la dominación en Yuuneia y la runa de la operación en Reiaane.”

La niña se puso pálida con la horrible declaración de papá, pero asintió con la boca y soltó su ropa de novicia del santuario para el grabado del círculo mágico.

“Seré el cebo para atrapar al Señor del Mar, y mi hermana será el eje para mandarlo, esa es la única manera, ¿no es así, Padre?”

Ella asintió de nuevo, como si tratara de convencerse a sí misma, viendo a mi padre con una mirada temblorosa.

Pero mi padre ni siquiera le perdonó una mirada.

“Padre, no.”

“¿Qué es esto?”

“Yuuneia no puede capturar al Señor del Mar. Voy a ir.”

“¡N-no, puedo hacerlo! Soy tu hermana menor, después de todo.”

La chica parecía desesperada.

Pero no funcionaría. Lo que mi padre intentaba hacer ahora era lo mismo que mi madre y mi tía Yuuneia intentaron y no lograron hacer hace mucho tiempo.

Una ligera mejora en las runas no haría ninguna diferencia contra este oponente.

Además, la persona que servía como cebo para ser tragada por el Señor del Mar se enfrentó a una muerte segura. No podía permitir que esta pobre chica tomara ese papel.

“Si lo hacemos de la misma manera que antes, no funcionará. Por favor, confía en mí.”

“Hermana…”

Intentar controlar al Señor del Mar nunca funcionaría, pase lo que pase.

Los círculos mágicos en forma de engranaje aparecieron a los pies tanto de la chica homúnculo como de mí.

“Muy bien. Vamos, entonces.”

No había duda en las frías palabras de mi padre.

Mi padre, una vez amable, se había ido hace mucho.

Un amplio poder mágico fluyó hacia mí desde la Torre de la Reina, y cambié de mi estado juvenil de baja magia a mi forma adulta normal.

“<Grabar.>”

Se me cayó la ropa etérea, y mi padre emitió un comando que sonaba loco.

Runas malditas se deslizaron al alrededor de mis pies, envolviendo mi piel en una incomodidad casi insoportable.

“¡A-aaaaah!”

Como una maldición similar ambientada sobre la chica de al lado, soltó un grito de dolor.

“<¡Grabar!>”

Cuando mi padre volvió a dar la orden, la maldición de mi cuerpo tomó la forma de runas y comenzó a grabarse en mi piel.

Nnngh…

Horrible rabia y desesperación fluyó a través de mí, haciendo que la incomodidad anterior parezca nada en comparación.

Mi visión vaciló, empezando a perder todo color.

A este paso, me consumiría la maldición venenosa.

Larva.

De repente, la voz de Nana volvió a mi mente.

Sentí que mi corazón se aligero un poco.

“Yo, no voy a ceder.”

Basándome en el calor de mis recuerdos con Nana, Mia y los demás, luché contra la ira y la desesperación provocadas por la maldición.

“¡Sólo espera, Señor del Mar! ¡Pronto se doblegar a mi voluntad!”

La risa de mi padre resonaba a través de la Torre de la Reina.

El Señor del Mar se levantó en la parte superior de la isla flotante, inclinando toda la isla con su peso.

Observando a través de mi visión oscura y deformada, me recordó los últimos momentos de mi tía y de mi madre.

… Sé lo que vi en ese entonces.

Al principio, el control tuvo éxito.

Pero no duró mucho antes de que la tía Yuuneia fuera absorbida por el Señor del Mar y completamente destruida.

Así que todo descansaría en el momento en que tuviera el control.

Obligaría al Señor del Mar a arrancar su propio núcleo, destruyéndose para siempre.

Si pudiera derrotar al Señor del Mar, entonces Satou podría encargarse del resto.

Esa misteriosa persona seguramente sería capaz de deshacer la maldición de mi padre y ayudar a la chica que compartió un nombre con mi tía Yuuneia a encontrar la felicidad.

Lo siento, Satou. Esta es mi elección.

“< ¡He hecho bien en soportar tanto, Reiaane! ¡Ahora para el paso final! <Grabar Linchpin>!>”

A las palabras de mi padre, el veneno de la maldición fluyó en mí como un torrente.

… No sirve de nada. Nadie podía soportar esto.

Mis cálidos recuerdos fueron inundados por el veneno, y la maldición se tragó mi corazón y comenzó a romperlo en nada—

“¡DETENNTEEEEE AHÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ MISMOOOOOOOOO!”

Una voz familiar gritando en Shigan atrajo mi mirada oscura.

Al otro lado de la Protección Heavenslight, vi una nave voladora acercándote.

¿Es Arisa…?

“¡Larva! ¡He venido a rescatarte, lo declaro!”

“Mm. Aquí.”

¿Nana? ¿Y Mia también?