Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 9

Capítulo 6: Lalagi, Reino de la Hechicería

Parte 2

“””¡Saluuuuuuud!”””

Cuando regresé a la posada de mi audiencia en el castillo real, había algún tipo de fiesta en marcha.

La persona orquestando el brindis era Rayleigh, el segundo hijo del marqués Ashinen que había rescatado cuando casi estaba perdido en el mar.

Por la forma en que estaba bebiendo su tanque, nunca te imaginas que acababa de estar postrado en la cama no hace mucho.

En su mejilla había una huella de color rojo brillante como una caricatura.

Probablemente había intentado algo con una de las camareras y recibió una merecida bofetada en la cara.

Mis compañeras no estaban en la fiesta; mi mapa indicaba que estaban en una de nuestras habitaciones en la planta superior de la posada, así que subí las escaleras sin parar en la fiesta, ya que Rei necesitaba descanso de todos modos.

“Estoy de vuelta.”

“¡Bienvenidoooooo!”

“¡Señor!”

Cuando abrí la puerta, Tama y Pochi vinieron volando hacia mí.

Mirando alrededor de la habitación, me di cuenta de que parecía haber un estado de ánimo extraño y pesado en el aire.

Claramente, Tama y Pochi se sintieron aliviados de tener un descanso de ella.

“¡Amo! ¡No te lo vas a creer!”

“Sr. Muerte a los nobles.”

Arisa y Mia, el dúo de la pared de hierro, irrumpió en mí indignada.

“¿Podrías calmarte primero, por favor? Estás asustando a Tama y Pochi.”

En eso, los dos se calmaron un poco.

“Ah… Lo siento.”

“Disculpa.”

Una vez que se enfriaron, explicaron que el borracho Sr. Rayleigh —no, llamémoslo “ese bastardo”— había puesto sus brazos alrededor de Nana y agarró por la fuerza sus pechos.

“U-um, ¿amo?”

“¿Qué es?”

Mientras me preparaba para repartir un castigo divino, Arisa me retuvo.

“Estás haciendo una cara realmente aterradora…”

Mirando alrededor, vi que las orejas de Tama estaban aplanadas hacia atrás, y Pochi tenía los ojos llanos con la cola entre las piernas.

Oh, cielos. Supongo que no tenía derecho a regañar a Arisa antes.

Respiré profundamente para calmarme.

“No te preocupes. Ya obtuvo lo que se merecía”

Las otras chicas apoyaron a Arisa.

“¿Kachetadaaaaaaa?”

“¡Nana le golpeó justo en la cara, señor!”

“Fue una muy buena y firme.”

“Creo que ella debería haber golpeado su otra mejilla, también.”

Lulú se enojó tras las chicas bestias. No era característico para ella, pero no podía culparla por odiar a un bastardo acosador sexual.

“Mi pecho pertenece solo al amo, declaro.”

Esa fue una gran declaración, Nana, pero desearía que no dijeras cosas que causarían malentendidos serios como ese.

La ira del Muro de Hierro de Arisa y Mia a un lado, me dolió el corazón ver la triste expresión de Lulú.

Aun así, incluso si Nana ya se hubiera vengado, no podría dejar que el bastardo se quede sin castigo.

Tienes que cortar eso actos desde el brote.

“¡Señor Caballero, por aquí!”

Un chico que habíamos rescatado de un escondite pirata me llamó.

“Oh-ho, así que este es Sir Pendragon? ¡Ven, le debo mi vida, buen señor!”

El espeluznante bastardo me saludó a su lado.

“¡Yo digo, es gracias a ti que no me ahogué en el mar! No puedo agradecerle lo suficiente, señor. Mi padre es bastante famoso incluso en el reino de Shiga, ¡así que estoy seguro de que puede hacerte un barón honorario al menos!”

El bastardo borracho charlaba alegremente.

“Sabes, me desperté para encontrarme en el agua, rodeado por las ruinas de mi barco. ¡No pensé que lo lograría!”

Abrí la boca para expresar mis quejas cuando se detuvo, pero siguió hablando antes de que pudiera hablar.

“Oh, sí, te debo una disculpa. Estaba tratando de cortejar a una mujer hermosa antes, pero no tenía idea de que era tu esposa. Por favor, perdóname por mi grosería.”

Que se disculpara antes de que pudiera hablar le costó hablar, le costó hablar.

Especialmente cuando entonces señaló su mejilla y añadió:

“¡Ella me dio una bofetada muy dolorosa, también!”

Como este hombre era un noble, fácilmente podía meter a Nana en serios problemas por hacerle daño.

“¿Puedo compensarte con más de palabras una vez que haya regresado al Reino Shiga? Me temo que tengo poco a mano en este momento.”

Aun así, tuve que meterme en al menos un jab.

“Si puedes prometerme que nunca volverás a poner una mano sobre Nana o mis otros compañeros, no tienes que compensarme de ninguna otra manera”.

“Ya veo. Entonces juraré el nombre del marqués Ashinen y el rey ancestral Yamato. Yo, Rayleigh Ashinen, nunca más cometeré ningún acto que pueda hacerle daño a usted y a los suyos, Sir Pendragon.”

El espeluznante bastardo, también conocido como “Rayleigh”, puso su mano en su corazón con una expresión humilde.

En las clases de nueva nobleza que había tomado en la Baronía Muno, me dijeron que jurar sobre el apellido y el rey ancestral era la promesa más confiable de todas, así que probablemente era seguro creerle.

Como parecía lamentar sus acciones, decidí poner el asunto en marcha.

Aunque, si volviera a hacer algo así, lo tendría viviendo el resto de su vida solo en una isla deshabitada.

Por ahora, le pregunté qué le había pasado a su nave cuando lo encontramos.

“Bueno, estaba mirando los mares nebulosos desde la cubierta cuando de repente perdí el conocimiento y me arrojaron al agua. Así que no tengo idea de cómo se hundió el barco.”

Lo más probable es que una gran cantidad de miasma lo noqueó, y caer al agua fue lo único que lo mantuvo vivo.

Rayleigh era un simple nivel 12, y sus únicas habilidades eran “Etiqueta”, “Negociación” y “Analizar Bienes”, por lo que ciertamente no era adecuado para el combate.

Debe ser un hombre afortunado, ya que no fue atacado por monstruos mientras estaba a la deriva.

Animado por el hombre que está a su lado, Rayleigh me hizo una pregunta.

“Por cierto, Sir Pendragon, escuché que fue al castillo real. ¿Estabas buscando un título de Barón de Licores?”

“No, no recibí el título de Barón de Licores. Simplemente estaba escoltando a una persona importante de Ishrallie al castillo”.

El título que recibí fue Marqués de Licores, no Barón de Licores.

Al oír mi respuesta, Rayleigh y el hombre a su lado se hundió con evidente decepción.

“Veo… Ya que tenías un elfo contigo, pensé que podrías presentar al rey el legendario vino de hadas y recibir el título de Barón de Licores…”

“¿Hay algo especial en el título de Licor Baron?”

No estaba muy seguro de por qué estaba tan preocupado porque yo me llevara ese título.

“¿Qué quieres decir? Con el título de Barón de Licores, ¡puedes reducir ese horrible impuesto a sólo el veinte por ciento! ¡Entonces podrías traer seda del Reino Shiga a Ishrallie y adquirir sus lágrimas del cielo para venderlas en Shiga al contenido de tu corazón!”

Bien, supongo que oí en Ishrallie que había un alto impuesto sobre la seda.

“Tenía la esperanza de poder tomar prestado un barco de usted y tal vez llevar a algunas personas con ningún otro lugar para ir en una ruta comercial, pero eso sería bastante difícil sin el título de Barón de Licores.”

“¿Un barco?”

“Sí, tienes una gran nave llamada SS Cloud o algo así, ¿verdad? Algunas personas de la Gabato Trading Company vinieron a iniciar un alboroto, pero los perseguí”.

Oh, cierto. El barco a la deriva que usé para transportar a esos piratas.

Evidentemente, la propiedad de la misma ahora me pertenecía, pero si sus dueños originales, la Gabato Trading Company, habían venido de buena fe a negociar, había planeado devolvérselo.

Según Rayleigh, sin embargo, habían enviado un montón de rufianes para recuperarlo por la fuerza.

“Chico, esas señoritas son fuertes. He oído que despacharon a un montón de piratas con facilidad, también, ¿no?”

Rayleigh fue quien engañó al líder de la Gabato Trading Company para que se retirara, pero mis compañeros fueron los que lucharon contra los rufianes.

Los rufianes y los hombres de la compañía comercial habían sido arrebatados por los guardias llamados por la posada.

“Mi título de Caballero De Licores me permite comerciar, pero en realidad no cambia los impuestos. No es una recompensa muy justa por traerle mi preciado Kingsblossom y White Mountain, ¿no estás de acuerdo?”

“Eso es de esperar, me temo”, dijo el hombre al lado de Rayleigh.

“El rey de Lalagi no es muy aficionado al sake seco de Shigan.”

Así que las marcas que el rey había mencionado eran las que Rayleigh le había traído.

“Sé que es insolente de mi parte preguntar esto del caballero que nos salvó la vida, pero ¿por casualidad estarías interesado en invertir en nuestra nueva compañía?”, me preguntó el otro hombre.

No quería dejar a esta gente sin ningún lugar a donde voltear después de haberlas rescatado de los piratas, y estaría en mi conciencia si se convirtieron en piratas o criminales ellos mismos; además, había mucho más dinero en mi almacenamiento de lo que podría usar.

Tal vez no sea una mala idea ofrecerles un poco de contribución.

“Entonces, ¿sería capaz de ver el esquema de su plan de negocios?”

“… ¿Esquema del plan de negocios?”

“Por supuesto. Un documento que describe qué camino piensa tomar, qué productos va a manejar y en qué cantidad, así como sus costos estimados y beneficios proyectados.”

Naturalmente, no querría que se convierta en una mala deuda, así que era mejor que se les ocurrieran algunas estimaciones.

Tomar una decisión rápida aquí sería un error de novato.

“M-muy bien. Averiguaré la velocidad y la capacidad de carga de la nube SS y elaboraré algunos planes”.

“Estoy deseando hacerlo.”

Al principio el hombre parecía nervioso, pero pronto sus ojos se llenaron de determinación prometedora.

Rayleigh no parecía muy interesado en tratar con los detalles, en lugar de aplaudir al hombre en la espalda y decir: “¡Cuento contigo!” Así que estaba tirando todo el trabajo a su subordinado.

Dependiendo de su plan de negocios, estaba dispuesto a darle más barcos comerciales, así como dinero, y tal vez ofrecerles una botella de vino de hadas para que uno de ellos pudiera convertirse en un barón de licores.

***

“Whew, realmente me puse a sudar.”

“Buen trabajo, Arisa.”

Limpié el sudor de la frente brillante de Arisa con un pañuelo.

Había estado ocupada vendiendo vidrios en la plaza de operaciones.

“Se vendieron a un gran precio gracias a ti.”

“Hee-hee, tengo que recordarte mi asombrosidad de vez en cuando.”

Arisa sonrió con orgullo mientras la tiraba hacia los demás.

Como parecía que podríamos estar aquí por un tiempo, y Lalagi estaba sofocante y caliente, había tenido a todos los demás refrescándose bajo la sombra de un árbol cercano.

“Eso es un montón de gente por allí.”

“Sí, todos están tratando de conseguir hielo.”

Una multitud estaba reunida alrededor de un pilar de hielo que me había puesto para ayudar a todos a refrescarse.

Muchos de ellos eran chicos y chicas jóvenes con el mismo traje, que, según mi AR, era el uniforme de la Escuela de Magia Lalagi.

Supongo que llaman a este lugar el Reino de la Hechicería.

Tal vez podría llevar a Arisa y Mia a visitar la escuela de magia y la biblioteca pública durante nuestra estancia.

“Apuesto a que un puesto de hielo raspado haría una matanza aquí.”

“No bromeo.”

Asintiendo, comprobé que todos los demás estaban listos.

“¿Nos vamos a ir?” Señale y todos empezamos a irnos.

“¡Espera un minuto, señor!”, Llamó uno de los pueblerinos reunidos alrededor del hielo.

“¿Qué hay de tu pilar de hielo?”

“Eso está bien. Puedes usarlo para mantener la temperatura”.

Esto provocó un grito emocionado de la multitud tan fuerte que pensé que podría sacudir las hojas de los árboles. Hace calor, después de todo.

“¿Dulce ‘y’ delicioso?”

“El turrón es tan dulce y fuerte, señor.”

“Mm. Sabroso.”

“Es… muy bueno.”

Los niños más pequeños estaban comiendo caramelos de melaza, un subproducto de nuestro viaje a la fábrica de purificación de azúcar.

Había pasado mucho tiempo desde que tuve algo tan dulce que casi me dolía los dientes.

“Creo que se supone que debe sumergir esta pastelería en ella, no comer con los dedos.”

Como dijo Lulú, la pasta de nueces parecía estar destinada a sumergirse en los dulces similares al jarabe.

“Deliciosa”

“Maestro, mis detectores de dulzura están experimentando una anomalía. Solicitando la regulación, suplico.”

Liza dio una reacción normal, pero Nana se acercó a mí con los labios temblando.

La dulzura era probablemente un poco demasiado agresiva para ella.

Además del azúcar moreno y la melaza habituales, la fábrica de azúcar también vendía caramelos de roca y azúcar blanco puro y de alto grado.

El primero estaba ampliamente disponible, pero el segundo era caro y se producía en pequeñas cantidades, por lo que la mayor parte era consumido sólo por nobles locales.

“Si lo desea, Marqués de Licor Pendragon, con mucho gusto podríamos organizar un poco de caramelo de roca y azúcar de alta calidad para usted.”

“Yo apreciaría eso. Estamos alquilando un almacén en el puerto, así que por favor haz que lo entreguen allí”.

El dueño de la fábrica de azúcar sabía de mi título por alguna razón, así que estaba feliz de aceptarlo en su propuesta. También compré el valor de muchos barriles de azúcar morena y melaza, ya que eran tan asequibles aquí.

“Ahora, Sir Marqués del Licor, hay una cosa que me gustaría preguntar…”

El propietario me dio una petición inesperada.

“¿Quieres que te diga a qué sabe el licor legendario, pero no estás pidiendo probarlo tú mismo?”

Me había imaginado que sería sobre el vino de hadas, pero su pregunta era más humilde de lo que había imaginado.

“Sí, pensé que como un marqués de licor, es probable que lo han probado.”

“Bueno, dicen que la prueba está en el budín. ¿Por qué no hago que pruebes un sorbo?”

Tocado por la modestia del dueño, decidí ofrecerle un pequeño frasco de vino de hadas.

“¡Seguramente no quieres decir…!”

“No se lo digas a nadie más, ¿de acuerdo?”

El dueño cerró los ojos y respiró la fragancia desde la parte superior del vial durante unos momentos antes de llevarlo a sus labios con las manos temblorosas, vertiendo unas gotas de vino de hadas en su boca.

Estaba claro por su expresión extática que realmente amaba el licor.

Tal como lo prometió, se detuvo después de un solo sorbo, tapó el frasco y me lo sostuvo.

“Qué vino tan magnífico. Verdaderamente, mi escaso vocabulario ni siquiera podía empezar a describir su complejidad”.

Su cuerpo temblaba de emoción.

Empujé suavemente el vial hacia él con mi palma.

“Por favor, quédate lo. Te lo estoy dando.”

“¿E-estás seguro?”

“Demasiado. Los brownies que me dieron esto seguramente estarían complacidos por alguien que ama el licor tanto como tú para beberlo”.

En eso, las lágrimas de alegría llenaron los ojos del dueño.

Me siento un poco mal de que esté tan excitado por un frasco que sólo le quedan unos sorbos de vino.

El hombre continuó agradeciéndome mientras saludamos y salimos de la fábrica de azúcar.

Al día siguiente, la melaza que había pedido fue entregada en el almacén, junto con algunos barriles de ron, carne de res, y así sucesivamente.

El propietario debe haber tirado estos regalos desde sus granjas y bodegas.

Se dijo que la carne de res lalagi, que se crio con una dieta de escoria de caña de azúcar sobrante, era extremadamente deliciosa.