Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 9

Capítulo 5: Fifth Score

Parte 6: La Toga Angelical De Ai

“……… ”

A pesar de pertenecer a la misma familia de Shogi que las dos jugadoras de la partida, Keika-san llegó a Kobe unos minutos antes de que comenzara la revancha. Permaneciendo en silencio, se quedó fuera de su círculo y observó la partida por su cuenta.

——…. Qué pequeña soy, pensó para sí misma. Cómo se cuidaba de no cruzarse con Ai o Yaichi, y cómo no podía convencerse a sí misma de que viniera hasta que llegara a la final de la partida.

Sin embargo, Keika-san podía sentir que ella también había crecido.

Es un gran paso para mí, poder sentirme celosa…

En una época, Keika-san estaba celosa de los dos Ai’s que pasaron junto a ella en un abrir y cerrar de ojos.

Sin embargo, ella no sentía lo mismo por todos los que entraron a la Liga Práctica después de ella.

Nunca se molestó en compararse con las élites como Ginko y Machi Kugui. Por lo tanto, ella nunca sintió celos hacia su Imotou-deshi, sin importar cuántos títulos reclamara.

Por otro lado, surgió a través de ella como un salvaje incendio salvaje en el instante en que Ai Yashajin se convirtió en la Retadora de la Queen.

No sólo porque Keika-san llegó a la final de Mynavi, sino también porque derrotó a la Eternal Queen Rina Shakando.

—— Había una posibilidad de que esta partida pudiera haber sido entre Ginko y yo.

Al mismo tiempo, estaba preocupada por Ai Hinatsuru.

No es que la joven estuviera deprimida o sintiendo presión. Justo lo contrario.

—— Porque ella está satisfecha con las cosas como están ahora…

Al final del día, la niña llamada Ai Hinatsuru estaba jugando Shogi sólo para poder estar al lado de Yaichi-kun. Keika-san se había dado cuenta de que Ai no podía aprovechar todo su potencial cuando Yaichi no estaba involucrado de alguna manera.

—— Esa chica es muy amable y de corazón noble. Pero peor que eso, nació con demasiado talento.

Como persona, es una combinación maravillosa.

Desafortunadamente, ella nunca crecería como jugadora de Shogi.

Los celos y los prejuicios eran una necesidad absoluta. Así como las hermanastras se sintieron celosas cuando vieron a la Cenicienta llegar al baile con un hermoso vestido, Keika pensó que la llama oscura crecería dentro del corazón de Ai Hinatsuru si ella tenía un asiento en primera fila para la partida por el título de Ginko y Ai Yashajin.

Mirándolo de otra manera, nada menos que eso lo provocaría.

Lo mismo podría decirse de Yaichi y Ginko.

—— Ninguno de ellos se daría cuenta de lo doloroso que puede ser jugar al Shogi sin saber cómo son los celos.

“‘¡Wow! ¡¡Mira eso!!!

Alguien gritando en la sala de descanso trajo a Keika-san de vuelta al momento.

“¡El Ou del defensor está expuesto!”

El tablero estaba pasando de una simple ventaja para Ai Yashajin a una probable victoria.

Viendo que sus posibilidades eran casi nulas con la formación actual de Ai, Ginko cambió su estrategia pero fue incapaz de producir al resultado. De hecho, había sido víctima del contraataque de Ai y ahora se enfrentaba a fuertes bombardeos en la parte superior de su defensa del Castillo de Mino, el punto débil de la formación.

Con la línea defensiva destruida y el Ou enemigo retirándose de su fortaleza, Ai Yashajin tenía el control total del flujo de la partida y lo persiguió con sus colmillos desnudos.

La Blancanieves de Naniwa, después de seis años de juego inmaculado en la Liga Femenina, parecía estar al borde de la derrota.

—— ¿Perder? ¿Ginko? ¿Ella?

Aunque Keika-san no podía creerlo, tenía la sensación de que incluso ella sería capaz de poner a Ginko en Jaque mate desde esta posición.

Sin embargo, Ai decidió reclamar al Kei que saltó a su territorio y cortó el avance de Ginko. Ella no iba a por el Jaque Mate; estaba tratando de romper el espíritu de Ginko. Los dedos de Ai temblaban en el monitor.

“¡¿Está presionando?!”

“Muchos se rendirían en esta situación” “Ella no lo hará. No es así”

Las jugadoras y los miembros de los medios que llenaron la sala de descanso se animaron cada vez que el observador comenzó a prepararse.

Ginko lanzó un asalto total y puso al Ou de Ai en Jaque por turnos sucesivos, pero la joven bloqueó cada uno de ellos con calma y calculada precisión.

“El Shogi de Ginko ha sido rudo el día de hoy”

Rei Kayunita-san criticó el ataque forzado de Ginko mientras que otras jugadoras empezaron a burlarse de ella.

“¿Oh-ho? ¡La Blancanieves de Naniwa va a perder esta!”

“Es duro ver a la Queen no saber cuándo rendirse”

“Se acabó. Ve a lavarte y vuelve a intentarlo la próxima vez”

Eso me hizo reír en la sala de descanso.

Keika-san apenas podía creer lo que estaba escuchando.

Fue como si ninguna de ellas sintiera ni siquiera una pizca de la sombría realidad que vino con el final de esta partida. Estaban viendo a Ginko Sora, un miembro de la Sub Liga que había pasado  gran parte de su valioso tiempo trabajando muy duro para la Liga Femenina, perdiendo como si fuera una rara atracción en un circo.

—— ¿Qué le pasa a esta gente? Esto no es normal…..

Celos, ambición, curiosidad, complejos de inferioridad y superioridad. Keika finalmente se dio cuenta de ello al ver a estas personas que habían vendido sus almas al Shogi para mostrar con frialdad sus emociones más crueles.

La gente reunida aquí ya no era humana. Eran monstruos, monstruos del Shogi.

“¡Ughh….!”

Las dos manos pinzaron firmemente sobre su boca, Keika salió corriendo de la sala de descanso. Incapaz  de  llegar  hasta  el  baño  de  damas,  se acurrucó en el pasillo y soportó una serie de náuseas.

“G……G-Ginko-chan…………”

Keika llamó a la chica que peleaba sola en la arena en este mismo momento a través de todo su dolor, mareos y lágrimas.

“¿Siempre juegas al Shogi con este aire tan asfixiante……?”

Sus propios celos y complejo de inferioridad eran minúsculos en comparación.

Simplemente respirar el aire dentro de la sala de descanso era suficiente para que se enfermara del estómago. Keika se quedó en el pasillo, acurrucada como una pequeña pelota, incapaz de ponerse de pie.

Dentro de la arena misma hacía un calor anormal.

Ai Hinatsuru se había dado cuenta de que su concentración se desvanecía mientras veía la partida desde la mesa de juego.

“Aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí….Haaaaah….Ahhhh………”

Sabía que, como periodista, tenía que vigilar a ambas jugadoras, pero su propio instinto de jugadora no dejaba de llamar su atención sobre el tablero.

—— No puedo concentrarme, ya no me siento como yo.

Los músculos se tensan y se aflojan. Concéntrate dentro y fuera. Todos estaban en contra de su voluntad y venían sin avisar.

Ai estaba siendo influenciada por el inmenso aura de las jugadoras de la misma manera que una hoja de árbol está a merced del viento.

—— ¡Así es como es la arena durante una partida por el título…!

Ai Hinatsuru no había dejado su lugar desde el intermedio después del Empate de Repetición.

A pesar de estar sentada, ahora se sentía mucho más exhausta de lo que nunca había estado jugando una partida.

“………… Demasiado intenso……”

Su escritura se había vuelto ilegible y manchas de sudor empezaban a rizar las hojas de papel de su libreta.

El calor anormal irradiaba desde las propias jugadoras.

Ai Yashajin, que se había quitado el kimono y se había puesto un vestido de estilo occidental, brillaba de sudor mientras se mecía hacia adelante y hacia atrás leyendo el tablero.

—— Nunca había visto a Ten-chan tan concentrada antes.

Inclinada hacia adelante con todo, desde las mejillas hasta las puntas de las orejas de color rojo remolacha, podría haber sido una carroza en llamas que se precipitaba hacia el enemigo.

Sin cambiar de postura, Ai Yashajin aumentó la presión sobre la ahora defensora Ginko Sora haciendo avanzar a un Kei hacia su Ou.

—— ¡Se acabó…!

Mientras tanto, Ginko completamente sudorosa enderezó su espalda y miró el tablero mientras se detenía a pensar.

Esos ojos azul plateado y esa postura completamente inmóvil parecían carecer de voluntad para pelear…

Para Ai Hinatsuru, parecía que Ginko ya se había resignado a la derrota.

Sin embargo. “¿Eh?……”

Un chillido de sorpresa dejó sus labios.

A su lado, el registrador de partidas Sota Kunugi había conectado una batería móvil a la tablet que tenía delante.

Sin duda, Sota tenía el mayor nivel de habilidad de Shogi de todos en la arena.

—— Entonces, ¿La partida va a durar aún más? Pero eso es…..

La partida estaba a punto de terminar en sus ojos. No, ella pensó que el resultado ya estaba grabado en piedra.

Ai Yashajin sentía lo mismo.

—— ¡Puedo ganar! ¡Contra Ginko Sora! ¡Una 3-dan de la Sub Liga!

Ai no podía contener la avalancha de emociones que la invadía.

El corazón de la joven amenazó con reventar de su caja toráxica y latió tan fuerte. La sangre que circulaba por todo su cuerpo corría por sus venas como torrentes de fuego.

El sudor le corría por la cara y su respiración se hacía harapienta, como si ese calor le hubiera chamuscado los nervios. A pesar de cambiarse de kimono a favor de un vestido, el calor era abrumador.

“……. ”

Sin decir una palabra, Ginko se puso de pie y salió de la habitación.

Su oponente había desaparecido completamente de la vista, pero Ai se quedó en la zona y utilizó el tiempo para leer lo más profundo posible del tablero, como una bola de fuego.

Pero—— “Ah…………”

La concentración de Ai Hinatsuru, que había estado nublada por el calor, volvió a despertar con vigor. La temperatura dentro de la arena se había desplomado.

Entonces, la golpeó.

Las llamas rojas no arden tanto como las azules.

El calor anormalmente alto en la arena no vino de Ai Yashajin.

La única explicación posible era que Ginko había estado leyendo más profundamente, más que Ai.

—— ¡Sora-sensei no se ha rendido! ¡¿Podría ser…?! Un minuto después.

Con el cuerpo al borde de la combustión enfriada por el aire exterior, la Blancanieves de Naniwa regresó a la arena con el calor colosal de un meteorito para hacer realidad su visión en el tablero.

Entonces, como si ignorara por completo el movimiento anterior de su oponente, Ginko sacó a su Ou del tablero y dijo:

“Ven”

“¡¿?¡‘”

La Blancanieves sonrió mientras la Cenicienta jadeaba ante ella.

“Bailaré para ti”