Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 9

Capítulo 5: Fifth Score

Parte 5: La Toga Angelical De Ai

El intermedio de 30 minutos pasó en un abrir y cerrar de ojos y la revancha se puso en marcha.

Yaichi Kuzuryu se quedó en la capilla para continuar como el gran analista del tablero. Sólo los comentaristas cambiaron de turno, y ahora la jugadora de la Liga Femenina de Kanto, Midori Ubaguchi 3-dan, que había venido hasta aquí sólo para ver esta partida en persona, subió al escenario como invitada especial.

El análisis de las partidas en la sala de descanso giró en torno a Seiichi Tsukimitsu.

La estrategia empleada por Ai Yashajin ahora que el primer movimiento fue suyo resultó ser——

“¿Sente Nakabisha?”

“¿Ambas jugadoras están usando estrategias de Furibisha…?”

La muchedumbre de personas con sus ojos entrenados en el monitor de la sala de descanso susurró entre ellos  con asombro ante la destreza polifacética de Ai Yashajin.

Su oponente, Ginko Sora, también había elegido emplear a Furibisha.

Ya que hay muchas similitudes en la forma en que se desarrollan las partidas en espejo, su decisión de jugar Ai-Furibisha no fue tan extraña.

Sin embargo, el concepto que Ai Yashajin tenía en mente iba mucho más allá de lo extraño.

15º movimiento —— 2-8 Hisha “¿Eh?”

“¡¿En serio?!”

La conmoción y la incredulidad se extendieron a la sala de descanso, la jugada causó más impacto que su Kakutōfu.

“¿Ha vuelto a cambiar a….Ibisha…?”

El concepto era impecable.

Ai había devuelto su Hisha al centro del tablero, a su posición inicial.

“No es un Intercambio de Kakus con Perdida de Movimiento, ¿Sino un Ai-Hikihisha?

¡¿Huuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuhhhh?!”

Tamayo Rokuroba, que se preparaba para su siguiente turno en el escenario como comentarista del Gran Tablero, podía sentir que el sentido Shogi que había desarrollado desde sus días como estudiante de primaria empezaba a desmoronarse. Incluso para un jugador de Furibisha como Tamayo, el concepto de Ai era incomprensible.

“Esto ya ni siquiera es Shogi, ¿verdad…?” “Hmm…”

Sin embargo, una vez que la secretaria Sasari Oga- san termino relatar verbalmente las secuencias hasta el momento, Seiichi-san dio su opinión como si comentara una extraña pieza de arte moderno impresionista.

“…………… Sin embargo, no hay mucho que los separe. Bastante sorprendente”

“¡Pero! ¡Pero ella está dos movimientos por detrás!

¿Después de todo lo que pasó para reclamar el primer movimiento, lo va a tirar por la borda…? La posición del defensor sólo puede mejorar desde aquí…”

“Precisamente. Esa es la trampa”

Tamayo-san parecía incapaz de procesar la formación de inmediato, por lo que Seiichi-san puso su valía como uno de los principales competidores del mundo del Shogi.

“Si puedes decir que la posición es claramente buena, entonces eso es todo. Sin embargo, si sólo se ve bien, muchos pasarán tiempo en confirmarlo. Más aún, tener una noción preconcebida de que la formación debe ser buena llevará a algunos a buscar implacablemente hasta que se encuentre la secuencia perfecta”

“¡Oh! Así que, todo ese tiempo se va a perder…”

“Ciertamente. Además, el cerebro se fuerza a sí mismo a encontrar un movimiento que convertirá lo que en realidad es un margen muy pequeño en una gigantesca ventaja. Una lectura de victoria”

El tiempo se reduce a medida que cualquier sentido del panorama general se distrae por una ilusión.

Una situación que debe evitarse a toda costa cuando la velocidad es esencial.

“Aunque tiene una ventaja de movimiento, Sora- Queen se ha visto obligada a utilizar Furibisha, de la que tiene poca experiencia. Además, no tiene tiempo. Si Yashajin-san ha investigado este tipo de formación, podría tener una ventaja considerable, o incluso…!”

“¡Ajá!”

Tamayo-san no pudo contener su risa.

“¡Ahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha hahahahahahahahahahahahahaha!”

De ninguna manera se estaba burlando de Ai.

Justo lo contrario. Ver a esa enana malcriada recuperar su molesto alto nivel de confianza fue reconfortante.

Ojos llorosos por reír tan fuerte, Tamayo-san asintió en reconocimiento.

“Así que…Así es como es. Ella es un prodigio. Incluso más que el Ginko”

No hace mucho, Tamayo Rokuroba hizo esta promesa a Ai Yashajin.

“Algún día, cuando el tiempo te haya agotado, volveremos a jugar. Y seré más fuerte. No me importa si es dentro de 30 o 40 años, pero estaré aquí esperando con los pies en la tierra”

Sin embargo, Tamayo-san había asumido que Ai Yashajin tenía menos talento que Ginko Sora en ese momento, que la niña se establecería algún día a su nivel.

Si, por casualidad, Ai no se cayó de su pedestal——

“Entonces la única opción que tengo es esforzarme aún más, trabajar hasta que sea mucho, mucho más fuerte…Demonios…¡Esto es molesto! ¡Qué dolor!”

Seiichi-san escuchó las quejas de Tamayo-san con la más mínima sonrisa cuando Sasari-san, que había perdido su oportunidad de fortalecerse, se sintió excluida por el frío.

“¡Este….Este Shogi es increíble!”

Rastreando la partida por Internet desde su casa en la isla de Hachijyo Jima, Karen Noboryou agitó violentamente la cabeza de un lado a otro.

Aunque no era la única, la mayoría de los miembros de la Sub Liga que estaban viendo la partida en este mismo momento estaban rechazando el Shogi de Ai.

“Sora-sensei está construyendo una respuesta natural. Si yo estuviera en su posición, haría lo mismo pero, por alguna razón, las probabilidades se inclinan aún más a favor de la ofensiva. Eso no es posible…”

Karen despreciaba a las jugadoras de la Liga Femenina.

—— Después de todo, todas ellas son sólo amateurs.

Incluso Ryou Tsukiyomizaka, que ostentaba el título de la Liga Femenina, se tomó una excedencia de esa liga para probar suerte en la Sub Liga, pero fracasó por completo.

—— Como es de esperar……Nuestro Shogi está hecho de otra manera.

A diferencia de Ryou, Karen había elegido entrar en la Sub Liga desde el principio.

Lo hizo porque alguien más se había ido antes que ella: Ginko Sora. Ella había demostrado que era posible saltar de cabeza en la Sub Liga y Karen decidió seguir sus pasos.

Karen fue la segunda mujer en alcanzar el rango 1- kyu en la Sub Liga.

Aunque nunca se consideró talentosa, su tiempo en el duro páramo conocido como la Sub Liga había golpeado y convertido su Shogi en una figura más profesional. Era el regalo que el esfuerzo le había hecho.

La suya era exactamente lo contrario al Shogi amateur, donde perder no era una opción.

Se había metido los estandartes en la cabeza como si su vida dependiera de ello, todo ello con la amenaza real de la degradación y la expulsión colgando sobre ella. Karen había reconstruido su Shogi desde el principio. Ese debería ser el camino correcto. Debería ser mucho más fuerte. El Shogi de Ai  Yashajin  fue  el  que  estaba  equivocado.  Este

Shogi trastornado que ni siquiera un amateur de rango kyu soñaría con probar podría estar bien.

“Entonces, ¿por qué…? ¿Por qué mi corazón  no deja de latir en mis oídos?”

Karen aún no se había dado cuenta de que estaba observando algo importante en el Shogi de Ai que ella misma había perdido. Para darse cuenta de que estaba deseando verlo.

Libertad en el tablero. Y la alegría de jugar Shogi.

La sala de descanso, que ahora está llena de jugadores, personal y medios de comunicación, estaba repleta de energía vibrante.

A pesar de lo avanzado de la hora, más y más profesionales y jugadoras de la Liga Femenina continuaron visitando. Incluso la veterana jugadora de la Liga Femenina de la costa norte, de más de sesenta años, Suzu Kakkobayashi-san había viajado a Kobe con la intención de investigar esta partida de la noche a la mañana. Todo para ver a una niña de primaria jugar contra una niña de secundaria.

Tamayo Rokuroba-san tomando su lugar como comentarista del Gran Tablero, Midori Ubaguchi miró a todas las jugadoras de la Liga Femenina reunidas en la sala de descanso y dijo:

“Esto se ha convertido en un Grupo de Apoyo a las Víctimas de Ai Yashajin, ¿Verdad?”

“También es un Grupo de Apoyo a las Víctimas de Ginko Sora”

Comentó Rei Kayunita-san mientras Ryou Tsukiyomizaka-san, que había perdido contra Ginko y Ai, se rompía la lengua con un amargo “¡Tsk!”.

Unas cuantas risas divertidas resonaron por toda la habitación.

Keika Kiyotaki-san también estaba entre ellas.

Esta fue su primera vez visitando la sala de descanso de la partida por el título de la Liga Femenina como jugadora de la Liga Femenina.