Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 10

Capítulo 6: La Auto-Denegación del Héroe

Parte 6

—Ahhhh, qué molesto, molesto, molesto—

Blandiendo la lágrima del bosque con ambas manos, ella desató una tremenda luz mágica.

——Debido a ese humano, ¡mi cuerpo está ardiendo!

Encantada por la batalla de Bell con el minotauro, Lefiya sintió como si le ardiera el corazón y el cuerpo.

Al igual que Finn, Lefiya había estado fascinada por la aventura del chico, y esto renovó su determinación.

Ella convirtió la fuerza de sus pensamientos en un poder mágico elevado.

La explosión había estado en espera con el uso de su Summon Burst. Había alcanzado una masa crítica mientras el grupo de Finn se había estancado para ganar tiempo—la magia del mago más fuerte de la ciudad.

Los monstruos se dieron cuenta de la fuente de poder mágico que se desbordaba como una taza llena de agua, pero ya era demasiado tarde.

—¡¡Yo también, puedo hacerlo!!

Desatando sus sentimientos candentes, ella convirtió su cuerpo en un infierno ardiente para salvar a sus camaradas, dando a luz una potencia de fuego sin precedentes.

Fue una explosión de exterminio que pudo atravesar las paredes, robando el trueno de su amo. Después de haber llevado a Finn hasta allí, la elfo había esperado su tiempo, esperando dejar caer su propio apoyo de gran tamaño.

—¡Rea Laevateinn!

Una columna de fuego infernal se disparó desde el suelo, elevándose hasta el techo.

—¡¿OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO?!

Un infierno catastrófico surgió. En un instante, la red de pasajes fue abrumada por las columnas de llamas, que sacudieron todo dentro de su campo de magia con una ola de calor abrasadora. Los primeros en levantarse fueron los gritos de los monstruos de colores vibrantes, seguidos de los gritos temerosos de The Evils. Aunque los Xenos no fueron atacados por este ataque, chillaron, envueltos por las secuelas y huyendo de él.

—¡¿Tch—?! Levis se cubrió la cara con los brazos, retirándose a una velocidad inhumana cuando el infierno se disparó hacia ella.

Finn no perdió el ritmo, inmediatamente se dio cuenta de que The Evils había caído en un completo caos cuando dio sus órdenes. —¡Retirada! ¡Rápido! ¡Salgan de aquí!

Tal como lo habían arreglado de antemano, los miembros de la familia en el escuadrón de rescate se movieron en perfecto ritmo. Riveria y Gareth partieron a toda prisa, lanzándose uno tras otro a su ruta de escape por el camino donde Lefiya estaba esperando.

—C-Capitán … yo …

—…

En la entrada del camino, Alicia fue la última en irse, mirando a Finn con una amplia gama de emociones en su rostro. Llevada allí por los demás, incluida Narfi, sintió que sus piernas cedían cuando se sentó en el suelo.

Alicia se aferraba y no podía soltar a una sirena en la puerta de la muerte cuyo hombro estaba atravesado por la espada maldita, cubierta de sangre, tal como estaba. Alicia trató de decir algo, pero no salió nada.

Al ver su expresión preocupada, Finn entendió todo. Y con eso, habló. —¡Lleven a este monstruo también!

—¡!

Por unos momentos, Narfi y los demás quedaron atónitos, luchando por moverse, pero finalmente cooperaron para obedecer su orden. Mientras sostenían el cuerpo inhumano con alas en lugar de brazos, ellos lo levantaron como si fuera un humano. Después de llegar al camino de escape, los miembros de Fairy Force los apoyaron. Alicia estaba entre los que ayudaban.

—¡Finn Deimne …!

Fels presenció la escena de los humanos llevando a cabo uno de los Xenos y vio al hobbit mirándolos y gesticulando con la mandíbula. Ese gesto envió una sacudida al mago, que se congeló en su lugar antes de finalmente gritar con una voz llena de fe.

—¡Lido, sigue a la Familia Loki!

—¡Entendido!

Los monstruos se fueron, corriendo por el laberinto ahogándose en los vestigios de fuego restantes, y escaparon del gran pasaje, yendo a toda velocidad mientras los gritos de los remanentes de The Evils continuaban sonando detrás de ellos.

—Como si te dejara escapar…

Dentro del gran pasadizo convertido en un infierno carmesí, Levis miró las espaldas de los aventureros y Xenos desapareciendo más allá del fuego desenfrenado, a punto de perseguirlos sin piedad.

—No los persigas.

—¡!; Una figura enmascarada apareció detrás de ella, frenando su plan.

Llevaba una túnica púrpura con capucha y guantes de metal en ambas manos. Era otra criatura de la que el equipo de Finn era consciente, El llamado Ein.

—¿Qué no los persiga? ¿Hay algún propósito en dejarlos escapar?

—…

—Tenías un trabajo. ¿Y ni siquiera puedes hacerlo bien? ¿Por qué sigue vivo ese tipo?; Levis escupió con animosidad y molestia, mostrando sus colmillos como un animal salvaje indomable y aumentando su sed de sangre al máximo.

—Si todo lo que puedes hacer es interponerte en mi camino … solo debería matarte. ¿Qué piensas de eso?; Levis sugirió cruelmente a la criatura compañera.

Este avivó las llamas con su túnica y respondió: —Esta es la orden de Enyo.

—¡¡!!; Los ojos verdes de Levis se abrieron de par en par.

En palabras de los dioses, el destructor de la ciudad. El ser detrás de todo. Hubo un corto silencio.

Al mirar a la criatura enmascarada, Levis se burló y se alejó. —Dile a Enyo que si este plan falla

… voy a matarte.

Y con eso, Levis se fue, moviéndose de espaldas al gran pasaje y los restos que aún no habían sofocado el caos. La criatura enmascarada la vio desaparecer en la oscuridad, echando una mirada por el camino que la Familia Loki y los Xenos habían tomado antes de fundirse en la oscuridad sin dejar rastro.

—No nos están siguiendo…; Finn murmuró en la retaguardia mientras miraba por encima del hombro.

Aunque se enfrentaron a ataques intermitentes de los remanentes de The Evils y sus monstruos, su mayor temor, Levis, nunca llegó a la escena. Finn sospechaba, pero sin embargo, salió corriendo de Knossos junto con los otros miembros de la familia. Al abrir la puerta del pasillo de conexión y atravesar la pared del laberinto, llegaron al piso doce del Calabozo.

—Ellos … probablemente no vendrán. Parece que finalmente los sacudimos, ¿eh?

—Sí…

Mientras se movían del área que conectaba con el pasaje a Knossos, dejando una distancia considerable entre ellos, Finn finalmente tomó un respiro con sus camaradas. Ellos se detuvieron en una habitación envuelta en niebla.

Pero muchos de los miembros de la familia no bajaron la guardia, sobre todo porque los monstruos heréticos habían venido al mismo lugar, preocupados por su compañero que la Familia Loki había llevado con ellos.

—Todos, bajen las armas.

—Finn…

Los miembros de la familia se habían separado de los monstruos, mirándolos a través de la habitación, cuando Finn levantó la mano y dio una orden.

Mientras Gareth murmuraba maravillado, el hobbit se movió hacia la alto elfo.

—Riveria, ¿tienes la medicina?

—Sí…

—Úsalo.

—… ¿Estás seguro?

—Sí.

Mientras Lefiya y los demás estaban estupefactos por el intercambio que solo Gareth podía entender, Riveria lo miró a los claros ojos azules y asintió, arrodillándose junto a la sirena que había puesto sobre su espalda. Del bolsillo de su pecho, ella sacó la medicina, un objeto mágico para lidiar con las armas malditas que Amid había hecho. Finn lo había solicitado de antemano en preparación para el ataque sorpresa en Knossos. Lo usó en la sirena que había sido perforada por la espada maldita, que la había afectado con una maldición que impedía que la herida se curara.

Un murmullo se elevó entre los miembros de la familia. Los Xenos se pusieron rígidos.

Al lado de la sirena, Alicia se sorprendió cuando Riveria usó magia de recuperación, llevando a cabo una curación completa. Esta acción fue equivalente a que Finn les ordenara no luchar contra los Xenos.

—Finn Deimne, tú …; Fels murmuró asombrado. Finn se acercó al mago que lideraba a los Xenos.

—Monstruos poco ortodoxos, me gustaría negociar con ustedes; Comenzó a decir, sosteniendo su larga lanza y mirando a los monstruos con una mirada clara.

La Familia Loki y los Xenos estaban paralizados. Los ojos de Lefiya se abrieron de par en par, Rakuta tragó saliva y Alicia se dio la vuelta sorprendida.

Riveria y Gareth fueron los únicos que vieron las acciones de Finn en silencio.

—¿Negociar? ¿tú, Braver…? Eso es un poco difícil de creer …

Fels estaba desconcertado por la inesperada propuesta, pero no bajó la guardia. El mago de túnica negra sabía lo suficiente sobre la ambición de Finn para comprender cuán fuerte podría ser su determinación. Fels dejó en claro sus sospechas de que podría haber algo oculto en esta sugerencia para atrapar a los Xenos sin darse cuenta.

—Es simple, de verdad. He decidido que quiero usarlos.

—¿Usarnos …?

—Para el asalto a Knossos.

Eso hizo que todos tragaran saliva.

—Ahora que tenemos en nuestras manos una llave, nos embarcaremos en una campaña para limpiar Knossos en un futuro no muy lejano y arrastraremos junto con el Gremio, que desea la paz en Orario, a este desastre.

—…

—Cuando eso suceda, quiero que todos participen en el ataque. Bajo el más estricto secreto, por supuesto.

Todavía no tenían una comprensión total de ese laberinto infernal o casi suficiente mano de obra para limpiarlo.

Por eso necesitaban pedir prestada la ayuda de los monstruos. Mientras Finn explicaba este plan, Fels mantuvo su silencio.

—… Braver, no sé tus verdaderas intenciones. Lo diré sin rodeos, pensamos que eras uno de los únicos que nunca consideraría un trato. Lo siento, pero no puedo confiar en ti …

—Ya se ha demostrado que los monstruos armados no atacarán a las personas. Al menos, he llegado a esa conclusión. También he confirmado que The Evils son claramente nuestro enemigo mutuo; Finn interrumpió a Fels a mitad de su oración.

—Y sobre todo … hay personas en mi familia que no pueden apuntar sus espadas hacia ustedes.

Un puñado de elfos se retorció, incluida Alicia, que Finn notó por el rabillo del ojo.

Ya no había forma de barrer la existencia de monstruos conscientes debajo de la alfombra. Incluso si Finn los exterminara aquí y ahora, su conocimiento se difundiría a través de la familia de alguien presente que los había visto.

En cuyo caso, cambiaría de rumbo y los usaría tanto como pudiera. Y esa fue la elección a la que Finn había llegado un poco antes.

—Si … y cuando se muestre que estamos conectados … y que tuviste tratos con nosotros, sabes que tu reputación se hundirá. Ese sería el final de tu ambición de revitalizar tu raza. Debes saber eso, ¿verdad?

La gente hablaba. Y eventualmente, la ruina caería sobre Finn, tal como Bell Cranell había experimentado. Ese era el punto de Fels.

—Entonces, después de perder todo, volveré como un héroe nuevamente. Esta vez, no como uno artificial. Si. Tal vez sea un líder sin precedentes que se reconcilie con los monstruos … o algo así; Respondió Finn con indiferencia, medio sarcásticamente, encogiéndose de hombros con una sonrisa molesta y descarada.

Fels se puso rígido.

Lefiya y los demás se quedaron boquiabiertos.

Los ojos de los Xenos se tensaron.

Los hombros de Gareth temblaron cuando comenzó a reírse, y Riveria se agarró la cabeza como si reprimiera un dolor de cabeza, pero ni siquiera ella pudo evitar sonreír.

La expresión de Finn era clara y sin problemas, como alguien que se había liberado de todos los lazos, pero rápidamente asumió una mirada seria.

Finn continuó. —Con la posible destrucción de Orario siendo inminente … estoy dejando de lado mis sentimientos personales y mi odio hacia los monstruos.

Estaba priorizando el destino de la ciudad.

Mientras Fels guardaba silencio, Finn agregó: —No me malinterpreten. Este acuerdo es una cosa única, durante la duración de una batalla conjunta. No tengo intención de tratar de llevarme bien después de eso. Y no me estoy apuntando a ayudarlos a lograr su objetivo. Si vuelves a aparecer ante mí después de la batalla, podría aniquilarte, dependiendo de la situación.

Su expresión era fría. Los Xenos sintieron que los aventureros los miraban de manera diferente. Los ojos de Finn solo estaban en Fels.

—… Déjame preguntarte una cosa. ¿Qué te cambió, Braver?

La cara de Finn se suavizó. —Recuperé mi mente infantil. Eso es todo al respecto. Dejé de fijarme en la idea de que solo hay una respuesta posible.

Fels dejó de intentar sondear sus verdaderas intenciones al ver otro cambio en la expresión de Braver y se dio la vuelta para reconocer un asentimiento del hombre lagarto, representante de todos los Xenos.

—Muy bien, Braver. Haremos un trato con usted. No es que tengamos muchas opciones en primer lugar.

Finn respondió asintiendo y despejó el camino. Fels y los Xenos pasaron junto a la Familia Loki y sus armas bajdas. El troll levantó a la sirena, cuyas heridas se habían cerrado, luchando por un momento sobre qué hacer antes de bajar lentamente la cabeza en agradecimiento.

La sirena abrió levemente los ojos, sonriéndole a Alicia. Cuando se puso de pie, los ojos de Alicia estaban vacilantes.

Entonces los monstruos desaparecieron en las profundidades del laberinto cubierto de niebla.

—…En un futuro cercano, voy a informar formalmente sobre este incidente a la familia. Hasta entonces, los eventos de este día permanecen entre nosotros. Obviamente, nunca debería filtrarse fuera de nuestra facción; Instruyó Finn en medio de una habitación silenciosa.

Al recibir órdenes de regresar a la superficie una vez que los heridos fueron atendidos, los miembros de la familia comenzaron a moverse rígidamente. Hubo algunos que parecían ansiosos, otros que parecían tener algo alojado en la garganta y otros que parecían sumidos en sus pensamientos. Había una variedad de expresiones, pero no había nadie que pudiera aceptar completamente su juicio, porque el propio Finn había expresado sus dudas válidas antes.

Pero al ver al monstruo proteger a Alicia, varias personas comenzaron  a cambiar de opinión

—… ¿Está bien esto, Finn?

—Si tuviera que elegir entre lo bueno o lo malo, bueno, esto es lo malo. Pero no se puede hacer nada con este resultado. No podemos borrar el recuerdo de los monstruos inteligentes de los demás, y será un desperdicio exterminarlos. Si podemos hacer uso de la fuerza de ese minotauro negro, hay una compensación más que suficiente.

Gareth había interrogado a Finn lejos de los otros miembros de la familia. Finn indicó que ya había hecho los cálculos necesarios mientras se encogía de hombros con casi demasiada flexibilidad.

—El problema es si nuestro equipo dudará en atacar a otros monstruos … Tenemos que encontrar una manera de cortar esto de raíz. Especialmente Alicia. Ella requerirá una cuidadosa consideración. Riveria, deberías quedarte con ella un rato.

—No me importa, pero …

—Eso no es lo que quiero decir … Como dijiste, Ouranos podría simplemente ponerte una correa, ahora que él y sus lacayos han comprendido tu debilidad. ¿Realmente estás de acuerdo con eso?; Le preguntó Gareth a Riveria, quien le había hecho una mueca difícil a Finn por abordar esta situación desde una actitud completamente diferente a la de ella.

Entre dos de los seguidores más inconmensurables e incognoscibles de Loki, Finn parecía despreocupado cuando dijo: —Ah, eso es lo que querías decir.

—Quemaré ese asunto cuando llegue. Como dije, si pierdo mi fama, comenzaré nuevamente desde cero.

—¿Estas bien de la cabeza?

—Si. Seré un héroe que supere la voluntad divina … Estaba pensando que en realidad podría ser la ruta más rápida hacia mi objetivo.

Gareth abrió mucho los ojos, pero al escuchar la respuesta segura de Finn, los suavizó a una mirada paternal con una sonrisa.

Después de responder a Gareth, Finn miró a Riveria. —Perdón por preocuparte.

—Está bien. Es bueno tener este tipo de problema de vez en cuando.

Finn no tuvo más remedio que sonreír con ironía cuando la alto elfo disparó su sarcasmo, sin intentar aceptar sus disculpas.

Riveria volvió a mirarlo a los ojos. —Finn, una pregunta. ¿Qué te hizo cambiar de opinión? …

¿Fue Bell Cranell?

Finn estaba visiblemente sorprendido. —¿Como lo supiste?

—Eso fue lo que dijiste. Si las cosas ocurrieran, sería por ese chico.

—… Ahora que lo mencionas, sí.

Si algo iba a provocar a Irregulares, sería él; había dicho Finn antes de que comenzara la pelea, frente a todos.

Ese aventurero había superado con creces las expectativas de Finn, lo suficiente como para volver a determinarlo.

—Sheesh. Hemos estado contigo por tanto tiempo, pero un simple aventurero fue el que te movió … Estoy celosa de ese chico.

—Ga-ja-ja-ja, él es un hobbit que hace lo que quiere. No hay forma de hacer algo.

Sus comentarios tomaron la forma de reproches y quejas. Pero Finn se sintió tímido e incómodo al ver la sonrisa de Riveria a pesar de su pinchazo verbal, y el tono burlón de Gareth se sumó a eso.

Era como si sus amigos lo hubieran visto embelesarse infantilmente en una epopeya heroica por primera vez. Era comparable a ese tipo de vergüenza.

Sin embargo, la alto elfo y el enano parecían agradarle el cambio en el hobbit. Cerrando los ojos y aclarándose la garganta, Finn cambió de marcha a la fuerza.

—Probablemente tomará algún tiempo llegar a un entendimiento con los miembros de la familia.

—Así parece. Incluso si no podemos hacer que entiendan, tenemos que darles una explicación clara.

—Mm-hmm. Si no, no podremos alinear un ataque contra Knossos.

Los tres hablaron mientras observaban a los otros miembros de la familia desde una pequeña distancia. Finn había descartado su duda y se había ido con sus principios, pero los demás no habían tomado una decisión clara, como había sido incapaz hasta hace poco.

La profundidad del antagonismo entre personas y monstruos todavía los seguía.

—Comenzando con Bete, las voces de oposición se harán más fuertes, pero—; Finn se interrumpió allí, levantando la cabeza. —Lo primero es lo primero … ¿cómo le explicamos esto a Aiz?

Riveria y Gareth se callaron.

Finn silenciosamente respiró hondo, pensando en su mayor preocupación.

***

Para comenzar con el final, resultaría que su ansiedad estaba fuera de lugar. Porque incluso antes de que Finn cerrara su trato con los monstruos heréticos, el lado oscuro de la chica se había quedado sin algún lugar a donde ir.