Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 10

Capítulo 3: La Melancolía de un Héroe, La Angustia de la Princesa de la Espada

Parte 4

Él no podía hablar de eso con Aiz—no cuando ella estaba más inestable que él en este momento.

No podía hablar de eso con los miembros de la familia. Eso solo invitaría al caos que no podría ser resuelto.

Finn había llegado a una triste realidad.

Puedo entender por qué aquellos del lado de Ouranos estaban tratando de mantener esto oculto. Si saliera a la luz, la verdad sacudiría al mundo desde la raíz. Orario dejaría de funcionar.

Si descubrieran que los monstruos y las personas no tenían que matarse entre ellos, sino que podían hablar las cosas, los residentes de la ciudad estarían llenos de dudas—o aceptarían completamente su odio.

Los aventureros que se suponía que exterminarían a los monstruos perderían su ventaja.

Y habría personas en busca de venganza que serían asesinadas por monstruos que actúen en defensa propia. Las bajas fueron inevitables.

Este asunto fue un terremoto que sacudiría el mundo.

Pero me importa un bledo eso.

Incluso si pudieran aprender Koine, o si realmente es posible llegar a un entendimiento mutuo.

Todo eso era trivial para Finn.

Los monstruos tuvieron que ser eliminados. No tenía la menor duda sobre ese punto.

Al igual que Aiz, Finn mataría monstruos sin dudarlo.

No importaba si los monstruos eran diferentes. Sabía que su propia existencia era un veneno que afectaba a la gente de la superficie.

Como Braver, como objeto de admiración y envidia de un número incalculable de personas, entendió que derrotar a los monstruos era la única opción.

—… Me importa un bledo eso … O eso es lo que pienso. Entonces, ¿por qué estoy tan conmocionado?; Susurró.

Y en respuesta, una sonrisa burlona se filtró desde el fondo de su corazón: ya sabes por qué.

Él cerró la boca.

Finn ya se había dado cuenta y reconoció que era un él héroe hecho por el hombre.

Como un ejemplo fácil, había negociado con su diosa patrona para tener el título de Braver. No era más que otra herramienta en su búsqueda para alcanzar la fama, que él había buscado. Por supuesto, Finn se había comportado de una manera que merecía el nombre, lo que demostraba su creencia y fortaleza. Se había esforzado y trabajado para convertirse en Braver-

— tanto en nombre como en esencia.

Sin embargo, todo era un esquema calculado que había inventado, un fantasma que Finn había creado.

En pocas palabras, Finn no era un verdadero héroe. Era un hipócrita.

Es por eso…

Por eso el corazón de Finn vaciló cuando vio el comportamiento tonto de Bell Cranell.

Cuando reunió toda la información, se dio cuenta de la imagen completa de los diversos incidentes interrelacionados, y el destello estático. No había más remedio que correr salvajemente.

—Los héroes no se construyen. Aparecen porque son deseados, ¿verdad?

Una persona no solo se convierte en un héroe … La intención y el cálculo no tienen nada que ver con eso. Nacen del deseo de la gente por un héroe, ¿verdad? Ellos son los que abrieron esa última puerta por su propia voluntad, en respuesta al anhelo, las lágrimas, los gritos y las voces pidiendo ayuda.

Son los que tomarían las mismas acciones que Bell Cranell.

No fueron las lágrimas de una persona sino de un monstruo lo que—

—Ngh…; Finn sacudió la cabeza.

No había fin para ese tren de pensamiento. Era una conjetura peligrosa. Pero no podía parar ahora.

¿Es un sentimiento de inferioridad? ¿Me siento celoso de Bell Cranell?

Ese chico le había mostrado al joven Finn, o tal vez era una tonta honestidad, o ideales, o algo por el estilo. Era algo que Finn había dejado atrás, algo que había perdido.

Cuando endureció su determinación de enfrentar la realidad de frente, Finn había pesado muchas cosas en la balanza y había descartado una gran cantidad de ellas.

Había crecido. Había llegado a conocer el mundo. Se hizo famoso, llegó a un acuerdo con la sociedad y perdió. Así se sentía él.

No era como si siempre hubiera sido “Finn”.

Al igual que Bell, había sido un niño terco una vez—no, casi seguro que había sido aún más inmaduro que Bell.

Con ansia de conocimiento, se había comprometido frenéticamente a cambiar el significado de lo que significaba ser un hobbit. En aquel entonces, su escenario había sido el pequeño pueblo donde había nacido, nada más que un pequeño arenero. Pero no había duda de que fue cuando Finn realmente luchó contra el mundo.

Pero ahora, había aceptado ese mundo, haciendo todo lo posible para provocar una revolución dentro de los límites de sus reglas. No mantenía sus ideales en alto sino que luchaba mientras ocultaba el verdadero alcance de su ambición. Y fue una pelea basada en la insensibilidad.

Finn usó la palabra ambición. Nunca diría ideales. Incluso si lo pensara, nunca lo diría en voz alta. Como héroe hecho por el hombre, era plenamente consciente de que los ideales eran solo una herramienta utilizada para inspirar o alentar a los demás, no algo que se tomara en serio.

Siempre había sido y seguiría siendo correcto. Su elección no estaba mal, estaba seguro de   eso. Pero cuando se enfrentó al chico que protegía al vouivre, le sorprendió la sospecha de que él era terriblemente superficial.

Un realista se burlaría de la locura de Bell. Esa fue la respuesta apropiada. Nunca habría elegido las acciones de Bell. Así fue como debería haber sido, o tal vez fue precisamente porque él no habría hecho lo mismo que Finn estaba conmocionado y fascinado.

—Ya veo … Este sentimiento es …

No eran celos, envidia o inferioridad. Era algo deslumbrante. Finn pensó que Bell Cranell era noble por hacer algo que él ya no podía hacer.

—…Esto es un problema.

Él preferiría sentir vergüenza, una sensación de inferioridad. Si eso fuera todo, Finn habría podido simplemente aceptar este sentimiento de lo que era o encontrar una solución o superarlo.

— Una…mala influencia …

Pero el hecho de que Finn pensara en él era prueba de que no podía ignorar a

Bell Cranell. Mientras Finn estaba decepcionado y juzgaba al niño por su tontería, encontró a Bell cegadoramente radiante. No pudo evitar sentirse absolutamente ridículo en comparación.

Una sonrisa apareció en su rostro. No fue una burla.

—¿F-Finn? ¡¿Realmente es Finn Deimne?!; gritó una voz joven.

Él rápidamente pasó a ser “Finn”, de pie y mirando en la dirección de la voz, cuando un compañero hobbit se paró. Incluso entre sus pequeñas especies, era claramente un niño, una buena cabeza más baja que Finn y con cabello castaño rizado. Cuando Finn sonrió y comenzó a responder, el niño sonrió alegremente, trotando.

—¡Braver! ¡El héroe de los hobbits! ¡Siempre te he estado apoyando!

Su ropa no estaba limpia de ninguna manera, y sin duda era un huérfano. El chico miró a Finn con los ojos llenos hasta el borde de la admiración.

—¡Siempre deseo poder ser un hobbit como tú algún día! ¡Por eso, um …!

Era lo que Finn había estado esperando, su razón para luchar como Braver, el objetivo de sus esfuerzos por restaurar su especie. Este encuentro debería haber sido una reivindicación de todo eso, pero se sintió vacío… tal vez porque su corazón estaba incierto.

—Me siento honrado. Escuchar eso de un joven compañero habbit me anima a continuar mi aventura. Tus palabras me ayudan a luchar con el orgullo de un hobbit; Respondió Finn con una respuesta ejemplar.

Con una sonrisa carente de incluso un solo indicio de tristeza, se las arregló para tirar perfectamente la respuesta que había recitado en innumerables ocasiones para sus compañeros hobbits. Mientras se sacudía la melancolía que había estado sintiendo, Finn cumplió su papel de Braver, respondiendo a las expectativas del hobbit.

Era el tipo de hombre que podía hacer mucho, tan patético como eso sonaba.

—¡Ah!

Y fue recompensado por ello. Las mejillas del chico se pusieron rojas, y él sonrió encantado, con los ojos brillantes de emoción, celebrando la oportunidad de hablar con él.

—S-soy bajo y no muy fuerte, y soy lento, y todos en el orfanato se burlan de mí, pero cuando escucho sobre tus aventuras, siento que también podría ser valiente. Y cuando la Familia Loki regresó después de llegar al piso cincuenta y nueve, todos cambiaron de opinión, ¡y todos decían que los hobbits son increíbles! ¡Yo estaba tan feliz! ¡Y—!

—¡Ossian! ¿Qué haces yendo solo? ¡Date prisa y vuelve!; Gritó otra voz.

Apareció un humano, un chienthrope y un semielfo—todos niños con ropas

maltratadas. Probablemente sean del mismo orfanato. Incluso después de considerar que es un hobbit, ¿son probablemente mayores según su estatura?

Los huérfanos de varias especies corrieron hacia el niño llamado Ossian.

—¡Lai! ¡Mira! ¡Es Finn! ¡El verdadero Braver!

—¿Eh? ¿Braver …?

Cuando Ossian comenzó a presentar a Finn, el niño humano se congeló, mirando maravillado. Los otros dos tuvieron reacciones similares. Lai parecía que estaba a punto de decir algo, pero frunció los labios y permaneció en silencio.

A los ojos de Finn, parecía como si Lai quisiera celebrar en conocer a un aventurero de primer rango, pero por alguna razón, no podía ser feliz.

Ossian inclinó la cabeza en completa confusión ante la respuesta de su amigo.

—… Ossian, no te vayas solo. Sabes que … hay muchos aventureros por aquí en este momento

… Uno de los monstruos podría aparecer; Advirtió Lai, pareciendo angustiado y agarrando el brazo de Ossian para arrastrarlo lejos.

Los rostros de la niña chienthrope y el medio elfo se nublaron ante su advertencia. Ossian dejó de moverse. Parecía inclinar la cabeza como si estuviera melancólico, pero inmediatamente la levantó de nuevo para mirar a Finn.

—¡Oye! Tú no … tú no eres—como Bell Cranell, ¿verdad?

Esa pregunta surgió de la nada. Los ojos azules de Finn estaban llenos de sorpresa, una expresión que casi nunca dejaba ver a nadie.

El joven habló como si suplicara, diciendo: No quiero ser traicionado nuevamente. Los otros tres niños quedaron estupefactos, y Lai se inclinó hacia delante, con la cara torcida.

—¡Oye, Ossian!

—¡Pero todos lo dijeron! ¡Ese Bell lastimó a los otros aventureros para obtener dinero!

—¡—!

—¡Y debido a Bell, los monstruos se escaparon, y ahora todos están asustados!; Gritó el niño hobbit mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.

Era como si culpara a Bell Cranell. El niño humano no respondió a su mirada enojada.

—¡Bell es como los otros matones que viven en la Calle Daedalus!

—¡Retira eso!

—¡¿Lai?!

Enfurecido, el niño humano avanzó para agarrar a Ossian, y la niña chienthrope chilló mientras intentaba detenerlo con la ayuda del medio elfo. El humano parecía no saber por qué estaba tan enojado—o por qué parecía que estaba a punto de llorar.

Era probable que Bell y esos huérfanos hubieran interactuado antes. Por lo menos, fueron lo suficientemente amigables como para haber generado confianza entre ellos.

Como resultado de la estupidez de ese chico, ha traicionado a estos niños. Qué indiferente y cruel, pero Finn no podía ridiculizarlo.

—Él no es un aventurero interesado en sí mismo de ninguna manera, si me preguntas; Finn comenzó a hablar suavemente antes de darse cuenta, tomando la mano que Lai sostenía en alto.

Cuando los niños sorprendidos voltearon sus miradas hacia él, Finn comenzó a hablar.

—Tengo… a Bell Cranell en alta estima. Soy una de las personas fascinadas por su aventura. Incluso ahora.

Sus ojos se abrieron sorprendidos por su declaración. Finn no sabía por qué había dicho eso. Pero sentía que naturalmente se le había escapado de la boca y mostraba sus verdaderos sentimientos.

—P-pero… ¡dejó que los monstruos se escaparan y pusiera a todos en peligro!

—Probablemente había una razón por la cual no podía retroceder. Incluso si fuera algo que debería ser despreciado … tomó su decisión y siguió adelante, por el bien de sus creencias.

Finn explicó con voz clara su perspectiva sobre toda la situación cuando Ossian se inclinó hacia adelante. No podía compartir la verdad, pero Finn habló sinceramente de lo que imaginaba que Bell estaba sintiendo.

Ossian y los otros niños estaban ansiosos. En particular, los ojos de Lai vacilaron, y el medio elfo miró a Finn, como si estuviera reflexionando seriamente sobre lo que Finn estaba diciendo.

¿Por qué estoy tratando de cubrir a Bell Cranell?

Para manipular su imagen pública, podría haber criticado a Bell a su gusto. Y la gente habría estado de acuerdo con él.

Pero Finn no pudo hacer eso al final, no porque pretendiera ser un santo sino —no porque él estaba pretendiendo ser un santo sino debido a que sería patético, feo, exactamente lo contrario de lo que diría un héroe.

—Bien y mal … Es difícil definirlos en términos absolutos.

Por eso fingió no saber nada sobre la situación y habló solemnemente de la realidad en general, sabiendo que sus palabras podrían aplicarse tanto a él como a Bell.

Los niños bajaron las manos, incapaces de pensar en una forma de responder.

—¡—Laaaaaaai! ¿A dónde fueron ustedes?; Dijo una voz, y una figura apareció de repente como si hubiera estado esperando el lugar correcto para entrar.

Llevaba un vestido blanco y su cabello azul grisáceo rebotaba, era un humano.

Ella es …

Ella era una de las personas que trabajaban en La Señora Benevolente, una taberna que la

Familia Loki usaba para las celebraciones posteriores a la expedición. Se llamaba Syr Flover. Ella se detuvo frente a los niños y sonrió dulcemente.

—La señorita María se está preocupando. ¿Por qué no regresamos todos?

Los niños levantaron nerviosamente la cabeza y asintieron en silencio, comenzando a irse a casa.

Cuando se iban, Ossian se dio la vuelta como si fuera tirado de su cabello. Después de mirar a Finn una vez más, siguió a Lai y las otras dos.

Las únicas personas que quedaban eran la chica y Finn.

—… ¿Está bien que no vayas? Parece que los conoces.

—Sí, después de agradecerte, volveré también; Sonrió Syr mientras hablaba.

Sus ojos—del mismo color que su cabello—se estrecharon suavemente mientras miraba a Finn.

Ella era la persona que requería más vigilancia en ese bar, no la propietaria, Mia. Finn había sido advertido sobre ella por Loki. Si bien no alcanzó el nivel de estar en guardia, eligió sus palabras con cuidado para que ella no notara sus sentimientos en conflicto.

—No creo haber hecho nada que merezca alguna apreciación.

—Lai y los demás han estado preocupados por el Sr. Bell, y les hablaste sobre eso. Gracias a eso, creo que no lo odiarán.

—…

—Muchas gracias; Continuó, mostrando sus sentimientos por Bell.

Era un lado de ella que él no había visto ni una vez en todas las veces que había estado en la Señora Benevolente. Ella se inclinó cortésmente con un tipo de gracia diferente de los movimientos que se exhibían en la taberna.

Fue difícil para Finn aceptar su sincero agradecimiento, dados sus propios sentimientos. Él terminó desviando la mirada reflexivamente.

—Ya es hora de que me vaya. Hay cosas que tengo que hacer. Disculpe.

—Bueno. Siga con el buen trabajo, señor héroe.

Finn se había dado vuelta para irse, pero sus pies se detuvieron en seco cuando la escuchó. Él se dio la vuelta, mirando a Syr, que seguía sonriendo.

No fue irónico. Ella quiso decir lo que dijo.

Ella no se dio cuenta. No, ella sí conoce la relación entre Bell y los demás. Finn se dio cuenta de que había abierto la boca, como si hubiera visto algo extraño.

—Estoy luchando contra Bell Cranell, sabes. ¿Y aun así me estás animando?

—Si. Porque el Sr. Bell y tú son iguales—; Respondió la chica de cabello plateado mientras mostraba una sonrisa radiante.

—Los héroes de los niños.

***

La lluvia cayó del cielo en gotas dispersas antes de transformarse en una llovizna y cubrir el largo cabello rubio de una chica.

En el techo de un edificio en la calle Daedalus, Aiz estaba de pie, mirando la ciudad calabozo envuelta en lluvia sin realmente procesar su entorno.

—Aiiiiizuu; gritó la voz tranquila de su diosa patrona.

Aiz ya la había notado, pero no se dio la vuelta y siguió mirando hacia la calle Daedalus.

—Tiona y los demás están preocupados. Pensaron que podrías estar pensando sobre algo.

—… Lo siento; Logró decir Aiz, pero todavía se negó a darse la vuelta.

Su espalda transmitía su deseo de quedarse sola. Pero Loki no se fue, ni hizo nada más. Loki simplemente se paró justo detrás de ella.

Aiz abrió la boca, incapaz de soportar la mirada en su espalda.

—…¿Qué deseas?

—Vine a ver cómo estabas, Aizuu. Mirando la puesta de sol tu sola; respondió Loki juguetonamente, mirando en dirección al campamento base. —Parece que Finn también tiene algunas dudas sobre algo … pero estaba más preocupada por ti.

Y luego bajó la voz a un suave susurro. —Oye, Aizuu, te encontraste con la pequeña tetona y el chico, ¿verdad?

—Ngh…

Justo antes de que ella le informara a Finn que Bell había aparecido en la calle Daedalus, Aiz se había encontrado con él mientras estaba con su diosa patrona, Hestia.

Había sido tan repentino que nunca tuvo la oportunidad de ordenar sus pensamientos o preguntarle al chico de cara pálida. Inmediatamente después, Loki apareció de repente, y Aiz siguió obedientemente sus instrucciones de regresar donde Finn.

Aiz sospechaba que Loki los había separado intencionalmente. Ella estaba preocupada por Aiz.

—Después de eso, no pude preguntarle nada al niño, pero obtuve una historia interesante de la pequeña tetona… ¿Quieres escuchar?

—No quiero escucharlo; Respondió Aiz secamente, pareciendo asustada de escuchar la verdad de la boca de Loki.

Parecía que solo estaba fingiendo que no se había dado cuenta ella misma.

Ella siguió pensando en su expresión cuando él le hizo una pregunta. La imagen de los extraños monstruos en el Distrito Laberinto seguía corriendo por su cabeza también. Esa fue la razón  por la cual el corazón de Aiz estaba preocupado incluso después de que había pasado tanto tiempo.

El alivio que sintió cuando vio aparecer al minotauro negro fue efímero, desapareció tan pronto como ya no tuvo que empuñar su espada y luchar.

En este momento, Aiz estaba en conflicto.

Loki no estaba molesta o triste ante el rechazo. Con un breve “bien”, ella lo dejó ir.

—Muy bien, entonces, ¿qué tal algo más? Permíteme preguntarle sobre algo que pasó hace un rato, Aizuu.

Pero no permitiría que Aiz huyera de la realidad, por lo que cambió a una táctica diferente.

—Cuando la pequeña tetona fue secuestrada y la estabas persiguiendo, hubo un incidente en las Montañas de Beor donde fuiste ayudada, ¿Como era, la Villa Edas? ¿Qué piensas de ellos ahora?

¿Por qué justo ahora? ¿Por qué mencionas eso? ¿Por qué aquí?

¿Por qué me preguntas así?

La Villa Edas, una comunidad que adoraba al dragón, establecida y mantenida por la protección de las escamas del dragón, una aldea oculta de los abandonados por el mundo.

Ella lo había olvidado intencionalmente, trató desesperadamente de dejar el recuerdo detrás de ella.

Estaba luchando por aferrarse a la determinación de empuñar su espada—y vacilando. Aiz no pudo responder a la pregunta de Loki, en cambio apretó sus manos fuertemente.

—Aiz … el camino que elijas está bien. Ese es tu derecho; Loki dijo esas palabras a la espalda de Aiz como para probarla.

—Te destruirás a ti misma si no tomas la decisión por tu cuenta. Preocúpate por el contenido de tu corazón.

—Si nos escuchaste, los dioses, ahora, tan te desviarían; Añadió. —Cualquier respuesta que llegues… todavía iré a comprar un Jyaga Maru Kun contigo;

Incluso dándose la vuelta, Aiz sabía que Loki la estaba mirando con una leve sonrisa y una cara amable.

—Oye, Aiz … ese chico es bastante interesante.

Cuando los susurros se extendieron en el corazón de Aiz, Loki cambió el tema con una voz alegre. Por el chico, se refería a Bell.

La diosa se puso las manos detrás de la cabeza y se rio infantilmente. —Al principio, mi única impresión fue que él era descarado por elegir a esa pequeña diosa, pero … él es fascinante. Un niño verdaderamente tonto. Puedo entender por qué esa pervertida se interesó en él.

—¿…?; Aiz finalmente se dio la vuelta, sus ojos cuestionaron—Cuando dijiste esa pervertida,

¿querías decir …?

Loki le devolvió la sonrisa, con su cabello bermellón empapado por la lluvia, antes de finalmente alejarse.

—Pero … yo no quiero perderte. A ti no, Aiz. Y tampoco Finn; Dejando esas palabras, Loki se bajó de la azotea.

Aiz se quedó atrás, sola con la lluvia.

—…Yo…

Mientras miraba de nuevo el paisaje urbano, Aiz reflexionó sobre el comentario de Loki— repensar, mirar hacia atrás, cuestionarse a sí misma … Pero no pudo responder a una respuesta diferente.

Ella siguió con su determinación, lo que le había dicho antes. Eso fue todo lo que hubo. Eso fue todo lo que pudo haber.

La joven Aiz en el fondo de su mente no dijo nada, bajó la cabeza, con el flequillo cubriéndose los ojos, de pie allí como un fantasma.

En otras palabras, esa fue su respuesta.

—¿Finn está … inseguro, también …?; Aiz lo consideró, pensando en su conversación con Loki. Aiz alzó los ojos al cielo.

Si Finn comenzó a decir lo mismo que Bell, preguntando sobre lo correcto o incorrecto y matando o salvando monstruos, entonces—

Aiz seguramente se volvería contra ellos, abandonándose a la llama negra dentro de su corazón.