Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 10

Capítulo 3: La Melancolía de un Héroe, La Angustia de la Princesa de la Espada

Parte 3

 

 

Era la cuarta mañana después de que aparecieron los monstruos armados. Finn había desplegado a casi toda la familia en la calle Daedalus. Ellos estaban ubicados a poca distancia del centro del Distrito Laberinto, cerca del lugar donde habían dejado escapar al minotauro negro.

Muchos de los edificios habían sido destruidos, incendiados o convertidos en ruinas, y un enjambre de trabajadores del Gremio estaba trabajando en las reparaciones, mezclándose con los miembros de Familia Loki que se apresuraban.

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Y a lo largo de la calle, había aventureros de otras familias por todas partes. Todos usaban alfileres y agujas, observaban todo y recolectaban información de los residentes.

—Supongo que era de esperar, ya que los otros aventureros han notado que hay algo en la Calle Daedalus…; Riveria lo notó mientras caminaba.

—O fueron instruidos por sus dioses para que vinieran; Respondió Finn sin mirarla.

—¿Está bien dejarlos así?

—Si. Ellos definitivamente no han descubierto la existencia de Knossos. Está bien ignorarlos.

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—… ¿Y la evacuación de los residentes? Con todos nosotros reunidos aquí, su tensión está aumentando.

—Si mi teoría es correcta, esta área se convertirá en un campo de batalla nuevamente. Deje la evacuación al Gremio y continúa trabajando para reducir la situación. Es demasiado ineficiente hacer lo contrario.

—…; Riveria permaneció en silencio.

Finn tenía razón, pero su respuesta fue bastante indiferente. El pretexto de la Familia Loki para desplegarse en esta área fue la reconstrucción y defensa del Distrito Laberinto. Su verdadera razón era robar el Orbe Daedalus que estaba en posesión de los monstruos armados.

—Después de que los monstruos fueron vistos en el piso dieciocho, aparecieron de repente en la Calle Daedalus. Atravesaron Knossos. Eso es indiscutible. Con la Familia Ikelos derrotada, no hay duda de que los monstruos ahora están en posesión de su llave. Debemos que tenerlo en nuestras manos.

Sin la llave, ellos no podrían enfrentarse a Knossos. Finn estaba haciendo todo lo que estaba en su poder para obtenerlo. Una oportunidad única en la vida había caído en sus regazos. Y no era tan bondadoso como para dejarlo ir.

Estaba movilizando a la familia con la justificación de que estaban trabajando para evitar la destrucción de Orario.

—¡Capitán, ha habido informes de monstruos en las alcantarillas de la ciudad al norte y noroeste! Y que los aventureros que los vieron fueron derrotados … ¿Qué debemos hacer?

—Esos son señuelos. Es el extremo opuesto de la ciudad de nosotros en la Calle Daedalus … Están esperando que nos centremos en eso y nos movamos. No te preocupes por eso. Alicia,

¿dónde están ubicadas las puertas?

—¡Señor! ¡El vouivre surgió de un pasaje oculto, que está siendo investigado mientras hablamos! ¡Y acabamos de encontrar una tercera puerta!

—Sigan así. The Evils no se equivocará y saldrá por las puertas, pero en el caso de que estalle una pelea con ellos, obtener la llave es la máxima prioridad. Rakuta, quiero que mapees los pasajes ocultos en el área alrededor de la puerta recién descubierta lo antes posible.

—¡E-entendido!

Los miembros de la familia aparecieron ante Finn uno tras otro, informando sus hallazgos.

Él le ordenó a Narfi, quien informó de un avistamiento enemigo en otro lugar, que lo ignorara; reconoció el informe de Alicia; e hizo que Rakuta continuara su mapeo del área.

La imagen de su líder confiable entregando órdenes sin dudar consoló a los miembros de la familia. En medio de toda esta incertidumbre, una persona normal no podría determinar el objetivo correcto y trabajar para alcanzarlo, pero Finn era diferente. Mientras tuvieran a Finn como guía, la Familia Loki nunca perdería el rumbo de su camino.

Todos confiaron en Finn, quien nunca cambió. Todos lo elogiaron “como se esperaba de Braver”. Nadie notó su conflicto interno.

—…Finn.

Si alguien hubiera podido hacerlo, solo sería la alto elfo parada junto a él, o el enano que no estaba allí en ese momento.

—Riveria, ¿qué haces? No tenemos suficiente mano de obra. Dirígete a las alcantarillas y toma el mando allí por mí.

—Finn.

—Es ineficiente que estemos juntos. Necesito obtener instrucciones para Gare—

—Finn.

El tono de Riveria se endureció mientras el hobbit continuaba dando órdenes sin mirarla. Ella lo interrumpió. —Te estás volviendo demasiado impaciente.

—…; Él cerró la boca.

—Me doy cuenta de que no podemos dejar pasar esta oportunidad. ¿Pero por qué te apresuras? Así no eres tú.

—…

—Puedo entender que estas manteniendo la compostura por la familia. Pero no trates de fingir delante de mi.

—…

—¿Cuándo fue la última vez que dormiste? No te he visto abandonar el centro de comando ni una vez en los últimos cuatro días.

—Yo solo puedo—

—¿Hacerlo con mis habilidades? ¿Realmente estabas a punto de darme una excusa?

—……; Finn fue silenciado por el tono de su voz y su aguda mirada.

Había tenido la intención de mantener su habitual aspecto calmado, pero él no podía engañar a esos ojos. Ella había estado con él demasiado tiempo para caer en eso.

Gareth y Loki también lo habían notado.

—Toma un descanso. Raúl y los demás pueden escuchar tu brusquedad en tus órdenes. Lo están empezando a notar.

Si se convirtió en un problema relacionado con la moral de la familia, entonces a Finn no le quedaba espacio para discutir como un comandante encargado de su cuidado.

Él cerró los ojos, inhalando—y luego exhalando. Finn se volteó hacia Riveria y sonrió con ironía.

—… Lo tengo, Riveria. Una vez que lleven a cabo las instrucciones que acabo de dar, tomaré una siesta. ¿Eso está bien?

—Sí, está bien; Riveria asintió magnánimamente. —Sin embargo, debería advertirte—estaré vigilando junto a tu cama hasta que te vayas a dormir.

—¿Y cantarme una canción de cuna? Me siento honrado, pero creo que Alicia y los otros elfos podrían resentirse por eso.

—No, no seré yo quien cante. Ese será Gareth.

—…¡Kh–ja-ja-ja! Eso podría ser un problema. Creo que su canto produciría lo contraria a quedarme dormido.

Por un momento, Finn miró con completo desconcierto antes de responder, ya que su broma reflexiva y sarcástica provocó una broma repentina e inesperada. Y de repente se echó a reír.

Su risa fue tan rara que todos los miembros de la familia que trabajaban cerca estaban conmocionados. Riveria notó que Finn finalmente se había relajado un poco. Ella no era de hacer bromas normalmente.

Sus ojos se relajaron mientras sonreía.

Realmente metí la pata … Me equivoqué e hice que los demás se preocuparan por mí … Finn se rio burlonamente de sí mismo.

Estoy en una posición en la que necesito asegurarme de que todos los demás estén bien, pero terminé haciendo que alguien se preocupara por mí, soy un fracaso como capitán.

Así no soy yo. Así no soy yo en absoluto.

Tenía la intención de esconderlo detrás de la fachada exterior de un líder, pero alguien había logrado mirar en su corazón.

—Capitán.

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Él se apartó de sus pensamientos cuando escuchó que alguien lo llamaba.

Anakity estaba parada frente a él. —Un mensajero del Gremio ha venido … Es el jefe del Gremio mismo.

Al escuchar eso, Finn se volteó hacia Riveria.

Esperaré mis órdenes de enviarte a la cama. Ella dio su permiso con un movimiento de cabeza.

Finn se encogió de hombros, dejando varios asuntos que debían ser tratados a su segundo al mando, y se puso de pie.

—Entendido. Tráelo aquí.


——De acuerdo, entonces, aceptaré tus condiciones. Informaré a Ouranos … ¡Pero! ¡Ni se te ocurra en tratar de adelantarnos! ¡Si intentas algo divertido, me lavaré las manos en un instante!

La cabeza del gremio, Royman Mardeel, dio su advertencia con la saliva volando mientras respiraba pesadamente por la nariz. Su vientre rotundo se estremeció de arriba a abajo en sincronía con su voz alzada.

—Lo prometo.

Finn le devolvió la sonrisa dulcemente, cerrando el trato con el pretexto de una

conversación. Mientras veía a Royman irse con su ayudante, Riveria entró para tomar su lugar.

—Que dolor … Ese hombre no ha cambiado para nada.

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—Jaja. No confío en Royman, pero es predecible. Mientras nuestros intereses se crucen, podemos negociar con él. En ese sentido, es fácil de entender.

Royman había venido a presentar sus quejas: para exigir que la Familia Loki se retirara de la Calle Daedalus, probablemente de acuerdo con la voluntad de Ouranos.

—¿Esta bien? Dejando a un lado Knossos, incluso prometiste entregar la llave.

—Sabemos que hay varias llaves después de hablar con Ikelos. Mientras podamos tener uno para nosotros, está bien.

Como parte del trato con Royman, Finn había prometido entregar la llave para convencer

a Royman de convencer al Gremio de que estacionara formalmente a Loki Familia en la Calle Daedalus. Si su presencia fuera sancionada oficialmente por el Gremio, no contrariaría a los residentes ni a ningún otro aventurero.

Finn quería evitar cualquier disputa innecesaria, prediciendo la posibilidad de luchar contra un enemigo además de la caza en curso de los monstruos armados. Renunciar a una llave era un pequeño precio a pagar.

—Incluso si es un movimiento calculado, ¿es bueno colaborar con el Gremio?

—Diría que está bien trabajar con Royman, al menos. Pero lo que sucedió con el anuncio de la misión es sospechoso. No hay pruebas suficientes para que confiemos en el Gremio en su totalidad, al menos cuando se trata de este incidente.

Mientras Finn y Riveria discutían la situación, la chica con cabello y ojos dorados hizo su aparición.

—Ah, gracias por patrullar, Aiz.

—Mm-hmm …

—¿Notaste algo inusual?

—… Ese chico, Bell. Vino a la Calle Daedalus.

Los ojos azules de Finn se entrecerraron. —Está en movimiento, ¿eh?

—Finn … ¿Sospechas de Bell Cranell?; Preguntó Riveria en lugar de Aiz, al ver su actitud.

—Estoy seguro de que es un testigo clave del incidente. El aventurero que se enfrentó a nosotros no es el Bell Cranell que conozco.

Sí, Finn no conocía al Bell Cranell que habían encontrado ese día, el tonto que había plantado una semilla de perturbación en la mente de Finn.

Para evitar que otros noten su discordia interna, Finn hizo todo lo posible para hablar desapasionadamente.

—Si hay más en esos monstruos armados de lo que parece a simple vista … y si Bell Cranell se dio cuenta de eso cuando actuó de la manera en que lo hizo, eso podría explicar lo que sucedió ese día, lo que significa que algo lo obligó a enfrentarse a nosotros.

Finn eligió sus palabras con cuidado para no agitar a Aiz, quien miró en silencio. Al darse cuenta de que ella estaba concentrada en él, él sonrió con ironía.

—Aiz, no voy a tratar a Bell Cranell como un enemigo sin darle la oportunidad de explicarse. A pesar de todo esto, todavía creo en él. Como individuo y como aventurero.

—…

—Pero para los propósitos de manejar este incidente, es una historia diferente. ¿Es él nuestro aliado? ¿O existe la posibilidad de que se convierta en nuestro enemigo? Eso es lo que quiero determinar.

Esa fue su honesta opinión Él se las arregló para ocultar hábilmente la duda en su corazón, incluso mientras decía la verdad. Mientras miraba hacia los grupos de torres y edificios altos, volvió a hablar.

—Riveria, te dejo esta área a ti. Me voy solo un rato.

—¿Qué?

—No quiero destacar o ponerlo en guardia. Aiz, ¿vino solo a la calle Daedalus?

—… Estaba con su diosa.

—Hmm, lo tengo. Dime dónde los vistes; Finn anunció sin dudar —Me voy a encontrar con Bell Cranell.

Con una sonrisa plasmada en su rostro, Finn miró a Riveria, que lo miró a los ojos. La alto elfo asintió después de un rato.

—…Muy bien. Me haré de este lugar por un momento.

Aiz se sorprendió al ver que Riveria lo aceptaba cuando Finn le daba las gracias y salía de la sede.

La hice preocuparse por mí otra vez, murmuró para sí mismo mientras se alejaba.

***





 

 

Finn siguió las instrucciones de Aiz para ponerse en contacto con Bell Cranell. No había rastro de nadie en la intrincada red de carreteras. Finn estaba equipado con su lanza y armadura, y sus pasos resonaban contra el cielo gris cubierto de nubes.

En el camino, Finn trató de verse de nuevo desde el punto de vista de un observador desinteresado. Sus pensamientos carecían de compostura—lo suficiente como para justificar una conversación de Riveria.

¿Por qué fue eso?

¿Fue porque tenía que hacer lo que fuera necesario para poner las manos en la llave?

¿O porque la ciudad estaba al borde de la destrucción?

¿O porque sus camaradas de la familia … ¿Porque Leene y los demás habían sido asesinados? Tenía que haber un poco de eso también.

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Pero la razón principal fue …

—Bell Cranell… Ese chico.

Finn no pudo comprenderlo hace cuatro días—Bell cubirendo al vouivre y parándose en su camino, fuera de su mente.

Esa imagen introdujo estática en la mente de Finn, que debería haber estado más compuesta que cualquier otra persona, y creó una perturbación en su corazón.

—Oye, mira…

—Bell Cranell … ¿Volvió? ¿A cazar monstruos?

—Al igual que esperarías de un aventurero de Primer Rango. Quiere esa recompensa del Gremio para sí mismo, al parecer.

Los charlatanes residentes de la Calle Daedalus le cortaron los pensamientos. Sus voces sombrías lo llevaron en cierta dirección. Finn finalmente encontró al chico de cabello blanco parado en el punto focal de las miradas de la gente. Estaba mirando el suelo mientras caminaba, como si tratara desesperadamente de huir de los susurros desdeñosos y las miradas desdeñosas de la multitud.

La reputación de Little Rookie se había desplomado—sin otra razón que las propias acciones de Bell Cranell. A los ojos del público, había sido completamente un idiota al elegir proteger al vouivre y reclamarlo como su propia presa como justificación para atacar a los aventureros que intentaban eliminar al monstruo.

Algunos lo llamaron un aventurero que solo se preocupaba por sus propios deseos egoístas; otros dijeron que expuso la ciudad al peligro para avanzar en su posición. Orario estaba lleno de voces que lo criticaban y condenaron. El hecho de que Little Rookie hubiera       sido la charla de la ciudad antes solo intensificó la decepción de los habitantes de la ciudad, que rayaba en la hostilidad y la malicia.

Que lamentable. Que tonto.

No había lugar para la simpatía después de que él llevó las cosas tan lejos.

—Sería mucho más fácil si pudiera pensar así.

—Bell Cranell; Gritó Finn, alejándose de las personas que arrojaban comentarios amargos.

El chico se congeló en su lugar, sus ojos ruby se llenaron de una intensa conmoción cuando se volteó para ver quién lo llamaba.

—¿Señor … Finn …?

Finn le dio un vistazo a Bell, entrecerrando los ojos.

—Solo un cuchillo para defenderte, ¿eh …? Es es una carga ligera en esta situación.

—¡—!; Bell claramente hizo una mueca ante la observación de Finn.

Todos los aventureros en el Distrito Laberinto estaban equipados al menos para fines de defensa personal. Incluso Finn tenía armas y armaduras para hacer frente al inminente ataque de monstruos armados.

Y en medio de todo eso, el joven ante sus ojos no estaba con su traje de batalla, y mucho menos alguna armadura. Era como si estuviera absolutamente seguro de que no había peligro en la ciudad, que los monstruos armados no infligirían más daños.

Cuando el chico mostró un nivel de agitación que Finn encontró casi humorístico, Finn habló con una voz que no tenía hostilidad.

—¿Estás solo? Perfecto. Me gustaría tener una conversación solo nosotros dos.

El vecindario había estado nervioso desde el momento en que comenzaron a hablar. Todos estaban centrados en ellos—el capitán de la Familia Loki, cuyos miembros estaban haciendo todo lo posible para proteger la ciudad, y el capitán de la Familia Hestia, que había insistido en actuar de manera egoísta. Por un lado, un aliado de la justicia; Por otro lado, el villano que se ganó la burla de todos en la ciudad. Incluso hubo algunas miradas condenando a Finn por tratar de conversar con él.

Quiero tener una conversación privada donde nadie pueda interrumpirnos, implicaba Finn cuando volvió a preguntar con una sonrisa amistosa.

—¿Qué dices?

—… Oh, uh, está bien; Respondió Bell rígidamente mientras asentía incómodamente.

Ellos se dirigieron hacia un callejón, caminando un rato antes de llegar a un callejón sin salida que parecía que estaba siendo utilizado como almacén. Barriles y cajas de madera de todas las formas fueron colocados al azar alrededor de la escena. No había rastro de nadie

cerca. Perfecto para sus propósitos.

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Bell parecía tener algo que decir mientras avanzaba detrás de Finn. Para no darle a Bell suficiente tiempo para recuperar la compostura, Finn comenzó a hablar mientras giraba.

—Tengo la intención de hacer la vista gorda a lo que hiciste ese día. La prioridad es resolver la situación actual. Quiero tener una conversación productiva contigo.

Finn estaba mirando hacia arriba debido a su diferencia de altura. Bell miró hacia abajo, sorprendido por su sugerencia.

—¿Una conversación…?

—Si. Sabes algo que no sabemos sobre esos monstruos armados, ¿verdad? Para llevarlo más lejos, me atrevería a adivinar que sabes toda la verdad detrás del incidente reciente.

Para decirlo aún más precisamente, Finn tenía una comprensión decente de la historia completa, aunque solo era una conjetura. Esa línea fue un movimiento calculado para bajar la guardia de Bell Cranell y crear una apertura en sus defensas mentales—una táctica para sacarle más información.

—Considero los eventos del otro día como un pequeño malentendido. Si hubiéramos estado compartiendo información, las cosas habrían ido de otra manera.

Si Bell hubiera tomado esa decisión, la situación actual habría sido diferente. Los resultados finales también habrían cambiado:Finn sin duda habría matado al vouivre delante del chico mientras gritaba y lloraba.

Después de extraer toda la información útil, por supuesto. Como era apropiado para Braver.

Como Bell se había dado cuenta de eso inconscientemente, su rostro se puso tenso mientras intentaba frenéticamente leer las palabras de Finn. Bell Cranell era un tonto, pero no era estúpido.

—Además, las cosas son diferentes ahora.

—¡…!

Pero Bell seguía sin tener experiencia.

Su corazón flaqueó visiblemente ante la oferta de Finn. Si tuviera que cumplir su objetivo, debería haber ignorado a Finn cuando se encontraron y se hubiera alejado.

Pero la verdadera naturaleza del chico era innatamente buena. Tenía la virtud de creer en las personas.

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Él es exactamente lo opuesto a mí. Finn se rio burlonamente de sí mismo.

—Bell Cranell. Si sabes algo, quiero que me lo digas.

—Yo, eh …

Él se acercó al chico para obtener pruebas concluyentes de su conexión con los monstruos y escuchar sus verdaderos motivos.

Bell titubeó con indecisión, pero comenzó a abrir la boca.

—¡Oye, Bell! ¡Qué casualidad!

—””¡—!””

La voz de un dios alegre resonó en el callejón sin salida.

—¿Lord Hermes …?

—Sí, sí, soy yo, Hermes. Que haces aquí ¿Estás perdido, tal vez? ¿O tal vez el joven Bell también está reuniendo información en la Calle Daedalus?

Un dios de aspecto genial apareció detrás de la espalda de Bell, con un sombrero de viaje alado y actuando como si estuviera pasando por este lugar en ese momento.

—Oh-ho, Braver. ¿Estaban en medio de algo?; Hermes sonrió y miró a Finn entrecerrando los ojos, cuyos ojos se tensaron en respuesta.

—Eso está arreglado.

Ouranos, la Familia Hermes y Bell Cranell están todos conectados en su participación con los monstruos armados.

—… No, he terminado aquí, Hermes.

Finn no obtuvo ninguna prueba en si, pero había obtenido lo suficiente para tomar su decisión.

En cuyo caso, no quedaba nada por hacer aquí. Volverse codicioso solo aumentaría el riesgo de que el Dios hablador obtenga alguna información de él. Más que nada, no quería que un dios pudiera ver su mente— dentro de su corazón.

—Bell Cranell, ¿tienes una llave?; Finn lanzó una última pregunta, pasando junto al nervioso Bell, cuando él estaba a punto de abandonar el callejón sin salida.

Primero, la sospecha cruzó la cara del chico, seguida inmediatamente por la aprensión.

Aparentemente reconoció que la pregunta se refería al Orbe Daedalus. Y a juzgar por su rostro, aún no lo tiene.

—No importa. Si no sabes de lo que estoy hablando, olvida que dije algo; Con una sonrisa inofensiva, Finn finalmente se fue con eso, avanzando por la complicada maraña de calles. Finn no regresó de inmediato a la sede de operaciones, sino que eligió un camino al azar, deambulando por el Distrito Laberinto en busca de un lugar para estar solo.

En una calle, se encontró con una fuente rota sin agua y se sentó allí.

—… aaaaaaaaaaah; Él suspiró.

Su exhalación estaba llena de varias emociones que Finn nunca revelaría frente a otras personas. Finn se había comportado de una manera apropiada para un comandante desde que aparecieron los monstruos armados, actuando para proteger a Orario cuando cayó en un estado de agitación. Y todo el tiempo, no sabía qué hacer consigo mismo.

Por eso quería tomarse un poco de tiempo para estar solo, a pesar de que se sentía mal por dejar a los miembros de la familia a su suerte. Solo cuando estaba solo podía abandonar su papel de capitán, y él necesitaba tiempo para volver a examinarse.

—… Vine con la intención de interrogar a Bell Cranell, pero supongo que tampoco estoy completamente compuesto, ¿eh?; Murmuró.

El corazón de Finn estaba vacilante.

No fue solo por las acciones del niño hace cuatro días. Y si hubiera escuchado solo la historia de Ikelos, todavía habría estado bien.

Pero cuando se le ocurrió una sola hipótesis que unía esos dos puntos, el corazón de Finn se puso incierto.

Había llegado a una peligrosa especulación que él se había convencido de que no estaba mal.


Era la teoría de que los monstruos armados podrían ser formas de vida inteligentes, como los humanos.

Tenían emociones—no solo cognición simple sino un razonamiento más elevado. Habían formado una comunidad. Finn sospechaba que podrían ser organismos inteligentes y conscientes de sí mismos capaces de llegar a un entendimiento mutuo con la humanidad.

Con esta hipótesis, todas las rarezas se unieron en un instante: los monstruos que se cubrieron el uno al otro en la batalla y Bell Cranell protegiendo al vouivre en una exhibición extremadamente excéntrica.

Podría explicarse bajo el supuesto de que los monstruos tenían corazones y mentes comparables a las personas.

Si mi teoría es correcta … eso es una locura Irregular.

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