Wortenia Senki (NL)

Volumen 3

Capítulo 4: Los Que Luchan

Parte 2

“Por el momento, hay muy pocas opciones disponibles para ti. El general Albrecht te arrebató el control sobre los soldados, después de todo”.

“Sé eso! No digas lo obvio!” El Duque Gelhart levantó la voz hacia Sudou, como si el hombre se estuviera frotando sal en la herida. “Pero eso es un golpe de suerte a su manera”.

“Qué? Qué quieres decir?! Cómo es que Hodram que se está apoderando de mi ejército un golpe de suerte?”

“Hablando sin rodeos, el comandante enemigo es extremadamente fuerte. Francamente, no creo que tengas muchas posibilidades”.

“Qué ?! Cómo te atreves!” Si las miradas mataran, la mirada del duque Gelhart habría golpeado a Sudou en el acto.

“Por favor. Insisto en que me escuches”, pero la voz de Sudou no flaqueó.

Y, sin embargo, la atmósfera detrás de sus palabras era completamente diferente. Una niebla fría, aguda y poderosa de intenciones asesinas llenó el aire, y ante esa presión, el corazón de Duke Gelhart volvió a la calma.

“Lo-lo siento…” palabras de disculpa se deslizaron de sus labios. “Continuaré con mi explicación, entonces. Apenas podía creerlo, pero el ataque de inundación que derrotó a Sir Kael fue bastante impresionante. Y la forma en que manipularon la difusión de información después fue precisa, también”

“Difusión de información…? Estás hablando de esos ciertos rumores?”

“Sí. No hay duda de que los rumores fueron obra del propio comandante enemigo”.

“Así que realmente fue él…” el Duque Gelhart parecía haberse dado cuenta de eso.

“Crees que el general Albrecht podría derrotar a una persona capaz de tal planificación exacta…? Esto es solo especulación, pero no me sorprendería si el enemigo todavía tiene más trucos bajo la manga”.

“Realmente lo crees?”

“Sí. Por lo menos, aprovecharía la ventaja si fuera él”.

El Duque Gelhart tuvo la sensación de que Sudou estaba sonriendo detrás de su capucha.

“Entonces qué hacemos? Deberíamos advertir a Hodram?!” el Duque Gelhart sugirió lo que cualquier otra persona podría haber pensado.

Pensando en ello lógicamente, uno llegaría a la conclusión de que hacerlo no haría casi nada en términos de mejorar la posición de el Duque Gelhart, pero evidentemente, él no lo había pensado mucho más adelante.

“Eso no tendría sentido”, Sudou sacudió la cabeza en señal de negación. “Más bien, deberías verlo como una oportunidad”. “Oportunidad? Qué quieres decir?”

“Estoy diciendo, no le digas ni una palabra al general Albrecht y permítele perder con la princesa Lupis”.

“Estás loco? Eso significaría el final de todo!”

Él pudo haber tenido a la Princesa Radine como una causa justa, pero desde el punto de vista de la Princesa Lupis, esto no fue más que un intento de insurrección, y el Duque Gelhart fue su cabecilla. Si él pierde la guerra ante la princesa Lupis, sin duda sería considerado responsable.

Pero Sudou sacudió la cabeza de nuevo.

“Eso estará bien. Toda la responsabilidad recaerá en el general Albrecht”

“Qué?!”

“Después de todo, le robó su derecho a liderar, entonces, por qué no usar estas circunstancias a su favor tanto como pueda?”.

El Duque Gelhart prácticamente podía sentir la cruel sonrisa en el rostro de Sudou.

“Pero es eso posible? Incluso si me dices que asuma la responsabilidad sobre él, sigo siendo yo quien movilizó al ejército. Ese hecho no cambiará…”

“Sí pero si juegas bien tu mano, puedes minimizar tu responsabilidad. Alguien tendrá que ser ejecutado como cabecilla.

En circunstancias normales, tendrías que ser tú, pero … “Eso es! Ahora sería Hodram!”

“Precisamente.  Si hay dos personas para ejecutar como cabecilla, la vida de uno se salvará dependiendo de cómo vayan las negociaciones”

“Pero… Tengo una moneda de cambio que convenza a la Princesa Lupis de perdonarme la vida?”

Pocas cosas harían que uno se inclinara por ahorrarle al cabecilla de una rebelión, y al duque Gelhart le resultó imposible capturar al general Albrecht y entregarlo a la princesa. Pero en contraste con las preocupaciones del duque, Sudou respondió con facilidad. “Estás seguro de que no tienes una moneda de cambio? Has revisado tu mazmorra?””

“Mi mazmorra… Mazmorra… La mazmorra!”

Las palabras de Sudou le recordaron a Duke Gelhart a cierta persona.

“Pero… Realmente hay tanto valor para ellos?” Cierto, se dio cuenta  qué tipo de moneda de cambio había implicado Sudou, pero el Duque Gelhart dudaba que hubiera suficiente valor para merecer su vida.

“Oh, no te preocupes”. Podía escuchar a Sudou reírse detrás de su capucha. “La princesa Lupis responderá a sus negociaciones… Sin lugar a dudas”.

Todavía dominado por una leve ansiedad, Duke Gelhart no tuvo más remedio que asentir. Ahora estaba en una situación crítica, con su vida en juego.

El día de la batalla decisiva se acercaba rápidamente, y nadie podía saber cómo terminaría…

El sol finalmente salió el séptimo día, la fecha prometida de la llegada de la princesa Lupis. El grupo de Ryoma se situó en las orillas del Tebas, su mirada fijada en la orilla de la lanza que brilla en la costa opuesta.

Al otro lado del río estaba la primera formación dirigida por Helena, que había comenzado a cruzar el río

“Nada pasó al final…

“Si. Pensé que podríamos ser atacados durante la noche, pero…” Ryoma asintió con la cabeza en el comentario de Sara. “El Duque Gelhart nunca nos presionó, por la razón que sea”.

Habían anticipado que el duque Gelhart los atacaría personalmente después de la derrota de Kael, pero la fuerza principal del enemigo nunca se mostró, y la princesa Lupis finalmente llegó con refuerzos.

Mantuvieron su seguridad en el foso vacío la noche anterior a la fecha prometida, sospechando que podrían ser asaltados. “Quizás los rumores que difundiste fueron efectivos?”

“No dudo que lo hicieron, pero no disminuirían los números del enemigo a cero. Creo que reduciría sus números en un treinta por ciento en el mejor de los casos”.

Tal como lo señaló Sara, los rumores que difundió Ryoma sembraron disturbios entre los campesinos, pero eso no significaba que pudiera evitar que todos fueran reclutados.

El duque podría amenazarlos con violencia o comprarlos con dinero. Si usaba ese tipo de poder después de emitir su orden, algunos de los plebeyos no tendrían más remedio que unirse, nos guste o no.

Mordería en sus números, pero Ryoma no creía que fuera posible que absolutamente nadie atendiera la llamada del duque a las armas. No dudó del éxito de su plan, pero al mismo tiempo, no sobrestimó su efectividad.

“Todavía no hay movimiento de Heraklion?”

“Sí, los exploradores siguen vigilando la ciudad. Si el enemigo hace un movimiento, nos avisará de inmediato”.

“Si su idea es atacar mientras las fuerzas cruzan el río, tendrían que enviar sus fuerzas ahora mismo o no lo lograrán a tiempo…” Ryoma ladeó la cabeza.

“En cuyo caso… Quizás quieran celebrar una batalla decisiva en las llanuras?”

“Una batalla decisiva, eh…?”

Había bosques y llanuras de pie entre el campamento de Ryoma a lo largo de Tebas y la fortaleza del duque Gelhart en Heraklion.

Las llanuras, en particular, contaban con una gran superficie, con extensas tierras de cultivo que producen trigo y otras cosas, gracias a las ramas del Tebas que fluyen en el agua. Heraklion era una región bastante abundante, incluso dentro de Rhoadseria.

Pero si esa tierra se convirtiera en un campo de batalla, todo se reduciría a cenizas.

Sin embargo, si su análisis de la situación fuera correcto, el objetivo del duque Gelhart era celebrar una batalla final: no podría tener otras intenciones si renunciara a la preciosa  posibilidad de atacarlos durante el cruce del río.

Las llanuras eran el terreno principal para movilizar un gran ejército, por lo que la idea no era tonta, pero causaría un gran daño al pensar en la idea de mantener Rhoadseria en el futuro. Todo el asunto no le parecía correcto a Ryoma.

No es algo sospechoso sobre todo esto? Definitivamente estoy obteniendo vibraciones extrañas de esto… Es como si alguien estuviera detrás de escena, moviendo los hilos de esta guerra…

Ryoma sintió que la voluntad de alguien estaba en juego aquí, mientras trataba de arreglar la situación.

Pero… No parece que estén tratando de hacer que el Duque Gelhart gane… No, es como si estuvieran tratando de que él pierda… Cómo tendría sentido?

“Maestro Ryoma?”, Dijo Sara, mirando la cara de Ryoma. “Oh… lo siento. Estaba atrapado en mis pensamientos…” “Podría irme si estoy interfiriendo, entonces”

“No, no es nada de qué preocuparse… Pero Sara, has considerado la posibilidad de una batalla de asedio?”, Dijo Ryoma. como si fuera a cambiar de tema.

No tiene mucho sentido detenerse a pensar esto en este momento, está ahí… Puedo dejarlo siempre y cuando no estemos en desventaja …

Convenciéndose mentalmente de eso, Ryoma trabajó para ocultar sus sentimientos y regresó a la pregunta que le hizo a Sara

“Una batalla de asedio…? Creo que es extremadamente improbable”.

Ryoma no pudo evitar sonreír ante la respuesta de Sara. Por cierto, ni siquiera consideró la posibilidad de que el duque Gelhart intentara refugiarse en Heraklion, la razón es que teniendo en cuenta la escala de Heraklion como ciudad, probablemente no

tenía las disposiciones para apoyar a miles de soldados además de sus ciudadanos propios.

En otras palabras, incluso si el enemigo reunía a sus soldados, no tenían la capacidad de mantenerlos durante un período

prolongado. Ryoma estimó que solo podrían apoyar a su ejército durante medio mes en el mejor de los casos.

“Si intentan fortalecerse en Heraklion con sus fuerzas habituales, es dudoso que puedan hacer retroceder a las fuerzas de la princesa Lupis, y si se reúnen suficientes fuerzas para defender la ciudad, se habrían quedado sin provisiones en un mes”.

Al final, no tenían suficiente para una opción u otra. Si no reunieran todas sus fuerzas, no podrían soportar un asedio, pero si lo hicieran, sus disposiciones no durarían.

Después de todo, la única opción del Duque Gelhart fue optar por un choque con la princesa Lupis durante un corto período de

tiempo usando todas sus fuerzas. Lo mismo se mantuvo cierto para la princesa Lupis, aunque.

Ryoma asintió profundamente en la respuesta de Sara. Los ojos de las hermanas Malfist para las tácticas habían mejorado en los últimos meses, con el que Ryoma estaba bastante satisfecho.

Significó que sus posibilidades de supervivencia estaban mejorando.

“Sir Ryoma! Tres mil caballeros bajo el mando de Lady Helena han cruzado el río!”

“Entendido. Guide helena a mi tienda de campaña, luego prepare las carpas para el resto de los soldados y que se apoyen”. Ryoma instruyó al caballero que le dio el informe, y luego regresó a su tienda con Sara a su lado.

El momento de la verdad se estaba cerrando rápidamente.

“Esto es impresionante…” Helena expresó su sorpresa en Ryoma. “Haber asegurado una cabeza de puente como esta…”

“No es tan importante”.

“La modestia puede salir tan condescendiente, ya sabes. Si nada más, no me engañas. Estoy seguro de que Su Majestad se impresionará con sus logros cuando llegue”.

Incluso cuando Ryoma se encogió de hombros con modesta, Helena lo duchó con alabanza.