Wortenia Senki (NL)

Volumen 3

Capítulo 3: El Asesino

Parte 6

Habían pasado varios días desde que Genou Igasaki habló con el consejo de ancianos.

Ryoma estaba de pie en su tienda en el centro del campamento, su corazón absolutamente hipnotizado por la katana que Genou le había dado. No era una espada famosa, pero las espadas que habían ganado algún tipo de fama en su mayoría debían esa fama no tanto por su calidad, sino más bien por la persona que manejaba la espada o por la historia que se le había dado.

Por ejemplo, el Dojigiri Yasutsuna, una de las espadas celebradas como las Cinco Grandes Espadas Bajo los Cielos, era conocida por la leyenda de cómo Watanabe no Tsuna, un guerrero del clan Minamoto, la usó para cortar la mano de un Oni. Dejando a un lado la dudosa autenticidad de la historia, las espadas famosas tienden a tener tales leyendas unidas a ellas.

Pero desafortunadamente, la katana en manos de Ryoma no tenía tal historia. En ese sentido, no podría llamarse una espada famosa o excelente. Pero incluso si Ryoma tuviera ese tipo de espada en la mano, estaría demasiado impresionado para usarla.

No tiene mucho en términos de valor artístico, pero es sin duda el mejor tipo de arma que podría esperar encontrar

Fue de unos 70 cm de longitud. La katana era de la variante típica utilizada en el combate normal, curvada a lo largo del centro de la espada. Como estaba destinado a ser utilizado en el campo de batalla, su guardia y agarre no tenían adornos, en lo que se llamaba mano de obra Satsuma, y la cuchilla era aproximadamente dos veces más gruesa que una cuchilla común.

Los remaches en la empuñadura de una katana generalmente eran de bambú, pero este usaba acero que no se doblaba fácilmente. El agarre, normalmente construido para evitar que se salga de la mano debido al sudor, no estaba cubierto con seda, sino con algún tipo de cuero animal. En términos de devoción a la practicidad, no era una obra de arte, sino más bien una espada diseñada para homicidio involuntario.

“Maestro Ryoma… Estás seguro de que puedes confiar en ellos?” Le preguntó Laura a su maestro de una manera preocupada y tímida, mientras él miraba la espada con adoración.

Honestamente, no podía recordar muchas veces que había visto a Ryoma de tan buen humor. Ella no quería preguntarle nada muy contrario a él, pero por otro lado, Ryoma estaba actuando tan diferente a él que no pudo evitar hacerlo.

“Eh …? Oh, te refieres a Genou?”, Dijo Ryoma, sacando la espada en sus manos.

Estaba sentado en una alfombra extendida sobre el suelo, balanceando la espada hacia arriba.

“Qué piensas? No es este brillo simplemente hermoso?”

Sin responder la pregunta de Laura, Ryoma observó la luz que brillaba en la hoja.

“Maestro Ryoma!”

“Estás tan preocupada por ellos?”, Preguntó Ryoma, haciendo una mueca ante la reprensión enojada de Laura.

“Sí… Recuerdas que fueron asesinos que vinieron por tu vida, verdad? No se sabe si podrían atentar contra ti… ”

Esta era una posibilidad que Ryoma había considerado, por supuesto. No había razón para creer lo que dijeron Genou Igasaki y su nieta. Pero incluso con esa duda obvia señalada, Ryoma simplemente sonrió con compostura.

“Eso ha sido obvio desde el principio. Iba a dejarlos libres desde el principio, al menos por el momento… Pero supongo que las cosas se salieron un poco del horario”

“En serio! No es esa espada la que ocupa toda tu atención?!” Sus ojos miraron la katana que Genou le había presentado a Ryoma.

“Bueno, supongo que me tienes allí. No es exactamente intrascendente”, admitió Ryoma sin pedir disculpas.

Probablemente sabía que no tenía sentido tratar de fingir lo contrario.

“Pero en su defensa, volvieron a la hora indicada”.

Laura no podía discutir mucho más de lo que ya tenía ante esa respuesta. Después de todo, de todas las fuerzas principales, Ryoma estaba solo en su creencia de que Genou regresaría.

Esa noche, Genou y Sakuya dijeron que querían abandonar el campamento para poder informar la situación a su clan, y Ryoma lo permitió. Laura y Sara estaban vehementemente en contra, al igual que Lione y Boltz, pero Ryoma no les preocupaba sus aprensiones. Ryoma no podía decir si Genou realmente tenía la intención de servirlo en ese momento, pero también pensó que lo único que no lo harían, era solo levantarse y desaparecer en alguna parte. No huirían si se dieran por vencidos en el asesinato, y si no se daban por vencidos, tenían más razones para quedarse al lado de su objetivo.

“Eso es cierto, pero…” Laura respondió  a las palabras de Ryoma con insatisfacción.

Y esa insatisfacción era comprensible. Las hermanas Malfist habían pasado seis meses al lado de Ryoma, y su lealtad hacia él era aún más rígida, pero eso no significaba que su obediencia a él fuera ciega.

Las dos ciertamente pensaron y actuaron por voluntad propia; Si bien respetaban a Ryoma y, desde luego, no harían nada para dañarlo, advertirían y protestarían activamente con él. Ryoma Mikoshiba era un hombre fuerte y sabio, pero ambas sabían que no era un héroe invencible.

No me importa si nos desprecia o nos rechaza por eso… Nuestro papel es señalar cada vez que pasa por alto algo.

Ese era el papel  las hermanas se impusieron a sí mismas, y Ryoma lo entendió muy bien. Por eso confiaba en ellas.

“Bueno, sus preocupaciones son definitivamente válidas y comprensibles. Tampoco confío mucho en ellos. Ustedes dos son los únicos subordinados en los que tengo absoluta confianza… Lo saben, verdad?”

Laura asintió. Las dos gemelas se dieron cuenta de que esta no era una situación en la que pudieran ver su posición con optimismo. Fue en este sentido que ganar más subordinados que él podría usar no podría verse como un error.

“Dicho eso, sin embargo… Dices que no puedes confiar en los soldados, pero que no es lo mismo para ellos también?”.

Los soldados que la princesa Lupis le prestó y los asesinos enviados para asesinar a su amo no eran confiables. Pero desde la perspectiva de Laura, los caballeros eran la parte más confiable en esta situación. Sara tenía una mentalidad similar, aunque en ese momento estaba fuera, mostrando a Sakuya y Genou por el campamento.

Si bien ninguno de los dos grupos era confiable, los caballeros al menos se abstendrían de dañar a Ryoma a menos que la princesa les ordenara. Ryoma, sin embargo, parecía sospechar lo contrario, pensando que Genou era más digno de confianza que los caballeros.

“Lo son, pero… Laura, estás malinterpretando algo… Bueno, no importa. Solo haré de esto tu tarea, así que una vez que entiendas lo que quiero decir, dímelo”.

“Tarea…?”

“Sí, piénsalo con Sara y Lione… Oh, pero no con Boltz. Él entendería lo que quiero decir”.

Ryoma había decidido decir cosas como esta recientemente, como para enseñarles a Laura y Sara cómo pensar de manera más independiente. Él solo tenía unos pocos subordinados confiables, por lo que decidió hacer que cada individuo fuera más fuerte.

Intentar comprender las razones detrás de las acciones de Ryoma no solo les enseñaría cómo pensar, sino que también les permitiría comprender mejor su naturaleza como persona, por lo tanto, matando a dos pájaros de un tiro.

Sin embargo, Boltz tuvo una experiencia de por vida que le otorgó tanta sabiduría. Era un comandante en el campo y, por lo tanto, Ryoma no podía apartarlo de la línea del frente, pero quería tener a Boltz a su lado y escuchar sus opiniones; casi tanto como él confió en las gemelas.

“Muy bien… Pero estás seguro de que katana no es la razón?” Laura miró la espada en sus manos otra vez.

“Suspiro … No creés en mi? Quiero decir… no soy lo suficientemente tonto como para confiar en alguien solo porque me dieron una espada”.

Ryoma sacudió la cabeza con exasperación.

Laura no retrocedió, sin embargo, su mirada estalló en sarcasmo cuando se volvió hacia una lanza apoyada en la esquina de la tienda de Ryoma.

“Creo que también te presentaron esa lanza allí, verdad?” Esa lanza tenía una forma diferente a todo lo que Ryoma vio antes. La mayoría de las lanzas usadas comúnmente en el continente occidental tenían puntas rectas, no muy diferentes de las espadas. Algunas eran alabardas, que tenían puntas de lanza con forma de hacha unidas a ellas, pero no eran del tipo más aceptado.

Pero nunca antes había visto una lanza en forma de cruz con ganchos a ambos lados de la hoja. Al inspeccionarlo más de cerca, una especie de tubo metálico colgaba de su empuñadura.

“Ah… Sí, me dieron esa lanza en forma de cruz, pero, en serio… solo porque me dieron cosas no significa que confíe en ellos. Honestamente”.

Laura apenas logró contener una sonrisa sobre cómo las palabras de Ryoma sonaban como pobres excusas. Cuanto más presionó esas afirmaciones, menos creíbles sonaron.

“Bueno, no importa. No tengo objeciones, siempre y cuando hayas pensado tus decisiones antes de tomarlas”, dijo Laura antes de inclinar la cabeza y salir de la tienda.

Parecía que no tenía nada más que decir sobre el asunto. En el peor de los casos, incluso si Ryoma fue engañado, las gemelas estaban preparadas para defender a Ryoma con sus propios cuerpos si tenían que hacerlo.

“Está enojada o algo así?” Ryoma, solo en la tienda, murmuró para sí mismo.

Él solo lo había notado recientemente, pero Laura y Sara eran vagamente similares a su prima, Asuka. O más bien, eran exactamente iguales a ella cuando llegó el momento de hacer una declaración en su contra.

“Bueno, no es gran cosa, supongo… No puedo negar que este es un regalo muy dulce…”

Ryoma entendió que la espada que le había presentado Genou era más impresionante de lo que había imaginado. La hoja era más gruesa que la estándar, y la longitud era adecuada para pelear en el campo de batalla.

Pero la parte más dulce del trato no fue el regalo en sí, sino el hecho de que Genou prometió manejar el mantenimiento diario de la katana. Ryoma podría haberlo manejado, pero no tenía los medios para arreglar ninguna muesca en la cuchilla o mantenerla irritada. En particular, este último requería la ayuda de un experto.

Una espada utilizada en un combate real sufriría astillas y muescas regulares, con la sangre de sus víctimas pegada a la hoja y opacándola con el tiempo. La empuñadura en sí estaba cubierta de hilo para evitar resbalones en la mano, pero salpicaduras de sangre podrían muy bien filtrarse en el hilo y provocar su descomposición.

La espada no fue hecha para ser un objeto de arte, y por eso no tener cualquier escudo de armas o cualquier signo de artesanía única. Su apariencia era, con toda honestidad, trivial, pero no se podía llevar una espada sin filo al campo de batalla.

Con eso en mente, una espada que uno no podría mantener adecuadamente no era un arma realmente viable. Pero Genou había resuelto ese problema, y Ryoma no pudo evitar sentirse agradecido por ello.

“Me alegra haberlo establecido como una condición…”

Al escuchar la solicitud de Genou, Ryoma estableció esta katana como un punto de negociación. Había pensado en eso al ver la katana de Sakuya, pero lo que le habían dado era de una calidad superior a la que había imaginado.

“Aún así, no puedo confiar exactamente en ellos solo por esto…” Estaba agradecido por haberle dado la katana y la lanza, ya que las artes marciales que le enseñó su abuelo hicieron uso de katanas y lanzas. Podía usar las lanzas y espadas de este mundo, pero estaba más acostumbrado y cómodo peleando con una lanza y una katana en forma de cruz.

Pero incluso con eso dicho, Ryoma no era lo suficientemente ingenuo como para confiar en Genou solo porque dio lo que quería.

“Genou Igasaki y su nieta, Sakuya… Descendientes de Tateoka no Doshu, por lo que parece”.

Había un texto conocido como Bansenshūkai, compuesto durante el Período Edo de Japón. Era un texto ninjutsu compuesto por el clan Fujibayashi, una de las tres casas ninja más grandes de los Iga, pero incluía registros de los ninjas activos de la escuela Iga

que estuvieron activos durante el último período de los Estados Guerreros.

Incluía los nombres de maestros reconocidos, como Shimotsuge no Kizaru y Otowa no Kido. Y también se extendió a Tateoka no Doshu, también conocido como Igasaki Doshun.

Genou no afirmó ser parte de la escuela Iga, pero a juzgar por su apellido distintivo de Igasaki, era probable que estuviera relacionado de forma distante con Igasaki Doshun.

Los ninjas de los Igasaki eran famosos por entrenar a sus crías estrictamente desde la infancia, y su habilidad era reconocida por todas partes. Suponiendo que pudiera formar una relación de confianza con ellos, sería una ganancia inesperada para Ryoma. Probablemente sería mejor si no hago nada innecesario hasta que gane la guerra contra el Duque Gelhart, sin embargo… La pregunta es cómo esta táctica valdrá la pena…

Ahora que había agotado su as del ataque de inundación, solo podía confiar en esta táctica para cambiar el rumbo de la próxima batalla.

Han pasado cinco días desde el ataque de Kael y el del duque Gelhart está siendo más silencioso de lo que esperaba. Mi táctica está siendo efectiva o está haciendo algo detrás de escena…? Sea lo que sea, todavía quedan dos días más hasta que llegue la princesa Lupis. La batalla final está justo delante de nosotros…

Una puesta de sol no muy diferente a cualquier otra se hundió lentamente debajo del horizonte.

Ahora bien, cómo irán las cosas?

Ryoma no era alguien que creyera en Dios. Pero en este momento, quería orar por una victoria en la próxima batalla contra el duque Gelhart …

“Están listas las formaciones?!”, el grito furioso del Duque Gelhart resonó en su oficina, con no menos vigor que cualquier día anterior.

Después de la aplastante derrota de Kael, el Duque Gelhart envió una orden de movilización al resto de la facción de los nobles.

Además de las treinta mil tropas ya reunidas en Heraklion, les pidió que reunieran a los soldados dispersos por sus territorios y concentráran sus ejércitos en la ciudad.

El tiempo que les había dado para que lo hicieran fue de dos días, pero menos nobles de lo esperado habían atendido su llamada.

Pero no fueron solo los nobles los que fueron el problema.

“No, está tardando más de lo esperado…”, informó uno de sus ayudantes, preparado para que la ira del duque lloviera sobre él.

“Idiotas! Por qué se toman su tiempo? Han pasado tres días desde que di la orden! No me importa si tienes que extorsionar a los nobles, diles que estén en Heraklion para mañana!”

“Pero… El problema no es con los nobles…” el ayudante se aferró desesperadamente a sus afirmaciones.

Sería responsable de cualquier pedido a medias que reciba y no cumpla, por lo que si no le informa a su maestro que sus solicitudes imposibles son exactamente eso, sería su cabeza la que cortara.

“Qué quieres decir? Cuál es el problema, entonces?!”

Las palabras del Duque Gelhart llevaron al asistente a explicar con miedo la situación, que resultó ser un problema más grave de lo que el Duque Gelhart había imaginado.

Qué está pasando aquí? Por qué los plebeyos se niegan a ser reclutados? Se les prometió que podrían llevar el equipo de cualquier enemigo que maten!

Después de escuchar la explicación de su ayudante, el Duque Gelhart envió a todos fuera de su habitación, hundiéndose en su silla con gravedad.

No… sé exactamente cuál es la razón. Todo es culpa suya…

El nombre de Ryoma Mikoshiba apareció en la mente del Duque Gelhart.

La explicación del ayudante fue así: después de la pérdida de seis mil hombres por parte de Kael, las fuerzas del Duque Gelhart se ubicaron justo por debajo de sesenta mil hombres. Eso incluía los territorios directamente bajo el control del duque Gelhart, así como los plebeyos reclutados del resto de la facción de los nobles.

El problema comenzó con el hecho de que Heraklion carecía de la capacidad de producción para apoyar a sesenta mil hombres. O más bien, cualquier ciudad imaginable carecía de tal capacidad.

Tal vez las cosas fueran diferentes para un país tan grande como el Imperio de O’ltormea, pero al menos los territorios de Rhoadseria, al menos, no tenían tales ciudades. Lo que significó esto fue que su fuerza total de sesenta mil solo podía usarse por un tiempo limitado.

Y ahora, el Duque Gelhart había enviado una orden de movilización para derribar la fuerza de Ryoma de solo dos mil. Eso fue probable porque la princesa Lupis se acercaba a Heraklion con el puente que Ryoma aseguró.

Si iba a enviar todas sus fuerzas a chocar contra la princesa, usarla para aplastar la molestia actualmente antes de que sus ojos se sentían como una progresión natural para el duque, y él emitió su orden de movilización. Pero no estaba siendo atendido.

La razón por la que estaba ignorada fue debido a un rumor que se propagó entre los plebeyos, alcanzando hasta las aldeas y territorios que pertenecen a la facción de los nobles.

Incluso ahora, ese maldito idiota de Kael se interpone en mi camino! La ira del Duque fue lo suficientemente grande que si Kael estuviera delante de sus ojos en este momento, puede haberlo cortado con sus propias manos.

El ataque de inundación de Ryoma afirmó que se habían perdido seis mil de los ocho mil hombres de Kael, y las noticias exageradas del evento se habían extendido a Heraklion y sus aldeas circundantes.

“Has escuchado? Sir Kael perdió!”

“Sí, escuché que perdió a pesar de tener cuatro veces las fuerzas del enemigo, verdad?”

“Sí… aparentemente, la mayoría de sus hombres fueron masacrados”

“Whoa, que miedo… ”

“Oye, quién era el comandante del enemigo?”

“Sí… Dicen que es un demonio de sangre fría llamado Ryoma Mikoshiba”.

“Al infierno! Un demonio? Eso es ridículo!”

“Idiota! No puedes simplemente hablar así! Dicen que inundó el Tebas para ahogar a los soldados de Sir Kael!”

“De verdad…? La taumaturgia no puede lograr tal cosa, verdad…? Puede un humano incluso hacer eso?”

“Qué le dije? Es un demonio!”

Esos tipos de rumores sin fundamento se estaban extendiendo como un incendio forestal. Los plebeyos iban a contar historias que harían que el propio Ryoma se ría. Sin embargo, los plebeyos ciertamente no se estaban riendo.

Ese diablo era su enemigo, después de todo.

“Oye… Esto no suena realmente mal para nosotros?”

“Sí, dicen que no muestra a misericordia a sus enemigos…”

“Escuché que él también mata a todos sus prisioneros”.

La verdad y las mentiras se mezclan para formar la imagen única de un diablo nombrado Y a medida que los rumores estaban circulando, la orden de movilización fue dictada. La mayoría de la gente no se atrevería a ser voluntario para convertirse en soldados en esa situación, a menos que fueran verdaderamente y completamente locos.

Y así, independientemente de la orden de movilización, solo treinta mil reunieron bajo la bandera del Duque Gelhart.

“Los haré volar a todos” la malicia se derramó de los labios del Duque Gelhart

La situación era mucho peor de lo que había imaginado. Había hecho que sus ayudantes desplegaran caballeros a las tierras de cultivo y reunieran a los soldados por la fuerza, pero parecía que reunir a los sesenta mil que esperaba tener sería imposible.

“Cincuenta mil en el mejor de los casos… No, bajo las circunstancias, eso es una estimación optimista… Si lo peor llega a ser peor. No ganaremos ni siquiera con esos números…”

Si fueran demasiado enérgicos para coaccionar a los plebeyos, podrían muy bien entrar en pánico y huir de las aldeas. Tal era el alcance del miedo que Ryoma Mikoshiba había despertado dentro de ellos.

En términos de calidad, nunca sería capaz de reunir el tipo de caballeros que la princesa Lupis tenía de su lado. Necesitaba absolutamente la ventaja numérica para salvar esa brecha, pero no podía reunir esos números.

“No puede ser”.

Un pensamiento ominoso cruzó la mente del duque.

“Todo esto parte del plan del enemigo…”

La derrota de Kael fue una verdad incómoda, pero cómo se extendió entre los plebeyos con un detalle tan preciso? Esta situación era demasiado desventajosa para el Duque Gelhart, y si se tratara de una coincidencia, habría querido estrangular la vida de los dioses.

Pero qué pasaría si no fuera una coincidencia? Qué pasaría si el enemigo hilara su complot no solo contra los ocho mil ante sus ojos, sino mientras mira la situación desde una perspectiva más amplia? Quizás su objetivo no era simplemente ahogar a sus soldados hasta la muerte.

Y si el hombre que difundió ese rumor fue el propio Ryoma Mikoshiba?

“No… no puede ser… eso no es posible! Si ese fuera el caso… tendría que ser una especie de demonio que pueda ver el futuro!” Gelhart rechazó el terror que comenzó a asomarse por su mente.

Pero su corazón seguramente temía a Ryoma Mikoshiba, y ese miedo cambiaría el destino de Ryoma.