Wortenia Senki (NL)

Volumen 3

Capítulo 3: El Asesino

Parte 1

Las aguas del foso lleno estaban llenas de cadáveres flotantes. El sol ya se había puesto, y sus alrededores estaban iluminados por antorchas.

“Parece que mucha gente se ahogó …” Ryoma susurró, mirando los cadáveres que flotaban en el foso.

No había vacilaciones en su voz. Su estrategia fue exitosa, y como resultado directo, miles habían muerto. Nadie culparía a Ryoma por volverse un poco sentimental, pero su expresión no era diferente a la habitual.

Si realmente no sentía nada por esto, o si estaba reprimiendo sus emociones, considerando que era un estudiante normal de secundaria hasta solo unos pocos meses, dejó en claro que la fortaleza mental de Ryoma Mikoshiba era extraordinaria.

“Sí, tal como lo predijiste, había muy pocas personas que supieran nadar”, respondió Laura, que estaba detrás de ellos.

El agua no era una cosa tan aterradora  en el Japón moderno Con algunas excepciones, la mayoría de la gente aprendió a nadar en la escuela, y muy pocos carecían de esa habilidad.

Pero este mundo era diferente. Con la excepción de aquellos que trabajaban en profesiones relacionadas con el agua, como pescadores, marineros y barqueros, la persona común en este mundo no sabía nadar. Pero eso tenía sentido a su manera.

Incluso los niños tuvieron que ayudar en el trabajo agrícola. Tener que trabajar para ganarse la vida todos los días no dejaba tiempo para jugar. Una vez que uno se hiciera adulto, la escasa cantidad de tiempo libre que tenían se habría ido.

Entre los mercenarios y caballeros al servicio de Ryoma en este momento, menos de cincuenta personas sabían nadar. Y al enterarse de ese hecho, Ryoma no podía dejar pasar la oportunidad de aprovecharlo.

“No ser capaz de eliminar sus vestimentas era otra razón …” Laura asintió sin decir palabra ante la afirmación de Ryoma.

Podrían soltar sus armas, pero no fue fácil quitarse la armadura de cuero que llevaban puesta, por lo que su equipo les pesó, impidiendo sus acciones.

“Cuántos están muertos?”

“Como has ordenado, no tomamos prisioneros. Todos están muertos, así que … esto es solo una estimación, pero un poco menos de seis mil”.

El número total de enemigos era de ocho mil, de modo que seis mil de ese número murieron ahogados. La mayoría de ellos estaban cerca de la cerca, por lo que no podían retirarse a tiempo. A Kael todavía le quedaban dos mil soldados, pero continuar la lucha de inmediato no era del todo posible.

“La fuerza que atacaba desde el norte fue aniquilada, y probablemente retiraron algunas de sus fuerzas en el centro y el sur, ya que todavía tenían algo de margen … Ah, y hemos logrado reducir en gran medida el número de caballeros fuertemente blindados”.

Ryoma asintió ante el informe de Laura. Los caballeros que habían aprendido taumaturgia y se habían vestido con armadura pesada eran extremadamente poderosos en el combate cuerpo a cuerpo. Normalmente, tendrían que arriesgarse a perder bastante para matar a los caballeros, pero su ataque de inundación sacó a la mayoría de ellos de la ecuación, lo cual fue un gran logro en sí mismo.

“Esto debería hacer las cosas considerablemente más fáciles”, Ryoma  dijo con una sonrisa fría.

Cuando pensó en hacer una cabeza de puente a orillas del Tebas, consideró usar sus abundantes aguas para reducir el número de enemigos. El acto arbitrario de insubordinación de Mikhail fue un incidente importante, por supuesto, pero no obstante tuvieron éxito en este plan.

“Todo lo que queda es esperar la llegada de los refuerzos de la princesa Lupis …”

“Sí, lo sé … Pero no podrán moverse por un día o dos. Aún así, tendremos que estar atentos, pero puedes transmitir que las fuerzas deben descansar por ahora”.

Asintiendo con la cabeza a las instrucciones de Ryoma, Laura se alejó.

“Entonces… Qué queda por hacer ahora…?” Esas palabras escaparon de los labios de Ryoma, ahora que lo dejaron solo.

Ryoma sabía la importancia de hacer planes detallados, pero no tenía intención de adherirse a ellos con demasiada persistencia.

Su estilo era más jugarlo de oído.

Terminé usando mi as en el hoyo antes de tiempo. Bueno, era difícil ver nuestros logros en la línea defensiva, y no matar al enemigo cuando pudiéramos terminar haciendo las cosas más difíciles en el futuro…

Ryoma se preguntó si hubiera sido más inteligente mantener ese as sin usar, pero descartó esa idea después de un momento. La formación de una montaña de cadáveres con su táctica de inundación elevó enormemente la moral de sus fuerzas, poniendo la efectividad de su comando en forma tangible. Reducir los números del enemigo también fue un gran logro. Ryoma podría decir con confianza que su táctica arrojó ganancias significativas.

Entonces, todo está bien. Esto también hace que esa táctica sea más fácil de implementar… La única pregunta ahora es cómo reaccionará la fuerza principal del enemigo. Sería mejor para nosotros si se quedaran allí hasta que llegue la princesa Lupis, pero… La próxima vez que aparezca el enemigo, estarán listos para nosotros.

La pregunta apremiante fue cuánto tiempo les tomaría hacer esos preparativos.

Les tomaría un día obtener información de los sobrevivientes y dos o tres días para prepararse para el ataque. Esto significa que nos hemos comprado al menos tres o cuatro días… Y los refuerzos de la princesa Lupis solo llegarán dentro de siete a nueve días…

Una sonrisa se dibujó en los labios de Ryoma. Todo iba según el escenario que había planeado hasta ahora.

Cuanto más tiempo gasta el enemigo en preparativos, más nos pone en ventaja. Y si entran en pánico e intentan cargarnos, todavía tenemos muchas manos que podemos jugar. Es probable que logremos manejar el lado de Duke Gelhart… Y todo lo que queda después de eso …

Todo dependía de si la predicción de Ryoma de la situación era correcta.  Pero nadie podía saber eso antes de que todo terminara de verdad.

El castillo del duque Gelhart se encontraba en el centro de la ciudad de la ciudadela, Heraklion.

“Me sorprende que tengas el descaro de mostrarme la cara, cur…”, dijo el duque Gelhart con frialdad, mirando la cabeza inclinada de Kael.

“Supongo que debería elogiarte por tu audacia, por lo menos”.

Era tarde en la noche, cuando el Duque Gelhart generalmente estaba dormido. Sin embargo, hoy fue diferente. Esta no era la noche en que el Duque Gelhart podía dormir. Kael abandonó el mediodía con gran ánimo, liderando una fuerza de ocho mil hombres, solo para regresar derrotado con menos de dos mil restantes.

“Mis más sinceras y sinceras disculpas, milord”, Kael inclinó la cabeza aún más.

Era la único queno tuvo más remedio que hacerlo.

“Tres o cuatro mil soldados plebeyos reclutados en las aldeas cercanas… Y casi todos los caballeros que te presté. Todo aniquilado… Una derrota verdaderamente notable”.

Un asistente le entregó al Duque Gelhart un documento, y leyó el informe de las víctimas con una mueca. Las personas tenían una forma de actuar con más calma y racionalidad cuando se enfrentaban a la ira. El duque Furio Gelhart, por lo menos, era una de esas personas. Kael inclinó la cabeza en silencio una vez más.

“No me importa la chusma común, pero no creo que puedas decir que no sabes el valor de los caballeros que te presté”, la voz del Duque Gelhart se hizo más fuerte.

De hecho, había pasado muchos años reuniendo su atesorada orden de caballeros. Y así, después de haber perdido un tercio de ellos por la derrota de las tácticas del enemigo, el Duque Gelhart no pudo evitar ser abrumado por la ira.

Especialmente porque quien los estaba dirigiendo era Kael, a quien había acogido después de darle la espalda al enemigo. La facción de la princesa específicamente por su talento como comandante. Cuánto más había valorado inicialmente sus talentos, mayor era su decepción por su fracaso.

“Sí …! Mis más sinceras disculpas, milord …!” Kael mantuvo las manos hacia abajo, soltando disculpas como un loro.

La situación probablemente lo obligó a decir algo un poco más articulado que solo disculpas abyectas, pero la atmósfera no lo permitió. Las malas excusas solo harían que el Duque Gelhart sea más propenso a darle la espalda, y Kael no tuvo el tiempo libre para poner excusas.

“Aún así … me sorprende que estés vivo. Los informes dicen que te pusiste en primera línea…” El Duque Gelhart susurró, con sus ojos en el documento en mano.

“Mi caballo nadó conmigo en su espalda… Tuvimos la suerte de quedar atrapados en un arroyo fangoso…”

“Oh, no tienes suerte. Y pensar que sospechaba que descaradamente abandonaste a tus hombres y huiste. Justo como traicionaste a la princesa Lupis…”, dijo el duque Gelhart, haciendo hincapié en la mordaz ironía de todo.

Aún así, Kael resistió desesperadamente los insultos del duque Gelhart. No tenía otra opción. De hecho, la supervivencia de Kael no fue más que pura suerte. Se dirigía a la primera línea y estaba a medio camino del foso cuando ocurrió la inundación.

Kael tenía caballeros por todos lados y no podía moverse para escapar. Vestido con una armadura de metal, Kael habría compartido el destino de los otros caballeros y muerto ahogado.

Pero lo que evitó que eso sucediera fue el amado caballo de Kael. Lo que Kael podía quitar de su armadura también contribuyó a su supervivencia.

Fue una coincidencia o un golpe de buena suerte? Su caballo luchó para alejarse nadando, incluso cuando fue atrapado en la corriente fangosa, y de alguna manera logró regresar a la otra orilla con Kael en su espalda…

“Bueno, que así sea. Me ocuparé de ti más tarde”.

Kael suspiró aliviado ante esas palabras. Dada la personalidad del Duque Gelhart, no sería sorprendente que fuera sentenciado a muerte. No, en todo caso, era casi extraño que no lo ejecutaran. El fracaso de Kael fue grandioso.

“Pero no se te ocurra la idea equivocada. No te voy a matar, pero eso tampoco quiere decir que te perdone”.

Las palabras del duque Gelhart congelaron a Kael en su lugar y le enviaron un escalofrío por la espalda.

“Eso será todo. Puedes irte por hoy. Ve y descansa”.

Duke Gelhart lo ahuyentó con un gesto de la mano.

“Y-Yo me iré, entonces”.

Kael salió de la habitación rápidamente, prácticamente huyendo, con la cabeza aún colgando.

“Hmph. Cretino incompetente!” La condena se deslizó de la boca del duque Gelhart unos momentos después de que Kael se fue.

Las palabras fueron breves, pero la malicia que contenían fue intensa.

“Estás seguro de que fue prudente dejarlo?”

“Debería haber eliminado a Kael de inmediato?”

El asistente del duque Gelhart asintió en respuesta a sus palabras.

“Imbécil. Crees que la vida del tonto puede compensar estas pérdidas?”

El Duque Gelhart ya había renunciado a Kael. No lo dejó salir de la clemencia, ni le ofreció la oportunidad de recuperar su honor.

Fue para darle un lugar apropiado para morir, uno que al menos llenara un poco el agujero que su fracaso actual había dejado, y fue solo por esa razón que se suspendió su ejecución.

“Los soldados comunes no me importan. Pero perder una gran parte de mi orden de caballeros… Ese maldito idiota!”

No hay absolutos en la guerra. No importa cuán superior sea la posición de uno, una pérdida es una pérdida. Pero a pesar de entender esto, las llamas de ira en el corazón del duque Gelhart no se pudieron extinguir.

Sacando a sus ayudantes, el Duque Gelhart se hundió en la larga silla de su oficina y lanzó un largo suspiro, comenzando a calmarse.

Esto llegó en un mal momento… Ahora que el general Albrecht se unió a mí, no puedo permitirme recibir más golpes de los que podría aprovecharse…

Estaba en medio de negociaciones con el general Albrecht sobre cuál de ellos tendría el derecho de mando, y cualquier resultado que hiciera que el general pusiera en duda su habilidad para comandar la guerra pesó considerablemente la posición del duque Gelhart.

El general Albrecht había servido como general de Rhoadseria durante muchos años, al mando de sus asuntos militares. El duque Gelhart, por otro lado, estaba a cargo de los asuntos internos.

En cualquier otra situación, ceder el mando militar al experto experimentado sería el curso de acción natural. Pero si lo hacía, el general Albrecht le robaría todo.

Su ambición es obvia. Si descuidadamente le doy la iniciativa, vendrá por mi vida. Ese es el tipo de hombre que es… explosivo! Si solo fuera un poco menos ambicioso, podría darle el derecho de mandar sin ninguna preocupación…

Desde la perspectiva del duque Gelhart, las habilidades del general Albrecht eran preciosas. Por eso lo aceptaba ahora, cuando estaba en decadencia. Pero al encontrarse con él ahora, el duque descubrió que había permanecido tan codicioso y ambicioso como antes.

No, cuando todavía sirvió a la facción de los caballeros con la princesa Lupis como su estandarte, hizo un esfuerzo por ocultar sus intenciones. Pero ahora ya no había necesidad de eso, y el hombre simplemente estaba exudando avaricia, como un lobo hambriento.

No puedo confiar en el consejo de Sudou aquí… Quizás creer en sus palabras y aceptar a Albrecht fue un error de mi parte?

La cara de un hombre soltero apareció en la mente del Duque Gelhart. Él, que siempre actuó a la sombra de la princesa Radine, también fue quien aconsejó al duque Gelhart que aceptara al general Albrecht a su lado. Y también fue él quien le presentó a la princesa Radine al Duque Gelhart en primer lugar.

Sus rasgos faciales eran claros, como los de un hombre que uno puede encontrar en cualquier esquina. Su físico era de constitución mediana. Su única característica notable eran sus ojos y cabello, que eran tan negros como la oscuridad total.

Dado que siempre estuvo al lado de la princesa Radine, pocas personas, incluido el Duque Gelhart, habían conocido al hombre.

No… haré uso de Albrecht, como Sudou aconsejó. Es una fuente preciosa de poder de lucha… Dado los caballeros que acabo de perder en esta guerra, es aún más valioso… El único problema es su avaricia…

Estrictamente hablando, el duque Gelhart no se opuso por completo a dar al general Albrecht el mando sobre los militares. Sabía que ganar el control sobre todo el país, incluidos los asuntos internos, los asuntos militares y la diplomacia, era más fácil decirlo que hacerlo. El duque Gelhart quería controlar todo, pero analizó racionalmente la situación.

Pero no tengo mucho tiempo… Si la princesa Lupis llega con su fuerza principal, la guerra se inclinará a su favor de inmediato.

Los plebeyos eran débiles, pero al mismo tiempo, tenían una gran fuerza. Obedecieron su llamado a las armas porque era su gobernador y porque sabían que podían abrumar a las fuerzas de la princesa Lupis con números absolutos.

Pero si no podían acabar con la fuerza de dos mil en la cabeza del puente, qué pasaría cuando la fuerza principal de la princesa Lupis llegara? Los plebeyos llegarían a dudar de la fuerza del Duque Gelhart. Teniendo esto en cuenta, el fracaso de Kael fue tan paralizante que la palabra “derrota” ni siquiera comenzó a describirlo.

Es un golpe fatal? No, todavía no… todavía puedo cambiar esto.

El duque Gelhart sacudió la cabeza, como para sacudirse la debilidad. Puedo atender el castigo de Kael más tarde… Pero el comandante enemigo es extremadamente fuerte… Si lo elimino, puedo seguir ganando?

Aunque ahora podría menospreciarlo, el duque Gelhart aceptó a Kael por fe en su talento. Tanto su habilidad como espadachín como comandante coincidían con las de Mikhail. Pero unos pocos golpes de mala suerte y su pedigrí no siendo tan respetable como podría ser, disminuyeron la opinión de otras personas sobre él.

Pero, desde la perspectiva del duque Gelhart, él era mucho más útil que Mikhail. Y eliminar a cualquier comandante lo suficientemente astuto como para derrotarlo pondría al lado del duque Gelhart en ventaja.

Los labios de Duke Gelhart se curvaron en una sonrisa viciosa.

El asesino era un peón desechable de una forma u otra, y el enemigo estaba eufórico de su victoria, lo que significaría que su seguridad sería ligera.

Ahora es el momento…

Duke Gelhart tocó una campana, convocando a un ayudante de la habitación contigua.

“Ordena al espía que hemos enviado a las líneas enemigas para asesinar a su comandante! Y date prisa!”

“Sí, milord! De inmediato!” El ayudante salió inmediatamente de su oficina.

“Ahora, cómo caerán las cartas…?” La voz del duque Gelhart reverberó en su oficina.

Su ambición y codicia no habían flaqueado en lo más mínimo…

El primer amanecer desde que Ryoma y sus fuerzas establecieron la cabeza de puente se levantó.

“Tal como esperaba, no nos atacaron durante la noche…”

“Sí, parece que no pudieron reorganizar sus fuerzas en tan poco tiempo”.

“Creo que es justo asumir que el enemigo lucha para reunir sus fuerzas en este momento… Supongo que usar ese as valió la pena después de todo”.

“Es probable que tengan que desperdiciar unos días para reagruparse”, Asintió Laura.

“Entonces será mejor que nos preparemos para lo que viene después, ahora que tenemos tiempo…”

“Quieres decir lo que dijiste antes?” Los ojos de Laura se iluminaron ante las palabras de Ryoma.

“Creo que es el momento ideal para ello. El enemigo está bastante conmocionado después de su táctica de inundación”

“Lo estarían. Tomará tiempo hasta que produzca resultados tangibles, por lo que sería mejor configurarlo con anticipación… Y el resto depende de Lione, supongo…”

“Sí. Me han informado que los preparativos necesarios están en su lugar…”

“Muy bien. Luego, después del desayuno, llame a todos para una reunión…”

El estómago de Ryoma había estado aullando de queja por algún tiempo.

“Ya he preparado el desayuno”.

Normalmente, habría alguien a cargo de la cocina, por lo que no hubo necesidad que las hermanas Malfist preparen las comidas de Ryoma, pero las dos nunca renunciaron a dejar su cuidado a alguien más. Esa era una regla no escrita, de cuando vivían en el palacio.

“Comamos mientras está caliente”, dijo Ryoma, y se abrió camino hacia su tienda.

Así comenzó la mañana de su segundo día en el campo de batalla.

“Bueno, yo mismo no tengo quejas”.

“Yo tampoco. Si nos preparamos con anticipación, podemos usarlo cuando lo necesitemos”.

Al concluir su desayuno, Lione, Boltz y las hermanas Malfist estaban todos sentados en la tienda de Ryoma. Los platos alineados a lo largo de la mesa estaban vacíos, su contenido ya se había consumido.

“Podría hacer que elija diez personas, entonces? Me gustaría enviarlos antes del mediodía…”

“Lo tienes, muchacho”. Lione y Boltz asintieron con la cabeza ante sus palabras, después de lo cual Lione bajó su vaso de una vez y lo golpeó sobre la mesa.

“Lo manejaremos”.

“Está bien,de  eso se ha ocupado… Sara, cuánto supiste de ella?”

Ryoma dirigió la conversación hacia otro tema apremiante.

“Sí, sobre esa chica…”

Inmediatamente comprendiendo a quién estaba llegando a partir de su pregunta, Sara asintió con cautela.

“Su nombre es Sakuya. No hay duda de que ha estado en contacto constante con alguien cuando estábamos en la capital, pero no sé exactamente con quién…”

“Aww, entonces lo único que descubriste fue su nombre?” Lione suspiró.

“Mis disculpas. El Maestro Ryoma me ordenó no hacer nada imprudente…”.

Sara tampoco parecía satisfecha en lo más mínimo con sus logros, y consideró el disgusto de Lione con un gesto de disculpa bajando la cabeza.

Ella pudo haber confirmado que este individuo Sakuya era un espía, pero no podía descubrir nada más. Pero en oposición al pesimismo de todos los demás, la sonrisa de Ryoma era más pacífica de lo habitual.

“Ya veo … Bueno, solo vigílala por ahora, supongo”.

Las miradas de todos se centraron en Ryoma al escuchar esas palabras.

“Estás seguro, muchacho? Podríamos obtener una confesión de ella…”

Lione hizo una mueca ante la sugerencia susurrada de Boltz. Ella sabía exactamente a qué se refería. Sus muchos años como mercenario significaron que no estaba por encima de la tortura. No era del tipo que obtenía algún tipo de placer enfermizo por hacerlo, pero podía tener un corazón frío cuando la situación lo requería.

“Bueno, este no es un tema candente. Si tratamos de movernos descuidadamente contra ella, simplemente enviarán a alguien más, y eso nos pondría de nuevo en el punto de partida…Verdad? Además, tengo la sensación de que pronto hará su movimiento …”