Wortenia Senki (NL)

Volumen 3

Capítulo 1: Manos a la Obra

Parte 5

Muy pocas personas leen el estado de las cosas entre batallas, y solo aquellos bendecidos por los dioses con la prudencia de hacerlo tienen el derecho de beber de la copa del triunfo.

“Que están Insinuando? Sir Ryoma, Helena, de qué están hablando?”

“Ahora sería el momento más fácil para atacar el territorio enemigo, Su Alteza”.

Ryoma respondió a la pregunta de la princesa Lupis en el momento en que la hizo, pero eso hizo poco para aclarar sus dudas. Ella todavía no tenía claro por qué exactamente ahora sería el mejor momento para atacar.

Ryoma comenzó a explicar las cosas de la manera más simple posible, para aclarar sus pensamientos a los miembros despistados de la conferencia.

“Originalmente propuse atraer al enemigo hacia la capital, ya que pensé que atacar al enemigo nosotros mismos sería demasiado difícil. Pero la situación ha cambiado”.

Dado que el cruce peligroso dejaría a sus fuerzas abiertas para el ataque del enemigo, tanto el duque Gelhart como la princesa Lupis se quedaron mirándose desde lados opuestos del río, ninguno de los dos cruzó hacia los territorios del otro. Teniendo en cuenta la dificultad de la marcha y asegurar una línea de suministro, atraer al enemigo más cerca de la base de uno e interceptarlo allí sería mucho más simple.

Pero la situación de la guerra dio un giro inesperado con la sorprendente elección del general Albrecht, y mientras solo dio a luz una posibilidad muy leve, era una posibilidad que podría llevarlos a terminar la guerra de un solo golpe.

“No creo que el general Albrecht uniendo fuerzas con el duque Gelhart sea un problema en absoluto. En todo caso, creo que ambos cometieron un gran error al hacerlo”.

Cuando la voz de Ryoma resonó por la sala de conferencias, todos se quedaron completamente quietos. Era una prueba de que la gente depositaba una fe absoluta en lo que tenía que decir.

Aunque, a decir verdad, solo unas pocas personas, entre ellas Helena y Chris, realmente se dieron cuenta del significado detrás de las palabras de Ryoma.

“No entiendo del todo … Las fuerzas del enemigo están reforzadas. De qué manera es un error?”

La princesa Lupis y Meltina asintieron profundamente ante la pregunta de Mikhail. Es cierto que si uno simplemente examinara la situación en el nivel de la superficie, su opinión parecería válida.  El crecimiento de las fuerzas enemigas normalmente sería visto como un gran negativo.

De hecho, normalmente …

“Cómo no lo es?  Ciertamente es preocupante que ahora tengan más soldados, pero eso les plantearía problemas propios. Mikhail, conociendo al general Albrecht, crees que aceptaría las órdenes del duque Gelhart, sin importar cuán mal arrinconado esté?”

Esa pregunta finalmente hizo que la luz de comprensión se iluminara en la cara de Mikhail.

“No hace falta decirlo, no es así? Si el general Albrecht fuera el tipo de hombre que simplemente obedecería a otras personas sin problemas, no estaríamos en esta situación. Al principio, sin duda lidiaría con el duque Gelhart por el derecho a liderar … ”

Un pequeño suspiro escapó de los labios de Mikhail.

Ambos aspiraban a tomar el control de Rhoadseria y probablemente entrarían en una lucha de poder por ello. Ambos también tenían personalidades arrogantes e intolerables. Era poco probable que estuvieran dispuestos a caminar de lado a lado en paz.

“Bueno, ninguno de los dos es estúpido. Eventualmente llegaron a un compromiso … Pero si tuviéramos que atacar ahora …”

No había necesidad de terminar esa oración. La parte más importante de dirigir una guerra es el derecho al mando. Uno puede reunir el ejército más grande imaginable, pero sin un general resuelto para comandarlo, la victoria no llegaría. La historia ha demostrado que es más que suficiente.

En términos más simples, podría compararlo con los cambios de posición dentro de una empresa. Si un gerente de sección y el jefe de un departamento dieran órdenes contradictorias, ¿qué orden seguirían los trabajadores? En la mayoría de los casos, obedecerían al jefe de departamento, ya que él estaría más arriba en la cadena.

Pero ¿qué pasaría si fuera el presidente de la compañía y el jefe de un departamento? El presidente tendría prioridad. Casi cualquiera estaría de acuerdo con eso. A menos que estén en juego algunas circunstancias inusuales, el individuo de mayor rango tendrá sus órdenes priorizadas.

Pero qué pasaría si una empresa tuviera dos presidentes?

Ambos serían el jefe, y si tuvieran que dar órdenes en conflicto, los que estaban debajo de ellos no sabrían qué hacer, ya que no podían discernir qué orden debían cumplir.

La situación ahora era comparable a eso. Si el duque Gelhart era lo suficientemente hombre como para otorgarle al general Albrecht el mando sobre sus tropas por respeto a su superioridad como comandante militar, o si el general era lo suficientemente valiente como para darse cuenta de cuán pequeñas eran sus fuerzas y obedecerían al duque y a su superior en números, Ryoma no sería en absoluto optimista sobre esta situación.

Pero el Duque Gelhart y el general Albrecht eran humildes seres humanos. Altivo e intolerante. Y como Ryoma sabía esto con suficiente anticipación, concluyó que ahora sería un momento oportuno para atacar.

“Entonces eso es lo que quieres decir … Ya veo”.

Los ojos de la princesa Lupis se iluminaron con comprensión.

Una vez explicado, su razón era perfectamente comprensible.  La princesa Lupis había estado asociada con ambos hombres durante muchos años, y la explicación de Ryoma hizo clic en muchos de sus recuerdos de los dos. Las otras personas presentes también parecían estar de acuerdo. Pero aún quedaban dudas.

“Veo a lo que te refieres ahora. Sus suposiciones probablemente sean correctas, Sir Ryoma”, dijo el conde Bergstone.

“Pero incluso si partimos ahora, ¿llegaríamos a tiempo?”.

Es cierto, el duque Gelhart y el general Albrecht eran arrogantes e impacientes, pero ambos habían ocupado los puestos de las personas más fuertes en este país durante años. No eran tontos.

Esta apertura al ataque solo existió por este momento, ya que solo habían unido fuerzas. Si los dos debatieran cosas y llegaran a un acuerdo, esa apertura desaparecería.

“Puedo preguntar algo?” Por primera vez desde que se inauguró la conferencia, Chris, que había estado sentado en silencio en el asiento junto a Ryoma, separó los labios para hablar.

“Y quién eres tú?”

“Mis disculpas. Soy Chris Morgan, un ayudante de Lady Helena”, respondió Chris a la pregunta del conde Bergstone, inclinando la cabeza.

“Hay algo que me molesta, así que pensé que debería preguntar”.

“Ya veo, así que tú eres el …”

Varias otras personas asintieron ante las palabras del conde Bergstone.

Se sentó al lado de Helena como si fuera obvio para él estar allí, así que nadie se atrevió a preguntar, pero todos tenían mucha curiosidad sobre quién era.

Pero Chris no prestó atención a la actitud de todos y se volvió para mirar a Ryoma con los documentos que traía con él en la mano.

“Creo que su análisis de la situación es exacto, Sir Mikoshiba. Pero aún así, es demasiado repentino. Hemos venido a hacer los preparativos para la línea defensiva, de acuerdo con nuestro calendario original. Incluso si llamamos a las tropas ahora, organizar las filas y preparar provisiones y suministros nos llevaría de cuatro a cinco días. Teniendo en cuenta la velocidad de las tropas, solo llegaríamos al río Tebas en doce o catorce días.  Crees que el enemigo permanecerá en discordia hasta entonces?”

Los ojos de Chris brillaron con una luz provocativa.

“Estás diciendo que no tenemos tiempo?”

Chris asintió en silencio ante la pregunta del conde Bergstone.

Las palabras de Chris fueron precisas. Una oportunidad no significa nada si no se puede aprovechar a tiempo. Su plan original era interceptar al ejército de los nobles en las cercanías de la capital, y se almacenaron grandes cantidades de provisiones en los depósitos de la capital para ese propósito.

Lo mismo se aplicaba a las formaciones de las tropas. Enviar tropas a Heraklion significaría que todos sus preparativos eran en vano, y eso requeriría que reorganizaran sus formaciones desde cero.

Por supuesto, había algunos aspectos que podían reutilizar, pero aún tomaría bastante tiempo reorganizar todo. Sin embargo, Ryoma era muy consciente de esto.

“Es cierto, mover todas nuestras fuerzas en este momento es imposible, y si tratamos de forzarlo, será inútil, ya que no cruzaremos el Tebas antes de que el General y el Duque lleguen un acuerdo. Pero si tomamos solo un pequeño número de soldados… Una unidad de caballería de alrededor de dos mil caballeros y mercenarios, tenemos una buena oportunidad de llegar a tiempo”.

El número estimado de días de Chris se basó en la suposición de que las fuerzas serían caballeros y soldados que viajan a pie, la velocidad de marcha más lenta posible. Pero si tuvieran solo aquellos capaces de practicar la taumaturgia a caballo, podrían moverse mucho más rápido y llegar sin requerir tanto descanso ni usar ningún hechizo. Llegarían mucho más rápido de lo previsto.

“Pero… Incluso si cruzas el Tebas con dos mil soldados, qué lograría eso?” Meltina planteó el último punto problemático en lugar de Chris, quien se calló.

“El enemigo tiene más de sesenta mil hombres de su lado. No importa cuántos trucos hagas, no te veo ganando con esas probabilidades”.

Ciertamente era posible que dos mil caballeros cruzaran el río Tebas en unos pocos días, pero una vez que lo hicieran, estarían firmemente  en el territorio del duque Gelhart. Las palabras de Meltina eran ciertas, incluso cuando estaban llenas de rencor, pero Ryoma entendió eso incluso mejor que ella.

“También lo consideré, por supuesto. Dos mil no serían rival para una fuerza de sesenta mil. Pero si el resto de los militares comienzan sus preparativos poco después de que la caballería abandone la capital, les tomaría diez días cruzar el Tebas. Incluso si nos tomamos nuestro tiempo para prepararnos, tomaría dos semanas. Y tengo confianza en que con dos mil hombres, podremos mantener una posición hasta ese momento”.

Las palabras de Ryoma estaban llenas de confianza, y su actitud hizo que todos los presentes se callaran.

Está enojado?

Era natural que Chris Le lanzaría una mirada sospechosa.

Acababa de sugerir usar dos mil tropas para contener una fuerza treinta veces mayor. Esta no era una sugerencia con la que uno pudiera estar de acuerdo fácilmente. Pero tampoco podían negarlo por completo. Helena vigilando la sonrisa segura e inquebrantable de Ryoma con una sonrisa propia les prohibió hacerlo.

“Tienes un plan?” Las palabras de la princesa Lupis rompieron el silencio, a lo que Ryoma asintió.

Ryoma no creía que fuera capaz para detener al enemigo en una batalla frontal, tampoco, pero no quería ver esta oportunidad pasar por alto. Si dejan pasar la oportunidad, el general Albrecht y el duque Gelhart podrían formar una alianza contra ellos. Y una vez que lo hicieran, Tebas se convertiría en un obstáculo prácticamente infranqueable para ellos, haciendo que el conflicto se prolongara mucho más. Tendrían que atacar ahora, incluso si fuera un toque imprudente.

Las miradas de todos alrededor de la mesa naturalmente se centraron en la princesa Lupis. Todos los argumentos se habían agotado, y todo lo que quedaba era su veredicto.

Realmente podemos ganar si los atacamos ahora?  Dudas surgieron y desaparecieron en el corazón de la princesa Lupis. Es realmente posible contener una fuerza de más de sesenta mil con solo dos mil?

La princesa reflexionó sobre las palabras de Ryoma, sabiendo muy bien que su juicio influiría en el destino del país. Con esa presión ejerciendo presión sobre ella, Helena rompió su largo silencio para darle el empujón que necesitaba.

“Creo que deberíamos seguir su plan. Girar nuestros pulgares en este momento no mejoraría nuestra situación. Y como él dijo, tal como están las cosas ahora, creo que deberíamos ir a la ofensiva “.

Con Helena, que había sobrevivido a innumerables campos de batalla letales, aconsejándola, la princesa Lupis tomó una decisión.

“Entendido. Ryoma Mikoshiba, te confío el mando de un grupo de avanzada de dos mil soldados. ¡Defiéndelo hasta la muerte hasta que llegue la fuerza principal!”

Este momento pasaría a la historia como el momento del comienzo del primer acto de la Batalla de Heraklion.

Con la decisión de la princesa Lupis, se decidió el envío de tropas y se concluyó la conferencia, pero Ryoma, Lione y Boltz se reunieron en una de las habitaciones del castillo.

“Lo juro, muchacho, las bolas en ti …” Lione rompió sonríendo cuando Ryoma termina su informe.

“Ya no tenía que pisar hielo delgado como ese”.

Sin embargo, ella no lo estaba criticando realmente, sino que hablaba como una hermana mayor que tuvo que limpiar después de los errores de su travieso hermano menor.

“Perder la oportunidad simplemente sin embargo, hace que la guerra dure mucho más … ” Sonriendo, Lione tomó un trago de una botella de licor.

“Sus sospechas también son bastante preocupantes, y probablemente sea lo mejor si terminamos esta guerra lo más rápido posible, muchacho”.

Boltz estaba masticando un poco de carne seca que tenían como bocadillo para acompañar el alcohol.

Lione y Boltz, con su rica experiencia, entendieron el flujo de la guerra de la que Ryoma hablaba demasiado bien.

“Pero muchacho… ¿Cómo vas a alejar a sesenta mil soldados?” Boltz suavemente hizo la pregunta más grande.

Boltz tenía un gran respeto por Ryoma, pero no fue por fe ciega. No fue necesario que un matemático entendiera que dos mil soldados no tenían ninguna posibilidad antes de sesenta mil.

Si Ryoma Mikoshiba no fuera el encargado de esta operación, Boltz ya habría reunido a sus hombres y lo habrían hecho. Si el joven tenía alguna estratagema que haría posible lo imposible, quería escucharla.

“Bueno, también depende de qué tan bien manejes las cosas. Voy a tener que pedirles a los dos que atiendan ciertos asuntos, y nuestra victoria depende de cómo se desempeñen”.

Dicho esto, Ryoma ya sabía sus perspectivas de victoria. Después de todo, no se sabe cómo las variables aparecen.

Tenemos que apurarnos y poner en orden nuestros preparativos … Cuánto podrían preparar con anticipación para decidir si esto terminó en una victoria o una derrota para ellos. Y esto no solo se aplicaba a la guerra. Incluso cosas tan mundanas como los estudios o los deportes requieren preparación. Un individuo adecuadamente preparado tiene el margen de maniobra para tomar más decisiones.

Por el contrario, estar preparado no necesariamente significa que uno obtendría el resultado deseado. Los preparativos no tienen sentido si uno pierde la oportunidad de ponerlos en uso.

“Oh, ¿Quieres decir eso?” Boltz levantó la voz sorprendido por el comentario de Ryoma.

“Quiero decir, es impresionante, pero …¿De verdad crees que podríamos bloquearlos con eso?”

“¿Por qué tiemblas como un cervatillo? El chico te hizo entrenar para eso, así que estarás bien”.

Boltz palideció ante la idea, pero Lione respondió con voz tranquila.

“Nuestras nuevas contrataciones también están listas, ¿verdad?”

“Sí, todo bien. Al principio estaban bastante conmocionados, ¡pero superé el orden de las cosas en ellos! Ya puedes descansar tranquilo en ese frente”.

Las órdenes de Ryoma eran bastante inusuales para los mercenarios de este mundo, pero Lione continuó con su papel.

“En ese caso, creo que estaremos bien, Boltz”.

Al escuchar las palabras de Ryoma, una sonrisa de alivio  se extendió sobre la cara de Boltz.

“Bueno, apostamos por ti, muchacho. Todo lo que podemos hacer ahora es rezar para que no sea un fracaso”.

El tono de Lione era relajado, pero sus ojos estaban muy serios. Después de todo, ella era una persona que lideraba y tenía responsabilidad sobre las personas, aunque pocas, como líder de brigada.

“Puedo prometerte eso”, Ryoma podía responder encogiéndose de hombros.

Era simplemente un hombre, no un dios o héroe de ningún tipo, por lo que no podía decir que ganaría sin lugar a dudas … Una vez que Lione y Boltz salieron de su habitación, Ryoma recibió un informe de las hermanas Malfist.

“Maestro Ryoma, los arreglos que solicitó están completos”.

“Gracias”, asintió gentilmente ante las palabras de Laura.

Los gastos eran bastante altos, pero sus vidas estaban en peligro. No sabía si realmente haría uso de esto, pero era mejor tener un as bajo la manga si era posible.

“Y en cuanto a tus otras instrucciones … Los encontramos”.

Los labios de Ryoma se curvaron ante las palabras de Laura.

“¿Se mezclaron con los mercenarios?”

“Tal como dijiste que lo estarían, en un grupo de mercenarios recién contratados”.

“Eso tendría sentido … Asegúrate de mantener tus ojos en ellos, ¿de acuerdo?”

“Sí, los vigilamos cuidadosamente. Yo, Sara y uno de los hombres de Lione estamos trabajando por turnos para ese fin”.

“¿Sabemos quién los envió?”

Sara sacudió la cabeza sin decir nada.

“Ya veo … Bueno, está bien. Déjalos correr libres por el momento.  Tendremos un uso para ellos tarde o temprano”.

“¿No deberíamos deshacernos de ellos tan pronto como podamos, Maestro Ryoma?”

“No, es mejor tener tantas cartas como sea posible en nuestro mazo. Además, si los elimináramos ahora, quien los enviara simplemente enviaría a alguien más”.

“Matar espías es una tarea agotadora en ese sentido. Al igual que las ratas y las alimañas, la única forma de cuidarlos definitivamente es atacar a la fuente”.

“Como quieras”.

Laura inclinó la cabeza en silencio.

Al día siguiente, los caballos de los caballeros rugieron cuando salieron de Pireas. Sus instintos animales captan el aroma de la guerra que se acerca. Incluso sin tener en cuenta el hecho de que fueron criados como caballos de guerra, patearon vigorosamente contra el suelo mientras sus cabezas temblaban.

“¡Vamos!”

Compartiendo el caballo de Laura, Ryoma levantó la voz, y los mercenarios circundantes salieron de inmediato.

“” “”Nos vamos! ¡Comienza la marcha!”” “”

“”Ooooooooooh! Gloria al Reino de Rhoadseria! A la victoria!””

Con innumerables puños balanceándose en el aire, llenaron sus arneses con prana, activando su taumaturgia dotada. Su objetivo: el dominio del duque Gelhart, Heraklion.