Wortenia Senki (NL)

Volumen 3

Capítulo 1: Manos a la Obra

Parte 4

La persona que caminaba más cerca de Helena era Chris Morgan, con su cabello dorado ondulando a su paso.

“Mis disculpas, Lady Helena. Nunca esperé que el general Albrecht hiciera su movimiento tan rápido … He cometido un grave error de juicio”, Chris susurró palabras de disculpa hacia Helena mientras se apresuraban a la sala de reuniones, con el ceño fruncido ansiosamente.

Su voz estaba llena de pesar y vergüenza, sus palabras mezcladas con amargura. Después de todo, las acciones de Chris fueron, sin lugar a dudas, lo que condujo a esta situación.

Pudo haber estado actuando por orden de Helena, pero había pocas dudas de que las maniobras de Chris habían despertado la sensación de crisis del general Albrecht.  Habría sido más sabio en retrospectiva vigilar más de cerca los movimientos del general Albrecht y evitar que sus planes perturben la superficie del agua durante el mayor tiempo posible.

Pero Chris nunca podría haber predicho cuánto se sentirían atraídos los caballeros oprimidos hacia Helena una vez que ella hizo su aparición. Ahora entendía y lamentaba esto demasiado bien.

Chris se había quedado despierto hasta el amanecer reuniendo información sobre la situación y manteniendo a los caballeros bajo control mientras corrían frenéticamente en un intento de recoger información sobre el vuelo del general Albrecht desde la capital.

Como prueba de eso, sus ojos estaban hinchados y rojos con bolsas pesadas a su alrededor.

“Definitivamente estaba más allá de nuestras predicciones, pero no deberías preocuparte por eso”, le habló Helena con simpatía a Chris sin volverse para mirarlo.

“Ninguno de nosotros sabía que el general Albrecht podría unir fuerzas con la facción de los nobles después de haber sido rivales durante tanto tiempo. No pude leer la situación tanto como tú. Y además, esta situación no es tan mala para nosotros … No, en todo caso, podríamos estar mejor de esta manera ”.

La situación no era cosa de risa, y a pesar de eso, no había ni una pista.  de vacilar en su voz. El tono divertido de sus palabras resonó en los oídos de Chris. Como para decir que todo iba según lo planeado …

“Sin embargo …” Chris dijo ambiguamente.

Incluso si Helena le dijera que no le prestara atención, no podría.

No mientras creyera que esto era el resultado directo de sus acciones.

Muchos caballeros leales al reino, como Chris, habían sufrido durante años bajo la tiranía del general Albrecht por la creencia de que llegaría el día en que lo expulsaran y regresaran a Rhoadseria. a su estado legítimo.

Y acababan de perder esa preciosa oportunidad. Muchos caballeros claramente se desesperaron por las noticias. Pero el punto de vista de Helena era todo lo contrario.

“Esta es una maravillosa oportunidad para barrer este país … ¿No crees?”

Al darse cuenta de lo que quería decir con eso, Chris frunció el ceño bien formado.

“Entonces abriremos hostilidades? Pero …”

Fue porque se dio cuenta de lo que ella quería decir que su voz estaba llena de ansiedad. Sabía que no iba a ser tan fácil.

Para empezar, tanto el general Albrecht como el duque Gelhart se interponían en el camino de que la princesa Lupis reinara sobre Rhoadseria y reconstruyera el reino. En ese sentido, luchar contra ambos era inevitable. Pero, por otro lado, había una gran diferencia entre tratarlos individualmente y juntos.

Las maniobras de Chris habían llevado a la mayoría de los caballeros al lado de Helena, pero no se sabía cómo les iría en contra de la facción de los nobles, que se jactaba de la el ejército más grande del país, con el general Albrecht y su primera orden de caballeros asistiéndolos.

“Si la Princesa Lupis nos permitiera reclutar a la gente en sus territorios directos, podríamos abrumarlos con números. Pero considerando lo que está por venir, involucrar a los ciudadanos en sofocar la guerra civil sería una mala decisión. Y el orden público es otro tema. Tal vez si la situación se inclinara aún más contra nosotros sería una historia diferente … pero tal como están las cosas, movilizarlos sería una mala mano para jugar”.

Helena respondió a las dudas de Chris con una sonrisa. En términos de números, El Duque Gelhart y los nobles debajo de él podrían movilizar en algún lugar entre dos y cinco veces más caballeros incapaces de taumaturgia que aquellos que eran capaces de hacerlo. Los Caballeros tenían algunas diferencias individuales en términos de su habilidad y talento, pero en promedio eran dos veces más fuertes que una persona normal.

Dividir a la oposición como lo habían hecho trajo cinco órdenes de caballeros al lado de la princesa Lupis, que contaba con 12,500 miembros, todos dos veces más fuertes, poniéndolos en cerca de 30,000 hombres en términos de poder de combate efectivo.

Si uno comparara la fuerza de los dos campos, la proporción pondría a la princesa Lupis en desventaja de 4 a 6, o de 3 a 7. Pero no era una brecha tan desesperada que no podía ser cubierta.

Con tanta diferencia en las fuerzas, todavía era perfectamente posible que ganaran si sus fuerzas se les ordenaba adecuadamente.

Si las cosas fueran peor, tal vez la Princesa Lupis se habría visto obligada a cambiar su postura, pero siendo el alma amable que era, se negó a obligar a su gente a participar en la lucha en estas circunstancias.

“El resto depende del juicio de ese chico …” El susurro escapó de los labios de Helena suavemente.

“¿Ese chico, dices …?”

Al darse cuenta de quién era Helena hablando de eso, Chris entrecerró los ojos.

Ya había escuchado los rumores que rodeaban a ese hombre.

Era un aventurero errante que salió de la nada, y uno de los líderes del conflicto por venir.

Todo comenzó con su apariencia.

Pensar que Lady Helena confía tanto en él …

Al escuchar esas palabras que mezclaron la confianza y el afecto de Helena Steiner  , la mujer adorada y dada la mayor fe como diosa de la guerra por la gente de Rhoadseria, Chris sintió una emoción negra, no muy diferente a la envidia, ardiendo en su corazón.

Gracias, tuvo la autocontrol para evitar que esa emoción se elevara  superficie.  Años de opresión bajo el mando del general Albrecht y su facción le dieron una amplia experiencia en ocultar sus emociones. Y así, Chris contuvo la lengua y siguió a Helena.

Jeje … Chico lindo, lo eres. Ambicioso y lleno de confianza, pero tiene la razón para restringir ambos rasgos. Y a juzgar por cómo te desempeñaste esta vez, también pasas en términos de inteligencia. Un caballero talentoso de la educación de un plebeyo … No puedo imaginar a nadie que Albrecht detestara más que tú.

Helena sonrió mientras miraba a Chris. Era natural que la gente albergara ambición y celos. Pero cualquiera que hiciera una exhibición visible de él no era apto para marchar junto a la diosa de la guerra.

Después de discernir la calidad de Chris, Helena sonrió complacida mientras aceleraba su paso. Y finalmente, ella detuvo su paso.

Ahora, veamos qué viene después.

La imagen de cómo deberían avanzar las cosas ya se dibujó en los detalles perfectos en la mente de Helena. Esto era natural para el general de un país.

Pero, de nuevo, esto no era una prueba con respuestas correctas predeterminadas. Cada opción tenía sus pros y sus contras, y no había un camino ideal que tomar.

Muéstrame si eres el artículo genuino … Ryoma Mikoshiba … Fue precisamente porque no hubo respuestas correctas que el verdadero valor y las habilidades de las personas llegaron  a la vanguardia  Cuando se detuvo frente a la pesada puerta de roble hacia la sala de conferencias, custodiada por soldados blindados, los labios de Helena se curvaron en una sonrisa.

“¡Tonto! ¿Te estás escuchando a ti mismo? ¡¿Cómo puedes sugerir eso?!”

El grito de Meltina resonó en la sala de conferencias mientras golpeaba con fuerza el puño contra la mesa redonda.

“Lady Meltina, por favor, espere a que termine …”

“Podría amablemente callarse, conde Bergstone?!”

El conde Bergstone, que compartía asiento en esta mesa redonda, trató de interrumpir sus palabras, pero una mirada punzante  Meltina lo hizo callar de inmediato.

Lejos de Júpiter, lejos de su trueno, como dicen. Pero en este momento, Meltina era menos un dios y más un demonio. Reprimir la ira de una mujer puede ser bastante difícil, pero al considerar cuán agrias eran las relaciones entre los caballeros y los nobles, era natural que el Conde Bergstone eligiera rápidamente tirar la toalla.

Con el pelo negro bien peinado y despeinado, Meltina fulminó con la mirada al niño, cuyo rostro traicionaba su verdadera edad, sentado ante ella con una sonrisa complaciente.

Y ahora finalmente muestras tu verdadera naturaleza … ¡Maldito aficionado!

La vista de su sonrisa confiada hizo que Meltina quisiera arrojarlo con todos los insultos que tenía acumulado. Solo contuvo la lengua porque no quería hablar así en presencia de la princesa Lupis.

“Oh, cálmate ahora …” La voz ronca de un hombre llenó la sala de conferencias.

Sentado junto a la princesa Lupis con los brazos cruzados, Mikhail, que había escuchado la discusión en silencio hasta ahora, volvió los ojos hacia los dos.

“Realmente pretendes escuchar las tonterías de este hombre en un momento tan crítico ?!”, gritó Meltina agresivamente.

Desde un punto de vista táctico, el plan que Ryoma Mikoshiba sugirió no podía llamarse efectivo. No, desde la perspectiva de Meltina, que había sido educada en una familia de caballeros de clase alta y era ayudante de la princesa Lupis, no parecía más que la idea temeraria de un aficionado imprudente.

Mikhail también, a pesar de levantar una mano para silenciar a Meltina, dirigió una mirada aguda en dirección a Ryoma, lo que dejó en claro que no la detuvo por buena voluntad hacia el chico.

“Estoy dispuesto a escucharte, pero déjame saber que tengo la misma postura que Meltina”. Mikhail le dijo a Ryoma, con el ceño fruncido por el escrutinio.

“Si recuerdo … nuestro plan hasta ahora dependía de atraer al enemigo y mantener una línea defensiva. Si bien nuestra incorporación de la facción de los caballeros fue mejor de lo esperado, todavía no veo por qué esto nos llevaría a cambiar nuestra política en este momento. ¿Seguramente no lo has olvidado? Si tiene una buena razón, la escucharemos aquí y ahora”.

Respetando la dignidad de los mayores que él, no hizo notar su disgusto alzando la voz como Meltina, pero su voz era fría y enojada.

Su ira estaba justificada, en cierto modo. Hubo bastantes problemas topográficos con el movimiento de soldados entre Pireas y la fortaleza del duque Gelhart, Heraklion. Pero incluso con la ira de Mikhail dirigida hacia él, la actitud de Ryoma se mantuvo sin cambios.

“No se preocupe. Tengo algunas ideas sobre cómo hacerlo”.

Su tono no vaciló en lo más mínimo, y Mikhail no pudo evitar chasquear la lengua en respuesta.

La agitación que se movió a través de todos los presentes probablemente fue un shock por la inesperada confianza de Ryoma. La única que permaneció imperturbable, manteniéndose en un silencio compuesto, fue Helena.

“Estás seguro de entender? Atravesar el bosque de Herkshua es una cosa, pero ¿cómo piensa cruzar el río Tebas …? No propusiste la línea defensiva porque no había forma de cruzarlo?”.

Las palabras de Mikhail hicieron que un murmullo de asentimiento surgiera de quienes lo rodeaban. La capital y Heraklion estaban separadas por dos obstáculos importantes, el bosque de Herkshua y el río Tebas.

El primero era un gran bosque que albergaba a muchos monstruos peligrosos, con un camino serpenteante que lo atravesaba. De todos modos, era un camino que no era particularmente difícil de encontrar. Estaba lejos de la ciudad y, por lo tanto, no estaba pavimentado con piedra, pero era lo suficientemente ancho como para permitir el paso de los carruajes. También tenía pilares de barrera establecidos a intervalos regulares para alejar a los monstruos, permitiendo a los comerciantes y viajeros cruzar de manera segura.

Pero eso solo se aplicaba a la gente común. Visto desde la perspectiva de movilizar un ejército, el bosque de Herkshua era un obstáculo terriblemente problemático para despejar. No era impasible, por supuesto, pero con lo estrechos que tendrían que ser los rangos, su velocidad de marcha sería bastante lenta y los árboles densos obstruirían la visibilidad, lo que facilitaría al enemigo tender una emboscada.

Si movieran solo unas pocas unidades sería más factible, pero el terreno no se adaptaba para movilizar un gran ejército.

E incluso si atravesaran el bosque de Herkshua, necesitarían un medio para cruzar el río gigante Tebas.

“Le preocupa cruzar el río, verdad, señor Mikhail?”

Mikhail asintió en silencio ante las palabras de Ryoma.  Este río, que se originó en la cordillera Woar ubicada a lo largo de la frontera del reino con Xarooda, se unió con ramas de todo y humedeció la tierra a medida que fluía desde el suroeste del país hacia el noreste. Rhoadseria debía su gran producto agrícola a las abundantes aguas de este río.

El río realmente le dio sus bendiciones a Rhoadseria, pero cuando se trataba de mover un ejército, se convirtió en un obstáculo importante. Tenía 500 metros de ancho, ni una distancia que las técnicas arquitectónicas de este mundo pudieran tender un puente.  También era bastante profundo, por lo que atravesarlo no era una opción.

Por supuesto, había varios muelles a cada lado del río, pero mientras cruzaba el Tebas no era un problema durante el tiempo de paz, transportar un ejército a través de él era un  una historia completamente diferente.

El mayor problema era que no había un ferry lo suficientemente grande como para transportar a cientos de personas a la vez. Los cargueros comerciales o los buques de guerra de una armada pueden haber sido capaces de hacerlo, pero ningún ferry destinado a cruzar ríos era tan grande. El más grande disponible solo podía transportar de veinte a treinta soldados armados.

Y además, solo transportar soldados no era suficiente. El transporte de suministros fue otra consideración. Repuestos de armas y armaduras, raciones para los soldados, forraje para los caballos, así como suministros médicos para tratar a los soldados heridos.  Intentar explicar todo dejó en claro cuán interminable podría ser una tarea …

Y no habría guerra sin todos esos suministros, por lo que tendrían que llevar esos consumibles con ellos mientras cruzaban.

Las dudas de Mikhail no son equivocadas… Cruzar el río es un gran problema. Y mientras permanezca sin resolver, enviar a los soldados sería imposible …

Helena se llevó una taza de té a los labios. Como tendrían que transportar a todos al otro lado del río a la vez, solo quedaba una solución: reunir barcos de las aldeas circundantes, cargar la mayor cantidad de soldados posible y hacer varios viajes de ida y vuelta por el río para mover a todos.

Como se describe en muchos textos tácticos, esa táctica era terriblemente peligrosa. Dividir las fuerzas de uno hace que cada grupo individual sea más fácil de eliminar.

No sé equivoca al entender eso. Pero es un poco testarudo. Aunque supongo que se debe a su falta de experiencia …

Era mejor que Meltina, quien aún dejaba su disgusto claramente evidente al mirar con dagas a Ryoma, pero a Mikhail tampoco se le podía llamar demasiado brillante. Eso no quería decir que era tonto. Nació en una familia de caballeros de alto rango y recibió la educación adecuada desde su infancia.

Pero eso era todo lo que tenía. Saber cómo jugar según el libro era importante, pero para ganar una guerra, a veces era necesario actuar fuera de las tácticas establecidas.

“Ya veo. Muy astuto de su parte, Sir Ryoma … Ve bien el estado mental y las circunstancias del oponente. Pero esta oportunidad no durará mucho”.

Las palabras de Helena hicieron que todos los presentes en la sala se agitaran sorprendidos. Al ver su reacción, Helena lanzó un pequeño suspiro.

Supongo que así es como caen las fichas …