Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 9

Epílogo: Reflexión

 

 

Eishirou estaba sentado ociosamente en las copas de los árboles, mirando a la luna, en lo alto del cielo ya despejado.

¿Cuánto tiempo había estado holgazaneando así? se preguntó, antes de dar un profundo y cansado suspiro. “Ahhhh, ahora he ido y lo he hecho…”

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Había ido demasiado lejos esta vez.

No se arrepintió de lo que había hecho, pero sólo un tonto no podría ver el próximo juicio final. Después de todo, prácticamente había apuñalado a su padre por la espalda.

Bueno, estrictamente hablando, lo había apuñalado a escondidas, pero no había forma de que no lo hubieran notado.

“Tal vez debería dejarlo todo atrás…”

Pero si lo hacía, también tendría que dejar la academia, y eso es algo de lo que definitivamente se arrepentiría.


No importaba cuán lejos buscara, dudaba de encontrar otra ciudad tan loca como ésta, y era imposible cansarse de ver todas las cosas en las que Ayato, Julis y Claudia se metían…. Sin mencionar a la presidenta del club.

“¿Pero qué puedo hacer ahora?”

Eishirou, que normalmente intentaba vivir su vida con la mayor tranquilidad posible, se encontró estrujándose los sesos, buscando una respuesta, cuando su móvil empezó a sonar.

“Ugh…” El sonido se le escapó tan pronto como vio el número, pero no podía permitirse que siguiera sonando.

Abrió una ventana aérea, la cara taciturna de Bujinsai apareciendo ante él.

“Hola, papá. Lamento mucho que la misión no haya funcionado”.

Incluso Eishirou estaba impresionado por lo casual que era capaz de hablar, dada la situación.

“Silencio. ¿Sabes cuánto daño nos has hecho a nosotros, a nuestro nombre?” A juzgar por su tono, su padre estaba claramente de mal humor, pero no había señales de que hubiera recibido una paliza a manos de Ayato.

“¿Qué es todo esto? No tengo ni idea de lo que estás diciendo…”, respondió Eishirou, haciéndose el tonto.

“¿Por dónde quieres que empiece…? Lo que más me molesta es que le diste la ubicación de Eika a la chica de Jie Long”.

Parecía que su padre lo sabía todo.

Eishirou había enviado a Alema todo lo que tenía sobre las posiciones de los Yabuki, incluyendo el paradero de Eika y de los otros sanadores.

“Una cosa es desafiarme, pero delatar a tu hermana así… Mi repugnancia por ti va más allá de las palabras.”

“Pero no estaban muy mal heridos, ¿verdad?”

Alema ya había sido gravemente herida. No importa lo débiles que sean los sanadores del clan a la hora de luchar por sí mismos, lo peor que Alema podría haberles hecho habría sido dejarlos inconscientes en un ataque sorpresa.

“Sin embargo, es imperdonable. De acuerdo con las reglas del clan, debería ir allí y cortarte la cabeza ahora mismo…”, dijo, poniendo una cara amarga. “Pero desafortunadamente, nuestros empleadores parecen estar muy contentos con tu trabajo.”

“¿Eh…?”

Las palabras de su padre salieron de la nada.

“¿Galaxy? ¿Conmigo?”

“Así que no podemos tocarte. Pero no pienses nunca más en volver a casa”.

No tenía ningún deseo de hacerlo en primer lugar, así que eso no sería un problema.

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“Muy bien. Lo grabaré en mi corazón”.

“…¡Hmph!” Bujinsai continuó mirándole fijamente, hasta que, finalmente, la ventana aérea se cerró.

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Eishirou se sentó allí en un desconcertante silencio. La satisfacción de Galaxy con él era incomprensible.

En vez de castigar a un peón que se había vuelto contra sus amos, le habían salvado el pellejo.

Permaneció así durante mucho tiempo, pensando por qué podrían haber hecho eso por él, pero sin importar cómo tratara de abordar el problema, no podía encontrar ni siquiera una respuesta lógica.

Sólo había una posibilidad, pero no tenía sentido.

“No, eso no puede estar bien…”

No importa cuánto le haya preocupado la seguridad de su hija, uno de los más altos ejecutivos de Galaxy no llegaría tan lejos. Iba en contra de todo lo que la posición exigía.

“…Oh bien. Supongo que será mejor que regrese”, murmuró, sacando el pensamiento de su mente mientras saltaba desde las copas de los árboles.

***

 

 

“…Sí, sí, ¡eso es evidente! Tú también deberías hacer lo mejor que puedas y asegurarte de llegar a la final”, dijo una voz que resonó desde el exterior de la sala.

Al poco tiempo, Laetitia abrió la puerta por completo, volviendo a la oficina con una expresión de extraña satisfacción.

Hasta tarareaba para sí misma.

“Pareces contenta, Laetitia. ¿Buenas noticias?” preguntó Ernest.

Sorprendida, Laetitia, con el rostro rojo como una manzana madura, agitó la cabeza de un lado a otro. “¡No es nada! ¡Realmente!”

“…ya veo. Bueno, en cualquier caso, el furor que rodea a la señorita Enfield parece haberse resuelto. Sinodomius ha confirmado que Nights ha dejado la ciudad.” Ernest la miró con una leve sonrisa, uniendo sus manos y cruzando los dedos.

“O-oh, ¿en serio? Es bueno oír eso”.

“Entiendo que sus heridas no son muy serias, ¿entonces?”

“Fue atendida por un sanador, así que no hay necesidad de preocuparse por eso… ¡Ah!”

Ernest trató de reprimir su alegría por haberle sonsacado tan fácilmente la información. “No hay necesidad de ocultar el hecho de que has estado en contacto con ella. Supongo que no dijiste nada que no debieras haber dicho”.

Laetitia no era tan tonta. Comprendió que las comunicaciones regulares podían ser escuchadas por Sinodomius, y no habría dicho nada que pudiera ser usado en su contra.

“Por supuesto que no…”, murmuró, las palabras tan apagadas que eran casi incomprensibles.

Parecía, más que nada, avergonzada.

“Ah, y el combate de mañana, bueno, el de hoy, supongo. De todos modos, parece que ya hemos ganado nuestro combate de semifinales por defecto.”

“Oh… ya veo.”

“No había nada que hacer, dada la situación. El Comité Ejecutivo debe haberlo tomado como último recurso… Afortunadamente para nosotros, ahora podremos entrar a la Final en perfectas condiciones. Me pregunto sobre nuestros oponentes, sin embargo…”


“…”

Laetitia absorbió sus palabras en silencio, su expresión grave.

Puede que hayan superado este incidente, pero los próximos oponentes del Equipo Enfield eran increíblemente poderosos.

“Hay muchas posibilidades de que sea el Equipo Dragón Amarillo el que nos enfrentemos en la final. Eso es lo que sugieren las probabilidades”.

El Equipo Dragón Amarillo de Jie Long era prácticamente la antítesis completa del Equipo Lancelot de Ernest y Laetitia. Puede ser una variedad increíblemente poderosa de luchadores, centrada alrededor de Xiaohui Wu, el famoso Hagun Seikun, pero por la forma en que Ernest los veía, estaban completamente desprovistos de encanto. No podía ver nada interesante en ninguno de ellos.

“En cuanto a mí, preferiría que el equipo Enfield sobreviviera.”

“¡Por supuesto que lo harán!” Contestó con confianza Laetitia. “¡Lo lograrán! ¡Estoy segura de ello!”

“Laetitia…” Aunque algo sorprendido por su seguridad, Ernest asintió con la cabeza. “Sí, tienes razón. Estaré deseando que lo haga”.

En cualquier caso, mañana a esta hora lo sabrán con seguridad.

Ernesto apretó sus dedos unidos, como para encender las llamas que ardían en su interior.

***

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“Sí, bien hecho. Ha salido de maravilla, Alema dijo alegremente Xinglou, sus pequeñas piernas temblando vertiginosamente desde lo alto de su enorme silla. “Gracias a ti, el combate de mañana será muy divertido.”

Estaban en la sala de audiencias de Xinglou en el Séptimo Instituto Jie Long.

“…NO ESTOY MUY ORGULLOSA DE ELLO.” Alema, su cuerpo cubierto de vendas, dio un suspiro lamentable.

Había conseguido sus objetivos, pero Bujinsai la había derrotado. Y lo que es más, la había dejado en su estado actual.

“Vamos, vamos, no te lo tomes a pecho. Te dije que sus técnicas de Marea Vacía serían una molestia, ¿no? Incluso entre mis discípulos, probablemente sólo Xiaohui y Fuyuka podrían hacer algo al respecto”.

“¿ESTÁ BIEN LLAMAR A FUYUKA TU DISCÍPULA? ELLA ES SÓLO UNA INVITADA AQUÍ.”

“Ella se ve a sí misma de esa manera, así que no me importa”, dijo Xinglou con una risa seca.

Alema miró asombrada a Xinglou, antes de recordar repentinamente algo que Bujinsai le había dicho.

“BIEN, ESCUCHÉ ALGO ANTES.”

“¿Oh?”

“¿ES CIERTO QUE NO ERES NI LA MITAD DE FUERTE DE LO QUE SOLÍAS SER?”

Ante esto, Xinglou sonrió ampliamente. “Oh, ¿la cabeza del Yabuki dijo eso?”

“AUNQUE NO SÉ SI REALMENTE LE CREO.”

Por supuesto, todo sería mucho más interesante si fuera cierto.

Sin embargo, a pesar de haber visto por sí misma sólo un fragmento de la verdadera fuerza de Xinglou, no se atrevía a creerle plenamente.

“Veamos, supongo que tiene razón a medias”.

“¿MEDIAS?”

“En mi cuerpo actual, probablemente sólo soy el treinta o cuarenta por ciento de lo que era durante mi apogeo, al menos en lo que respecta a las artes marciales. Sin embargo, mis habilidades y técnicas son un asunto diferente. y mi poder y precisión van más allá de todo lo que he tenido antes”.

“…YO VEO.”

Aunque finalmente pudo creerlo, Alema se encontró con que recordaba lo poderosa que era la joven sentada frente a ella.

Las dos se habían peleado innumerables veces, pero Alema no la había visto usar esas técnicas ni una sola vez.

“¡AH, ME ESTÁ BOMBEANDO LA SANGRE CON SÓLO PENSAR EN ELLO…!”

“Oh-ho, nunca cambias.” Xinglou asintió de satisfacción antes de aplaudir. “Sí, eso es todo. ¿Te muestro algo como recompensa por tu buen trabajo?”

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“OH, ¿COMO QUÉ?”

“Un pequeño plan en el que estoy trabajando para el Lindvolus. Si las cosas salen bien, tal vez te deje entrar”. Xinglou le hizo una seña para que se acercara. “Verás…”

“HEH-HEH…” Al escucharla, Alema sonrió incontrolablemente. “¡INCREÍBLE! “¡ESO SUENA INCREÍBLE!”

“¿No es justo? Ya he seleccionado a varias personas para ello. Bueno, no harán nada hasta el año nuevo”.

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“HA-HA! ¡NO PUEDO ESPERAR!” Alema apretó las manos.

“Ah, pero debo advertirte. No se lo digas a Hufeng. Si se enterara, no se detendría ante nada para ponerle fin”.

“¡LO TENGO!”

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En ese momento

“Maestra, hay algo de lo que quiero hablar…. Oh. ¿Ha pasado algo?” Hufeng, habiendo entrado en la habitación sin anunciarse, miró hacia delante y hacia atrás entre las dos, confundido.

“No, nada de qué preocuparse”, contestó Xinglou. “Entonces…. ¿Qué es?”

Ante esto, Hufeng puso su puño derecho en su palma izquierda en un gesto de reverencia.

“¡Quiero tu permiso para usar ese Orga Lux en la semifinal de mañana!”

Gakusen Toshi Asterisk Volumen 9 Epilogo Novela Ligera

 

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-FIN DEL VOLUMEN 9-

 

Gakusen Toshi Asterisk Volumen 9 Epilogo Novela Ligera

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