Assassins Pride (NL)

Volumen 3

Lección 08: Danza de Violín

Parte 5

–En ese caso, ¿Qué tal esto? ¡¡Saborea el espectáculo del <Mal Completamente Puro>!!

Cuando chasqueo sus dedos, el paisaje de los alrededores cambio una vez más. Llamas coloridas y relucientes y una pared humedecida apareció en el campo de visión de Kufa, parecia algo un campo de juegos gigantesco instalado para que los gigantes jugaran—y entonces, también había un numero de espantosas herramientas de tortura que fueron llevadas para ellos.

Al estilo de un apostador, el payaso jalo una palanca con su mano.

–¡Comienza el juego!

Una cinta transportadora giro a gran velocidad debajo de los pies de Kufa. Sin darle tiempo de resistirse, fue arrojado hacia el aire y mientras su largo abrigo se agitaba, cayo hacia abajo. Ese campo de juegos estaba rodeado por una pared circular y estaba rodeado por una profunda zanja, excepto por la gigantesca ruleta en su centro.

Debajo de la zanja, miles de <Ejércitos de Muertos> estaban a la espera de un sacrificio vivo.

Al verlas directamente, eran Muñecas Cadáveres. Habían creado una armada que no tenía ego ni miedo, cosiendo con hilo partes de hombre y mujeres, ancianos y niños. No tenían armas, pero su número era grande. Envainando su Katana en medio del aire, Kufa caía hacia una oleada de cadáveres, y sin tiempo para respirar, fue arrastrado al remolino.

–¡Kufa-sensei!

Dentro de las chicas que fueron arrastradas al mismo mundo, el hada de cuarzo negro lo llamo desde el acantilado.

–Esos soldados son el poder de la villana llamada la <Bruja del Páramo>, el método de derrotarlos—

Antes de que terminara de hablar, una decena de Muñecas Cadáveres fueron mandadas a volar hacia el lado exterior. Oscilando su Katana en el centro, Kufa declaro como si nada hubiera pasado incluso mientras goteaba sangre desde su mejilla.

–Es una pena, Mule-sama. Ya que desde mi niñez nunca estuve muy familiarizado con los cuentos de hadas…

Solo los masacrare. Dando a entender eso con sus palabras, el joven oscilo su espada con más fluidez que el agua.

Al mismo tiempo, un sinnúmero de pequeñas cuchillas creadas con su <Mana> danzaron por el aire como si adoptaran una formación. Justo como una ventisca de pétalos, o posiblemente una caótica danza de cristales. Envuelto en una intención asesina incuantificable, él dijo.

–¡¡<Arte de las Mil Espadas>—<Flor Absoluta>!!

Dando un paso adelante, los destellos de espada estallaron como una tormenta. Siguiendo la oscilación de su Katana negra, un vendaval de pequeñas hojas estallo con un segundo de retraso. Las finas llamas azules invadieron el grupo de Muñecas Cadáveres, destrozando y mandando a volar a sus enemigos. Tenía un amplio alcance y un alto poder destructivo.

–Hou…

Desde su posición de Repartidor, el hombre con la máscara de payaso descendió de un salto hacia la ruleta. Siendo dejadas de lado, las tres hijas de los Duques que ya no tenían espacio extra como para interferir, miraron fijamente la batalla a muerte.

Siguiendo las ordenes de su amo, las Muñecas Cadáveres saltaron hacia su objetivo sin descanso desde todas las direcciones. En el centro, el joven con sombrero de copa dejaba danzar su Katana sin dar ni un instante de espacio. La densa ola de llamas azules que tenían a su alrededor cortaba el espacio. Era una combinación de ataque y defensa.

–Ya veo, converges en finas cuchillas el <Mana> que liberaste en gran cantidad fuera de tu cuerpo, formando un sistema de contraataque que se mueve en conjunto con tu Katana, ¿Eh? Si alguien queda atrapado en eso, será aniquilado de inmediato.

Pero. Al mismo tiempo que el payaso murmuraba, Kufa quien luchaba furiosamente contra las Muñecas Cadáveres, pateo el piso en ese instante. Subiendo por los escasos peldaños con una habilidad motriz asombrosa, apunto a la cima del acantilado.

Las muñecas lo persiguieron con una tenacidad terrible. Corriendo con todas sus fuerzas, persiguieron a un oponente que estaba a una altura que no deberían alcanzar, estrellándose contra sus aliados que venían desde el lado opuesto. Las muñecas que siguieron los aplastaron. Justo después de haberse vuelto una sola masa aplastando la carne podrida de una horda tras otra, las muñecas que le siguieron corrieron por ese escalafón.

Como para recuperar el tiempo que habían perdido, la torre de cadáveres ascendió al cielo en un abrir y cerrar.

Justo cuando Kufa dudaba en donde pisar a continuación, la muñeca número cien finalmente alcanzo su espalda. Cuando la derribo de un codazo, una segunda se abalanzo sobre él. Mientras la mandaba a volar con una patada frontal, una tercer y cuarta lo atacaron.

–Ciertamente tienes Habilidades de Asalto bien establecidas. Pero aun así careces de dos puntos importantes. El hombre con la máscara de payaso había estado esperando <ese instante> como un ave de rapiña.

Usando como andamio incluso a las muñecas que venían persiguiéndolo, Kufa subió aún más alto. Con sus patadas y cortes, la sangre salpicaba por el aire rítmicamente. Una muñeca agarro su pierna justo después de que su rostro fuese aplastado y en el momento que la postura del joven se derrumbó, la siguiente salto hacia él, aferrándose la Katana negra que se incrustaba en su piel. Tan pronto como la resistencia de su oponente se debilito, una segunda y una tercera se apiñaron.

En ese instante, el payaso pateo el suelo y cargo como una flecha.

–¡Primer punto faltante! ¡¡Tu gran consumo de <Mana>!!

Su puño como una bala golpeo el indefenso pecho del joven. El impacto lo atravesó junto con un estruendo. El hombre de la máscara de payaso mostro una sonrisa maligna debajo de su máscara mientras veía distorsionarse el hermoso rostro del joven.

–¡Si liberas <Mana> hasta ese punto, innegablemente el consumo también será violento! ¡Y entonces tu segundo punto faltante!

A continuación, un segundo y tercer ataque fueron absorbidos por el torso del joven mientras dejaban imágenes residuales. Los golpes continuos resonaron.

–¡¡Esa es una <espada de doble filo>!! Es cierto que tu capacidad de ataque se eleva de un salto. ¡Pero al mismo tiempo el <Mana> que protege tu cuerpo también se adelgaza continuamente! ¿Qué tal? ¡Es efectivo! Es efectivo, ¿¡No es asi!?

Los golpes continuos impactaron el cuerpo de Kufa. Los puños de hierro de <Aquel que Supera Miles de Millas> mientras eran envueltos en un <Mana> a alta presión, quemándolo ininterrumpidamente. Un golpe instantáneamente y aplastante

El último ataque perforo profundamente en el centro de su pecho y sangre broto desde los labios del joven debido al impacto del golpe.

–¡¡Ahahahahaha!! Tus órganos internos se destruyeron, ¿¡¡No es asi!!?

Al mismo tiempo, un dolor intenso broto desde el brazo derecho del hombre con la máscara de payaso.

Su brazo extendido se había torcido extrañamente en dos lugares. El joven, con su mano izquierda y su mano derecha que había soltado su arma, lo había golpeado con el dorso de su mano a una velocidad divina. El dolor que corrió por sus nervios lo hizo apretar su voz.

–¡Tu arma, sin vacilar…!

Sin darle tiempo para gemir de dolor, dos <serpientes> se acercaron a su garganta. Eran los brazos que el joven extendió fluidamente. Frente a sus manos cruzadas, sus garras que se erguían como colmillos gimieron—

*¡¡Shaba!!*

Justo antes de que perforaran su piel, el payaso arrojo hacia atrás la parte superior de su cuerpo con dificultad. Pateando instintivamente le hombro de una Muñeca Cadáver, inmediatamente escapo hacia la ruleta.

–¡¡Te matare sin ninguna duda…!!

Siendo consciente de la <muerte> que paso frente a sus ojos, un helado escalofrio corrio por la espalda del hombre.

Los ojos del hombre se abrieron de asombro debajo de su máscara de payaso debido a que el enemigo inmediatamente lo persiguió con una velocidad divina trayendo tras de sí el rebaño de Muñecas Cadáveres, y aun sin su Katana negra.

–¿¡Que puedes hacer desarma—!?

Antes de que pudiera terminar sus palabras, la sombra del joven paso corriendo por su lado. Usando su mano derecha que no sostenia nada como una espada y oscilándola con toda su fuerza, el joven murmuro con sus labios desbordado sangre.

–No subestimes, a la Clase <Samurái>.

Justo después, una oleada de llamas se extendió hacia adelante como si persiguiera las pisadas del joven. Los cientos de miles de cuchillas grandes y pequeñas se volvieron un gran torrente y se tragaron desde el frente al hombre de esmoquin con la máscara de payaso.

–Higi… ¿¡Higyaaaaaaaaaaaaaaa—!?

En términos de tiempo, solo fueron milésimas de segundo. Sin embargo, el enjambre de chuchillas masacró todo el cuerpo del enmascarado en ese tiempo.

Cada una de las cuchillas ocultaba un poder destructivo fatal. Desde la parte superior de su cabeza hasta sus pies, cortaron al enemigo sin excepción, dejando su esmoquin en pedazos y mandándolo a volar por el aire.

El enjambre de filosas estrellas fugaces corrieron a través del enemigo, y regresaron a las manos Kufa mientras iluminaban el vacío.

Con todo su cuerpo hecho jirones, los pies del enmascarado temblaban como una marioneta con sus engranes rotos. Cuando pareció que su mandíbula convulsionante se dirigía hacia el techo—su cuerpo fue destrozado.

Desde las secciones cortadas, cayo el cadáver de un insecto negro.

–¿Cambio de cuerpo…?

–No, sin duda es tu victoria.

La chica de cuarzo negro que se acercaba con pasos torpes le dijo eso. El cadáver del insecto que salió desde el brazo del hombre con mascara de payaso, se volvió un lodo negro y tiñó la superficie del suelo.

–Ese hombre dio la bienvenida como un villano en este mundo de cuentos, y sin duda fue expulsado hacia fuera del libro. Seguramente sufrió un golpe bastante duro, no hay error en eso.

Como evidencia de sus palabras, otra vez ocurrió un cambio en el paisaje circundante. El campo de juegos teñido de sangre junto con las desagradables Muñecas Cadáveres desapareció del otro lado de la niebla y después de que Kufa parpadeara algunas veces, nuevamente estaban en medio del solitario tribunal rodeados por los setos de rosas.

–Parece que regresamos, al jardín del rey de corazones…

Las rodillas del hada de cuarzo negro se doblaron, y Kufa inmediatamente la abrazo delicadamente.

–¿Estás bien, Señorita La Mor?

Mientras se inclinaba en el pecho del joven, Mule se ruborizo de forma poco común.

–Nunca pensé que algún día estaría siendo cuidada…

En ese momento, un grito de dolor resonó en el jardín lleno de tranquilidad.

–¡Lita!

Levantando sus miradas antes ese grito, Kufa y Mule rápidamente se dirigieron hacia el dueño de la voz.

Kufa y las cuatro hijas de los Duques parecían ser los únicos que quedaban en este mundo. El joven con sombrero de copa y la chica en traje de gato corrieron hacia el soldado naipe y la chica conejo blanco. La chica con vestido azul con delantal dormía profundamente en sus brazos.

Tras llegar corriendo y arrodillarse, Kufa observo el rostro dormido de su amada Maestra.

–¿Qué sucede…? ¿Qué le ocurre a Melida Ojou-sama?

Las miradas de todos se reunieron en Mule quien estaba sentada en el lado opuesto. Ella respondió como si cantara.

–Está sufriendo por la maldición que ese villano forzó en ella. Es una maldición poderosa, que debe ser deshecha por propia voluntad. Se dice que su efecto hará que duerma eternamente, en un muy muy profundo sueño…

–No puede ser… ¿No hay algún método para disipar la maldición?

–Relájate, no hay necesidad de entrar en pánico, en lo cuentos un final feliz siempre está preparado. Solo hay un método para despertar a la princesa durmiente. Una magia que existe desde la antigüedad—<el beso del amor verdadero>.

Todos tragaron saliva nerviosamente. Mule pareciendo retomar su actitud de siempre, sonriendo encantadoramente.

–Por el beso de aquel a quien ama desde el fondo de su corazón, podrá ser despertada de su maldición eterna.

Pareciendo entenderlo bien, Elise asintió varias veces y con el pañuelo que saco desde su bolsillo limpio sus propios labios. Mientras humedecía sus hermosos labios rosas con su lengua, se ruborizo.

–Finalmente llego el momento de ofrecerle mi primera vez. ¡Lita, acéptalo…!—*Nchu~*

Como si fuera obvio, Mule empujo la frente de Elise quien rápidamente intento fruncir sus labios. Siendo observada por una decepcionada mirada helada, sonrió en respuesta.

–Ara, no puedes. Después de todo, sin importar el tiempo y el lugar, ese es el rol del príncipe-sama.

–¿Y-Yo…?

La doncella de cuarzo negro miro tentativamente a Kufa quien estaba ligeramente incómodo.

–Ara, ¿Eso significa que en algún lugar hay alguien que piense más en ella que tú?

–Pero…

Cuando miro alrededor como pidiendo ayuda, sus ojos se encontraron con la chica de color sakura. Salacha cubrió su rostro con ambas manos, sin embargo, desde el espacio de sus dedos ligeramente abiertos miraba fijamente la crucial escena.

–Y-Yo, este… ¡Todas guardaremos silencio después de todo…!

–…

Sintió que no tenía elección, o, mejor dicho, tenía la sensación de ser empujado y obligado a ser el centro de atención. Incluso mientras murmuraba, “No se puede hacer nada. Vamos a tolerarlo como un beso de castigo”, Elise le entrego a la princesa dormida.

Recibiendo a Melida quien dormía indefensamente en medio de sus brazos, miradas con ardiente expectación lo rodearon desde tres direcciones.

Es por esto que si las criaturas llamadas chicas se reúnen en más de dos—

Junto con esos pensamientos mezclados con resignación, Kufa bajo su mirada determinándose.

Al menos solo el hecho de no ser visto por otros es una salvación. Mientras se engañaba de esa manera—

Kufa acerco lentamente su rostro hacia Melida a quien abrazaba como a algo frágil.

–Para que mis labios derritan el hielo eterno…

Ese susurro rosó los labios de la chica, y finalmente superponiéndose con los del chico—

–“ “ “¡Kyaaa!” ” ”

Los gritos de las inocentes chicas resonaron como campanas de buena fortuna.

***

En las ruinas a las que ya nadie visitaba, se escucho una voz similar a rasgar seda.

Eran los gritos de un hombre llenos de dolor y rabia. La fuente era una de las puertas que se alineaban en un largo pasillo. En la sala de mediacion con un escritorio destruido y documentos dispersos, un hombre vistiendo un esmoquin rodaba por el piso.

–¡Maldición! ¡Maldición! ¡¡Duele, duelo, esto duele!!

Se revolvió el cabello pareciendo no poder soportarlo y golpeo la parte posterior de su cabeza en el piso. En el momento en que termino boca abajo, la máscara se rompió en dos y cayo de su rostro.

De debajo de la máscara quedo expuesto el verdadero y grotesco rostro de un hombre joven con su cabello peinado con aceite.

Era el hombre que se había llamado la elite perteneciente a la Legión Crest que se desempeñaba caballero acompañante de Felgus Angel en la academia para chicas Saint Frideswide—Bijou.

Siendo menos que una sombra de su yo anterior, agitaba sus manos y pies en el piso ensuciando su esmoquin de alta calidad.

–¡M-Mi brazo está roto…! ¡¡La sangre se está derramando desde dentro de mi cuerpo…!!

–Todo está bien, no tienes ninguna herida.

Un hermoso y elegante hombre sentado en una vieja silla le dijo eso como para persuadirlo. Era Serge Shicksal vistiendo un elegante abrigo con una atmosfera parecida a un viento primaveral.

–Ya que encontraste la muerte, seguramente duele. Pero, deberías pensar Que eres afortunado ya que ocurrió en el <Cuento Ilusorio de Walter>. Todo es ficción, puede resolverse con esa simple palabra.

Su voz tranquilizadora no llego a los oídos del actual Bijou. Saltaba alrededor del piso como una langosta, y al mismo tiempo gritaba como si quisiera romper su garganta como para camuflar su dolor mortal.

–¡Soy de la Legión Crest! ¡Incluso albergo el poder <El Mal Completamente Puro>! ¡¡No es lógico que haya perdido ante un caballero inferior de un Gremio de clase baja!! ¿¡¡Quién demonios es ese sujeto!!?

–Tal vez sea el <Dios de la Muerte de la Noche Blanca>.

–¿¡D-De ese legendario Gremio oscuro…!?

Su voz lo traiciono y levantándose como si revotara en un instante, Bijou se acercó a la espalda de su Amo.

–¿¡Por qué un asesino del Gremio Jack Raven es el instructor privado de la chica sin talento…!?

–Bueno… estoy profundamente interesado en varias cosas. En la inesperada verdadera fuerza y determinación de la chica sin talento. El talento de ese tutor privado y el trasfondo que oculta… la estrategia de esta vez podría consideraría un fracaso. Parece que hay mucho por investigar antes dar el siguiente movimiento…

Resoplando ásperamente, Bijou rodeo hacia el frente de los ojos de su amo quien murmuraba para sí mismo.

–¡Shicksal-sama, déjeme la siguiente misión! Si es por el bien de hacer caer a ese caballero inferior—¡Incluso eliminare a la Legión Crest si es necesario! ¡¡Planeo consagrar mi vida a <Operación>!!

Como si finalmente lo notara, Shicksal miro hacia arriba el rostro manchado de aceite de su subordinado.

–¿En serio? En realidad, hay una tarea importante para ti.

Antes de que Bijou pudiera responder “¿¡Cual es!?”, todo el aire salió de sus pulmones y algo que fluyo en reversa por su vía respiratoria salió expulsado de su boca.

–¿Uh…? ¿Eh?

Una voz aturdida se derramo desde su boca manchada de sangre. Mirando el rostro sonriente del Duque con sus ojos vacíos, Bijou bajo su mirada hacia su tambaleante cuerpo y entonces lo vio.

En su abdomen sobresalía el hermoso y cruel mango de una Lanza.

–¿Ah…? ¿Ah?

Un cumulo rojizo se derramo de sus labios que gemían repetidamente. Shicksal retiro casualmente el largo mango que estaba empujando con una mano y sin un segundo de retraso, barrio los pies de su subordinado.

Apuntando la punta de su Lanza a la parte baja izquierda de la espalda de Bijou quien estaba tumbado boca abajo—lo apuñalo.

Un sonido embotado resonó por el pasillo y gotas de sangre se esparcieron por la pared desprovistas de pintura.

Mientras manchaba el piso con los líquidos que brotaban desde su propio cuerpo, Bijou gimió entrecortadamente.

–… ¿A-Amo……? D-Duele… porque… yo…*¡Cough!*

–Oh, Bijou. No hay amigos tan sinceros como tú. Cuando pienso que esta es la última vez que nos veremos, me siento solo.

Mientras todavía clavaba el cuerpo del joven al suelo, el hermoso Duque lentamente cubría su espalda. Acercando sus labios a su oído que temblaba espasmódicamente, le susurró con una dulce voz.

–Pero, como dije hace un momento, la estrategia de <Operación> de esta vez fracaso. Por eso, alguien debe cargar con esa culpa. Pero, aún tengo cosas que debo hacer—Asi que, Bijou, en mi remplazo quiero que cargos con ese crimen. Te hiciste llamar el padre de Melida Angel arbitrariamente y creaste un gran alboroto en la sociedad. ¿Puedes aceptar hacer eso?

–… da… por… a… Le, gion…est…

–¡Si, genial! Eres tan amable, Bijou.

Justo después, la noble mano que agarraba firmemente la Lanza dio un agudo giro— Los débiles gemidos que resonaban en el pasillo en ruinas desaparecieron.