Assassins Pride (NL)

Volumen 3

Lección 03: El Pequeño Demonio De Plumas Blancas

Parte 1

 

 

–Lamento haberte hecho esperar, su excelencia el Duque.

En el instante en que entro en la habitación, Kufa sintió que el aire se tensaba.





Era la habitación de recepción de la torre escolar. La monja que actuaba como recepcionista estaba ocultándose tras la espalda de Kufa y detrás de ella, por alguna razón, también estaba la figura de Rosetti Pricket quien había terminado acompañándolo.

El hombre que estaba cruzado de brazos en el sofá de piel levantó su cabeza lentamente ante el sonido de la puerta.

–Tú, eres el tutor privado de Melida…

–Pertenezco al Gremio, mi nombre es Kufa Vampir.

No pudo especificar el nombre de su Unidad, pero Kufa hizo un saludo con una conducta perfecta como siempre. Felgus Angel, con un “Fumu”, llevo su dedo hacia su mentón.

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–Vampir… es un nombre de Casa que no he escuchado.

–¡B-Bueno, por favor siéntate! ¡Ahora, les traeré té!

La monja dijo como mediadora y le sugirió el sofá a Kufa. Sentándose frente a frente con Felgus, Rosetti se posiciono detrás de Kufa, prácticamente como si fuese su seguidor.

Detrás de Felgus también había dos caballeros. Un hombre joven con un largo cabello peinado con aceite y con un uniforme militar excesivamente decorado. Y en contraste, una mujer con anteojos que vestía un traje completo de manera ejemplar. Sus ropas color blanco puro eran las usadas por el pináculo del Gremio, la Legión Crest.

El hombre, al ver el color del uniforme militar de Kufa, torció sus labios mostrando su superioridad. Su compañera le amonesto con su mirada. En otras palabras, eran los senpais originales de Rosetti. Tal vez porque recordó las circunstancias que la enviaron hacia esta ciudad, sus hombros se encogieron.

Mientras la monja los vigilaba con angustia, el Duke Felgus abrió la boca.

–… ¿Qué ocurrió con Melida y la directora Bramanger?

–Lo lamento mucho. Ojou-sama y las demás ahora están afrontando la Prueba de Acreditación de Bibliotecario de <Bibliagoth>.

–¿Melida de primer año en la prueba de acreditación?—Ah, es así.

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Felgus asintió una vez pareciendo comprender. Siendo su padre, seguramente había llegado a sus oídos el hecho de que Melida participo como candidata en la Batalla de Selección de la <Luna Lumiére> de este año.

A manera de discernir la información de fondo, Felgus sacudió la cabeza varias veces.

–La directora también parece estar pasando dificultades. Al parecer vine en un mal momento, ¿Eh?

–¡Di-Discúlpanos, Duque-sama! ¡A pesar de que está ocupado por los asuntos militares…!

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–No, tambien es mi error. Estuve mal en venir sin comunicarme de antemano.

Mientras le respondía con generosidad a la monja que se encogió de miedo, el Duke se hundió profundamente en el sofá.

–Si es así, me pregunto si estaría bien que espere aquí por un tiempo. Si están participando solo en nombre, deberían regresar pronto—

–Si me disculpas, su excelencia. Ojou-sama no regresara simplemente así. Cuando Kufa dijo eso claramente, los parpados de Felgus se abrieron.

–… ¿Qué quieres decir?

–Significa que no están participando solo de nombre. Melida Ojou-sama y su prima Elise-sama actualmente están explorando el laberinto <Bibliagoth> seriamente con la intención de obtener la acreditacion como bibliotecarias del laberinto.

El hombre de la Legion Crest silbo y la mujer abrió ampliamente sus ojos detras de sus anteojos. Y entonces, Felgus hablo con sentimientos endurecidos despiadadamente.

–¿Esa fue tu instrucción? ¿Por qué Melida participa en una prueba como esa a pesar de ser de primer año?

–No hay error en que fue mi recomendación. Y naturalmente, es verdad que para alguien de primer año de la academia sería algo difícil, pero si es la fuerza de Ojou-sama, anticipo que la prueba de clase 6, podría ser superada sin ninguna dificultad.

–No, algo como la acreditación de bibliotecario del laberinto no es necesario para Melida. Ahora, tráela de regreso inmediatamente.

Ante esas palabras dichas rápidamente, Kufa frunció el ceño.

–No es necesario, ¿dice?

–Melida no se unirá al Gremio. Hoy vine a hablar de eso.

Felgus saco un sobre desde dentro de su manto y se lo entrego a Kufa.

–¿Esto es?

–Es la notificación del retiro de Melida de la academia.

La monja y Rosetti contuvieron la respiración y Kufa amplio ligeramente sus ojos. Felgus se cruzó de brazos con movimientos autoritarios y dijo con un tono pesado.

–Este año retirare a Melida desde Saint Frideswide. Llevándola de regreso a la mansión principal y asignándole un tutor diferente. Gracias por tu esfuerzo hasta ahora, Vampir-kun.

–Espera, Felgus-sama.

Sin un momento de retraso, Kufa persistió. Con un ímpetu medio desesperado, puso emoción en su voz.

–Ya debería saberlo, pero Melida Ojou-sama finalmente obtuvo su anhelado <Mana>. ¿Por qué ahora le cierra su camino?

–Escuche lo ocurrido en la reunión.

Como era de esperar, Kufa tampoco pudo evitar quedar sin palabras. El Duke sacudió la cabeza pareciendo lamentarse y continuo.

–Es una situación aterradora. Sabía que, si esa chica aparecia frente a las personas, solo añadiría material para que las personas maliciosas tomaran ventaja. Es imposible que no lo reconozca, esto fue mi error. Yo, no debi haber dejado que esa chica—esa <Chica sin talento> que no poseía <Mana>, ingresara a una escuela de formación de <Usuarios de Mana>.

Kufa, movilizando toda su experiencia de vida de 17 años, busco las palabras que pudieran hacerlo cambiar de opinión. Pero, sin importar cuando corría alrededor del laberinto de sus pensamientos, lo único que salió desde su boca fue una simple suplica.

–Su excelencia, por favor piénsalo nuevamente. Pospóngalo por un tiempo. Por lo menos por un año, si nos da el tiempo, sin falta podremos mostrarle resultados que te dejaran a satisfecho—

–Ese no es el problema. … También lo sabes ¿No es así?

Naturalmente lo sabía. Lo que él deseaba como padre, no eran los <logros de su hija>.

Por el bien de solidificar la posición de la casa Angel—seguramente quería aislar del mundo a Melida quien normalmente se volvería el núcleo de los disturbios. Y en el caso de que realmente la llevaran de regreso a la mansión principal de los Angel, el futuro que le esperaría a Melida después de eso sería un encarcelamiento en el infierno cerrado como otro mundo.

Eso claramente era diferente con la manera de vivir que su sublime alma deseaba.

Kufa apretó su puño sobre su rodilla. Justo como cuando dejo de lado su propia misión, el proteger el brillo de esa chica de cabello dorado que respetaba también era su orgullo como asesino que había grabado en su corazón.

Kufa tomo aire una vez más y lentamente lo dejo escapar.

–Su excelencia el Duque, ¿Sabe cuál es el objetivo de Melida Ojou-sama como <Usuaria de Mana>?

–… No. ¿Cuál sería?

–Ingresar a la Legión Crest.

–Pfft.

Quien escupió descortésmente naturalmente no fue Felgus.

Había sido de los que estaban parados detrás de él, el caballero quien justamente ejercía como una elite de la Legión Crest estaba cubriendo su boca como si ya no pudiera soportarlo. La mujer caballero que lo acompañaba, Kufa, y Felgus lo miraron y él les devoción una reverencia con un gesto dramático.

–Mis disculpas, es un resfrió.

*Gohon*.

Aclarándose la garganta, Felgus se redirigió hacia Kufa.

–Al parecer, esa chica está siendo demasiado influenciada por ti. Pareces tener mucha confianza en las posibilidades de Melida, pero, ¿Esa hija mía ha entendido correctamente su propia fuerza?

–Entiendo lo que quieres decir. Su yo actual aun es inmadura… Pero, ¿Cómo cambiara la atmosfera que la rodee dentro de tres años? Siento que posee posibilidades ilimitadas, yo—

Interrumpiéndose allí, Kufa continuó como si el resto fuese mucho más obvio.

–Yo, me enorgullezco de ser quien más comprende a Melida-sama en este mundo. Sintió como si la boca del padre de cabello plateado se curvo en una へ ligeramente.

El silencio se extendió y la madera de la habitación crujió. El Duque, como si regresara en sí, dijo.

–… No pensé que te interpondrías en los asuntos personales de un padre, pero, ¿Quién eres? ¿Por qué apoyas a Melida hasta ese punto?

–Ya que los reglamentos del grupo al que pertenezco lo mandan, solo diré eso.

–¿Dices que puedes proteger a Melida? El verano pasado… es imposible que olvides el asunto de la “Noche de Anillos”. Ya que después de que dijiste “Déjame la investigación” no tuve que hacer nada, pero, ¿Quieres que esté de acuerdo tras un simple informe como ese? ¿Me dices que confié en ti?

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–Solo te queda confiar en mí.

–Entonces no hay nada más que hablar.

Felgus se levantó pareciendo harto y la monja que estaba en una esquina de la habitación comenzó a temblar.


–Entrégale la solicitud de retiro la directora sin ningún error. Y también me disculpo por tomar tu tiempo de esa forma. Tambien diles a las sirvientas de la mansión que preparen su equipaje—

–Espera, Felgus-sama.

Hacia su espalda que intentaba marcharse cansadamente, Kufa lo llamo con determinación.

–Por favor pruébame.

–… ¿Qué?

–Sin importar cual sea la condición. Si lo ordenas, lo cumpliré lo que sea. Y entonces, ese logro será una prueba de confianza para ti. Y entonces al amanecer, de alguna manera reconsidera el asunto de la retirada de Ojou- sama—

Quizás sintiendo la presión sin palabras de su fuerte mirada, el Duque se dio la vuelta hacia él.

–… Aunque completes las condiciones, no significa que cambiare de opinión. ¿Estás bien con eso?

–No hay problema.

–Muy bien.

Felgus, mostrando la mayor emoción de hoy, asintió grandemente varias veces.

–Si llegas hasta ese punto, dejare que me muestres esa resolución tuya. ¡Bijou! ¡Glena! Trajeron sus espadas, ¿No es así? Sean su oponente.

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El hombre y la mujer guardaespaldas que estaban en espera detrás de él reaccionaron con sorpresa. La mujer caballero con cabello corto y anteojos, le aconsejó suavemente de forma inquieta.

–N-Naturalmente estoy lista para el combate en cualquier momento. Pero…

–Esto es una broma, ¿Verdad, Duque? ¿Dices que mi espada sea dirigida hacia un caballero inferior? Con una actitud burlona, el hombre curvo sus labios.

Eso era cierto, solo a la elite elegida se les permitía ingresar a la Legión Crest, eran el grupo más fuerte de todo el ejército de Flandor, esa era la opinión predominante. Sin embargo, en los ojos de Felgus, quien centro directamente su mirada en Kufa, no existían indicios de broma o acoso en lo más mínimo.

–Hare que enfrentes a tres elites de la Legión Crest. Asi es, será un duelo tres contra uno. Si Melida de verdad apunta a ingresar a la Legión Crest, tú, que eres su instructor, naturalmente debes poseer una fuerza superior a eso. ¿O me equivoco?

–¿“Tres”…?

–Esta vez, serán Bijou y Glena a quienes traje conmigo. Y, además, en este lugar debería haber un caballero más perteneciente a la Legión Crest, ¿Cierto?

Las miradas de todos los presentes en la habitación se centraron en una sola persona. La chica de cabello rojo que esperaba detrás de Kufa, estaba claramente confundida ante el desalojo inesperado.

–¿Eh? ¿¡Y-Y-Yo!?

–¿Qué te sorprende tanto? Si no me equivoco, la razón por la que fuiste enviada a esta ciudad fue por el resultado de una misión anterior, ¿No es así?—¿No deseas acortar ese tiempo límite? Por favor, por una vez vuélvete mi espada y danza. ¿No olvidaste tu ambición como miembro de la Legión Crest?

–Err, eso, es así, pero…

La mujer caballero con anteojos centro su mirada sin palabras en Rosetti quien tenía una actitud indiferente y el Duque Felgus Angel, pareciendo extrañado mientras fruncia el ceño.

–¿Cuál es la razón de tus dudas? ¿No quieres regresa al distrito del Rey Santo rápidamente?

Sin esperar una respuesta de Rosetti, Felgus se dio la vuelta. De una manera cortes, le hizo una pregunta a la monja quien había estado completamente ajena a la situación esperando en la esquina de la pared.

–Me disculpo por las molestias, pero, ¿Podrían facilitarnos uno de los campos de practica?

–E-Eso, si por supuesto, si se trata de ti, Duque-sama… creo que no hay problemas especialmente, pero, err… Mientras su mirada vagaba nerviosamente, la monja respondió mientras tartamudeaba varias veces.

–H-Hoy es la prueba de acreditación y, en consecuencia, casi la mayoría de las otras estudiantes están asistiendo a la academia. Ya que muchas chicas están teniendo practica libre en los campos de entrenamiento, será necesario hacer que cedan el lugar… ¡Si, naturalmente se los explicare de inmediato! ¡¡Por favor espere un momento!!

Mientras sacudía su estómago protuberante, la monja salió corriendo nerviosamente de la habitación.

En ese momento, el hombre guardaespaldas que parecia tener un gran orgullo, Bijou, llamo a Felgus quien cruzó sus brazos y cerro sus ojos pareciendo meditar.

–Duque, quiero que escuches algo. La única área en la que soy malo es en “moderar mi fuerza”, la posibilidad de que ese tipo termine siendo incapaz de volver a ejercer como un caballero es…

–No hay problema. No te contengas en tus ataques hasta que reconozca su derrota o pierda la conciencia. Es una orden.

Cielos.

Bijou se encogió de hombros ostentosamente. Una mirada de lastima fue dirigida en su dirección, pero Kufa la dejo pasar con su rostro fresco de siempre.

La otra guardaespaldas de cabello corto y anteojos, Glena, acerco su rostro hacia él.

–… ¿Realmente piensas aceptar?

Preocupada, hablo en voz baja como para no ser escuchada por Felgus.

–En el supuesto de que nos ganes, deberías ingresar a la Legión Crest. Felgus-sama está diciendo que aceptes que es imposible.

–Es por eso mismo.

Kufa, mientras se dirigía hacia el lado opuesto como si fuese el reflejo de Felgus, respondió.

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–Incluyéndote a ti y a su padre, Felgus-sama, todos los que viven en este mundo, nadie cree que Melida Ojou- sama logrará ingresar a la Legión Crest. Para volcar esa percepción, es necesario empujar frente a sus ojos un <milagro que debería ser imposible de alcanzar>.

Kufa movió su mirada y vio a la chica de cabello rojo que aún seguía parada sin moverse.

–Por eso, por favor no te contengas, Rosetti-san.

–… Pero…

Justo después de que Rosetti quien estaba rígida como una piedra dijo eso de alguna manera, la puerta de la habitación fue abierta violentamente.

–¡Kufa-sensei! ¡Rosetti-sensei! ¡¡Es una emergencia!!

Quien entro corriendo era una monja diferente. Hoy era la Prueba de Acreditación de Bibliotecario de <Bibliagoth> y, en consecuencia, la mayoría de las instructoras estaban corriendo y no había suficientes manos.

Las miradas de todos los presentes dentro de la habitación se vertieron sobre ella quien respiraba entrecortadamente, entonces Felgus pregunto como representante.

–¿Qué ocurrió?

–¡Aaah, Duque-sama! ¡Señores caballeros! ¡Por favor ayúdenos! ¡¡No podemos resolver una situación aterradora como esta con solo el personal de Saint Frideswide!!

Ante su estado medio aterrado y juzgando que no era una situación simple, Kufa también inclino su cuerpo hacia adelante.

–¿Qué demonios pasó?

–¡Antes, esto fue enviando a las oficinas de la academia!

Diciendo eso, la monja les entrego lo que a primera vista era un sobre sin nada inusual.

Pero en el instante en que Felgus inspecciono su contenido, Kufa, Rosetti y los dos guardaespaldas también endurecieron su expresión. Dentro, había una tarjeta con un desagradable sello grabado.

–Este sello con una bestia de tres cabezas… ¡¡El gremio Grimhuis!!

–¿Qué hay en el reverso de la carta, Duque?

Todos los presentes dentro de la habitación ya se habían reunido alrededor de Felgus y estaban mirando sus manos. Al voltear la ominosa tarjeta, el Duque comenzó a leer la frase que estaba registrada allí con una voz como el acero.


–… “El deseo lleno al demonio de tres garras. La carta escrita con la sangre de las doncellas seguramente llenara la biblioteca sin límite. No se permitirá que el orujo ardiente del gran árbol interrumpa esto”… es un verso profético, ¿No es así?

Los cuatro caballeros en funciones, incluyendo a Kufa, comprendieron al instante el significado del verso. Sin necesidad de decirlo, la “Biblioteca sin límite” era el gran laberinto <Bibliagoth>. El “orujo”* ardiente del gran árbol”, con la directora Bramanger a la cabeza, apuntaba al grupo de instructoras que dejaron la primera línea. Y entonces, la “carta escrita con sangre”, sin ninguna duda es una metáfora del trágico destino que les espera a las doncellas que se adentraron en el laberinto <Bibliagoth>.

Comprendiendo la situación más rápido que nadie, Kufa levanto la cabeza.

–Las estudiantes—¡¡Las postulantes que se dirigieron a la prueba de acreditación están en peligro!! ¡Por favor contacta inmediatamente a las instructoras guías y regrésenlas a la academia! ¡¡Si es ahora, aun deberían estar en el primer piso del laberinto <Bibliagoth>!!

–¡Eso, es imposible!

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La monja grito así exasperada. Perdiendo su ímpetu, Kufa dijo con una voz atascada.

–Imposible… ¿Dices?

–¡Casi inmediatamente después, el ascensor regreso nuevamente al <Palacio Mundo de Cristal>! Pero, aah, ¿¡Qué significa esto…!?

La hermana se persigno, y alzo una plegaria hacia un dios del cielo que no existía.

–¡No estaban ni las postulantes y ni siquiera la directora Bramanger y las demás! ¡¡Todas, sin excepción, desaparecieron repentinamente!!

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