Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 7

Capítulo 2: Second Score

Parte 9: Esculpiendo la vida

Kousuke decidió hacer una visita rara a la asociación ese día.

“Hiuma estaría feliz de hacer una sesión de práctica conmigo cualquier día de la semana”.

El miembro más antiguo de la Sub Liga de Kansai, Hiuma Kagamizu 3-dan, fue el único miembro de ese grupo con el que Kousuke tuvo alguna conexión aparte de su propia discípula, Ginko.

Hace casi diez años.

Atrás, cuando la Sub Liga tomaría viajes de pernoctación anuales en grupo.

Su discípulo Yaichi participó en un viaje y un miembro veterano de la Sub Liga que tenía cerca de treinta años de edad estaba a punto de despertar al niño para que lo llevara a la tienda de conveniencia para más bocadillos.

Hiuma intervino para protegerlo.

Según la historia, Hiuma se interpuso entre ellos y dijo:

“¡Yaichi Kuzuryu es de Kansai… ¡No, es el tesoro del mundo del Shogi! ¡Iré a comprar lo que desees, por favor no lo despiertes!”

Al escuchar esta historia, Hiuma Kagamizu llamó la atención de Kousuke.

Para un chico de campo que solo pagaba un salario minúsculo, dedicar sus horas de vigilia al entrenamiento de Shogi no era una tarea fácil.

A pesar de que tuvo cuidado de no mimar al joven y de mantener una distancia adecuada, Kousuke encontró formas de ayudarlo. Hiuma, perspectivo, tal como era, lo entendió.

Por lo tanto, Hiuma no podría rechazarlo—— “¡Oh-ho! Veo que todos están trabajando duro”

Dijo Kousuke con toda la fuerza de sus pulmones en el momento en que ingresó a la Sala de Jugadores y vio a todos los miembros de la Sub Liga jugando partidas de práctica.

Los prometedores jugadores no hicieron más que una pausa. Hiuma estaba entre ellos. Aunque le dio a Kousuke un gesto de reconocimiento, cambió su enfoque de nuevo a su propia partida práctica sin decir una palabra.

— ¡Un 9-dan se sale de su camino para saludar…!

La ira se hinchó en sus entrañas, pero Kousuke se contuvo.

La Sala del Jugador en su memoria no era muy diferente de una sala.

El televisor estaba siempre encendido, sintonizado un juego de béisbol o carreras de caballos, ya que una bruma constante de humo de cigarrillo llenaba el aire desde el amanecer hasta el anochecer. Los jugadores más jóvenes que intentan practicar por su cuenta recibirán un grito de veteranos que gritan: “¡Estás en el camino! ¡Fuera!” Ese tipo de lugar

Por supuesto, una vez que llegaron a jugar Shogi, la cafetera siempre estaba conectada. Kousuke había perdido una gran cantidad de dinero para gastar en manos de los jugadores mayores.

— Da miedo…Pero había un calor para ello.

Y ahora, se sentía como otro lugar por completo.

Las paredes manchadas de humo estaban cubiertas de calendarios de partidos de liga y anuncios de la asociación, las estanterías que habían estado llenas de manga y las revistas deportivas ahora estaban llenas de tusmeshogi de un extremo a otro.

No hace falta decir que los ceniceros eran una cosa del pasado y  que el monitor de televisión estaba conectado a la fuente que tenía lugar en la arena.

Esta extraña transformación monocromática le dio a Kousuke la impresión de que los jugadores en estos días se habían suavizado.

No era nada más que un aula glorificada.

Para Kousuke, adherirse a las extravagantes demandas del veterano mientras sonreía y soportaba sus provocaciones aleatorias era parte del proceso de entrenamiento.

Construyó el carácter y preparó a los jugadores más jóvenes para las tensiones que surgieron con el hecho de estar en el mundo del Shogi y fueron más fuertes para ello.

“Parece que ahora tengo que ser yo quien les enseñe una o dos cosas”

Determinado a cumplir su nuevo rol, Kousuke entró en la sala de jugadores con vigor mientras observaba cada una de las partidas prácticas.

“¿Ohh? Ese es un estilo interesante”

Kousuke había encontrado su camino hacia el tablero donde jugaba Sota Kunugi, el chico que se había convertido en el 3-dan más joven en el mundo del Shogi el mes pasado.

A pesar de que perdió su primera oportunidad de promocionar cuando perdió ante Ginko, el joven jugador aseguró su entrada a la división 3-dan en otra partida de la Sub Liga.

Pensando que sería interesante probar sus habilidades contra el niño, Kousuke se dirigió a él con un tono suave.

“Chico, tienes una buena comprensión de la estrategia para ser tan joven. Dime, ¿Qué harías si alguien jugara este movimiento en su lugar?”

“…………”

Aunque miró a Kousuke con una de: ¿Quién es este tipo? Sota movió otra pieza en respuesta.

“Eso sería Jaque Mate”

“Nah. Cambia esto aquí, y el Ou está libre. Piensa ahora”

Con eso, Kousuke interrumpió la sesión de revisión yendo a un tablero.

Los dos jugadores solo estaban revisando las secuencias iniciales, pero él comenzó a acosarlos con preguntas.

El problema fue que Kousuke no ofreció opiniones o investigaciones propias y, en su lugar, buscó respuestas de tantos jugadores como pudo.

Desde la perspectiva de Kousuke, estaba identificando a personas dignas de invitar a una sesión de práctica, pero …

“Ahora bien, supongamos que es el momento en el que yo mismo participé en una partida”

A pesar de no estar involucrado en esa partida en particular, Kousuke declaró que su sesión  de revisión había finalizado e inmediatamente repasó la que él creía que era el miembro más débil y  de menor rango de la Sub Liga en la sala y le puso la mano en el hombro.

“Ya. Lo siento, ¿pero me darías esa silla?”

Sorprendiéndose de que un profesional de primer nivel  incluso  se  dirigiera  a  él   directamente,  el miembro de la Sub Liga no tuvo más remedio que hacer lo que le dijeron. Sus hombros cayeron y el joven dejó su asiento.

“Kiyotaki-sensei”

Hiuma había estado en medio de una sesión de revisión en una silla, pero ahora habló por primera vez.

Su voz era tersa, pero Kousuke no se dio cuenta.

“Está bien. ¿Cuál  de ustedes afortunados será el primero en jugar conmigo, ¿eh? Aprenderán una o dos cosas. No todos los días tienes la oportunidad de aprender de un Retador de Meijin, ¿verdad?”

Todas las manos ocupadas en la sala se detuvieron cuando los miembros de la Sub Liga intercambiaron miradas incómodas de un lado a otro.

Sin embargo, ni uno solo de ellos aceptó la oferta de Kousuke.

Superando el shock inicial, estaba a punto de extender otra invitación abierta cuando de repente.

“¡Sensei! ¿Tienes un momento?”

“¿Uhm? ¿Qué estás comiendo, Hiuma?”

“…Cumpliré 30 años durante la próxima temporada en la División 3-dan. Ya he superado el límite de edad de 26 años y esta es la última temporada que puedo extender mi mandato con un registro ganador. Solo me quedan muchas partidas. La vida como la conozco terminará en medio año”

Con esas palabras, Hiuma hizo un gesto hacia todos los demás miembros de la Sub Liga que practicaban en la sala.

“No soy el único. Cada persona aquí está dispuesta a trabajar hasta la muerte para tener la oportunidad de volverse profesional. Todos nosotros estamos desesperados”

“Sé cómo te sientes. Mis días atrás en la Sub Liga tampoco fueron fáciles. ¡En realidad, ustedes tienen suerte! La asociación no era ni la mitad de este tamaño”

“No, no entiendes”, dijo Hiuma, tan simple como el día.

Una nueva tensión, una completamente diferente se apoderó de la sala.

Aun así, Hiuma no vaciló.

“Reconozco que eres un profesional de alto rango, Sensei. Usted también ha logrado 9-dan. Seguiría tus instrucciones en un instante si estuviéramos en una arena. Sin embargo, esta sala está dedicada a la formación y la práctica de Shogi. En lugar de que la gente juegue Shogi para matar el tiempo o para divertirse, los que realmente quieren mejorar deberían tener prioridad. Es el sentido común”

“Además, todos somos iguales en un tablero de Shogi. Los nacidos en casas acomodadas pueden haber crecido con más cosas a su disposición, pero todos los que juegan Shogi solo tienen 20 piezas para trabajar. Todos luchan en igualdad de condiciones. Las personas pueden escuchar a alguien con un estatus alto, pero el estatus no tiene nada que ver con el Shogi”

“Eso es el Shogi. Trata a todos por igual, incluso a personas sin educación o gentuza rechazada por la sociedad como yo. Por eso nos esforzamos tanto. Es por eso que dedicamos nuestros corazones y almas a jugar Shogi. Creemos que vale la pena poner a nuestras vidas en la línea por ello. El Shogi es lo que nos da un propósito, reconoce nuestro valor como personas”

“El joven que acabas de forzar a salir de ese asiento se despierta a las 5 en punto cada mañana y pasa dos horas en el tren para llegar hasta aquí. La razón por la que debe levantarse tan temprano es porque se tomarán todos los asientos de aquí si llega después de las 7 en punto. Es posible que tenga un rango bajo de kyu y puede ser el jugador más débil en esta sala. Sin embargo, cada uno de nosotros puede ver su determinación, su forma de mejorar. Estamos felices de trabajar con él porque su persistencia también tendrá un impacto positivo en nosotros”

“Trabajó duro para reclamar ese asiento. Nadie se lo dejó a él”

“Quitar un asiento, preguntar sobre los resultados de la investigación ganados con esfuerzo y obligar a alguien a jugar contra su voluntad no es algo que nadie en este mundo pueda hacer. Eso es válido para el mismo Meijin”

Hiuma tiró su pulgar hacia su pecho para enfatizarlo.

“Déjame hacerte una pregunta, Sensei. Lo que estamos haciendo aquí es completamente diferente de un juego de mesa mundano con dinero en la mesa. Estamos esculpiendo nuestras  vidas para jugar Shogi. ¿Cómo vas a compensarnos por eso, Sensei?”

“¿Compensarte?”

La rabia se construyó dentro del pecho de Kousuke, su voz se elevó.

Los bigotes de su barba temblaban de ira cuando gotas de saliva salían de su boca.

“¡Eso es lo que te he estado diciendo todo este tiempo! Admito que no tengo la información más reciente, pero desafié al Meijin dos veces. ¡Aquí estoy, ofreciendo enseñanzas!”

“Paso. La experiencia es algo que cada persona construye en su propio tiempo. No tiene sentido escuchar a alguien más hablar sobre el pasado”

“¡Ya…! Soy un 9-dan, claro que sí, estoy agachando la cabeza y pidiéndole a la gente que juegue una partida——”

“No, no lo hiciste, Sensei. Dijiste, Aprenderán una o dos cosas”

Tranquila y concentrada ante la furia de Kousuke, la voz del 3-dan Hiuma Kagamizu – Sub Liga, era muy clara.

“Como eres ahora, Kiyotaki-sensei, no tienes nada que enseñarnos. De hecho, nos estás impidiendo entrenar. Por favor, déjanos en paz”

El coro de piezas de Shogi y los clics electrónicos de los relojes de ajedrez se habían desvanecido por completo en este punto.

Nadie dijo una palabra; los ojos de todos los jugadores estaban fijos en el tablero delante de ellos, es decir, hasta que el inocente comentario de Sota,

“Después de todo es un Jaque Mate, ¿no crees?” hizo eco en la sala.