Wortenia Senki (NL)

Volumen 2

Capítulo 3: La Diosa de Marfil de la Guerra

Parte 2

Mientras él llevaba su taza de té a sus labios, Ryoma los miró con una mirada fría mientras actuaban claramente fuera de lugar.

Dicho esto, no podían ser criticados por estar nerviosos, porque Helena Steiner era literalmente una leyenda viviente en el Reino de Rhoadseria.

En la semana desde que el Conde Zeleph mencionó su nombre, Ryoma había buscado información sobre Helena Steiner.  Aunque eso no exigió exactamente mucho esfuerzo de su parte, porque uno no estaría equivocado si hicieran la gran afirmación de que un ciudadano que no había oído hablar de ella no existía en el Reino de Rhoadseria.

Cualquier niño en las calles podía contar sus hazañas. Los cuentos de Helena, que ascendió al rango de General a pesar de su pasado como plebeya, eran tan numerosos como conocidos.  Su mayor hazaña de heroísmo fue la batalla de las llanuras de Notis.

Hace treinta años, el Imperio de O’ltormea comenzó una invasión del Reino de Xarooda, respaldado con su enorme poder nacional y estimulado por su ambición de unir el continente occidental.

Con solo un tercio del territorio de su enemigo, y con ellos sosteniendo el centro del continente, Xarooda no tuvo más remedio que solicitar la ayuda de sus vecinos para evitar la invasión. Rhoadseria decidió obligar a esta solicitud, enviando cuatro órdenes de caballeros: diez mil tropas de élite en total, en su ayuda.

Y la general que dirigió esa fuerza fue Helena Steiner. Junto al General Vereness del Reino de Xarooda, establecieron un campamento en las llanuras de Noctis, y emprendieron una incursión nocturna contraofensiva contra las fuerzas O’ltormean, hicieron retroceder la invasión.

El comandante O’ltormean cayó ante la incursión y Xarooda se libró de caer bajo el control de O’ltormea. Al hacerlo, Helena fue vista como una heroína patriótica.

“Je, je … No hay necesidad de estar tan nerviosa.  Tómate un té y cálmate, y por amor de Dios, Mikhail, siéntate ya”.

Helena le ofreció a Meltina una taza de té e instó a Mikhail, que se había quedado de pie, a sentarse en el sofá.

“¡S-Sí! ¡Humildemente te pido perdón! ”.

Como se le indicó, Meltina agitó su té y al momento siguiente, se inclinó hacia delante para llevar la taza a sus labios.

Pero como el té todavía estaba humeante y trató de beberlo sin importarle la temperatura, casi se quemó.

“Bueno, no nos preocupemos por el momento … Lady Helena, gracias por venir a conocernos hoy”.

Ryoma avanzó la conversación, ignorando conscientemente a Meltina, que ahora estaba llorando gracias a ella antes.

“Me sorprendió bastante cuando recibí tu carta el otro día. Han pasado más de diez años desde que me retiré como caballero, después de todo … ”

“Te agradezco una vez más por prestar atención a nuestra escandalosa solicitud de audiencia “. Ryoma expresó su gratitud nuevamente.

“Bueno, aunque esté jubilada, No pude evitar venir y acatar una carta de Su Alteza, la Princesa Lupis misma “, dijo Helena, con una leve sonrisa en sus labios.

“Sí, de hecho.  Si lo dices, ciertamente valió la pena que la princesa te escribiera una carta personal, entonces”.

Las palabras de Ryoma hicieron que Helena lo mirara con recelo.

Entonces, “le había” enviado una carta a la princesa de un país, él…

“Ahora que lo pienso, no creo haber captado tu nombre”, dijo Helena. Ryoma parecía haber despertado su interés.

“Oh, mis disculpas. Me conocen por Ryoma Mikoshiba”.

“Oh…” La cara de Helena se llenó de sorpresa.

“Ya veo.  Usted… no dio la impresión de ser un táctico “.

Una única reacción natural, ya que el físico musculoso de Ryoma le dio la apariencia definitiva de un hombre musculoso.  Por lo menos, la primera impresión promedio sería que él era del tipo que resuelve problemas con sus puños, en lugar de su cabeza.

“¿Sabes sobre mí?” Ryoma inclinó la cabeza ante su reacción de sorpresa.

“Bueno, por supuesto que sí . Puedo estar retirada, pero amo este país profundamente. Soy consciente de la mayoría de los asuntos que ocurren en Rhoadseria. Incluso diez años después, hasta el día de hoy, todavía hay personas que se acuerdan de mí … Y a menudo me traen noticias de tales eventos”.

Una mirada al rostro de Helena dejó en claro a Ryoma que estaba en contacto con personas de la facción de los caballeros.

Ya veo … supongo que es un ex general para ti. Esto nos ahorra tener que explicar todo … Es un regalo del cielo definitivo.

El estado actual de las cosas era que la facción de los caballeros no tenía lealtad absoluta a la familia real, pero eso fue principalmente porque el general Albrecht se sentó a la cabeza, mirando el trono con avidez. Los caballeros normalmente eran los que juraban lealtad al reino y al trono y servían de control a las ambiciones independientes de los nobles.

Aunque acataron al general Albrecht por su posición y sustento, podría haber más caballeros con dudas en sus corazones de lo que Ryoma había imaginado, y Helena sirvió como receptáculo de sus preocupaciones.

“Bueno, debería considerar un honor que la Diosa Blanca de la Guerra de Rhoadseria conozca mi nombre”.

“Oh… Me recuerdas algunas historias antiguas “.

La cara de Helena se contorsionó, apenas ocultando la molestia en su expresión.

“No he sido llamado por ese título en años …”

“¿No aprecias ese título?”

“Eso es todo en el pasado para mí ahora, después de todo … Por cierto, ¿puedo preguntar la razón de convocarme aquí?” Aparentemente, Helena prefirió no tocar eso, por cómo cambió el tema.

“Voy a ir al fondo del asunto. Queremos que prestes tu ayuda a la Princesa Lupis y que vuelvas a ocupar el cargo de general de este país “.

La expresión de Helena se puso rígida. Probablemente no había esperado que Ryoma fuera tan directo.

“Oh! … Justo como tú dices, ciertamente vas directo al corazón del asunto”. Helena guardó silencio por un momento, solo para que los labios se curvaran en un sonrisa.

“Pero esto ciertamente hace que sea fácil de entender. Admiro a chicos como tú “.

Su tono y su mirada de alguna manera parecían evaluar a Ryoma. “Por eso, gracias.  Entonces, ¿cuál es tu respuesta?”, Respondió Ryoma, encontrando su mirada directamente.

“Oh, tendré que reducir algunos puntos por eso. Puedo ser vieja, pero todavía soy una mujer. Un hombre que intenta convencer a una mujer para que haga su voluntad nunca debe presionar por una respuesta como esta “.

Ryoma sonrió con ironía e inclinó la cabeza en tono de disculpa ante la expresión burlona de Helena.

“Oh, lo siento.  Sí, presionarlo de esta manera va en contra de los modales … Aún así, no tenemos el lujo del tiempo”.

Ryoma luego fijó una mirada aguda en la cara sonriente de Elena, y la presión silenciosa en sus ojos la hizo retroceder por un segundo.

“Mi charla sobre modales y etiqueta fue todo en broma, por supuesto …” Helena comenzó su respuesta después de recuperar el rumbo.

“Pero creo que no se espera que responda sin conocer a Su Majestad en persona primero. ¿Verdad?”

Pero las siguientes palabras de Ryoma pusieron la iniciativa de nuevo en sus manos, simplemente por lo completamente inesperadas que fueron.

“Oh, ¿entonces deseas conocer a Su Majestad, Lady Helena …? Seré honesto, entonces. Francamente, no tenemos tiempo que perder en eso “.

‘” ¡¿Qué?! “”

La declaración de Ryoma fue mucho más allá de la grosería. Parecía como si Lupis Rhoadserians fuera solo una marioneta. Esas palabras hicieron que Helena, Meltina y Mikhail exclamaran todas a la vez.

“¡T-Tú idiota! ¡¿Tienes la intención de insultar a su alteza ?!” Meltina se levantó de su asiento con rabia, pero Ryoma simplemente la miró con frialdad.

Su intensa mirada pareció decir fríamente: “¡Cállate o te mataré donde estés!” entregó ese mensaje con demasiada claridad a cualquiera que se enfrentó a esa mirada.

Clavada por la mirada amenazante de Ryoma, Meltina se recostó en su asiento.

“Mis disculpas … Ella simplemente no puede acostumbrarse a las negociaciones …” Ryoma le devolvió la mirada a Helena después de asegurarse de que Meltina se hubiera calmado.

“Estoy sorprendida … Tienes el espíritu para una persona tan joven “.

“Estoy agradecido. Pero nuestra supervivencia está muy en juego aquí”.

Helena respiró hondo y su expresión se invirtió por completo.  La mirada que dirigió a Ryoma dejó en claro que no perdonaría una sola mentira.

“Entonces, ¿Por qué es imposible para mí conocer a la princesa Lupis?”

Ryoma encontró su mirada de frente con un encogimiento de hombros.

“Si conocer a la princesa Lupis fuera todo lo que hubiera requerido para que te unieras, te habrías acercado al castillo por tu propia voluntad hace mucho … ¿Me equivoco?”.

Esta mujer había estado jubilada durante diez años y ahora se le pedía que regresara al servicio. Las condiciones para su cooperación estaban destinadas a ser extraordinarias, y Helena vio poco valor en dinero o fama. Después de haber alcanzado el rango de general, probablemente no tuvo problemas financieros, y no había una oferta que pudiera hacerle que estuviera por encima de su reputación actual como héroe nacional.

Y la lealtad a la casa real no era una opción tampoco. Esta mujer pasó de ser una plebeya al rango de general; si esto pudiera persuadirla, ya habría elegido al lado de la princesa Lupis o la princesa Radine.

Pero ella no lo hizo. Había mantenido su posición oculta hasta ahora, como para decir que no podía juzgar qué lado tenía más legitimidad. Tal vez a ella no le importaba para empezar.

“Ya veo. Su razonamiento es lo suficientemente sólido … Pero la pregunta es una pregunta. Si sabes eso, ¿por qué molestarte en llamarme?”

“Porque necesitamos tu ayuda a toda costa “, dijo Ryoma, reflexionando sobre sus palabras con un suspiro.

“¿Oh?” La expresión de Helena se nubló.

“¿Estás insinuando que me obligarás a cooperar contra mi voluntad …? No puedo evitar concluir que me estás patrocinando ”.

Si ni la ganancia ni el razonamiento la influirían, tal vez recurrir a la fuerza sí lo haría. El rostro de Helena se contorsionó con desprecio.

“Tenía algunas expectativas al escuchar que la Princesa Lupis tenía un táctico a su lado, pero parece que te he juzgado demasiado favorablemente”.

“Ahórrame las malas bromas”.

Ryoma sacudió la cabeza ante la mirada de decepción de Helena.

“La idea de hacer algo tan grosero nunca se me pasó por la cabeza”.

“¿Qué pretendías hacer entonces?”

Ryoma respondió a su pregunta con una sonrisa.

“El dinero y la fama no te conmoverán. Pero aceptó la carta de la princesa Lupis y vino a recibirnos aquí en el castillo.  Eso significa que hay espacio para la negociación, ¿Verdad…? Probablemente tengas algo que quieras. Algo que no puedes lograr por tu cuenta … ¿Me equivoco?”

Ryoma tenía el control total de la atmósfera en la habitación.

Nadie se atrevió a hablar, por puro asombro.

“Cierto … ya veo”. Helena finalmente susurró.

“Eres una persona aguda”.

Ese susurro confirmó que la conjetura de Ryoma era correcta.

“Entonces, ¿por qué no me dices qué es lo que deseo …?Dependiendo de tu respuesta …”

Helena miró a Ryoma con llamas negras en los ojos.

“Muy bien entonces.  Prestaré mi fuerza a la princesa Lupis”.

“Entendido … Hablando honestamente, creo que tengo una idea de cuál podría ser tu deseo “.

Meltina y Mikhail reaccionaron con sorpresa a lo que dijo Ryoma, pero la expresión de Helena lo hizo parecer como si ella hubiera esperado tanto.

“Como debería… No hay esperanza para ti si no puedes reunir las piezas”.

“De todos modos, todavía no tengo pruebas”.

“Hmph … Es difícil saber si eres cauteloso o solo un cobarde …” Mientras colocaba una mano en su barbilla, fingiendo estar sumida en sus pensamientos, Helena fijó su mirada en Ryoma, como si estuviera intentando para ver en el fondo de su mente …

Si su corazón traicionara incluso una pizca de miedo o vacilación, ella nunca lo perdonaría, pero Ryoma encontró la mirada de Helena con compostura. Todo para que ella reconozca su valía …

“Pero supongo que si ponemos a prueba los recursos, ese tipo de precaución es un mal necesario … Muy bien. Te concederé algo de tiempo para pensar, y luego tendrás tu respuesta”.

Helena vio la voluntad en los ojos de Ryoma, y eso la hizo querer apostar por ello. Apostar su propia vida …

Este chico … ¿Es él lo que he estado esperando …?  ¿La pieza final del rompecabezas que he estado esperando por más de diez años …?

Había pasado más de una década desde que se retiró como caballero, pero no lo hizo por su propia voluntad.  Ese hombre la obligó a retirarse …

Por Hodram Albrecht y sus planes. ¿La Diosa Blanca de la Guerra de Rhodeseria? Un título tan pomposo … Qué ridículo … ¿Qué Diosa de la Guerra no podría proteger incluso a su propia familia…?

Los labios de Helena se torcieron con desprecio. Sí, ella realmente había sido llamada Diosa de la Guerra una vez.  Ese nombre se extendió en Rhoadseria, por supuesto, pero incluso fue cantado por los países vecinos. Todos celebraron a Helena, pero Helena no lo sabía.

Ella no sabía que la espada del asesino se arrastraba en su sombra, su punta fija contra su familia.  Ella no sabía que cuanto más gloria ganara su nombre, más le compraba la ira de los demás.

Si este chico puede ver a través de mi deseo … Si tenía tanta previsión y sabiduría … Entonces mi deseo …  ¡Mi deseo aún podría cumplirse!

La expectativa y la ansiedad se mezclaron en sus ojos. La expectativa de que posiblemente podría ver cumplido su deseo, y la ansiedad de que aún no era el momento adecuado. Ryoma podía sentir la agitación en el corazón de Helena.  Ella tenía grandes expectativas para él, y si él podía responderlas o no sería lo que impulsó esta discusión.

Ryoma comparó la información que había buscado sobre ella y lo que aprendió a través de su significado, para armar su hipótesis. probablemente quiera vengarse de Hodram Albrecht después de todo …

Independientemente de los diez años que pasó en la jubilación, la voluntad y el vigor en el cuerpo de Helena seguían siendo los de un comandante activo, y todavía tenía cierta influencia sobre los caballeros.  Al unir dos y dos, a Ryoma le pareció que el motivo más probable para sus acciones era la venganza. Además de eso estaba su expresión cuando la llamó la Diosa Blanca de la Guerra de Rhoadseria; Ryoma vio claramente el desprecio que sentía por su propio título.

Pero … no tengo ninguna prueba.

La razón de por qué se retiró como general de Rhoadseria y se desvaneció en la oscuridad seguía siendo desconocida.

Cualquiera que conociera las circunstancias de esa época tenía los labios cerrados y se negaba a decir una palabra al respecto.

Supongo que tendré que apostar …

Ryoma reforzó su resolución. Su hipótesis era una conjetura y nada más, y no importa cuántas teorías haya acumulado una sobre la otra, las pruebas no aparecerían por sí solas.  Todo lo que podía hacer era confiar en la respuesta que había reunido juntando lo que había investigado hasta ahora con sus impresiones de esta reunión.

“¿Quieres … vengarte de Hodram Albrecht?”

“¿Y por qué querría eso?” Helena consideró su respuesta con una sonrisa oscura.

“Lo noté cuando nos conocimos. No estás retirado como caballero. No has descuidado tu entrenamiento y te mantienes enterada de lo que sucede en la facción de los caballeros.  Pero en la práctica, se retiró hace más de una década … Lo que significa que no se retiró por su propia voluntad. Y después de retirarse, el general Albrecht asumió su cargo. Lo conocí el otro día, y enseguida me pareció una persona convencida de su propio privilegio.  Espero que no lo tomes a mal, pero … Lady Helena, naciste plebeya.  No vienes de la casa de un noble o caballero, sino de la familia de un plebeyo. Y por lo que entiendo, Albrecht nunca te reconocería”.

Ryoma se detuvo para respirar y dirigió una mirada comprensiva a Helena. La expresión de dolor en su rostro le dijo que su hipótesis era correcta

“Después de enterarme de ti, investigué quién eras, pero no encontré casi nada sobre lo que sucedió en el período en que te retiraste. Con toda probabilidad, alguien está suprimiendo la información para que no se conozca. En cuyo caso, la persona más sospechosa es el general que se hizo cargo de su posición, Albrecht”.

El silencio cayó sobre la habitación. Meltina y Mikhail quedaron sin palabras ante lo que Ryoma acababa de decir. Su fe en la Diosa de la Guerra Blanca de Rhoadseria era demasiado grande para que pudieran tragarse fácilmente esta historia.

“Sí, si pudieras reunir tanto … Realmente eres alguien agudo”.

Su voz estaba llena de agonía que parecía reverberar de  las profundidades de la tierra.

El odio que había reprimido finalmente se filtró.

“Quiero la cabeza de Hodram Albrecht en una pica … Ese hombre… mató a mi esposo y a mi hija …”

Hace unos diez años, Helena Steiner era general de Rhoadseria. Se elevó de plebeya a caballero, y de caballero a general … Sus talentos y logros inusuales la empujaron a los más altos rangos de los militares, y todos en el reino la admiraban.

Pero había alguien que despreciaba su pasado como un plebeyo. Y lo que comenzó como solo indicios de resentimiento se hizo más espeso en proporción directa a su éxito.  Así como la luz intensa proyecta una sombra oscura … Ese hombre se llamaba Hodram Albrecht.

Hodram fue bendecido con un físico excepcional y talentoso con la destreza marcial esperada de un caballero. Nació como el hijo mayor de la casa de Albrecht, que había producido buenos caballeros durante generaciones, y se le prometió el papel de jefe de familia.  Hodram era la imagen misma del caballero ideal, pero carecía de una sola cosa: autocontrol.

A pesar de ser superior a la mayoría de la gente, Hodram nunca estaba satisfecho. Había alcanzado la cima de lo que un caballero podría lograr, liderando una orden de caballeros, pero ansiaba más.

Sí, quería la posición más alta posible en el ejército de Rhoadser. El rango de general.

El que controlaba todas las órdenes de los caballeros en el reino, salvo los dos dedicados a la defensa del monarca, la Guardia Real. Sin embargo, dependiendo de la situación, el rey podría incluso otorgar el mando general sobre los guardias reales, y en ese sentido se podría ver que el general tenía un poder absoluto sobre el ejército Rhoadseriano.

Tradicionalmente, un general finalmente fue nombrado por el rey, pero para obtener el puesto, uno también debería ser designado por el ex general al momento de su jubilación.

Era, después de todo, una posición que consolidaba el poder de las fuerzas armadas de un país. Obviamente, uno necesitaría los logros y la habilidad para mantener esta posición.  Los candidatos fueron investigados en términos de su carácter, ideología e incluso sus parientes consanguíneos, y el rey dio la aprobación final.

Pero lo que más importaba era cuánta popularidad y poder tenía la persona de quienes lo rodeaban. La cuestión de cuánta confianza tenían los caballeros en dicho candidato era de suma importancia.