Wortenia Senki (NL)

Volumen 2

Capítulo 2: Complot Enredado

Parte 4

La pregunta de Boltz dió justo en la cabeza del clavo. Podrían ponerse de rodillas y rogar tanto como quisieran, pero Lupis no los ayudaría sin ninguna recompensa. Con su propia copia de seguridad contra la pared, no tuvo el tiempo libre para ayudar a alguien que nunca había conocido antes sin nada que ganar.

“Bueno, no con las circunstancias actuales como son. Cualquiera que sea el caso, si la facción de la princesa no puede aplastar al general Albrecht después de tratar con la facción de los nobles, es lo mismo. Pero incluso si la princesa entiende esto, no parece que sea capaz de aumentar su posición política “.

“¿Asi que que hacemos? ¿Apoyamos al  general Albrecht en cambio?”.

“No. Vi al general en la sala de audiencias esta tarde, y parece que tiene sus propios problemas. No creo que tirar nuestra suerte con él produzca algo”.

Hablando honestamente, hasta que vio como es que las cosas se desarrollaban en la sala de audiencia, Ryoma no estaba considerando la idea de ayudar a la princesa Lupis a toda costa. Si fuera posible ponerse del lado del general Albrecht, no habría insistido en ayudar innecesariamente al lado más débil.

Pero al ver al general Albrecht durante la audiencia, la forma en que habló – la forma en que miró a Ryoma y su grupo – Ryoma podría fácilmente lo imagino burlándose de su pedido e ignorándolos.  En el peor de los casos, incluso enviaría soldados para matarlos, para evitar que se interpusieran.

Es cierto, Albrecht era el más fuerte aquí, pero como no los ayudaría, no tenía ningún valor para Ryoma. Durante la vida de Ryoma en Japón, había visto a muchas personas que miraban a los demás como los miraba Albrecht; monstruos egoístas que solo se preocupaban por festejar en su propio beneficio y ganancia.

Cualquier promesa que Albrecht pudiera hacer no tendría sentido, ya que nunca la cumpliría.

“Así que nuestra única opción es que la princesa Lupis aumente su fuerza, eh …” Boltz evaluó la situación con la despiadada destreza de un mercenario. Había más evidencia de cómo sus palabras carecían de optimismo.

“Sin embargo, no todo es malo. Por lo menos, si apoyamos a la facción de la princesa, podemos contar con ellos para que nos apoyen “.

Los pactos y las promesas hechas en tiempos de inferioridad, donde las probabilidades de victoria eran escasas, tenían un fuerte poder vinculante. Y además, Ryoma se dio cuenta de su breve reunión juntos que la Princesa Lupis no era el tipo de persona que incumpliría una promesa.

“¿Pero podemos realmente dividir a la facción neutral?”.

“Si. Le pregunté a Meltina anteriormente sobre cómo manejó las negociaciones la última vez. Si voy yo, podré ganarlos con seguridad “.

Todos miraron a Ryoma con asombro mientras respondía a la sonrisa de Lione con una sonrisa confiada. No tenían idea de qué lo hizo tan seguro de eso.

“Explicaré una vez que realmente tenga éxito con las negociaciones, pero por ahora, he arreglado que el grupo de Lione se integre en la cadena de mando directa de la princesa.  En su mayoría, se encargará de las tareas de guardaespaldas y entrenamiento, pero … ”

Ryoma cortó sus palabras allí y dirigió una mirada preocupada en dirección a Lione.

“¿Qué … ¿Hay algún problema?”

“Pero … Lione , ¿cuántas personas hay en el grupo León carmesí?”

“Si te refieres a tipos que pueden pelear, veintidós, incluyéndonos a nosotros “, interrumpió Boltz en la conversación.

“Uno fue alcanzado por una flecha durante la incursión, así que una vez que se recupere puedes hacer eso veintitrés”.

“Eso no será suficiente … Lione, piensa que puedes reunir 70 u 80 mercenarios más sin pasar por el gremio?”

“Bueno … Hay algunos grupos con los que somos amigos, así que podría reunir esos números … ”

Las palabras de Ryoma probablemente fueron una sorpresa, porque la respuesta de Lione fue algo evasiva.

“Pero como no lo haremos a través del gremio, pagaremos más del precio de mercado habitual. ¿Tienes el dinero para eso? ”

“¿De cuánto estamos hablando?”

“Bueno, depende de cuánto tiempo los contratemos … Si quieres de 70 a 80 personas en el mismo nivel que nosotros, será … Al menos trescientos … No, quinientos oros”.

“De acuerdo. Haré que Laura retire esa cantidad mañana, así que ve y reúne esos mercenarios para nosotros “.

” Uhh … de acuerdo. Si tienes el dinero, entonces debería estar bien. Déjamelo a mí “.

Incluso cuando Ryoma la sorprendió al aceptar esa suma tan fácilmente, se golpeó el puño contra el pecho en un gesto tranquilizador.

“Cierto, a partir de mañana, es el verdadero negocio.  ¡Todo depende de lo que hagamos de aquí en adelante!”

Todos en la sala asintieron profundamente ante las palabras de Ryoma; entendieron que no podían darse el lujo de perder en la agitación que se avecinaba si afrontaban esta situación.

“Mis disculpas por venir en un momento tan ocupado. Gracias desde el fondo de mi corazón por su paciencia, conde Bergstone”. Dijo Ryoma, inclinando profundamente la cabeza hacia el hombre sentado frente a él.

“Soy Ryoma Mikoshiba, un emisario enviado por Su Alteza, la Princesa Lupis. Encantado de conocerlo ”.

Estaban en una parcela de tierra a unos dos días en transporte, al norte de la capital, Pireas, en una mansión perteneciente a uno de los nobles de la facción neutral. El sol estaba justo en su cénit, y normalmente este sería el momento perfecto para almorzar;  en otras palabras, no es el momento más apropiado para visitar la finca de un noble.

“Oh, no, no podría tratar a los emisarios de Su Majestad con demasiada brusquedad, ¿verdad? Más aún cuando tienes a la ayudante jurada de Su Majestad, Lady Meltina, contigo”.

El Conde Bergstone concluyó sus palabras con una risa altiva que resonó en la habitación y les hizo señas para que se sentaran. El Conde Alan Bergstone cumplió 43 años este año. Aunque poseía una riqueza y un territorio dignos de su título, era considerado un noble de clase media entre la aristocracia rhoadseriana.

“Entonces. ¿A qué debo esta visita de los emisarios de Su Majestad?”

No hace falta decir que no era una pregunta honesta. Emisarios de la facción de la princesa estaban visitando al conde Bergstone, una facción neutral noble, en medio de un clima político muy frágil en el reino de Rhoadseria. Cualquiera con una pizca de ingenio sobre ellos entendería el motivo de esta visita.

“Correcto. Comencemos con la finalización de nuestra misión, entonces”.

Las palabras de Ryoma hicieron que el conde Bergstone frunciera el ceño.  El hecho del asunto era que Meltina ya había pedido su ayuda hace un mes, y su respuesta en ese momento era evidentemente un “no”. Ver a la princesa haber enviado emisarios en su camino nuevamente lo hizo realmente bastante exasperado, ya que esperaba esto. Estanconversación será una repetición de la última. Pero las inesperadas palabras de Ryoma tomaron a Bergstone por sorpresa.

“¿Una misión, dices?”

¿Cuál es el significado de esto … ¿Y quién es este hombre?  No recuerdo que haya alguien como él en ninguna de las facciones … Bergstone estaba perplejo, ya que estaba seguro de que Meltina lideraría las conversaciones. ¿Por qué confiaría el asunto crucial de pedir cooperación oficial a un hombre desconocido sin nombre para sí mismo?  Habiendo sido forzado a llevar un estilo de vida solitario y desafortunado durante muchos años, Bergstone se había enorgullecido de tener un sentido tan entusiasta del mapa político en el palacio como una antena sintonizada.  Como tal, él sin saber el nombre o la cara de este emisario debería haber sido imposible. Pero el conde Alan Bergstone sofocó esas dudas, lo que provocó que Ryoma continuara con una sonrisa amable.

“Si. Es con gran pesar que debo informarle que Su Majestad la Princesa está muy entristecida”.

“¡Oh!.¿Qué pesa sobre su amable corazón?” La expresión de Bergstone no mostró ningún indicio de vacilar ante las palabras de Ryoma.

“Por, por ver el destino acercándose a la larga casa noble de Rhoadserian de Bergstone, por supuesto “.

Bergstone tuvo que tragar desesperadamente la blasfemia que había surgido.  todo el camino hasta su garganta ante el sonido de las palabras casi insolentes de Ryoma. Naturalmente, esperaba escuchar, tal como lo hizo cuando Meltina intentó llevarlo a su lado, sobre la lucha entre facciones entre la facción de los nobles y la de los caballeros. Pero por alguna razón, el tema había cambiado al destino de su casa, y dado que la tristeza de la princesa fue mencionada como el prefacio del asunto, debe haber sido un asunto sombrío para su familia.

Ya que lo había tratado como a cualquiera que había pedido su ayuda, era natural que el conde Bergstone fuera superado con el deseo de gritar vilipendio ahora. ¿Estaba la facción de la princesa, debilitada como estaba, en alguna posición para preocuparse por el bienestar de los demás?.

A pesar de esto, los muchos años del conde Bergstone como noble le otorgaron la tolerancia para sonreír como si nada estuviera mal.

.”¿Oh? ¿El destino de mi casa, dices? Por qué, qué honorable … Su Majestad se preocupa por el destino de una casa noble tan pequeña como la nuestra, incluso cuando la acosan tantos problemas como ella. Es el colmo del honor. ¿Podrías transmitirle a Su Majestad mi más profunda gratitud por su amabilidad?”.

Su respuesta fue casi perfecta. Mantuvo su dignidad aristocrática y, aunque estaba agradecida con la princesa en la superficie, se burló de ella entre líneas. Tenía el significado implícito de “¿estás realmente en posición de preocuparte por nosotros?”

Hmm, hasta ahora todo va de acuerdo con la información que obtuve.

Ryoma se sintió aliviado al escuchar el aguijón sarcástico en la respuesta del conde Bergstone, porque pensó que lo que la princesa Lupis necesitaba en este momento era alguien capaz de hacer planes que sirvieran de cerebro para su facción. Ella no carecía de poderío militar solamente. Política, economía, diplomacia, cultura; todos esos eran asuntos que le faltaban.

Bueno, supongo que es porque todos los ayudantes de la princesa Lupis son de la clase de caballeros … Solo tiene sentido que no sean más que un montón de cabezas huecas.

Y de hecho, lo que se buscó de un caballero era destreza marcial y lealtad por la corona, para servir como el escudo que defendía el reino y la casa real. Ryoma entendió muy bien que la naturaleza militarista tenía sus usos.

El problema era que persistían tanto en esa naturaleza que tenían una tendencia a actuar de manera imprudente o despreciar las evaluaciones pragmáticas de la situación. Su lealtad era firme y absoluta, no muy diferente de la idea desaparecida pero aún presente de la devoción desinteresada en el Japón moderno.

Por supuesto, esa línea de pensamiento no era imperfecta en sí misma;  Los caballeros tenían que tener honor y orgullo.  Pero desde una perspectiva organizacional, tener un grupo compuesto solo por ese tipo de personas puede haber hecho una organización que era terriblemente fácil de controlar, pero que también hizo una que era extremadamente incompleta y defectuosa.

Fue por esta razón que, de todos los candidatos a traer a la facción de la princesa, el Conde Bergstone fue el primero en llamar la atención de Ryoma. Este hombre de mediana edad, que una vez tuvo un poder político significativo, pero se ganó la ira del duque Gelhart y del difunto rey Pharst Segundo con cortesía hipócrita y altivez; quien fue excluido del palacio una vez que su principal patrocinador, su padrastro, falleció y fue forzado a una vida solitaria…

“Usted es demasiado modesto, conde Bergstone. Tienes un gran territorio, que cuenta con una población impresionante. Por lo que deduzco, ¿eres capaz de reclutar a mil hombres? Para mí, eso no me parece una casa noble menor “.

Comparado con Duke Gelhart, que ocupaba el puesto más alto entre los nobles, el poder militar que el Conde tenía era ciertamente insignificante. Pero no había muchos nobles en Rhoadseria capaces de reclutar a un millar de hombres, y si el conde Bergstone fuera considerado un noble menor, alrededor del ochenta por ciento de los nobles en toda Rhoadseria caería en la misma categoría.

“Oh, ud tiene mi casa en mayor consideración de lo que piensa, señor emisario. ¿Quizás tu disputa con la facción de los nobles te ha vuelto incapaz de un buen juicio? Jajaja”

Sus palabras estaban llenas de burlas. Es posible que se hayan hablado con una voz tranquila y simulada simpatía, pero estuvieron cerca de un insulto directo.

“No, en absoluto. Mi juicio es bastante sólido, creo. Como prueba, por lo que escuché, Duke Gelhart ya ha mostrado gran interés en ti. ¿O tal vez ya eres parte de la facción de los nobles?”

De repente, la expresión serena de Ryoma se invirtió en un instante, tomando al conde Bergstone por sorpresa.

“¿Qué …?  Mi, esto es … bastante molesto. Tendría que pedirte que te abstengas de dignificar un rumor tan infundado”.

Ocultando hábilmente la sorpresa que apareció en su rostro, el Conde Bergstone sonrió amigablemente de nuevo.

“¡Oh, eso es un hecho ?! ¡Bien! Entonces estoy seguro de que Su Alteza estaría bastante aliviada al escuchar eso. Después de todo, se entristeció al oír que los nobles podría aprovecharse de un noble de su calibre hasta que no sirviera de nada, y no ganaría nada por eso”.

“¡Qué!” Las palabras de Ryoma hicieron al Conde Bergstone ponerse pálido.

“¡¿Cuál es el significado de esto?!”

En este punto, no quedaba nada de la calma que había desempeñado el papel de caballero hace un momento.  La implicación de Ryoma de que podría ser utilizado por la facción de los nobles hasta que ya no lo necesitaran era una cosa que no podía ignorar.

“Dios, ¿por qué tan temperamental? Pensé que esto era solo un rumor sin fundamento “.

Al escuchar las palabras burlonas de Ryoma, el conde se hundió en su silla y respiró hondo, sacudiendo la cabeza.

“Hmph … Suficiente, no tiene sentido que nos incitemos a los motivos del otro.  más tiempo … ”. El conde Bergstone habló con un tono algo resignado.

“Ya sabes que soy parte de la facción de los nobles por ahora, ¿correcto?”

“Sí”.

Ryoma habló como si lo supiera todo el tiempo, pero Meltina, que estaba escuchando a su lado, estaba luchando por esconder lo sorprendida que estaba.

¡Imposible! Que esta pasando? ¿El conde Bergstone se volvió hacia la facción de los nobles? Desde cuando…?  ¿Los nobles ya hicieron su movimiento para cuando los visité?  No, lo que es más importante, ¿cuánto tiempo sabía este hombre sobre esto?  ¿Ya lo sabía cuando se le concedió una audiencia con Su Alteza …?

Maldición, esto no es bueno … Debo ser fiel a mi deber por ahora. Decir algo innecesario ahora solo complicaría las cosas para él ….Incontables pensamientos giraban en la mente de Meltina, pero ella ahogó sus dudas desesperadamente, concluyendo que vigilar la conversación estoicamente sería la decisión más sabia.

Era natural que Meltina estuviera confundida, aunque. Ryoma no le dijo nada antes de tiempo. Su papel asignado era presentar a Ryoma, un recién llegado, como miembro de la facción de la princesa.  Eso y nada más.

La conversación continuó sin tener en cuenta su confusión.

“No sé cómo se filtró esa información, pero he tomado una decisión y no tengo la intención de cambiarla”.

El conde Bergstone dirigió una mirada desafiante a Ryoma.

Estaba claro que él era parte de la facción de los nobles, no haría ningún pretexto de unirse a la facción de la princesa, que ahora era su enemigo.  Ryoma hizo caso omiso de esa expresión.

“Bueno, no me importa particularmente eso.  No tengo ninguna intención de imponerle”.

Los labios de Ryoma se retorcieron en una sonrisa.

“¡¿Qué?! ¡¿Entonces por qué viniste aquí ?! ”

El Conde Bergstone se puso rojo de cara ante la respuesta demasiado inesperada de Ryoma.

” Ser parte de la facción de los nobles no es tan importante para nosotros.  El único que puede perder de esto es usted, conde Bergstone “.

Las palabras de Ryoma hicieron que el conde se hundiera en sus pensamientos.

“¿Qué quiere decir …?” El conde Bergstone finalmente logró escupir esa pregunta.

“¿De qué estás hablando? ¿Puedo perder aquí?”.

Sospechoso como era de subterfugio enemigo, la idea de que él perdiera de este acuerdo le preocupaba.

“Oh, ¿no lo sabías …? Ya Veo. Supongo que dejarte inconsciente de lo que eres sería lamentable, así que explicaré un poco las cosas”.

Mientras Ryoma procedía a explicar las cosas con la misma alegría que si estuvieran conversando mientras tomaban el té, Meltina y el Conde Bergstone gradualmente se pusieron más y más pálidos.

“¿Con qué condición te persuadieron para que te unieras a la facción de los nobles, conde Bergstone?”

Bergstone respondió a la pregunta de Ryoma con una expresión agria.  Probablemente se había dado cuenta de que farolear produciría pocos beneficios en este punto.

“Me prometieron que una vez que la Princesa Radine, el heredero respaldado por la facción de los nobles, subiera al trono, me darían más tierras y recibiría el cargo de Ministro de  Finanzas”.

“Dios mío, esos son algunos términos muy favorables “.

Mientras Ryoma respondía de manera casi burlona, Meltina tragó saliva nerviosamente.

¿El Ministro de Finanzas? La facción de los nobles ni siquiera está tratando de ocultar la forma en que están lanzando su poder. Pero pensar que esa posición era lo que lo impulsaba a unirse a su lado …

Para Meltina, quien creía ardientemente que tanto los nobles como los caballeros debían mantener una lealtad inquebrantable a la corona, este fue un acto detestable y desvergonzado.  Tenía que evitar que su mano se dirigiera reflexivamente a la espada envainada en su cintura.

“¡Por supuesto! ¡¿Puede la facción de la princesa hacerme una oferta que coincida con esas condiciones?!”

Ryoma tuvo que esforzarse por ocultar su burla del tono desvergonzado del conde Bergstone. El hecho de que él creía inocentemente que la facción de los nobles cumpliría su parte del trato le pareció a Ryoma ridículo. Es cierto, eran condiciones muy favorables, pero no tenían valor si esas promesas no se cumplían.

“Bueno, dejando de lado si la Princesa Lupis puede ofrecerle las mismas condiciones, ¿qué se le pidió que hiciera a cambio?”

Esa pregunta hizo que el conde callera en silencio. Había expuesto el hecho de que era parte de la facción de los nobles, ya que fue llevado por la implicación que perdería con esa decisión, pero exponer los planes de la facción de los nobles a la facción de la princesa no era razonable.

Ryoma, sin embargo, predijo todo incluso sin que el conde tenga que responder.  Incluso si no era obvio para Bergstone, impulsado por la avaricia, Ryoma, que no tenía nada que ver con el asunto, entendía las cosas claramente.

“Le pidieron que evite que los nobles de la otra facción neutral interfieran, y que no movilice a su tropas. ¿Qué tal? Eso es correcto, ¿no?”

“¡¿Qué?!” Esa sola palabra de sorpresa se escapó de los labios del conde.

” Bueno, por la forma en que la facción de los nobles es ahora, no tendrían nada más que pedirte”.

Al darse cuenta de que su suposición era correcta sobre el dinero, Ryoma esbozó una sonrisa perversa dentro de su cabeza.

“¿Qué quieres decir?”

“¿No crees que las recompensas de expandir tu tierra y darte el cargo de Ministro de Finanzas son un poco inflado, dado el trabajo que harás?”

Esas palabras hicieron que el Conde Bergstone cayera en sus pensamientos. Es cierto que esas condiciones eran excepcionalmente favorables para él. Apelar a la facción neutral y no mover sus tropas eran acciones de las que esencialmente no perdería nada;  en el peor de los casos, no tenía nada que perder excepto el sudor de su frente mientras iba a convencer a sus nobles vecinos de que no se involucraran.

“Están tan inflados porque no tenían la intención de cumplir esa promesa de todos modos”.

Las heladas palabras de Ryoma causaron que todo el color desapareciera de la cara del Conde Bergstone.

“Imposible … Eso no puede ser …”

Pero si bien afirmó que no lo creía, la ansiedad brotó en su corazón.

“Para empezar, esas no son promesas realistas posibles. Tanto aumentar tu tierra como convertirte en el Ministro de Finanzas. Después de todo, es de la facción de los nobles de la que eres parte”.

El problema radica exactamente en lo que hicieron los caballeros y los nobles en esta Tierra. Los nobles eran una reunión de personas a quienes el reino les había otorgado territorio, y se les reconocía cierto grado de autonomía.

Un caballero, por otro lado, era esencialmente una etiqueta aplicada a todos aquellos que defendían a la realeza y a los nobles. Y tenían la capacidad de ejercer la taumaturgia, y sus empleadores les pagaban salarios. Si bien eran una clase que obedecía a la nobleza, a los caballeros rara vez se les daba tierra. Solo un puñado de los caballeros de alto orden más excelentes obtuvieron ese honor.

Por supuesto, los caballeros eran el pilar central del poderío militar del país, y la mayor parte de su posición giraba en torno al ejército.  Hubo algunas posiciones especiales a las que podían ascender caballeros y nobles, pero fundamentalmente hablando, solo a los nobles se les dieron puestos que se ocupaban de asuntos internos, mientras que a los caballeros se les dieron puestos que se ocuparon de la defensa.

Y aquí era donde estaba el mayor problema.

Para derrotar a la facción de los caballeros, que estaban a cargo de las operaciones militares, ¿quedaría algún asiento en el hipotético nuevo gobierno para un papel que tenía que ver con los asuntos internos?

La respuesta fue no.

Por supuesto, había la posibilidad de que el actual ministro de finanzas muriera en el conflicto, pero no había forma de saberlo por el momento.  E incluso si eso sucediera, la probabilidad de que el Conde Bergstone fuera quien tomara esa posición era decididamente nula. Para empezar, simplemente nombrarían a alguien que estaba en la facción de los nobles.

Si una persona en particular ayudó a cambiar una facción de una posición de inferioridad a la victoria, ese tipo de promoción excepcional podría haber sido posible. Pero en este conflicto en particular, la facción de los nobles ya tenía una ventaja abrumadora sobre la facción de los caballeros, y alguien que decidió unirse más tarde, como apostando por un caballo ganador, no sería elegido sobre aquellos que habían apoyado a la facción desde entonces.

El comienzo del conflicto. Si lo fueran, los miembros que estaban en la facción de los nobles para empezar estarían muy insatisfechos.

Esto se aplicaba también para aumentar los territorios del conde, y eso fue porque los caballeros apenas tenían territorios para dar. Si el duque Gelhart tuviera que ceder algún territorio, tendrían que ser los que están bajo el control de la familia real.