Wortenia Senki (NL)

Volumen 2

Capítulo 1: Agresor

Parte 4

“Parece que tenemos una pequeña galería de imbéciles reunidos aquí …”, dijo Boltz con un suspiro.

Por lo tranquilo que parecía en la superficie, el hombre tenía bastante disgusto por sus actitudes, al parecer.

“Sin embargo, no tiene sentido”. Lione asintió con la cabeza ante sus palabras.

“Si no pensamos en alguna respuesta en caso de que las cosas vayan mal, estaremos en problemas”.

Luego lanzó una mirada inquisitiva en dirección a Ryoma.

“¿Qué planes tienes ahora, muchacho? ¿Tienes alguna idea brillante?”.

“Bueno, por ahora no creo que podamos hacer mucho más que concentrarnos en el trabajo. No podemos descartar la solicitud solo porque las cosas son un poco sospechosas “.

Era una solicitud oficial que habían aceptado del gremio, y si debían descartarla sin una razón válida, el gremio les impondría severas sanciones.  Su presentimiento de que parecía sospechoso no sería visto como un motivo válido para renunciar a una solicitud oficial.

“Sí, eso tiene sentido.  Pero chico… Si realmente hay algún asunto con toda esta solicitud, ¿cuál crees que podría ser?”

“Usándonos como cebo para atraer a algo o alguien, tal vez. En cuyo caso, probablemente deberíamos tener algún tipo de plan de respaldo listo “.

No tenía ninguna base para esto teoría, pero estar aquí para actuar como cebo para sacar a los bandidos parecía que encajaba con todo lo que más sabían. Ryoma respondió a las palabras de Lione con un profundo suspiro.

Ryoma sabía muy bien que algo estaba mal con esta solicitud. Pero todo lo que pudo hacer fue obtener el apoyo de Lione y hacer un plan de respaldo como seguro en caso de que las cosas salieran mal.

Pasaron cuatro días desde la reunión con los mercenarios, y no se encontraron con un solo problema durante su viaje.  Ni un solo invitado no deseado, bandido o monstruo, había descendido sobre ellos.

Fue realmente un viaje seguro y pacífico.  Y, por supuesto, si no pasaba nada, eso estaba bien en sí mismo. Hubo algunos pequeños enfrentamientos entre Ryoma y los otros mercenarios que no formaban parte del grupo Crimson Lion de Lione, pero esos eran asuntos insignificantes.

Pero Ryoma estaba convencido.  Los momentos más tranquilos fueron los que anunciaban la llegada de una tormenta … Y en la tarde del séptimo día después de que salieron de Pherzaad, la premonición de Ryoma resultó ser correcta.

Una lluvia de flechas descendió sobre ellos.

Sucedió cuando pasaron por un bosque cerca de la frontera con Rhoadseria.

De repente, se dispararon flechas desde los árboles a ambos lados del camino.

“”¡¿Qué demonios?!””

“” ¡Emboscada! “”

“¡¿Qué estás haciendo?! ¡Protejan a los caballos!” Cuando los soldados alzaron la voz en pánico, uno de los comerciantes salió a regañarlos.

“¡Cálmate!  ¡No rompan la formación! ”

Las advertencias salieron de los labios de los mercenarios que estaban de guardia alrededor de los carruajes. Había diez carruajes en general en la caravana, con los comerciantes sentados en los asientos del conductor.  Los mercenarios los protegían cabalgando a caballo.

Incluso los mercenarios experimentados se sorprenderían cuando fueran atacados por sorpresa, pero Ryoma miró a los comerciantes con recelo, ya que parecían dar órdenes con calma a pesar del caos que los rodeaba.

“¡Todos, cálmense!  Escóndete de las flechas!  ¡Usa tablas, capas, todo lo que puedas encontrar! Cúbrete la cabeza y bloquea las flechas tanto como puedas!”

Sus órdenes fueron perfectas y precisas.  Sin embargo, cuando se somete a tal aluvión de flechas, tal forma de ordenar a los demás es probablemente ideal.

“¡Maestro Ryoma!”

“Si. Parece que está sucediendo ahora.  ¡Todos, escuchen!” En contraste con los otros mercenarios, la voz de Ryoma no temblaba de sorpresa.

“Al igual que acordamos anteriormente, ¡proteger a los caballos es la máxima prioridad! No te preocupes por nada más”.

Ryoma ya había predicho que alguien podría atacar la caravana, pero aún había problemas. A saber, las preguntas de quién, cuándo y por qué habrían atacado.

“¿Estás lista, Sara? Aquí todo está en juego “.

” Sí, lo sé. Pero Laura … ”

Ryoma asintió en silencio ante las palabras de Sara.  Habían revisado el mapa con anticipación y notaron que este lugar sería el punto más apto para una emboscada, por lo que ya habían completado sus contramedidas para el hipotético ataque.  Todo lo que quedaba era poner ese plan en acción.

“Estará bien.  Podemos confiar en los mercenarios que Lione colocó con ella …” Ryoma balanceó la lanza en su mano, derribando las flechas entrantes.

“El resto depende de cuánto tiempo podamos mantenerlos persiguiendo nuestra cola … ¡Mierda, sabía que iba a terminar así!”

El carruaje en el que viajaban Ryoma y Sara estaba recibiendo mucho más fuego de flecha que los otros. Como prueba, el carro de Ryoma tardó poco en quedar tan cubierto de flechas que parecía más un alfiletero. Esto dejó en claro la intención de los atacantes

“¡Maestro Ryoma! ¡Toma esto!”

Ella había quitado una parte de la carreta para que sirviera de escudo. Ryoma chasqueó la lengua y tomó el panel de madera que le dio para proteger el asiento del conductor de la ráfaga de flechas.

Sabía que algo era sospechoso, pero ellos. Están definitivamente detrás de nosotros. Lo que significa que Wallace organizó esto … La pregunta es quién lo contrató …

El candidato más obvio fue el imperio de O’ltormea. Habían pasado varios meses desde que él se sacudió la búsqueda de la princesa Shardina, por lo que no sería sorprendente si ella ya hubiera actuado de alguna manera. Sin embargo, Ryoma decidió deja de pensar en eso por ahora.

¿Soy estúpido o algo así?  Necesito concentrarme en seguir vivo en este momento.  Puedo dejar la investigación para más tarde.

Lo que importaba era sobrevivir a esta situación …

El diluvio de flechas finalmente se detuvo. En términos de tiempo, probablemente solo fueron unas pocas docenas de segundos, pero para Ryoma, se sintieron como una eternidad.

Siete mercenarios habían sido golpeados y asesinados por la lluvia de flechas. Había cincuenta mercenarios contratados para proteger la caravana, y aproximadamente un séptimo de ellos estaban muertos en la primera ola. Además, la mayoría de los caballos unidos a los carruajes perecieron en el ataque.  Los únicos caballos que quedaron ilesos fueron los del carruaje de Ryoma y los que montaban los mercenarios. Ryoma echó una rápida mirada a su alrededor. Su carruaje estaba justo en el centro de la caravana, lo que significaba que no había ningún lugar a donde ir, ni adelante ni atrás.

“¡Sara, mueve el carruaje hacia adelante!”.

“No puedo. Los otros vagones están bloqueando el camino por delante”.

La línea se había salido de la formación por el ataque  El camino debería haber sido lo suficientemente ancho como para acomodar el ancho del carro, pero las cosas eran diferentes con los vagones bloqueando el camino. El posicionamiento era extraño, casi como si todo estuviera preparado para atrapar a Ryoma.

Al escuchar la respuesta de Sara, Ryoma chasqueó la lengua y lanzó su mirada detrás de ellos. El camino estaba bloqueado de todos modos allí también.

“¡Chico!” Lione se acercó a él, con los miembros de su grupo siguiéndola.

Dado que habían predicho de alguna manera que esto pasaría, el grupo de Lione no sufrió bajas. Todos escaparon con heridas menores.  Los mercenarios que murieron fueron los que no tomaron en serio las palabras de Ryoma.

De repente, los gritos de batalla estallaron desde la retaguardia.

“Aquí vienen …”

Las flechas estaban destinadas a clavarlos mientras otro grupo descendía para atacarlos Una táctica segura y confiable que se mantuvo fiel a lo básico. Si no hubieran visto venir el ataque, Ryoma y su grupo seguramente habrían muerto en este punto.  La redada fue tan meticulosamente planeada.

“¡Chico!”, Exclamó Lione con molestia cuando escuchó a Ryoma murmurar para sí mismo.

“Lione … Cíñete al plan”.

Dirigió una mirada tan aguda como una espada hacia ella. No quedaba rastro de su semblante agradable habitual.  Lione asintió, como abrumada por las inquebrantables palabras de Ryoma.  Ya habían acordado qué hacer si se cortaba su camino de escape.

“Lo sé.  ¡Volaremos los carros delante de nosotros y abriremos un camino!” Ignorando las protestas de los mercenarios a su alrededor, Lione ordenó a uno de los miembros de su grupo que avanzara y destruyera su obstáculo.

“Jefa… ¿Hablas en serio? ¿Realmente vas a abandonar a los mercaderes?”.

Mientras su subordinado la miraba fijamente y asustado, Lione respondió con fríos ojos.

“¡Deja de gritar y hazlo! ¡Si no te gustan mis órdenes, puedes quedarte aquí y morir por todo lo que me importa! ”

” Ah … Jefa …”

“¡No te estoy diciendo que me creas! ¡Pero si quieres vivir, harás lo que te digo!” Lione silenció a los otros mercenarios con sus gritos.

Se quedaron allí, mientras su ética estaba lidiando con sus instintos de supervivencia.

Finalmente, algunos de ellos se dieron la vuelta en silencio y corrieron hacia el carruaje, pero pronto se volvieron y gritaron:

“¡Jefa, los mercaderes todavía están en el carruaje y los mercenarios tampoco se alejan de él! ¡¿Qué hacemos?!”

Aparentemente, la balanza se inclinó a favor de sus instintos de supervivencia, al parecer, pero aún dudaban en volar los carros con los mercaderes aún dentro. Según el plan de Ryoma, los comerciantes habrían abandonado el campo de batalla tan pronto como comenzara la redada.

¿Qué es esto?  ¿No estaban los comerciantes confabulados con los atacantes …?  Espera no. Si son aliados, no tendrían razón para huir … Lione le dirigió una mirada que parecía preguntar: “¿y ahora?” Sin tiempo para molestarse en explicarse a un montón de

imbéciles, Ryoma solo tenía uno elección que podría tomar. Volvió a mirar a Lione y asintió con la cabeza, sus ojos se endurecieron con firme determinación.

“¡Olvídate de ellos! ¡Vuelalos junto con los carros!”

” S-Sí, señora!”

Los mercenarios que admiraron las palabras de Lione asintieron con el rostro lleno de miedo y volvieron a donde estaban.

Unas docenas de segundos después, una explosión sacudió el aire.  Los carruajes y carros estaban envueltos en llamas y arrastrados junto con los mercenarios a su alrededor.  Gritos y más gritos de vilipendio llenaron el bosque.

“¡Jefa, el camino está abierto!”

“¡Muy bien!. ¡No mires atrás si quieres sobrevivir!”. Ordenando a sus hombres, Lione se giró para mirar a Ryoma.

“Todo salió como lo habías planeado hasta ahora, ¿no es así, muchacho?”

“Solo consideré las posibilidades. ¿Has terminado los preparativos para lo que viene después?” Los ojos de Ryoma ardían con fría intención asesina. Sus vidas dependían de que esta trama fuera exitosa.

“T-Todo está listo de nuestro lado “. Lione respondió con una mirada abrumada en sus ojos.

“Lo único que queda es esperar que tu pequeña señorita y Boltz manejen bien su lado de las cosas”.

“Eso es bueno, entonces. Ya le expliqué el plan a Laura.  Ella es inteligente, así que no la veo arruinando esto “. La confianza de Ryoma en Laura era absoluta.

“En cuanto al resto … Eso depende de nosotros”.

“Lo tengo.  ¡Asegúrate de mantenerte alerta también!”

” Sí, ten cuidado también, Lione ”. Con Lione a la cabeza, el grupo León carmesí se fue a caballo. Tenían un papel vital que desempeñar en lo que estaba por venir.

“¡Maestro Ryoma, ya vienen!”

Antes de que Ryoma se diera cuenta, el sonido de las espadas chocando llegó a sus oídos por todas partes. Todos los mercenarios, salvo los miembros de Crimson Lion que se adelantaron, probablemente fueron eliminados por los atacantes.

“¡Vamos!”

Sara asintió ante las palabras de Ryoma y azotó a los caballos al galope.  La vista que pasaba junto a Ryoma mientras avanzaban era la de un camino vacío. El grupo de Lione solo necesitaba avanzar hasta alcanzar su objetivo, pero Ryoma sirvió como cebo y no podía permitirse el lujo de hacerlo.

Era un carruaje de cuatro caballos, pero aun así, no tenía tanta velocidad. Por supuesto, descartar el automóvil de pasajeros y correr a caballo era una posibilidad, pero Ryoma decidió no hacerlo.

Y eso fue porque había una posibilidad de que realmente se sacudieran asaltantes de esa manera; El verdadero objetivo de Ryoma era mantener una distancia segura de sus enemigos sin perderlos y conducirlos a un cierto lugar.

El viento golpeó la cara de Ryoma. Defender el cuerpo de Sara de las flechas que caían sobre ellos desde arriba fue bastante difícil.

Algunas flechas ya se habían deslizado a través de sus defensas y perforaron el asiento del conductor; varias vetas rojas de sangre recorrieron el cuerpo de Sara y se filtraron en su ropa.  Ryoma también estaba sangrando profusamente cuando su lóbulo de la oreja había sido cortado por una flecha antes, y la sangre lo pintó de rojo desde el cuello hasta el pecho.

“¿Ya llegamos?”, Preguntó Ryoma mientras bloqueaba las flechas, el pánico se filtraba en su voz

“Casi deberíamos estar allí … ¡Ah, es por ahí! ¡Puedo verlo!”. De pie a lo largo del largo camino por delante que parecía estirarse sin fin, algo revoloteó en su campo de visión.  Sara vio claramente la vista de una bandera negra con el símbolo de un león rojo, ondeando al viento.

“Bien! Deberíamos hacerlo si está tan cerca …” Ryoma suspiró aliviado y volvió su mirada hacia Sara.

“¡¿Listo?! ¡hazlo o muere!”

Todo hasta ahora era por el bien de este momento. Por eso llevaron a sus enemigos aquí en lugar de tratar de sacudirlos.

“Lo sé”, dijo Sara, y usó las riendas para frenar gradualmente el galope de los caballos. Las siluetas de unos pocos hombres a caballo surgieron de la nube de polvo detrás de ellos.

“Correcto … Así. Baje su velocidad un poco más … Y cuando disminuyan la velocidad, también … Sí, bien”.

Ryoma vio a los hombres que tiraban de sus cuerdas de arco.

“¡Ahora! Hazloooo!!!!”