86 [Eighty Six]

Volumen 4: Bajo Presión

Capítulo 3: De Frente Hacia el Enemigo

Parte 3

 

 

El método de escudo era un tipo de excavación basado en el uso de una excavadora cilíndrica llamada tuneladora de tipo escudo que tenía el mismo tamaño que el diámetro del túnel.

La punta de la tuneladora de tipo escudo atravesaría el sedimento mientras los segmentos se colocaban estratégicamente para estabilizar el túnel. Los segmentos eran bloques de uno a dos metros de altura que tenían varias docenas de centímetros de largo, y los túneles construidos con el método de escudo eran circulares, con esa forma geométrica que parecía no tener fin.

Publicidad G-AR



El bloque noreste del segundo piso fue reforzado con segmentos de acero y no era una excepción a esa regla. Parado al frente de la línea mientras descendían al túnel, Shin fue asaltado repentinamente por una sensación extraña mientras estaba en la cabina del Undertaker.

La vista de los túneles circulares parecía no terminar nunca. Las dos vías del tren se extendían interminablemente hacia la oscuridad. Había cables eléctricos en el techo y todo tipo de cables desconocidos. Las lámparas que se colocaron a intervalos regulares, ahora silenciosas y muertas, eran incapaces de volver a arrojar su luz.

Este túnel plateado que parecía un pasillo sin fin era tan solemne como la catacumba de un rey muerto.

Era como atravesar una pesadilla perpetua, con la percepción del tiempo cada vez más débil. Como si estuvieran en el estómago de alguna serpiente mítica. Les quitaba el sentido de la realidad, con el paisaje monótono arrullándolos en un estado semi-hipnótico, haciéndoles pensar que el túnel era más largo de lo que era, como un patrón geométrico sin final a la vista.

Mientras avanzaban por el túnel, una extraña sensación se apoderó de Shin, como si se hundiera en su propia conciencia.
No podías recordar a tu propio hermano…

Publicidad G-M1



Quizás era por eso. Hizo una mueca cuando aquella voz de campana plateada repentinamente burbujeó en la superficie de sus recuerdos.
Es posible que tu abuelo recuerde a tu hermano y a tu familia. Shin. Tú de verdad me recuerdas.

Todo era innecesario.

No lo recordaría. No en este punto… Ni siquiera quería recordar.

El sonido de los lamentos llegaba a sus oídos. Un rectángulo de luz era visible al final del túnel de tierra. Shin confirmó que no había emboscadas cerca de la salida y siguió adelante, manteniendo su velocidad máxima.

Por un momento, la fuerte luz cegó sus ojos, que se habían acostumbrado a la oscuridad. Shin entrecerró los ojos mientras miraba a su alrededor.

Había un gran estanque circular en el suelo, lleno de lo que parecía un horno plateado de micromáquinas líquidas parpadeantes. Era un generador para crear el material con alto contenido de polímeros que formaba el núcleo del sistema de propulsión de la Legión y sus músculos artificiales. También había tornos y prensas para trabajar metales.

Shin miró más profundamente y vio unidades ligeras de la Legión como los tipos Ameise y Grauwolf moviéndose a lo largo de una cinta transportadora, y un dique seco para ensamblar a los Löwe y Dinosauria.

Lo que parecían armaduras estaban suspendidas desde arriba en lo que probablemente era una línea de montaje de minas autopropulsadas. Más profundo aún había una gran máquina parecida a una caja que se parecía a un escáner típicamente utilizado por humanos, excepto que era mucho más grande. Probablemente era para inspeccionar a las unidades completadas.

Como si se estuviera preparando para interceptar a los Juggernauts con todo el poder de la Legión disponible, todos los procesos se detuvieron. Los brazos robóticos que se retorcían extrañamente en los huecos entre las cintas transportadoras, así como la grúa pórtico en el techo, detuvieron su funcionamiento.

…Sin embargo.

Publicidad G-M2



Ellos están aquí.

Los quejidos de dolor resonaban detrás de la maquinaria, a la sombra de los brazos de la grúa, mientras aguardaban. Shin podía sentirlos.
—… Todas las unidades, cambien a munición APFSDS.

APFSDS … Nadie respondió, pero el sonido pesado y solemne de sus cañones de 88 mm cargándose era todo lo que necesitaba escuchar.

— Doce unidades a la izquierda y doce a la derecha detrás del generador; dispárenles junto con el generador.

(Nota: Acrónimo de Proyectil Perforador de Blindaje Estabilizado por Aletas con Casquillo Desechable Sabot. Básicamente munición que impacta con mayor fuerza al objetivo.)

***

 

 

La mirada de Anett cayó sobre un cadáver agachado y deshidratado sentado dentro de un espacio de almacenamiento estrecho escondido entre los paneles de la pared. Estaba vestido con el uniforme azul oscuro del ejército de la República y el cristal de cuasi-nervio en su cuello brillaba de color azul. Probablemente era uno de los Handlers de la República.

Anett no tenía experiencia en la realización de autopsias, pero por el aspecto de lo seco que estaba el cuerpo, esta persona no había muerto recientemente, y basado en el hecho de que tampoco estaba descompuesto, probablemente había muerto durante el frío y árido invierno. Probablemente en la época en que la unidad de reconocimiento estaba cerca de este edificio.

— Así que fuiste tú quien siguió conectándose y desconectándose…

Realmente era simple. Esta persona había intentado resonar con la unidad de reconocimiento mientras aún estaba vivo, pero al borde de la muerte. La distancia física no era un obstáculo para el Para-RAID, y los soldados de la República no tenían soldados de la Federación registrados como objetivos de Resonancia. Pero tampoco se conocían relatos de alguien que intentara resonar mientras estuviera al borde de la muerte.

El cerebro humano era incluso más una caja negra que el dispositivo RAID. Según la teoría, cuando la gente moría, su conciencia se hundía en el inconsciente colectivo y desaparecía. Existía la posibilidad de que en el momento que sucediera, aquellos conectados a ellos a través de la Resonancia Sensorial sintieran algún tipo de reacción. No es que tuviera la intención de probar esta teoría. Anett ordenó sus pensamientos mientras miraba el cadáver.

La razón por la que la unidad de reconocimiento no había encontrado el cadáver de este soldado de la República era porque habían estado buscando a la Legión y no a los humanos. El Ulfhednar, el exoesqueleto reforzado utilizado por la infantería blindada, tenía capacidades sensoriales inferiores a las del Ameise, y considerando que este cadáver, en ese momento, había estado inmóvil y muriendo, con la mayor parte de su calor corporal perdido y su pulso débil, detectarlo habría sido mucho más difícil. Anett descubrió que había sido principalmente una coincidencia.

… Siempre he sido mala en las escondidas.

Anett se mordió el labio cuando ese pensamiento repentinamente cruzó por su mente.

Mala para esconderme… y para buscar.

O mejor dicho, Shin solía ser muy bueno en eso. Siempre que ella se escondía, él la encontraba de inmediato, y cuando era su turno de esconderse, ella nunca podía encontrarlo. Los juegos siempre duraban mucho más cuando Anett era quien buscaba. Y aún así, las escondidas era un juego que ella jugaba a menudo.

¡Te encontré, Rita!

Porque le encantaba ver esa cara sonriente cuando la encontraba, sin importar dónde se escondiera.

La repentina reminiscencia hizo que se le llenaran los ojos de lágrimas. Ella miró el cadáver frente a ella para ahuyentar el sentimiento. Fue entonces que ella se dio cuenta.

— ¿… Cómo?

¿Cómo ha estado muerta esta persona por solo unos meses?

La ofensiva a gran escala de la Legión había ocurrido hace casi un año, a fines del verano pasado. Nunca olvidaría cómo durante la noche del festival de fundación de la República, el Gran Muro se había derrumbado, y en solo una semana después de eso, Liberté et Égalité había caído.

En ese momento, la capital secundaria al norte, Charité, había quedado destrozada. La Legión no tomó prisioneros y no podía distinguir a los soldados de los civiles. No podía haber sobrevivientes.

Después de eso, los restos de la República se habían ido más al sur, y la próxima vez que la humanidad puso un pie en Charité fue cuando llegó la unidad de reconocimiento.

Tampoco había personal militar de la República mezclado con la fuerza expedicionaria de socorro.

Todo llevaba a una conclusión: No debería haber ningún soldado de la República que pudiera haber muerto aquí hace varios meses.

¿Qué está pasando?

Repentinamente-

Montando guardia cerca del edificio bajo la enorme nube de Eintagsfliege, el capitán del escuadrón Phalanx, Taiga Asuha, frunció el ceño desagradablemente, sentado en la seguridad de la cabina del Juggernaut, al igual que sus compañeros.

— Suena como el infierno ahí abajo.

El compañera de Taiga durante varios años y vice capitán, Aina, respondió a esto con una sonrisa.

— Estoy bien por ahora, ya que no estoy resonando con ellos, pero realmente se ve mal, Taiga. Escucho las voces de la Legión.

— Sí… No tengo idea de cómo Nouzen todavía sigue cuerdo cuando tiene que escuchar esto todos los días.

Publicidad G-M2



Pueden haber sido compañeros 86, pero Shin había sido enviado a la primera línea defensiva de las primeras fuerzas hace dos años, el sitio de eliminación final para los Procesadores que habían sobrevivido a su bienvenida, y desde allí, había sido expulsado al Territorios de la Legión.

Taiga había estado en las octavas fuerzas hasta hace apenas seis meses. No había relación entre los dos. Taiga había oído hablar de su infame habilidad, por supuesto, pero quedaban pocos en el campo de batalla de la República que realmente hubieran entrado en contacto con él.

Incluso los 86 más fortalecidos por la batalla y la cruel Reina Sangrienta habían caído en estado de pánico la primera vez que sintieron la habilidad de Shin.

Era por esta razón que los capitanes y vicecapitanes, quienes estaban obligados a permanecer en resonancia con Shin en todo momento durante las operaciones, resonaban con él varias veces antes de cualquier operación para acostumbrarse a la tensión.
Al menos, esa era la idea, pero seguía siendo… difícil.

Resonarse con Shin, quien era un experto en combate cuerpo a cuerpo y siempre luchaba al alcance de las garras de la Legión, era mucho más difícil que usar la Resonancia Sensorial en circunstancias más normales.

Es el Dios de la Muerte que enloquece a sus Handlers y a cualquier 86 que no pueda soportar los lamentos de los muertos, eh…
Taiga suspiró, recordando la expresión fría y sin emociones y los ojos de color rojo sangre que parecían encajar demasiado bien con ese apodo.

Tal vez solo pudo mantenerse así porque estaba constantemente expuesto a las voces, o tal vez era al revés: la exposición continua acabó con su sensibilidad. Incluso después de entrar en contacto con tanta muerte, después de tres años de servicio, Taiga no podía imaginar siete años luchando con esos gritos encima.

Fue entonces cuando escuchó un débil susurro de dolor procedente de la Resonancia.
—… No quiero morir.


Para empezar, esta no era una fábrica normal. Era un almirante (estaban efectivamente en el estómago de una unidad de la legión mucho más grande que los tipos de combate) en las entrañas de una máquina de matar empeñada en acabar con la humanidad. Cada máquina a la vista era parte del enemigo.

Los cortadores láser utilizados para manejar estructuras de acero disparaban sus rayos como espadas alargadas. Los brazos robóticos cercanos blandían sus dedos de tres garras como las garras de un halcón. Una bandada de máquinas con forma de araña de propósitos y nombres desconocidos, tan grandes como perros de tamaño mediano, acudían en masa a los Juggernauts, tratando de tropezar con sus patas.

El Undertaker corrió al frente, evadiendo, cortando y pisoteando esos obstáculos. Incluso con innumerables piezas de maquinaria retorciéndose que bloqueaban el campo de visión de Shin, su habilidad le permitía ver a través de los escondites de la Legión con precisión.

— Anju, pasaremos junto a una grúa pórtico en veinte segundos. Hay uno a la sombra de la tercera grúa de la derecha. Probablemente sea una mina autopropulsada. Sácalo de allí con una bala de tipo fusible de proximidad.

— Entendido… Teniente segundo Jaeger, no olvides sustituir el lanzador de misiles por una torreta de tanque. Y recuerda cambiar también tus municiones.





— E-Entendido.

Publicidad G-M2



— Seo. Hay un grupo enemigo detrás del Löwe. Saldrán pronto.

Publicidad G-M3



— Entendido… Ah, creo que los vi por un segundo, son un montón de Grauwolfs. Rito, ocúpate de todos los que he dejado atrás.

— Como ordene.

Proyectiles de alto explosivo destinados a objetivos con armadura ligera estallaban contra el techo uno tras otro, haciendo llover fragmentos de algo que alguna vez había tenido una forma humanoide en el suelo. Los Grauwolf saltaron por encima del Löwe a medio ensamblar en un intento por abalanzarse sobre el enemigo, solo para ser derribados por un ancla disparada horizontalmente.

24 Juggernauts se apresuraron hacia adelante, a través del fuego y la lluvia de metal. Atravesaron la zona de producción, invadiendo una vez más los túneles construidos para las vías del tren. Esta vez, sin embargo, el diámetro del túnel era lo suficientemente grande como para acomodar un ferrocarril de ocho vías. Eran Rieles dobles. Esos eran los rieles de alta velocidad de los que habían oído hablar, los que había reparado la Legión.

Las predicciones eran correctas, al parecer. Aquí era hacia donde se había dirigido el Morpho en ese momento: para unirse con el almirante encargado de la de fusión nuclear detrás del Gran Muro, donde podría apuntar a cada una de las esferas de existencia de la humanidad.
Fue entonces cuando la voz débil y triste de una chica resonó en sus oídos.

Publicidad M-M1

— No quiero morir.

Frunciendo el ceño, Shin levantó la mirada en la dirección de la que provenía la voz por un momento.

Había venido de…

— La superficie, ¿eh…?

No era donde estaba Lena… Ni donde estaba el cuartel general táctico, sino en otra parte.

Un grupo de tipos de Grauwolf salió ruidosamente de alrededor del edificio, rodeando al escuadrón Phalanx, que estaba a la defensiva. Taiga chasqueó la lengua con molestia, preguntándose de dónde habían salido.

La terminal de la estación central de Charité, el laberinto subterráneo de la Legión, se extendía por el subterráneo de esta zona. Podrían haber salidas a la superficie que no estaban marcadas en ningún mapa, y los tipos de Grauwolf tenían solo dos o tres metros de altura. Les era completamente posible escapar a través de un orificio de ventilación o similar.

Publicidad M-AB

— ¡Aina, cubre a la Comandante! ¡Profesora Penrose, entre en el Estoc!

— ¡Entendido, Taiga!

— Entendido… ¡Ten cuidado!

La unidad de Aina, Estoc, respondió, desviándose. A través de su pantalla principal, Taiga podía ver a Anett corriendo a través del edificio con paneles de vidrio… Puede que fuera una Alba, hasta lo último que dijo, pero no era una mala persona.

— Handler Uno, enemigo detectado. Participando en combate… Todas las unidades, ¡no olviden que nuestro objetivo de protección está en la retaguardia!

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

2 Comentarios
Mas Votados
Mas Recientes Mas Antiguos
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios