86 [Eighty Six]

Volumen 4: Bajo Presión

Capítulo 2: Identificación: ¿Amigo o Enemigo?

Parte 1

El refugio era una colección de viviendas preconstruidas a corto plazo. Estaban desgastadas por la intemperie, con colores desteñidos por el sol. Fueron vendidas a la República de forma barata por un heredero de los viejos cuarteles de la Federación. Sin duda eran estructuras simples y rústicas destinadas a proporcionar refugio en el campo de batalla.

Los refugiados eran tratados como ganado, forzados a entrar en estas estructuras al borde del campo de batalla y nunca se les dio a elegir entre comida, ropa y suministros que recibían. A cambio de este apoyo mínimo que les ofreció la Federación, se vieron obligados a realizar trabajos de restauración intensivos en mano de obra y entrenamiento de combate obligatorio.

La República de San Magnolia tenía un gobierno interino existente, pero en verdad, estaba bajo el talón de la Federación. Estos perros imperialistas que habían dejado de ser un imperio solo de nombre caminaban por toda la República, que valoraba la paz y la igualdad, bajo el falso pretexto de la protección.

Ver a los niños y niñas jóvenes todavía en su adolescencia deambulando con expresiones apáticas era un cuchillo en el corazón. A esa edad, deberían haber estado bajo el cuidado y protección de sus padres y la sociedad, asistiendo a la escuela, incursionando en la moda y pasatiempos o pasando el rato con sus amigos. Pero en vez de eso…

En medio de las ruinas de lo que antes había sido un magnífico palacio que había servido como cuartel general del ejército, ahora había un cuartel recién construido destinado a albergar a la nueva unidad enviada aquí esta primavera. El Grupo de Ataque 86, la unidad formada por esos desagradables 86. Una vez más, esas manchas intentan ensuciar este hermoso país con sus colores inmundos, como si se sintieran dueñas del lugar.

Pero estaban equivocados. Porque este era el orgulloso del país Alba.

***

— Coronel Vladilena Milizé y Capitán Shinei Nouzen. Como parte de nuestras operaciones para retomar los sectores administrativos del norte de la República, les asignaré una misión ultrasecreta.

Estaban en la base del cuartel general integrado, en la habitación del jefe de estado, que por alguna razón tenía las luces apagadas. Sentado de espaldas a la ventana iluminada por el sol, con la luz de fondo oscureciendo su rostro, el jefe de estado, William, se inclinó hacia adelante, con los codos apoyados en su escritorio mientras se tapaba la boca mientras hablaba.

La pregunta que Lena le hizo a Shin con sus ojos era demasiado obvia.

Es bastante extraño. ¿Es así como dan órdenes en la Federación Militar?

Pero, lamentablemente, Shin permaneció tan inexpresivo como siempre, lo que significaba que probablemente no pensó en esto, como solía ser el caso. O tal vez simplemente estaba demasiado horrorizado para hablar. Lena no lo sabía.

Pero justo cuando esos pensamientos cruzaron por su mente, William enderezó la espalda en lo que parecía un gesto de aburrimiento y decepción.

—… ¿Qué, no están emocionado? Pensaba que a los niños de su edad les encantaría la idea de una misión ultrasecreta.

— ¿Cuáles son los detalles de la misión?

El jefe de estado se burló de la forma en que Shin ignoró su broma con su propia respuesta inexpresiva.

— Que decepción, capitán Nouzen. Te daré algunas grabaciones de esos animes que eran populares cuando eras joven, así que intenta disfrutar un poco del entretenimiento infantil, incluso ya sea demasiado tarde… Ahora, bien…

Un ayudante entró en la habitación y encendió las luces antes de activar una holopantalla y apilar una pila de medios llenos de animes y películas en el escritorio del jefe de personal.

—… Volvamos al tema. Tengo una misión para ustedes, mis queridos oficiales. Como parte de nuestra operación para retomar los sectores del norte de la República, el Grupo de Ataque 86 será enviado a una operación de adquisición de la capital secundaria al norte de la República en la terminal de la estación central subterránea de Charité.

Lena se puso rígida. Finalmente llegaba el momento.

— Comencemos por explicar nuestro estado actual. Hay una gran fuerza de la Legión estacionada al norte de la Primera Zona, la capital de la República Liberté et Égalité. Desde diciembre del año pasado, las fuerzas de ocupación han sido insuficientes para retomar la zona y obligadas a desistir a seguir avanzando, aunque estoy seguro de que no hay necesidad de explicarle esto al Capitán Nouzen, al poder rastrear los movimientos del enemigo.

El jefe de estado sonrió levemente a Lena, quien lo miró.

— El ejército de la Federación es consciente de la capacidad del capitán para rastrear al enemigo y la está utilizando para mantenerse al tanto de sus actividades en un área extensa. A diferencia de su país, que se aferró a un engaño compartido de sentido común, la Federación no puede darse el lujo de lanzar un dispositivo de advertencia precioso como él al campo de batalla.

— Dudo que las cosas hubieran terminado bien para mí si la República me hubiera reconocido como un dispositivo de advertencia.

En la República, los 86 eran considerados una raza subhumana sin derecho a hablar. Si lo hubieran reconocido como un sujeto de investigación prometedor, probablemente lo hubieran disecado y conservado en líquido…

En el pasado, cuando la resonancia sensorial aún estaba en desarrollo, innumerables niños habían sido sacados de los campos de concentración y asesinados en experimentación humana.

Lena recordó a su amiga que había sido atormentada en secreto durante años por la idea de que había abandonado a un amigo de infancia a ese destino. La Comandante Henrietta Penrose, jefa de investigación de la tecnología de resonancia sensorial, era la amiga de la infancia olvidada por Shin.

— Sí, de hecho… La terminal de la estación central subterránea de Charité que deben suprimir es una base de producción a gran escala para este destacamento de la Legión. Según nuestro reconocimiento, se presume que el cuarto piso subterráneo alberga una unidad de reproducción automática, un Weisel, y el quinto piso subterráneo alberga una unidad de control del tipo de planta de energía, o sea un almirante.

Con un movimiento de la mano del jefe de estado, una holopantalla apareció ante ellos, presentando un modelo holográfico tridimensional de la terminal subterránea. Tenía 14 rutas y 25 plataformas y líneas, así como una instalación comercial a gran escala adjunta que se extendía por 7 niveles subterráneos. Tenía una estructura compleja y extremadamente elaborada con algunos de los establecimientos extendiéndose hasta sus estaciones contiguas.

Incluso al mirar su modelo tridimensional desde arriba, uno podría perderse fácilmente, lo cual le confería el infame nombre de “Laberinto subterráneo de Charité”.

Shin entrecerró los ojos tan pronto como examinó el modelo. Lena se dio cuenta de por qué un momento después.
Era estrecho.

Los túneles más pequeños tenían apenas cuatro metros de largo y ancho. La unidad que constituía la fuerza principal del ejército de la Federación, el Vanargand, era absolutamente incapaz de moverse en ellos, y un movimiento en falso podría incluso atascar un Reginleif. La topografía no permitiría que la Legión desplegara sus propias fuerzas principales, los Löwe y los Dinosauria, pero como eran el bando defensor, podrían excavar en el suelo y prepararse para el impacto.

Este campo de batalla, donde podían ocultar los puntos débiles de su armadura o hacer que sus cabezas fueran difíciles de apuntar, en realidad podría ser el peor escenario posible para el Reginleif y su baja potencia de fuego.

— El objetivo es la eliminación de estas dos unidades de la Legión. Además, les pedimos que lo hagan con el menor daño posible a las unidades. Tenemos muy pocos datos de observación respecto a estos dos tipos. De ser posible, queremos estudiarlos… Pero no lo tomen como prioridad. Si hacerlo llegase a resultar en pérdidas adicionales, pueden ignorar este objetivo secundario.

Había pocos registros de observación de las unidades Almirante y Weisel que acechaban en las profundidades de los territorios de la Legión. Incluso la República se había encontrado con ellos solo un puñado de veces, al comienzo de la guerra. Afortunadamente, todavía había soldados activos de las fuerzas terrestres en los campos de batalla en ese momento, por lo que pudieron dar informes bastante detallados de lo que habían visto. Con ese pensamiento en mente, Lena levantó una mano.

— ¿Puedo hacer una pregunta, señor?

El jefe de estado esbozó una sonrisa caballerosa.

— Por supuesto, Coronel Milizé… Es agradable escuchar algo de respeto por los oficiales superiores, a diferencia de cierto capitán lúgubre que no mencionaré su nombre.

Lena miró a Shin de reojo y él fingió no darse cuenta.

— El Almirante es un tipo de unidad que produce paquetes de energía al convertir la energía solar en electricidad. ¿Cómo genera energía bajo tierra, sin acceso a ella?

Según los informes, el Almirante era una unidad enorme parecida a una mariposa con alas de paneles solares, acompañada por bandadas de unidades que funcionaban como extensión de generador y del tamaño de una computadora portátil, los Edelfalter. No podía extender sus enormes alas bajo tierra y, para empezar, no tenía luz solar para generar energía.

— Para ser exactos, normalmente dependen de la generación solar. Según un informe que hemos recibido del Reino Unido, entre las unidades de la Legión contra la que luchan, hay un Almirante que utiliza energía geotérmica para generar electricidad. La capacidad de adaptarse a la situación es un rasgo bien conocido de la Legión, característico de su alta capacidad de aprendizaje… Además, según nuestras estimaciones, este Almirante está utilizando la fusión nuclear para generar electricidad.

— ¿Fusión nuclear…? Pero eso es…

— Su uso solo está en etapas de prueba, incluso aquí en la Federación, lo que significa que es perfectamente posible que también lo haga la Legión. Después de todo, gran parte de la tecnología que enorgullecía nuestro Imperio fue heredada por la Legión… Ésta es otra razón por la que el Morpho se dirigía a la República durante las ofensivas a gran escala del año pasado. Cuanta más electricidad se suministrase al cañón de riel, mayor sería su velocidad inicial, su potencia y su alcance. Si no solo estuviera acampado dentro de los muros, sino que también tuviera acceso a la fuente de alimentación sin fin de un generador de fusión nuclear… al menos, nuestra Federación, así como los países circundantes, se habrían reducido a cenizas con mucha facilidad.

—…
Shin fue el siguiente en hablar:

— Comodoro.

— ¿Sí, mi triste capitán?

— La oficial al mando del Grupo de Ataque 86 no es la Coronel Milizé, sino la Coronel Wenzel. ¿Por qué ella no está aquí?

El jefe de estado sonrió levemente mientras se encogía de hombros.

— ¿Por qué? ¿No es obvio? Este tipo de operación no requiere instrucciones y, por lo general, solo les enviamos los datos. Simplemente, había algo más que quería mostrarles además de la directiva para esta operación.

— …

Bueno, no se puede confiar en este tipo, pensó Lena. Shin, estando junto a ella, probablemente tuvo el mismo pensamiento.

El jefe de estado se puso de pie, diciendo que los acompañaría como una forma de estirar las piernas después de todo el trabajo en el escritorio. Lena lo siguió por el pasillo de la base del cuartel general integrado, cuando de repente se dio cuenta de algo y miró a su alrededor. No caminaban por el camino de donde vinieron. Ella dirigió su mirada hacia Shin, quien inspeccionó su entorno con los ojos entrecerrados.

— Señor…

El jefe de estado, Willem, no le dio una sola mirada mientras se dirigía a una puerta al final del pasillo. La cerradura de identificación en la puerta se desactivó y la abrió.

Luego miró de nuevo a ambos, que estaban inmóviles, y les indicó que entraran.

Era una habitación con un techo tan alto que parecía como si se hubiera quitado el piso superior, y estuviera en su lugar el techo del siguiente piso. Debajo de la barandilla había oficinas llenas de soldados que llevaban el brazalete del equipo de análisis de información, realizando su trabajo.

Varios de ellos estaban mirando una holopantalla proyectada en el aire, probablemente su tema de análisis.
La holopantalla mostraba una especie de sala de reuniones creada con el opresivo esquema de diseño de los últimos años del Imperio. La voz de Ernst resonó en la habitación, pero no se lo veía. Estaba fuera del alcance de la cámara.

— ¿Otra queja sobre el trato de los 86, Representante Primevére?

Su tono sonaba excepcionalmente frío y rígido. En la pantalla, la mujer llamada Primevére sonrió con gracia. Tenía el cabello y los ojos plateados de un Alba y llevaba el emblema de la bandera de cinco colores que la designaba como alguien con un puesto en el gobierno interino de la República.

— Sí… Como ya hemos mencionado varias veces, los 86 que su país nos arrebató son armas pertenecientes a la República de San Magnolia. Son propiedad legítima de nuestro país. Le pedimos que nos los devuelva de inmediato.

— ¿¡Qué…!?
Lena gritó sin darse cuenta y el jefe de estado levantó una mano para silenciarla. Mirándolo, Lena lo vio sonreír levemente debajo de su gorra reglamentaria. Lena finalmente vio la verdad detrás de su cruel sonrisa. Su verdadera razón para convocarlos aquí hoy…… era para mostrarnos esto…

La mujer de la grabación, la llamada Primevére, continuó con sus demandas unilaterales:

— Los 86 son una especie menor: Ganado en forma humana. La Federación no tiene derecho a apoderarse de ellos. Para empezar, la Federación no tiene ninguna base para permitir que sus militares estén dentro de los territorios de la República. Así que deben devolver a los 86, ordenar a sus militares que se retiren y devolver la soberanía de la República a las legítimas manos de los Albas.
Ernst parecía haberse burlado.

— Habíamos planeado confiar la defensa a sus fuerzas armadas tan pronto como termináramos de retomar las zonas del norte. Pero, ¿de verdad planean contener a la Legión con métodos que, además de ser atroces, les fallaron hace seis meses?

— Por supuesto. Nosotros, los Albas, establecimos la forma de gobierno más grande en la historia de la humanidad: Un sistema en el que la raza superior está por encima de todas las demás razas del continente. Nunca perderíamos ante la Legión, ya que son la creación de una raza inferior.

Sus ojos indicaron que estaba completamente seria.