Wortenia Senki (NL)

Volumen 1

Capítulo 1: Convocatoria

Parte 8

Después de escuchar eso, Lionel se apresuró a tomar su decisión. “Tienes mi permiso! Redactar un decreto llevará tiempo, así que toma esta espada como prueba de mi vida y orden!”

Habiendo dicho esto, el Emperador desenvainó la espada en su cintura y se Ia arrojó a Celia. Este fue el momento en que el propio Emperador reconoció esta situación como un estado de emergencia del más alto calibre.

“Celia. Gaius era mi confidente de confianza, un amigo durante décadas, un maestro para mí… Y un pilar que apoyaba a mi país. La voz de Lionel resonó en su espalda mientras salía de Ia sala de audiencias.

“Sí, mi Señor”. Ella solo pudo asentir ante sus palabras.

Por supuesto, a diferencia de Celia, no había relación de sangre entre Gaius y el Emperador, pero sus palabras dejaron en claro

que había un vínculo que trascendía la cercanía familiar entre ellos. Incluso el Emperador, que se encuentra en Ia cima de este país, lamenta su fallecimiento…

Esas palabras honestas e inocentes hicieron que Celia entendiera cuán importante era realmente su abuelo.

“Pensar que Gaius fue asesinado… Esta es una declaración de guerra contra el imperio de O’Itormea. Encuentra al culpable que hizo esto y detenlo, y si no puede ser retenido, puedes acabar con su vida! Celia bajó la cabeza profundamente ante el Emperador con respeto y gratitud, luego salió de Ia habitación. Lionel lanzó un profundo suspiro y habló a la cortina detrás del trono.

“Shardina. Escuchaste todo?”

“Si, padre”.

La voz que respondió a Ia llamada de Lionel era la de una mujer de unos veinte años. Tenía el cabello dorado y ondulado que estaba atado en la parte superior y que llegaba hasta Ia cintura. Era alta, pero tenía una forma bien proporcionada. Sobre todo, ella era una mujer llamativa con los mismos ojos azules que el Emperador.

“También acabo de recibir un informe de mis subordinados también. No hay duda de que Sir Gaius está muerto. Se produjo un incendio en la enfermería al mismo tiempo, y un solo soldado desapareció cuando sucedió. Lady Celia parece tener Ia impresión de que el soldado desaparecido en cuestión es el sujeto de otro mundo”.

“Ya veo… Y qué piensas, Shardina?”

“Creo que su afirmación sobre la identidad del culpable es correcta. Por lo menos, no creo que este sea un asesinato de uno de los países vecinos. Sin embargo…”

“Sin embargo, qué?” La mirada de Lionel se clavó en Shardina mientras hablaba de manera esquiva.

“Creo que sus posibilidades de detener al culpable son definitivamente bajas”. Shardina respondió Ia pregunta tímidamente.

“Qué?” Durnest exclamó sorprendido. “Lady Shardina, estás afirmando que es imposible para Lady Celia?”

El Emperador mismo había aprobado esta orden, pero Shardina afirmó que sería casi imposible detener al culpable.

“Sir Durnest. mi reclamo no se deriva de una falta de creencia en las habilidades de Lady Celia”. Shardina sacudió la cabeza sin apartarse de la cara roja de Durnest. “Incluso si yo mismo tomara el mando, creo que las posibilidades serían escasas. De hecho, dudo que alguien tenga éxito.

“Por qué ?!” gritó Durnest, a pesar de saber Io irrespetuoso que pudo parecer.

“No conocemos la cara o la edad del tipo de otro mundo, entonces, cómo vamos a capturarlo?”

“Qué quieres decir?” Lionel levantó Ia voz sorprendido. Celia no había tenido en cuenta que no conocían la cara del asesino. Sin mostrar una pizca de desconcierto ante la mirada hacia atrás de su padre, Shardina continuó su explicación clara.

“Todos los soldados que estaban presentes en la cámara de convocatoria bajo el mando de Sir Gaius fueron asesinados. Cuando lo llevaron a la enfermería, estaba disfrazado de soldado y no se quitó el casco, por lo que nadie confirmó su rostro. Los soldados que lo llevaron a la enfermería y el médico presente también fueron asesinados. Como resultado, nadie sabe cómo se ve este hombre. Todo lo que sabemos es que es un joven bien fornido.

La capital de O’Itormea era una gran ciudad de tamaño inigualable en el continente occidental, como era de esperar de un poderoso imperio. Si la única descripción que tenían que seguir era ‘un joven bien fornido’, sería difícil Iimitarlo a un solo hombre en esta ciudad en expansión. Además de eso, forzar un bloqueo en una ciudad tan grande era bastante difícil. Si los países vecinos supieran que un solo hombre mató a un taumaturgo de la corte de alto rango,

dejaría una cicatriz duradera en la dignidad de la nación.

“Qué terrible…” Lionel gimió ante la realidad que su amada hija había señalado. “Entonces, cómo va Celia a localizar al culpable?” “Es una apuesta, Su Excelencia. El hecho de que el tipo de otro mundo esté disfrazado de soldado es bueno para nosotros.

Debemos interrogar a Ios soldados que intentan cambiarse de uniforme cerca del castillo o que intentan irse apresuradamente. Incluso si es imposible, aún podemos obtener alguna información. Es porque Lady Celia entendió esto que tenía tanta prisa”.

Las palabras de Shardina hicieron que Lionel se hundiera en sus pensamientos. Luego, volvió a hablar en voz baja.

“Veo. Entonces hay una posibilidad? “Sí. Sin embargo…”

Bien! Mientras sepamos eso. Shardina! Tú también debes tomar el mando de los caballeros y unirte a la búsqueda.

Shardina no pudo ocultar su molestia ante las palabras de Lionel. Por lo que a él respectaba, siempre que la probabilidad no fuera cero, eso era suñciente.

“S-Su Majestad?” La cara de Durnest se llenó de suspenso. “Sacar a la Princesa Shardina de tu presencia es sabio?”

Shardina fue encargada de ser Ia última línea de defensa para proteger al Emperador. Nunca, ni una sola vez, había sido relevada de este deber. Las preocupaciones de Durnest, estaban justificadas. El Imperio de O’Itormea se volvió tan grandioso como lo fue porque había sometido a sus vecinos a Ia sumisión por una presión constante y los absorbió como vasallos. Como tal, todavía había chispas de discordia ardiendo, tanto en el país como en el extranjero. Un asesino podría intentar atentar contra la vida del Emperador en cualquier momento.

“Dije que cesaras tu obstinación, Durnest!” Lionel, sin embargo, redujo sus preocupaciones sin piedad.

Luego volvió su mirada hacia Shardina y exclamó en voz alta: “Shardina Eisenheit, primera princesa del Imperio de O’Itormea y capitana de los Caballeros Súcubo! Reagrupate con Celia y continúa con la búsqueda del culpable!”

Su aguda mirada la apuñaló. Los ojos de Lionel parpadearon con una resolución inquebrantable, que también se podía entender por el hecho de que llamó a su hija por su nombre completo.

“Como quieras, padre. Lo haré lo mejor que pueda, por pobre que sea”.

Sintiendo que su padre tenía Ia voluntad del Emperador, Shardina bajó la cabeza y salió de Ia sala de audiencias en silencio.

Ese fue el momento en que el Imperio de O’Itormea reconoció a Ryoma Mikoshiba como su enemigo. Por fin, solo los dos permanecieron en Ia sala de audiencias. Después de un largo silencio, Lionel habló con Durnest, que estaba a su lado, con voz cansada.

“Las cosas se han vuelto bastante difíciles, Durnest”.

“Sí, su Majestad. Debemos resolver esta situación antes que los países vecinos se enteran de ello”.

“Mm. Y esto sucede justo cuando hemos ganado el control del centro del continente, y estamos a punto de conquistar el este”. “Sí… Es lamentable. Pensar que algo así le sucedería a Sir Gaius…”

Lionel sacudió la cabeza lentamente. Más que el retraso de su camino hacia la conquista, Ia pérdida de su vasallo de años pesó sobre su corazón.

“No tenemos elección. Durnest, debemos elegir rápidamente un nuevo taumaturgo de la corte. Convoca a los ministros”.

“Como quieras. Será Lady Celia? La voz de Durnest estaba llena de ansiedad.

Ella tenía más que suficiente talento, su lealtad y pedigrí nunca fueron puestos en duda, pero su falta de experiencia fue abrumadora.

“No se puede hacer mucho acerca de su juventud… Excepto la esperanza de que lo que vendrá Ia ayudará a madurar”. “Realizaré los preparativos de inmediato, entonces”.

Durnest se retiró, dejando a Lionel solo en su trono.

“Eres un tonto, Gaius… justo cuando mi dominio está a la mano…” Una sola lágrima cayó sobre Ia alfombra roja. Contenía todas Ias emociones que el hombre conocido como Lionel tenía por el que había luchado durante Iargas batallas despiadadas a su lado.

Retrocedamos un poco el tiempo. El soldado herido tomado de Ia cámara de convocatoria era, por supuesto, Ryoma Mikoshiba. Su apuesta había valido la pena.

Por supuesto, tenía algo de confianza en sus posibilidades. Ryoma asumió que cuando las personas que derribaron la puerta se encontraran con el piso empapado en sangre y los cuatro cadáveres que yacían allí, no serían capaces de hacer juicios calmados. Y tenía razón. De hecho, los soldados que irrumpieron en la habitación se sacudieron por la horrible vista.

La mayor preocupación de Ryoma era la posibilidad de que le quitaran el casco y le vieran Ia cara, porque si hicieran eso, los soldados seguramente sospecharían. Después de todo, ninguno de ellos lo reconocería. E incluso si tuviera la suerte de escapar de este lugar, conocer su rostro haría que su escape fuera mucho más difícil.

Como resultado, el hombre y la mujer que irrumpieron en la habitación llamándose por su nombre fue un regalo del cielo. Ryoma llamando a ese hombre por su nombre, Rolfe, disminuyó sus sospechas y lo llevó a ordenar que enviaran a Ryoma a la enfermería. Ese simple acto de ser llamado por su nombre engañó a Rolfe para que pensara que el soldado delante de él era un aliado, y nunca se atrevió a pensar que todo esto era parte de la estratagema de Ryoma.

“Guh… Gaah… Guah…” Ryoma, tendido en la camilla, fingíó toser. “¡Oye! ¡Quédate con nosotros! ¡Te llevaremos a la enfermería pronto!”

“Sí, solo aguanta un poco más! ¡¿Me escuchas?! Mantente consciente y no te atrevas a desmayarte! Morirás!”

Los soldados que llevaban la camilla seguían hablando, tratando de darle moral a Ryoma. Honestamente y verdaderamente creían

que el hombre en Ia camilla era un compañero herido al borde de la muerte.

Ryoma continuó fingiendo su agonía. Nunca había pensado realmente en ser actor, pero Ios hombres desesperados con la espalda contra la pared son capaces de hacer cosas que generalmente son incapaces de hacer. Y en este momento, Ryoma estaba dando una actuación realmente digna de un Oscar, ya que pretendía estar herido.

“Bien, Io Iogramos!” Un soldado llamó y golpeó Ia puerta de madera. “Doctor! Esto es urgente, por favor abra Ia puerta!” Después de unos momentos, Ia puerta se abrió desde adentro de una manera vigorosa.

“Hey, Alan, dijeron que es urgente!”, Gritó un anciano en Ia habitación mientras agarra la perilla.

EI hedor a alcohol llegó a la nariz de Ryoma.

“Puedo oírlos bien sin tus gritos, padre! Ustedes dos, colóquenlo allí en la cama, rápidamente!”

Un joven de unos veinte años enseguida les indicó, cuando el viejo salió de Ia enfermería, mirándolo con una mirada hacia atrás.

“Tú también, padr-, eh, padre? A dónde fue?”

“El médico jefe se fue. Probablemente significa que irá a beber de nuevo”. Dijo uno de los soldados con voz exasperada, mirando al joven mirar confundido a su alrededor.

“De nuevo? Que debería hacer con él… ”

Esto fue probablemente un hecho común. El joven tenía una sonrisa amarga.

“Venga, no hay nada de qué preocuparse”. Los soldados intercambiaron miradas al ver su expresión. “La habilidad del asistente del médico jefe es tan sólida como la de su maestro, no es así?”

“No hay duda de eso. En todo caso, sus manos no tiemblan cuando se tranquiliza, por lo que incluso podría estar mejor”

Dicho eso, uno de los soldados tocó el casco de Ryoma.

“De todos modos, revisemos al paciente… Hmm? Esto se ve bastante mal”. Mirando a Ryoma, el joven frunció el ceño.

Todo su cuerpo estaba empapado en rojo, apestaba a la oxidada esencia metálica de la sangre y jadeaba fuertemente. Desde la perspectiva del joven médico, parecía gravemente herido.

“Por ahora, inspeccionemos sus heridas. Si no le importa, podría quitarle la armadura y el casco al paciente?”

A petición del joven, los soldados se acercaron a la cama. Ese lugar pronto se convertiría en su tumba.

Uno de los soldados se desplomó de repente en el lugar, y un líquido rojo brotó de su cuello vigorosamente. Mientras se sentaba, Ryoma lanzó su espada hacia adelante, cortando al soldado por el cuello. Y cuando saltó de la cama, se abalanzó sobre el otro soldado que estaba allí en estado de shock. No tenía forma de evitar un ataque del soldado que creía que se retorcía en agonía hace un momento. El soldado no entendía lo que estaba pasando, y la espada de Ryoma le cortó Ia garganta sin piedad.

“Qué …! Qué estás …?! ”El joven doctor gritó sorprendido, y se volvió hacia Ia puerta, huyendo desesperadamente.

Sabía muy bien que no era apto para pelear, por lo que su curso de acción inmediato era moverse y correr. Pero esa fue la peor conclusión posible para Ryoma.

Maldita sea, sí lo dejo escapar, él pedirá refuerzos!

Ryoma se quitó rápidamente la vaina de la cintura y la arrojó hacia los pies del joven. Esto no se hizo como un ataque, sino para hacer que sus pies tropezaran por un momento y bloquear su camino de escape. Y su intento fue exitoso. Afortunadamente para Ryoma, Ia vaina golpeó al joven contra la cadera, haciéndole perder el equilibrio justo antes de salir.

Sin dejar pasar la oportunidad, Ryoma corrió hacia el médico colapsado y, mientras ponía su peso contra su espalda, envolvió sus gruesas manos alrededor del cuello del joven. El joven era delgado y su cuerpo pesaba varios kilogramos menos que el de Ryoma. A pesar de esto, luchó salvajemente, sintiendo el peligro para su vida, pero su lucha inútil solo hizo que Ryoma apretara más su garganta.

“S-Suéltame… Qu-Quién eres…?” El joven exprimió Ias palabras dolorosamente mientras su cuello estaba siendo apretado.

“Lo siento amigo. Tengo algunas cosas que necesito que me digas.”

Ryoma habló alegremente, pero su agarre del cuello del joven médico nunca se aflojó en Io més mínimo. Podía estrangularlo o romperle el cuello con poco o ningún esfuerzo. Con Ryoma literalmente sosteniendo su vida en sus manos, el joven no tuvo otra opción.

“Qué quieres oír?” La voz del joven era ronca, debido al agarre alrededor de su garganta.

Aún así, su intención era Io suficientemente clara. Ryoma habló con la voz más suave posible. Sabía bastante bien que, dependiendo de la situación, hablar en voz baja podría ser mucho más intimidante que gritar.

“No mucho, solo estoy buscando salir de este castillo. Crees que podrías señalarme en Ia dirección correcta?”

La voz de Ryoma era perfectamente casual, como si estuviera pidiendo indicaciones en la calle. Pero eso en sí mismo asustó más al joven.

“Quién eres tú? Por qué los mataste? No eran tus amigos?” Desde Ia perspectiva del joven médico, esa sería la conclusión natural. Hace solo unas docenas de segundos, el hombre ante él era un paciente gravemente herido. Ryoma, sin embargo, no tuvo tiempo de responder sus preguntas.

“Sí, lo siento. Esto no me gusta más que tú, pero tendrás que responder mis preguntas, y rápido”. Ryoma susurró suavemente en sus oídos y apretó su agarre.

“Gauh… Gugah…” La cara del joven gradualmente se puso roja. “Tienes ganas de hablar?”

El joven asíntió desesperadamente. Si Ryoma siguiera estrangulandolo así, el hombre moriría sin lugar a dudas. El miedo a la muerte hizo que su resolución se rompiera.

“Ghjusto ‘porh’ el pasillogh, uhg..ruza el ghatio”

“Ir por el pasillo y cruzar el patio?”

Al verlo asentir desesperadamente, Ryoma apretó el cuello del joven. cada vez más, lo suficientemente fuerte como para romperle el cuello…

Ryoma no tenía la opción de dejarlo seguir con vida. No importaba cuán buena persona fuera o cuán inofensivo se viera. No podía permitir ningún testigo si quería escapar de este castillo con vida.

La única ventaja que Ryoma tenía en esta situación completamente desfavorable era que el enemigo tenía poca o ninguna información sobre él.

“Guah… Gaaaugh…” balbuceos y gemidos se filtraron de la boca del joven, y el sonido contundente de su cuello rompiéndose resonó entre las manos de Ryoma.

Tratando de empujar el cuerpo de Ryoma lo mejor que pudo, el cuerpo del joven se quedó completamente flácido. Sus músculos se relajaron completamente, y un olor pútrido se flltró de su entrepierna.

“Lo siento”. Ryoma susurró al cadáver a sus pies, después de quitar las manos de la garganta del joven.

Esa palabra era lo único que Ryoma podía ofrecer al médico que creía que era un aliado, y estaba sinceramente preocupado por su bienestar. Juntando sus manos ante el cadáver, Ryoma una vez más hizo los preparativos para correr. Primero, buscó en los bolsillos de los tres cadáveres y sacó sus sacos de monedas.

Vertiéndolos a todos en un saco, Io ató alrededor de su cintura. Luego sumergió un vendaje en el agua caliente de la habitación y lo usó para limpiar la sangre de su armadura. Caminar con una armadura ensangrentada llamaría la atención.

Bien, ahora tengo dinero de ocho personas. Supongo que estos serán mis fondos por el momento.

Tener dinero a la mano era importante. Sin eso, no podría llegar demasiado lejos en su fuga. Después de reconfirmar el peso del saco en su cintura, Ryoma arrancó las cortinas y las sábanas, así como las telas en el botiquín, y encendió todo en la enfermería.

Como había elegido todas las cosas inflamables que podía encontrar, el fuego se extendió rápidamente por la habitación. Muy bien. Este es el momento decisivo.

Ryoma salió de la enfermería cuando comenzó está comenzó a llenarse de humo negro y respiró profundamente ‘Fuegooooo….por aquí hay fuegoooo…!!” La voz de resonó por el castillo.

Orlando, uno de los taumaturgos del palacio, estaba cruzando el patio en su camino de regreso a su oficina desde el cuartel, cuando escuchó Ios gritos.

“Qué?! Un incendio? ”La sangre se escurríó de su rostro en el momento en que Ia escuchó.

Un incendio en el castillo fue una grave crisis. Si la casa de Ia realeza y el centro de gobierno se incendiaran, dejaría una cicatriz en el imperio de O’Itormea. Y además de eso, el daño a la propiedad sería inimaginable. La mayoría de Ios artículos en el castillo eran de clase alta y caros, y si se hacía daño a la nobleza, podría causar conflictos internos en el peor de Ios casos. Incluso Orlando, quien fue visto como impertinente y tranquilo por sus compañeros, se dio cuenta de Ia gravedad de la situación.

Las fosas nasales de Orlando luego percibieron el olor de un aroma en el aire. El cantero estaba plagado de flores floreciendo con orgullo, liberando un aroma fragante en el aire. Pero dentro de eso se mezcló un aroma desagradable y ardiente. Y mientras escuchaba atentamente, los gritos llegaron a sus oídos nuevamente.

“Es un incendio! ¡Un incendio en la enfermería!’ “Un incendio? Dónde dijiste que era?”

“La enfermería está en llamas! Obtenga agua, rápidamente! No, llame a un taumaturgo de palacio! ¡Pueden sacarlo más rápido!”

“No seas tonto! Primero debemos evacuar a Su Majestad y a los nobles!”

Muchos soldados, doncellas y mayordomos estaban trabajando arduamente para apagar el fuego. Todos gritaban y se movían frenéticamente. Algunos estaban tratando de mover objetos de valor fuera del camino, algunos buscaban a un superior para darles sus órdenes, y otros llevaban cubos para extinguir el fuego. Fue un verdadero crisol de desorden y caos. Y dentro de eso había nobles huyendo de la enfermería al patio con sus guardias personales.

AI darse cuenta de que realmente había un incendio, Orlando echó a correr sobre el macizo de flores. Sintió cierta culpa al pisotear las flores atentamente atendidas, pero ahora no era el momento de preocuparse por eso. Cortó el macizo de flores y se dirigió a la enfermería. Sabía que una vez que llegara allí, sería capaz de apagar rápidamente el fuego. Ese pensamiento dominó el corazón de Orlando. Y eso fue exactamente por qué no se dio cuenta de la vista de un soldado sospechoso, mezclado con el resto de los guardias de los nobles, caminando hacia la salida e ignorando el fuego y el caos detrás de él….

Debería poder salir como siempre y cuando me mezcle con ellos… Ese fue un afortunado error de cálculo por parte de Ryoma, y no pudo contener Ia sonrisa que se dibujaba en sus labios. Había encendido el fuego con la esperanza de escabullirse en el caos, pero no esperaba que los nobles corrieran por sus vidas de esta manera. La visión de todos ellos corriendo hacia las puertas se reflejó en los ojos de Ryoma.

“Uf. Bueno, he llegado tan lejos ahora…”

Mezclándose con los nobles que huían, Ryoma evadió el interrogatorio de los guardias y salió con éxito del castillo. Luego miró hacia atrás, mirando el castillo blanco del que acababa de escapar, las frías y oscuras llamas de odio ardiendo en sus ojos.