Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 7

Capítulo 5: Batalla de Lagrimas

Parte 1

 

 

Poco antes de que Loki Familia se reuniera con Aiz.

——Las cosas han tomado un giro bastante interesante, ya veo.

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Thanatos se volteó hacia la nueva voz, aún en la habitación forrada de murales que Lefiya y Filvis habían dejado atrás, y confirmó a su dueño.

—¿Ishtar… ¿No es así?

Su piel cobriza estaba descubierta para revelar gran parte de su amplio pecho y miembros flexibles, y era en todo momento la reconocida hechicera que había robado las miradas de tantos. Con una pipa de Kiseru en mano, la Diosa de la Belleza Ishtar entrecerró los ojos en dirección a Thanatos.

—Y qué sorpresa es esta, mi querido patrocinador. ¡Bienvenido a los grandes salones de Knossos! … O eso es lo que me gustaría decir, pero no parece que tengas ganas de bromas, ¿eh? Ya que has aquí por tu propia voluntad.

—Es un poco tarde para eso ¿No? ¿Cuántas veces crees que he estado en el nido de esta rata? Eres un dios difícil de encontrar ¿Sabes? Hemos estado esperando por algún tiempo; respondió Ishtar, ella claramente no es ajena a los túneles de Knossos. Detrás de ella estaba uno de sus seguidores humanos, así como su guía enmascarado.

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Las dos familias, la Familia Ishtar y Remanentes de the Evils, estaban estrechamente entrelazadas. Aunque para ser sinceros, la Familia Ishtar no consistía en nadie más que Ishtar y algunos otros.

La finalización de Knossos requirió considerables materiales y fondos, algo que The Evils— Barca y los otros descendientes de Daedalus incluidos—no tenían. Esta fue la razón por la que falsificaron su contrato con Njror para beneficiarse de las transacciones del mercado negro de Meren.

Pero ese era solo uno de sus planes, y su trato con Ishtar era otro. Con los burdeles del Barrio del Placer de Orario bajo su mando, la familia Ishtar poseía fácilmente la mayor fuente de fondos de todo Orario, al menos después de la familia más grande y la segunda más grande de Orario: Loki y Freya, respectivamente. A diferencia de las familias de alto riesgo y rendimiento del Calabozo, ella no incurrió en casi ningún costo o pérdida, lo que la convirtió en una empresa de alto rendimiento y sin riesgo, y la fuente de su poder.

—¡Bueno, me has encontrado! ¿Puedo preguntar con qué propósito?

Después de todo, Ishtar no estaba ayudando a The Evils por caridad. Ella también quería algo a cambio.

Concretamente—

—El Toro del Cielo que voy a recibir. Me gustaría ver su poder.

—El ser poderoso de The Evils y las criaturas se escondían.

—Casi ha llegado el momento de que me vengué de Freya. Una vez que haya puesto mis manos en ese conejo, mi cebo, tendré que atacar dentro de unos pocos días. Puede que tenga que atraer a sus mocosos aquí… y antes de que eso suceda, quiero estar completamente segura de su fuerza.

—… Erm, bueno…

Mientras una sonrisa maliciosa impropia de una Diosa de la Belleza cruzó la cara de Ishtar, Thanatos comenzó a balbucear y titubear.

—Eres consciente de lo que está pasando en tu propio laberinto ¿Verdad? ¿Sabes que la Familia Loki está vagando por sus pasillos? No se me ocurre mejor oportunidad para probar su fuerza.

—Es solo que… ¿Sabes, Ishtar? La Familia Loki ni siquiera tiene una llave. Casi están acabados así como están, incluso sin sacar al antiguo jefe final para derribarlos. Todo lo contrario, de hecho, solo crearía más caos para nosotros…; Thanatos trató de explicar.

—Como si me importara algo de eso; Respondió Ishtar secamente. —¿Con cuánto dinero crees que te he bañado en estos últimos cinco años, hmm?

—Bien, bien…; Thanatos levantó las manos en señal de derrota cuando ella sacó su pipa de Kiseru de entre sus labios y dejó escapar una bocanada de humo púrpura. —Lo entiendo. Lo haré. Cualquier cosa por mi querido patrocinador.

—Bien; Ishtar entrecerró los ojos en aparente satisfacción antes de girar sobre sus talones. — Llévame a un lugar donde pueda ver; Ella y su asistente se dirigieron de regreso al pasillo, y luego la figura enmascarada se fue acercando.

Viendo esto, uno de los seguidores de Thanatos se acercó a él. —¿Q-Qué debemos hacer, Lord Thanatos? Esa criatura femenina nos dio órdenes estrictas de no usarla todavía…

—Supongo que estamos atrapados entre la espada y la pared. Ishtar ha sido buena con nosotros, después de todo. Si la molestamos ahora, quién sabe qué pasará.

Recordando el temperamento voluble de la hermosa diosa, Thanatos respondió encogiéndose de hombros antes de sonreír lentamente.

—Y honestamente—yo también quiero verlo. ¿Me pregunto qué tan fuerte es este as bajo la manga de Enyo?

El seguidor se estremeció y tragó saliva ante la sonrisa oscura del dios. Así, sus acólitos se dedicaron a su tarea en una serie de actividades.

Liberando al monstruo de las cadenas que lo ataban.

***

 

 

—¡Tontos! ¿¡Esto no es nada más que un juego para ustedes…!?; Levis gritó indignada desde el montón de escombros.

Una esquina de la habitación había sido inundada por completo con los restos rotos de la pared del laberinto. Montones sobre montones de piedra y adamantita yacían esparcidos, bloqueando completamente el camino de Aiz y sus compañeros.

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No le tomó mucho tiempo a Levis darse cuenta de que fueron Thanatos y su tripulación quienes liberaron al monstruo, y la revelación trajo consigo una considerable exasperación.

—Mi voz no lo alcanza… ¿El viento de Aria lo está bloqueando?;” Levis extendió una mano en la dirección en que el monstruo había perseguido al grupo de Aiz antes de apretar un puño. — Si esto continúa, entonces los otros también… Maldición. Tendré que revisarlos.

Con eso, ella puso la habitación detrás de ella.

—No vayas a ser devorada enfrente de mí, Aria… hará que recuperar tu cuerpo… sea difícil.

—Señorita Filvis ¿Qué fue ese ruido justo ahora…?

—…No lo sé. Pero sonaba cerca.

Lefiya y Filvis corrían por los túneles del laberinto. A pesar de que habían perdido a su guía cuando el viento de Aiz se había detenido bruscamente, este nuevo sonido a lo largo del pasaje los espoleó en otra dirección.

No les llevó mucho tiempo llegar al final del pasillo, y pronto sus compañeros, incluida una cierta espadachín de pelo dorado y ojos dorados, entraron en su campo de visión.

—¡Señorita Aiz!; Lefiya gritó, rebosando de alivio y alegría. Pero su consuelo pronto cambió a sospecha cuando ninguno de sus compañeros se dio la vuelta al acercarse.

Su duda no duró más que unos pocos segundos.

Porque mientras seguía la línea de visión de todos, ella vio la siniestra monstruosidad de una criatura que había captado la atención de sus compañeros, y se detuvo ella misma.


—E-Esa cosa… ¡¿Es la misma que… el piso cincuenta y nueve…?!

Sobresaliendo de la frente del buey colosal estaba una forma decididamente femenina; su pequeña estatura de dos metros contrastaba extrañamente con el gigante de abajo.

Su pelo esmeralda corto y su piel similarmente verde, su vestido de colores ricos y su sonrisa misteriosa en rasgos lo suficientemente hermosos como para que una diosa convirtiera el mar de los recuerdos de Lefiya en una tormenta.

Era un demi-espíritu, el mismo con el que habían luchado desesperadamente en la Frontera Desconocida del piso cincuenta y nueve.

—Aaaahh.

Fue entonces cuando el demi-espíritu se movió.

También fue cuando Lefiya se dio cuenta de que había elegido un momento terriblemente desafortunado para volver a reunirse con sus compañeros.

Sin ninguna explicación, la criatura entró en modo de ataque.

—¡Nnn!

Comenzó con un simple ataque.

Pero ese simple ataque trajo consigo un peso inimaginable y un poder destructivo.

Aiz y los demás se apartaron rápidamente, evadiéndolos con toda la velocidad y la fuerza que les quedaban, pero el espíritu simplemente los persiguió con poca consideración por la devastación que estaba causando en las paredes del laberinto en su alboroto.

—¡N-No puede ser!

—¡Está rasgando a través de la adamantita como si fuera papel…!

Mientras Lefiya gritaba en shock, Filvis respondió con un temor similar. El resto del grupo aterrizó justo al lado de los pies de los dos elfos en ese momento, en un estado igual de aturdido silencio. Ni siquiera Gareth, confiado como estaba en su fuerza, podía hacer añicos en esas paredes sin mucho tiempo y esfuerzo, y en un solo giro de sus extremidades, esta cosa estaba derribando las enormes barreras de adamantita como si no fueran más que bloques de construcción.

Ni un solo miembro de la Familia Loki emitió un sonido mientras miraban el enorme agujero en las paredes del laberinto.

—… Es una bestia diferente de la que encontramos en el piso cincuenta y nueve—construida por puro poder; Murmuró Gareth mientras reajustaba su casco.

Cada uno de sus poderosos ataques fue un verdadero golpe mortal, convirtiendo a la bestia en un tipo de poder.

—¿Cuál es el plan aquí, eh? ¿Luchar contra esa cosa? ¿O largarse de aquí? Bete siseó.

—¿¡Incluso tienes que preguntar!? ¡Corramos! ¡El capitán necesita ser sanado, pronto!; Tione gruñó de vuelta.

—Sí, pero sabes que esa cosa nos va a seguir ¿Verdad?; Intervino Tiona, extrañamente moderada.

—… Actuaré como cebo.

—¡Oh no, no lo harás!

Aiz comenzó a ofrecer una idea, pero Tiona inmediatamente la derribó.

En frente del agujero humeante en frente de ellos, vieron que el contorno gigante de la bestia se retiraba lentamente de la habitación. El sudor corría por sus sienes.

—Todavía no sabemos cómo llegar a la salida…; Murmuró Raúl, con la cara pálida.

—Sí, y si esa cosa mantiene su alboroto, incluso podría destruir nuestra única salida… Ja, ja, ja, ja…; Agregó Narfi con una risa apagada.

—¡Lo siento, pero tendré que pasar en eso de ser enterrada viva!; Afirmó Aki, presionando las heridas en sus brazos con una mueca.

Al ver que la esperanza disminuía en sus compañeros, Lefiya se inclinó hacia delante. —¡Yo-yo he encontrado la salida! ¡Puedo guiarlos allí!

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Fue entonces cuando los otros miembros de la familia finalmente la notaron y miraron en su dirección. Un momento después, fue recibida con un coro de Yeys. Entre ellos el —¡Eres genial, Lefiya!; de Tione fue particularmente prominente.

—Entonces, todo lo que nos queda es esa gran cosa grande de allí…; Raúl planteó, y como si fuera el momento justo, el demi-espíritu en cuestión reapareció en la habitación. Muy lentamente, se dio la vuelta, los ojos bovinos de su mitad inferior y los ojos en forma de media luna de su mitad superior femenina cayeron sobre Aiz y el resto del grupo.

Necesitaban tomar una decisión.

Una sola voz fuerte para decirles qué hacer. O tal vez una opción que no rehuyera los sacrificios.

Segundo por segundo, su precioso tiempo comenzó a temblar.

Y por fin, los ojos inciertos de todos en el grupo se establecieron en un individuo. Su capitán hobbit, actualmente levantado en la espalda de una de sus compañeras.

—… Ngh.

Cerca de la muerte, Finn arrugó la cara.

¿La pérdida de sangre había enturbiado sus pensamientos? ¿O incluso Finn Deimne, de todas las personas, dudaba en transmitir la orden necesaria?

En ese momento de la indecisión de su comandante—otra voz sonó verdadera.

—Déjalo salir, Finn. Fue Gareth.

—Hubiera sido extraño si no hubiera tratado de decir nada hace poco; continuó el enano, preparando su hacha mientras tomaba su lugar junto a Finn. —¿Quién es el que siempre ha sido el que ha cubierto tu trasero, eh?; Sus labios se curvaron en una sonrisa debajo de su barba.

La expresión también llevó los tintineos de una sonrisa a los labios de Finn.

—… Dejo la línea de atrás en… tus manos capaces, Gareth.

—¡Entendido!


Y con una última sonrisa feroz, Gareth corrió hacia el demonio colosal a una velocidad vertiginosa. Mientras todos los ojos seguían su partida, Raúl también frunció el ceño al ver que el enano retrocedía—antes de emitir una orden propia en lugar de Finn:

—¡Todas las tropas, retrocedan! ¡Váyanse de aquí! ¡Lefiya, estás a la cabeza!

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—¡E-Entendido! … ¡Señorita Filvis!

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—… Cierto. Vámonos.

Familia Loki se fue en un instante. Con Lefiya y Filvis tomando puntos, todo el grupo corrió hacia el túnel más cercano.

Sin embargo, fue entonces cuando las gemelas amazónicas previamente silenciosos se voltearon hacia sus compañeros.

—… Como diablos voy a dejar que Gareth sea el único que se vea genial. ¡Tengo que ganarme mis elogios del capitán, después de todo!

—¡Yo tampoco! ¡Yo tampoco!

Las dos gemelas beligerantes corrieron tras el solitario enano. Ninguna de las dos era conocida por seguir órdenes y no iban a dejar atrás a Gareth.

—Bete, Aiz… necesitan… proteger a todos los demás…

—… ¡Hmph!

La cola del hombre lobo había comenzado a menearse en previsión de seguirlos, pero a las órdenes de Finn, Bete simplemente gruñó con desaprobación. Tanto él como Aiz le dieron a Gareth y a las dos hermanas una última mirada mientras salían de la habitación.

—Tiona, Tione… Gareth…; Murmuró Aiz.

No pierdan.

Con el corazón roto, confiando el destino del grupo a sus amigos en la retaguardia, Aiz huyó.

***

 

 

—¿Está realmente bien, Tione? ¿Me refiero en dejar de lado a Finn y todo?; Gareth preguntó mientras las dos amazonas corrían para unirse a él.

—¡Si alguien va a ir por la retaguardia del capitán, seré yo! ¡Eso me pertenece, después de todo!

—¿Desde cuándo esto se convirtió acerca de su trasero?

Ante el indignado grito de Tione, Tiona miró con incredulidad a su hermana. Bien podría ser la última vez que pudieran hacer bromas en esa habitación de cien metros cuadrados mientras sostenían sus armas (hacha, cuchillos Kukri y Urga, respectivamente) listas.

—… Aaahh.

Pero los chistes pararon allí.

Delante de ellos, el mamut titánico se movía.

KA-PHWOOM. El fuerte ruido relampagueó alrededor de ellos como si alguien hubiera golpeado la tierra con un martillo gigante—la cosa había dado un paso adelante. Y se dirigía directamente hacia el túnel donde Aiz y el resto del grupo acababan de partir.

—¿Qué hacemos entonces, eh?; Tiona posó, con su piel aún resbaladiza por el sudor de las toxinas del veneno de las vermis.

—Bueno, ciertamente no es un enemigo al que podamos enfrentarnos, especialmente en nuestra condición…; Respondió Tione, aun infligiéndose con las heridas de las armas malditas de los asesinos. Aunque los cortes eran ligeros, no se curarían. —Deberíamos apuntar a su piedra mágica. Intenten sacarlo de un solo golpe.

Se había necesitado un grupo completo y un tiempo considerable para derrotar al demi- espíritu la última vez. Con solo tres de ellos ahora, y con menos fuerza óptima, iban a tener algunos problemas para contener esto.

—Sí, eso funcionará… pero consideremos lo básico por un momento ¿Hmm? ¿Cuál es la teoría sobre como vencer a estos animales, muchachas?

—Apuntar a los pies.

—¡Tirarlo al suelo!

—¡Vamos a seguir con eso, entonces! ¡Un golpe para tumbar a esa bestia! ¡Y no dejen que les golpee!

A pesar de todo, los aventureros no debían sentirse intimidados, porque sabían muy bien que el pesimismo era la peor toxina de todas.

Gareth levantó su hacha, aún con su armadura medio carbonizada de la ola de llamas anterior.

—¡Denle todo lo que tienen para detener los pies de esa cosa! No dejen que llegue a nuestros amigos ahora. ¡Andando!

Con eso, el enano pateó el suelo, con la señal para que comience la batalla.

—¡Se aleja de nosotros y habremos perdido! ¡Tiona, detenlo donde esta!

—¡Entendido!

—¡Y Tione—usa tu magia para atar sus piernas!

—La magia no es exactamente mi fuerte, pero… ¡Haré lo que pueda!

Gareth y Tiona corrieron directamente hacia la criatura, mientras Tione saltaba hacia un lado, distanciándose momentáneamente de la batalla propiamente dicha. Inmediatamente, ella comenzó a lanzar un hechizo.

—¡Aria… Aria!

El demi-espíritu, por otro lado, entró en una carrera enloquecida, gritando con entusiasmo fervor. Sus pies tronaron hacia ellos a lo largo del piso de adamantita cubierto de piedra y crearon temblores que resonaron en todo el laberinto.

—¡¡Ngh!!

Gareth y Tiona se separaron rápidamente a la izquierda y la derecha, esquivando el ataque entrante del toro.

Pero la criatura en sí misma no era lo único de lo que tenían que preocuparse, su embestida creaba enormes explosiones de aire que golpeaban sus cuerpos cuando pasaba corriendo.

—¡Es… bastante rápido cuando quiere!

—¡Me lo dices a mí!

Las dos habían caído con sus manos al suelo de piedra debido a la vibración. El demi-espíritu, mientras tanto, simplemente continuó hacia la salida.

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Una vez que esa cosa comenzó a correr, no había manera de que pudieran detenerlo.

Al ver la enorme carrera del toro, Gareth dejó escapar un aullido. —¡Tione! ¡Es hora de irse! Al otro lado de la habitación, la amazona estaba armando su conjuro.

—Deseo, sumergido en el mar de mi corazón; sed, nacida de los mares de mi corazón, ha llegado el momento; Conjuró ella, formando con cuidado el hechizo menos familiar para no perder una sílaba.

Ella nunca había estudiado los caminos de la magia, así que no se formó un círculo mágico debajo de sus pies para acompañar su poderoso conjuro que resonaba en las paredes. Esto volteó su atención al demi-espíritu que corría por su campo de visión, asumiendo una posición de batalla. —Toma forma, desnuda tus colmillos, y se la serpiente. Libérate del mar, cruza los montículos crecientes y envuelve al mundo. El tiempo es tuyo para que lo tomes. ¡Detén los segundos del destino y destiérralos al vacío!

Una luz resplandeciente se materializó en la mano de Tione mientras completaba el hechizo, tomando forma mágica en la forma de un látigo de luz azul-púrpura.

—¡¡Restrict Iorum!!

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Este voló directamente hacia la bestia.

Golpeó con la velocidad de una serpiente, un depredador devorando a su presa, y se envolvió firmemente alrededor de la pata trasera derecha del toro.

—¿¡!?

Casi de inmediato, el cuerpo del demi-espíritu se puso rígido.

—¡Santa vaca! ¡Lo tengo!

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