Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 5

Capítulo 4: Fourth Score

Parte 9: Singularidad

“¿Un Empate de Repetición?” La sala de descanso estalló.

Los mismos movimientos se están repitiendo en la arena en este mismo momento.

Si la repetición continúa durante cuatro turnos, esta partida se declarará un empate: los jugadores cambiarán de ofensiva a defensa e inmediatamente jugarán otra partida.

Sin embargo, una cierta condición evitó que esto sucediera esta vez.

“¡El Ryuo tiene al Meijin bajo control durante la secuencia! A este ritmo, ¡Será un Empate de Repetición de jaque mate y el Meijin ganará!”

“¡No…es muy temprano para decirlo! El Ryuo podría estar tratando de ganar tiempo como lo hizo en la tercera partida—”

“¡¿Entonces dime dónde va a cambiar la secuencia?! ¡¿De qué otra manera podría salir?!”

Los profesionales de Shogi en la sala de descanso comienzan a hacer sus propias predicciones sobre cómo terminará la partida, pero ese es un dilema tan complicado que el software de computadora no podría resolverlo. Incluso el presidente Seiichi Tsukimitsu, un renombrado autor de tsumeshogi que pudo localizar una ruta de verificación más rápido que nadie, no pudo dar una respuesta.

Sin embargo.

En la esquina trasera de esa sala de descanso—

” Aquí”

Una niña pequeña comenzó a mecerse hacia adelante y hacia atrás.

“Aquí aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí”

Mientras sus ojos estaban bien abiertos, no percibían la realidad.

Sus once tableros de Shogi mentales eran un borrador mientras trabajaba a través de todas las posibilidades ilimitadas. Sentada en sus tobillos, se inclinó hacia adelante mientras sus pensamientos corrían más y más  lejos, mucho más allá de los demás.

“Aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí…”

“¡Lo tengo!”, Gritó un jugador de Shogi de unos veinte años que había estado trabajando en un tablero de análisis.

“¡No importa cómo el Ryuo cambie la secuencia, no tiene manera de contener al Ou del Meijin! En realidad, cambiarlo pondría a su propio Ou en jaque. ¡El Meijin gana! ¡¡El Eterno Septuple nace!!”

Con eso, un grupo de periodistas exaltados se puso de pie como uno solo.

Sin embargo.

“No”

La única voz de oposición vino de la niña más pequeña de la habitación.

“¿Eh?”

La joven jugadora profesional sorprendida buscó quién lo dijo, pero ella ya se había ido.

Para entonces, Ai Hinatsuru había salido corriendo de la habitación.

“¡¿Ai-chan?! ¿A dónde vas?”

Dejando a Ginko a cargo del análisis en el tablero, Keika-san regresaba a la sala de descanso cuando vio a Ai salir corriendo por la puerta e intentó detenerla.

Excepto que Ai ni siquiera miró por encima del hombro mientras corría en dirección opuesta, lejos de la arena.

Luego, sólo unos segundos después. “…..¿Podría ser?”

Seiichi se congeló como si estuviera haciendo un descubrimiento escalofriante mientras analizaba silenciosamente la cerilla con los ojos cerrados.

Preocupada, Sasari-san le habló desde su asiento al lado del presidente.

“¿Señor? ¿Sucede algo? ¿Presidente?”

A todos los efectos, parecía que no escuchaba la voz de Sasari-san.

“¿P-Podría ser …?! ¿Podría esta situación…E-En realidad …?! ”

La cara de Seiichi se puso pálida mientras temblaba.

Sasari-san nunca había visto al presidente reaccionar así y supo de inmediato que algo monumental acababa de ocurrir. Algo mucho más raro que el título de Septuple Eterno, algo que haría que el Premio al Ciudadano Meijin sea una noticia vieja.

Al mismo tiempo, otra irregularidad ocurrió en la arena.

“¡¿Cuál es el problema?! ¡¿Por qué no funciona ninguno de los monitores?!

“¡No tengo idea! ¡Un brillo extraño y  borroso comenzó a aparecer hace un tiempo y ahora …!”

Las pantallas que se suponía que mostraban la arena se habían quedado en blanco. El extraño ruido digital había crecido hasta el punto de que la imagen se había disuelto en nada más que luz brillante.

Era imposible ver dentro de la arena. El ruido también estaba causando un mal funcionamiento de los micrófonos, haciendo que la cuenta regresiva del registrador de partidas sea extremadamente difícil de escuchar. Sin embargo, la voz estática similar a una radio mal sintonizada era la única forma de comprender lo que estaba sucediendo en la arena. La sala de descanso se quedó en silencio mientras todos se esforzaban por escuchar.

Uno de los reporteros murmuró.

“…. Oye. El Meijin no está haciendo ningún movimiento”

Cincuenta y cinco—. Cincuenta y seis—

“Solo quedan cinco segundos. ¿Crees que está bien? ”

“¿Cuál es el problema? Él ganó, ¿verdad? ¿Qué lo está frenando?”

“Tal vez esté usando hasta el último segundo para estar seguro? Es demasiado si me preguntas … ”

Cincuenta y siete— Cincuenta y ocho—

“¡Oye! ¡¿No lo está acercando demasiado?!”

“¡¿Cuántos segundos quedan?! ¡¿Uno?!”

Cincuenta y nueve ———— La voz fue ahogada por la estática.

“…… ¿Perdimos la señal?”

Alguien susurro en el silencio ensordecedor. Esas palabras hacen eco como si salieran de un cañón.

Un momento después.

Sonó un teléfono instalado en la sala de descanso.

“¡Es de la arena!”

Sasari-san, el receptor presionado contra su oreja, dijo con los ojos abiertos de incredulidad.

“E-El….E-El Meijin …”

Su voz temblaba mientras exclamaba.

“¡¡El Meijin ha solicitado quela partida sea suspendida!!”