Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 5

Capítulo 2: Second Score

Parte 4: Piezas de fuegos artificiales

Ese día, Ai Hinatsuru apenas dijo una palabra desde la mañana.

“¿Qué sucede contigo? Estabas tan emocionada durante las Partidas de Desafío, ¿recuerdas?”

“…… ¿Eh? Oh…Sí…E-he-he …… ”

Ai Yashajin, sentada en el asiento junto a ella, trató de entablar una conversación, pero Ai Hinatsuru solo respondió con una sonrisa poco convincente.

“¿……?”

La chica de cabello oscuro podía decir que algo estaba mal, pero optó por no entrometerse. Ella ni siquiera preguntó por el paradero de Yaichi a pesar de que se suponía que él estaría allí con ellas.

Cuarto piso de la Asociación de Shogi de Tokio: Unkaku.

Un largo pergamino del Mynavi Women’s Open pintado en letras grandes colgado en el hueco de una arena en la que las dos chicas pusieron un pie por primera vez.

“G-Gracias por… ¿Huh?! Ai, ¿Qué estás haciendo…?”

Ai Hinatsuru estaba en la mitad de la sala, comenzando a saludar a las personas que ya estaban dentro cuando se quedó inmóvil.

Porque estaba sorprendida de que Ai Yashajin entrara directamente a la habitación y se sentara en un asiento superior como si tuviera su nombre.

El miembro de la Sub Liga que trabajaba como registrador de la partida estaba tan sorprendido, pero Yashajin no parecía en absoluto preocupada mientras miraba hacia el Santuario Hatomori desde una ventana cercana.

No pasó mucho tiempo antes de que la oponente de Ai Yashajin, Karen Noboryou 2-Kyu  Sub  Liga, entrara en la arena.

“…… No veo mi asiento”

Karen, vestida con su uniforme de escuela secundaria con la etiqueta de color naranja que la identificaba como un miembro de la Sub Liga clavada en su pecho, estaba colocando una mochila sobre su hombro.

La agitación impregnaba su voz y su lenguaje corporal.

Ai Yashajin permaneció sentada mientras se dirigía a su oponente.

“Estás arruinando la vista. Deja de pararte allí y siéntate ya”

“Estás en la Liga práctica, ¿verdad? Y yo soy mayor que tú. ¿Nadie te dijo que el jugador de mayor rango se sienta en el asiento superior?”

“Este es un torneo de Shogi Femenino, ¿verdad? En ese  caso,  las  ligas  no  significan  nada.  Me  senté porque el asiento estaba despejado, pero te dejaré tenerlo si lo deseas tanto”

“No es una gran burla”

Karen dejó su mochila en el suelo y tomó asiento. Aunque llevaba una sonrisa, su ira se escuchó fuerte y clara cuando agarró y abrió la caja de piezas, responsabilidad del jugador superior, antes de que Ai pudiera alcanzarla.

Aunque tuvo un comienzo rebelde, las piezas se alinearon en el tablero de Ai Yashajin y Karen mientras se preparaban para que comenzara la partida.

Por otro lado, la última persona del oponente de Ai Hinatsuru aún no había llegado.

Justo cuando los minutos finales se estaban agotando, y los miembros del personal se estaban poniendo inquietos—.

*Twp!* *Twp!* *Twp!* Pasos atronadores resonaron por los pasillos, cada vez más fuerte hasta que la puerta corredera se abrió de golpe con fuerza increíble

El participante final echó un rápido vistazo a la arena. “¡Tsk!” Ella chasqueó su lengua lo suficientemente fuerte como para que todos la oyeran.

“…… ¿Por qué de todas las personas tengo  que jugar una partida con una mocosa de la escuela primaria …?”

La mujer arrastro los pies por la habitación, cargando solo un abanico aferrado a su mano izquierda, y se deja caer en el único asiento superior que queda desocupado.

“¡Dos estudiantes de primaria, y una chica de secundaria en la Sub Liga ¡Heh! Estar atrapado aquí con todas estas niñas hará que mi Shogi se apague”

Aunque ella misma fue una estudiante de preparatoria el año pasado, el aura competitiva que latía a su alrededor cerró cualquier argumento antes.

Podrían empezar

Ryou Tsukiyomizaka —— Rey de las mujeres.

Apodada la Arcángel Agresiva, fue una de las mejores jugadoras que la Liga Femenina tenía para ofrecer.

Desde que fue a los Partidas de Desafío de Mynavi el año pasado, Ryou había sido clasificada en las Partidos Preliminares y fue elegida para ganar todo el torneo. Ella pudo haber perdido contra la actual Reina, Ginko Sora, en tres partidas consecutivas, pero nadie dudó de su destreza.

Por supuesto, Ai Hinatsuru sabía cuán prestigiosa era una oponente que estaba a punto de enfrentar.

También sabía que Ryou a menudo venía a la sala de jugadores de la Asociación de Shogi de Kansai y estaba relativamente cerca de su Maestro, Yaichi.

Por eso ella pensó: El Maestro me elogiará con seguridad si puedo vencerla.

Con grandes ojos brillando, Ai miró a su oponente sin reservas.

“…… Y, por supuesto, la mocosa decide mirarme hacia abajo antes de demostrar su valía. Ella tiene esa misma mirada en sus ojos que Kuzu…Me molesta”

Comenzando a despreciar legítimamente a la niña de la escuela primaria que la miraba sin siquiera saludarla, Ryou se dirigió a la niña.

“Oye. Empieza a alinear tus piezas, ¿Si?”

Dando la vuelta a la caja de piezas, las piezas individuales se dispersaron por el tablero con suaves claquetas de madera. El Rey de las mujeres luego comenzó a colocarlas en posición sin alinear su respiración con su oponente. Para no quedarse atrás, Ai golpeó sus propias piezas en el tablero con el mismo vigor.

Ai Yashajin escuchó el caos que se desarrollaba a su lado y pensó: Ella está muy ansiosa por ganar. Esto podría ser malo.

Sin embargo, Ai Yashajin no dijo nada. Derrotar al miembro de la Sub Liga sentada frente a ella requeriría su completa atención.

Las piezas de Ryou y Ai Hinatsuru en su lugar, el registrador de la partida ejecutó apresuradamente el lanzamiento de piezas que dio como resultado que Ai recibiera el primer movimiento.

Entonces——

“Es hora de iniciar con las partidas. Por favor, comiencen”

“Cuando estés lista” Tres voces se superponían.

Ryou permaneció en silencio, mirando a su oponente.

Ai Hinatsuru respiró hondo para calmar sus nervios.

“Haaaa— ¡¡…!!”

Tensando sus labios, Ai avanzó su Fu frente a su Hisha.

Ryou respondió con exactamente el mismo movimiento, avanzando el Fu frente a su propio Hisha, sin usar casi ningún tiempo de espera.

Al ver eso, Ai avanzó de nuevo el mismo Fu sin pensarlo dos veces.

Por primera vez hoy, Ryou Tsukiyomizaka parecía interesada en su oponente.

“Aigakari, ¿eh? ¿La mocosa está mostrando algo de potencial al comenzar un estruendo? ¿O solo imitas a Kuzu?”

“Bien por mí. No tengo muchas oportunidades de enfrentar a jugadoras de Ibisha en la Liga Femenina. Debe ser entretenido al menos”

“!……¡”

Con esas palabras, Ryou adelantó a su propio Fu otro espacio hacia adelante.

Los dos luego colisionaron, sus piezas como garras de dos feroces carnívoros encerrados en una pelea, cavando más y más profundo en la carne del otro—

—.

La batalla terminó excepcionalmente temprano, antes de la pausa del almuerzo de la tarde——

“He….Per…dido……”

El que luchaba por exprimir una admisión de derrota era Ai Hinatsuru.

Una derrota total.

Ella fue incapaz de mantenerse firme, y mucho menos dar pelea. Fue ese tipo de partida.

Ai había corrido hacia adelante con su Ou aún sentado en la posición inicial sin nada para la defensa.

De la misma manera, Ryou también dejó a su Ou sentado y decidió enfrentarse al avance. Retroceder de una Batalla Aérea, una de sus especialidades, contra una niña de la escuela primaria simplemente no era una opción, por lo que casi todos sus movimientos se realizaron en menos de diez segundos.

Ai se defendió con velocidad, igualando su ritmo.

Se convirtió en un juego de gallinas, viendo quién se inmutaría primero en este duelo de alta velocidad. Pero la mano de Ai comenzó a flotar sobre el tablero y ella fue superada.

La velocidad de lectura y la profundidad son los puntos fuertes de Ai.

Ella ha ganado combates duros contra oponentes que ganan con experiencia al procesar una cantidad abrumadora de información.

Aunque nunca lo diría en voz alta, Ai tenía mucha confianza en sus habilidades. Ella podría mantenerse al día con Yaichi cuando los dos hicieron los tsumeshogis juntos, generalmente llegando a la respuesta correcta a su velocidad o más rápido.

— ¡Puedo vencer a cualquiera cuando se trata de velocidad de lectura y precisión!

Ai estaba segura de eso, aunque nunca lo diría.

Todos los competidores creen firmemente que son los mejores. Si no, no confiarían en lo que leen y siempre perderían.

Sin embargo, Ryou se desvió de las secuencias que Ai estaba leyendo muchas veces durante la partida en el turno.

Y una vez  que Ai leyó una nueva secuencia, se quedó pasmada.

“¿¡Esta es mejor que la que seguí?”

Ella nunca había experimentado ese sentimiento antes

“Dificultades para creer lo que ves ¿eh? ¿Nunca has sido leída por otra mujer?” Ai levantó la vista del tablero con un sobresalto. Ryou golpeó el clavo justo en la cabeza.

“Tu lectura es demasiado superficial. Revisa todas las opciones que aparecen y terminas perdiendo tiempo. Lees mucho…Claro…Pero la mayoría es basura””

“La gente tiende a tropezar cuando su oponente juega algo que nunca esperaron. Es posible que hayas ganado así hasta ahora, pero no funcionará conmigo. ¿Quieres saber por qué? Porque elimino todas las secuencias sin valor y solo sigo las mejores. ¿Alguna idea de por qué puedo hacer eso?”

Ryou tiene sus dientes puntiagudos mientras Ai escucha sin decir una palabra.

“Porque tengo sentido. Esa pequeña cosa llamada Talento”

Ai no era la única.

Cada jugador que alguna vez perdió contra Ryou Tsukiyomizaka de esta manera se dio cuenta de una diferencia de talento que los separa.

Sorprendidos por la velocidad pura de Ryou y enfrentados a una pared de talentos que nunca podrían ser eliminados, muchos de ellos abandonaron el Shogi por completo.

La diferencia entre los que nacen con alas y los que nacen sin ellas se vuelve dolorosamente obvia cuando las piezas grandes chocan de manera fascinante.

Batallas aéreas. Así es como Ryou se hizo conocida como un ángel.

Un ángel que termina con la vida.

Un ángel de la muerte. En pocas palabras: La Parca. El Arcángel Agresivo, Ryou Tsukiyomizaka.

“¡Hah! Aquí estaba pensando que eras un prodigio porque derrotaste a Ika. ¿Eso es todo lo que tienes? Una sesión de revisión no vale la pena.”

“Vaya”, dijo Ryou mientras desliza su mano sobre el tablero, tomando las piezas y poniéndolas en la caja.

Aunque solo fue una coincidencia, fue sorprendentemente similar a lo que Yaichi hizo la noche anterior Y arrancó un trozo del corazón de Ai que se tambaleaba después de perder.

“¡………..!”

Ai no respondió. Simplemente se sentó en sus tobillos, miró su regazo y se clavó los dedos en las rodillas. Decidida a no dejar que el enemigo la viera llorar, se golpeó el labio en un intento desesperado por contener las lágrimas.

Cada pieza ya de vuelta en la caja, Ryou se puso de pie y apuntó su abanico directamente a la cara de Ai.

“Oye. Mocosa”

Como si mirara a Ai desde la cima de una montaña, dijo:

“Luché contra ese Maestro tuyo en las Finales de la Escuela Primaria de Meijin. Sin desventajas, ¿sabías?”

Se refería al título de la Escuela Primaria Meijin hace ocho años.

Aunque perdió ante Yaichi, un niño dos años menor que él, esa partida de título en particular aún se recuerda como uno de los mejores de todos los tiempos.

Los cuatro participantes que llegaron a las semifinales se convirtieron en jugadores profesionales de Shogi o se unieron a la Liga Femenina, demostrando la cantidad de talento que se exhibió para el Título de la Escuela Primaria Meijin de ese año.

Ryou Tsukiyomizaka poseía una gran cantidad de talento y es notablemente fuerte.

“Dime, ¿cuál es la desventaja cuando juegas contra ese Maestro tuyo? ¿Sin Hisha? ¿Dos piezas?”

“………”

“Por otra parte, él no es tan aterrador sin una desventaja de todos modos. El Meijin va a ponerlo en su lugar en el fondo del barril donde pertenece. ¡Hah! ¡Perder tres partidas en fila! ¡Eso es demasiado débil! Probablemente perdería con una desventaja de Kaku de su lado, ¿verdad?”

“¡…… !”

Ai se mordió aún más el labio para soportar el dolor, las manos temblaban mientras se aferraban a sus rodillas.

Sin embargo, no había nada que ella pudiera decir.

En el sentido de la habilidad, ella no estaba en posición de responder y decir algo ahora pondría a su maestro en una posición incómoda.

Por eso se quedó en silencio. Sin embargo, ella fulminó con la mirada a Ryou Tsukiyomizaka con fuego en sus ojos.

Mirándola con ojos fríos, el Rey de las Mujeres simplemente dijo:

“Estás fuera de liga. Largarte”