Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 13

Epílogo: Celebración

Parte 2

“No estuvo mal. Yo, eh… Bueno. Yo, uh, definitivamente sería feliz si fueras mi esposa, Rokuko”.

“Lo sé.”

“Oh. Lo sabías, ¿eh?” Rokuko se rio. Yo continué.

“¿Supongo que ya que estamos en territorio de mazmorras, Haku no se enterará…?”

“… ¿Es un sí? Si lo dices así, quiero que también actuemos como una pareja casada cuando lleguemos a casa”.

“Er, bueno. Siempre y cuando no vayamos tan lejos como para que ella se entere”, dije mientras apartaba los ojos por vergüenza. Rokuko respondió enterrando su rostro en mi pecho.

“¡Aaah…! Caray…”

“¿Rokuko?”

“Siempre tienes que decir cosas así… Caray,” dijo Rokuko mientras sacaba el Consolador Divino por alguna razón.

“¿Eh? ¿No estábamos usando el Edredón Divino esta noche…?”

“Bueno… ¿No será más seguro usar ambos?”

“Buen punto. Incluso si el pijama no funciona, el edredón y la colcha deberían anularlo”.

“Uh-huh. De esta manera, podemos estar tranquilos. De todos modos, date prisa. Vamos, vamos, vamos, vamos.”

Me dirigí al futón con Rokuko empujándome por detrás.  Me subí de espaldas con ella apresurándome, y ella trepó a mi lado como si fuera la cosa más natural del mundo. Quiero decir, supongo que ella es mi esposa ahora mismo. Apenas puedo quejarme.

“¿Quieres que cante una canción de cuna? Aprendí una de las canciones de cuna del Reino de los Demonios”.

“Er, quiero decir… ¿Seguro? ¿Adelante?” “Está bien… Mmm mmm mmm”.

Rokuko comenzó a armar una melodía con susurros aireados. Tal vez debido a que el traductor automático no funcionaba, no entendía exactamente qué eran las letras. Pero había un suave tempo ondulado, y la melodía invitaba a la somnolencia.

Me quedé dormido, guiado por la linda voz de canto de Rokuko.

Cuando me desperté, ya era de mañana y estaba abrazando a Rokuko como una dakimakura.

“Seguro que dormí profundamente…”

“Mm… Buenos días, Keima”. Rokuko se movió un poco en mis brazos, sonriendo con ojos somnolientos.

“… Supongo que pronto dejaremos el Reino de los Demonios. Terminaste lo que estabas haciendo aquí y aprendimos mucho, entonces”.

“Sí.”

También perdí algo de tiempo por estar en {Storage}. Ahora que había terminado, parecía un mes largo pero corto aquí.

“Pero ya sabes, nunca supe qué poder tienen la Pijamas Divina… Ah”.

De repente me di cuenta de que podía preguntarle directamente a papá si quería saberlo. Seguí adelante y abrí el menú. Era el momento de brillar la función de correo. Ah… ya había un correo de Padre. ¿Cuándo llegó eso? Tenía que haber sido ayer después del almuerzo, pero eso es todo lo que sé.

De todos modos, leamos esto… “¡Keima, veo que te has puesto la pijama! Y tu relación con Rokuko está dando grandes pasos. ¡Para celebrarlo, les diré qué efecto tienen los pijamas!” Espera… ¿estaba mirando? Uh.

Pero en cualquier caso, yendo al grano. Además de las propiedades regenerativas y la increíble comodidad que tenían las otras piezas de la ropa de cama divina, los pijamas divinos contrarrestarían automáticamente cualquier ataque realizado contra el usuario mientras duerme. Me sentí un poco conmovido por eso, ya que antes le había dado un efecto similar a un conjunto de Golems portátiles.

Pero desde la perspectiva de mi padre, aparentemente fue un fracaso. Si uno se durmiera con la Pijama Divino y la Colcha Divina al mismo tiempo, el poder de la colcha para anular los ataques externos tendría prioridad, por lo que en la práctica las Pijamas Divinas simplemente nunca se activaron. Aunque técnicamente funcionarían si te atacaran desde dentro de la colcha.

“… Aaah. Eso explica por qué prácticamente no puedo moverme”. “Espera, ¿qué? ¿Me atacaste mientras dormía o algo así?”

“Toqué tu mejilla y me agarraste en este abrazo. No podía moverme, así que me volví a dormir”.

Qué contraataque. Supongo que así es como funcionan las Pijamas Divinas. Pero espera. ¿Eso significa que estos pijamas están diseñados básicamente para lidiar con la persona con la que estás durmiendo que te ataca? Y Padre hizo la Ropa de Cama Divina para que la usara el dios creador. En otras palabras, ¿el dios creador tenía miedo de que la gente que llevaba a su futón lo atacara?

“¿Estaba engañando…? O no, ¿se acostaba con asesinos o algo así?”

“¿De qué estás hablando, Keima?”

“Nada, nada.” Esta línea de pensamiento realmente no va a ninguna parte.

Y así, finalmente llegó el momento de regresar al Imperio Laverio.

“Fue un momento extraño, pero gracias por todo, Core 50”.

“En efecto. Vuelve cuando quieras. ¿Harás un festival la próxima vez también? Si es así, tendré que comenzar a entrenar en preparación tan pronto como pueda”, dijo Core 50 antes de dirigirse inmediatamente a uno de sus campos de entrenamiento.

Estoy bastante seguro de que ahí es donde entrenan los esclavos de alto rango. ¿Siento simpatía por ellos? No, porque la simpatía no es apreciada en el Reino de los Demonios. ¿Por qué? Porque es el Reino de los Demonios. Como si fuera el Reino de los Demonios. Les encantaría que Core 50 pasara a saludar, así que esto será como un sueño hecho realidad.

De todos modos, la criada elfa al menos se quedó y nos despidió, inclinando la cabeza cuando nos subimos a los carruajes y nos fuimos. Ella era la única, pero estaba bien.

En el camino a la capital del Reino de los Demonios, Wataru de repente miró hacia arriba al darse cuenta. “Me di cuenta de que cuando regresemos al imperio, finalmente volveré a ser un héroe normal”.

“Oh, sí, eso es cierto. Magnifico. Felicidades, Wataru”.

“Ahaha. Gracias, Keima”.

En efecto. Por el momento, todavía era un esclavo desde que estábamos en el Reino de los Demonios, pero ya no tenía ninguna deuda. No sería un héroe esclavo, ni sería el héroe de la deuda. Por fin estaba libre… y fue entonces cuando Neruneh le dio una palmada en la espalda.

“Felicitacioneees, Wataruuu”.

“Sip. Gracias, Neruneh”.

Neruneh le dio una sonrisa brillante. Wataru básicamente se había quedado como una excusa para estar con ella, pero bueno, con suerte, esta no sería su última oportunidad como esta.

“Tambieeen, estuviste conmigo todo el tiempo, así que… tienes que pagar por eso. ¿Creo que fueron cinco oros por hora?”

“¿Eh?”

“Pagarás, ¿verdad?”

Oh hombre. Ahora que lo menciona, mencioné algo así cuando conocimos a Wataru en el Reino de los Demonios. De verdad te acuerdas de eso y cuentas cada hora, ¿Neruneh…?

“¡¿Qué?! Er, ah, ¡¿Keima estaba hablando en serio sobre eso?!”

“Pasamos dieciséis horas al día juntos, durante veinticinco días. Son cuatrocientas horas”.

Cuatrocientas horas por cinco oros equivalen a dos mil monedas de oro. Oh hombre, eso es conveniente. ¿No significa eso que pasaron básicamente todas sus horas de vigilia juntos durante todo un mes? Mierda, Neruneh.

“Qué. ¡¿Queee?!” Incluso Wataru tuvo que darle a Neruneh una reacción tardía.

“Me quedé contigo todo el tiempooo. Incluso durante el duelo con Core 50, ¿verdaaad?”

“… L-Lo hiciste, pero…”

“Vas a pagaaar, ¿verdaaad?”

Quiero decir, estamos hablando de un cargo de dos mil monedas de oro aquí (es decir, aproximadamente dos mil millones de yenes). Wataru puede estar enamorado de Neruneh, pero eso es ir demasiado lejos. Sería ir demasiado lejos para cualquiera. ¿Lo digo enserio?

“Seguirás  visitándome  todos  los  meses  para  traer  los  cien  orooos, ¿verdaaad…? ¿Cómo siempreee?” Neruneh miró a Wataru, inclinándose hacia él. Sus mejillas se veían un poco rojas, y… “Te daré otra almohada de regazooo”.

Ese solo susurro selló el trato.

“¡E-Está bien! ¡Lo tienes, absolutamente! ¡Soy un héroe, después de todo! ¡Lo pagaré! ¡Lo hare! ¡Lo haré!”

“U-Uh, ¿Wataru? Incluso creo que esto está un poco jodido”.

“Está bien, Keima. Realmente, no es muy diferente de cómo eran las cosas antes de este viaje de todos modos… aunque el disparo total volvió a subir.

¡Aaah, el Reino de los Demonios seguro que fueron unas buenas vacaciones! Pude pasar todo el tiempo con una linda chica, ¡así que sí!” Wataru sonrió.

“Bien dichooo. Entonces, aquí está tu recompensaaa”.

“¿Eh?”

En medio del carruaje que rebotaba, Neruneh agarró la cabeza de Wataru y le dio un beso en la mejilla. Vaya, Wataru. Seguro que te ves rojo ahora.

Los ojos de Rokuko estaban brillando. “¡Nada mal, Neruneh…! ¡Ve chica!”

“Er, eh…”

“¿Algo anda maaal?” Preguntó Neruneh, sonriendo con su sonrisa habitual.

“… ¡Trabajaré duro para ganar todo el dinero!”

“Okaaay. Esperaré con ansias todas tus retribucioneees”.

Uh. Bueno, supongo que es bueno que esté motivado y se sienta bien con esto. Dicho esto, uh, el gusto de Wataru por las mujeres es una especie de… No es que vaya a hablar mal de Neruneh, pero hombre. Como, en realidad estoy empezando a dudar si Wataru realmente tiene {Ultra Good Fortune}… ¿O espera, tal vez pasar un mes entero con la chica que le gusta anula todo lo malo…?

De cualquier manera, Wataru pasaría de ser un héroe esclavo a convertirse en un héroe de la deuda. Pasarían veinte meses más antes de que pudiera volver a ser un héroe normal. Eso supondrá un total de tres años en total moliendo oro para nosotros. ¿Qué te diviertas?

Y así, con ese último giro fuera del camino, Aidy nos llevó hasta la Capital Demoníaca, donde nos encontramos con Haku. Terminamos regresando al imperio con una prisa aún mayor de la que lo habíamos dejado. Hubo solo un problema.

“¿Por qué vienes con nosotros, Aidy?”

“¿Oh? ¿No estabas consciente? Este intercambio cultural va en ambos sentidos”.

En efecto.  Aidy nos estaba siguiendo  hasta  el imperio. Su plan era simplemente aprender sobre la cultura del imperio como nosotros habíamos aprendido sobre la de ella.

El carruaje en el que íbamos tenía cuatro sillas con Rokuko, Haku, Aidy y yo sentados en forma cuadrada. Entre nosotros había una mesa circular. El carruaje era tan innecesariamente grande y se movía tan poco que incluso podríamos tener una fiesta de té adentro si quisiéramos. Y parecía que sí queríamos, porque definitivamente había té en la mesa.

“Entonces, ¿cómo estuvo el Reino de los Demonios, dulce y pequeña Rokuko? ¿Lo disfrutaste?” Preguntó Haku, bebiendo té de un juego de té de mithril que no se rompería incluso si uno lo dejara caer accidentalmente.

“Mm. No fue muy divertido”.

“¿Ah, entonces es así? Quizás fui un anfitrión insuficiente. Debería haber sido más firme con las mantas de carne…”

“No, no, Aidy. No es tu culpa. Me entristece no haber podido pasar mucho tiempo con Keima”.

“Ah, por supuesto”, respondió Aidy asintiendo. Haku, mientras tanto, me miró fijamente y al mismo tiempo sonrió burlonamente por mi desgracia. “¿Y tú, Keima? ¿Cómo encontraste el Reino de los Demonios?

“Fue sorprendente en más de un sentido. En particular, el hecho de que las batallas a muerte sean una señal de que dos personas están unidas, y las guerras son vistas como una expresión diplomática de amistad, muestra cuán fundamentalmente diferentes son del imperio. Soy de los que hablan, pero me sentí como si estuviera en otro mundo”.

“… ¿Disculpa?” Haku abrió los ojos con sorpresa. “Core 666. ¿Es eso cierto? Ve la guerra como una… ¿expresión diplomática de amistad?”

“¿Hm? Me temo que no entiendo lo que estás preguntando”, respondió Aidy, inclinando la cabeza.

“Por supuesto, fue una pregunta tonta. No me sorprendas con bromas como esa, Keima”.

“En efecto. Incluso los niños lo saben, después de todo. ¿Qué sería la guerra si no fuera una expresión de amistad?”

Haku lo miró dos veces.

“… ¿Qué tipo de lógica es esa? La guerra es, quiero decir, es muy violenta. Es un ataque”.

“¿Hm? Sí, ciertamente es un ataque. Muy parecido a un duelo entre países, ¿no?”

“Ah. Aaah…” Rokuko se apagó, la expresión de su rostro dejó en claro que entendía lo que estaba pasando aquí, pero no estaba segura de si debía decir algo.

“Haku. Las palabras son las mismas, pero significan cosas diferentes. En la cultura del Reino de los Demonios, los duelos son una señal de ser amigos cercanos. Luchas contra la gente porque te agradan, y si no te agradan, simplemente los ignoras por completo”.

“… En otras palabras, ¿es por eso que el Reino de los Demonios instiga con tanta frecuencia guerras con mi imperio? No me digas que creen que están siendo amables. ¿Es por eso que incluso se oponen a los mensajeros que envío?”

“Casi definitivamente. De hecho, cuanto más envíes luchadores fuertes como mercenarios, más peleará con ellos”.

Haku miró a Aidy de nuevo. Aidy le devolvió la mirada con una amplia sonrisa.

“… Keima, por favor escríbeme y entrégame un informe sobre la cultura del Reino de los Demonios. Me ha afectado un repentino dolor de cabeza y me trasladaré a otro carruaje para descansar”.

“Er. Correcto.”

Fue solo entonces que recordé haber escrito un informe como ese fue el motivo oficial de nuestro viaje en primer lugar. Me sorprende que Haku no supiera eso sobre la cultura del Reino de los Demonios después de pasar quinientos años junto a ellos, pero bueno, si no estuviera acostumbrado a adaptarme a la cultura de otros mundos, me hubiera pasado lo mismo. Ya es bastante difícil entender a personas de la misma cultura, y mucho menos a personas de una cultura completamente diferente. El lenguaje seguro que da miedo.

“¿Hm? ¿No se dio cuenta Haku del cariño que le tiene el abuelo?” Aidy preguntó con una inclinación de cabeza.

Además, más tarde envié un correo electrónico a Core 564 preguntando si Core 6 y Haku eran realmente amigos cercanos, y él respondió que solo Core 666 haría un malentendido tan grave. Insistió mucho en que se trataba de dos cosas completamente separadas, lo que confirmaba que de hecho no eran amigos en absoluto.

En cualquier caso, regresamos sanos y salvos de nuestro intercambio cultural en el Reino de los Demonios.