Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 13

Capítulo 1: Visita Inesperada

Parte 7

A medida que nos acercábamos al coliseo, el aire se calentó. Al parecer, había tanta gente de visita que su calor literalmente elevaba la temperatura. Había pensado que iríamos hasta el coliseo en carruaje, pero el camino estaba bloqueado en el camino y comenzamos a caminar a mitad de camino porque Aidy dijo que sería más rápido. Fue entonces cuando sucedió.

“¡¿Qué?! ¡¿Keima?! ¡¿Eres tú, Keima?!” vino una voz.

“¿Hm?” Dije, dándome la vuelta, y había un héroe que recordaba claramente: Wataru. Llevaba puesto un sombrero, que probablemente estaba destinado a ser un disfraz, pero en realidad no funcionaba.

“¿Qué te trae hasta aquí con Rokuko y los demás? Quiero decir, este es el Reino de los Demonios, ya sabes”, dijo Wataru.

“Lo siento, creo que se ha equivocado de persona”.

“Nah, nah, nah, nah, nah. Sé que eres tú”, dijo Wataru, levantando su sombrero para mostrarme su rostro.

Quiero decir, está bien, sabía que no podía esconderme de él. Estoy aquí con Rokuko, Niku y Neruneh. Por supuesto que no podía fingir ser otra persona. Pero aun así, estoy impresionado de que nos haya encontrado entre esta gran multitud… Oh, claro. Tiene {Ultra Good Fortune}.

“Sí, solo estoy bromeando. ‘Sup, Wataru. ¿Qué te trae por aquí?”

“¿Qué piensas? Vine aquí a petición de Haku para participar en el Torneo del Infierno. Pasé las rondas clasificatorias y conservé el honor del imperio, aunque no logré ganar el torneo principal en sí”.

“Ahhh…” dije. El grupo que Haku había enviado adelante incluía a Wataru.

“Por cierto, trata de no decir demasiado mi nombre si puedes evitarlo. He peleado en guerras con este país antes, así que… La gente realmente no me reconoce si uso un sombrero, ya que los humanos en su mayoría se ven iguales para ellos, pero aun así”, dijo con una mirada triste en sus ojos.

“Er, cierto”, respondí. Se me había olvidado que el Reino de los Demonios y el Imperio Laverio estaban en guerra entre sí, pero ahora que lo mencionó probablemente se sentía bastante incómodo por estar aquí.

“Oh, ¿entonces eres amiga de Wataru, Rokuko? Fascinante”, dijo Aidy con una expresión feliz… o mejor dicho, sedienta de sangre en su rostro mientras se metía en la conversación.

“¿Oh? Eres… una de las personas que luchó en el torneo principal, ya veo”.

“Mi nombre es Aidy. Tenía muchas ganas de cruzar espadas con un héroe, pero desafortunadamente perdí una ronda demasiado pronto”, dijo Aidy mientras se levantaba ligeramente la falda en una reverencia. Resultó que, si bien todo lo que Wataru había dicho era que no logró ganar, en realidad había ganado bastantes rondas antes de perder ante la misma persona que lo hizo Aidy, Core 50. De hecho, había ganado en la ronda inmediatamente después. Aidy y su amo perdieron. “Si solo hubiera ganado contra Lord 50, podríamos haber tenido un duelo”.

“No te preocupes, Lord 50 era increíblemente fuerte… Oh, y Keima. Ese es su nombre real, y lo creas o no, es un noble. Aunque los nobles aquí simplemente se llaman demonios, los monstruos y los demonios son fáciles de mezclar, pero son bastante diferentes. Un montón de demonios aquí tienen números como nombres. El Reino de los Demonios tiene una cultura extraña”.

“Supongo que solo demuestra cuánto le dan prioridad a la practicidad sobre todo. Los nombres pueden sonar extraños para un imperial, pero así es como funciona aquí. No tiene mucha más profundidad que eso”, dije.

“¡Vaya, Keima! ¡Seguro que tienes la mente abierta!”

No, solo sé la verdad. Además, los humanos de granjas humanas como Sebas que tienen nombres como ‘Número 52 de 5’ podrían ser un camuflaje para que los Cores simplemente digan sus nombres directamente.

“Me gustaría bailar contigo, Wataru. ¿Estás libre en este momento?” Preguntó Aidy.

“Lo siento, hoy es mi día libre. Siento que perdería la gran final si peleáramos ahora mismo”.

“Supongo que estoy lo suficientemente interesado en la gran final como para estar de acuerdo. Entonces, podemos hacerlo en otro momento”.

“Sí, si surge la oportunidad,” dijo Wataru. Aidy le tendió la mano y él le dio un firme apretón de manos.

“Oh, ¿quieres algo de comer, Keima? Compré algunos bocadillos del Reino de los Demonios en un puesto antes”, dijo Wataru, entregándome una taza. Dentro había una especie de pasta de color naranja. ¿Por qué diablos es un naranja tan brillante? También es un poco granulado y pegajoso. Puedo sentir el calor a través de la taza. En serio, ¿qué es esto?

“… Er, ¿qué? ¿Es esta comida? ¿Sabe bien?”

“Es súper dulce y bueno. Oh, Neruneh, tú también tienes”, dijo Wataru. Era imposible juzgar cómo sabría solo por la apariencia. En cuanto al olor…

¿Eh? Es un poco dulce, pero es difícil de decir…

“Ooooh. ¿Eso es zanahorias molidas mezcladas con trigo que ha sido hervidooo?” Preguntó Neruneh.

“¡Wow! ¡Seguro que sabes mucho, Neruneh!”

“Fue una de las recetas que me dieron”, respondió Neruneh.

…Oh. Ahora que lo menciona, las zanahorias también son anaranjadas. Y huele a pastel de zanahoria. Hm. Hombre, mi impresión de la comida cambia mucho cuando sé de qué está hecha. Supongo que no puedes ser demasiado cuidadoso cuando se trata de comida del mundo de fantasía.

“Vaya, todo está pegajoso”, dijo Rokuko.

“Se conoce como halva. Creo que fue una receta presentada por Ishidaka,” respondió Aidy mientras tanto ella como Rokuko tomaban tazas de halva de Wataru también.

… Espera, ¿esto es de un héroe? ¿La gente comió esto en la Tierra? Wow.

“Zanahorias… Ngh. Dejaré esto para Ichika,” dijo Niku, poniendo su taza en {Storage} sin darle un mordisco.

Tienes que aprender a comer tus verduras, Niku. No parece muy feliz con el hecho de que no está  creciendo más, pero la falta de nutrientes probablemente sea la culpable de eso.

“Entonces, te quedas aquí ahora que perdiste tu encuentro, ¿Wataru?” Yo pregunté.

“Sí. Estoy aquí solo por turismo ahora. Pero, ¿qué te trae por aquí, Keima?”

“Estamos aquí en un intercambio cultural. A petición de Haku, por supuesto”.

“Un intercambio cultural, ¿eh? Estaba seguro de que estabas aquí de luna de miel”, dijo Wataru, mirando a Rokuko. Rokuko le dio una sonrisa significativa y asintió.

Uh no. Ni siquiera digas eso. Haku todavía está en esta ciudad y vendrá por mi cabeza.

“Oh, si estás aquí para aprender sobre la cultura, eso explica por qué Neruneh está contigo en lugar de Ichika”, observó Wataru.

“Bastante. El Reino de los Demonios tiene una tecnología de herramientas mágicas bastante avanzada, después de todo”.

“Supongo que desperdicié mi dinero comprando todos estos libros de texto de herramientas mágicas que le iba a dar…”

“Me los llevaré ahoraaa”, dijo Neruneh con una sonrisa mientras extendía las manos. Wataru instantáneamente le entregó los libros.

“¡Yaaay! Gracias, Wataruuu”.

“En cualquier momento. Dime, Neruneh, ¿te importaría tener una cita conmigo después de todo esto? Podemos ver juntos la gran final en la galería de participantes”.

“Neruneh está trabajando como nuestro sirviente en este momento. Si realmente quieres pasar algo de tiempo con ella, te cobraré cinco oros por hora”.

“Uf, eso es caro. Bueno, no quiero interferir con su trabajo de todos modos”, dijo Wataru mientras se rindió sin mucho alboroto.

“Por cierto, ya tenemos planes de ver la gran final en los asientos VIP”.

“¿Oh enserio? ¿Los asientos VIP? Considérame celoso… o pensándolo bien, supongo que no estoy celoso en absoluto”.

La declaración de Wataru allí me desconcertó, pero teníamos un lugar donde estar, así que lo guardé en un rincón de mi mente y caminé hacia el coliseo con Wataru. Tan pronto como llegamos allí, nos separamos. Parecía que los asientos VIP que Aidy nos había reservado estaban en una ubicación completamente diferente de los asientos de los participantes.

Y así, no tardó aproximadamente en darse cuenta de por qué Wataru había dicho que no estaba celoso.

***

El coliseo estaba lleno y todos, incluidos los que miraban sin asientos, estaban entusiasmados con fervor. Se trataba de lo que cabría esperar de la gran final del Torneo del Infierno. Y, sin embargo, a pesar de toda la pasión ardiente, había un lugar donde uno sentía un escalofrío que se sentía cercano al cero absoluto.

Ese lugar es el asiento VIP donde estábamos. Estaba en un palco ubicado tan cerca de la arena que la sangre podría salpicarnos la cara, y la vista era lo suficientemente buena como para que no hubiera duda de que los asientos eran los mejores de la casa. El problema era la gente de allí.

“Tch”.

“Hmph.”

En efecto. Fueron Haku y el Gran Rey Demonio. En cierto sentido, los asientos VIP eran los más calurosos del coliseo, y al mismo tiempo eran lo suficientemente fríos como para sentirse como en pleno invierno.

¿Quién diablos dio estos dos asientos en el mismo palco? Padre hizo lo mismo antes, pero eso estuvo bien porque era él el anfitrión, ¿de acuerdo?

“Hermana, ¿no es esto emocionante?”

“Abuelo, ¿a quién esperas ganar, me pregunto?”

Sentados allí completamente imperturbables entre ellos estaban Rokuko y Aidy, y yo estaba atrapada sentada al lado de Rokuko. ¿Entiendes lo que eso significa? Rokuko y Aidy estaban sentados entre Haku y Core 6, y yo estaba sentada entre Rokuko y Aidy. En efecto. Por algún giro del destino, estaba sentado en el asiento del medio de toda la caja. ¿Fue este un intento de asesinarme a través del estrés?

Niku, Neruneh y Sebas estaban parados detrás de nuestros asientos como sirvientes. Ahí es donde quería estar. Pero antes de que pudiera deslizarme allí, tanto Haku como Core 6 me habían indicado que me sentara con ellos. ¡¿Cómo podría rechazar a cualquiera de ellos?!

“Rokuko, espero que Lord 50 gane, ya que fue él quien me derrotó”, dijo Aidy.

“Oh, entonces creo que lo animaré”. “Dios mío, Rokuko, qué dulce. Ahaha. ”

Las dos eran como una brisa primaveral que fluye a través de una nevera. Era tan surrealista que casi quería cuestionar si realmente eran invencibles.

“O-Oye, Aidy. ¿Te importa si le pregunto por qué estos dos están en la caja?”

“Haku es un líder del país, ya sabes. ¿No es obvio que ella se sentaría con el abuelo, un líder de igual estatus?”

“Eso es correcto, Keima. Usa algo de sentido común aquí. ¿Por qué el líder de un país no acogería a otro líder?”

El sentido común me dice que si pones a dos perros rabiosos como ellos en la misma habitación, podrían terminar comenzando una guerra. Gah, esto apesta. Ambos irradian un aura asesina tan intensa que no puedo dejar de sudar. Tengo un poco de curiosidad por saber quién ganó su duelo ayer, pero ahora no parece un buen momento para preguntar.

En cualquier caso, la gran final comenzó en poco tiempo.

Tres personas entraron en la arena. Primero fue Core 50, un caballero negro con armadura de placas completa. Sus oponentes eran Core 42 y su Maestro, ninguno de los cuales era humano. El Maestro era un Cerberus de tres cabezas, y Core 42 era un segador con una guadaña. Ambos equipos fueron más que favorecidos para ganar, y su llegada a la gran final no sorprendió a nadie.

La batalla en sí fue tan intensa como podría ser. Core 50 golpeó su espada contra el suelo para enviar una ola de tierra rota hacia Core 42, cuyo Maestro saltó en el aire y rugió con cada una de sus tres cabezas, cada una escupiendo fuego, agua y electricidad respectivamente en una vorágine de destrucción. Cada vez que pensaba que uno de ellos daba un golpe, en realidad era una imagen secundaria, y en algún momento el Core 50 simplemente se dividió en dos, lo que llevó al Core 42 a levantar su guadaña y hacer caer una lluvia de cuchillas heladas. El campo que alguna vez fue plano de la arena terminó en un desastre cubierto de obstáculos en un abrir y cerrar de ojos, lo que llevó a una batalla de alto nivel en la que todo salió bien, ya que ambos explotaron los obstáculos para agregar dimensiones a sus ataques.

… Dicho todo esto, estaba tan concentrado en la intensa presión de las dos personas a mi alrededor que apenas podía concentrarme en la pelea.

Al final, fue Core 50 quien ganó. Él y su clon tenían sus espadas apuntando a las gargantas de Core 42 y su Maestro, respectivamente.

“Ahora que la batalla ha terminado, está bastante claro que Core 50 tuvo el control de principio a fin”, observó Aidy.

“Realmente no podría decirlo ya que todo iba tan rápido. ¿Lo era realmente? Preguntó Rokuko.

“Su victoria estaba tan asegurada que tenía el margen de maniobra para darle a Core 42 la oportunidad de mostrar su fuerza y parecer un luchador igual”, explicó Aidy. En realidad, no entendí cómo llegó a esa conclusión, pero sí entendí que Core 50 era abrumadoramente más fuerte que Core 42.

De repente, Core 6 se puso de pie y se inclinó fuera de la caja. “Prepararé el campo. Muévete”, dijo, y los tres combatientes se retiraron a la entrada del coliseo.

“{Grand Pike}, {Grand Hammer}”, dijo antes de balancear su gran espada negra hacia abajo. Eso fue todo lo que hizo. Pero un solo golpe fue suficiente para que las púas gigantes salieran disparadas del suelo y luego fueran aplastadas por un enorme e invisible martillo.

Había lanzado dos ataques de área de efecto que cubrían todo el campo de la arena. El hecho de que no cantara me dijo que eran habilidades con la espada en lugar de hechizos. El resultado fue un campo plano en la arena, como si un rodillo lo hubiera alisado todo.

“Así que este es el poder del Gran Rey Demonio… ¡Puede aplanar la arena tantas veces como quiera!” Rokuko explicó. Si bien esa era una forma extraña de decirlo, no estaba equivocada.

“Espléndido. Tu poder nunca deja de impresionar, abuelo”, dijo Aidy, una estudiante que intenta aprender de las habilidades de su maestro.

“Ya veo tan hábil en el control preciso como siempre. Me divierte sin fin que seas tan delicado y sensible en estos asuntos a pesar de tu apariencia brutal”, dijo Haku con rencor.

“Me divierte igualmente el hecho de que seas tan torpe y descuidado que nunca podrías realizar tal hazaña, pero burlarte de tus celos puede esperar”, dijo Core 6 antes de agarrar la parte posterior de mi cuello y levantarme en el aire como un gato. .

¿Eh? ¿Qué?

“Ahora comenzaremos un encuentro de exhibición especial. Lord 50, este es tu oponente”, continuó.

“¡¿Eh?! ¡Espera, ¿qué?! No escuché nada sobre esto, ¡gah!” Me atraganté cuando me arrojaron directamente al campo, ganándome el revuelo de la multitud cuando no pude sujetarme y en su lugar rodé por el suelo. ¿Quién podría culparlos? Podía entender que quisieran saber quién diablos era yo y por qué salía de la nada. Bueno, esto es aún mejor que el helado infierno asesino que fue el palco VIP.

Eché un vistazo al palco donde estaba hace un segundo. Dentro estaba Core 6 mirándome con calma, Haku sonriendo divertida, Rokuko levantándome el pulgar para animarme y Aidy sonriendo. Oh no… no tengo aliados.

El sonido de pisadas metálicas resonantes llegó por aquí. Me volví y vi a Core 50, el caballero negro acercándose. “¿Eres mi oponente? Admito haber sentido curiosidad por ti cuando te vi en el asiento VIP, pero… no pareces ser fuerte en absoluto”, dijo, ligeramente amortiguado por el casco. Estaba tan oscuro dentro de su armadura que no podía ver su rostro. Podría suponer que en lugar de que él tuviera forma humana y usara una armadura, probablemente era simplemente una Armadura Viviente o algo así.

“Er, heya. Felicitaciones por la gran victoria. En realidad, no estoy seguro de lo que está pasando aquí… ¿verdad?” Yo pregunté.

“Hm… Ah, espera un momento. Parece que el rey tiene palabras para nosotros”, dijo Core 50, así que volví a mirar la caja.

“Lord 50. Ante ti está Keima Goren, un Cazador de Dragones del Imperio Laverio. Parece que desea la Pijama Divina que has ganado en este torneo. ¿Aceptarás su duelo?”

“¿Oh? Un Cazador de Dragones dices… Tus palabras son incuestionables, y por eso creo esto en su totalidad. Pero mi rey, parece no ser más que un humano normal. No creo que sobreviviera a la pelea”, dijo Core 50, y tenía toda la razón. Pensando en ello ahora, los Dungeon Cores se hicieron en lotes de cien, lo que hizo que cada Core tuviera 99 miembros de la misma generación. Core 50 era tan antiguo como Core 6 y Haku. Había vencido a Ittetsu antes, pero él era Core 112, un puesto más joven. De ninguna manera Core 50 sería más débil.

“Un buen punto. En ese caso, te prohíbo atacarlo. Y además, si das un solo golpe, perderás. La ronda durará diez minutos”.

“¡Si mi señor!”

Espera, ¿no puede atacarme? ¿Y gano si doy un solo golpe? Entonces, podría tener la oportunidad de ganar. Esta es una oportunidad única en la vida.

“Er, ¿entonces me darás la Pijama Divina si te doy un golpe?”

“Por supuesto, como el rey lo ha ordenado. Ven a mí con todo lo que tienes”.

“Er, bueno, está bien. Tengamos una buena pelea”, dije, extendiendo mi mano derecha para un apretón de manos.

“De hecho”, respondió Core 50, acercándose también. Nos estrechamos las manos y… listo.

“{Fireball}”.

“¡Ho!”

Lancé una bola de fuego en un ataque sorpresa, pero Core 50 soltó mi mano y la esquivé en un abrir y cerrar de ojos.

“¡Gah!”

“¡Bwahaha! ¡Qué excelente espíritu de lucha tienes! ¡Veo que realmente deseas ganar!”

Había esquivado mi ataque sorpresa inicial. Core 50 me dijo que fuera a por él, y le dije “aquí tenemos una buena pelea”, lo que más o menos marcó el comienzo de la misma. Mi plan era usar esa lógica para llamar justo a mi ataque sorpresa, pero él lo había predicho por completo. ¡Supongo que demuestra que no es el mejor perro de todos los guerreros del Reino de los Demonios enloquecidos por la batalla por nada!

“Qué tal esto, entonces… Puerta, abre. Te convoco, monstruo de piedra con magia. Sírveme: {Summon Gargoyle}, {Summon Gargoyle}, {Summon Gargoyle}, {Summon Gargoyle}… ¡Vayan!”

“¡Ah, ah, ah! ¡Estos son peces pequeños, pero ciertamente hay muchos! ” Core 50 exclamó. Wataru estaba mirando, pero antes había convocado a unos veinte frente a él. Intentaría atacar con números pero con un límite máximo de veinte Gárgolas. Los vítores llenaron la arena. Si me estaban animando por convocar a tantas Gárgolas a la vez, o animando a Core 50 por esquivar veinte ataques mágicos a la vez con facilidad, era imposible de decir.

“¡Bwahahaha! ¡No está mal, no está nada mal!” Dijo Core 50, esquivando ligeramente todos los ataques con tanta agilidad que era difícil creer que estaba en un conjunto completo de armadura. Era tan ágil que realmente era como si estuviera bailando; simplemente demostró que su verdadero cuerpo era la armadura después de todo.

“- ¡{Fireball}! – ¡{Ice Bolt}!” Canté, lanzando bolas de fuego curvas y flechas de hielo de tiro recto. Pero Core 50 los esquivó y bloqueó fácilmente también, sin dejar que un solo golpe cayera sobre él.

Los ataques de fuego rápido no lograron nada. A este ritmo, simplemente bloquearía todo. Dejé que las Gárgolas hicieran lo suyo y me concentré en mi propia magia. Idealmente, podría usar un ataque de área de efecto invisible que cubriera todo el campo como lo que acaba de hacer el Gran Rey Demonio. Algo así debería ser imposible de esquivar.

“¡Oh bolas de fuego, formen un muro! ¡Fireball Wall!” Canté, mezclando un hechizo falso alineando un montón de {Fireballs} en el aire para crear una pared hecha de bolas de fuego. Podría no haber cantado en absoluto, pero estaba tratando de camuflar lo que estaba haciendo. Era un poco imperfecto en comparación con el {Grand Hammer} del Gran Rey Demonio,

¡pero podría funcionar mientras las Gárgolas lo sujetaban!

“Una buena idea, pero mala ejecución”, dijo Core 50, y en un abrir y cerrar de ojos estaba parado justo detrás de mí. La pared de bolas de fuego terminó explotando y acabando con las Gárgolas.

“…Extraño. ¿No estabas justo debajo del muro de fuego?”

“Corrí por un momento. Esos pequeños peces no representan más amenaza que los pilares con trampas mágicas dentro. No me darán ni un momento de pausa”.

“Ya veo”, respondí. Así que este era el margen de maniobra del que había hablado Aidy. Por fin, realmente veo.

“Tu logro aquí es algo de lo que estar orgulloso. No muchos podrían obligarme a correr por seguridad. Verdaderamente eres lo suficientemente fuerte como para haber derrotado a un dragón”.

“Er… Tu alabanza me honra”, dije, extendiendo una mano de nuevo.

“… Hm. Supongo que no necesito mostrarte tanta consideración, pero estoy dispuesto a hacer una excepción. Muéstrame tu as en la manga”, dijo Core 50, agarrando mi mano.

Ngh. Agarrar mi mano con tanta fuerza que duele debería contar como un ataque, si me preguntas. Pero de todos modos… vamos.

“Oh, bolas de fuego, rodeadnos… Fireball Dome”, coreé, creando una cúpula de bolas de fuego para rodear tanto a Core 50 como a mí. Nuestras manos estaban unidas. Golpearme a un lado contaría como un ataque. La cúpula de bolas de fuego no tenía aberturas.

“¿Oh? Sin duda, esta es una situación peligrosa”.

“Muy bien, veamos si puedes escapar de esto… ¡Crush!” Dije, llevando la cúpula de bolas de fuego hacia adentro, envolviéndome a mí y al Core 50 en una explosión. Sin embargo… solo yo caí.

“¡Bwahaha! Desafortunadamente para ti, ¡eso fue solo un clon!” Core 50 rugió. Al parecer, había cambiado de lugar en el momento en que estrechó mi mano. Pensándolo bien, tenía sentido que no me estrechara la mano tan fácilmente después de lo que hice al principio. Guh.

***

Y así, el encuentro de exhibición especial terminó con la victoria de Core Hice una pelea bastante impresionante contra el campeón, por lo que la multitud se animó razonablemente. Mi ataque suicida al final no funcionó, pero la fuerza de mi determinación se ganó mucho respeto.

“Una pelea excelente. Ambos pelearon bien”, anunció Core 6.

“¡Si mi señor! ¡Tú alabanza me honra más allá de las palabras!”

“Sí. Gracias”, dije. Mierda, no puedo creer que perdí con todas esas reglas a mi favor… Esto es horrible.

“Ahora, según lo acordado, lo tomaré como mi esclavo”, dijo Core 50. “De hecho”, Core 6 asintió mientras yo parpadeaba en estado de shock. “E-Espera un segundo. ¡¿Cuándo nos pusimos de acuerdo en eso?!”

“¿Hm? ¿No conoces la cultura del Reino de los Demonios? Aquellos que pierden en los duelos se vuelven esclavos del vencedor”.

“Pero, eh, soy un enviado oficial del imperio”.

“¿Que de ella? Lo desafiaste a un duelo tú mismo, retroceder ahora sería impensable”, dijo Core 6 con un bufido despectivo.

Er, bueno. Supongo que es cierto. Y supongo que escuché sobre los perdedores convertidos en esclavos.

Eché un vistazo a los palcos y vi que Haku sonreía alegremente. ¡AAAAH!

¡Ella me engañó! ¡Ella trazó esto! ¡Sálvame, Rokuko! ¡Dile algo a Haku!

¡Oh, la veo protestar! ¡Si! ¡Hazlo, Rokuko!

“El barón Goren es un miembro valioso de nuestro imperio. No puedo permitir que sea esclavizado permanentemente, pero permitiré que se convierta en un esclavo por contrato temporal mientras dure este intercambio cultural”, anunció Haku.

“¡Eso está bien para mí! ¡Bwahaha!” Core 50 se rio.

“¿En serio, Haku…?” Comencé antes de terminar. Bueno, mejor un esclavo temporal que uno permanente, supongo. Si.

De repente, escuché a alguien susurrarme al oído. Fue Haku. ¿Es {Air Voice}? Ese es un hechizo de bajo rango que lleva las voces lejos. De todos modos, ella preguntó: “¿Puedes oírme?” así que solo asentiré.

Haku sonrió. “Escuché que dormiste en la cama con Rokuko.”

Ohhhh mierda. Er, bueno… Traté de detenerlo. He mantenido mi distancia con ella todo este tiempo. Dormimos en la misma habitación, ¡pero no la toqué ni una vez!

“Bueno, a pesar de todo. Lo dejaré por ahora, Keima, Keima. Si pasas tiempo con Lord 50 como su esclavo, tendrás muchas más oportunidades de adquirir las Ropas de Cama Divinos, ¿no?”

Oh. Buen punto. Ahora que lo menciona… ¿Esto podría ser algo bueno?

Mientras reflexionaba sobre cómo podría aprovechar esta oportunidad, un collar hizo clic mientras lo sujetaba alrededor de mi cuello.