Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 13

Capítulo 1: Visita Inesperada

Parte 5

Así que es como una especie de beta abierta. También con protección anti copia. Más o menos.

“¿Pero por qué el código de acceso? ¿No debería ser suficiente nuestro número principal?” Preguntó Rokuko.

“Podrías imaginar a alguien contactando a un Core sin permiso con solo saber su número. Está considerando dar direcciones diferentes a cada monstruo con acceso al menú… O algo por el estilo. Confieso que su explicación fue un poco difícil de seguir”, dijo Aidy antes de mostrarnos su menú. En ella había una pantalla que se parecía a una bandeja de entrada de correo electrónico. El único mensaje en el interior era uno del padre, que describía posibles características futuras como una función de bloqueo y un emoji. Es muy parecido al correo electrónico.

“Genial,” dijo Rokuko.

“Por cierto, mencionó que le gustaría discutir esta función con tu Maestro, así que imagino que pronto recibirás un mensaje de él. Quizás ya esté ahí”.

“Oooh… Wow, eso es increíble. ¿Me pregunto cómo funciona?”

“No tengo idea. Sin embargo, parece que cada mensaje cuesta 50 DP”.

“Oh, cuesta DP. Son sesenta rollos de melón enteros. O diez panecillos de primera… Eso es caro. ¿Aunque supongo que es barato comparado con enviar cartas?”

“Ignora la distancia, llega instantáneamente y no se puede interrumpir; vale más que el precio, si me preguntas. Parece que también está pensando en permitir que se le envíe a DP”.

… ¿Tiene algún sentido enviar DP a través de mensajes? Supongo que es bueno si quieres pedirle a otros Cores que hagan cosas por ti. Ya sabes, ahora que lo pienso, siento que se va a desarrollar toda una cultura de uso de DP para asignar tareas a otros Cores en todo el lugar. Tal vez solo lo estoy imaginando.

“Por cierto, juré darte el programa primero, así que no se lo he dado ni a Haku ni al abuelo”, dijo Aidy con orgullo, momento en el que el abuelo en cuestión le tocó el hombro.

“Y ahora está hecho, Aidy. Me lo darás a continuación, ¿correcto?”

“En efecto. Por el momento solo podrás contactar a Rokuko y a mí, pero… también se lo daré a Haku, lo que puede ser más útil. Aquí tienes, abuelo”. Aidy le dio a Core 6 un apretón de manos, que era claramente algo que habían hecho muchas veces antes. Lanzó un murmullo impresionado y luego soltó la mano de Aidy.

“¿Te gustaría también, Haku?”

“Absolutamente. Rokuko, contáctame en el instante en que suceda algo. Me apresuraré a venir de inmediato”.

Aidy también le dio a Haku la función de mensaje. Tengo la sensación de que le enviará mensajes a Rokuko todos los días. Bueno, es menos un sentimiento y más una visión profética. Y Haku definitivamente atropellará la segunda pregunta de Rokuko, usando {Teleportation} y esas cosas.

“Ven conmigo, Rokuko. Les daré a usted y a su Maestro un recorrido por mi mansión capital demoníaca”.

“Okay. Adiós, Haku. Nos vemos más tarde.”

“Prométeme que enviarás mensajes todos los días, Rokuko. Espero tener noticias tuyas”, dijo, casualmente pidiendo informes programados regularmente. Como se esperaba. Ya puedo decir que se atropellará en el momento en que Rokuko pase un día sin enviar un mensaje. Me aseguraré de decirle a Rokuko que no se salte sus mensajes. Si.

… Dicho eso. Si los tres íbamos a otra parte dejaríamos a Haku y al Gran Rey Demonio solos. ¿Es realmente una buena idea? Por ejemplo, ¿estarán a salvo, política y físicamente?

“No temas, Maestro de Rokuko. Los dos son amigos muy cercanos. ¿Has notado que este jardín también funciona como arena?”

“………”

Miré hacia atrás y vi que Haku estaba sacando una lanza blanca mientras el Gran Rey Demonio desenvainaba una espada negra. Sí, está bien, esto definitivamente está fuera de nuestra liga. Este va a ser, eh, un encuentro con el lenguaje del combate entre los mejores perros de ambos países.

Aquí, en el Reino de los Demonios, las mansiones tenían arenas de lucha como las mansiones imperiales tenían piscinas. Todas las ciudades del reino tenían un coliseo sin falta. En un país donde el combate uno a uno era tan común, un equipo de ensueño de Haku y el Gran Rey Demonio peleando no era fuera de lo común… Okay, en realidad lo era, pero todos los demás se habían ido, ¿así que empezaron de todos modos?

Oh, mierda, alguien trató de mirar y quedó impresionado por la réplica. Físicamente giré la cabeza y evité mirar en su dirección mientras seguía a Aidy.

“Por cierto, ¿estudiaremos tu cultura en esta ciudad?” Preguntó Rokuko.

“No exactamente. Mi ducado está al sur, aunque será un poco antes de que pasemos”.

“Vaya, ¿tienes un ducado? Eso es algo muy maduro”.

“Tú mismo tienes una ciudad entera, ¿no? Mi ducado es bastante pequeño”.

Mientras tanto, Rokuko y Aidy estaban charlando como si no pasara nada. Pensé que Niku, Neruneh y yo terminaríamos sin decir nada todo el tiempo, pero Aidy se giró para mirarme.

“Aquí se está celebrando un torneo considerable. Perdí una ronda a mitad de camino, pero la gran final se celebrará mañana. Desea verlos, ¿cierto?”

“Oh, cierto, el Torneo del Infierno. ¿Puedo ver eso?”

“Recuerda que tienes la palabra de Haku y el abuelo aquí. Te llevaré a los asientos VIP”.

Principalmente solo quiero una forma de contactar al finalista que gana la Pijama Divina, pero pedir eso podría ponerme en deuda con ellos. ¿O tal vez me reuniré con ellos en la sala VIP?

“Si hubieras llegado un poco antes, podrías habernos visto a mi Maestro y a mí peleando”.

“Eso es muy malo. Quería verte siendo genial y esas cosas,” respondió Rokuko.

“Podemos participar en un baile ligero mientras estás aquí”.

“¡Eso suena divertido! Pero te lo advierto ahora, no puedo pelear en absoluto”.

“Es una pena. Siempre olvido que la espada en tu cadera es solo para mostrar”.

De todos modos, creo que por ahora descansaré en una de las habitaciones de invitados de la mansión… O eso pensé, pero Aidy nos llevó a una fila de carruajes. Estaban unidos a caballos con seis patas. Creo que esos se llaman Sleipnirs.

“¿Nos dirigimos a tu mansión en esto?” Yo pregunté.

“En efecto. Los Sleipnirs más jóvenes son ideales para tirar de carruajes”, respondió Aidy. Aparentemente, estos eran caballos jóvenes de seis patas

… o más bien, eran jóvenes Sleipnirs, que eran monstruos tipo caballo a los que les crecían un par de patas extra y se volvían mucho más grandes cuando maduraban. Estaban bien para tirar de vagones llenos de mercancías entre ciudades, pero eran demasiado grandes para usarlos dentro de las mismas ciudades. Eso fue un poco extraño para mí, pero pensándolo bien, eran monstruos. Por supuesto que no funcionarían como animales domesticados. No es que haya oído hablar de Sleipnirs en este mundo antes.

Los mayordomos abrieron las puertas de los carruajes y subimos. Una vez que todos estuvieron adentro, los carruajes se dirigieron a la mansión de Aidy. Oh hombre, este es bastante accidentado… O tal vez simplemente se siente así desde que me he acostumbrado a Haku ahora. El suyo es anormalmente suave.

“¿Ohhh? ¿Es este carruaje una herramienta mágicaaa?”

“Oh vaya. ¿Puedes identificar herramientas mágicas, sirviente de Rokuko?” Preguntó Aidy, con la cabeza en alto y una sonrisa de suficiencia en el rostro.

“Yo puedooo. Ya veo, no hace mucho a baja velocidad, pero una vez que va más rápido, disminuye el temblooor”.

“Correcto. Es muy superior a los carruajes imperiales”, dijo Aidy. Aparentemente, estaba configurado para que, aunque se sacudiera un poco a bajas velocidades, no se sacudiera mucho una vez que el carruaje alcanzara la velocidad máxima. Ella lo llamó tecnología de “flechas de fuego” o algo así. “El único carruaje que podría igualar este en el imperio sería uno hecho para la familia real. Es decir, el que montaste de camino aquí”.

“Oh, ¿entonces ese carruaje fue hecho especialmente? Pensé, pero no estaba seguro de cómo”, respondió Rokuko.

“Están hechos con la tecnología más avanzada y los materiales más raros, dejando de lado las preocupaciones de costos para alcanzar picos que ningún otro carro puede lograr. Lo que hace que los nuestros se destaquen a pesar de eso es su menor precio y su campo de uso más amplio. Incluso los archiduques los usan. Supongo que su principal debilidad es que sus ruedas se rompen fácilmente y los caballos son un poco más difíciles de criar”.

Las ruedas usaban un material especial, de modo que había múltiples etapas para su rotura: en la primera etapa, el temblor empeoraba, y en la segunda etapa, el carro caía al suelo. Si las ruedas se rompen durante el movimiento de alta velocidad, el carruaje inevitablemente caerá a un lado de la carretera y se volcará. La destrucción en dos etapas fue un seguro para evitar que eso sucediera. También había algún tipo de truco para acelerar en carreteras de mierda, pero era caro de instalar.

“¡Esta es una tecnología increíbleee! ¡La ciencia del Reino de los Demonios ciertamente ha avanzado en una dirección diferente a la del imperiooo!” Neruneh explicó. Aquí, en el Reino de los Demonios, superaron sus carreteras descuidadas con carruajes increíbles y caballos fuertes. Era como priorizar el poder del carruaje por encima de todo, lo cual estaba muy en línea con su cultura. En cierto modo, encapsulaba todo lo que se trataba.

“Hmm. Veo que has traído contigo a un sirviente sabio  y entendido, Rokuko”.

“Uh-huh. Neruneh está a cargo de hacer herramientas mágicas en nuestra mazmorra, y la llevamos para aprender cómo funcionan las herramientas mágicas del Reino de los Demonios. Estamos aquí para aprender sobre tu cultura, después de todo”.

“Eso está perfectamente bien. Aprende bien, sirviente de Rokuko”.

“¡Muchas graciaaas!” Neruneh exclamó, feliz de haber recibido el aliento de Aidy.

“La verdad es que el abuelo está pagando por tu visita aquí, ya que yo todavía no puedo mover tanto dinero. Los Sleipnir comen tanto que su mantenimiento es bastante caro. Aunque, a cambio, pueden correr a toda velocidad durante más de medio día”.

“Bueno, eso está bien. Después de todo, tomamos el carruaje de Haku para llegar aquí. Estamos todos en el mismo barco aquí”, dijo Rokuko, sonriendo con aire de suficiencia por alguna razón. Aidy estaba dando una sonrisa invencible propia.

… Están cruzando canales de una manera extraña. Bueno, me alegra que estén en buenos términos entre ellos. Prefiero no verlos pelear como Haku y el Gran Rey Demonio.

El carruaje atravesó la capital demoníaca durante un rato y luego llegó a la mansión de Aidy. Bajamos del carruaje y vimos que el edificio era de piedra. Fue construido con solidez, sin duda para ser una fortaleza en caso de una invasión. Dejamos nuestro mínimo equipaje con los sirvientes, luego seguimos a Aidy adentro.

“Supongo que una cena temprana debería estar en orden. ¿O prefieres descansar primero? Me imagino que sin duda te gustaría dormir lo antes posible, Maestro de Rokuko”.

“Sí, estoy tan cansado que me gustaría comer de inmediato y luego irme a la cama. Todavía es bastante temprano, pero puedo cenar”.

“Caray, Keima, no creas que olvidé que estuviste durmiendo todo el viaje… Aunque, para ser justos, Niku también parece tener sueño”, dijo Rokuko.

Viajar requiere mucha resistencia, ya sabes, incluso cuando estás durmiendo. Dios, tengo sueño.

“Entonces ordenaré que se sirva de inmediato. La misma comida estará disponible en mi ciudad, pero te ofreceré alimentos básicos del Reino de los Demonios. Todo debe estar ya preparado y solo tomará unos minutos para ser servido”.

“No puedo esperar para probar la comida del Reino de los Demonios. Lástima que Ichika se esté perdiendo esto,” dijo Rokuko.

“En realidad, Ichika me pidió que trajera las recetas del Reino de los Demonios como recuerdo”.

“Oh vaya. No puedo hacer mucho porque ella no está aquí, pero puedo enseñarte todas las recetas que quieras saber”.

“¡Muchas gracias, Aidyyy!” Neruneh exclamó con una sonrisa.

Pero espera un segundo. Estamos hablando de alimentos básicos del Reino de los Demonios sedientos de sangre aquí. Siento que van a servir como carne seca y galletas duras o algún otro tipo de raciones de guerra duraderas…