Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 6

Capítulo 6: Final de la Guerra

Parte 4

De vuelta en el barco amazónico todavía lejos en el océano al suroeste de Meren. El rito que actualmente se estaba llevando a cabo estaba llegando a su fin.

Los espectadores lo sabían, todas estas guerreras habían visto más que nada muchas batallas. El final no estaba lejos. Y enfrentándose a las dos combatientes ahora, Tione y Argana, todavía en pie, clamaban por la victoria, por la gloria, y, lo más importante, por la muerte.

Tione y Argana estaban dando todo lo que tenían para derribar a sus oponentes cubiertos de sangre. Ya no vieron a nadie más; Argana reflejó en los ojos de Tione de la misma manera que Tione se reflejó en los de Argana.

—La mataré. ¡LA MATARÉ!

La visión de Tione se había vuelto roja. Argana, sin embargo, solo sonrió más profundamente cuanto más brillaba la verdadera naturaleza guerrera de Tione. Cada una de ellas estaba buscando una apertura, un tiro para lanzar el golpe final y derribar a su oponente de una vez por todas.

Nada más que pura rabia concentrada controlaba a Tione ahora. Sus movimientos eran dictados por la necesidad de matar. Nadie podía detenerla. Ni su diosa. Ni siquiera sus amigos.

Pero si hubiera alguien.

Si hubiera alguien que pudiera detenerla… habría sido su otra mitad. Su hermana menor—

—Suficiente.

—Pero la voz no era la de su hermana. Era alguien que la había superado, que le había robado el corazón.

—¡¿ ?!

Tan pronto como Tione y Argana estuvieron a punto lanzarse la una con la otra por última vez, una lanza se abrió paso entre ellas, acomodándose en el suelo de madera. Era largo y contaba con una punta de aleación de oro puro. Las dos amazonas se encontraron congeladas donde estaban paradas, y de repente, una figura diminuta cayó volando hacia abajo—un solo hobbit aterrizó en la cubierta de la nave y recuperando la lanza para él.

Sus brillantes ojos verdes, como la superficie que todo lo sabe de un vasto lago, miraban por debajo de su flequillo dorado.

Finn Deimne se había metido justo en medio del rito.

—¿Capitán…?

Todo lo que necesitó fue una mirada a esa figura diminuta y perfil heroico para que la ira se disipara de los ojos de Tione. De hecho, demasiado rápido, su rabia fue reemplazada por el latido, el latido, el latido de su corazón mareado.

Como Tione se encontraba perdida, Argana, también, no podía hacer nada más que mirar en shock.

—¡¿Un hobbit…?!

Murmullos de desconcierto pasaron a través de la audiencia de las amazonas junto a ellas. Ellas estaban en un barco en medio del océano. Una arena en mar abierto, donde ningún alma debería haber podido alcanzarlas. Nada más que la luz que se desvanecía del faro lejano era incluso visible en la costa de Meren.

—Tú… tú… ¡¿Cómo llegaste aquí…?!; Argana solo pudo murmurar con asombro. Sus ojos fueron primero a las aguas circundantes.

Pero no había nada, ningún otro barco, nada que hubiera traído a este hobbit hasta donde estaban. Y nadar estaba fuera de discusión, un pensamiento que ella eliminó rápidamente, considerando que la ropa del hobbit no tenía ni una gota de agua.

—¿Cómo—?

Su confusión parecía estar a punto de sacar lo mejor de ella—cuando sus ojos se estrecharon en una visión que realmente la dejó sin aliento.

—¿Un… puente de hielo…?

—Me disculpo. Lo devolveré momentáneamente.

Corrientes de mechones de brillantes cabellos color jade revoloteaban en la brisa salada.

Debajo de ella, las olas golpeaban la costa, mientras que arriba, la silueta del faro se erguía.

Con el bastón plateado en sus manos, Riveria respondió con calma a las miradas atónitas de los asistentes del faro que actualmente la miraban desde las ventanas del edificio. Frente a ella, viajando por kilómetros y kilómetros hacia el mar, corrió un sinuoso puente de hielo a lo largo de la superficie del agua. Con una amplitud de cinco metros más o menos, este cortó una línea directa desde la costa hasta el barco que se veía en la línea de visión del faro.

Era un puente de magia, formado por su hechizo glacial, Wynn Fimbulvetr.

Usando el hechizo de alto rendimiento, ella había congelado el mismo mar. Al concentrar una inmensa cantidad de Mente, ella pudo reducir el alcance de los efectos de su magia y, al mismo tiempo, alargar su camino hasta un grado inimaginable. Para decirlo suavemente, fue una hazaña que el mago más fuerte de todo Orario podría lograr.

Lo que siguió a su truco fue, sin duda, obvio. Corriendo a través de este nuevo puente, Finn se dirigió a la nave, dio un gran salto y luego aterrizó artísticamente sobre la cubierta de la nave, con la lanza en la mano.

—Trae a Tione de vuelta, Finn…

La alto elfo murmuró desde atrás en tierra, sin rastro de duda en su voz mientras se abría paso a través de las olas.

—Honestamente, no tengo idea si mis palabras llegarán a ti, pero me imagino que no hay nada malo en intentarlo. Esperaba que pudiéramos llegar a algún tipo de acuerdo, guerreras de Telskyura; comenzó Finn con calma, de espaldas a Tione y protegiéndola de cualquier golpe posterior.

La reacción a la protuberancia de Koine y el arma del hobbit fue inmediata.

—¡¡¡—MATENLoooooooooooO!!!

Finn había interrumpido su rito sagrado, y las guerreras amazónicas estaban indignadas.

Ellas saltaron hacia él desde todos los lados, con las armas volando mientras se preparaban para que este nuevo intruso pagara por el atroz crimen de desafiar la voluntad divina de su diosa.

—Eso podría haber ido mejor; Murmuró Finn. —Entonces no me dejan otra opción.

De repente, el capitán hobbit comenzó a moverse. Como una peonza giratoria, se retorció, sin abandonar su lugar cuando su Lanza Fortia cortó el aire en todas direcciones, con la punta dorada brillando. Su velocidad era increíble, repeliendo a las guerreras, a las armas y todo, cuando se lanzaron hacia él; Él los envió a volar por el costado de la nave mientras gritaban en shock y decepción.

—Ustedes han estado causando considerables problemas a ciertos miembros de nuestra familia

¿No es así?

Alrededor de la nave, gigantescos pilares de agua se elevaron hacia arriba cuando las amazonas se lanzaron bajo las olas. Pronto, los únicos que permanecieron en la cubierta fueron Finn, Tione y Argana.

—¡¡…Ngh!!

La fuerza de Finn estaba en otra liga, y Argana ni siquiera podía tratar de ocultar su asombro. Detrás de Finn, sin embargo, Tione estaba experimentando su propia crisis.

—¡Detente! ¡Por favor detente, capitán! ¡No… no estorbes!

—¿Estorbar?

Pero incluso mientras ella gritaba, el daño ya había sido hecho, su fragilidad interna había sido revelada. Mirando su espalda ahora, ella vio en su mente el vínculo que compartían cada vez más y más débil.

—Yo… ¡Tengo que derribar a Argana! Si no… Si no lo hago, entonces Tiona, Aiz y todos los demás

¡Ellos … serán cazados!

Ella gritó lo que estaba en su corazón, desorganizada e inarticulada.

Sin embargo, incluso mientras ella permanecía allí tartamudeando, el pequeño hobbit no se movió de su lugar; No, ni siquiera se inmutó.

—Tione. ¿Desde cuándo nos volvimos tan débiles y frágiles como para necesitar tu protección?

—¡…!

—Que tan lejos irías… ¿Es por orgullo? ¿O tal vez algún tipo de resentimiento personal? Si es por enemistad, diría que ciertamente te has vengado.

Esas palabras cortaron el corazón de Tione como un cuchillo.

Era frío, casi, este ataque directo a sus acciones y razones pasadas.

Ella estaba siendo despreciada. Despreciada por la persona que más amaba.

La máscara de audacia que tan desesperadamente había intentado ocultar detrás comenzó a despegarse. Sintió que un calor se extendía por su cuerpo maltratado, un calor que no tenía nada que ver con su ira anterior, y en sus ojos, todo lo que había estado manteniendo reprimido luchó por liberarse.

—Sin embargo…

Justo cuando la desesperación había comenzado a superar sus rasgos, Finn se volteó, mirando directamente hacia ella.

—… De alguna manera, a pesar de todo el tiempo que has pasado presionando, finalmente has aprendido a tirar.

—¿Eh…?

—¿Cuándo aprendiste tales tácticas, hmm?

Tione levantó la mirada, encontrándose con la de Finn, y el hobbit le sonrió irónicamente mientras balanceaba el mango de su lanza en su hombro.

—Realmente deberías intentar no hacer que nos preocupemos tanto, Tione. Ahora los ojos de Tione comenzaron a temblar.

—Me alegro de que estés bien.

Por extraño que parezca, una parte de ella, la más pequeña, la más infinitesimal, siempre había querido interpretar a la heroína que esperaba a su caballero con su brillante armadura. Al igual que en esas historias, las historias que Tiona le había leído.

Era la parte más pequeña, más pequeña, enterrada profundamente dentro de ella. La parte de ella que había encontrado a alguien a quien amar tanto, tanto.

—Me vas a escuchar después de esto, lo sabes ¿Verdad?; Dijo Finn con una suave sonrisa.

—S-sí…; Respondió ella, las lágrimas se aferraban a sus ojos.

Y entonces ella se sentó, con sus energías agotadas y hundiéndose en el suelo. Ella ya había estado al borde del colapso, había sufrido casi más de lo que podía soportar, y este nuevo ataque derritiendo su corazón había dado el golpe final.

No fue rabia raspando su corazón esta vez; era otra cosa, abriéndose camino en sus recesos más profundos.

——¡No puedes decirlo en serio! ¡¿Qué diablos es todo esto?!; Argana de repente gritó, ya no podía mirar en silencio. La ira se hizo evidente en su rostro mientras miraba con desprecio a Tione en el suelo. —¡¡Ponte de pie, Tione!! ¡Continuaremos el rito! ¡¿De verdad crees que solo puedes terminar con esta locura?!

Ella no podía soportar ver la imagen cobarde de Tione ahora de rodillas ante ella. Ese no era el rostro de una guerrera, de un vengador ardiendo con furia.

Ese no era más que una chica simple, ordinaria y sin complicaciones.

Como alguien que anhelaba un futuro de guerra y combate, esto era algo que ella no podía permitir.

—Entiendes Koine, ya veo; Finn dirigió su atención ahora a la enfurecida Amazona frente a él.

—Entonces nuestra conversación será corta. Me preguntaba si estarías dispuesta… a dejarme ocupar el lugar de Tione en el rito.

Él metió su lanza en las tablas del piso de abajo. Observando a Argana, todavía en shock, por el rabillo del ojo, se paró en su posición, completamente preparado para luchar sin un arma. —Si gano, debes dejar a Tione y su hermana en paz. Haz un movimiento hacia ellas otra vez, y diezmaremos completamente el país al que llamas hogar.

—¡¿Un hombre… y un hobbit, nada menos?! ¡No me hagas reír…!; Pero aun cuando el simple pensamiento hizo que su cuerpo temblara de vergüenza, ella se preparó de todos modos. La lengua larga se extendió para lamer el líquido rojo de sus mejillas, sus ojos se pusieron rojos como la sangre. Su cuerpo corría con sed de sangre, absolutamente preparada para matar al pequeño hobbit frente a ella para que pudiera continuar su lucha con Tione.

—¡¡Muere!!

Tione sabía cómo terminaría la pelea antes de que empezara.

—He oído decir que los de Telskyura consideran que es un insulto mostrar compasión en una pelea.

Las heridas de Argana eran demasiado profundas debido a su lucha. Su cuerpo casi había llegado a su límite.

—Así que también lo daré todo. Y aún más que eso.

La Argana frente a ella ahora no era diferente de una Tione que se había enfrentado a Finn hace cinco años.

Ella no sabía nada. Ni de la fuerza de los aventureros, ni del mundo.

Tampoco que la pequeña figura que estaba de pie ante ella no era solo un Hobbit haciéndose el héroe…

——¡Lanza de magia, te ofrezco mi sangre! Perfora dentro de esta frente.

…sino un berserker, también. Uno tan fuerte y enloquecido como ella.

—¡Hell Finegas!

Sus ojos verdes, tan tranquilos como la superficie del lago, brillaron de repente de un rojo brillante.

—¡¿ ?!

El puño de Argana vino hacia él, pero él lo atrapó con el suyo, en su puño no más grande que el de un niño humano. Y mientras Argana tragó saliva con sorpresa, él desató todo lo que tenía. Sus habilidades ahora fueron mejoradas en un grado inimaginable y su mente se volvió loco con una sed de sangre.

Con los dedos clavándose en su puño, él la tiró hacia delante en un abrir y cerrar de ojos.

Argana apenas podía creer lo que estaba viendo, y el tiempo se detuvo con un chirrido al ver que el pequeño hobbit preparaba su otro puño.

Él rugió, con los pulmones estallando con toda la intensidad de un guerrero sediento de sangre.

—¡¡HUUURRRRRRAAAAAAAAAAUUGGGGGHHHHHHH!!

Su puño chocó con la cara de Argana.

—GUGNNNNH——–

Ella intentó gritar, pero el chasquido de sus huesos rompió el sonido.

Entonces ella salió volando. Se estrelló a través de la barandilla, lanzando astillas de madera mientras se lanzaba al agua lejos, lejos del lado del barco. El diluvio de agua que surgió del impacto también podría haber sido causado por una explosión mágica en toda su magnitud.

—¡———-!

El retroceso fue suficiente para enviar a la nave balanceándose de un lado a otro, sus tablas crujían ruidosamente, y Tione esperó a que el movimiento disminuyera antes de moverse. Cuando finalmente el silencio había regresado a la cubierta, ella levantó la cabeza, encontrando a Finn de pie frente a ella con los ojos todavía rojos.

—Ah…; Ella instintivamente cerró los ojos, incapaz de enfrentar a los rojos de frente mientras estos miraban su forma acurrucada en el piso del barco.

Pasaron unos segundos.

Cuando no pasó nada, lentamente, muy lentamente, ella abrió los ojos, solo para sentir que algo caía sobre sus hombros. Sorprendida, ella rápidamente giró la cabeza para descubrir que Finn la había envuelto en su cintura.

—Capitán…; murmuró ella, sus labios temblando. Finn solo sonrió, sus iris volvieron a su hermoso color.

—Vamos a casa, Tione.

Entonces él pasó junto a ella, dándole una suave palmadita en la cabeza.

Esa fue la gota final para Tione, ya gastada en más formas de las que podía imaginar, y sus ojos se llenaron de lágrimas saladas. Abandonando completamente la modestia, ella giró sobre sus talones antes de atacar rápidamente la espalda de su amada.

—¡¡Capitaaaaaaaaaaaaaan!!

Sus brazos se envolvieron alrededor de él con el apretón más apretado que pudo reunir.

Finn, por otro lado, fue enviado directamente al piso por el emotivo abrazo de oso de la Amazona, con la nariz chocando contra la madera dura de la cubierta con los brazos extendidos sobre él.

—¡Capitán, oh, Capitaaaaaaaan! Gracias, muchas gracias… ¡Ahhhh, lo siento mucho…!

—… Ya, ya; Finn solo pudo responder con una sonrisa compleja mientras Tione sollozaba su nombre una y otra vez en su camisa, sus brazos aún envueltos alrededor de su cintura.

Él esperaría allí, el capitán hobbit de Familia Loki, con su mejilla presionada contra el piso, hasta que ella terminara de llorar, simplemente sonriendo al cielo nocturno arriba de él.

Los dos ritos, uno dentro de la cueva y el otro sobre la nave, habían llegado a su fin.  El destino que las dos chicas compartieron se había roto a manos de sus compañeros.

***

Para cuando Tione y Finn volvieron a cruzar el puente de hielo hasta la orilla—Riveria lo había recreado para permitirles el paso—los rastros de luz ya estaban empezando a colorear el cielo. Pasó un tiempo después de eso, principalmente debido a los sollozos de Tione, para que Riveria aplicara la curación adecuada y el cuidado de su cuerpo maltratado. Pero una vez que terminaron, los tres continuaron hasta el muelle, con Tione entre las dos élites, con el pañuelo de Finn todavía envuelto alrededor de sus hombros. Ellos encontraron al resto de la Familia Loki reunidos frente al muelle de pesca y causando una horrible bulla.

—Yo… ¡¿yo traje las armas de la señorta Tiona y Tione para nada…?! ¡Su Urga casi me rompe la espalda…!; Se lamentó Raúl.

—¡No te preocupes, Raúl! Es el pensamiento lo que cuenta ¿No? ¡Estamos felices de que nos tuvieras en mente! ¡Gracias!; Respondió Tiona, tan bulliciosa como siempre.

—¿Cómo es que la señorita Tiona todavía tiene tanta… energía…?; Preguntó Leene.

—Tienes razon; estuvo de acuerdo Lefiya. —Hace solo unas horas, ella estaba llamando a la puerta de la muerte y plagada de veneno, nada menos… Solo curarla tomó mucho tiempo.

—¡Gracias a ti, Leene! Y tengo que disculparme contigo, Lefiya. ¡Todas ustedes se envolvieron con nuestros problemas!

—¡Nadie te va a perdonar cuando corras como un maldito chiflado! ¿Incluso te das cuenta de lo que todos estos tipos hicieron por ti?; Bete gruñó.

—¡Bueno, dis-cul-pa si trato de disculparme cuando hice algo mal! … No es que… ya sabes… una disculpa probablemente sea suficiente… Realmente lamento haberte metido con esto.

—¡Que alguien me agarre! ¿Tiona? ¿Serán todos mansos y sumisos? ¡Un nuevo mundo está naciendo en mi alma!

—Déjala así, Loki; Dijo Aiz.

—¡Bien, bien! ¡Tú ganas, Aizuu! Tú y tu maldita perfección… ¡Nnnnggaaah!

—¡Bete, haz algo! ¡Mira lo triste que se ve Tiona ahora!

—¡¿Co-cómo diablos debería saber qué hacer?! ¿Crees que puedo hacer cualquier cosa para arreglar a esa loca?

—¡Podrías empezar por disculparte!; Tiona finalmente chilló.

—Oh ¡¿por qué no simplemente te vas a la mierda, Amazona con cerebro de mierda!?

Cuando Tione miró a través del grupo clamoroso con su hermana en el centro, ella sintió que los músculos de su cara se relajaban, su ansiedad anterior desapareció. Junto a ella, Finn solo podía encogerse de hombros mientras Riveria lucía su habitual sonrisa de un solo ojo.

—¿Eh? ¡Oh, Tione!; Tiona repentinamente aceleró, notando a su hermana de inmediato.

—”¡Lady Riveria!” “¡Capitán!”; Gritó el resto del grupo cuando la amazona más joven corrió hacia ellos.

—¿Estás bien, Tione?! ¡El rito! ¿Qué pasó con el rito? ¡¿Dónde está Argana?!

—… El capitán la envió a un viaje solo de ida.

Tiona se quedó en silencio por un momento, con su cara en blanco en desconcierto.

Entonces ella se echó a reír, obligándose a agarrarse el estómago debido a las carcajadas que se daba.

Su  visión  fue  suficiente  para  hacer  que  las  comisuras  de  la  boca  de  Tione  se  torcieran ligeramente hacia arriba.

—¡Le gané a Bache! ¿Y sabes qué? ¡Nadie tuvo que morir o ser asesinado! ¿Qué tal eso, eh? Esa sonrisa. Esa sonrisa. Siempre esa sonrisa.

¿Qué había detrás de esa sonrisa? ¿Qué la sostuvo? ¿Qué secreto guardaba?

Hacia el este, el sol atravesó el horizonte, coloreando la superficie del lago con un brillante y ardiente color dorado.

La cara de Tione se suavizó, sus labios se curvaron hacia arriba, muy arriba—en una verdadera sonrisa.

—Gracias, Tiona. Por salvarme. No puedo agradecerte lo suficiente.

Tiona miró a su hermana, ahora sonriendo tan brillantemente como el sol naciente, y por un momento, algo en su corazón se detuvo. Cuanto más miraba, más se sonrojaba su cara y más crecía su propia sonrisa.

—¡Por supuesto!;  Respondió  finalmente,  las  dos  hermanas  ahora  compartiendo  la  misma sonrisa que Finn y Riveria miraban como padres protectores.

Sin embargo, casi instantáneamente, la sonrisa de Tione cayó, y una mirada de desaliento se apoderó de ella. —Yo… necesito disculparme con todos. Eres demasiado tonta como para que la gente se enoje ¿Pero yo…? Supongo que ya veremos.

—¡Estará bien! ¡Estará bien! ¡Ya lo verás! ¡Todos te perdonarán! ¡Solo lánzales esa misma sonrisa y todo estará bien!

—¡¿Sonreír?! ¿Durante una disculpa? ¡Eso es solo pedir un puñetazo en la cara!

—¡Naaaaaaah! ¡Vamos! ¡Simplemente hazlo!

—Ugh ¡Eres tan molesta! ¡Ve por ahí a alguna parte! ¡Realmente eres de lo peor!

—¡¡Pero Tioneeeeeeeeeeee!!

Y así las dos hermanas caminaron hacia el grupo.

Caminaron a ese lugar de luz donde sus amigos los esperaban con sus sonrisas. Sus días de soledad estaban detrás de ellas.