Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 6

Capítulo 6: Final de la Guerra

Parte 3

Bache, por otro lado, no pudo aterrizar un solo golpe. Ella no pudo esquivar un solo golpe. Y no podía protegerse contra un solo ataque entrante.

El crujido de los huesos de su puño se estrelló contra su cara. Las poderosas patadas se reunieron entre su barbilla y sus orejas. Los lanzamientos la enviaron a toda velocidad por el aire para golpearla contra el suelo.

Más alto, más alto, más alto.

Velocidad, resistencia, potencia—todo aumentó, aparentemente sin límite. Arriba, arriba, arriba, arriba, arriba, arriba—esto nunca cesó.

—¡¡Nada puede detenerme ahooooooooooooooooraaaaaaaAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!

La ola de ataques golpeó el cuerpo de Bache con la fuerza de un río embravecido.

Las heridas se abrieron sobre ella más rápido de lo que podía registrarlas, sacudiéndola tanto que ni siquiera podía mantener sus Velgas.

La sangre goteaba de sus poros ahora, coloreando cada centímetro de su piel de cobre.

Tiona tu—

Tiona estaba en llamas. Ardiendo brillantemente, ardiendo de vida.

A pesar del dolor y la angustia, ella se mantuvo erguida, utilizando el método más implacable que pudo para derribar a Bache. Sus ojos estaban nublados, evidencia de la lucha que su propio cuerpo estaba soportando para mantenerla con vida.

Y sin embargo, a pesar de todo—su sonrisa nunca vaciló.

En cambio, se estaba arrastrando hacia ella, pareciéndose cada vez más a la serpiente que Bache había llegado a temer—su hermana, la encarnación de la muerte.

—Gngh…¡¡GnnnnrrrraaaAAAAAGHH!!; Bache gritó, la primera vez que incluso levantó la voz durante el duelo, tratando de descartar ese horrible edificio de miedo a la muerte que la sacudió hasta la médula. Su máscara de despreocupación se había ido, sus ojos brillaban, reunió todo el poder en lo profundo de su interior y escurrió hasta la última gota del veneno mortalmente tóxico que brotaba de sus poros.

¿Quién caería primero? ¿Tiona o Bache?

Más y más rápido volaron sus puños, y el gran abismo de la muerte se transformó en su arena final.

—¡¡—————-RRRRUUUUUUUUUAAAAAAAARRRRRGGGGGHHH!!

Estaban hirviendo ahora.

Repartiendo golpes. Patadas voladoras. El fuego ardiendo dentro de ellas prendió fuego a su lucha.

Incluso sus voces se encontraron en una batalla de rugidos, sacudiendo las paredes de la caverna.

—¡JA-JA-JA-JA-JA-JA-JA! ¡Eso es todo! ¡Este es verdaderamente un rito de arena, un duelo de vida o muerte! ¡¡Esta es la pelea que he estado esperando!!; Kali rio alegremente, sus ojos se abrieron y brillaron cuando el resto de las amazonas se sorprendieron por el poder escondido detrás de las voces resonantes.

—¡¡Tiona!!

La voz de Bache gritó cuando su puño entró en contacto con el abdomen de Tiona. El aire salió de la otra chica con un guhhh audible.

—¿Estás sonriendo ahora?

El veneno la desgarró, a lo largo de su piel, quemándole los nervios, y el dolor y la conmoción prácticamente la hicieron caer de rodillas.

Pero incluso a pesar de todo, a pesar de que la tortura infernal devastó todo su cuerpo, Tiona todavía sonrió.

——¡Puedes apostar a que sí!

Y luego ella le devolvió el golpe.

Su puño se hundió en el abdomen de Bache con la misma fuerza que la otra amazona acababa de infligirle. El cuerpo de Bache se curvó en una forma antinatural como una C ante la fuerza, la sangre brotaba de su boca.

—¡Dáñame todo lo que quieras! ¡Hazme sangrar todo lo que quieras! ¡¡Nunca dejaré de sonreír!! Una patada giratoria.

Bache esquivó a este, ambos saltando para poner distancia entre ellos.

—Voy a sonreír… para aquellos que no pueden

El tesoro que había recibido en esa historia de leyenda, esa promesa inquebrantable, dos hermanas sonriendo y riendo juntas.

Ella sonríe para la mañana, ella sonreía porque creía en la felicidad que esperaba.

Las miradas de las dos amazonas se encontraron. Luego retiraron sus brazos, preparándose para el golpe final.

Tiona apretó el puño.

Bache enfocó la luz de sus Velgas.

Luego se lanzaron a la carga, sonrieron y se encontraron con la sed de sangre en una loca carrera hacia el centro.

—¡¡Gnnnngh!! Ellas chocaron.

El aire al rojo vivo golpeó las partículas de luz negra purpúreas en el rango de puntos en blanco. Sucedió en un instante, Bache a un paso adelante, su puño volando y, con él, sus Velgas.

—¡¡TIONAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!

Ella se lanzó directamente hacia su cara, directamente ante esa sonrisa, pero Tiona la ignoró.

En cambio, ella estaba concentrada en el brazo de Bache, en una mancha de piel donde la luz de su Velgas parecía haber desaparecido, y al tomar su propio brazo alrededor de ella, empujó hacia abajo.

El golpe que se dirigía hacia su cara de repente ya no estaba más.

—————————-

Los ojos de Bache se dilataron de sorpresa.

—Bache—

Su ataque se había ido. Todo lo que quedaba era esa sonrisa, y entonces Tiona rugió.

—Aquí estoy…¡¡VEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!

La explosión fue instantánea.

—¡¿Gungh?!

El puño derecho de Tiona entró directamente en el pecho de Bache.

Tanto poder. El cuerpo de Bache fue lanzado lejos, chocando contra la pared rocosa lejana con un crujido horrible.

Urga. La palabra amazónica para “gran destrucción”.

Dejándose llevar por un momento de muerte, ella acumuló los efectos de su habilidad hasta sus límites, lanzando un verdadero golpe “final”.

Fue el ataque más fuerte que tuvo en su arsenal.

——Gn—gh…

Apartándose, Bache dio primero un paso, luego dos pasos, luego, tambaleándose, cayó de rodillas. Ella se desplomó en el suelo, en ese mismo momento, despojada de su voz aparte del gruñido tartamudeado que se abría paso entre sus labios.

Tiona había ganado.

——¡Se wehga! ¡Se wehga! ¡Se wehga!

¡Tú eres la verdadera guerrera! ¡Tú eres la verdadera guerrera! ¡Tú eres la verdadera guerrera!

A su alrededor, sus compañeras amazonas elevaron sus voces en estruendos elogios, alabándola, al vencedor. Fue suficiente para sacudir los muros de piedra y la roca que los rodeaba—Tiona con la respiración entrecortada y Bache boca abajo en el suelo.

—¡Bien hecho! ¡Bien hecho!

Dos pequeñas manos se unieron en un aplauso emocionado. Kali sonrió bajo su máscara, más que satisfecha, mientras alababa a Tiona desde arriba.

—¡Eso fue simplemente maravilloso! Supongo que eso lo resuelve, entonces. Dejarte ir de verdad fue mi gran error, Tiona. Fui demasiado suave. ¡Muy suave!

—…

—Has demostrado ser la victoriosa en el rito… Sin embargo, tu oponente vive; Continuó Kali, con los ojos revoloteando de Tiona, exhausta y cubierta de heridas, hacia Bache, todavía tendida en el suelo.

De hecho, el pecho de la Amazona de pelo arenoso continuó subiendo y bajando. La bendición que Kali le había otorgado a ella hacía mucho, mucho tiempo que había soportado.

—Adelante, mátala; La sonrisa era audible en su orden. —Sólo entonces puede completarse el rito.

La respuesta de Tiona, sin embargo, fue demasiado directa.

—No quiero.

No fue diferente de ese día, hace tanto tiempo, cuando Tiona miró a su diosa a los ojos e insistió en que no quería pelear con su hermana.

—Ya no soy una guerrera.

—…

—… y Tione tampoco lo es. Ahora somos aventureros. Kali se encontró sin palabras.

—No mataré a nadie más… ¡ya no, Kali!

Ahora incluso la ovación de sus hermanas se calmó.

Tiona levantó la vista y se encontró con la de la mirada de su diosa en medio de esa silenciosa arena de piedra.

—… Realmente has cambiado.

Kali finalmente murmuró lentamente, casi con tristeza. Pero no duró, su sonrisa anterior volvió a su cara.

—… Pero una cosa ciertamente no ha cambiado, y esa es tu conexión con tu hermana.

La diosa levantó el brazo y, de repente, las otras amazonas que habían estado vigilando el encuentro cargado en la arena, descendieron sobre Tiona.

La rodearon en un instante.

—Tione está con Argana en este momento… lejos, lejos en el mar. No hay nadie para salvarte.

—…

—Vienes con nosotras… ¡De regreso a Telskyura!

Incluso Tiona sabía que sería inútil luchar en este punto. Incluso ahora, ella caminaba la línea entre la vida y la muerte, era la única forma en que había podido liberar su Urga interior, después de todo—y de pie allí estaba tomando todo lo que tenía. Ni siquiera podía pensar en levantar un dedo, y mucho menos en un puño. Y luego estaba el veneno de las Velgas de Bache con el que lidiar, todavía corriendo a través de ella. Sería tan fácil para ellas simplemente llevarla de regreso a su nave.

—¿Cuál de ellos vendrá? me pregunto ¿Argana? ¿Tione? … Cualquiera que viva será tu próximo oponente. ¡Una ofrenda al guerrero más fuerte!

La diosa de la guerra y el derramamiento de sangre no pudieron ser influenciados. Cuando Tiona la miró con ojos borrosos, no podía pensar en una manera de salir de este lío y, a su alrededor, el círculo de amazonas se hacía cada vez más pequeño.

Cuando de repente—muy a la ligera.

Una brisa pasó por su mejilla, jugando con los mechones de su cabello.

Viento. Débil pero definitivamente había viento, llegando hasta su interior en esa cueva.

—…Te equivocas, Kali; Dijo Tiona con una sonrisa, cerrando los ojos. Era un tipo de sonrisa diferente esta vez, tranquila y pacífica.

Kali levantó una ceja dubitativamente.

Entonces Tiona abrió los ojos. —Porque Tione y yo ya no estamos solas. Fue entonces que sucedió.

El goteo de aire se convirtió en una explosión apresurada en la cueva.

—¡Ahora tenemos amigos!

Una cuchilla brillante y reluciente, luego otra, cientos de ellos, corrieron alrededor del grupo cuando Kali y los ojos de sus seguidoras se abrieron en shock. Antes de su ataque a la velocidad de un rayo, el círculo de amazonas a su alrededor fue arrasado.

—¿La princesa de la espada…?

La espadachín de cabello y ojos dorados apareció ante ellas, impidiéndoles el paso a Tiona y sacando su espada de plata con un audible corte mientras cortaba el aire.

—¿Estás bien, Tiona?

A pesar de estar tan desaliñada como estaba, Tiona estalló en una sonrisa, a su compañero que había corrido para salvarla, más rápido que nadie.

A su amada amiga.

—¡Lo estoy ahora!

Casi como si estuvieran en el momento justo, el resto de la Familia Loki entró en la cueva con un fuerte grito de guerra. Ellos se lanzaron sobre las amazonas restantes volando por todos lados.

Kali se puso de pie de un salto, su comportamiento calmado aparentemente impenetrable desapareció en un instante.

—Esa maldita Ishtar… ¡¿Ya fueron derrotadas?!

La batalla debajo de ella prácticamente había terminado antes de que comenzara, Aiz y el resto de sus compañeros reprimían rápidamente a las guerreras de Kali. En el retiro de la Familia Ishtar, la maldición que restringía a Airiel de Aiz se había deshecho, y ella ahora lanzó varios ataques a través del campo de batalla. Los otros aventureros, también, no queriendo ser superados, alzaron sus voces en gritos frenéticos y asesinos mientras se lanzaban sobre las guerreras amazónicas. Su poder era abrumador, como resultado de su conocimiento de que un compañero, uno de ellos, estaba en peligro.

La mirada de Kali se estrechó mientras apretaba los dientes con una rabia apenas contenida.

——Parece que escogiste a la gente equivocada para meterte, maldita enana. La voz vino de la nada.

Vino desde muy arriba, encima del campo de batalla.

Ella miró hacia el cielo con una sacudida, solo para encontrar a una cierta diosa de pelo jengibre sentada en una roca que sobresalía no muy lejos del techo.

Era Loki.

—¿Cómo te sientes ahora mismo, eh? ¿Todos tus planes gloriosos se derrumban a tu alrededor con tus preciosos hijos tumbados boca abajo en la tierra?

Ella acababa de aparecer por el agujero detrás de ella que conducía al resto de la cueva. El desagradable desarrollo de la diosa más pequeña era demasiado divertido.

—¡No me seas condescendiente!; Gruñó Kali, con los caninos puntiagudos rompiéndose.

Los ojos bermellones de Loki se abrieron ligeramente mientras su sonrisa se ensanchaba. —lo voy a decir, eso es todo, pequeña ignorante. Realmente… elegiste meterte con la gente equivocada; La sonrisa que acompañaba a su sentimiento esta vez podría fácilmente haber rivalizado con la del dios más perversamente malvado, toda su ira hacia la diosa más pequeña que regresaba multiplicado por mil. Fue una cara de desprecio muy depravada, lo suficiente para hacer que incluso los rostros de Njöror y Rod, que la habían acompañado a la cueva, temblaran de miedo.

La cara de Kali ardía de vergüenza y humillación bajo su máscara, los gritos de sus guerreras hacían eco a su alrededor.

—… Aún asi, Tione nunca se ha apartado de mi voluntad. Ella ya se ha ido. Está lejos, donde tu miserable gente no podrá alcanzarla, continuando su propia lucha; Susurró entre dientes con una sonrisa vengativa.

—Oh, cállate. ¿Crees que estoy preocupada por ella?

—… ¿Qué quieres decir?

Loki agitó su mano con desdén antes de mirar hacia arriba y detrás de ella hacia el agujero de donde vino. Las dos figuras que aparecieron en la oscuridad no eran otra que Gareth y la mayoría de las amazonas que custodiaron a Lefiya.

El enano asintió ante la mirada de su deidad patrona.

—Tengo a mi caballero más fuerte solucionándolo.