Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 6

Capítulo 6: Final de la Guerra

Parte 1

 

 

Danmachi: Sword Oratoria Volumen 6 Capítulo 6 Parte 1 Novela Ligera

 

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—¡Maldita elfa…!

La luz de la luna se filtraba a través de la ventana del oscuro almacén para revelar a un cierto gerente de una sucursal atado con seguridad a uno de los pilares con una cuerda.

Obra de Riveria, obviamente.

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“Alguien del Gremio vendrá tarde o temprano. Entonces podrás confesar tus crímenes.”

—Ella lo había dejado con esto antes de abandonar el local no hace mucho. Tranquilamente abordándolo en su desesperado intento por ocultar la montaña de transmisiones y documentos que evidenciaban su malversación—no solo las remuneraciones de Njöror sino también evidencia de sus propios esfuerzos de contrabando personal—ella optó por dejar toda esa pila para quien quiera descubrir las fechorías de este desafortunado hombre primero.

Para un hombre que vive con el temor de una próxima investigación desde la sede de Gremio, las cosas han dado un giro demasiado real para lo peor.

—¡¡Si pudiera… solo… libérame de estas… cuerdas…!!; resopló, el hombre de rostro largo moviendo su cuerpo de un lado a otro mientras la sangre pareciera salir de sus ojos. Los secretos para hacer nudos de los altos elfos del bosque no eran algo que una persona común pudiera librarse fácilmente, sin importar cuánto lucharan. Y mientras tiraba y tiraba de sus ataduras, con la cara tan roja como un tomate maduro, él estaba empezando a darse cuenta de todo esto, cuando de repente.

“¡Rubart Ryan! ¡Así que no pudiste hacer nada bien, desgraciado!”

—…¡¿?! ¡¿Qu-quien está ahí?!

La voz no era familiar, reverberando a su alrededor en el oscuro espacio del almacén.

Sacudiendo la cabeza primero a la izquierda, luego a la derecha, él trato de buscarlo cerca, pero no había nadie a quien encontrar.

La única compañía que tenía era la misma sombra inquietante que lo rodeaba.

“Tan ambicioso y realizado, también. Incluso Ouranos estuvo de acuerdo en que podrías cambiar

las cosas para la sucursal… y, sin embargo, aquí estás. Oh, cómo caen los poderosos”.

—¡T-te ordeno que te muestres!; Rubart gritó en la oscuridad, su cuerpo temblaba ante la extrañamente etérea voz que no era ni masculina ni femenina.

Entonces.

“Aunque algunas de tus acciones pueden ser perdonadas considerando tu tan lamentable causa de restaurar la paz en los océanos—”

Una capa tan negra como la noche atravesó la oscuridad, revelando una figura sombría delante de él.

—¿Un fa-fa-fa-fa-fantasma?;, Rubart gritó, medio enloquecido por este punto, ya que recordaba de manera demasiado vívida los rumores del espíritu que acechaba la sucursal.

——Eso no justifica el hecho de que aprovechaste tu posición para llenar tus propios bolsillos. Deben tomarse medidas disciplinarias, Rubart.

Tan pronto como las palabras salieron de la boca de la figura encapuchada, una partícula de luz verde brillante se abrió camino desde una de sus mangas oscuras. El rostro de Rubart se puso blanco, la luz verde llenó su boca y sus pulmones, y lo dejó inconsciente casi instantáneamente con los ojos aún abiertos por el miedo.

—Pensar que tuve que venir hasta aquí para esto…; Un gruñido vino desde debajo de la capucha oscura. Con Rubart ahora durmiendo profundamente, el “fantasma”, Fels, miró al hombre con un gesto de buena voluntad en los hombros. El mago y la mano derecha del dios del gremio, Ouranos, dejó escapar un suspiro.

—Y pensé que Loki trabajaba duro con sus hombres. Pero ¿Quién soy yo para hablar?; Añadió Fels antes de mirar hacia la ventana, y el repentino sonido de conmoción que venía de fuera del almacén. —vaya, debería apresurarme… Parece que ya han llegado.

De hecho, la cacofonía de voces ya se estaba transformando en la canción de batalla de un ataque avanzado.

***

 

 

—¿Que-qué fue eso?

De vuelta en el distrito comercial del muelle de Meren…

Cuando Aiz y el resto de la Familia Loki se enfrentaron a Phryne y sus asaltantes, los oídos de las amazonas en guardia se detuvieron  ante los sonidos detrás  de ellos.  Ellas habían estado detenidas allí para asegurarse de que no había civiles que salieran al muelle, pero el timbre de la anterior conmoción de la ciudad había cambiado repentinamente. De hecho, los sonidos de miedo y confusión cuando las personas huyeron habían dado paso a… gritos de emoción, casi como si estuvieran dando la bienvenida a alguien.

Ellas voltearon sus miradas hacia atrás, mirando con recelo a través de la sombra azul ante el cielo nocturno—solo para encontrarse cara a cara con un ejército entero embistiendo directamente en su dirección.

—¡¿Qué demonios?!

—¡¿La Familia Loki?!

La bandera del Embaucador ondeaba en lo alto mientras las tropas se abrían paso hacia Meren. Haciendo una línea recta hacia el muelle, los hombres de la Familia Loki no se detuvieron por nada y se lanzaron directamente a través de la ciudad.

En menos de un instante, las guardias amazónicas fueron destruidos, completamente abrumadas por la multitud galopante de agresores masculinos y el grito de batalla que lo acompañaba.

—¡Finn! ¡Estás aquí!

—Disculpa por nuestra llegada tardía, Riveria. ¿Cuál es el estado actual?

Finn y Riveria se reunieron en lo alto del techo de un edificio cercano, los ciudadanos de Meren confundieron al grupo con los emisarios de Orario y les dieron la bienvenida con aplausos.

—Aiz y las demás han sido detenidas más abajo en el camino… En cuanto a Tione y Tiona…; Comenzó Riveria, informando a Finn sobre el resto de la situación.

Finn respondió con prontitud, dando órdenes a Gareth y al resto de las tropas siguiendo el camino de abajo. —¡Gareth! ¡Toma a Raúl y los demás y dirígete hacia la frontera oeste de la ciudad!

—¿Al oeste? ¿Qué diablos hay por allí?; Gareth preguntó en confusión.

—Tiona, Loki y las otras fueron vistas por última vez en esa dirección. ¿Dónde está Bete?

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—¡Conociéndolo, ya estará destrozando cualquier cosa en el muelle!

—Perfecto. ¡Le dejaremos eso a él, entonces!

—¿Y qué hay de nosotros?; Preguntó Riveria esta vez.

Finn pensó ante la pregunta, volteando su mirada hacia la alto elfo que estaba a su lado. Él le arrojó el largo bastón plateado que había estado llevando—su Magna Alfs—y ella respondió asintiendo.





—En cuanto a nosotros, vamos a—

***

 

 

—¡¡Hrrggggrraaaaaaaaaghhhh!!

—¡¡Ngh!!

La espada de plata se reunió con dos ejes en un torbellino de golpes.

Con cada ataque entrante, Aiz derribó hábilmente a los golpes y tomó represalias con el destello salvaje de su espada, pero sin importar el ángulo de su espada, la gigante mujer completamente blindada apenas lograba defenderse de su ataque.


Phryne se estremeció bajo su visor. Este no era un hacha de batalla gigante contra lo que ella se enfrentaba—no era más que una sola espada. Pero entonces ¿Por qué su armadura ya estaba cubierta de arañazos? ¿Por qué el duelo se inclinaba a favor de Aiz?

Porque ella era la princesa de la espada, por eso. Y no importaba que sus niveles fueran ahora los mismos o que su magia de viento hubiera sido sellada.

La fuerza temporal que Phryne había ganado para este duelo no era rival para la esgrima que Aiz había perfeccionado durante horas y horas de entrenamiento riguroso. La técnica y la destreza táctica de Aiz eran simplemente demasiado grandes para que las habilidades de Phryne pudieran ponerse a la par.

—Tuuuuuuuu… ¡Peeerraaaaaa molestosa!; La mujer gigante gimió, poniendo todo lo que tenía en un solo golpe diagonal masivo de su hacha.

Con una velocidad cegadora, Aiz esquivó el ataque entrante en todo su poder desbordante, inducido por la rabia. El tiempo se detuvo con un chirrido cuando la Princesa Espada tomó represalias con un corte giratorio, tan rápido que Phryne ni siquiera pudo anticipar el movimiento.

—¡¡Ruuuuuuuuuaaaaaaaarrrrrrgggghhh!!

El tempestuoso ataque horizontal chocó con el torso de Phryne, cortando la armadura con una magnífica oleada de chispas.

—¡¡Gnnnggraah…!! Tu… ¡Tu lo rasguñaaaaaaaaasteeeee! ¡¡Mi hermosa armaduraaaaaaa!!

¡Es… Es solo un corte!

Aiz miró con consternación la marca superficial que su ataque había hecho en la superficie de la armadura. Ella había puesto todo lo que tenía en ese golpe, sin embargo ella todavía no había logrado derribar a la bestia. Y no fue que el tiempo de reacción de Phryne haya sido simplemente demasiado rápido, tampoco. Era por la misma razón por la que ya había dejado pasar tantas otras buenas oportunidades durante esta pelea—tanto literal como figurativamente, que su arma simplemente no la cortó.

La espada que estaba usando no era la suya, sino un sustituto, y la armadura de su oponente era fácilmente de alto grado. Esto la puso en una clara desventaja, especialmente con sus niveles ya tan cerca.

Aiz miró la hoja de su espada, cubierta de cortes y rasguños. No tenía idea de cuántos ataques más de Phryne podría tomar el metal. A medida que la sangre y las partículas de luz brotaban para salir de la herida limpia de la armadura de Phryne, Aiz se volteó hacia la mujer con una mirada aguda, y los atisbos de ansiedad se abrieron camino bajo su cuello.

Entonces, de repente.

—¡¡—————-!!

—¡!

Llegaron sus refuerzos.

Con un aullido furioso, la gran cantidad de hombres de la Familia Loki se arrojaron al círculo circundante de las amazonas. Narfi y las otras miembros de la familia de nivel inferior, que apenas se aferraban a ese punto, solo podían mirar con asombro cuando la repentina explosión les robó a sus oponentes.

Pronto, uno, dos, tres, los Berbera cayo uno por uno, sin rival contra estos nuevos enemigos.

—¡¿Qué demooooooonios?! ¡¿Qué está pasando—-?!

Pero los Berbera no eran los únicos. Una sombra similar se apoderó rápidamente de la atónita Phryne. Con sus rizos grises bailando, el hombre lobo saltó hacia ella como un animal hambriento, sediento de sangre.

—¡¿Gyyyyyyaaah        ?!

Hubo un destello brillante cuando la patada se conectó con su armadura.

Phryne apenas logró defenderse, moviendo un hacha justo a tiempo, pero la fuerza brusca de la patada todavía la hizo retroceder y formó una profunda zanja en la tierra con sus talones.

—Hey, Aiz

—¡Bete…!

Bete volteó su mirada hacia Aiz con una mirada de incredulidad, y Aiz se sorprendió.

—¡Se suponía que ibas a enfrentarte a la Familia Kali! Pero es solo esa rana desagradable de la Familia Ishtar.

No le tomó mucho tiempo a Aiz darse cuenta de que Loki debe haber sido la que llamó a la caballería. Un poco avergonzada, ella rápidamente le dijó a Bete sobre la situación actual.

—No entiendo… ni un poco de lo que me acabas de decir, aparte del hecho de que estas vacas nos mantienen alejados de Tiona y Tione; Comentó Bete, con la cara temblando mientras hablaba. Él podía decir que la chica normalmente sin emociones estaba tratando desesperadamente de juntar sus palabras de una manera que tuviera sentido. —Aiz, ve por delante.

—¿Qué?

—Tienes que salvar a esas amazonas entusiastas ¿Verdad? De todos modos, Ellas lo harán mucho mejor con tu ayuda que con la mía; Continuó Bete casi lánguidamente, ignorando la forma en que Aiz alzó las cejas con sorpresa. —Me encargaré de todo esto; El destello rojo de la armadura de Phryne se reflejó en sus ojos ámbar.

—¡Pe-pero ella es tan fuerte como un nivel seis! Y… y mi magia, estaba sellada, por lo que enfrentarse solo a ella sería—

—Awww, cállate ¿Quieres?; El hombre lobo la interrumpió con un gruñido furioso, que ya era un nivel 6 en si mismo. —Solo un poco más…; siseó, mirando hacia arriba. —Solo un poco más, y me volveré más fuerte que tú … al menos sin ese viento tuyo.

—¡!

Confundida, Aiz, también, volteó su mirada hacia el cielo nocturno. A las nubes a la deriva entre todo el azul oscuro y la luz de la luna empezando a asomarse por el velo.

Tomando a Desperate de él, ella asintió.

Ella salió corriendo de allí tan rápido como pudo.

—¡Detente ahí, princesa de la espaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaada!

—¡No irás a ninguna parte!

—¡¿ ?!

Enfurecida, Phryne trató de seguir a la espadachín, solo para encontrar su camino interrumpido por un hombre lobo. Ella levantó sus hachas para defenderse de la patada entrante, revelando su lengua monstruosa. —¡Noooooooooo te metas conmigo, Vanargand! ¡¡Sé que no tomar suficiente de mí, pero no tengo tiempo para esto!!; Su cara ya tenía el mismo color que su armadura carmesí.

—¿Fumaste algo malo, cara de rana?; Bete escupió, sin tratar de disimular su disgusto.

Ya sea que ella supiera o no de la rabia que surgía a través del cuerpo entero del hombre lobo, Phryne dejó escapar una carcajada.

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—¡¡Ji ji ji!! ¡Te lo advierto! ¡yo soyyyyyyyyyyyyyyyy mucho más fuerte ahora, después de perseguir a esa lamentaaaaaaaaaable chica! ¿Crees que me importa que subiste de nivel? ¡No eres más que un perro con tu coooooooola entre tus patas!

El aire alrededor de Bete se congeló con un crack/estallido.

—Te vas a arrepentir de esas palabras…

Un brillo peligroso apareció en sus ojos.

Casi como en respuesta a su llamada, las nubes se separaron para revelar la luz de la luna.

—¿Jee-jee… jee…?; La risa de Phryne se detuvo bruscamente. La escena fuera de su visor estaba… cambiando.

La luz dorada inundó el muelle una vez oscuro, enviando temblores leves hacia arriba y hacia abajo por el cuerpo de Bete, y la sombra del hombre lobo tembló ligeramente contra el suelo.

Y luego, las pupilas de sus ojos ámbar se convirtieron repentinamente en rendijas que partían el iris por la mitad, casi como una especie de bestia salvaje.

—N-no hay manera…

Él estaba de pie con la luna a su espalda, sus dientes caninos agrandados y afilados, y su pelo gris prácticamente parado.

Phryne solo podía mirar horrorizada mientras la sombra en el suelo se convertía en un lobo feroz y aterrador.

***

 

 

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—¡Nhag loy! ¡Korru jhi roojeh!

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—¡¿Negrub fuu Kali?!

¿Qu-qué están diciendo…?

Lefiya pensó en una de las cavernas en la cueva sinuosa del mar. Las amazonas que se habían dejado para resguardarla habían estallado en una serie de ansiosas actividades, y aunque no tenía idea de lo que estaban diciendo, ella podía darse una idea por como estaban reaccionando.

¿Alguien está aquí? Tal vez entraron en la cueva… Al menos eso es lo que parece. ¿Por qué otra cosa estarían echándose atrás?

Y ciertamente los invasores solo podían significar una cosa—Aiz y las demás estaban en camino. Lefiya tragó saliva.

No puedo quedarme sentada aquí y no hacer nada, ¿No? Como mínimo ¡Necesito informarles de mi ubicación…!

Pero la pregunta era cómo, especialmente con estos guardias brutales vigilando.

Incluso en la conmoción actual, los cuatro aún tenían que apartar la vista de Lefiya. Y Lefiya, bueno, ella no tenía nada más que magia en su arsenal, y si las palabras de Kali fueran creídas, si incluso intentara susurrar un conjuro rápido, ellas aplastarían su pequeño cuello más rápido de lo que las palabras podrían pasar por sus labios…

El  recordatorio mental fue  suficiente  para hacer que  ella sacudiera la  cabeza  con furiosa negatividad.

—¿…?

Hasta que, de repente, se dio cuenta de algo.

Había una grieta corriendo a través de la roca por encima de la cabeza, lo suficientemente alta como para que entrara en su visión cuando ella levantó la cabeza. Si bien no era lo suficientemente ancho como para dejar pasar un ratón o una rata, era lo suficientemente ancho como para dejar que se filtre un poco de la luz de la luna.

—¿Luz? Entonces… se conecta con el mundo exterior—

Con esa revelación surgió una idea, y de repente supo exactamente lo que tenía que hacer.

Era un plan imprudente. De hecho, ella podría haber estado apostando a lo imposible, y eso requeriría un gran coraje. ¡Pero si ella no pudiera hacer algo tan simple como esto, ciertamente solo sería una carga para Aiz y los demás!

Con sus manos aún atadas por sus cadenas, su cuerpo se estremeció. Ella estaba lista

Soy una potencia mágica ridícula, soy una potencia mágica ridícula, soy una potencia mágica ridícula…

Las palabras que Loki le había  hablado a su  espalda cuando había  actualizado su  estado reverberaban en su corazón como un mantra de coraje. Luego, reuniendo cada diminuto gramo de pura determinación que tenía, ella contuvo el aliento con un fuerte zumbido.

—¿…?

La acción fue suficiente para atraer las miradas sospechosas de cada Amazonas en la cueva. Pero fue demasiado tarde.

——¡¡Desata la columna de luz, las ramas del árbol sagrado!!

—¡¿ ?!

Su conjuro ya había comenzado.

Ella empezó a conjurar lo más fuerte posible, sin molestarse siquiera en ocultarlo, sin recurrir a ningún truco y simplemente conjurando con todo lo que tenía.

Por un solo instante, las guardias amazónicas no pudieron hacer nada más que permanecer allí en shock, y durante ese tiempo, se formó un enorme círculo mágico alrededor de la forma arrodillada de Lefiya. Justo cuando los guardias estaban a punto de entrar en acción, la luz dorada les quemó los ojos con un destello brillante.

—¿Una cortina de humo?

O al menos ese fue el primer pensamiento de las amazonas, pero de hecho, las intenciones de Lefiya eran bastante diferentes.

No, su objetivo era llenar la cueva con tanta luz que este escapó de esa grieta en la roca e iluminó el cielo—.

—Tú eres el maestro—

—¡Rhu moona!

—¡¿Guh?!

Una de las amazonas saltó hacia ella, cortando el conjuro. Bajó el cuchillo, directamente hacia su garganta, pero con un tirón de sus cadenas, Lefiya de alguna manera logró bloquear el ataque entrante.

Su círculo mágico seguía intacto. No había nada para cancelarlo ahora. Y mientras la luz de Lefiya brillaba a través de esa grieta en la pared, ella quiso que sus amigos la vieran.

¡¡Señorita Aiz, Señorita Aiz, Señorita Aiiiiiiiiiiiiiziz!!

Su corazón lloró desesperadamente por la persona que amaba, y justo cuando las  otras amazonas se acercaban, alcanzándola—se produjo una explosión que sacudió el suelo.

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—¡¿ ?!

El techo sobre ellos cedió, las rocas y la metralla volaron cuando un aventurero solitario entró corriendo en la cueva. Su llamada había sido respondida, y la que había destrozado las piedras y las rocas para salvarla no era otra que—

—¡Señorita Aiz!

Ella volteó sus temblorosos ojos hacia su salvadora y observó la hermosa y delgada dos espa—-

¿Desde cuándo Aiz tenía músculos así? ¿Y u-una barba?

—¿Estás bien, muchacha?

No era Aiz en absoluto, sino, de hecho, Gareth. Su círculo mágico salió con un fishhhhhh.

—… No es lo que tus ojos esperaban ver ¿verdad?

—¡¿Eso es—?! ¡N-n-n-no, señor Gareth!  ¡No es…  no estaba…  ¡s-s-s-seguro que solo está imaginando cosas!;Lefiya trató de explicarse desesperadamente, el sudor brotaba de sus sienes.

Pero Gareth vio a través de ella de todos modos. —Lo siento, muchacha. Sé que nunca podré ser Aiz; Murmuró con un suspiro antes de volver a poner su Gran Hacha en su hombro.

—¡Gha-gha reem?

Las asombradas amazonas estaban enraizadas en sus lugares ante este nuevo desarrollo, luego prepararon rápidamente sus armas y comenzaron a moverse. El grito tenso claramente había sido una especie de orden, porque una de ellas se lanzó hacia adelante, directamente hacia Gareth.

En respuesta, Gareth preparó su propio brazo, apretando su mano en un puño para golpear rápidamente al cuerpo entrante.

———–

¡¡BAM!! La Amazona salió volando, y la cueva se sacudió con un ruido cuando chocó con la pared rocosa. Ella no se estaba levantando después de eso.

Una vez más, el tiempo pareció reducirse lentamente, ni Lefiya ni las amazonas dijeron una palabra.

—Me recuerda a la primera vez que conocí a esas dos chiquillas; Gareth se rio antes de tirar a un lado su hacha. Aquel día se reprodujo en su cabeza como si fuera ayer, cuando él envió a volar a Tiona de esa forma no hace más de cinco años—y el gigante enano guerrero se volteó para enfrentar a sus oponentes restantes. —Parecen bastante confiadas de sus habilidades


¿Verdad, señoritas?; Él dijo, haciendo crujir sus nudillos con un sonido chasqueante que resonó en las paredes. —Pero aún están verdes.

Entonces él empezó a reírse estruendosa y audazmente.

—¡¿—————-?!

Algo se agitó dentro de las amazonas. Es posible que no tuvieran idea de lo que decía el enano, pero sí sabían una cosa—Él se estaba burlando de ellas, y casi en sincronía, todas ellas se enfrentaron a Gareth de inmediato.

Lo que sucedió después fue suficiente para eliminar el color de la cara de Lefiya—el puño de Gareth envió a cada una de las amazonas entrantes volando a la pared una tras otra.

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