Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 6

Capítulo 5: Un Duo de Sol y Luna

Parte 5

 

 

—Tione, Tione.

Una y otra vez, la pequeña Tiona gritó el nombre de su hermana a través de la oscuridad. Podía ver su espalda temblando mientras gritaba y lloraba, solo unos pocos pasos por delante. La pequeña Tione nunca sería una guerrera.

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Ella se había alejado del camino.

Tiona sabía por qué. Tan densa como podía ser a veces, todavía entendía por qué. Era simple. Porque ella era simplemente Tione.

El día en que vio a su hermana llorar, reducida a lágrimas después de haber matado a Seldas, un sentimiento se arraigó dentro de Tiona.

—Ella necesitaba protegerla.

No fue porque ella se identificó con ella. Sino simplemente porque parecía natural hacerlo. Ella era su otra mitad, después de todo. Al igual que no necesitaba una razón para protegerse, no necesitaba una razón para proteger a su hermana.

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Y así, desde ese día, Tiona comenzó a matar a las otras chicas en su habitación. O, quizás más concisamente, se ofreció para luchar contra ellas en los ritos. Cuando estaba programado que Tione luchara contra una de sus compañeras de habitación, Tiona iría a Kali y le pediría que la cambiara por su hermana. Era su forma de proteger el corazón de su hermana, demacrado y quebrantado como lo era en el entrenamiento de Argana.

Pero seguía habiendo la ansiedad que Tione siempre sentía a medida que se acercaban los días de sus ritos. A Tiona tampoco le gustó eso. Y entonces ella fue a Kali de nuevo. Y accedió a hacer lo que Kali le pidiera, siempre y cuando su deseo se cumpliera. Ella los mató a todas. En una larga noche de rito tras rito tras rito, ella apiló sus cuerpos en alto. Tione ni siquiera se dio cuenta.

Fue ese vínculo que tuvo con su hermana lo que le permitió simplemente ser Tiona Hyrute en lugar de una guerrera de Telskyura.

Tal vez si nunca hubiera visto llorar a Tione en su habitación esa noche, ella también se habría vuelto como Argana y Bache, una amazona que llenó el agujero en su corazón con nada más que una lucha incesante. Ella se habría convertido en una verdadera berserker, matando sin piedad a sus oponentes, inundada en su sangre e irradiando una sonrisa pura e inocente todo el tiempo.

Tiona sabía todo esto. Ella entendió la delgada línea de papel que había pisado. Y que la presencia de su hermana había sido lo único que alguien tan estúpida como ella podía sostener.

Tione era la luna.

Ella iluminó el camino a través de la oscuridad cuando ninguna de las dos sabía a dónde ir. Ella siempre estaba allí a su lado en su tranquilidad de luna cuando llegó el momento de dormir. A Tiona siempre le había gustado Tione por las noches. Fue la única vez que la inquieta y enojada chica del día pudo calmarse. Ella la sostuvo tan, tan cerca, como en una cuna, meciéndola para dormir.

Tiona no podía dormir a menos que estuviera al lado de Tione.

—Tione, Tione.

La pequeña Tiona estaba llorando.

No puedo levantarme, dijo ella.

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Le gustaba pelear, pero no le gustaba matar. Ella había llorado hasta sacar lágrimas húmedas saladas debajo de su máscara al matar a su último compañero de cuarto. Dolió mucho. Le dolía tan mal todo el cuerpo y el corazón.

—Tione, sálvame.

¿Dónde estaba ella para golpearle la cabeza, llamarla estúpida y tirar de su mano?

Se frotó el pecho, mirando hacia abajo en la oscuridad, en el profundo y hondo charco de su corazón hasta donde la pequeña Tiona seguía llorando.

Cerrando los ojos, ella los reabrió para verla—Tione, de pie sobre ella.

—No pierdas, Tiona.

Eso es lo que le había dicho hace poco cuando las dos se habían separado. Ella vio la espalda de su hermana, enmarcada por la luz de la luna arriba.

De pie detrás de su yo más joven, se agachó para recoger el libro que yacía a sus pies. Luego se lo entregó a la niña que lloraba delante de ella.

—Trata de aguantar un poco más ¿De acuerdo?

—Tione también está dando su mejor esfuerzo.

Ella se echó a reír, con su sonrisa tan brillante y resplandeciente como el sol.

La pequeña Tiona puso su mano en la portada del libro, parpadeando con curiosidad. Hojeó sus páginas, y después de que hubieran pasado varios cientos de hojas de papel, se detuvo en el héroe de la leyenda—y se iluminó al instante.

Las dos Tionas, la joven y la guerrera, se miraron y sonrieron, luego se tomaron de las manos.

—¡¡Ngh!!

Los ojos de Tiona se abrieron con un poderoso chasquido.

Su conciencia paso a ser repentinamente tan aguda como una aguja y se puso de pie al instante.

—¡!

Bache dio un respingo, luego saltó hacia atrás. Mientras miraba a la chica rejuvenecida con suspicacia, las espectadoras amazónicas de arriba soltaron fuertes gritos de adulación.

—Hoh-hoh. Así que has vuelto a ponerte de pie; Kali reflexionó, sonriendo bajo su máscara. —

¿Cuál es tu plan entonces, hmm? No me parece que lo estés haciendo tan bien. ¿Seguro que todavía puedes pelear?

De hecho, el humo continuó saliendo del cuerpo de Tiona donde las Velgas de Bache habían quemado la piel.

Tiona levantó un brazo para limpiarse la cara manchada de veneno—-¿Tal vez las palabras de Kali la habían alcanzado?—Luego formó ambas manos en puños antes de prepararse para un grito poderoso.

—No duele. ¡¡Ni un poco!!

Los ojos de Bache se agrandaron de sorpresa.

—Y tus palabras tampoco me lastiman. ¡¡Ni un poco!! Ahora fue el turno de Kali de abrir la boca con sorpresa.

—Todavía puedo luchar. ¡¡Puedo seguir haciendo esto para siempre!!

No se movió ni una sola Amazona, todas ellas estaban tan inmóviles como estatuas.

—¿Crees que perdería ante alguien como tú? Y entonces Tiona sonrió intensamente.

Ella apretó los puños con más fuerza, preparándose para el combate como si su piel no estuviera cubierta de veneno y emitiera humo.

Ella solo había descubierto la única táctica que podía usar contra las Velgas de Bache. Ella solo tenía que ignorarlo, tenía que resistirlo.

Era el plan de una chica cuya cabeza no funcionaba del todo como lo hacían los demás y la culminación de toda su estupidez.

—¡¡Bwa-ja-ja-ja-ja-ja-JA-JA-JA-JA-JA-JA-JA-JA-JA-JA!!

Con un sobresalto, la diosa que los vigilaba soltó una gran carcajada, rompiendo el silencio como el agua estallando en una presa. Sosteniendo ambas manos contra su estómago, agitó los pies en el aire, prácticamente cayendo directamente de su posición.

Abajo, la expresión de Bache nunca vaciló. A pesar de que la risa de su diosa hizo eco en toda la caverna, ella solo entrecerró los ojos.

—… Mi Velgas no es algo que puedas ignorar.

__¡Por supuesto!  ¡En realidad duele como el infierno!

—Bien, entonces—

Pero Tiona la interrumpió antes de que pudiera terminar.

—¡Pero no me va a impedir sonreír!

Los ojos de Bache se ensancharon por segunda vez.

—No importa cuánto me duela, cuánto me duele el corazón, cuánto quiera llorar, simplemente seguiré sonriendo.

Fiel a sus palabras, una sonrisa gigante estaba actualmente pegada en su cara.

Era una sonrisa de mejilla a mejilla y estaba completamente fuera de lugar considerando su estado actual.

—¿Qué fue lo que separó a Tiona y Tione en luz y oscuridad en Telskyura? Sí, había sido ese libro, la épica.

Todavía podía recordar perderse entre las páginas de esa historia mientras Bache la leía en voz alta. Todavía podía recordar la primera vez que se había reído tan fuerte que no podía detenerse en el ridículo diálogo del héroe de la historia.

Y aún podía recordar el estallido de coraje que esas palabras le habían dado.

—No soy la herramienta más afilada en el cobertizo… ¡Así que sí! ¡Quizás esto es lo único que puedo hacer!

Tal vez esa hermosa historia había sido el único lugar donde podía correr cuando los días intentaron llevarla al suelo. Tal vez fue solo a través de esa legendaria epopeya que pudo consolarse después de lo que había hecho.

De todas las cosas que esa historia le pudo haber dado, de la que Tiona estaba más segura, era su sonrisa.

—Pero puedes apostar que lo voy a hacer. ¡Voy a seguir sonriendo!

Si ella seguía sonriendo, entonces quizás, quizas Tione también sonreiría.

Si alguien como Tiona ni siquiera era capaz de sonreír, entonces no había manera de que ese mundo descolorido de sangre y cenizas en el que vivían alguna vez cambiara.

Así que ella sonrió.

Debido a esa epopeya, incluso cuando eran solo ellas dos en ese mundo frío, Tiona podía iluminar el cielo con su expresión de alegría.

Y finalmente, ella también había podido hacer sonreír a Tione.

—¡Mientras sonría, no me importan todas esas cosas malas!

Tiona tenia una historia favorita entre todos esos poemas

Fue la historia del argonauta.

Un niño ordinario que soñaba con convertirse en un héroe.

Una historia absurda que la había dejado ahogada en lágrimas de alegría.

Oh, sonreiré.

No importa cuánto pueda hacerme el tonto, no importa cuántas veces la risa burlona de los demás pueda despreciarme, curvaré estos labios hacia arriba.

Si no ¿Cómo debe sonreír el espíritu? ¿Cómo debe sonreír la diosa de la fortuna?

—Sonreír.

Al igual que el héroe de cuento de hadas que tanto la había alentado. Al igual que los personajes en esa hermosa historia.

No importa cuánto le duela, no importa cuánto pueda sufrir, no importa cuánto tenga que fingir. Ella simplemente sonreiría.

Sonreír por ese brillante mañana que ella sabía que esperaba.

Ella no estaba tratando de jugar al héroe. Simplemente estaba haciendo todo lo que podía hacer, y para alguien como ella, alguien que no era tan inteligente, no era tan calculadora ¡Eso estaba bien!

—¡Tengo que sonreír… para todos aquellos que no pueden!; Declaró, luciendo su mayor sonrisa hasta ahora. —Y si tengo que sonreír para siempre antes de que vuelvas a sonreír ¡Entonces eso es lo que haré!

—¡Eso es una tontería…!; Tione siseó con un apretón de sus puños, haciendo todo lo posible para enmascarar el tumulto de emociones en su corazón. ¿Tiona había matado a más de sus hermanas en Telskyura?

Pero todo tenía sentido.

Cuando los ojos y el corazón de Tione se habían desgastado y destrozado, Tiona había sido la única para sonreírle.

—Esa chica, Aiz. Me recuerda mucho a ti cuando regresaste.

Y entonces Aiz había llegado. Y Tiona comenzó a sonreír para ella, como siempre lo había hecho con Tione.

Tione finalmente se dio cuenta de la razón detrás de esa sonrisa—esa hermana idiota suya siempre la estaba protegiendo de las sombras.

—Esa idiota… ¡¿Piensa que puede ser un héroe para mí…?!

Tiona podría haber sido engañada por esas historias de héroe, pero no estaba esperando que un héroe viniera a salvarla. No, ella tenía que ser la heroína. Porque ella tenía otra parte de ella que necesitaba protección. Así que su sencilla hermana había seguido sonriendo.

Hasta el día en que ella pudo hacer sonreír a Tione.

Tione siempre había pensado que ella había sido la que apoyaba y protegía a Tiona. Pero en realidad, Tiona había sido quien la protegía y defendía.

Y había sido lo mismo para Tiona.

Juntas, las dos hermanas siempre se habían protegido entre sí.

—¿Qué crees que soy? ¿Alguna princesa esperando a que su héroe venga? ¡Prefiero comer mierda y morir!

Tiona no iba a venir. E incluso si lo hiciera, Tione solo iba a echarle un vistazo—con el puño. Ella era la única que podía eliminar al oponente que estaba de pie ante ella ahora.

Derrótala —-y protégelo a Tiona.

—Argana—te voy a matar.

—Qué maravillosa mirada tienes en tus ojos, Tione… Finalmente, te has convertido en una guerrera otra vez; Reflexionó Argana. Los pinchazos de hormigueo se abrieron camino por su espina dorsal por la forma en que la mirada de Tione la aburría.

Tione ignoró su comentario, abriendo su boca mientras una mancha de aire manchada de rojo pasaba por sus labios.

—… No has cambiado, Tiona; Murmuró Bache, observando a la chica sonriente ante ella. —

Siempre fuiste la mayor idiota en Telskyura… el animal más loco.

No importaba el tipo de dilema en el que se había encontrado, sin importar qué tan cerrada fuera la esquina en la que se encontraba, esa sonrisa suya nunca había desaparecido. Ella estaba siempre, siempre sonriendo.

Con esa sonrisa brillante, inocente y virulenta pegada en su rostro, arrebató la victoria a sus enemigos. Con esa única sonrisa, superaría todo lo que el mundo había intentado lanzarle.

—¿Qué esperabas? ¡Por supuesto que no ha cambiado! ¡Incluso Tione puede haber cambiado a lo largo de los años, pero esta chica siempre será la misma estúpida de siempre!; Kali aulló mareada antes de que sus convulsiones inducidas por la risa se detuvieran abruptamente.

Lentamente, ella se levantó de nuevo hasta sentarse, con una sonrisa cada vez más amplia mientras miraba a las dos guerreras de abajo. ——¡Esto es genial! ¡Sabía que me gustabas más que a Tione!; Exclamó, casi como si intentara obtener una respuesta comprensiva de sus parientes inmortales.

Tiona sonrió.

Habiendo hecho la afirmación auto alentadora de que no sentía dolor, dejó que sus labios se separaran ligeramente.

Revelando un sólido soplo de aire rojo.

—Eso es todo.

La cara de Bache se tensó ante la vista.

La respiración de Tiona era roja. Y no solo metafóricamente, también, sino verdaderamente rojo—el calor dentro de ella era lo suficientemente grande como para manchar el aire que estaba respirando.

Era la rara habilidad de Tiona, Calor Intenso.

Sus efectos se activaron antes de que terminara su habilidad Berserk, lo que le proporcionó un enorme aumento de habilidad si su estado entraba en estado crítico. Tenía los mismos requisitos de activación que la propia habilidad de aumentar el ataque de Tione, Backdraft. Mientras las dos hermanas tuvieran estas habilidades, sin importar lo grave que fuera su situación, cuanto más las empujaran, más aumentaría su poder de combate.

Las hermanas Hyrute eran más peligrosas cuando estaban acorraladas. Desde lo alto de ese barco.

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Desde dentro de esa cueva junto al mar.

Los dos ritos alcanzaron su clímax al mismo tiempo.

Alrededor de ambos, las amazonas pisotearon en coro, dejando escapar gritos de guerra cada vez más ensordecedores.

—Mi futuro de la guerra… veamos cómo se desarrolla; La voz de Kali se fundió en la oscuridad. Entonces las batallas decisivas comenzaron.

***

 

 

La sombra corrió a través de la noche oscura.

No se había detenido desde que vieron aparecer esos monstruos en el puerto.

Había algo que se necesitaba confirmar. De vuelta a los gritos y el caos del muelle a su paso, este corrió todo el camino fuera de la ciudad.

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Llegó a una cueva, no muy diferente a la cueva marina en la que Tiona se había aventurado poco antes. Con cautela, se deslizó dentro, sin hacer ruido. La respiración se calmó, se abrió paso a través de los túneles de la caverna parecidos a las hormigas, con cuidado de no perderse entre sus pasillos. No usó una luz, en su lugar tocó la pared con su mano como guía, una sombra fundiéndose en la oscuridad circundante a medida que avanzaba a través del túnel sombrío.

—¡—!

Fue entonces que los vio.

Jaulas, siete de ellas, todas con una viola en miniatura con un capullo de flor cerrado y tentáculos enrollados a su alrededor. Y tallados en la tierra alrededor de las jaulas había surcos, evidencias del viaje anterior que las jaulas hicieron desde la ciudad.

—¡Alguien encienda una luz aquí!

—¡¿ ?!

Vino desde atrás—y de repente la luz de una linterna de piedra mágica iluminó el perímetro.

Era Loki, habiendo seguido exitosamente a la sombra sin ser notada gracias a la ayuda de los miembros de su familia. Loki brilló la luz en su objetivo, revelando su verdadera forma.

Todos en el séquito que ella había traído contuvieron el aliento en coro, sorprendidas por la revelación.

—No era lo que esperaban ¿Verdad?

La sombra, no, el hombre presumía de una figura robusta de aproximadamente dos metros de altura, y brillaba bajo su mechón de cabello negro un par de ojos color obsidiana. La piel firme y bronceada se extendía sobre los músculos de los brazos y el pecho, revelando un cuerpo perfectamente afinado para la pesca.

Un hombre humano.

—Rod… ¿No es así?


—¿Mi…lady…?

El capitán de la Familia Njöror, Rod, se quedó mirando a Loki con sus ojos tan redondos como platos.

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Su voz quedó atrapada en su garganta cuando miró a Loki y su linterna de piedra mágica a la manada de chicas detrás de ella. No le llevó mucho tiempo darse cuenta de que lo habían seguido.

Echando un vistazo a las violas inmaduras detrás de él, él finalmente habló, con una voz ronca.

—B-bueno ¿No es esto una sorpresa? ¿Cómo, uh… cuánto tiempo han estado, uh… siguiéndome? Jajaja… Supongo que tenía mucha prisa como para darme cuenta. Maldita sea…; Dejó escapar una risa indudablemente forzada, intentando hacer lo que pudo para suavizar la situación incriminatoria.

Junto a Loki y su mirada de incredulidad, la coneja hume Rakuta habló, ya no podía mantener sus pensamientos para sí misma.

—¿T-tú eres el que ha estado soltando las violas en el lago?

——Eso, uh… ¡Sí! ¡Yo los solté! ¡Fui yo quien lo hizo! ¡Me atrapaste!; soltó de repente, aparentemente por desesperación. Con los ojos destellando, él levantó su voz aún más fuerte.

—¡Definitivamente fui yo! ¡¡Yo fui el que liberó a todos estos monstruos en el—!!

—Bien, bien. Ya lo captamos; Interrumpió Loki antes de que él pudiera terminar. Ella agitó una mano frívola en dirección al hombre helado, ensanchando ligeramente sus ojos bermellones.

—¿Realmente vas a dejar que tu hijo cargue con todo este asunto, Njöror? Un pesado silencio se asentó sobre la cueva.

Solo después de que la voz de Loki hizo eco en la profundidad de la caverna y un doloroso silencio descendió, una figura emergió de las sombras.

El pie cubierto de sandalias en una pantorrilla de forma fina apareció primero, seguido de una cola de caballo color rojizo, colgando en la parte posterior de la cabeza del hombre.

No era otro que el dios Njöror, con el rostro tenso y reflexivo.

—¡S-Skip, no…!; Se quejó Rod de forma abatida, pero ya era demasiado tarde.

—¡¿Qué diablos está pasando aquí?!

—Dos escorias por el precio de una, eso es lo que está pasando aquí; Explicó Loki.

Rakuta y el resto de los seguidores de Loki solo podían mirar hacia atrás y adelante entre Rod y Njöror con idénticas miradas confundidas. La persona, o más bien el dios que Loki había visto escapar de la escena de las violas en el muelle, de hecho, había sido Njöror.

Pero Loki no había sido la única que notó la apresurada retirada de Njöror. Rod también lo había hecho. Incapaz de sacudir la cuestionable salida de su dios, Rod lo había seguido hasta esta cueva, solo para que Loki y sus seguidores aparecieran solo momentos después detrás de él.

—¿Entonces esa “confesión” que nos dio…?

—Él solo estaba cubriendolo… Te has conseguido un buen grupo de niños ¿Verdad, Njöror?

Mientras que descubrir que su propio dios estaba detrás de los ataques de violas debe haber sido un shock considerable para Rod, en el momento en que Loki y el resto de sus seguidores aparecieron, él no dudó ni un segundo en cubrir a Njöror—su fe y respeto por su “Skip” fueron muy grandes.

Detrás de Rod, Njöror hizo una mueca, sus rasgos son  una mezcla  de arrepentimiento y vergüenza.


—Esto… realmente no puede ser verdad ¿Verdad, Skip? ¿Cómo pudiste liberar a estos monstruos en el lago…?

—Me temo que sí, Rod.

—¿Por qué? ¡¿Por qué harías algo así?!; La cara de Rod se retorcía ahora, las lágrimas amenazaban con salirse de sus ojos.

—… No soy el dios maravilloso que todos creen que soy; Respondió Njöror, evitando la mirada de Rod y mirando, en cambio, hacia Loki. —Loki, esto es todo lo que hago…

—Sí, el gato ya está fuera de la bolsa. No puede hacer nada para ocultarlo; Loki arrojó una pequeña bolsa a los pies de Njöror. La mezcla de polvos multicolores que Rod había mostrado a Aiz y los demás en el muelle el otro día se derramó por la abertura: el “polvo mágico” que Rod y sus hombres solían usar para alejar a los monstruos del mar.


Las cejas de Njöror se arrugaron aún más.

—He estado enviando a mis hijos por todas partes. A la gente del Gremio e incluso al viejo Murdock. Finalmente, tengo mi evidencia; Continuó Loki, aludiendo a la bolsa que Aiz le había dado no hace mucho.

—¡…!

Njöror se llevó una mano a la cabeza con resignación, visiblemente pálida.

Pero antes de que pudiera ofrecer una respuesta, Rod lo hizo por él, con la voz llena de sorpresa.

—¿Maestro Borg? ¿Y… el gremio? Pero… ¿Pero ¿qué tienen que ver con todo esto, mi lady?; Él preguntó con una voz temblorosa.

—Bueno…; Comenzó Loki. —Es algo parecido a esto—

——Uno de ustedes no es el culpable. ¡Todos ustedes son los culpables!

Una conversación similar se estaba llevando a cabo en un almacén vacío detrás de la sucursal del Gremio.

El propio jefe de la Rama del Gremio, Rubart, palideció ante la acusación de Riveria.

—¿Que eres…? ¡Una acusación como esa es un insulto para el Gremio…!

—Entonces ¿Qué te hace eso, el que llevó a cabo las acciones en cuestión?

A medida que el caos abrumaba a la ciudad de Meren, el jefe de la sucursal se había aprovechado de la conmoción similar en la sucursal para escapar de la vista y llevar consigo un determinado artículo al almacén.

Sin embargo, lo que no había esperado era la repentina aparición de una alto elfo de pelo verde y—atrapado con las manos en la masa— dejó caer uno de los objetos en sus brazos al suelo mientras su rostro se contraía. El artículo en cuestión era de una marca de piedra mágica.

—La razón por la que Meren no ha pedido ayuda a Orario, incluso en una situación tan grave como esta… ¡Es porque controlas la señal!

Y, de hecho, la señal similar a un telescopio estaba en sus manos. La serie de destellos de piedra mágica que creó fue lo suficientemente fuerte como para alcanzar el puesto de guardia a lo largo de los grandes muros de piedra de Orario, lo que permitió a Meren alertar a la ciudad, incluso desde los kilómetros de distancia, de cualquier angustia urgente.

—Sabes que si viniera algún aventurero de la sede del Gremio ahora, se darían cuenta al instante de todos los tratos sucios que se están produciendo actualmente. Por ejemplo, nuestra pequeña situación con las violas… ¿Estoy en lo cierto?; Dijo Riveria, con un ojo cerrado mientras miraba a Rubart con el otro.

—¡…!


La cara de Rubart comenzó a perder su color casi a la misma velocidad.

—Todo ese engaño anterior sobre no estar en buenos términos con el Gremio fue simplemente para evitar que descubriéramos tu participación como conspirador ¿No?

—¡L-La Familia Loki…!

En una tercera conversación similar, Alicia estaba actualmente abordando a un tal Borg Murdock, jefe de Meren, en la propiedad de su familia. Las manos del jefe de la aldea estaban agarrando los lados de un gran saco de cáñamo que contenía, claramente, el “polvo mágico” en cuestión.

Aunque al principio intentó ocultar el saco, se dio cuenta rápidamente de que tales acciones eran demasiado pequeñas, demasiado tarde, en lugar de simplemente caer al suelo con resignación.

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