Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 6

Capítulo 5: Un Duo de Sol y Luna

Parte 4

Era su habilidad Berserk, igual que la de su hermana. Una habilidad que aumentó su poder de ataque cuanto más daño hizo. Sintiendo que el poder aumentaba en su interior, ella renunció a los pequeños trucos y simplemente lanzó todo lo que tenía directamente a la mujer que tenía delante.

—¡¡ !!

Los ojos de Bache se ensancharon por primera vez ante el inesperado asalto.

El ataque navegó hacia ella como un río que atraviesa un dique, y ella levantó sus Velgas para evitarlo, pero Tiona no le prestó atención. A medida que se tallaba a través de su hombro, esto solo aumentaba su poder, e impulsó su cabeza directamente hacia el cuerpo de su oponente con toda la fuerza que su habilidad podía prestarle.

—¡¿Hnnguh?!

La redondez regordeta del pecho de Bache se llevó la peor parte del ataque, y sus piernas se tambalearon delante de ella.

Tiona aprovechó la oportunidad para girar con una poderosa patada circular, incluso cuando su hombro carbonizado gimió de dolor.

¡¡La patada favorita de Tione!!

—Lo suficientemente fuerte como para cortar carne y hueso.

Su cuerpo entero se giró para conducir la patada directamente a la cara de Bache.

Esto sucedió en un instante— ¡THWACK!

El fuerte sonido de carne sobre carne, hueso sobre hueso, se hizo eco en toda la caverna, silenciando los exuberantes gritos de las amazonas circundantes. El silencio se apoderó de la multitud. Kali tampoco dijo nada mientras miraba a las dos guerreras, con sus piernas aún cruzadas debajo de ella.

Entonces, justo cuando parecía que el silencio era capaz de atravesar sus propios tímpanos…

Los ojos de Tiona se dilataron en shock.

No fue porque Bache de alguna manera había levantado su mano izquierda justo a tiempo para bloquear la patada entrante.

No, fue en la maraña de luz purpurina-negra que ahora envolvía todo su cuerpo.

—¿Qué…?; Ella jadeó al oír que su pie derecho comenzaba a temblar con un desconcertante

phroooooom.

¿Qué …demonios?

—No lo sabías ¿Verdad…?

Pero la voz no era de Bache, quien en ese momento estaba dirigiendo su mirada hacia Tiona en frío silencio, sino de Kali.

—Cuando Bache alcanzó el Nivel Seis, su Velgas también subió de nivel. No solo aumentó su poder… sino también su alcance.

Fue la bendición que vino con cada nivel. El aumento que se aplicó no solo a las habilidades de uno, sino también a su poder mágico. Aunque antes Bache solo había podido encantar su mano derecha con sus Velgas, ahora ella podía encantar todo su cuerpo, lo mismo que Aiz hizo con su Airiel.

Incluso ahora, la fascinante piel  de cobre de Bache parecía inundada por  una luz negro- purpurina casi electrizante, convirtiendo todo su cuerpo en una brillante cáscara de insecto.

—¡Gnnngah, quema, quema, queeema—-!; Tiona chilló, obligada a retirarse mientras los segundos se aceleraban para alcanzar la realidad.

Su pierna se había vuelto de un color inquietante, ahora aparentemente sin fuerza. Bache, sin embargo, no le prestó atención, ya que corría hacia ella con una actitud despiadada.

—Mi magia puede no ser lo suficientemente fuerte como para actuar como armadura, pero es lo suficientemente fuerte como para aumentar el dolor y el sufrimiento de mis oponentes.

—¡Eek! ¡¿Unngah?!

—¿Por qué no atacas? Si te quedas ahí parada como un saco, te mataré con facilidad.

Tiona se tambaleó hacia atrás cuando Bache avanzó, cada una de sus extremidades con un brillo siniestro atacando desde todos los lados.

Incluso antes, la extraña fuerza de la Amazona era suficiente para aplastar a una persona, pero ahora con el poder adicional de su Velgas cubriendo toda su forma, fácilmente podía arrancar incluso una extremidad de un aventurero robusto de primer nivel.

Los huesos se agrietaron, la piel le picaba con un dolor abrasador y Tiona escupió sangre entre los dientes.

—¿Ahora qué, eh? ¿Cómo se supone que debo vencer a esta dama?

Ella no podía dejarse golpear. Ella no podía golpearla.

Lo que significaba que… ella iba a morir mucho antes de que tuviera la oportunidad de acabar con Bache—

La desesperación comenzó a roer su corazón como pequeños gusanos a medida que la vista frente a ella se nublaba cada vez más con los ataques entrantes.

—¿He roto tu espíritu, Tiona?

—¡¡Hu—gggnnnnnnnnwwwwuuuaaaaAAAAARRRRRGGGHHH!! La mano de Bache agarró la cara de Tiona y la levantó.

Ella no podía ver, tosiendo humo y mugre mientras su rostro chisporroteaba bajo los dedos de Bache. Ella gritó. Agarrándose desesperadamente de los dedos que se clavaban en su piel, ella intentó apartar el agarre de la otra mujer, pero el poderoso agarre era simplemente demasiado fuerte.

Bache comenzó a apretar, lentamente aplastando su cabeza como una baya madura.

—Tiona… ¿Sabes por qué te entrené tan diligentemente?

—¡¡……!!

La voz helada de Bache llenó sus oídos, su mundo envuelto en luz—luz negruzca, purpurina, venenosa.

—Fue por este mismo día. El día en que podría luchar contra ti en toda tu gloria… y festejar sobre tu carne.

—¡¿ ?!

—Me he estado preparando desde el momento en que nos conocimos. Sí, crecerías fuerte… tan fuerte… y a través de esa fuerza, yo también alcanzaría una nueva meseta, matándote.

Ella subiría de nivel. A eso se refería ella. El acto ritualista donde los habitantes de los mundos inferiores se liberan del contenedor de sus Estados y alcanzan nuevas alturas en sus habilidades.

Al derrotar a Tiona ahora que su fuerza había madurado, al darse un festín con ella, Bache lograría una verdadera hazaña, impulsándola a ese codiciado siguiente nivel.

—Ni una sola vez he pensado en Argana como una hermana. En mis ojos, ella no es más que una depredadora; Un destello momentáneo de miedo brilló en sus ojos de acero. —Un depredador que me niego a que me consuma. Yo… no quiero morir.

Ellas eran como Tiona y Tione.

Desde el momento en que ella nació, Bache había estado plagada de un monstruo—su hermana.

Esta fue la razón de la reticencia de Bache, por su escasez de emociones. Ella no quería morir. Incluso dejando que las palabras pasaran por sus labios lanzó zarcillos de miedo incontenibles retorciéndose por todo su cuerpo.

Bache lo sabía. Incluso si ella escapara de los confines de Telskyura, su otra mitad, el otro ser con quien compartía sus talentos y habilidades, la seguiría hasta los confines de la tierra. Ese molesto vínculo de sangre siempre los uniría.

Cuando Kali había intervenido para evitar que su hermana la matara, Bache había descubierto que solo había una verdad a la que podía aferrarse—

—Fuerza. Necesitaba ser fuerte. Necesitaba un poder que no me podía robar.

Combinando su miedo a la muerte con su insaciable sed de vida, ella había fomentado el espíritu de lucha dentro de ella. Y de la amalgama de supervivencia e instintos de lucha, nació una nueva guerrera, en su forma más pura.

Ella codiciaba la fuerza, la ansiaba como una guerrera inhumana y de corazón frío.

—Te mataré a ti y tu hermana… mataré a Argana… y luego me convertiré en la guerrera más poderosa de todo el mundo; Susurró la Reina Venenosa, mientras Kali la vigilaba con intriga y amor.

—¡¡ !!

Tiona hizo un esfuerzo por cada gramo de fuerza que pudiera reunir, incluso mientras el veneno continuaba escaldando su cara. Girando su pierna hacia arriba en una poderosa patada, ella de alguna manera logró hacer contacto con Bache, quien soltó el agarre de su cabeza. Daba vueltas y más vueltas, sin siquiera preocuparse por la quemadura que el contacto había dejado en su pierna, concentrándose solo en poner distancia entre ella y su atacante.

—¿¡Hah…hah…?!

Toda su cara se sentía como si estuviera en llamas—el dolor y una extraña sensación de intoxicación devastaron su ser. El veneno era fuerte. Como una fiebre, este se extendió sobre su cuerpo y se formaron gotas de sudor en su piel. Incluso los glóbulos de sangre que tosía de su boca habían empezado a adquirir un tono negruzco.

Abatida en cuatro patas, ella se apoyó con sus brazos temblorosos, y el dolor insoportable fue suficiente para que una lágrima cayera de su ojo y corriera por la mejilla. En el interior, ella podía sentir una grieta abriéndose camino a través de su corazón, la cruel confesión de la mujer que una vez había considerado como la segunda hermana que la golpeó donde más le dolía.

Duele.

¡Duele mucho!

¡Ya no puedo hacer esto!

—Tio…ne…

¡¡Tione Tione!!

¡Ayúdame, Tione!

¡Duele mucho! ¡Ya no quiero pelear! No quiero pelear

La conciencia de Tiona se perdió en algún lugar a lo largo de la línea entre el pasado y el presente cuando el veneno consumió su cuerpo y las grietas se extendieron por todo su corazón.

En lo profundo de la oscuridad de su alma, la pequeña Tiona estaba llorando. Ella no quería pelear. Ella no quería pelear.

—¡¡ !!

Las amazonas rugieron, Tiona ya no podía moverse mientras su pecho subía y bajaba.

—¡De pie!; Gritaban. —¡Mátala!; Gritaban.

Bache puso sus ojos fríos y despiadados hacia la chica en el suelo, y la gota de luz que se retorcía alrededor de su mano dejó escapar un crujido audible cuando brilló.

Y luego se dirigió hacia ella, lentamente, mientras Kali observaba desde arriba.

—¡¿Gngh…ah?!

Con un fuerte ruido, Tione voló hacia atrás, atravesando un barril cercano y chocando con el costado de la nave.

Su cuerpo ya era un desastre sangriento. La sangre brotó como ríos de sus heridas abiertas y de su boca, con su piel llena de moretones y llagas inflamadas.

Las amazonas espectadoras dejaron escapar gritos y aullidos cuando Argana se acercó.

—¿Ya has tenido suficiente, Tione?

—¡…!

Argana se pasó el brazo por la mejilla, lamiendo la mezcla de sangre—parte de Tione, parte de ella. Su cuerpo también se veía decididamente peor por el desgaste, y sus prendas, con el cinturón de dragón incluido, estaban hechas añicos y desgarradas.

—Aunque has perdido tu ventaja como guerrera… has durado más de lo que pensé. Debo admitir que te has vuelto más fuerte. No eres el tan triste desperdicio de carne como eras hace muchos años.

Su voz sonaba tan lejana. La voz zumbaba en sus oídos.

Maldita seas, Tione maldijo a la mujer en su cabeza. Pero ella había perdido demasiada sangre. Fue difícil pensar. Su mente estaba nublada y se deslizaba dentro y fuera de la conciencia.

Se dejó deslizar por el costado de la nave, con su cabeza comenzando a inclinarse.

—Nunca  he  pensado  mucho  en esos llamados aventureros…  pero  ahora  realmente  estoy ansiosa por verlos. Ese boaz en particular. Me interesará ver qué tan fuerte es él.

Argana estaba diciendo algo. Hablando de algo.

—Ah, pero lo primero es lo primero. Me permitirás comerte ahora ¿Verdad? Bla, Bla, Bla—.

—Supongo que si Bache ha sido derrotado… je… entonces también tendré que matar a Tiona.

—En ese momento, algo se rompió.

Llegó una grieta resonante, algo que nunca había escuchado antes, y su visión se puso roja de llamas.

Su cabeza rodó hacia arriba, la totalidad de ella explotó con un calor ardiente, y luego se fue.

—….

Argana ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar. Ni para evadir el puño entrante.

Tione se empujó a un lado de la nave, rociando astillas de madera mientras enviaba su puño al lado de la mandíbula de Argana.

—¡¿Qué—?!

La Amazona salió volando.

Ahora le tocaba a ella navegar por el aire, atravesando barriles para golpear dolorosamente en la pared opuesta.

La sangre goteaba de entre sus labios cuando ella levantó la vista de forma sorprendida ante la furiosa serpiente carmesí que ahora la miraba por debajo.

—¡¡Te mataré…!!

El puño de Tione estaba apretado de rabia, su cuerpo se teñía de un rojo brillante, su propia sangre teñía su piel.

Ella estaba furiosa.

Una enemistad pura y no adulterada se agitaba por sus venas, más fuerte que ninguna otra que hubiera sentido antes, más fuerte que cuando había recibido golpes, más fuerte que cuando le habían sacado sangre del cuerpo y la vergüenza se había grabado en su memoria.

Y mientras toda esa ira fluía a través de ella como llamas lamiendo su piel, ella rugió.

—¡Si la matas, te mataré a ti!

—¡¡…!!

La fuerza de todo ese furor fue suficiente para robar el aliento de cada Amazona a bordo. Ni siquiera la propia Tione sabía qué lo había causado.

Era un infierno lívido como nunca había sentido antes.

Pero ella no tenía que entenderlo para dejar que su boca hablara por si.

—Pon un dedo sobre ella. ¡¡Te reto!! ¡¡¡Te arrepentirás del día en que naciste!!!!

Mientras Tione gritaba, ella comenzó a darse cuenta de dónde venían sus gritos. Oh, cómo odiaba esa estúpida sonrisa.

Pero oh, cómo lo necesitaba.

Ella siempre lo había hecho. Y siempre haría lo que fuera necesario. Ella tenía el deber de cumplir.

Porque esa estúpida idiota era su otra mitad, su única y pequeña hermana.

—¡¡Nunca te dejaré tocarla!!

Ella la protegería. Ella protegería a su Tiona.

Ella tenía que mantenerla a salvo. Porque solo se tenían la una a la otra.

Ella la protegió cuando las otras amazonas la atacaron en la arena. Cuando ella se durmió primero a su lado.

Ella siempre la había protegido en silencio, el deslumbrante sol que brillaba en su vida. Y ella no estaba a punto de detenerse ahora.

—Ustedes dos son… realmente una raza diferente de Amazonas; Reflexionó Argana. El hecho de que las hermanas hayan podido mantener su vínculo incluso en el despiadado mundo de Telskyura fue un milagro, de hecho. Ella sonrió. —Ustedes se aman ¿No?

—¡¿Qué?!

—Como parece que estás en la oscuridad, supongo que seguiré y te lo diré. Ha pasado tanto tiempo, después de todo; Argana se puso de pie, con la misma sonrisa divertida todavía puesta en sus labios. —Tiona siempre te ha estado protegiendo.