Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: Hermana & Hermana Anochecer & Amanecer Sombra & Luz

Parte 6

—Vamooooooooooooooooos… ¡Es solo una manera de matar el tiempo, eso es todo!

—…

La cara de la diosa querubín se torció en una mueca ante la negativa de Lefiya de abrir la boca.

Ella acababa de despertarse hace poco tiempo después de que Kali y Bache se la llevaran con rapidez, y actualmente se encontraba en una especie de receso parecido a una cueva que no es más grande que un típico bar. Mientras Lefiya miraba a su alrededor en la piedra negra, ella no tenía ni idea de dónde podría estar.

Está húmedo… ¿Cerca del lago, entonces? No, el océano ¿Tal vez?

Ella se lamió los labios, tratando de arreglar su entorno sin ser notada. Aunque no podía estar segura de la hora, debido a la rigidez de sus músculos, ella podía aventurar una suposición de que había estado fuera por lo menos cinco horas. De hecho, se sentía muy similar a descansar en las habitaciones del Calabozo. La noche seguramente se acercaba.

Había otras cinco en la habitación además de ella—Kali, que estaba sentada con las piernas cruzadas frente a ella, y cuatro guardias. Por lo que podía decir, todas tenían al menos su nivel o más alto, y las cadenas se habían enrollado descuidadamente alrededor de sus muñecas.

Tampoco son fuertes… Son cadenas normales, no es de mythril o algún otro tipo de lingote. Probablemente podría romperlos si quisiera…

Sus movimientos ni siquiera estaban restringidos. Si solo fueran estas restricciones que la retenían, entonces ella seguramente podría escapar.

—Ni siquiera lo pienses, señorita. Estoy segura de que ya te habrás dado cuenta, pero un movimiento en falso, y estas chicas saltaran hacia ti.

—…

—Tampoco recomiendo que intentes susurrar un hechizo o lo que sea que estés planeando; Advirtió la diosa con una sonrisa, casi como si le leyera la mente.

Lefiya no respondió.

—Ellas son algunas de las mejores guerreras en Telskyura, sabes. Podrían agarrar un ratón que camina de puntillas a un kilómetro, y están altamente capacitadas para destruir hechizos. No quieres tener esa bonita garganta tuya pulverizada ¿Verdad? Dudo que quieras ver cómo es poder respirar apenas cuando te ahogas en tu propia sangre ¿Sí?

—…¿Guh?

Un escalofrío recorrió la columna vertebral de Lefiya.

Las amazonas endurecidas en la batalla habían pasado suficientes días en la arena para entender cómo sofocar el hechizo de un mago. Sin piedad, sin vacilación.

La cara de Lefiya palideció ante el pensamiento. Kali continuó con un sabio asentimiento.

—Pero si te sientas bien como una buena niña, saldrás de una sola pieza, ¿no? Tan pronto como todo esto termine, serás libre de irte.

—Soy… un cebo ¿Verdad? Para la señorita Aiz y las demás… ¿La señorita Tiona y Tione?

—Tal vez si… Tal vez no; Bromeó Kali, resbaladiza como una anguila.

Esto fue lo que obtuvo al pensar que estaba lista para subir de nivel hasta el nivel 4—secuestrada por sus enemigos y completamente impotente para hacer cualquier cosa. Con su corazón cayendo desesperadamente, ella dijo una silenciosa palabra de disculpa a los compañeros de su familia mientras miraba a la diosa que tenía delante.

—Pero mientras me respondas un poco sobre Tiona y Tione, quizás puedas contarme un poco sobre ellas.

—… ¡Como si te dijera algo!

—¡Oye, no estoy buscando puntos débiles ni nada por el estilo! Solo quiero saber un poco sobre ellas ¿Sabes? Después de que se fueron de Telskyura y todo; Explicó Kali, dándole a la mejilla de Lefiya unos cuantos golpes con su pequeña mano.

Lefiya hizo una mueca de dolor, alejándose con un gemido mientras Kali seguía sonriendo.

—¿Qué les gusta ahora que se han calmado, eh? ¡Como su madre, lo quiero saber!

Lefiya se encontraba perdida, sin saber cómo proceder ante los ojos llenos de afecto de la diosa infantil.

Finalmente, después de mucho pensar, ella abrió la boca, incapaz de seguir con la mirada penetrante de Kali.

—Me temo que… no puedo hablar más que de asuntos triviales, pero…

—¡Esta bien! ¡Es el tema trivial sobre lo que quiero escuchar!; Instó la diosa, manteniendo a Lefiya hablando.

Y ella habló… Era una serie de relatos, algo incoherentes, todo desde sus celos por el vínculo de Tiona y Aiz hasta el incesante cortejo de su capitán, Finn.

—¡Bwa-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja! ¡Tú… no puedes decirlo en serio! ¿Tione? ¡¿Enamorada?! ¡Vaya broma! ¡¡Bwa-ja-ja-ja-ja-ja-ja!!

—No… no es tan gracioso…; Comentó Lefiya mientras observaba a la diminuta diosa, con sus manos en el suelo y aplaudiendo en simulación de aplausos, y su ropa interior descubierta al mundo. Teniendo en cuenta que la versión enamorada de Tione era la única Tione que había conocido, Lefiya encontró que las lágrimas de alegría en los ojos de Kali eran algo exagerados.

Una vez que los espasmos de risa finalmente se calmaron, Kali se quitó las manos del estómago y se enderezó.

—Así que esa pequeña fugitiva mía se ha enamorado… ¡Huh! Ella realmente ha cambiado. Pensé que sería una bruja estéril el resto de su vida. ¡Ah! Supongo que ella es una raza diferente a la nuestra después de todo.

Había un rastro de emoción detrás de sus palabras, similar al afecto que Lefiya había sentido de ella antes. Tal vez había alguna forma de persuadirla de todo esto, apelar a las emociones de la diosa y evitar que esta lucha sin sentido pasara. Ella realmente parecía preocuparse por sus seguidores.

—Erm…; comenzó ella, estos pensamientos corriendo por su cabeza. —¿Realmente necesitas hacer esto? Dudo mucho que la Señorita Tiona y Tione quieran pelear. Si pudieras mostrarles algo de misericordia…

La cara de Kali estaba tranquila debajo de su máscara demoníaca, y la más leve de las sonrisas apareció en su rostro.

—Es imposible; Respondió secamente, provocando una sacudida de sorpresa de Lefiya. — Descendí a este mundo en busca de guerra y derramamiento de sangre. No me malinterpretes, amo a mis hijos. Pero incluso ellos no pueden interponerse entre el verdadero placer de mi vida y yo. Así que voy a tener que declinar.

—¡…!

Las palabras terriblemente honestas encendieron una llama en el vientre de Lefiya. La hicieron olvidar donde estaba, y un grito se acumuló en su garganta antes de estallar en sus labios.

—¡Entonces eres la razón por la que Telskyura no es más que una tierra de muerte! ¡Es por eso que tantas personas han muerto!

—Wow, wow, baja esa furia ¿Quieres? Telskyura era así incluso antes de que yo llegara. Nosotros, los dioses, condenamos en gran medida la distorsión de la historia y la cultura de un país por nuestros caprichos egoístas… ¡Eso sería un crimen contra el mundo mortal! Sin mencionar que tus hijos te resentirán por eso ¿No?; Explicó la diosa.

Lefiya sintió que su ira comenzaba a disminuir. —Oh…

—Lo único que hice cuando llegué allí fue legarles mi bendición.

Ella ya no podía mirar a Kali a los ojos, y se volteó hacia las amazonas que la rodeaban, que no ofrecieron una sola palabra de oposición. Su silencio actuó como una muestra de aprobación— la lealtad que le habían prometido a la diosa ante ella.

—Hija de Loki ¿Sabes por qué dejé ir a Tiona y su hermana?

—¿…?

—Porque fueron las primeros. Nadie había pedido nunca dejar Telskyura.

—¡!

—No rechaces a ninguno que venga, no persigas a nadie que se vaya… Si quieres saltar, no tengo por qué retenerte. Por supuesto, tendrías que renunciar a todos los beneficios de mi bendición como garantía, pero así es como van las cosas ¿Sabes?

Nadie más había pedido irse, ni antes ni después de ellas. Todas las demás amazonas habían permanecido en Telskyura, donde habían continuado sus días de combate incesante. Después de todo ¿De qué servía dedicar tiempo y esfuerzo a un grupo de débiles que se rendirían antes de comenzar?

Todo era la voluntad de sus hijos. En la medida de lo posible, Kali había tratado de hacer de Telskyura la tierra sagrada de las amazonas que querían que fuera, o al menos así es como lo expresó.

—¿Me confundiste con una diosa cariñosa, hija de Loki?

—…

—No soy diferente de todos los demás dioses y diosas del mundo, ni siquiera una diosa eterna del hogar que salva a los niños o lo que sea. Todos nosotros vinimos a este mundo buscando la emoción de nuestro propio mundo. No somos más que hedonistas.

Una sonrisa pícara se formó en la cara de Kali cuando se puso de pie. Luego, confiando a Lefiya a la atenta mirada de sus guardias amazónicas, se marchó.

—¡E-espera! ¿Qué es… qué es lo que estás tratando de hacer?; Lefiya gritó reflexivamente, dándose cuenta de que su intento de persuadir a la diosa había fallado.

—¿Intentando hacer…? Mmm, muchas cosas supongo, pero si tuviera que nombrar una…; Kali se detuvo, con el pelo rojo ondulando cuando se dio la vuelta. —Crear un futuro de guerra. Quiero verlo con mis ojos… El guerrero perfecto nacido de los límites del incesante derramamiento de sangre.

Cuando los ojos de Lefiya se abrieron con horror, la cara de Kali se convirtió en una sonrisa.

***

El cielo estaba teñido de una noche azulada.

La noche se había asentado sobre la ciudad portuaria de Meren. Las nubes que pasaban ocultaban el brillo de las estrellas y el contorno de la luna a medida que avanzaban incesantemente. De vez en cuando, aparecía un hueco, y la luz dorada de la luna se deslizaba a través de la bruma para iluminar la ciudad de abajo.

—Es hora… deberíamos estar listas.

—Cierto.

Terminada la siesta, Tione y Tiona contemplaron la ciudad y oscurecieron el cielo nocturno desde el punto de vista de su fábrica abandonada.

El tiempo de reunión que Argana les había dado se acercaba rápidamente, y comenzaron a prepararse para su confrontación con Kali—su oportunidad de romper los lazos con su pasado de una vez por todas.

—Oye, Tione.

—¿Qué pasa?

—¿De qué hablaban Loki y tú ayer?

La pregunta fue tan sorprendente que Tione se encontró incapaz de moverse por un momento.

—… ¿Me estás preguntando ahora?

—¡Bueno, tengo curiosidad!

Curiosa, ciertamente, pensó Tione mientras dejaba escapar un suspiro. ¡No era mejor que un gato! Ella rechazó la pregunta de su hermana con un ligero gesto de su mano.

—No es nada, en serio. Ni siquiera preguntes.

—¿Oh, en serio?

—Sí. Voy a revisar el camino hacia la ciudad; Ella cambió de tema antes de despreocupadamente salir de la fábrica.

Sin embargo, en lugar de revisar el camino como ella había dicho, se detuvo en un pequeño callejón, recostándose contra la pared y girando su mirada hacia el cielo.

—“Tómate un trago conmigo ¿Esta bien, Tione?”

Había sido la noche anterior, después de su aplastante derrota en la lucha contra Argana.

Tione había estado sola en el balcón, incapaz de estar junto a Aiz y Tiona por más tiempo, cuando Loki se había acercado a ella cuando regresaba del bar.

—…Lo siento. Me temo que no estoy de humor.

—Entiendo. Sabes, Tione, si hay algo en tu mente, siempre puedes…

—¿Ir a ti? No te molestes. No actúas como una deidad patrona en ningún otro momento, así que deja de intentarlo ahora; Sus palabras fueron duras, incluso más que de costumbre, un reflejo del daño que su anterior derrota contra Argana había hecho en su corazón. Ella simplemente no podía soportarlo.

Loki no parecía molesta. —Todo es lo mismo para mí. Pero quizás estés mejor pensando en Finn. Tione sintió que un escalofrío le recorría la espalda al mencionar el nombre del capitán.

—La forma en que actúas… me recuerda cuando te conocí por primera vez. Estás aún más perspicaz que antes.

—…

—Así que trata de pensar en la primera vez que conociste a Finn; Continuó Loki con una pequeña risa por la forma en que Tione luchaba por mantener su cara seria. —Me gustas mucho mas así, todo suavizada y linda ¿Sabes?

—¡Me alegra poder entretenerte tanto!

Tione comenzó a contestar, pero parecía que no podía sacar las palabras de la boca. En cambio, ella simplemente se alejó, arrastrando sus pies detrás de ella.

—…Capitán…; Recordando la escena, Tione murmuró suavemente.

Una intensa sensación de temor se había asentado sobre su cuerpo, como si el suelo debajo de ella estuviera temblando. No, no podía mirar hacia atrás ahora. Ya había llegado demasiado lejos, o al menos eso es lo que desesperadamente se decía a sí misma.

—…

Pero su suspiro abatido no fue desatendido.

Su hermana se había movido inadvertidamente y regresó a la fábrica abandonada, imitando a Tione girando sus ojos hacia el cielo.

Se sintió hace mucho tiempo—el día en que las dos llegaron por primera vez a Orario. El día en que su mundo de dos personas llegó a su fin.

Ella todavía podía recordar cómo esa torre blanca y altísima, y esas altas murallas de la ciudad se alzaban sobre su cabeza.

Les había llevado más de unos pocos días finalmente llegar a la ciudad; Tione se había irritado tanto que casi se habían rendido por completo. Parecía que realmente estaban reprimiendo a quienes recibían bendiciones de fuera de la ciudad en un intento por eliminar a los posibles espías, y ni siquiera los viajeros como ellas, sin afiliación a ninguna familia, estaban libres de escrutinio. Y, desde luego, la llegada repentina de gemelas de Nivel 3, aventureros de segundo nivel, sin una deidad patrona o familia a su nombre, fue un poco difícil de tragar.

El Gremio solo les había permitido la entrada a la ciudad con una condición—que se unieran a una de las familias de la ciudad. La condición nació de un motivo oculto—un collar de perro, por así decirlo, para garantizar que las dos Nivel 3 no se escaparan.

Entrar será fácil pero salir será una pesadilla. Así le habían explicado a Tiona, lo que significaba que su primera impresión de Orario no era más que una jaula molesta. Sin duda, había sido lo mismo para Tione, y sin embargo, Orario resultó ser todo menos aburrido.

Apenas había pasado un día después de que pusieron un pie en la ciudad, y ya habían sido atacadas. Las noticias sobre su llegada se habían extendido como un incendio forestal, con cada dios y diosa de una familia de tipo Calabozo reuniéndose para atrapar a las dos hermosas amazonas de nivel 3 para ellas mismas.

Fue el Calabozo, después de todo, lo que había atraído a Tiona y su hermana a Orario en primer lugar. Aunque se habían ido de Telskyura, la sangre amazónica todavía fluía por sus venas y estaban ansiosas por poner a prueba sus habilidades contra sus muchos pisos. Sin embargo, para que puedan ingresar al Calabozo—o quizás con más precisión, para registrarse como aventureros y obtener el apoyo completo y los privilegios de intercambio de dinero del Gremio, ellas debían unirse a una familia.

Nunca habían sido del todo particulares en cuanto a las familias a las que se habían unido temporalmente en el pasado. Todo cambió, sin embargo, gracias a la gran cantidad de familias que vinieron a explorarlas ahora. Se formarían multitudes fuera de su hotel barato. Creció tan intensamente a veces que las peleas comenzaron a estallar, ya que nadie estaba dispuesto a renunciar a su oportunidad de reclamar a las dos amazonas.

A medida que Tione se enojaba cada vez más por el alboroto de los exploradores, Tiona salió frente a la multitud de aventureros, gritando tan fuerte como pudo..

—¿Nos quieren? ¡Entonces tienen que vencernos!

—E instigando de inmediato una guerra campal, con todos dando lo mejor de sí y embolsando a las gemelas.

Por supuesto, todos terminaron perdiendo miserablemente, incluso aquellos que intentaron engañar al sistema y esperar hasta que las dos amazonas se hubieran cansado de las batallas anteriores. Estaban demasiado bien, demasiado acostumbradas al estilo de vida de combate en Telskyura, y ni siquiera los aventureros de primer nivel de Orario tenían una oportunidad.

Esto continuó durante algún tiempo, con los aventureros tocando en su puerta durante los próximos días, aunque en su mayoría fueron sus oponentes derrotados que regresaban por más. Hasta ese día, cinco años después, aún se hablaba de sus acciones, principalmente con el miedo puro que habían creado en los corazones de los ciudadanos: “¡Oh, mierda! ¡¡Una amazona!!

Parecía que ninguna familia sería lo suficientemente fuerte como para vencer a las dos gemelas amazónicas.

De hecho, fue justo cuando Tiona y Tione empezaron a lamentar la ineptitud de los supuestamente grandes “aventureros de Orario” cuando la Familia Loki se presentó.

Tione los había odiado de inmediato.

Desde su diosa, que ya jadeaba con excitación lujuriosa por sus ropas reveladoras, al Hobbit de aspecto débil con esa estúpida sonrisa en su rostro, a la increíblemente hermosa elfo que las miraba con un ojo cerrado, y al enano observándolos con diversión mientras él se acariciaba la barba—ella no podía soportar la forma en que la miraban a ella y a su hermana, evaluándolas visiblemente.

—Escuché que había un par de amazonas animadas por aquí.

—Hemos matado a muchos de nuestros hermanos ¿Y aún quieren que nos unamos a ti?

Eso es lo que les había pedido como prueba, tratando de asustarlos.

—Un error que se produjo solo porque no estábamos allí para vigilarte. Aunque no pareces muy preocupada por eso; Respondió el capitán hobbit, Finn, casi con simpatía.

—¡Este bastardo!

Todo lo que había dicho empezó mal. De hecho, probablemente no habría sido posible causar una primera peor impresión.

El jefe llamó a su amigo enano, confirmando las condiciones de la batalla y que tendrían que derrotar a las dos para incorporarlas a la familia. A esto, Tione fue rápida en responder.

—Usted es el jefe ¿Verdad? ¡Entonces deja de permitir que otros hagan tu trabajo sucio por ti! Pelea conmigo ¡¿O estás demasiado asustado, maldito cobarde?!

Finn miró desconcertado por un momento antes de que la misma sonrisa de antes regresara.

—Pequeña muchacha descarada ¡Y pensé que Bete era malo! ¿Todos los jóvenes son tan exaltados hoy en día?

—No puedo decir que fueras muy diferente cuando nos conocimos, Gareth.