Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 11

Capítulo 4: Preparándose Para La Batalla Decisiva

Parte 4

Alrededor de un día después, llegó Shea.

“¡Hajime-san, he vuelto!” gritó mientras atravesaba la puerta del taller de Hajime.

A juzgar por lo mucho que saltaba de arriba abajo, Hajime supuso que su misión de reclutar la ayuda de Miledi Reisen había sido un éxito.

Sus ojos brillaron de alegría cuando vio que Hajime había conseguido rehacer su prótesis de brazo y ojo.

Sonriendo, Hajime se giró hacia ella.

“Bienvenida de nuevo, Shea. Supongo que has podido encontrar a Miledi.”

“¡Síp! Al parecer, algunas apóstoles fueron a atacarla antes de que yo llegara, pero…”

“¿En serio? ¿Salió bien?”

“Sí, limpié el suelo con todas ellas. Su habitación privada y los gólems estaban bien. Resulta que da mucho miedo cuando está luchando de verdad”.

“Supongo que tiene sentido, ya que es una libertadora y todo eso”.

“Exactamente. Desafortunadamente, Miledi-san dijo que no puede salir de su laberinto sin una preparación adecuada, así que no pude traerla de regreso. Pero dijo que estaría allí para la batalla final, junto con su ejército de golems.”

Shea tenía una mirada melancólica en sus ojos mientras decía eso.

No puedo creer que alguien tan increíblemente molesta como Miledi se haya sentado a tener una conversación seria con Shea.

Notando la mirada incrédula en la cara de Hajime, Shea sonrió con tristeza y dijo: “Sé lo que estás pensando, pero ella podría finalmente ser capaz de lograr su último sueño. Cuando le dije que planeábamos derribar a Ehit, parecía… feliz no es la palabra adecuada. Lo siento, no se me ocurre una buena forma de describirlo.”

“Ya veo… Probablemente no es algo que se pueda poner en palabras.”

Miledi Reisen era la líder de los Libertadores. Incluso después de la muerte de sus camaradas, transfirió su alma a un gólem y continuó esperando en lo profundo de ese desfiladero durante miles de años. No importaba cómo terminaran las cosas, había pasado toda su vida trabajando en esta batalla decisiva. Hajime dudaba que alguien que viviera en esta época fuera capaz de entender sus sentimientos.

“Oh, pero empezó a actuar de forma súper molesta de nuevo muy rápido. Sólo se quedó callada un minuto, y luego empezó a decir tonterías como: “Ya veo, ya veo, así que has venido a pedirme ayuda. Bueno, supongo que por algo soy la maga más bonita e inteligente del mundo. Es muy difícil que la gente me pida ayuda, incluso después de todos estos milenios. Pero no se preocupen, ¡los salvaré! ¡Será mejor que estés agradecida! ¡Vamos, arrodíllate y postrate ante mí!’. Así que la derribé con una patada de tacón y le recordé su lugar. ¡Cuando me fui, ella era la que se postraba ante mí!”

“Ya veo”.

“De todos modos, ella dijo que necesitaba preservar sus fuerzas antes de la batalla final, así que como no pude traerla, cogí todas las cosas que parecían útiles de su laberinto.”

Shea sonrió maliciosamente mientras daba una palmada al saco abultado que llevaba en el hombro. Hajime no tenía dudas de que básicamente le había robado de la misma manera que cuando limpiaron su laberinto. Podía imaginar a Miledi llorando en un rincón mientras Shea saqueaba el lugar.

“¿Qué hay de ti, Hajime-san? ¿Cómo van las cosas por tu parte? Escuché de Remia que el tiempo se mueve más lento en tu taller y ya has pasado diez días aquí.”

Shea miró alrededor del taller, sus orejas temblaban de emoción mientras veía la línea de producción automatizada crear innumerables armas y teletransportarlas.

“Me he asegurado de comer y dormir, así que ahora estoy en perfectas condiciones. Como pueden ver, la producción de artefactos va sin problemas. Más importante aún, ¿qué trajiste de la casa de Miledi?”

“Para empezar, esta cosa”, dijo Shea mientras se sentaba en una silla cercana y ponía una pequeña canica blanca en la mesa. “Este es el artefacto anti-[Edicto Divino] “.

“Err, ¿de qué estás hablando?”

¿Se supone que ese es su nombre? Incluso los nombres que ella da a las cosas son molestos. Tal vez sólo hace esto para molestar a Ehit.

Afortunadamente, el artefacto fue hecho por Oscar, y como todas las cosas que Oscar hizo, era de alta calidad.

Todavía un poco desanimado por el nombre, Hajime cogió la canica y empezó a analizarla.

“Vaya, esto es impresionante. Es básicamente un dispositivo de interferencia.”

Shea ladeó la cabeza inquisitivamente.

“Ese [Edicto Divino] suyo es sólo un poderoso hechizo de magia espiritual. Imprime la voluntad del lanzador en el alma del objetivo, forzándolo a obedecer todas las órdenes. La razón por la que Ehit precede cada una de sus órdenes con su nombre es porque proporciona un lugar para el hechizo y fuerza la atención del objetivo sobre él.”

“Ya veo… ¿Es también por eso que el hechizo se hace más fuerte cuando usa ese nombre más largo?”

“Sí, supongo que ese es su verdadero nombre. Por eso es por lo que este… este… ¡A la mierda, no voy a usar ese estúpido nombre que le puso Miledi!”

“¿Por qué no le damos un nuevo nombre?”

Fue impresionante cómo Miledi se las arregló para molestar a Hajime incluso cuando no estaba allí.

“Hmm, llamémoslo Coraza del Alma (Soul Shell) por ahora. Rodea el alma del usuario con su propia voluntad, dispersando la fuerza de los comandos de Ehit.”

“Oh, por eso lo llamaste un dispositivo de interferencia”.

“Sí. Oscar incluso pensó en una contingencia en caso de que el artefacto te sea robado también. Con esto, estamos un paso más cerca de vencer a Ehit. Buen trabajo, Shea.”

“Jejeje, me alegro de haber podido ayudar.”

Hajime sonrió a Shea, y sus orejas se movieron de un lado a otro felizmente. En realidad, debería haber agradecido a Miledi por entregarle esto, pero Hajime se negó a agradecerle nada. Shea probablemente sentía lo mismo.

“Ah, y también tengo esto.”

“¿Una daga? Se siente muy poderosa. ¿Qué es…? Increíble.”

Lo siguiente que Shea sacó de su saco fue una pequeña daga con una funda negra. Hajime se sorprendió al desenvainar la daga y mirar su hoja azul celeste. Parecía como si la hoja hubiera sido moldeada de zafiro. Podía decir de un vistazo que esta no era una de las pocas espadas sagradas transmitidas a través de la historia de Tortus. No, el aura opresiva que emanaba de la hoja era algo que sólo la magia conceptual podía producir.

“Se llama la Daga Asesina de Dioses”. La magia conceptual de la que está imbuida le da la habilidad de matar dioses”.

“Supongo que este es uno de los tres artefactos de magia conceptual que Lyutillis dijo que los Libertadores podían hacer. Tch, no puedo creer que Miledi se aferrara a ella todo este tiempo. Si tenía algo así, debería habérnoslo dado desde el principio”.

“Yo también se lo dije, pero ella sólo dijo: ‘¿Eh? ¿No dijiste que no te ibas a molestar en matar a Dios? ¿Por qué le daría un arma para matar a Dios a alguien que no está interesado en luchar contra Dios? Si quieres esto, mejor lame mis botas y discúlpate por haber volado mi habitación la última vez. ¡Quizás entonces piense en dártela, mwahahaha!”

“Ya veo…”

“Síp. Pero no te preocupes, la golpeé con ese movimiento de lariat que me enseñaste y volé su habitación de nuevo para recordarle su lugar. Mejoró sus defensas desde la última vez que la vimos, ¡pero no fue suficiente para escapar de mi puño de hierro! ¡Hehehe, hacer que se incline ante mí se sintió tan bien!”

“Ya veo…”

Hombre, Shea se ha vuelto despiadada. Probablemente no debería dejar que se acerque a Miledi de nuevo, ¿eh?

Hajime no quería ver a Shea convertirse en una tirana despiadada que golpeaba a cualquiera que la molestara. Naturalmente, no se dio cuenta de la ironía de ese deseo.

“Por cierto, el tercer artefacto que hicieron se llamaba la Flecha de las Fronteras… y era lo que usaban para abrir un camino al Santuario, pero se perdió cuando fueron derrotados”.

Los Libertadores habían hecho unas pocas copias inferiores de ella, y Shea había traído una de esas de regreso. Por supuesto, la versión inferior no era capaz de forzar un camino al Santuario, pero combinada con la versión inferior de Hajime de la Llave de Cristal, podría ser suficiente.

“Oh sí, Miledi-san me advirtió que los Liberadores fueron perseguidos por la gente del mundo antes de que tuvieran la oportunidad de luchar contra Ehit, así que no está segura de la efectividad de la Daga Asesina de dioses. Pero dijo que no dañará en absoluto el alma de Yue-san, por lo que deberíamos ser capaces de hacer uso de ella.”

“Eso es tranquilizante. Diseñé una carta de triunfo propia, pero cuantas más opciones tengamos, mejor. Si esta daga no le hará daño a Yue, entonces definitivamente vale la pena mantenerla.”

Mientras Hajime volvía a meter la daga en su funda, Shea frunció el ceño infelizmente y dijo: “Aunque no confiaría demasiado en ella. Aparentemente, los Libertadores hicieron esto mientras estaban borrachos. Estaban enfadados por no poder usar su magia conceptual para matar al dios, así que empezaron a beber y a competir para ver quién podía dar el mejor insulto a Ehit. Finalmente, se desmayaron… y cuando se despertaron a la mañana siguiente, esta daga estaba sobre la mesa.”

“¿Me estás diciendo que la hicieron por error?”

“No estaban pensando con claridad cuando crearon esto, así que las únicas emociones que contiene son ‘Muere, Ehit, maldito bastardo’. Es por eso que no dañará nada excepto a él.”

“Ahora que puedo confiar, creo que sé cómo se deben haber sentido esos tipos. Esto va a ayudar mucho a que Yue vuelva a salvo. Miledi puede ser una perra molesta, pero supongo que debo agradecerle después de que todo esto termine.”

“Lo sé, ¿verdad? Aunque siento que terminaré golpeándola de nuevo una vez que termine de darle las gracias.”

Hajime y Shea suspiraron al ver la irritante sonrisa de Miledi.

Viendo que ese era el último de los regalos de Shea, Hajime arrojó los artefactos en un Tesoro escondido, y luego sacó otro.

“Toma, he hecho un nuevo Tesoro para ti. Puse todos los nuevos artefactos que hice para ti en él, incluyendo un nuevo martillo.”

“¡Diablos, sí! ¡He estado esperando esto!”

Las orejas de Shea se levantaron e inmediatamente invocó su nueva arma, Villedrucken.

“Hauuuuuuuuuuuu. Echaba de menos la sensación del metal frío y duro en mis manos. No hay nada mejor que aplastar a los enemigos con un martillo gigante.”

“Estás empezando a asustarme.”

Shea frotó su mejilla contra el martillo, con una expresión de éxtasis en su cara.

“¡Oh, has vuelto, Shea-onee-chan! ¡Bienvenida de nuevo!” Myu dijo con una sonrisa mientras asomaba la cabeza en el taller.

Sonriendo, Shea se dio la vuelta y dijo, “¡Myu-chan! Estoy en ca…¿sa?”

Su sonrisa se endureció cuando vio al golem de muchas piernas que Myu estaba montando.

“Umm, Myu-chan, ¿de dónde sacaste ese espeluznante golem?”

“¡Papá lo hizo para mí! Este se llama Bell-chan. Ese es Sa-chan, el de ahí es A-chan, el de al lado es Lu-chan, ese es Ma-chan, y esos dos son Lebi-chan y Baru-chan!”

“¿¡Cuántos de esos tienes!?”

Un escalofrío recorrió la columna vertebral de Shea mientras más gólems se alineaban detrás de Myu. Había algo inherentemente espeluznante en ellos que la repugnaba.

“Hice uno para proteger a Myu y Remia, pero estos chicos son más versátiles de lo que pensaba, así que terminé haciendo unos cuantos más. Honestamente, ni siquiera yo entiendo cómo son tan fuertes, y los hice.”

“¿¡No es eso algo malo!?”

Sus nombres completos eran Belfegor, Satanás, Asmodeus, Lucifer, Mamón, Leviatán y Belcebú. Myu había inventado todos ellos, así como sus apodos. Hajime quería creer que era una coincidencia que una niña de sólo cuatro años hubiera inventado los nombres de los siete grandes demonios, pero con Myu, nunca se podía estar seguro.

“Myu, recuérdame otra vez de dónde sacaste esos nombres.”

“¿Mrr? Eres tan raro, papá. Bell-chan sólo se parece a un Bell-chan, Sa-chan se parece a un Sa-chan, y todos los demás se parecen a sus nombres también. Eso es todo.”

“Uh, claro…”

“¡Estas cosas son definitivamente malas noticias, Hajime-san!”

Hajime estaba empezando a preocuparse seriamente de que un antiguo maleficio hubiera poseído a su hija.

“¡Chicos, saluden a Shea-onee-chan!”

“¡Eeek!”

Shea gritó cuando los gólems se pusieron en pose y dispararon humo color arco iris por sus espaldas. Eran como una unidad de Power Rangers compuesta por los siete pecados capitales.

“Hajime-san, ¿por qué están posando así? No parece que Myu-chan se lo esté ordenando. ¿Tú los diseñaste para hacer eso?”

“Esto no es obra mía. Además, Myu no es lo suficientemente hábil para controlarlos como para hacer que los siete hagan poses diferentes como esa.”

“¡No confío en esos gólems, Hajime-san!” Shea exclamó mientras señalaba ominosamente a los gólems, con los pelos de punta.

“Mira, entiendo a lo que te refieres. Sinceramente, empiezo a preocuparme porque les he añadido demasiadas partes de monstruos y ahora son autónomos. Pero quiero decir, sólo mira…” Hajime dijo con un encogimiento de hombros indefenso.

“Son todos muy geniales, ¿verdad?” Myu dijo con una sonrisa radiante, y los gólems se sonrojaron visiblemente. Eran los perros mascota leales de Myu.

“Myu está enamorada de ellos, y no están funcionando mal de ninguna manera. De hecho, son más fuertes de lo que esperaba que fueran. Siento que sería un error desecharlos”.

“¿Y si algunos de los matones de Ehit los están poseyendo?”

“Sí, también pensé en eso, así que intenté insultar mucho a Ehit delante de ellos, pero no reaccionaron. Incluso les mostré grabaciones del descenso de Ehit en el castillo del Señor de los Demonios y les hice destrozar los aparatos de grabación.”

Los gólems habían estado más que felices de pisar todos los videos de Alva y Ehit. Su entusiasmo había sorprendido honestamente a Hajime. Adivinó que tenían un profundo odio hacia Alva y Ehit, ya que los videos mostraban a los dos hiriendo a Myu.

Por supuesto, Ehit había poseído a Yue en ese momento, así que significaba que Hajime se había visto obligado a ver cómo los gólems pisoteaban alegremente todas las fotos de ella.

“Bueno, supongo que eso prueba que no son los peones de Ehit, al menos.”

“Sí, nadie que siga a ese tipo se atrevería a pisar fotos de él. Supongo que las partes monstruosas del golem están desarrollando sus propias personalidades.”

La verdadera razón por la que Hajime había hecho más fue porque estaba confundido sobre por qué el primero había empezado a ser más autónomo. Pero todos los siguientes que hizo terminaron haciendo lo mismo, y antes de que se diera cuenta había hecho siete sin acercarse a entender lo que estaba haciendo mal. Los gólems a partir del octavo también habían funcionado como estaba previsto, como zánganos sin cerebro.

“¡Oh, cierto! ¡Papi, he venido a decirte que Kaori-onee-chan y los demás han vuelto!”

“Ah, gracias por hacérmelo saber.”

“¡Mhm! Oh, pero Suzu-onee-chan estaba actuando de forma extraña.”

Suzu y Ryutarou habían completado su misión en Verbergen hace medio día y habían estado aquí en el laberinto de Oscar desde entonces. Ahora mismo, estaban domando a los monstruos del abismo, con Kaori vigilándolos mientras recogía el mineral.

¿Tienen problemas para convertir a los monstruos en familiares o algo así?

Hajime le explicó a Shea lo que Kaori y los demás estaban haciendo y se dirigió a la entrada principal con ella.

“¡Shea, has vuelto! Supongo que todo ha ido bien.”

“¡Sí! ¡También me alegro de verte, Kaori-san!”

Sonriendo, Kaori corrió y abrazó a Shea. Sin embargo, Suzu y Ryutarou permanecieron de pie junto a la puerta que dividía la casa de Oscar del peligroso laberinto. Parecían reacios a pasar por allí.

“Me alegro de verte sana y salva, Suzu-san. ¿Pudiste convencer a mi padre… quiero decir, al clan Haulia y a los ancianos de Verbergen para que se unan a la lucha?”

Viendo que no se movían, Hajime y los otros se acercaron a Suzu y Ryutarou. Al acercarse, Hajime pudo ver que Suzu miraba a cualquier parte menos a él, y escuchó a Ryutarou murmurar tranquilamente:

“Acabemos con esto”.

“Umm, las cosas fueron bien, Sheashea. La gente de Verbergen nunca creyó en Ehit para empezar, así que cuando les dijimos que el destino del mundo dependía de esta batalla nos creyeron de inmediato.”

“Sí. A algunos les preocupaba no tener ninguna oportunidad contra los ejércitos de Ehit, pero cuando les dijimos que tendrían tus artefactos, Nagumo, cambiaron de opinión. Los Haulia… ¿están con nosotros también, creo?”

“¿Qué quieres decir con eso?” Shea preguntó con una mirada sospechosa.

Ryutarou se estremeció visiblemente… y después de unos segundos de vacilación, finalmente se decidió y dijo, “Bien, entonces están listos para pelear, pero, umm… cuando les dije que necesitábamos su ayuda, se quebraron en lágrimas.”

“¿¡Mi padre hizo eso!?”

“No sólo él, Sheashea. Todo el clan lo hizo. Entonces, empezaron a cantar ‘¡Mátalos! ¡Mátalos! ¡Mátalos!’, que era lo que realmente nos asustaba. Aparentemente, estaban muy conmovidos porque finalmente podrían luchar al lado de su jefe. Sus cantos fueron tan fuertes que hicieron retroceder la niebla un poco incluso”.

“……”

“Nunca me di cuenta de que esto es lo que pasa cuando entrenas a la gente al estilo Sargento Hartman. Sus ojos estaban inyectados en sangre… y se veían tan felices ante la perspectiva de matar gente. Todos los animales de los alrededores se desmayaron por lo fuerte que era su sed de sangre. Algunos de ellos incluso tuvieron ataques cardíacos.”

“Siento que mi familia esté tan loca.”

El color se drenó de las caras de Suzu y Ryutarou y empezaron a temblar cuando contaron su encuentro con los Haulia. Los hombres-conejo se las arreglaron para sembrar el terror en sus corazones.

Honestamente, los Haulia le habían recordado a Suzu los fanáticos religiosos que creían de todo corazón en Ehit. Excepto que los lindos hombres conejos había puesto su fe en Hajime.

A veces, me pregunto si Nagumo-kun es peor que Ehit, pensó para sí misma.

Para los Haulia, no había mayor honor que luchar junto a Hajime. El hecho de que Hajime les pidiera ayuda personalmente era suficiente para llevar a muchos de ellos al éxtasis.

“Esos tipos están probablemente muy emocionados. Sólo espero que no causen problemas a las otras naciones de la alianza…”

“No puedo imaginar cuántas úlceras tendrá Ulfric al final de esto.”

“Oh sí, Sheashea, Nagumo-kun. Ulfric-san ya está tomando un montón de medicina para el estómago.”

“……”

Las orejas de Shea se cayeron, mientras Hajime torpemente desvió su mirada. No tenían ninguna duda de que al menos parte de las preocupaciones de Ulfric provenían del hecho de que su hija se había convertido en una pervertida. Además, como Shea se negaba a darle la oportunidad, se había colado en la aldea de los Haulia para que Cam la “castigara”.

Hajime y Shea sabían que eran directamente responsables de esto, así que después de intercambiar una rápida mirada, los dos decidieron unilateralmente cambiar de tema.

“De todos modos, Taniguchi, ¿has sido capaz de domar algún monstruo fuerte?”

“Myu-chan dijo que estabas actuando de forma extraña… ¿Está todo bien?”

“Urk…”

Ahora fue Suzu quien torpemente desvió su mirada. Y así, Hajime se dirigió a Ryutarou en su lugar.

“¡No conseguí ni uno solo! Resulta que no soy realmente bueno en todo el asunto de la domesticación”, respondió Ryutarou con una sonrisa autodespreciativa.

Hajime le disparó una bala de goma y le dio una mirada fría mientras se agarraba la frente y se retorcía en el suelo. Sin embargo, antes de que pudiera repartir más castigo, Kaori le agarró del brazo y le gritó: “¡Espera, espera, espera! No es como si no hubieran hecho ningún progreso en absoluto! Suzu-chan fue capaz de domar a unos cuantos familiares y Ryutarou- kun aprendió una nueva forma de usar su magia de metamorfosis!”

“¿Oh? Si ustedes están llegando a alguna parte, ¿por qué no lo dijeron?”

Hajime se giró hacia Suzu, que dio un pequeño comienzo y se puso a sudar frío.

“B-Bueno, siento que he conseguido un montón de monstruos fuertes, pero…”

“¿Cuál es el problema?”

“Umm, uno de los monstruos que domestiqué es un ciempiés gigante que dispara ácido.”

“Oh, ese tipo. Hay un monstruo similar en los primeros pisos, pero este es mucho más fuerte. En lugar de usar las partes de su cuerpo como proyectiles, puede disparar ácido desde su torso. Me asusté bastante la primera vez que vi uno”.

“I-igual domestiqué esta gran abeja que puede disparar agujas explosivas”.

“También recuerdo esas. Las cosas que disparan son más como mini-misiles o agujas. Casi me envuelvo en llamas la primera vez que luché contra una”.

“Otro monstruo que domestiqué es una hormiga que puede cavar bajo tierra”.

“Esos tipos son muy buenos en los ataques sorpresa”.

“También domé una mantis religiosa que dispara hojas de viento desde sus patas”.

“¿Qué más?”

“Una araña y una polilla.”

“¿Por qué todos los monstruos tipo insecto?” Hajime preguntó con una mirada curiosa.

Suzu se cubrió la cara con las manos y empezó a llorar.

“¡No lo sé! ¡Por alguna razón, los únicos monstruos en los que mi magia de metamorfosis funciona son los insectos! ¡Hay algo malo en este laberinto! ¡En el bosque, me las arreglé para hacer tantos amigos peludos y guapos!”

Parecía que no lo hacía a propósito. Suzu sólo había hecho familiares a todos los monstruos insectos porque no tenía otra opción. Hajime no pudo evitar sentir lástima por ella.

Todos los monstruos que había domesticado parecían totalmente repugnantes. Pero los monstruos de allí eran mucho más fuertes que cualquier cosa que viviera en la superficie. Aunque no fueran capaces de soportar a los apóstoles, al menos serían un buen complemento para los monstruos de Freid y los guerreros no muertos de Eri.

“Err, por el lado bueno, tal vez tus enemigos también se asusten por ellos y muestren una apertura?”

Era raro ver a Hajime consolar a alguien, mucho menos a alguien que no fuera parte de su harén. Sin embargo, su simpatía sólo le dolía más a Suzu, haciendo que se agachara y empezara a garabatear en la tierra.

“¿Estás diciendo que debería enseñarle esto a Eri? Quiero hablar con ella, no asustarla. Hic… Todo el mundo va a pensar que soy repugnante ahora…”

“¡E-eso no es verdad, Suzu-chan! Además, fuiste capaz de conseguir un familiar peludo, ¿verdad?”

En el desesperado intento de Kaori de animar a Suzu, accidentalmente soltó algo que no debía.

En pánico, Suzu se puso en pie y gritó, “¡Se suponía que tenías que guardar ese secreto, Kaorin!”

Echó una mirada rápida a Hajime, quien no pasó desapercibido.

“¿Eh? ¿Qué quieres decir con secreto? ¿Qué está pasando aquí, Taniguchi?”

“¡Eeek!”

Hajime miró fríamente a Suzu, y ella se alejó rápidamente de la puerta. Luego se dio la vuelta y se acurrucó protegida sobre algo.

Hajime entrecerró los ojos, su expresión dejaba claro que Suzu iba a sufrir mucho si no hablaba. Suzu hizo lo que pudo para evitar encontrarse con la mirada de Hajime, mientras que Kaori sonrió torpemente.

Antes de que Hajime pudiera preguntar de nuevo, Myu repentinamente dijo, “¿Hm? ¿Qué dijiste, Bell-chan? ¿Eh? ¿Hay un monstruo fuerte pasando la puerta?”

Parecía que Myu era capaz de comunicarse con sus gólems ahora.

“Tienes que estar bromeando…” Hajime murmuró. Aclaró su garganta en voz alta y se giró hacia Myu.

“Umm, Myu. No creo que Bell-chan pueda hablar…”

“¿Qué dices? Todos ellos pueden hablar. También pueden moverse por su cuenta. Vamos papi, deberías saberlo.”

“¿D-debería? H-hey, Shea, Kaori, Taniguchi, Sakagami, ¿estoy cansado? ¿Esos gólems están hablando de verdad?”

Todo el mundo agitó la cabeza en respuesta.

Hajime se frotó las sienes y preguntó indeciso, “Por cierto, ¿qué dijeron exactamente los gólems?”

“Umm, Sa-chan dijo, ‘Ese bastardo tiene un buen espíritu de lucha’. A-chan dijo, ‘Sí, tiene agallas. Parece que se enfrentará a cualquiera que parezca fuerte, no importa quién. Pero realmente necesita aprender su lugar. Un rufián como él debería inclinarse ante la princesa”.

“¿Hablan con frases completas?”

“Oh, y Lu-chan le dice, ‘No se preocupe por las cosas pequeñas, Maestra. El amor y la paz es todo lo que importa.'”

“¿¡En serio!?”

Hajime tenía cada vez más miedo de sus creaciones con cada minuto que pasaba.

¿Les infundí a estos chicos magia espiritual por accidente? ¿O algunos espíritus errantes entraron en ellos cuando fueron creados? Siento que no cometí ningún error, pero…

Lo más aterrador de todo era que Myu parecía considerar las acciones de los gólems como naturales. Sin embargo, el hecho de que una chica tan sensible a la malicia como ella no les temiera probablemente significaba que las almas que habitaban estos autómatas eran benignas.

Todos la llaman “Princesa”, también… Probablemente puedo confiar en ellos para que cuiden de Myu, pero…

“¡Papá, hay un conejo aquí!” Myu gritó mientras se asomaba por la puerta para ver lo que Suzu intentaba ocultar. Puso sus manos en la cabeza e hizo una imitación de una oreja de conejo.

“¿Hm? Sí, por supuesto que hay un conejo aquí”, dijo Hajime, girando hacia Shea. Agitó sus orejas hacia adelante y hacia atrás, enfatizando su condición de conejo.

“¡No, me refiero a un conejo blanco y esponjoso!”

“Sí, lo sé. Taniguchi no está haciendo un buen trabajo para ocultarlo.”

Suspirando, Hajime se giró hacia Suzu. Ella pudo ver por la mirada en sus ojos que la broma había terminado. Pero se negó a entregar la criatura en sus brazos. En un intento de suavizar las cosas, Kaori dijo, “U-Umm, Hajime-kun. No es un conejo malo, de verdad. De hecho, es especial. Te admira de verdad y-”

“¿Eh? ¿Él… me admira?”

Al darse cuenta de que esta podría ser su única oportunidad de salvar la vida de su peludo amigo, Suzu gritó, “¡Sí, lo hace! Además, lo que pasó no es su culpa, así que por favor no le dispares cuando lo veas. ¡Es la única cosa linda en la que mi magia de la metamorfosis funcionó! ¡Por favor!”

“Ahora sólo estoy confundido,” murmuró Hajime.

Sonriendo débilmente, Ryutarou hizo una señal a Hajime para que le siguiera.

Hajime pasó por la puerta y echó un vistazo al conejo de Suzu. Tenía orejas largas y ojos carmesí oscuro. Venas rojas cruzaban el pelaje blanco del conejo. Pero no pulsaban como las de otros monstruos, y en cambio brillaban suavemente. La característica más llamativa de todas eran las patas anormalmente grandes del conejo. Aunque se veía ligeramente diferente de las que Hajime recordaba porque Suzu lo había domesticado, los rasgos principales eran los mismos.

“¡Kyu!”

El grito del conejo tampoco era diferente de lo que recordaba. Este conejo era sin duda de la misma especie que le había dañado el brazo izquierdo de Hajime y casi lo mataba antes de que apareciera el oso. Por supuesto, no era exactamente el mismo conejo, ya que Hajime se había vengado de él.

La razón por la que Suzu había intentado ocultárselo a Hajime era porque estaba preocupada de que lo matara en cuanto lo viera.

“No es como si fuera a matar a tu familiar sólo porque es de la misma especie que me atacó.”

“¿En serio? ¿Lo dices en serio, Nagumo-kun? ¿Puedo quedármelo?”

“Él no es un perro, y yo no soy tu padre. Aunque, ¿no viven estos tipos en los primeros pisos? No me digas que fuiste hasta arriba buscando un lindo monstruo que pudieras domar… En realidad, supongo que no habrías tenido suficiente tiempo para eso”.

Pero entonces, ¿cómo se encontró con ese tipo? Hajime le echó a Suzu una mirada inquisidora mientras pensaba eso, pero antes de que ella pudiera responder el conejo saltó desde atrás y se acercó a él. Lo había estado observando cautelosamente y manteniendo su distancia, así que Hajime se sorprendió por el repentino cambio de actitud. Agarró al conejo por las orejas y lo levantó a la altura de los ojos.

“¡Kyuu! ¡Mokyuu! ¡Ukyuu!”

No intentaba atacar a Hajime, pero no podía decir exactamente lo que intentaba hacer.

Le dio una mirada desconcertada, y Suzu se adelantó para hacer de intérprete. La magia de la metamorfosis permitía que el usuario entendiera un poco de lo que sus familiares estaban pensando y sintiendo. El grado en el que podían depender de la fuerza de lo familiar y el tiempo que la persona había estado con él. A menos que hubieran pasado años con un familiar, sólo podían obtener una vaga comprensión de sus pensamientos.

Eso era en circunstancias normales, claro está.

“Umm, está diciendo, ‘¡Mi rey, es un honor conocerlo finalmente! Cuando me di cuenta de que podía ser aún más fuerte al comprometerme con su camarada, me convertí de buena gana en su familiar. No puedo esperar a pelear contigo. Además, ¿sería tan amable de darme un nombre, mi rey?’ No me mires con incredulidad, ¡eso es lo que está diciendo!”

“Bien, incluso si eso dijo, ¿por qué agregas el acento raro?”

“¡Porque así es como me suena!” Suzu protestó, su cara estaba roja brillante.

Todos se giraron hacia el conejo. Ciertamente parecía posible que eso fuera lo que estaba diciendo, a juzgar por la mirada en sus ojos. Parecían estar suplicando a Hajime.

“Bien, bueno, estamos perdiendo el tiempo aquí. Volvamos al taller primero.”

¿Por qué están pasando todas estas locuras justo antes de la batalla final? Supongo que en su mayoría son cosas buenas, pero aún así…

Hajime regresó a su taller, con una expresión de preocupación en su rostro.