Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 11

Capítulo 1: La Invitación Del Señor De Los Demonios

Parte 4

Todos miraban incrédulos mientras el cuerpo de Dienleed se desplomaba en el suelo. Ni siquiera se movió. Un silencio tenso se extendió por el salón del trono mientras la comprensión amaneció en los espectadores.

El sonido de un revólver que se amartillaba finalmente sacó a todos de su ensoñación. Se giraron hacia la fuente del ruido, sus cuellos crujían como puertas mal aceitadas.

Como todos esperaban, Hajime estaba de pie allí, con Donner apuntando.

“Vete a la mierda. Debería arrancarte miembro por miembro”, escupió, pareciendo absolutamente enojado.

Aiko y las mandíbulas de los estudiantes se abrieron. Tan repentina como había sido la confesión de Dienleed, parecía que era sincero sobre unirse al lado de Hajime. Aunque no conocían todos los detalles, los estudiantes habían entendido que Dienleed había hecho cosas crueles para engañar a su verdadero enemigo y que el Señor de los Demonios era un aliado que estaba dispuesto a liberarlos. Pero entonces, Hajime había ido y le había disparado en la cabeza. No satisfecho con eso, empezó a disparar al cadáver en el corazón, las extremidades y en todas partes. Una vez que terminó de llenar de plomo a Dienleed, sacó unas docenas de sus bolas y sujetó el cadáver del Señor de los Demonios.

“¡Hiyaaaaaaaaah!”

Mientras Hajime hacía eso, Shea soltó un grito de guerra y corrió directamente hacia Freid. Tan pronto como lo alcanzó, golpeó su martillo de guerra en la parte posterior de su cabeza sin dudarlo. Naturalmente, la cabeza de Freid se hizo añicos y el suelo debajo de él se hundió. La sangre salpicó de su cadáver decapitado de una manera bastante sangrienta.

“Umm, supongo que me uniré a… ¡Toma esto!”

Kaori se dirigió a las apóstoles derrumbados y empezó a dispararles sus plumas de plata de la desintegración. En segundos, todas ellas tenían enormes agujeros en sus pechos.

Ninguno de ellos mostró ninguna vacilación o misericordia. Sólo sacrificaron unilateralmente a su presa. Pero los otros estudiantes no podían permitirse el lujo de quedarse fuera para siempre… porque Hajime había puesto sus ojos en Eri.

“¡Waaaaaaaaaaaaaah!”

En pánico, Suzu corrió hacia Hajime, con los brazos en alto. Parecía un pequeño NPC intentando enfrentarse al jefe final. Cuando llegó a Hajime, lo abrazó y lo miró con ojos suplicantes.

“¿¡Lo prometiste, recuerdaaaaaas!?” gritó, con lágrimas en las mejillas.

Suspirando, se conformó de mala gana con sujetar a Eri con sus bolas a la fuerza.

“¡Shea, tú te encargas de Myu y Remia! Kaori, ¡cuida de Sensei y de los estudiantes!” Hajime rugió mientras ataba a Eri.

“¡Señor, sí señor!” Shea respondió con un saludo.

“¡De acuerdo! No se preocupen chicos, ¡los curaré enseguida!”

Myu había estado observando con estupor hasta ese momento, pero en el momento en que Shea corrió hacia ella gritando, “¡Myu-chan, he venido a rescatarte!” su expresión se iluminó y saltó a los brazos de Shea. Remia siguió el ejemplo a un ritmo más digno.

Mientras tanto, Kaori voló hacia Aiko y los otros y comenzó a curarlos con magia de restauración. Una luz plateada llovió sobre Yuka y los otros, curando sus heridas en un instante. Fue entonces cuando Shizuku y los otros finalmente recuperaron sus sentidos y comenzaron a interrogar a Hajime.

“N-N-N-Nagumo-kun, ¿qué acabas de hacer? ¿Era el tío de Yue, no es así? ¡Kaori, date prisa y vuelve aquí! Si usas magia de restauración, ¡tal vez todavía podamos salvarlo!” Gritó Shizuku, entrando en pánico.

“Mierda, no tiene pulso. Este tipo realmente estiró la pata. Shea-san y Kaori también se han ido por completo…” Ryutarou murmuró después de comprobar los signos vitales de Dienleed.

“Nagumo… Lo sabía, realmente eres un…” Kouki susurró, mirando al suelo. Parecía extrañamente tranquilo, como si esperara que Hajime hiciera algo así.

Hajime se giró hacia los tres y Suzu, que todavía se aferraba a él, y gritó: “¡Taniguchi, asegura a Nakamura! Yaegashi, Sakagami, contrólense y ayuden a Taniguchi. Quién sabe cuándo se despertará Nakamura. ¡No dejen que intente nada raro!”

Con pánico, Suzu se alejó de Hajime. Shizuku y Ryutarou miraron de Dienleed a Yue, luego hicieron lo que les pidió y tomaron posiciones alrededor de Eri.

Hajime sacó su Llave de Cristal y comenzó a verter maná en ella.

“¡Deja de perder el tiempo, Sensei! Tan pronto como esté preparado, ¡los enviaré a todos de regreso a la Tierra! ¡Reúna a los estudiantes!”

“¡De acuerdo! Espera, ¿qué? ¿¡Volver a la Tierra!?”

“¡Princesa, será mejor que te unas a ellos a menos que quieras quedarte aquí, claro!”

“No quiero pasar otro minuto aquí, pero… ¡Oh, como sea!”

Aiko, Liliana, y los estudiantes comenzaron a pelearse. Irían a la Tierra. Aunque entendían lo que Hajime acababa de decir, fue tan repentino que todavía estaban procesando el hecho.

Como Myu, Remia, Liliana y todos los compañeros de clase de Hajime estaban juntos, podía enviarlos todos a la vez. Normalmente habría esperado, pero de repente la Tierra parecía el lugar más seguro para ellos. Por supuesto, todavía no había sido capaz de crear un concepto de magia que impidiera a Ehit convocarlos a todos de nuevo, pero pensó que era una mejor opción que en cualquier lugar de Tortus.

Según Tío, esta invocación de héroes había sido la primera en quinientos años. Lo más probable es que Ehit necesitara mucho para llamar a gente de otro mundo.

Desafortunadamente, Hajime no tuvo tiempo de explicárselo a todo el mundo. Estaban en medio del territorio enemigo, y no se sabía cuándo volvería el ejército de apóstoles.

“Nagumo, ¿qué demonios está pasando?” gritó Nana.

Un segundo después, Taeko gritó, “¿Vo-volveremos? ¡Es tan repentino!”

Hajime ignoró a ambos y se centró en reunir suficiente maná para abrir una puerta de regreso a la Tierra. Todo el tiempo mantuvo su mirada fija en Dienleed, sin bajar la guardia ni un segundo.

“Tio, ¿has visto eso?”

“Sí, lo vi”. Sería difícil no hacerlo con el tiempo que nos ha dado. Nunca había visto un alma así antes. Era como un nido de arañas. No, tal vez la palabra parásito sea más apropiada. A pesar de todo, era aborrecible”.

“De acuerdo. ¿Crees que puedas unir su alma usando magia espiritual? Mientras esté aturdida, si es posible”.

“Déjamelo a mí. El mismo hechizo que usaste para crear el Collar de los Votos debería funcionar aquí también. Puede que lleve algo de tiempo, pero debería ser capaz de hacerlo.”

“No bajes la guardia.”

“H-Hajime…” Yue murmuró mientras la conversación de Hajime con Tio terminaba. Se giró hacia ella mientras Tio se acercaba cuidadosamente al cadáver de Dienleed.

Normalmente, alguien habría quedado devastado si la persona que amaba le disparaba a un miembro de su familia. Especialmente porque, en este caso, resultó que Dienleed no había traicionado a Yue después de todo.

Hajime mantuvo a Donner preparado sobre el cadáver de Dienleed y respondió, “Gracias por darnos el tiempo necesario para ver su verdadera identidad, y luego atraerlo fuera de la barrera… Sé que debe haber sido una conversación difícil de tener, pero ¿no pareces demasiado agitada, Yue?”

La voz de Hajime sonaba aguda con irritación, pero sus ojos eran suaves y había una leve sonrisa en su cara.

“Sabía que te darías cuenta por ti mismo eventualmente, Yue… pero supongo que considerando lo duro que fue tu pasado, es natural que te engañaras por un momento. Aún así, nunca le perdonaré por decir todas esas tonterías. De ninguna manera iba a dejar que siguiera engañándote después de eso.”

“¿Tonterías? ¿Qué quieres decir?”

“Piénsalo racionalmente, Yue. Si realmente te amaba, ¿por qué no te visitó ni siquiera una vez en los últimos trescientos años?”

Pensando en ello, Yue se dio cuenta de que la historia de Dienleed estaba llena de agujeros.

Aunque hubiera querido asegurarse de que nadie se enterara de que Yue seguía viva, no había razón para que siguiera revolcándose en la desesperación sola. De hecho, si realmente era un rebelde que había albergado un dios dentro de él, debería haber sido pan comido volver a donde había sellado a Yue y decirle que no la había traicionado de verdad. Si la había sellado tan profundamente en el Gran Laberinto de Orcus, eso significaba que había sido lo suficientemente fuerte para despejarlo.

“La historia de él siendo un rebelde es una mierda, obviamente. Si realmente había limpiado múltiples laberintos, no hay forma de que Freid sea la única persona a la que ayudó a atravesar uno después de trescientos años. A menos que sea totalmente incompetente, de todos modos”.

Y no hay forma de que tu tío fuera tan incompetente, ¿verdad? fue la implicación no dicha detrás de las palabras de Hajime. Yue sacudió su cabeza, los engranajes de su cerebro finalmente volvieron a girar.

La única explicación posible era que Dienleed no había intentado reunir a otros rebeldes.

“Pero entonces, ¿por qué actuó exactamente como el tío que recuerdo?”

Esa era la principal razón por la que Yue había sido engañada. Este Dienleed se las había arreglado para copiar perfectamente los manerismos del verdadero Dienleed. Además, había hablado de eventos que sólo el verdadero Dienleed debería haber conocido.

Pero incluso mientras murmuraba eso, Yue se dio cuenta de la respuesta a su propia pregunta.

“Espera… esta no es la primera vez que algo lee nuestros recuerdos.”

Suspirando, Yue se golpeó la frente.

Mientras unía el alma de Dienleed con magia espiritual, Tio expresó su hipótesis, diciendo: “Sospecho que el destello inicial de luz que incapacitó a las apóstoles fue el mismo hechizo que escaneó nuestros recuerdos”.

“Mmm…”

Después de leer los recuerdos de Yue, el falso Dienleed había dado una explicación algo plausible. Luego la había respaldado con una actuación muy convincente. Yue ya había querido creer que su tío no la había traicionado, así que no le había costado mucho engañarla.

“Descansa tranquila, Yue. El Maestro y yo examinamos el espíritu de este hombre desde todos los ángulos. Sin duda, sólo hay un alma en este cuerpo. Y está demasiado sucia para pertenecer a tu tío.”

Después de que obtuvieran la magia de la evolución, Hajime mejoró su Ojo del Demonio con magia espiritual para poder ver también las almas de la gente. Por otro lado, Tío usó las propiedades únicas de sus ojos de dragón así como su vasta experiencia para ver a través de la verdadera naturaleza de las cosas.

Yue tenía completa fe en el juicio de ambos, así que si ellos decían que él no era su tío, entonces éste no era su tío. Por supuesto, ella todavía tenía algunas preguntas. Para empezar, ¿por qué el falso Dienleed tenía exactamente la misma contextura y apariencia que el verdadero? ¿Y por qué se esforzaba tanto por ganársela?

Sin embargo, todas esas preguntas serían respondidas una vez que sacaran los recuerdos del alma del falso. Y si resultaba ser el cuerpo de su verdadero tío, siempre podían arreglarlo con magia de restauración.

De hecho, la única razón por la que Hajime no había aniquilado al falso Dienleed sin posibilidad de reparación era porque había tenido en cuenta esa posibilidad.

“Además…” Hajime murmuró oscuramente.

Shizuku y los demás habían empezado a calmarse gracias a la explicación de Tío. Aiko y los estudiantes también se sintieron aliviados al saber que Hajime no se había vuelto loco de nuevo. Sin embargo, el mismo Hajime estaba todo menos tranquilo. Aspiró un gran aliento y gritó enfadado, “¡Cómo se atreve a llamarte ‘mi querida Aletia’! ¡Eres Yue, y nadie más!”

Todos los presentes miraron a Hajime con irritación. Aún así, no había terminado de desahogarse todavía.

“¡Deja de usar el nombre que ella abandonó, viejo bastardo! ¿Y quién te dio permiso para abrazarla, eh? ¡Inténtalo de nuevo y te arrancaré miembro por miembro y tiraré tu cadáver al océano!”

“¿¡Sólo estabas celoso!?” Shizuku, Aiko, Liliana y Yuka gritaron simultáneamente. Era impresionante que Yuka hubiera logrado aumentar su energía para gritar, considerando lo golpeada que estaba.

La rabia de Hajime era comprensible, sin embargo. Una cosa era que el verdadero tío de Yue hubiera intentado abrazarla, pero este Dienleed era sólo un farsante que insistió en usar el nombre que Yue había descartado. Por lo tanto, en lo que a él respectaba, sus acciones estaban justificadas.

“H-Hajime… vaya…” Yue murmuró mientras se movía tímidamente. Su anterior vacilación había desaparecido, y un débil rubor se extendió por sus mejillas. El ambiente se relajó considerablemente, y estaba claro que los dos estaban a punto de empezar a coquetear.

“Hajime, lo siento… Me comporté muy mal, ¿no?”

Cuanto más pensaba en su intercambio con el falso Dienleed, más avergonzada se sentía Yue. Se había dado cuenta de que sonaba anormalmente carismática, pero había dejado que sus dulces palabras la convencieran de todas formas.

Aunque hubiera sido su verdadero tío, no debería haberle tomado la mano. Claro, su pasado era insoportablemente doloroso y nunca olvidaría la traición de su tío, pero la felicidad que Hajime le había dado valía mucho más que aceptar sus viejos recuerdos. Lo más importante de todo, había hecho una promesa.

Debería haber prestado más atención a la calidez de la mano de Hajime en su hombro cuando hablaba con el falso Dienleed. Si lo hubiera hecho, no se habría dejado engañar tan fácilmente. Sinceramente, Yue tenía ganas de abofetearse a sí misma.

“No tienes nada de que disculparte. Sé lo mucho que tu pasado aún te persigue, Yue.”

“Mmm… te quiero, Hajime.”

Yue se acurrucó en el brazo de Hajime, y luego se giró hacia Shea, Tio, Kaori y Myu.

“Yo también las quiero… gracias por estar a mi lado.”

La razón por la que Shea y Kaori habían permanecido en guardia todo el tiempo, así como la razón por la que Tio había usado magia espiritual para sondear el alma de Dienleed sin ningún impulso, era porque, al igual que Hajime, ellos también se preocupaban por Yue desde el fondo de su corazón y deseaban protegerla.

“¡Hehehe, ni lo menciones! ¡Sabía desde el principio que este cabrón no era el verdadero tío de Yue-san!” Shea proclamó.

“Espera, ¿en serio? Sólo mantuve la guardia alta porque parecía que Hajime-kun estaba al límite”, respondió Kaori.

“En realidad, ni siquiera yo estaba segura hasta que comprobé su alma con magia espiritual. ¿Cómo pudiste saberlo tan rápido, Shea?” “¡Tenía un presentimiento!”

“Mmm… Sabía que podíamos contar contigo, Shea.”

En ese momento, Shea estaba tan rota que podía ver a través de todo tipo de engaños sólo por instinto.

“Además, no podía soportar cómo seguía actuando como si supiera todo sobre ti, Yue-san!” Shea añadió calurosamente. Parecía que también estaba celosa del falso Dienleed, al igual que Hajime.

En el momento en que Kaori había terminado de curar a todos, y Hajime se movió para abrazar a Myu, Tio soltó un doloroso gruñido.

“¿¡Gah!?”

Dándose la vuelta, Hajime vio a Tio volar por la habitación y chocar contra un pilar. El pilar se desmoronó por la fuerza del impacto, y Tio se derrumbó entre los escombros.

“¡Tio!”

“¡Estoy bien, no te preocupes! Ngh…”

Tio luchó para ponerse de pie, pero luego cayó instantáneamente de rodillas. Era raro que ella, de todas las personas, sufriera tanto daño que no pudiera recuperarse instantáneamente. Mientras tosía sangre, Hajime se dio la vuelta y disparó al enemigo que había mandado a Tio a volar. Sin embargo-

“Vaya, eso me sorprendió mucho. No puedo creer que haya tardado tanto en regenerarme”.

El falso Dienleed aplaudió mientras se ponía de pie, burlándose todo el tiempo. La bala de Hajime se estrelló contra la barrera de luz que apareció delante de él y se hizo pedazos.

“Pensé que dudarías a la hora de atacar al pariente más importante de tu novia, pero parece que mi plan fracasó. Olvidé lo mezquinos y celosos que pueden ser los humanos”.

Ya no había calidez en la voz de Dienleed. De hecho, estaba llena de desprecio y desdén. Su ropa estaba en perfecto estado de nuevo, y el agujero de bala en su frente había desaparecido. Si no fuera por las bolas destruidas que había a su alrededor, Hajime podría haber pensado que era una ilusión.

“Y pensar que también sería capaz de estabilizar el estado mental de Yue. Mi señor no estará contento, pero parece que tendré que ir con el plan B.”

“¿Quién es usted? ¿Alva?”

“En carne y hueso. O bueno, no del todo, ya que este cuerpo pertenece al verdadero Dienleed.”

“¿Secuestraste su cuerpo?” preguntó Yue con una voz áspera, el mana se reunía alrededor de su mano derecha.

Dienleed, o mejor dicho el dios malvado que residía dentro de su cuerpo, sonrió con suficiencia.

“Haces que suene como si yo fuera el malo aquí. Simplemente le doy un buen uso a este cuerpo inútil. En todo caso, deberías considerar un honor que yo, el fiel servidor de Ehit, me haya dignado a seguir usando el cuerpo de Dienleed después de su muerte”, dijo Alva. Luego se encogió de hombros, sacudió su cabeza y continuó: “Especialmente después de lo irrespetuoso que fue. Incluso al borde de la muerte, ocultó el hecho de que te selló en lugar de matarte, y que había obtenido el poder de usar la magia antigua”.

“¿Tú eres el que mató a Dienleed?” Preguntó Yue, con su voz peligrosamente baja.

“¿Y que si lo soy?”

“Responde a la pregunta.”

Las manos de Yue comenzaron a emitir chispas doradas. Sus ojos carmesí ardían de rabia, y una esfera de gravedad superdensa se formó alrededor de Alva.

Sin embargo, Alva parecía imperturbable por la magia de la gravedad que se le acercaba. Sonriendo arrogantemente, dijo: “¿Estás segura de que quieres hacer eso? ¿Y si el alma de Dienleed sigue viva en algún lugar dentro de este cuerpo?”

“Eso no es posible. No me engañarás de nuevo”.

Yue no tenía ninguna razón para creer en las palabras de su enemigo. No después de que Hajime y Tio confirmaran que sólo había un alma en el cuerpo.

“Deberías mejorar en la mentira, dios de tercera”, escupió Hajime.

“¡Te voy a hacer pedazos!” Gritó Shea.

Se pusieron en guardia frente a Myu y Remia y miraron a Alva.

Hajime hizo un gesto a Kaori con sus ojos, y ella asintió, yendo a proteger a Aiko y a los otros estudiantes. Mientras tanto, Shizuku, Ryutarou y Suzu prepararon sus armas.

Dienleed suspiró mientras miraba alrededor de la habitación, y luego dijo, “Déjenme decirles cuáles fueron las últimas palabras de Dienleed. Justo antes de morir, dejó un mensaje para ti, Reina Vampira”.

“Estoy cansado de tus mentiras”.

Yue bajó su esfera de gravedad sobre Alva justo cuando Shea saltó hacia adelante y Hajime apretó los gatillos de sus revólveres. Por consideración a Yue, se contuvo lo suficiente como para dejar que Alva dijera lo suyo. Más tarde, sin embargo, llegaría a lamentar esa decisión.

Por supuesto, en ese momento, creyó que era importante ganar el mayor tiempo posible para abrir un portal a la Tierra, y Yue sintió lo mismo, por lo que no hizo callar a Alva inmediatamente. Pero lo que deberían haber hecho fue ir a por todas desde el principio.

Incluso si eso significaba borrar el cuerpo de Dienleed y perder para siempre la oportunidad de conocer su muerte. Incluso si eso significaba destruir uno de los deseos de Yue… Hajime nunca debió dejar hablar a Alva.

“Aletia. Todo esto es culpa tuya. Mereces sufrir una muerte dolorosa por tus pecados.”

“¿¡Eh!?”

Yue no sabía qué clase de magia había usado Alva, pero de repente, una escena del pasado pasó por su mente. Montañas de cadáveres de vampiros llenaban el campo de batalla. Dienleed era el único que estaba de pie, y aullaba de rabia mientras tosía sangre. Sus ojos ardían de odio, y parecía como si estuviera mirando directamente a Yue a través del tiempo.

Un dolor agudo atravesó el pecho de Yue, y ella comenzó a respirar con dificultad. Y en el momento en que su ofensiva flaqueó, el enemigo atacó.

“[Nova luminosa] (Luminous Nova)… ¡sobrecarga!”

Kouki inmediatamente activó su [Romper el Límite] y mandó a volar a sus tres amigos.

“¿¡Hm!?”

Un segundo después, una luz plateada llovió desde el techo, directamente en Yue.

“¡Ajaja, toma esto! ¡[Luna Maníaca] (Crazed Moon)… a toda potencia!”

Una luna negra parpadeante apareció de repente delante de Yue. Era uno de los más fuertes hechizos de magia negra, que separaba la conciencia del objetivo de su cuerpo por unos segundos. La fuente del hechizo era, por supuesto, Eri. Pero no la Eri que estaba tirada en el suelo. No, había otra Eri ilesa que había aparecido aparentemente de la nada.