Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 12

Capítulo 3: Problemas En La Montaña Tia

Parte 3

“He explorado mazmorras con muchos otros antes, y es seguro decir que nunca lo he tenido tan fácil como ahora. Sin mencionar que me has dado tantos Consejos de Caridad espléndidos… y la Ofrenda Desinteresada de hace un momento fue simplemente, ahahaha, Dios mío. ¿Estás siendo más atrevido ya que Rokuko no está aquí, me pregunto?” Preguntó Alca, sonrojándose. ¿Qué diablos es todo esto sobre consejos caritativos y ofrendas desinteresadas…? Siento que la recuerdo vagamente hablando de esto la última vez que visité su habitación. ¿Consejos de Caridad es como otra forma de confesión de amor o algo…? No lo creo. Y ni siquiera me preguntes qué Ofrenda Desinteresada supuestamente le di.

“Me temo que me he perdido”.

“Tan tímido como siempre, ya veo. Pero soy más que consciente de lo que sientes por mí… y de lo que siento por ti. Ejem, dicho eso. ¿Realizamos el beso de votos que Rokuko interrumpió tan groseramente antes?” Preguntó Alca, quitándose la bota. Ella me había explicado esto antes: en la Iglesia de la Luz, un beso en la bota marcaba a uno como esclavo, un beso a través del calcetín marcaba a uno como amante, y un beso directamente en los pies marcaba a uno como marido y mujer. Lo recordé ya que tenía que ver con los pies.

… Con la bota quitada, se reveló el calcetín almizclado de la Suma Sacerdotisa, que se había mojado mucho al caminar tanto por la mazmorra. Cuando se quitó eso, su pie descalzo fue revelado, humeante caliente con el aroma más dulce que jamás había…

“Keima”, llegó la voz disgustada de Rokuko. Er, cierto. Lo siento, me cautivó un poco su pie santo. Hay que tener más cuidado.

“Lo siento, Suma Sacerdotisa, pero tengo a Rokuko”.

“No temáis. Aceptaré a todas tus esposas y amantes” —respondió Alca, extendiendo su pie descalzo, que huele muy bien. Para un fetichista de pies como yo era prácticamente un festín. Pero, lamentablemente, esta fiesta estaba llena de veneno.

“Ahora estamos en lo más profundo de una mazmorra. Nadie nos detendrá y nadie está mirando”.

Uh, en realidad, definitivamente están mirando. ¡Y lo han estado mirando todo el tiempo! Grité por dentro, pero logré no decirlo en voz alta. El hecho de que Rokuko y los demás estuvieran mirando era un secreto que tenía que mantener a Alca sin importar qué. Por lo tanto, desde su perspectiva, realmente estábamos solos sin nadie mirando.

“Ahora, puedes besarlo cuando estés listo”, dijo, moviendo los dedos de los pies de manera seductora. Quiero decir, esta Suma Sacerdotisa definitivamente tiene buenos pies, pero su personalidad y religión son un poco excesivas. Simplemente no puedo estar con una chica que quiera joder mazmorras. Sus pies están bien, claro… quiero decir, está bien, son bastante buenos… Tan genial que saltaría sobre ellos si no estuvieran metafóricamente envenenados… Uh…

De repente, mis pensamientos fueron interrumpidos por pasos que corrían hacia nuestro camino a máxima velocidad.

“¡GRAAAAAAAAH!” Con enorme velocidad, una figura pequeña envuelta en una capa atravesó todas las Gárgolas que teníamos de guardia. Se echó hacia atrás la capucha, exponiendo el pelo rojo fuego. “¡W-Wooow, qué coincidencia! ¡Hola tío!”

“¡W-Whoa, si no es Igni! Sí, ¡qué coincidencia verte aquí!” Fue Igni.

“¡Ella lo hizo! ¿Qué te parece, Keima?”

Buena esa, Rokuko. Parecía que había enviado a Igni de esta manera después de ver cuánto estaba luchando.

Alca volvió a ponerse el calcetín y la bota mientras miraba con odio a la intrusa. “Nunca hubiera pensado que nos interrumpirían aquí también… Tú eres la investigadora de mazmorras que Keima estaba protegiendo el otro día, ¿no? ¿Qué estás haciendo aquí?”

“¡Er, um, ummm…! Bien, vine aquí para investigar una mazmorra que atravesaba un cambio de paradigma, cuando apareció una trampa de la nada y ¡me caí! Cierto. ¿Um? Perdón por venir aquí sin permiso, pero um,

¿puedo acompañarlos a ustedes dos? Igni dijo, hablando principalmente en un tono monótono. Rokuko probablemente estaba alimentando sus líneas a través de la llamada a la mazmorra.

“Keima. Dejen que se una a ustedes. Además, regáñala un poco y quizás diga algo sobre castigarla más tarde”. Rokuko también me envió un mensaje a través de una llamada a la mazmorra.

“Claro, Igni. No quiero dejar sola a la hija de mi amigo en un lugar como este. Pero realmente no deberías entrar en mazmorras sin permiso. Tendré que castigarte más tarde”.

“A-Awww. Eso es tan malo, tío. ”

Igni estaba hablando en un tono tan monótono que tuve la sensación de que Alca le estaba lanzando una mirada gélida, pero, bueno, la explicación era sólida como una roca. Y desde que seguí adelante y le di permiso, Alca no tenía una base razonable para rechazarla. Dejó escapar un profundo suspiro.

“No te preocupes, Suma Sacerdotisa. Parece bastante joven, pero acabas de ver lo fuerte que es”.

“¡Sí! ¡Soy súper fuerte!” Igni dijo, inflando su baúl de tabla de lavar con orgullo.

“Supongo que sí, dado que puedes explorar con seguridad una mazmorra que cambia de paradigma sin un rasguño… Muy bien, puedes unirte a nosotros. Preferiría negarme, pero Keima tiene un corazón más amable que yo”.

Y así Igni se unió a nuestro grupo de verdad. Con ella cerca, Alca no podría hacer nada extraño. Si lo peor llegaba a lo peor, Igni podría matar a Alca ella misma. Aunque ese era un último recurso, y tendríamos que ser cautelosos ya que Alca podría revivir.

“Keima, encontramos la Sala del Jefe. Este es probablemente el fondo de la mazmorra,” dijo Rokuko, habiendo encontrado nuestro destino. Era el último lugar que quedaba después de que envió a las ratas por todo el calabozo. La habitación se estaba hundiendo un poco en las [Flame Caverns], y si no era el fondo, el tiempo y el espacio tendría que deformarse allí. Y si no hubiera un núcleo artificial para romper por dentro, entonces perdimos un camino en el camino, y eso sería una mierda.

Por favor, sea el último. Por favor. Si no fuera así, tendríamos que golpear las paredes con Golems, revisar el fondo de las trampas en busca de pasillos… La mazmorra no podría convocar nuevos monstruos debido a

{Treaty} como no pudimos, pero aun así lo haríamos. Necesito explorar cada centímetro de la mazmorra con tácticas de oleadas humanas. Eso significaría explorar la mazmorra con Alca evitando a todas las ratas, lo que sonaba como una pesadilla.

Con esos pensamientos en mente, nos dirigimos a la Sala del Jefe, y no fue difícil darse cuenta de por qué Rokuko lo llamó el fondo de la mazmorra.

“Parece que esta es la Sala del Jefe”, dije. Era una sala de jefe bastante escasa. Lo único especial era que las escaleras conectaban directamente con la sala del jefe y entrabas por el techo.

Nos agachamos en la entrada para mirar dentro de la habitación, y vimos los cadáveres de varios Iron Golems esparcidos por el suelo de piedra, exploradores enviados por Rokuko, sin duda. A pesar de que la habitación estaba hecha de piedra, estaban cubiertos de barro por alguna razón.

“¿Son esos cadáveres…? ¿Ha habido fuego amigo de su lado? Quizás se estén haciendo el muerto. De cualquier manera, esto es sospechoso. Keima, ¿puedo pedirte que envíes una gárgola?”

“Seguro. Puerta abierta. Te convoco, monstruo de piedra con magia. Sírveme: {Summon Gargoyle}”.

Siguiendo la petición de Alca, envié una Gárgola a la habitación, y… un brazo enorme se estiró desde el punto ciego de la Gárgola, la agarró y la aplastó en pedazos.

Al examinarlo más de cerca, el brazo estaba hecho de barro blanquecino. Un segundo después, la fuente del brazo cayó de su escondite —el techo, en otras palabras— y cayó al suelo. La mitad superior era un Golem, pero la mitad inferior se extendía por el suelo como un tomate triturado.

“Whoa. ¿Qué es esa cosa?”

“Un tipo slime… no, un Mud Golem, creo. ¿Y una raza gigante en eso? Esto es problemático”.

Mud Golems. Como su nombre lo indica, eran Golems hechos de barro. Parecía algo básico, pero era la primera vez que veía uno.

“¡Sacerdotisa, sacerdotisa! ¿Es fuerte?” Preguntó Igni.

“¿Hm? Oh, sí, bastante fuerte. En primer lugar, son en gran medida inmunes a los ataques físicos, al igual que los Slimes. Debido a su forma opaca, es imposible saber dónde está su núcleo. Y debido al gran cuerpo de este, encontrarlo solo será más difícil. ¿Cómo vamos a derrotarlo…?” Murmuró Alca, menos respondiendo a la pregunta de Igni y más analizando al enemigo por su propio bien. Un Golem gigante sería problemático a su manera, pero estábamos tratando con un Golem de barro resistente a los ataques físicos.

“¿Cómo derrotarías a un Mud Golem normal?”

“Primero lo secaría con magia de fuego. Una vez que esté seco, le cortaría el barro poco a poco mientras buscaba el Núcleo”.

Aparentemente, derrotar incluso a un Mud Golem normal requería mucho tiempo y era tedioso. Sin mencionar que debido a que su cadáver es solo barro, ganaron la misma cantidad que un Clay Golem básico. Había diferentes tipos de barro, pero la mayor parte no valía nada. Se mezcló tanta arena y grava que incluso buscar metal era un dolor, lo que lo hacía inútil, aunque si tenías mucha suerte, podrías encontrar algunos con un metal raro como el oricalco.

“Además, parece tener una composición similar a la de los otros Golems en esta mazmorra”.

“Entonces está lleno de veneno, ¿eh…? No es un veneno de acción rápida, pero aun así no es bueno”.

“Tío, tío, ¿no puedo quemarlo?”

No, no, eso revelaría su identidad. Tranquila, niña. Además, el veneno huele muy mal cuando lo quemas.

En cualquier caso, el Mud Golem echó hacia atrás su cuerpo embarrado para reformar su forma. La mitad superior se parecía bastante a un Clay Golem normal, pero la mitad inferior era como un gran Slime caído. Cuando la mitad superior se embarró, parecía un zombi derritiéndose en su lugar, con las gotas de barro goteando sobre su mitad inferior de Slime y siendo absorbidas nuevamente por su cuerpo. Había una corriente en forma de fuente en su interior que empujaba el barro hacia arriba, donde se endurecía en el lugar del barro que acababa de caer.

“Bueno. Definitivamente no parece que los ataques físicos le sirvan de mucho”.

“¿Qué haremos entonces? ¿Tienes buenas ideas, Keima?” Preguntó Alca, pero esta era la primera vez que veía un Mud Golem. De ninguna manera tendría una idea de cómo derribarlo… aparte de que Igni lo destruya en pedazos de una sola vez, claro.

… ¿Hm?

Un cubo se levantó en el centro del cofre del Golem. Cuando el barro goteó y reveló lo que había debajo, vimos una puerta con un plato encima.

“… ¿’Sala de control’? De ninguna manera.”

“Supongo que esto significa que el Mud Golem ha absorbido la totalidad de la sala de control”, observó Alca. En cierto modo, eso tenía mucho sentido dado que la Sala del Jefe parecía un callejón sin salida. Normalmente, habría una puerta que conducía más abajo después de una habitación de jefe, pero aquí no había nada de eso.

“No me digas…  ¿El Conde Lodol y el Núcleo Artificial están en esa habitación?”

“Hm. Creo que esta mazmorra es similar a una en la que Core y el Jefe son lo mismo, Keima. Mi experiencia me dice que la habitación y el Núcleo Artificial están dentro del Núcleo del Mud Golem”.

“Eso no es bueno.”

“¿Puedo quemarlos todos?” Preguntó Igni. Quería decir que sí. Un Flame Dragon probablemente podría convertir un Mud Golem en arena en una fracción de segundo, sin darle tiempo para humedecerse. O tal vez lo quemaría tanto que se convertiría en una estatua de cerámica.

“La habitación que mantiene su estructura me lleva a creer que el Conde Lodol bien podría estar vivo adentro. Investigaré esto”.

“¿Cómo?”

“Solo observa,” dijo Alca, sosteniendo espadas con ambas manos antes dejarlas caer en la Sala del Jefe. El Mud Golem la reconoció como enemiga y atacó. Sus grandes brazos la persiguieron mientras chorreaba barro, pero ella lo esquivó mientras avanzaba.

Saltó ágilmente a través de la habitación mientras clavaba sus espadas en el cuerpo de barro del Golem. O, bueno, era más como deslizarlos en su cuerpo. Ella también sacó varias espadas de {Storage} y las arrojó, formando una escalera de hojas por su cuerpo que corrió hacia la sala de control. Una vez allí, intentó abrir la puerta, pero parecía estar cerrada. Ni siquiera patearla ayudó: la puerta supuestamente era solo de madera, pero no mostraba signos de abrirse.

“¡Gaaah! ¡¿Qué diablos esta pasandooooooooo?!” vino un chillido.

“Conde Lodol, ¿está a salvo?”

“¡¿Eres tú, Suma Sacerdotisa?! ¡Aaah, estoy salvo! ¡Estoy aquí, su santidad!” El conde Lodol respondió desde el interior de la sala de control. Aparentemente, de hecho, estaba vivo.

Pero fue entonces cuando el Mud Golem balanceó un brazo hacia su pecho, apartando a Alca. Giró en el aire, aterrizó con gracia sobre sus pies y luego regresó a la entrada.

“Keima, solicito tu ayuda para rescatar al conde”.

“… Está bien, convocaré a algunas Gárgolas para usarlas como cebo. Haz lo que puedas con ellos”.

Así comenzó nuestra batalla cooperativa de jefes, aunque en realidad todo lo que tenía que hacer era enviar Gárgolas desde fuera de la Sala de Jefes.

“¡GRAAAAH!”

“¡Oh, lanza de fuego, atraviesa a mis enemigos – {Fire Javelin}!” Alca apuñaló al Mud Golem con una lanza de fuego. El vapor se elevó mientras el agua hervía de forma audible. El Mud Golem balanceó sus brazos para deshacerse de Alca y las Gárgolas, pero ella los esquivó mientras lanzaba más magia. “¡Oh, lanza de fuego, atraviesa a  mis enemigos – {Fire Javelin}!”

Dos, tres y luego más lanzas de fuego atravesaron el cuerpo del Mud Golem. Las jabalinas de fuego duraron mucho tiempo y parecían perfectas para secar el agua dentro del barro. Mis Gárgolas estaban arrojando algunas bolas de fuego propias, pero, uh, simplemente se disiparon en el lugar después de golpear al Golem.

Cerré los ojos ante el nocivo hedor sulfúrico que flotaba en el aire mientras desgastamos al jefe. Con el tiempo, el flujo de su barro se ralentizó y partes de su superficie se endurecieron por completo. Sin embargo…

“¡¡¡GRAAAAAAAAAAAAAH!!!”

Un enorme charco de agua cayó sobre la cabeza del Mud Golem desde arriba. ¿Había lanzado un hechizo? No, debe haber comprado agua con DP. Si recuerdo correctamente, el sello de {Treaty} bloqueaba la mayoría de las funciones de mazmorra, pero no compraba artículos con DP.

“¡Ngh, todos mis esfuerzos desaparecieron en un momento!” Exclamó Alca. El Golem había recuperado más agua de la que había perdido. Una vez más, el barro fluía por su cuerpo sin problemas.

“¡Vaya, esto parece divertido!” Igni observó casualmente. Alca la había excluido de la pelea, por lo que solo estaba mirando desde mi lado. Poco sabe ella que Igni podría vencer a este Golem en un segundo. Aunque, eh, el Conde Lodol sería más Conde Lomuerto en ese momento.

“Ngh, esto no tendrá fin”, dijo Alca, volviendo a nosotros una vez más. Envié más gárgolas para seguir distrayendo al jefe.

“Parece que el Mud Golem está dificultando rescatar al conde, ¿eh?”

“En efecto. Este es un problema de hecho…” dijo Alca, poniendo un dedo en su barbilla con una mirada pensativa.

“Okay, siéntete libre de pensar en un plan mientras compro algo de tiempo”.

“Oh vaya… Qué espléndido, Keima. Te encomendaré ganar tiempo… y cielos. Veo que puedes controlar cinco Gárgolas completas a la vez sin ningún problema, ¿eh?”

¿Qué, debería haberme limitado a usar solo tres frente a Alca? Tal vez sea así, pero eso me habría puesto en mayor peligro, así que…

“Serías mucho más apreciado en el Reino Santo, Keima. Si tiene la aptitud adecuada para ello, me encantaría que reemplazara a Shento como mi asistente”.

“Uh, no te preocupes, el imperio definitivamente me aprecia más que suficiente”.

En cualquier caso, enviaba una nueva Gárgola cada vez que se destruía una. Sí, cinco Gárgolas enviando {Fire Balls} es el número perfecto para mantenerlo distraído. Dicho esto… Si no fuera porque Alca está aquí, podría dejar que Igni se encargue de esto, o producir en masa tantas Gárgolas como necesite. ¿De verdad nos está frenando en este momento? Mmm…

“Suma sacerdotisa, recuerde que podemos retirarnos si es necesario. Especialmente ahora que sabemos dónde encontrar al jefe”.

“Estoy un poco preocupada por el Conde Lodol para eso. Ya ha pasado un día completo, y quién sabe cuánto tiempo durará su cuerpo cansado dentro de un cuerpo en movimiento como ese…”, respondió. Era cierto que cada vez que el Mud Golem balanceaba su brazo, la sala de control en su pecho rebotaba. Había estado dentro de ese Unko Undine Gigante… o más bien, Dinne, pero esas burbujas no rebotaban en absoluto.

“Qué puedo decir, cosechas lo que siembras. ¿Por qué el conde Lodol está incluso en esa habitación de todos modos?”

“Hrm, ahora que lo mencionas, me parece extraño que el recuento esté dentro de la sala de control… Quizás estaba modificando el panel de control por su cuenta. En contra de mis instrucciones de no hacerlo, eso es”, dijo. El panel de control probablemente era algo parecido a un monitor.

“Creo que eres demasiado confiada, Suma Sacerdotisa. Decirle a alguien que no toque algo solo hace que quiera tocarlo más. Supongo que se puso codicioso y trató de aumentar la dificultad, lo que terminó causando este lío”.

“… No creo que ninguna de las configuraciones disponibles para él podría haber causado que la mazmorra se volviera loca de esta manera”, dijo Alca, pensándolo bien.

“Bueno, las mazmorras son seres vivos, después de todo. ¿Supongo que esto significa que su experimento fue un fracaso? Es difícil llamarlo una mazmorra adecuada cuando se vuelve loco así”.

“¿Hm…? No, esta mazmorra sigue siendo una verdadera mazmorra. Puedo confirmar a través de mi visión de maná que está devolviendo maná al aire correctamente”.

Espera.

“Espera un segundo, Suma Sacerdotisa. Lo estás haciendo sonar como si la mazmorra todavía estuviera bien”.

“Se está volviendo loco temporalmente, pero debería calmarse en poco tiempo. Aunque una  vez que todo esto termine, tendré que usar mi autoridad para traer la sala de control a la superficie”.

Espera, espera.

“Me parece que no planeas destruir el Núcleo Artificial en absoluto. ¿Me estoy perdiendo de algo?”

“Qué cosa más extraña de preguntar, Keima. ¿No es un crimen grave según la ley imperial destruir Dungeon Cores? El solo hecho de planificarlo da como resultado el destierro y la expulsión del país, pero me parece que estás sugiriendo que destruyamos el Núcleo Artificial”.

Espera, espera, espera.

“¡Ah! ¡¿Podría ser que finalmente hayas decidido venir conmigo al Reino Santo?!”

“Er, no.” Por alguna razón, Alca y yo simplemente no nos entendíamos.

… Igni se acercó y me tocó. “Tío, tío. ¿Le dijiste sobre la erupción?”

“¡Oh!” Ahora que lo mencionó, no le había dicho a Alca que la Montaña Tsia iba a estallar. Dado el momento en que nos conocimos, era probable que ella no supiera nada de eso.

“Suma Sacerdotisa. Acabo de enterarme de esto antes, pero aparentemente esta mazmorra hará que la Montaña Tsia haga erupción. Está agotando el poder para contener la erupción lejos de las [Flame Caverns]”.

“Oh ya veo. ¿Qué pasa con eso?” Preguntó Alca con una inclinación de cabeza. “Eso es exactamente lo que sugirió nuestra investigación. Colocar una mazmorra artificial junto a una mazmorra natural conducirá a que la mazmorra adecuada robe el poder de la incorrecta. No hay nada de malo en eso”.

“No, no, no, no, como, la montaña va a estallar antes de que eso termine de suceder. Tenemos que destruir este núcleo artificial”.

“Estoy en desacuerdo. Sería mejor dejar que la montaña entrara en erupción”, dijo con una sonrisa brillante. ¿Qué demonios?

“Todo lo que me has dicho es que la montaña está destinada a explotar, y una mazmorra inadecuada está impidiendo que la naturaleza siga su curso.

¿Qué daño hay en dejar que la montaña haga lo que debe hacer?” Uh… ¿Estoy hablando con otro ser humano o…?

“¡Hay mucho daño! ¡¿Por ejemplo, todas las personas que morirán?!”

“No temas, Keima. Se convertirá en una prueba de que la mazmorra adecuada ha conquistado la mazmorra incorrecta. En otras palabras,

¡incluso una erupción conducirá a la paz mundial!” declaró, con tanta valentía  y  confianza  que  honestamente  comencé  a  cuestionar  si  la erupción era realmente mala. Espera, ¿es esta una habilidad de control mental? Acuné mi cabeza.

“¿Estás bien, Keima? ¿Te has estado esforzando para convocar a tantas Gárgolas después de todo…?”

“Nah, nah…” Mierda, ¿qué hago? Alca está viviendo en otro mundo diferente al nuestro.

Consideré cómo eliminar a Alca mientras enviaba gárgolas de refuerzo. El método más rápido sería matarla, especialmente porque simplemente reviviría. Dicho esto, no queríamos matarla nosotros mismos. Ya que ella simplemente reviviría.

“Alca, creo que las Gárgolas no podrán distraer al jefe por mucho más tiempo. ¿Podrías volver a la pelea?”

“Oh Discúlpeme. Estaba tan absorto en la conversación que olvidé nuestra situación. Hm… tendré que hacer algo con ese núcleo. La habitación es obviamente el núcleo del Mud Golem, por supuesto. Por favor, continúen enviando refuerzos”, dijo Alca antes de regresar para luchar contra el Mud Golem. Fue entonces cuando Rokuko me contactó.

“Keima, escuché todo.”