Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 3

Capítulo 5: Fifth Score

Parte 6: Mi yo de hace diez años

“…… Ella es buena…” Gemí para mí misma mientras la puerta de entrada a un mundo diferente de Shogi se abre justo ante mis ojos.

Mi primer juego fue perfecto. Al menos, pensé que era.

Pero los engranajes comenzaron a interferir a mitad del juego cuando Ai sacrificó a su Kaku promovido. Incluso después de eso, pensé que jugué lo mejor posible turno tras turno…

“…… Muy bien ….”

Mire hacia la niña sentada al otro lado del tablero una vez más.

Esa chica se está concentrando en el tablero con tanta fuerza que está conteniendo la respiración, con las mejillas hinchadas mientras analiza cada detalle.

Casi de la misma forma en que un atleta que corre a una velocidad de 100 metros a toda velocidad encuentra esa explosión adicional para ir aún más rápido. Y está a punto de adelantarme.

“…… He estado corriendo una maratón, se lo haré saber …”

Dudo que ella haya escuchado mi queja. Por supuesto que ella no lo escucho.

Sacrificando un Hisha para tomar un Kaku.

Luego desplegar ese Kaku en un lugar que era tan bueno como para tirarlo.

Ese sentido mágico, casi universal, desmanteló mis defensas en un instante. El hecho de que estaba a leguas adelante hasta el medio juego no hizo diferencia.

“……… Pero, ¿Dónde…?”

—— ¿Qué hice mal?

—— ¿Dónde se volvieron las cosas contra mí?

Saber que estoy a punto de perder rompe mi concentración y reflexiono sobre lo que acaba de suceder.

Luego, mucho antes de eso, cuando me uní a la Liga Práctica.

Una misión de siete años para convertirme en una jugadora de la Liga Femenina.

En aquel entonces, pensé que estaba comenzando el viaje un poco más tarde que todos los demás. Eso es todo.

Pensé que tenía talento solo porque papá era un jugador profesional. Era tan fácil pensarlo en esos días.

Estaba segura de que, si me lo tomaba en serio, estaría en la Liga Femenina para cuando cumpliera los veinte años. Todos nosotros en la Liga práctica en ese el tiempo hablaron de lo maravilloso  que sería el futuro, reír y disfrutar todos los días.

Pero yo soy la única que se encuentra aquí todavía.

Todos los demás se unieron a la “Liga Femenina” o fueron a la universidad, encontraron un trabajo o se casaron después de que renunciaron.

Feliz cumpleaños.

No estoy segura de cuándo comenzó, pero ahora esas palabras suenan como una maldición.

Mi ventana de oportunidad parece que se está cerrando un poco más con cada año que pasa.

A pesar de que tenía que seguir estudiando, tenía que investigar el Shogi tanto como podía, comencé a odiar la visión de un tablero de Shogi.

A pesar de que estaba haciendo lo que amo, persiguiendo mi sueño, en realidad ese mismo sueño estaba empezando a aplastarme.

Ha llegado al punto en el que solo venir a la asociación es vergonzoso.

No quiero ver a Ginko-chan. No quiero ver ninguna de las Ai. No quiero ver ninguno de sus nombres escritos en revistas o periódicos.

Porque tengo envidia. Porque estoy celosa.

Esas chicas están viviendo mi sueño. Se han convertido en lo que yo quería ser, poseer lo que quería tener. Es por eso que me siento tan inútil cada vez que las veo Jugar Shogi comienzo a parecer inútil y empiezo a preguntarme por qué estoy viva.

—— No eres necesaria.

—— No tienes talento.

Cada vez que veo un círculo negro en mi tarjeta de partida, eso es lo que me dice. Mi espíritu comienza a agrietarse con cada uno.

Cada vez que veo un círculo blanco en la tarjeta de partida de Ai, está diciendo lo mismo y mi espíritu se agrieta aún más.

Ella no ha hecho nada malo y, sin embargo, hay una parte de mí odia a esta chica cada vez más. Es por eso que no quiero verla, no quiero hablar con ella.

Pero lo peor de todo es que odio esa parte de mí misma.

¡Odio a los débiles!

“Uff … ”

Respire hondo y mire hacia el techo para calmarme.

Esto es tan bueno como intentar arreglar mi espíritu de una ruptura con cinta adhesiva. Es un desastre total, pero de alguna manera, de alguna manera aún se mantiene.

El reloj de ajedrez marca los segundos.

Escucho fuertes respiraciones de mis amigos y compañeros de la Liga Práctica; todos ellos tratando desesperadamente de leer el tablero.

Y el sonido de las piezas de Shogi que se rompen como madera picada agrega combustible a mi fuego espiritual.

He escuchado estos sonidos desde antes de que naciera.

Aprendí las reglas de mis padres cuando tenía seis años y lo odié con pasión cuando tenía once años.

Entonces me enfrenté seriamente al Shogi por primera vez cuando tenía dieciocho años.

Han pasado siete años desde entonces.

He vivido en este mundo, tratando de convertirme en una jugadora de la Liga Femenina por más tiempo que esta niña sentada frente a mí, puede recordar su propia vida.

¿Quiero huir de eso? ¿Escapar de este sueño?

“…… Sabes que no”

Porque en serio, no sé cuándo rendirme, incluso en una situación sin esperanza como esta.

Está bien.

No me doy por vencida.

No para presumir, pero confío en decir que no hay peor perdedor que yo.

“¡¡Aún no!!”

*¡BOFETADA!*

¡Golpee ambas mejillas y lance una pieza hacia abajo en mi formación con un *Clack* más fuerte! Y luego golpee el reloj de ajedrez con un sonido aún más fuerte

*¡Pum!*

“¡Ven a por mí!”, Le grite a una niña de primaria que vuelve desde tan atrás, para sacar todo este veneno acumulado de mi corazón.

Las apariencias no significan nada.

“K-Keika-san se rompió…”

Yaichi-kun parece asustado. ¿Ha estado viendo cosas? Esta es mi verdadero yo.

“¡Ve por ella, Keika-san!”

“¡Lo estás haciendo genial, Ai-chan!”

Cada vez más miembros de la Liga Practica se reúnen y comienzan a animarnos ahora que han terminado sus propias partidas.

Nuestro instructor principal está en silencio, pero puedo sentir su amable y sólida mirada.

Puedo decir que los miembros de la Sub Liga, las personas que han realizado sesiones de práctica conmigo, que solían estar en la Liga Práctica conmigo, silenciosamente están ofreciendo su apoyo mientras están ocupados con sus propias partidas.

Eso no fue todo.

La amigable señora que siempre saluda desde su puesto en la tienda de regalos de la planta baja tiene las manos juntas frente a su pecho, rezando por mí. El guardia de seguridad, que siempre ha ofrecido una palabra amable desde que era una niña cada vez que vengo a la asociación, está viendo esta partida desde la sombra de una columna de apoyo en una esquina de la arena. Ambos piensan que están bien escondidos, pero no están ocultos en absoluto. Están en hora de trabajo, por lo que los dos están descuidando sus deberes en este momento.

“¡…..!”

Una mancha en mi nariz se contrae, mis ojos se rompen y hacen que los personajes de las piezas se vean manchados.

Mucha gente aquí me está apoyando.

Muchas personas están esperando que alguien tan débil y lastimosa como yo pueda ganar.

Mi espíritu es frágil, está casi roto, esta ——

“¡¡¡Ardiendo!!”

Ahora, soy capaz de concentrarme. Volvía a prestar atención a la batalla.

Estoy en desventaja.

Pero aún me queda una opción.

Haciendo uso de todas las habilidades y técnicas que he acumulado durante mi viaje——

“¡Te derribaré!”

Agarre a mi propio Ou y lo devuelvo con fuerza.

¡Escape rápido! “¡¡Sígueme!!”

Una loca carrera al otro lado del tablero: ¡Nyugyoku!

¡Un Ou que se acerca siempre hace que un oponente reduzca la velocidad y lo piense dos veces, lo que ejercerá presión sobre el Ou oponente a medida que el mío caiga sobre él!

La clave de cualquier regreso es mantener la presión sobre el Ou enemigo.

Tienes que hacer que tu oponente piense continuamente en la ofensiva y en la defensa. De esa manera, tienen que trabajar dos veces más bajo presión y es más probable que cometan un error.

Subo la apuesta golpeando mis piezas lo más rápido posible con cada movimiento para interrumpir el ritmo de pensamiento de Ai, una pequeña técnica que  he  aprendido.  Toda  la  experiencia  que  he cultivado en la Liga Práctica. Todo lo que he aprendido desde que estaba en el entrenamiento antes de eso, lo invoco todo, ¡Traigo cada bocado para apoyar en esta partida!

¡Incluso Ai Hinatsuru no debería ser capaz de manejar todo esto a la vez!

“…… Aquí… Aquí…Aquí…Aquí…Aquí… … Aquí…Aquí…No hay lugar…”

Ella no retrocede.

“Aquí no hay ningún lugar”

No solo Ai no está al tanto de las personas que nos rodean o de mis tácticas, estoy bastante segura de que ha olvidado que estoy aquí. Está completamente absorta en el tablero, mirando al Shogi y nada más.

Al verla así, pienso para mí: ¿Alguna vez me he enfrentado al Shogi con tanta intensidad antes?

Quiero ser una jugadora de la Liga Femenina.

Ese sueño mío, fue porque si me unía a la Liga Femenina, la gente me llamaría Sensei. La gente me respetaría. Elegí seguir ese sueño por la sencilla razón de que el hogar de mi infancia también es un aula Shogi, y parecía más divertido que conseguir un trabajo.

No había nada más para eso. Si Ginko-chan puede hacerlo, yo también puedo. Eso es todo.

Mi deseo de convertirme en una Jugadora de la Liga Femenina no proviene del amor por el Shogi.

Eso puede ser cierto para la persona que tenía a los diez años, cuando escribí esa carta, pero había olvidado lo que se sentía cuando me uní a la Liga Practica. Eso fue lo más importante.

Siempre me preocupé por lo que otros pensaban mientras jugaba Shogi. Estaba tan preocupada con lo que pensaban de mí, que nunca me concentré por completo en mis partidas. Siempre tuve el futuro, el dinero, el estatus y la fama en el fondo de mi mente cuando jugaba.

Pero, Ai es diferente.

Ai quiere unirse a la Liga Femenina porque realmente ama a Shogi.

Por otra parte, ella probablemente no tiene ningún interés en las calificaciones en absoluto. Ai no tenía idea de que los jugadores de la Liga Femenina existían hasta hace poco.

Fue su admiración por los encantos de Yaichi-kun y el Shogi lo que la llevó a sumergirse de cabeza en este mundo sin pensar en las implicaciones. Ella no está en esto por sí misma.

Increíble, ¿verdad? Esta niña de nueve años ama tanto al Shogi que abandonó su hogar para convertirse en una discípula interna.

Es increíble.

Ella dejó la única casa que conoció para saltar a los brazos de su jugador de Shogi favorito.

Al igual que la invicta “Blancanieves”, al igual que Ginko-chan.

“…… No puedo competir con eso …”

Mi Ou ya está atrapado. No puede liberarse. Incluso yo, débil como soy, puedo decirlo.

Existe la posibilidad de que nunca me una a la Liga Femenina.

Esa ventana se hizo aún más pequeña hoy.

Sin embargo, creo que encontré algo aún más importante.

Esta chica, hay algo que jugar contra Ai me hizo darme cuenta.

El amor por el Shogi.

La sensación, el deseo de seguir jugando.

Ai me recordó cómo se sentía, el amor puro por el Shogi que tenía cuando tenía diez años.

Ella tiene mucho más talento, pero esta chica podría ser mi yo más joven, reencarnado por los dioses del Shogi.

Si la chica que escribió esa carta viera a su yo de veinte años, probablemente estaría decepcionada.

Pero no porque no hice mi sueño realidad. Porque lo había perdido de vista.

Así que——

Enderecé mi postura, puse mi mano en mi soporte de pieza, bajo mi cabeza, y dije tan alto y claro como pude.

“Perdí”

He dicho esa palabra miles y miles de veces antes.

Probablemente diré eso cientos de miles de veces más.

Para mi yo de diez años.

A  los  veinticinco  años  de  edad  y  todavía  estoy persiguiendo el sueño.