Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 11

Epílogo: Evento De La Era Y Regalos

Parte 3

# La Perspectiva de Rokuko

La batalla de la mazmorra terminó con seguridad, luego la fiesta de celebración terminó, o al menos, Rokuko se fue temprano. Ahora era su momento de brillar.

“¡Bueno! ¡Finalmente es el gran día!”

¿Te acuerdas por casualidad? ¿El verdadero poder que tiene la manta Divine Futon? Exactamente un día al año, te permite dormir en la cama con cualquier persona que desees. (Y debido a la manipulación del destino y la causalidad, nadie interferirá antes del amanecer).

Había pasado un año desde la última vez que lo usó. Pronto el poder debería volver a él… ¿Verdad? Rokuko recogió la manta de futón y la palmeó. Sí, fue utilizable. Se sentía así, de todos modos.

“… La última vez fue… Bueno, tuvimos algunos problemas, pero esta vez sé todo lo que necesito saber. Gracias Redra. Esta vez seguro, Keima y yo haremos… um, ¡haremos lo del bebé!” Declaró Rokuko. A pesar de hablar con el aire para bombearse, todavía estaba demasiado avergonzada para decir sus planes directamente.

Redra fue la fuente de información. Ella era un Dragón Rojo, y la Maestra de Mazmorras de las vecinas [Cavernas de llamas]. Ella tenía una hija llamada Igni. En otras palabras, ella era una veterana del amor.

Según ella, Rokuko solo necesitaba besar a Keima, abrazarlo y luego seguir la corriente. Besar era el secreto de todo. Al parecer, estaba bien que las hermanas lo hicieran, pero dado que Niku y Maiodore, la hija del archiduque estaban comprometidos, era riesgoso que las dos chicas se besaran. Rokuko, una chica muy inteligente, era lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de esto.

“… Oh, gran futón, oh, gran futón. ¡Quiero dormir con Keima!”

Ella oró al Futón Divino, y brilló brillantemente. Era la misma luz que había visto hacía un año. En otras palabras, se había activado.

Por cierto, Rokuko ya tenía puesto su vestido babydoll para la hora de acostarse, y estaba usando los calcetines negros que le gustaban tanto a Keima. Su ropa interior también era un par sexy de ropa interior afortunada que había preparado para este día en particular. Quien haya acuñado el término “ropa interior de la suerte” debe haber tenido una experiencia de la vida real, pensó Rokuko, porque de hecho se sentía tan nerviosa que era tentador confiar en la suerte.

No mucho después, llamaron a la puerta. “¡Eep! ¿Eres tú, Keima?”

“Sí, soy yo”.

“¡La puerta está abierta!”

“¿Oh enserio? Entraré, entonces”.

Keima abrió la puerta y entró. Llevaba el mismo jersey que solía llevar.

“Hehe. Tenemos algunas piezas más de la ropa de cama divina, ¿eh, Rokuko? Las batallas de mazmorras seguramente valen la pena”.

“Uh-huh. Y como tenemos uno cada uno, finalmente tienes uno propio.”

“Eso apenas importa. Tienes la manta de futón y la colcha, mientras que no tengo nada más que el despertador que ya ni siquiera es parte del set oficial”.

De hecho, así es como terminaron dividiéndose. Keima sintió más que un poco de arrepentimiento por no solo elegir de inmediato algo que pudiera usar para ayudarlo a dormir. Aunque fue difícil quejarse considerando la suerte que tuvieron de obtener dos.

“Entonces, Keima, demostrémonos lo que tenemos”.

“Por supuesto. ¡Adelante, Divine Alarm Clock!” Keima declaró mientras sacaba el Divine Alarm Clock. Era redondo y análogo, con un cuerpo rojo y una esfera de reloj blanca. Los números del uno al doce estaban escritos en letras negras, y simples flechas negras decían qué hora era. Debajo había cuatro palos que servían como patas, y la parte superior tenía campanas doradas para convertirlo en un despertador.

“Y aquí. Esta es la colcha divina.”

Lo que Rokuko sacó fue una colcha beige. A primera vista, era solo una colcha gruesa normal cubierta de piel, pero cuando se tocaba se podía sentir la inmensa cantidad de microfibras. A diferencia de la manta de futón, tenía un peso significativo, pero sin ser demasiado pesado, era lo suficientemente pesado como para envolver al usuario en una sensación de comodidad.

“… Hombre, cuando los alineas así, realmente parece que la colcha es la verdadera ‘ropa de cama’ aquí”, dije.

“Cierto. Solo usa el despertador cuando necesita despertarse, y en realidad no es parte de su cama ni nada. No te toca directamente”.

“Si. Parece que esa es parte de la razón por la que fue eliminado del grupo”.

Mientras hablaban sobre la ropa de cama divina, Rokuko casualmente hizo que Keima se sentara a su lado en la cama. Allí notó que Keima llevaba un brazalete en su muñeca izquierda, que había estado oculto por su jersey.

“Oh, ordenado. ¿Es esa la [Pulsera Corazón de León] que Haku te dio?” “Sí. Al parecer, Padre lo hizo.”

“¿Wow en serio? Te queda muy bien, Keima.”

“¿Eso crees? Bueno, lo voy a esconder debajo de mi manga de cualquier manera. Aparentemente bloquea cualquier tipo de influencia mental”.

… Fue entonces cuando Rokuko se dio cuenta de que Keima estaba mucho más cuerdo que el año pasado. Había pensado que las cosas irían bien esta vez ya que Keima tenía un pedazo de la ropa de cama divina, pero tal vez no sería tan fácil.

“………”

“¿Hm? ¿Qué pasa, Rokuko? ¿Lo quieres?”

“Er, um, bueno… ¡L-Lo quiero! Pero él te lo dio, así que.”

“Oh, no, es solo un accesorio, no estoy demasiado apegado a él. ¿Qué tal si te aferras a mí? Estaría más relajado si supiera que de todas formas lo tienes contigo”.

“Oh, um. Bien entonces,” dijo Rokuko, aceptando el brazalete de color plateado de él. Se lo puso en la muñeca, su corazón latía por el calor corporal de Keima… y luego notó que él la estaba mirando.

“………”

“¿K-Keima?”

“¿S-Sí? ¿Qué pasa?” “Estabas dormitando allí…”

“Er, bien. Estaba un poco cautivado por verte.”

“¡¿Qué?! ¡O-Oh, está bien! ¡Genial, wow, uh-huuuuh!”

Rokuko desvió la mirada, incapaz de seguir mirándolo. Sus mejillas estaban sonrojadas. Keima probablemente había perdido el control de sí mismo un poco después de quitarse el brazalete.

… Rokuko cambió de tema para evitar su vergüenza. “P-Por cierto. ¿Qué efecto especial tiene el despertador? La colcha aparentemente niega los ataques por completo. Y te calma”.

“¿Niega los ataques? Que loco. Esa es una pieza de la ropa de cama divina para ti. El reloj despertador cura todo tipo de dolencias de estado diferentes”.

Si lo pensabas, la somnolencia era como un efecto de estado que podría bloquearse con {Resistencia al sueño}. Tenía sentido que el Divine Alarm Clock podría forzarlo a sentirse bien después de despertarse si podía “curar” su somnolencia.

“Por cierto, aunque tiene campanas, si lo configuras con sonidos eléctricos, también puedes configurarlo para que se active después de doce horas. Incluso puedes configurarlo para que se dispare incluso un siglo en el futuro”.

“Espera, ¿la esfera del reloj es solo para mostrar?”

“Bueno, todavía puedes usarlo como un reloj normal también. Es bastante conveniente ya que automáticamente mantiene la hora precisa por sí sola”, dijo Keima, pero estaba mirando a lo lejos.

“Ser un buen despertador es más que suficiente, ¿no? ¿Hay algo que no te gusta de eso?”

“Er, bueno, el efecto ocurre cuando emite un sonido, pero…” “Oh eso tiene sentido. ¿Qué tipo de sonido hace?”

“Uhhhh… Bueno, escucha tú mismo. Llama en diez segundos”, dijo Keima al despertador. Eso es lo que pasó antes de que un pitido tranquilo llenara la habitación. Inmediatamente golpeó con la mano el despertador para detener el sonido. Un segundo después, Rokuko se dio cuenta de que la somnolencia que había estado sintiendo había desaparecido por completo.

“Ya veo. Es bastante tranquilo.”

“Sí. El sonido no importa mucho desde que te despiertas de la cancelación del efecto de estado. Pero como probablemente pueda ver, aclara su cabeza y lo hace sentir bastante despierto. Definitivamente no es algo para usar justo antes de acostarse”.

“Ahora sé por qué Padre estaba tan orgulloso de eso”, dijo Rokuko con un movimiento de cabeza y una cabeza agradablemente clara.

“Entonces, ¿crees que esto me ayudará a dormir?”

“… ¡Oh! Ahora que lo mencionas, definitivamente no puedes dormir con esta cosa”.

“Es la única falla de este despertador, pero es fatal. Esto no es ropa de cama en absoluto. Es una herramienta para despertarse”.

“Wow. Uh-huh, entiendo totalmente tu punto.”

Aun así, Rokuko pensó que ya que te ayudaría a despertarte sin importar cuándo necesitabas estar despierto, debería contar como ropa de cama. Aunque tal vez el hecho de que te hizo pensar en despertarte lo descalificó de ser ropa de cama divina.

“De todos modos, estoy completamente despierto ahora, así que voy a volver a mi habitación. Gracias por mostrarme tu ropa de cama.”

“Um, ¿de nada?”

“Paz, Rokuko. Hasta mañana”, dijo Keima antes de salir de la habitación con una expresión brillante.

Rokuko se quedó sola en la habitación.

“… Espera, ¿qué? ¿Por qué? ¿Qué pasa con el efecto del futón?”

El despertador divino. Curó todo tipo de dolencias de estado, incluso la dolencia inducida por el Futón Divino. Al darse cuenta de esto, Rokuko explotó y habló sin pensar. “¡EL RELOJ DE ALARMA NO ES UNA CAMA!”

Sus palabras desafiaron la voluntad de Padre. Y, sin embargo, no pudo evitar decir lo que pensaba.

Aun así, Rokuko no estaba dispuesta a dejar que las cosas terminaran allí. Pensó por un momento después de que Keima salió de la habitación, luego se fue, decidida a dormir juntos sin importar el costo. Tenía la mente puesta en eso y nada la sacudiría. Pero Keima se había ido. El deseo y la frustración  estaban  hirviendo  dentro  de  ella.  ¿Qué  iba  a  hacer  ella entonces? ¡Solo había una respuesta! ¡Ve a él ella misma! Y así, Rokuko fue a la habitación de Keima para lanzar un avance nocturno.

“¡Voy a entrar, Keima!” “¡Whoa! ¡Espera un segundo!”

La voz de Keima tuvo un poco de pánico cuando le dijo que esperara, así que se detuvo durante unos buenos diez segundos antes de entrar. La habitación que le habían dado estaba casi vacía como un almacén desnudo. No había nada lujoso como una cama; solo había un futón en el suelo. El hecho de que incluso una habitación como esa tuviera una cara ventana de cristal solo demostró cuán elegante era la Villa de Marfil.

Y adentro estaba Keima sentado en su futón con su camiseta. “Rokuko,

¿eh? ¿Qué pasa?”

“Um, bueno…”

A Rokuko le resultaría mucho más fácil si pudiera decir honestamente que ella había venido a acostarse con él. Pero no podía, y había sido demasiado imprudente venir aquí sin un plan. Aun así, se le ocurrió una idea en el momento justo.

“Gracias a ti, no puedo dormir. Asume la responsabilidad y utiliza Siesta en mí”.

En efecto. Si se había despertado por completo de su somnolencia, entonces todo lo que necesitaba era que la obligaran a volver a dormir. Y Keima tenía una Espada Mágica que hacía exactamente eso.

Keima fue conmovido por su idea. “Wow, olvidé por completo que era una opción. Muy bien, volvamos a tu habitación”.

“Hay un futón aquí mismo. Podemos quedarnos.” “Uh”.

“¿Tiene un problema?”

“… Esta es una extraña coincidencia, pero no tengo repuestos. Aquí solo hay un futón”.

“… ¡Oh! Wooow, huh.”

De repente, golpeó a Rokuko. Los efectos del Futón Divino todavía estaban vivos. Así habló el Futón Divino: Dormirán juntos, porque es el destino.

“Keima, saca a Siesta y recuéstate”. “Er, claro.”

Keima puso a Siesta al lado de la almohada y se tumbó boca arriba en el futón. Rokuko sonrió.

“¡Oooh no, lo siento, me tropecé!” “¡Nghuh!”

Rokuko cayó hacia Keima en lo que obviamente era un movimiento deliberado. Su codo se abrió camino perfectamente en su estómago.

Por otra coincidencia, Keima llevaba el maillot que Padre había arreglado después de que se rompió en la batalla de la mazmorra, y debido a eso, el Golem usable hizo que su entrenamiento de apoyo volviera a su estado inicial. Y Keima aún no había vuelto a ingresar el entrenamiento, ya que podía hacerlo cuando llegara a casa. Gracias a eso, a pesar de haber esquivado ágilmente los rápidos ataques de tentáculos, ni siquiera pudo reaccionar ante el codo perezoso de Rokuko y terminó tomándolo de frente.

“¡Nguh, ngggh!”

“¡Oh,  lo  siento,  Keima!  ¿Duele?  ¡Debe  doler!  ¡Eso  es  mucho  daño!

¡Necesitamos usar la Manta Divine Futon para sanarlo! ¡Ah, y Siesta, explota tu somnolencia a toda potencia!” Rokuko declaró al gatear hacia el Futon junto a Keima y verter maná en Siesta al lado de la cama. Al mismo tiempo, sacó su Manta Divine Futon y la puso sobre ella y Keima.

“Espera, qué estás… zzz…”

“Buenas noches, Keima… zzz…”

La somnolencia de Siesta golpeó tanto a Keima como a Rokuko. Y así, Rokuko logró dormir al lado de Keima.

***

Se encontraron en el mundo de los sueños. Era un espacio hecho por Rokuko, porque Rokuko estaba usando el poder del Futón Divino.

“Vaya holaaaa, Keima.”

“Hola, Rokuko. ¿Te importaría decirme qué está pasando aquí? ” “¿Qué quieres decir?”

“Sheesh… Eh, no importa. Esto es solo un sueño de todos modos. No obtendré buenas respuestas de ti, no importa lo que pregunte”.

Por cierto, después de mucha consideración la última vez, Rokuko decidió hacer de este sueño uno donde Keima lo recordaría como un sueño, pero ella lo recordaría claramente como un hecho. Por lo tanto, esta vez no lo usaría como un paraíso para cambiarse de ropa tanto como él quisiera. Aunque si Keima quería hacer eso él mismo, era un juego totalmente justo.

“Pero sabes, Keima, ¿qué es esto que estoy usando…?” “………”

Rokuko vestía lo mismo que ella había usado antes de acostarse. Era el vestido babydoll que había elegido cuidadosamente sobre todas las demás opciones antes. Aunque se suponía que esto debía parecer el sueño de Keima, ella estaba usando lo que él quería que usara.

“¿Te gustó tanto? ¿Hm, hmmmm?”

“S-Sí, me gusta. ¿Y qué? No vengas a mi habitación con un vestido así.

¿Y si alguien te viera?”

“¿Qué me importa si alguien ve?” Rokuko preguntó, y Keima miró hacia otro lado.

“… No quiero que nadie más te vea en eso. Sheesh —murmuró él.

Oh Dios mío. Era una verdadera lástima que no pudiera usar la función de grabación de la mazmorra en el mundo de los sueños.

“Keima, Keima, ¿qué fue eso? ¿Podrías decirlo de nuevo?” “De ninguna manera. Es vergonzoso.”

“Awww, ¿qué? Vamos, hazlo”, dijo Rokuko antes de aferrarse a Keima. Ella lo miró mientras frotaba su pecho decentemente considerable contra él. Se escuchó el sonido de un corazón palpitante. Si era de Rokuko o de Keima, nadie lo sabía.

Rokuko la preparó resuelta y habló. “Keimaaa… ¿Bésame?” “¿Tus pies?”

En opinión de Rokuko, habría sido un juego totalmente justo para ella golpear a Keima allí.

“¿Por qué los pies? Vamos. Estoy hablando de mis labios. ¿Eres tonto? Tienes que ser tonto.”

“No, quiero decir, si tengo una opción, quiero besarte los pies. Y quiero decir, este es mi sueño, ¿no? ”

“………”

“………”

Se miraron por un momento… o más bien, se miraron el uno al otro, hasta que Rokuko finalmente dejó escapar un suspiro.

“Oh, bien… Este es tu sueño después de todo”.

“Sí. Definitivamente no podría hacer esto con la verdadera Rokuko. También podría disfrutar el sueño mientras dure”, dijo Keima, sonando realizado. Rokuko se dio cuenta de que tal vez cuando Redra dijo “sigue la corriente”, se refería a dejarle besar sus pies. Y allí estaba él, yendo por sus pies ya.

“Espera. No me importa que beses mis pies, pero primero… quiero un beso en los labios”.

“Claro”, dijo Keima, antes de presionar inmediatamente sus labios contra los de Rokuko.

“¡Nmmm…! ¡Nnn, nnn…!”

Después de una dulce sofocación, sus labios se separaron y Rokuko jadeó por aire. Sin embargo…

“… Um, ¿una vez más? Esta vez, mientras nos abrazamos con fuerza,” Rokuko preguntó tiernamente, y Keima respondió en silencio con la boca.

…… ………

“Hey, Rokuko”.

Rokuko se despertó con la sensación de ser golpeado en la mejilla. “Nnnm, ah… ¿Me desmayé? Nmm… ”

“¿Rokuko? ¡H-Hey, ¿nmggh?!

La cabeza de Keima estaba justo en frente de Rokuko. Ella lo rodeó con sus brazos, lo atrajo hacia sí y lo besó tantas veces que ni siquiera podía contar cuántos era. La sensación de besar le hizo sonreír. Se habían dejado llevar por la corriente antes y terminaron besándose en todo tipo de lugares más allá de los labios y los pies, pero al final besar los labios fue lo mejor en la opinión de Rokuko. Aunque Keima parecía querer ir tras sus pies más que nada.

“… ¡Pwaah! Aahh… Eso sabía tan bien…” Rokuko suspiró con una sonrisa soñadora mientras dejaba ir la cabeza de Keima.

“¿U-Uh, Rokuko? ¿Estás medio dormida o algo así?”

“… ¿Bwuh?” Dijo con voz quebrada, ahora viendo con los ojos muy abiertos que Keima se estaba sonrojando de un rojo brillante. Wow, eso es raro. Keima solo se sonrojó así durante los primeros diez besos. ¿Y soy solo yo, o el regusto es más realista que antes? Ah, y cuando nos mudamos al futón? Ah, y ¿por qué la luz de la ventana es tan brillante?

Oh. Ooooh… ESTO. ES. LA. VIDA. ¿REAL?

En el momento en que Rokuko se dio cuenta de lo que había sucedido, su propio rostro se puso rojo brillante.

“¡¿K-Keima?! Wh-Whoops, um, ¡yo-yo pensé que eras un gran rollo de melón!”

“¡O-Oh, eh! ¡Un rollo de melón, eso tiene sentido! ¡Definitivamente comimos algunos de esos en el sueño!”

“¡Sí, eso es correcto! ¡Wow, esos fueron unos rollos de melón increíbles!

¡Haha, qué error he hecho!”

“¡Hey, nadie puede culparte! ¡Quién no iría tras un gran rollo de melón justo en frente de ellos!”

Rokuko arrojó la manta de futón y saltó a una posición sentada donde procedió a poner excusas. Keima hizo lo mismo, sentándose frente a ella y asintiendo con la cabeza. Sus dos caras eran carmesí. Rokuko también estaba un poco lloroso.

Una vez que terminaron sus excusas, evitaron torpemente el contacto visual y se revolvieron para que sus espaldas se enfrentaran.

“… Iré a besar a Haku cien veces más tarde”.

“S-Sí…”

Y así concluyó la noche después de la batalla de la mazmorra.