Youjo Senki (NL)

Volumen 5

Capítulo 3: Operación Del Norte

Parte 5

5 DE OCTUBRE, 1926 DEL AÑO UNIFICADO, FRENTE A LA COSTA NORTE DE NORDEN

 Lo había oído decir. El Mayor General Habergram le había advertido:

“Dado que tenemos un topo, el enemigo podría aparecer.”

El Teniente Coronel Drake, al frente de los magos marinos de la Mancomunidad, recordó al oficial superior que le había garantizado:

“Dicho esto, con el engaño y la guerra de información exhaustiva que hemos llevado a cabo, sólo debería haber unos pocos si aparecen.” Lanzó un suspiro.

“… ¿Esquivaron eso?”

Pensó que era un disparo perfectamente dirigido. El enemigo estaba en formación para zambullirse y atacar cuando sus tropas desataron una pantalla de fuego antiaéreo en su camino.

Incluso habían suprimido sus señales de maná para que no fueran detectados de antemano.

A pesar de todo eso, los magos enemigos se desviaron en el último momento posible. Dada la distancia y el tiempo, la única explicación posible era que su comandante había sospechado algo inmediatamente antes de la carga.

“¿Qué pasa, Coronel Drake?”

“No importa cómo se mire, su intuición es demasiado buena. Y reconozco algunas de las firmas. Este es el Nombrado con el que luchamos el otro día… ¡estoy seguro!”

Apenas evitó que su rostro se tensara y miró hacia arriba para ver a la unidad enemiga aumentando su altitud. Estaban tan llenos de lucha que no solo vieron a través del ataque furtivo, sino que incluso tomaron distancia para superar su desventaja numérica.

Incluso un barco de transporte militar de alta velocidad con una velocidad de crucero de treinta nudos sería lento contra los oponentes en vuelo. Sería muy malo permitirles quedarse merodeando.

Y así, tenían que acercarse a su enemigo reforzado.

“Aparentemente, el General Habergram no está familiarizado con el campo de batalla.¿No dijo que… emboscarlos con dos regimientos sería suficiente?”

Dado lo importante que es esta ruta, ¿hicieron todo lo posible con su unidad de guardia?

 ¿Nos ordenan luchar contra esta unidad nombrada con estas pocas personas?

 Esto no se parecía en nada a lo que les habían hecho esperar.

… Debería haber esperado que apareciera la unidad que reportaba directamente al Estado Mayor del Ejército Imperial. No es que ahora pudieran hacer algo al respecto.

“Dicho eso… no podemos dejar que se escapen sin luchar…” Los amargos recuerdos regresaron.

Había aprendido por experiencia en su encuentro en el frente del Rhine, por lo que era consciente, le gustara o no, de los problemas que suponía esta unidad imperial nombrada.

Tenían espíritu y habilidad, pero también tenían el hábito de tomar la iniciativa y hacer lo que odiaban sus oponentes. Con seguridad todos tienen colas de diablo.

“Estos son los belicistas que cazaron al ejército voluntario de los Estados Unidos. Manténganse en guardia. Ataquen con todas sus fuerzas. Esta pelea se llevará todo lo que tenemos. Pongan ambos regimientos en el aire. Este barco no será hundido por la potencia de fuego de una unidad de magos, ¡así que subamos y atacamos!”

“Pirata 01, este es Control de Anjou. Una intercepción total está bien, pero hará que se baje la guardia contra los submarinos. Incluso un solo batallón está bien, así que deje una fuerza de reserva como apoyo directo para el Anjou.”

“Lo siento, incluso darle una sola compañía nos dejará muy mal. Dejaré una compañía de magos voluntarios, pero considere imposible más que eso.”

“Escuché que es un Nombrado, pero ¿son realmente tan duros?”

Drake suspiró por la radio como respuesta. Para él, era tan obvio que no necesitaba ser debatido.

Son nuestro enemigo natural, una seria amenaza.

 Para decirlo claramente, los detestaba tanto que le dieron ganas de quejarse de una manera patética y poco caballerosa.

“Si hay alguien con quien no quiero encontrarme en este momento, es con ellos.”

“Entiendo que le tengan tanto respeto, pero han volado un largo camino para llegar aquí,¿verdad?”

“Incluso si lo han hecho, y están terriblemente cansados, enfrentar a ese batallón seguirá siendo una lucha para nosotros. Sería más fácil chocar con otras fuerzas imperiales con un número igual al nuestro.”

Él decía en serio cada una de las palabras que expresaba como quejas. Los magos marinos eran valientes. Muchos de ellos eran veteranos expertos. Dicho esto, se habían desgastado desde el comienzo de la guerra.

Estaban reponiendo sus pérdidas con soldados frescos y nuevos reclutas, por lo que no estaban en condiciones ideales para participar en el combate. Si esa era su situación, por lamentable que fuera, tenían que considerar la posibilidad de un gran avance.

“Control de Anjou, una palabra de advertencia. Esta podría ser la misma unidad imperial que los atacó antes. Por favor, vigile a las tropas voluntarias.”

“Roger, Pirata 01. Las cosas serán mucho más fáciles si ustedes pueden acabarlas adecuadamente.”

“Haremos nuestro mejor esfuerzo, pero no esperen demasiado.” Su tranquila respuesta era su verdadero sentimiento.

Sin vanidad ni condescendencia, estaba seguro de que eran los mejores magos marinos. Era una convicción con respecto a su orgullo y seguridad en sí mismos, o quizás a su deber.

Pero era plenamente consciente de que no se les garantizaba la gloria de la victoria incondicionalmente… no era así cómo funcionan las cosas en el campo de batalla. No era un novato sin experiencia, no familiarizado con la niebla de la guerra. Había visto muchas derrotas arrebatadas de las fauces de la victoria, a sólo un tiro de piedra.

Sólo Dios sabía lo que sucedería cuando su mayor enemigo y su mayor aliado se enfrentaran. Drake no era lo suficientemente arrogante como para asumir el lado ganador. Como hombre en el mismo negocio, entendía tan bien la habilidad del Ejército Imperial que lo enfermaba. Y contra Nombrados, sabía que sería una pelea intensa.

Pero eso no significaba nada.

Conseguir una victoria mientras estabas nervioso era una fantasía.

“… ¿Así de duros?”

“Sí, así de duros.”

Si pusieran todo su esfuerzo desesperado, ¿funcionaría?

Bueno, quizás. Así que eso era suficiente. Si pudieran apostar por la posibilidad, entonces podrían continuar con el poder de la voluntad. Muy bien, tenemos que intentarlo.

“¡Piratas, es hora de la guerra! ¡Y los superamos en número! Han recorrido un largo camino, ¡así que denles una buena bienvenida!”

Mientras gritaba su orden, los guerreros adaptados al aire del mar despegaron.

Aunque incluso una brecha de seiscientos metros en su altitud era dolorosa, el enemigo ya estaba ascendiendo a dos mil cuatrocientos metros.

¿Esa brecha es en realidad dos mil cuatrocientos? Absurdo.

Si terminaban siendo derribados en un ataque unilateral desde arriba, terminarían siendo el hazmerreír de los libros de texto.

Pero no tenemos opción.

 “¡Divídanse en compañías y devoren el fuego defensivo enemigo! ¡Todas las unidades, esta es una pelea para atravesarlos! ¡Apresúrense!”

Cada comandante de compañía alentaba a sus subordinados al alcance del oído mientras se levantaban, entretejiendo las balas, los rayos térmicos y las fórmulas de explosión que llovían.

Un mal golpe y los derribarían sin más.

“¡No retrocedan! ¡Somos un regimiento! ¡Nuestro oponente es un batallón!”

“¡Sigan presionando hasta que los hayamos rodeado! ¡Muéstrenles cómo pelear una guerra, caballeros!”

“¡Vamos a mostrarles a estos marineros de agua dulce cómo hacemos las cosas en el mar!¡Vamos!”

Era solo una carga para abrumar el poder de procesamiento del enemigo con números. Era una confesión de ineptitud, un plan estúpido para aplastar al enemigo bajo los cadáveres de sus subordinados.

Era nada menos que un movimiento de fuerza bruta, pero no tenía otra opción.

“¡Muy bien, caballeros hijos de puta! ¡Síganme!”

***

EL MISMO DÍA, EL 203vo BATALLÓN DE MAGOS AÉREOS

En realidad, estamos por encima de dos mil cuatrocientos metros. Ninguna unidad de magos normal nos desafiaría en esas circunstancias.

No debería haber ninguna… O eso quería creer.

Pero aparentemente, estos idiotas de la Mancomunidad se toman los deportes, la guerra y nada más demasiado en serio.

Reprimiendo un chasquido con la lengua, Tanya mira a las compañías de magos de la Mancomunidad, cada una de las cuales hace su propio enfoque. Incluso arrojándoles potencia de fuego para mantenerlos abajo, no han perdido ningún impulso.

Me gustaría descartarlos como temerarios, pero, lamentablemente, su espíritu de lucha y sus habilidades no parecen tener una proporción inversa. Vienen contra nosotros con magnífica evasión, defensa y trabajo en equipo.

… Si realmente chocamos, probablemente su número nos aplastará.

“¡01 a todas las unidades! ¡Prepárense para retirarse!”

Mi decisión abrupta es evitar el encuentro.

“01, si nos retiramos ahora, ¡es probable que nos persigan!”

“¡Lo sé! ¡Mi compañía cargara para causar confusión! El resto de las unidades se las dejo, ¡Haga que realicen un combate dilatorio y apoyen la carga!”

Mi unidad y yo distraeremos al enemigo con un ataque al RMS Reina de Anjou. Dejo el resto del batallón al Mayor Weiss y una operación de evacuación.

“05 a 01. Por favor, deje que mi compañía lo haga.”

“¿Por qué no darles a sus subordinados la oportunidad de brillar de vez en cuando? Estoy seguro de que 05 o yo podríamos hacerlo.”

Una propuesta del Teniente Primero Grantz y una alentadora réplica de Weiss.

Tanya de repente se pregunta algo y lo menciona.

“Entonces, ¿por qué no incluye a mi ayudante?”

“Jajaja. Porque sabemos que no hace falta decirlo.”

“Muy bien… Hmm.”

Piensa relativamente bien en las habilidades de los demás. Puede que estén un poco locos por la guerra, pero saben cuándo renunciar.

… ¿A quién debo enviar como distracción? No está segura hasta que… de repente piensa…

“Entonces iremos todos.” Sus subordinados están a punto de replicar, pero ella se les adelanta y dice:

“Estas son órdenes de su comandante de batallón. Todas las unidades, divídanse en compañías y carguen. Repito, divídanse en compañías y carguen.”

Cuando lo piensas, si el enemigo se acerca a nosotros… sólo tenemos que aniquilarlo con fuerza impulsiva. Sumando la velocidad de nuestra caída a nuestra carga, tendremos la ventaja energética sobre nuestro enemigo que asciende.

“¡Desciendan! ¡Si el enemigo va a venir, los derrotaremos!”

El hecho de que el enemigo quiera ver si puede saturar nuestro poder de procesamiento no significa que tengamos que aceptarlo. Si están divididos, significa que tienen agujeros.

Soy una persona reacia a dejar las cosas en manos de la teoría de la probabilidad.

Pero incluso en una batalla de trincheras 2-D, puedes mantener bajas las bajas corriendo. En el cielo 3-D, siempre que no haya espoletas de proximidad… si todo lo que estamos tratando de hacer es atravesarlos, no debería ser imposible.

“¡Vayan directamente! Estos muchachos están convencidos de que el cielo es pequeño,¡así que demostremos lo grande que es en realidad!”

El punto no es una carga de un batallón aumentado.

“Quizás podrían detener a un batallón aumentado, pero ¿pueden detener a cuatro compañías aumentadas? ¡Sigan el juicio de su comandante y aplástenlos!”

Tanya aúlla ferozmente en el aire salado. Sirve tanto para animarse a sí misma como para anunciar una carga que probablemente matará a algún porcentaje de sus tropas.

“¡Todas las unidades, carguen!”

Un batallón aumentado contra dos regimientos. No hay forma de compensar esa disparidad numérica. Normalmente, sería suicidamente extraño que el Ejército Imperial eligiera una carga en estas circunstancias.

Precisamente por eso era totalmente inesperado para el Teniente Coronel Drake. Estaba tan seguro de la superioridad numérica de sus tropas que había estado pensando cuál sería la mejor manera de perseguir a los magos enemigos.

No, nadie del lado de la Mancomunidad anticipó esto.

“¡¿…?! ¡Fuego disciplinado! ¡Deténganlos!”

Gritó, pero no fue lo suficientemente rápido. No hubo tiempo para el fuego de interdicción. Para los magos de la Mancomunidad, esto era literalmente un rayo de la nada.

“¡No se amontonen! ¡Dispérsense!”

“¡¿Qué no los interceptemos?!”

“¡No, deténganlos!¡No dejen que tomen el bote!”

“¡Asuman que habrá daños!”

“¡Rompan a través la confusión!”

“¡No podemos ayudarles si caen!”

“¡Sólo miren al frente!”

“¡Desechen su equipo!”

“¡Muévanse!”

“¡Aceleren!”

“¡Ataquen! ¡Adelante!”

Caos, chillidos, gritos, y más gritos. Pero en medio del tumulto, los gritos de batalla de los comandantes de cada nivel mientras trabajan para mantener la disciplina eran reconfortantes. Me alegraba saber que los subordinados estaban haciendo su trabajo.

“… No hay irregularidades aquí. ¿Supongo que lo logramos?” Muy a su pesar una pequeña sonrisa aparece en el rostro de Tanya.

Hacerlo a pesar de la inteligencia errónea que recibieron le brinda una satisfacción no pequeña. Las cosas eran simples en el campo de batalla: el que primero tomaba la decisión correcta se llevaba toda la suerte.

Y la Diosa de la Victoria le había sonreído al Ejército Imperial, que tomó a su enemigo por sorpresa al cargar desde los cielos. Era una batalla revolucionaria en la que emplearon sus espadas mágicas a corta distancia para cortar las cabezas que parecían pertenecer a los comandantes enemigos. Se habían abalanzado desde arriba. La libertad de elegir a sus presas pertenecía al 203vo Batallón de Magos Aéreos mientras aceleraban debido a su velocidad de caída.

“¡Rompimos la vanguardia!”

“¡Compañía, dispérsense! ¡Penetren en sus escuadrones! ¡Pueden retirarse después de cada disparo! Es prácticamente un ataque de acoso, pero mientras logren impactar, ¡está bien!”

Esto fue todo incluso para los dos regimientos ascendiendo y amontonados, una vez tomados por sorpresa.

Tanya sonríe satisfecha y saborea el fruto de su determinación. Los magos enemigos que han dejado atrás están en total confusión.

Era cierto que las compañías de la Mancomunidad ciertamente tenían excelentes comandantes. Pero… Tanya se ríe para sí misma. Porque eran tan excelentes, estaban persiguiendo dos liebres.

Se puede decir que los comandantes de las pocas compañías que ya se están volviendo para dar persecución estaban tomando la decisión adecuada ante una situación inesperada.

No dejarnos llegar al objeto de su protección, el RMS Reina de Anjou, es correcto. Y tampoco se equivocan en su actitud, en una misión de escolta, de intentar defender, aunque tengan que pegarse a nosotros.

Asimismo, la elección de los otros compañeros de intentar ocupar el cielo también es válida. Es un manejo de libro de texto de la situación y la definición misma de una decisión táctica apropiada. Si pueden asegurar la posición por encima de nosotros, entonces las tornas cambiarían y serían ellos los que dispararán unilateralmente contra el 203vo Batallón de Magos Aéreos.

Sólo había un problema.

Son sobresalientes, pero las decisiones rápidas que nacen de esa habilidad eminente son su desgracia. En otras palabras, no deberían haber elegido ninguno de esos.

“¡Usen las unidades de magos de la Mancomunidad sobre nuestros talones como escudo y acérquense al barco!”

Los que nos persiguen impiden que el resto de las unidades en el cielo nos disparen. Varias compañías han sido eliminadas repentina y efectivamente del juego.

Sin siquiera luchar, la fuerza enemiga se ha reducido a la mitad, aunque sólo sea momentáneamente.

Luego, debido a su excelencia superficial, se equivocan.

“¡Coronel! ¡Las compañías enemigas que vienen detrás de nosotros se están dividiendo!¡Están tratando de asegurar una línea de fuego!”

“Esa es una teoría de sillón de alguien que no sabe lo difícil que es disparar a través de sus aliados durante las maniobras de alta velocidad. ¡Ajusta tu ángulo y evita su línea de fuego!”

“¡Sí, señora!”

Tanya ladra y los oficiales experimentados del batallón responden.

“Esto es tan nostálgico. Me recuerda al frente del Rhine.”

“Usted misma lo dijo, Teniente Serebryakov. Tiene toda la razón. ¡Me recuerda a las batallas de trincheras! Muy bien, tropas, es hora de jugar un juego de antaño: ¡la traes!”

Con el enemigo en persecución, atacamos nuestro objetivo. Era como cuando solíamos hacer incursiones nocturnas a escala de compañía en las trincheras, donde si los refuerzos enemigos nos alcanzaban, eso era todo.

Nuestro objetivo esta vez era el RMS Reina de Anjou navegando tranquilamente debajo de nosotros. Lo único que había entre el batallón y el barco era una pequeña unidad de defensa.

La Teniente Coronel Tanya von Degurechaff tiene un pensamiento repentino: creo que podemos hacer esto.

……

Probablemente Mary Sue nunca olvidaría ese momento. Siempre salía de la nada.

… De repente, la alarma que señalaba el combate sonó en cubierta.

“¡Advertencia, enemigo acercándose! ¡También logramos identificar su longitud de onda!¡Es una unidad nombrada!”

“¡¿Cuál es su estado?!”

“¡Es el que confirmamos en el frente del Rhine!”

“¡¿En el Rhine?! ¿Esos tipos?”

Esos tipos. Esa…

… La que mató a mi padre. Y a mis amigos.

Mi… Nuestro enemigo.

Por eso me puse a correr. Con mi rifle y mi orbe en la mano, subí corriendo a cubierta.

Mis amigos que vinieron después de mí tenían lo mismo en sus mentes.

Venganza.

Nuestro enojo, el enojo de nuestros amigos, el enojo de nuestras familias.

Sobre todo, no queríamos perder nada más. Para proteger, teníamos que luchar. El poder para hacer eso, mis armas, estaban en mis manos.