Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 10

Extra 4: La Princesa Imperial Hace Turismo — Mercado De Esclavos

“Yo digo, no hay lugar más lleno de secuestros que el mercado de esclavos”, sugirió Emmymephy, por lo que el escuadrón de la princesa fue a un gran mercado de esclavos. Parecía una vieja tienda normal, pero dentro había esclavos que se vendían.

“Pero honestamente, ya tengo suficientes esclavos, así que”. “Convenido.”

“Totalmente.”

Niku e Ichika asintieron de acuerdo con Rokuko. Eran los únicos dos esclavos que poseía Keima, pero como podía convocar monstruos en cualquier momento, no les faltaba mano de obra. Tanto es así que siempre posponen la invocación más, ya que pueden hacerlo en cualquier momento.

“Vamos, vamos, no hay necesidad de matar el estado de ánimo. Todo por lo que realmente estamos aquí es para ser secuestradas”. Y así, Emmymephy tomó la delantera, yendo a la tienda ella misma. Dentro había una alfombra roja que conducía a un mostrador de recepción.

“Yo digo, deben ser bastante rentables. Esta es una gran tienda”. “Uh huh.”

Continuaron y hablaron con el hombre grasiento sentado detrás de la recepción.

“Bienvenida, buenas damas. ¿Estás en busca de esclavos? ¿O tal vez aquí para vender algo?”

“¿Qué tipo de esclavos tienes?”

“Ah, solo los mejores esclavos de todas las tierras. Abajo tenemos a los muchachos jóvenes, arriba tenemos a las bestias de hombres mayores y de hombros anchos. También alquilamos esclavos por noches u horas si es necesario”.

“¿Solo hombres? ¿No tratas con mujeres esclavas? ”

“Oh, ¿sois ustedes dos de la persuasión más femenina? Perdona mi grosería.  Ciertamente  tenemos  esclavas,  sí.”  El  hombre  habló  con Emmymephy y Rokuko mientras sonreía y se frotaba las manos. Parecía ser el dueño del mercado.

“Por cierto, ¿cuál es su presupuesto?” “No planeo comprar ninguno”.

“Yo digo que yo tampoco”.

“¿Vender entonces, tal vez?” El hombre miró a Niku e Ichika. “No”.

“No es mío para vender”.

“Tch, solo mirones, ¿eh? Váyanse de aquí.” El hombre chasqueó la lengua y escupió, su actitud experimentando un cambio total.

“Wow, eres un verdadero encanto, ¿eh?”

“No tiene sentido perder el tiempo actuando de manera amable con los cabrones que no van a gastar dinero. O qué, ¿vas a vender esas dos perras calientes por allí? ¡Pagaré un oro por ambas! ¡Echar un vistazo!” El hombre sacó una moneda de oro de su bolsillo y la golpeó sobre el escritorio.

“Yo digo, además de ser increíblemente grosero, los estás vendiendo a ambos por una cantidad absurda”.

“Vete a la mierda. Si no quieres vender, entonces no lo hagas. Pero bueno, si alguno de ustedes quiere venderse, diría que valen cinco oros enteros. También toseré cincuenta platas para una noche de buenas jodidas”. El hombre miró a Rokuko y Emmymephy con una sonrisa desagradable.

“¿Poniéndome precio? Yo digo, estoy empezando a pensar que debería ejecutarlo por traición”.

“Si él es el secuestrador, ¿no sería ideal de todos modos?”

“Mmm, bueno, estoy técnicamente encubierto en este momento. Pasaré por alto su rudeza.”

“Sí, sí, vete a la mierda. No tengo tiempo para cuidar a los niños y que solo miren. Vete a casa y chupa las tetas de tu mamá”. El hombre las ahuyentó… y luego sus ojos se posaron en cierta parte del cuerpo de Emmymephy. Él resopló. “Ah, mi error. Retiro los cinco oros. Con un pecho como ese, vales tres en el mejor de los casos”.

………

¡Déjame  ir,  Ichka!  ¡ESE  HOMBRE  TIENE  QUE  SER  EJECUTADO!

¡MUEREEEEEE!”

“Sí, sí. Mire, fuimos allí para mirar, así que juguemos bien y nos vamos,

¿está bien, niña?” Ichika sujetó los brazos indignados de Emmymephy detrás de su espalda para arrastrarla afuera. Y, naturalmente, eso significaba que las enormes tetas de Ichika empujaban contra la espalda de Emmymephy.

“¡ICHIKAAA! ¡¿Estás empujando tus pechos contra mí a propósito?! ¿Eh?

¡¿ERES TAMBIÉN UN PERRO TRAIDOR?! ”

“Chica, sabes que no puedo evitar esto”. “¡Aceptaré que son suaves y se sienten bien!”

Ese día, dieron testimonio de la división entre ricos y pobres, la sociedad basada en el estatus construida sobre los senos.

“Entiendo cómo te sientes, Mephy, pero quiero decir… Cinco oros también es bastante barato para mí, ¿no crees?”

“Hombres, dio precios de mierda a propósito para molestarte y hacerte partir”. Después de todo, Niku había sido evaluada para que valiera un solo oro en el mercado de esclavos de Tsia, y fue entonces cuando no tenía habilidades y todavía estaba débil como el infierno. No fue difícil para Ichika concluir que el hombre había estado dando precios absurdamente bajos a propósito para molestarlos. No tenía intención de comprar ninguno de ellos en primer lugar.

“Se aseguró de que no estuviéramos planeando comprar o vender primero, así que todo eso fue solo una broma. Así es como los comuneros nos hablamos, ¿sabes? Incluso en nuestra posada, echamos a las personas que no planean pagar. La única diferencia es que somos un poco más educados al respecto”, explicó Ichika.

“Cierto. Dejamos de ser clientes en el momento en que dijimos que no íbamos a comprar o vender a nadie”, dijo Rokuko asintiendo.

“Él también nos dijo que nos fuéramos”, agregó Niku.

Y así, el escuadrón de la princesa abandonó el mercado de esclavos. “¡GRAAAH! ¡GRAAAAAH! ¡YO DIGO!”

Aunque la ira de Emmymephy estaba lejos de ser sofocada.