Nidome no Yuusha (NL)

Volumen 1

Relato Corto: El Día de la Tragedia

(En algún rincón de los terrenos del castillo real).

Construido en un lugar alejado de las demás instalaciones, había un edificio particular, con un aspecto similar al de una iglesia lunar. La única diferencia recaía en su fachada tricolor; azul, simbolizando la caridad y el cielo; blanco puro, simbolizando la integridad y la inocencia; y amarillo, simbolizando la valentía de la familia real de Aurelia.

En la parte superior del frontis, había un ornamento con forma de ‘Y’, el símbolo del lunarismo.

El edificio, cuya razón de existir era ocultar toda información relacionada con la invocación de los héroes, era capaz de resistir cualquier tipo de ataque. De hecho, sus muros eran incluso más robustos que los de la tesorería al interior del castillo real.

Este lugar se hallaba oculto en lo profundo de uno de los jardines del castillo, al cual no se podía ingresar sin antes pasar por una serie de estrictos y complicados procedimientos, así como barreras de aislamiento acústico, barreras físicas y mágicas, todo esto en sintonía con múltiples artefactos mágicos de primera clase. 

El espacio aéreo sobre el edificio se encontraba bajo una ilusión, para no ser detectado. Esta ilusión hacía ver como si la edificación fuese una parte más del castillo, y solo podía ser sorteada si se ingresaba siguiendo los procedimientos correspondientes.

Yo, Alesia Aurelia, me dirigí a ese lugar, portando conmigo el collar real, símbolo del heredero de primer rango, sucesor al trono del Reino de Aurelia.

“…”

Resonando por el pasillo, se escuchaba el roce de armaduras metálicas y zapatos pisando los suelos de mármol. 

Era una unidad de ‘Caballeros Ideales’ bastante gallarda, una unidad con la que la plebe soñaba y anhelaba formar parte algún día. Estos caballeros eran hombres letrados, que conocían una gran variedad de danzas con la espada, así como técnicas de espada bastante llamativas. Esto se debía a que estos hombres no servían con el propósito de combatir, sino más bien, ganarse el cariño de la gente.

Era poco probable que alguno de ellos se arriesgara a combatir, más aún, tomando en cuenta que eran un montón de niños, hijos de grandes aristócratas. Por lo general, solo entrenaban hasta poder empuñar una espada sin problemas, luego obtenían altos rangos para comandar a los soldados comunes.

Por supuesto, de darse una emergencia, nunca se convertirían en nuestras fuerzas principales, y aunque sus niveles de habilidad no eran tan bajos si los comparábamos con soldados comunes, ocupaban el estrato más bajo entre los cuerpos de caballeros.

Con el fin de manipular adecuadamente a quien sería el próximo héroe, me acompañarían los caballeros liderados por el Comandante Gidot, quien era capaz de intimidar a quien sea con solo su apariencia. De esta forma, llevaríamos el ritual de invocación del héroe correctamente.

La primera impresión es la más importante. Si logras una buena impresión, lo demás será sencillo de llevar a cabo. 

“¡Bienvenida princesa, bienvenida!”

Quienes me recibieron fueron los caballeros liderados por Gidot. Estos hombres se quedarían afuera, protegiendo la entrada, no me acompañarían a conocer al héroe.

Con el fin de proteger la información, solo la familia real, el primer ministro y algunos caballeros de élite podían estar en este lugar.

No existía el miedo por posibles filtraciones de información, puesto que el primer ministro y esos caballeros se encontraban atados mágicamente a un contrato desde el momento en que juraron servir al país. Mediante este hechizo, no podían actuar en contra de la familia real ni en contra de los intereses nacionales.

Si alguno de ellos rompiera su juramento, morirían en el acto.

“Guíen el camino, por favor”.

“¡Sí, su majestad!”

El interior del edificio tenía una estructura simple, con menos decoraciones que el interior del castillo real.

Por supuesto, no es que se viera deplorable, simplemente carecía de armaduras decorativas y pinturas.

“Los materiales están listos, ¿verdad?”

“Sí, tal como usted ha ordenado. Los esclavos hombres bestia comprados en la Cámara Comercial de Grond Shokai, en la ciudad de Dartus, han sido ubicados en la sala de ofrendas”.

“Perfecto”.

“Sin embargo, hemos tenido que retirar a casi treinta esclavos de la habitación”.

“Está bien. Para el ritual necesitamos las vidas de al menos doscientas personas. En unos cuantos minutos podremos hacer la ceremonia sin ningún problema”.

Sí, no hay problema.

Dado que la vida impura y sucia de una bestia puede no ser suficiente, lo he planeado desde el principio.

Pero entonces, en ese momento…

“¡Oye, no! ¡Espera!”

“¡Haaah, no vengas!”

“Espera, espera, no…”

Desde un pasaje ubicado un poco más adelante, un chico mitad bestia era perseguido por unos caballeros, corriendo hacia nuestra dirección.

El chico, con aparentes rasgos de lobo, llevaba un par de grilletes sobre sus muñecas, y sobre su cuerpo, una vieja y destrozada tela le servía como prenda. 

La andrajosa tela se encontraba cubierta por una gran cantidad de sangre, y en sus manos portaba un pequeño y ensangrentado cuchillo, con el tamaño ideal para cortar frutas.

Debido a su evidente palidez, era muy probable que la sangre en sus prendas le perteneciera. El chico continuaba corriendo por los pasillos de mármol, sacudiendo sus negras y brillantes orejas de animal, mientras arrastraba la puerta a la que estaba encadenado.

Por lo que podía ver, el chico no parecía ser muy mayor, y a pesar de haberse estado pudriendo en una celda, poseía una excelente capacidad física. El cuchillo en sus manos no era tan grande, pero el caballero encargado de mi seguridad, viendo que no podía usar magia al estar dentro del edificio, se preocupó enormemente. 

“¡¿Qué?! ¡¡Woo!!”

“¡Oh, no! ¡Princesa, abajo!”

Tanto el caballero como el chico bestia se percataron de esta situación y se detuvieron.

El chico bestia, encerrado entre nosotros y sus persecutores, comenzó a maldecir.

Exponiendo sus afilados caninos e irguiendo sus orejas, miró amenazantemente a su alrededor.

“¿Qué significa esto?”

“L-Lo siento, princesa. El hombre bestia logró escapar de la sala de ofrendas”.

El caballero que lo perseguía, percatandose de la gravedad de su error, entró en pánico.

No conozco los detalles, pero por ahora no tenemos más remedio que lidiar con este problema.

“La has tenido difícil ¿no? Mi nombre es Alesia Aurelia, la princesa de este reino”.

“¿Princesa? Es peligroso, por favor retroceda”.

“Ustedes deberían retroceder”.

Ordené al caballero que intentó detenerme y me acerqué al chico bestia.

“¡Kiii, no te acerques!, ¡¡Garurururuuu!!”

El chico bestia dejó salir un rugido grave desde lo más profundo de su garganta.

Simplemente lo ignore y di otro paso más.

“No te preocupes, estoy de tu lado”.

“¡No me dejaré engañar!”.

“Está bien, confía en mí. Tengo la autoridad necesaria para liberarte”.

Habiéndome acercado demasiado, el chico tomó la distancia suficiente para escapar.

“Si sigues con esto mis caballeros te capturarán y saldrás lastimado. ¿Te crees lo suficientemente hábil como para poder escapar de esta cantidad de caballeros”.

“Ah, bueno, eso es…”

Un indicio de duda surgió y se entremezcló con la hostil mirada del chico

“Vamos, no tengas miedo. Suelta el cuchillo”.

“¡Guaa, mis amigos siguen allá! ¡¿Puedes ayudarlos a ellos también?!”

“Si, tienes mi palabra. Debió ser bastante difícil para ti, ¿no?”

El niño sonrió y se acercó, dejando caer el cuchillo.

Al tocar el suelo, el cuchillo produjo un ruido vibrante.

“¡Oh no, me mataran! ¡Tengo miedo! ¡Oh no, oh no, oh no!”.

El chico se arrodilla entre llantos y lágrimas, por lo que le sostengo ligeramente y le doy palmaditas en la espalda.

“Ya, ya, pobrecito. Todo estará bien ahora, porque…”

Agarré el cuchillo que había caído al suelo y corté los tendones de las indefensas piernas del niño.

“¡¡¿Gaaaaaaaaaaaaaaahhh?!!”

“Vas a morir pronto, de todos modos”.

Había alcanzado mi límite al tocarlo, por lo que empujé al chico lejos de mí.

“Oye, con eso ya no puede escapar. Llévalo a la habitación tan pronto como sea posible”.

“Sí, su alteza”.

En respuesta a mis palabras, el caballero que recibió mis instrucciones contestó cortésmente.

“¿Por qué? No, esto es…”

Mientras era llevado por los caballeros, llorando, él dejó salir un leve y quebradizo ruido, tan bajo como el sonido de un mosquito.

“¿Por qué? Es obvio, ¿no? A pesar de que de por sí ya es abominable el hecho de que trates de imitar la apariencia de un humano, también lograste asesinar a unos cuantos de mis preciosos caballeros, por lo que ahora deberás morir después de ser torturado”.

“¡Guh! ¿¡AAHHH!?”

Pateé su sangrante herida, causándole un intenso dolor.

“La única forma de tratar la herida es quemarla. No quiero seguir manchando el pasillo con la repugnante sangre de un sucio hombre bestia. Lleva a esta basura de vuelta a la habitación tan pronto como sea posible”.

“¡Je! ¡Este pedazo de porquería resultó bastante problemático! [Bola de Fuego]”

Para evitar que mis caballeros destruyeran el entorno, creé una pequeña bola de fuego con el tamaño suficiente para caer en la palma de mi mano.

“¡Garruu! ¡Aaaaaahhhhhhhhhh!”

Un caballero agarró por el cabello al chico bestia y lo arrastró frente a mí. Al presionar con fuerza la bola de fuego contra su herida, se detuvo la hemorragia.

“Estaba completamente inmersa en esta farsa. Más tarde, preséntenme un informe detallado sobre lo sucedido”.

Le di el cuchillo al caballero más cercano y les di instrucciones al resto de ellos.

“Paguen las compensaciones correspondientes y entreguen nuestras más sinceras condolencias a las familias de los caballeros caídos, por favor. Me protegieron de bandidos y cumplieron honorablemente con sus deberes. Fue un tanto chocante y doloroso. Por favor, absténganse de repetir este incidente. Pensé que mis nervios no darían para más”.

“Lo siento. Tendré más cuidado la próxima vez”.

Reflexionando sobre mi actuar impulsivo, concluí que fui un poco descuidada.

“Debido a este descuido, mi vestimenta está cubierta de sangre. La invocación del héroe no es algo que debamos tomarnos a la ligera”.

En la parte baja, una mancha roja irrumpía con el impoluto blanco de mi vestido, y aunque no era tan notorio, no cambiaba el hecho de que estaba manchado.

“Bueno, era inevitable. Estoy segura de que por aquí debería haber una sala de guardarropas donde cambiarme el vestido”.

“Sí, está en el segundo piso del edificio”.

“Vamos, me cambiaré allí. Oh sí, necesitaré que me prestes algunas prendas femeninas”.

“Por supuesto, le mostraré el camino”.

Una caballera me guió por las escaleras hasta la sala de guardarropas.

“Oh, de verdad, desearía poder darme un baño de agua caliente”.

“Por favor, perdóneme, su alteza”.

“Tranquila, solo lo dije”.

Lo dije y luego cambié de opinión.

Se necesita mucho dinero y tiempo para preparar las ofrendas necesarias para el ritual de invocación de un héroe.

Si fallo esta vez, no significa que pueda repetirlo tan fácilmente. 

Después de cambiarme de ropa, guiada por la caballera, entré a la sala de invocación.

Dentro de la habitación, en el suelo, se hallaban grabados múltiples círculos mágicos, y a los alrededores, adornos elaborados para dar la bienvenida al héroe.

Los caballeros ya estaban alineados en la sala.

“Ahora bien, es el momento de invocar a un héroe. Sería bastante útil si quien llegara fuera un simple títere manipulable”.

Estaba muy disgustada, debíamos invocar a ‘cosas’ de otros mundos, seres que fingían ser humanos.

Pero no puedo fallar solo porque me disguste.

Porque yo soy Alesia Aurelia decimoprimera, la primera en la línea de sucesión al trono del Reino de Aurelia.

Suspire como si estuviera dejando salir toda emoción que mi pensamiento racional había reprimido.

“Ya es perjudicial el solo hecho de permitirle existir en este mundo, por lo que para compensar este inconveniente, me bastará con que al menos sea lo suficientemente útil”.

– FIN DEL VOLUMEN 1 –

MrFreeman: Revisado y corregido

NOVA: 2da Revisión