Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 4

Capítulo 4: Duda

Parte 5

“Presidente. ¿Dices…?”

La expresión de Julis se puso rígida, por un momento, y una luz insegura se moraba en sus ojos.

“¿Qué tipo de negocio tiene Tyrant con mi pareja…?”

“Hiii…”

La chica llamada Corona, que estaba al borde de las lágrimas ante la intensidad de Julis, se encogió.

“Ah espera, Julis, yo pedí por esto.”

“¿Qué dijiste? ¿A qué te refieres?”

“En realidad…”

Ayato dio una breve y general explicación, es decir, que él fue quien pidió a Irene ayer para que pudiera reunirse con Dirk Eberwein.

“No creí que de repente me reuniría con el hoy después de pedirlo ayer sin embargo.”

“Sin embargo… ¿Está bien? Tyrant es el hombre, quien ordenó a Irene aplastarte, ¿Sabes? Contactar descuidadamente con él es…”

“Sí, lo sé, y estoy más que consciente de ello.”

“Hmm…”

Julis reflexionó durante un tiempo con un rostro serio, pero al poco tiempo, volvió una mirada afilada hacia Corona.

“Entiendo. En ese caso… yo también iré.”

“¿Eh? P-Pero, el presidente sólo pidió a Amagiri-san, aunque…”

“¿Hay algún problema?”

“¡Hiiii!”

Ante las palabras de Julis, que estaban llenas de intensidad similar a sed de sangre, Corona se contrajo aún más.

Dicho esto, en relación con el asunto con Irene, ya que Ayato, que era el objetivo, estaba más indignado que Julis, también podría ser inevitable.

[No me importa. Puedes traerla Corona. También es una rara oportunidad para mí ver las muecas de la Gruene Rose.]

Luego, una ventana espacial, que se encontraba en un estado oscurecido, de repente se desplegó ante Corona.

Una voz baja, prepotente y aguda. El propietario de esta voz, al juzgar por su forma autoritaria de hablar, era probablemente Dirk. Parecía haber escuchado de alguna manera la conversación de Ayato y compañía.

“S-Sí. Entendido.”

Corona, en un estado de pánico, se inclinó ante la ventana espacial, y miró a la dirección de Ayato con un rostro nervioso.

“E-Entonces, por favor, aquí, voy a guiarlos…”

A juzgar por su rostro, que se volvió completamente rígido, parecía que Julis estaba muy cautelosa. Era absolutamente diferente de los estudiantes de Le Wolfe, y era un poco interesante.

“Flora, lo siento, pero es así. ¿Puedes ir de regreso al hotel sola?”

“¡Sí! ¡Está bien!”

Flora, que aun agarraba firmemente la cuchara, profundamente asintió.

“Lo siento, Flora-chan, te lo compensaré. Por lo que entonces…”

Cuando Ayato dijo eso y ligeramente agitó la mano a Flora, salieron de la tienda, de acuerdo con la guía de Corona.

Corona avanzó, a un ritmo algo rápido, mientras que de vez en cuando miraba hacia atrás a ellos.

Después de un rato salieron de la zona comercial y salieron a la calle principal del borde exterior de la zona residencial.

Un enorme coche negro estaba aparcado en la esquina. Aunque era una denominada ‘limusina’ las ventanas estaban ennegrecidas enormemente por lo que no se podía ver el interior desde el exterior.

“Por acá por favor.”

Cuando Corona abrió la puerta de ese coche, el interior era más amplio y cómodo de lo esperado. Los asientos no se alineaban como en un auto común; dentro había un sofá cubierto de cuero y una mesa sólida con la apariencia de ser sólo una pequeña habitación de recepción.

En la parte de atrás estaba sentado un hombre joven con el pelo rojo oscuro. Era de baja estatura, regordete y algo parecido a una irritación oscura y profunda ardía en sus ojos con el ceño fruncido.

“… Entren” Dijo el joven, la voz de Dirk Eberwein.

Ayato y Julis se miraron y entraron después de un pequeño asentimiento mutuo.

Por supuesto, estaban en guardia. Ellos cuidadosamente miraron a su alrededor, pero parecía que no había otra presencia además de Dirk y Corona dentro del coche.

Cuando se sentaron a fin de enfrentarse en la mesa, el coche comenzó a moverse, y Dirk ligeramente resopló.

“Así que tú eres Murakumo, huh… Hum. Tienes un rostro despistado. Pensar que ‘esto’ es un rango #1. Supongo que Seidoukan no vale mucho, tampoco.”

“… ¿Y quién dio expresamente la orden de aplastar a un tipo tan despistado, Tyrant?”

Julis replicó, dirigiendo una mirada penetrante, pero Dirk la tomó con calma y exageradamente se encogió de hombros.

“No tengo idea de lo que estás hablando.”

“¡Bastardo, no te hagas el tonto! ¡El otro día, Irene Urzaiz dijo seguramente eso! Tú bastardo has…”

“Julis. Es inútil.”

Ayato calmó a Julis. Quien se había medio levantado de un salto.

“Irene nos dijo solo porque era en esa ocasión. No hay evidencia.”

“¡Pero…!”

“Además, si no te calmas, la meterás en problemas.”

“¡—!”

Julis se sentó con un ruido sordo mientras mordía sus labios en disgusto.

Corona, que estaba congelada por el miedo, dio un suspiro de alivio.

“Ho~ou, por otro lado, tu cabeza funciona bien. Huh.”

Los grandes ojos de Dirk se redujeron de manera gradual.

“No tiene nada que ver con lo que quiero preguntar después de todo.”

“Ah, eso es correcto. Pero, antes de empezar a hablar, déjame decirte algo. No tengo ninguna obligación de responder a tu pregunta. Solo tenlo en cuenta.”

Con una actitud altiva como esa, Dirk declaró mientras empujaba con el dedo a Ayato.

“Pero, entonces, ¿por qué estás aquí?”

“Bueno, solo digamos, que fue un capricho.”

“¿El muy ocupado presidente del consejo estudiantil vino hasta aquí sólo por un capricho? ¿Quién iría a creer eso?”

“…”

Ayato profundamente exhaló y miró directamente a los ojos de Dirk.

“También hay algunas cosas que quieres de mí. ¿No es así?”, dijo Ayato.

“… Es correcto. Si quieres conseguir algo, el acuerdo no se cumple a menos que también pongas algo adelante.”

Dirk cruzó lentamente las piernas de nuevo.

“Bien. Pasas. ¿Que quieres preguntar?”

“Todo lo que sepas en relación con Nee-san, Amagiri Haruka.”

Ayato dijo, sin desviar la mirada, mirando directamente a los ojos de Dirk.

“Amagiri Haruka… huh. Por desgracia, no es como si yo sepa de ella. Solo sucede que la vi una vez.”

“¿Dónde?”

“… El Festival de Guerreros del Eclipse, Eclipse.” (NT: La razón por la que hay 2 veces “Eclipse” aquí es… creo que “Festival de Guerreros del Eclipse” es como se escribe, o sea en japonés, pero se lee “Eclipse” como en español/inglés.)

“¡Qu-!”

Ante la respuesta cortante de Dirk… Julis abrió mucho los ojos con sorpresa.

“¿Lo conoces Julis?”

Cuando Ayato preguntó, ya que esas palabras no le sonaban, Julis asintió un poco vacilante.

“Bueno, sí, sólo he oído rumores acerca de ello. Se dice que era un ilegal, con altas apuestas, juego de batalla sin reglas. Eso también fue hecho para la basura moral, que no estaba satisfecha con la Festa y estaban en busca de un estímulo más radical.” (NT: Basura moral. Se refiere a gente podrida sin principios.)

“Sin reglas…”

Un escalofrío recorrió su espina dorsal.

“No hay ‘rendición’. La batalla termina bien cuando uno de los jugadores pierde la conciencia o… cuando pierde su vida. Su escala, por supuesto, era mucho más pequeña en comparación con la Festa, ya que se mantenía bajo tierra, pero como algunos de los ricos parecían ser aficionados entusiastas por ello parecía ser próspero en su propia manera. Pero. Eso es…”

“Sí. El Eclipse ya fue destruido y desapareció hace mucho tiempo. Después de todo… el Capitán de Stjarnagarmr odiaba su propia vista.”

Dirk continuó haciéndose cargo de las palabras Julis.

“He visto a Amagiri Haruka allí como una de los participantes. En ese momento… Yo era uno de los invitados del Eclipse.”

“Su hermana… participó en un encuentro. ¿Dices?”

“Sí. Ya que era la usuaria de Ser-Versta… lo recuerdo bien. No había muchas personas trayendo un Ogre Lux al Eclipse.”

“Y entonces, ¿la conclusión de ese encuentro…?”

Dirk claramente respondió sin cambiar su expresión.

“Fue la derrota de Amagiri Haruka.”

En ese momento. Un choque golpeó Ayato como si golpeara su cabeza con todas sus fuerzas.

El mundo estaba temblorosamente distorsionado; un vacío incierto, como si sus pies colapsaran, se deslizó hasta de debajo de sus pies.

Una sensación extraña, como si fuera absorbido por un agujero sin fondo

“Oye, Ayato, ¿estás bien?”

“A-Ah. Sí…”

Julis sacudió ligeramente el hombro de Ayato y rápidamente volvió a sus sentidos.

“Bueno, parece que ella no había muerto. No sé lo que pasó después. Fue esa la única vez que vi a Amagiri Haruka.”

“Y-Ya veo…”

Era lo mejor que Ayato podía responder.

“Entonces, ahora es mi turno de hacer preguntas.”

Dirk continuó la conversación como si no le importara en absoluto la agitación de Ayato.

“¿Qué tipo de relación tienes con Madiath Mesa?”

“¿Eh…?”

Ayato, sin saber por un momento sobre lo que se le preguntó, miró a Dirk.

“Por Madiath Mesa… ¿Te refieres al Presidente del Comité Directivo de la Festa?”

Qué tipo de relaciones o lo que sea, por no hablar de una conversación, nunca deberían haberse reunido directamente.

Pensando en ello, Ayato sentía como que sus ojos se encontraron por un instante, durante la ceremonia de apertura, pero…

“… Hmm. Parece que no te estás haciendo el tonto. Bueno. Está bien.”

Cuando Dirk dijo eso, chasqueó los dedos.

El coche se detuvo lentamente y se abrió la puerta después de un breve periodo de tiempo.

“Fin de la conversación. Salgan rápidamente.”

“— ¡Espera!”

Julis dijo mirando molesta a ese Dirk.

“Yo tenía una pregunta que hacerte. ¿Cómo rayos supiste dónde estábamos?”

“¿Eh?”

“No fue hasta hace unas horas que decidimos a ir a la tienda. Más bien, si ya habías hecho una reserva, ¿cómo lo hiciste en ese corto período de tiempo…?”

“Idiota. No tengo ninguna obligación de responderte.”

Las palabras de Dirk claramente la cortaron.

“¡Maldita sea…!”

Cuando Julis pensó eso de esa actitud, lo que dijera sería inútil, en silencio salió del coche. Ayato también la siguió.

Fue en el muelle cerca de la Academia Seidoukan donde el coche se detuvo. No les tomaría mucho tiempo si fueran de aquí a la academia a pie.

“…”

Sin embargo, Ayato, sin ni siquiera empezar a caminar, estaba mirando el cielo azul extendido a través del lago como si se sintiera agotado.

El coche, que los dejó, se fue con la misma insociabilidad de su propietario.

“Ayato… ¿Estás realmente bien?”

“… Oh. Estoy bien.”

Cuando él respondió así a la voz preocupada de Julis, Ayato apretó fuertemente su puño.

***

“Phew…”

Cuando el coche comenzó a moverse, Corona dio un gran suspiro de alivio.

“Amagiri-san parecía una persona bastante amable, pero, Riessfeld-san daba miedo ¿No?”

Cuando Dirk miró, hacia Corona, resopló, como si estuviera aburrido.

“Como siempre… no tienes un ojo que discierna. Cuando se trata de la lucha, ese tipo de personas son mucho más problemáticas que las tipas como la Gruene Rose, que son fáciles de entender.”

“Huh. ¿Es así como es…?”

“Pero, bueno, está bien, valió la pena la molestia de haber expresamente venido hasta aquí.”

“¿Eh? Pero…”

En la conversación de ahora Dirk solo acaba de proporcionar información unilateralmente. Aunque Ayato también respondió a la pregunta de Dirk, parecía que no había casi nada que obtener de ella. Difícilmente se podría pensar que fue muy equilibrado.

“Hay varias maneras de utilizar la información. Sin embargo, dependiendo de la situación, proporcionar deliberadamente información a la otra parte es también una manera.”

“He~e…” Corona dijo.

Aunque ella no entendía realmente lo que quería decir.

“… Bueno esta vez, va a ser excelente si funciona incluso con el grado de acoso.”

Cuando Dirk apoyó su espalda en el sofá, dijo eso disgustado.

“Oh, pensando en ello, me olvidé de informarlo, pero cuando fui a recoger a Amagiri-san y Riessfeld-san, había una niña muy linda con ellos. Parecía una muñeca… me pregunto quién era.”

“¿Qué has dicho?”

Dirk frunció ligeramente el ceño ante esas palabras.

“Ella no estaba registrada tampoco en los documentos que recibí de usted, presidente… Pero, ella todavía era pequeña, y puesto que no llevaba una insignia de escuela, creo que seguramente no era una estudiante de Asterisk. ¡Oh si! Además, ella estaba en un traje de maid, esa niña. Era una maid, ¿sabe? ¡Una maid! Era muy linda y le quedaba bien.”

Cuando Corona emocionada dijo eso se echó a reír con una cara relajada.

“… Esa historia. Cuéntamela en detalles.”

“¿Eh? Presidente, no me diga, ¿le gustan las maids?”

Cuando ella preguntó de nuevo con una cara en blanco, Dirk miró a Corona con ojos llenos de irritación después de chasquear su lengua.

“¡N-No, lo siento, lo siento, lo siento! Es mentira. ¡Es una broma!”

Mientras ella fugazmente agitaba ambas manos Corona habló brevemente acerca de la situación cuando fue a encontrar a Ayato y compañía.

Dirk, quien lo escuchó, reflexionó por alguna razón y murmuró.

“Hmm, ya veo…”

Viendo algo filoso y oscuro brillando en sus pupilas… Corona sintió algo frío por su espalda.