Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 4

Capítulo 4: Duda

Parte 1

… Un pequeño campo, en un amplio claro, se abría dentro del bosque.

Ahí. Dos niños, aún de tierna edad, estaban ferozmente compitiendo, respectivamente, con sus armas en mano.

“E-Errr… Ah. Estilo Dragón Brillante Amagiri, Primera Técnica de Lucha con Espada, ¡Twin Water Dragons!”

La espada empuñada por el chico con cara inocente, aunque un poco lento, dibujó una cruz y se abalanzó sobre la niña, que portaba un gran rifle.

“… Lento.” Dijo la niña.

Ella lo esquivó fácilmente y, con su arma apuntando al muchacho, disparó mientras giraba su pequeño cuerpo. Las balas de luz liberadas del gran Lux tipo arma de fuego rozaron el flanco del niño, que torció su cuerpo, e impactó en el suelo bastante lejos; pasto revoloteaba con un pequeño sonido de ruptura. A pesar de que el poder fue ajustado bajo para auto-protección, no había duda de que no sería capaz de moverse por un tiempo si fuera golpeado por ello de frente.

El muchacho giró su espada de madera con el fin de comprobar y volver a medir la distancia de la niña. Aunque tomar distancia del arma de proyectiles del oponente era un plan estúpido, la niña también poseía habilidades de combate a corto alcance lo suficientemente para no ser tomada a la ligera. Si es posible, tenía que enfrentarse a ella desde dentro de su propio rango.

Sin embargo, al mismo tiempo, sin cesar de disparar su arma, la niña no lo dejó hacerlo.

“¡Maldita sea!” El muchacho exclamó frustrado.

A pesar de que los evitaba, y de vez en cuando rechazaba con su espada de madera, el muchacho estaba tratando desesperadamente de mantener la distancia, pero cuando pronto se hizo imposible de soportar, él chasqueó la lengua y dio un gran salto hacia atrás.

“… Oportunidad.” La chica murmuró.

Ella apuntó al momento de su aterrizaje.

No obstante eso, además, estaba dentro de la anticipación del muchacho.

“¡Ja!” Contraatacó el niño, al mismo tiempo que aterrizó.

Luego devolvió las balas de luz, que se abalanzaron sobre él, de nuevo hacia la niña.

Normalmente era una hazaña imposible de hacer, pero si uno fuera a conocer el tipo exacto, la frecuencia y la intensidad de poder al que se ajustaron las balas de luz, y el intervalo de tiempo con el que venían volando, no era imposible.

“¡ !”

La niña evitó la bala de luz con una ligera sorpresa, que apenas reveló en su cara normalmente inexpresiva.

En esa oportunidad, el niño corrió en un patrón de rayo dentado (en zigzag) y otra vez acortó la distancia.

La niña apretó el gatillo rápidamente, tratando de emboscarlo… pero las balas de luz liberadas no podían golpear al chico ya que todas estaban un paso atrás de todos sus movimientos.

Al momento siguiente, con un espléndido corte desde arriba, el muchacho golpeó el arma de la niña.

“Es mi victoria. Saya-san.” El niño, Amagiri Ayato, afirmó con orgullo.

Asimismo, la niña, Sasamiya Saya levantó ambas manos y se rindió.

“… Entiendo, esta vez, es mi derrota.”

Con su expresión aun casi sin cambios, dijo Saya con un pequeño suspiro.

Sin embargo, probablemente porque estaba frustrada, sus cejas estaban un poco más estrechas de lo habitual.

“Con esto, supongo, que son 321 triunfos y 182 pérdidas para mí. Ya que recientemente he estado perdiendo continuamente… es como que al fin he ganado.”

Tal vez debido a que sus casas también estaban una al lado de la otra, en lo que podía recordar, jugaban mucho juntos.

En el principio, ambos sólo jugaban juegos infantiles como marcado o al escondite, pero poco después de que Ayato comenzara a estudiar en el dojo sus juegos con el tiempo se volvieron igual a la lucha real que ahora mostraban. (NT: En caso no se entienda, es un juego que al menos yo conozco como “chapadas”, básicamente trata de perseguidor y perseguido(s), la posición cambia a medida que alguien es atrapado)

Sin embargo, el arranque inicial de su formación/prácticas llegó a parecer una farsa/burla a medida que crecían y dejaban sus juegos para niños.

Básicamente, el término ‘concurso infantil’ podría ser fuerte, pero era una preciosa ocasión (lugar) para Ayato, que tenía prohibido entrenar en realidad en el dojo a pesar de que estudiaba allí, y por otro lado, también era la única oportunidad de Saya para utilizar las armas hechas por su padre a plena potencia.

Y una cosa más.

“… Bueno. Sí.”

Cuando Saya sacó un pedazo de papel de su bolsillo, se lo entregó a Ayato.

Allí, estaba escrito “ticket de deseo” en torpes caracteres infantiles.

“Ehehe. Gracias.”

Cuando Ayato lo recibió, felizmente lo sostuvo a la luz del sol.

Este era un ticket válido sólo entre Ayato y Saya, algo así como el llamado “ticket de ayuda”. Su intención era “escuchar cualquier deseo pedido por la otra parte”, y esto era lo que Ayato y Saya apostaban cada vez que había una especie de competencia entre ellos. Por cierto, quien lo mencionó, fue Saya diciendo que era una idea que fue inspirada en la Festa. (NT: Aquí según el trad a inglés, el “ticket de ayuda” se refiere a un “ticket de masaje a los hombros”… en cuanto a la razón de porqué se relaciona un “ticket de deseo” infantil a un cupón de masajes, ni idea…)

Sin embargo cuanto a “cualquier”, había muchos asuntos prohibidos para ser exactos.

Uno era que no se debe pedir algo que la otra parte realmente odiaba.

Otro era que no se debe pedir eliminar tickets o deseos anteriores.

De hecho, hablando de cómo usarlo, se podía pedir al otro producir sus aperitivos, o que haga su tarea en su lugar, era sobre todo para cosas tiernas como tales, sin embargo.

También era un hecho de que recientemente el rango de cómo usarlos se volvió más amplio. El ejemplo era…

“Por cierto. Saya-san.”

“¿Hmm?”

“Ese ‘deseo’… ¿No tienes intención de cancelarlo…?”

No se podía actuar como si la petición de la otra parte fuera inexistente, pero la parte que utiliza el ticket para la solicitud podía cancelarlo. Si es posible, Ayato quería que hiciera eso, pero…

“No.” Fue la respuesta implacable de Saya.

“Pero, quiero decir, gritar el nombre de una técnica al ejecutar el ataque es bastante embarazoso, después de todo…”

“Eso no es cierto. Es genial… así que no te preocupes.” Saya dijo eso mientras levantaba su pulgar.

“Hmm. Me pregunto acerca de eso.”

“Incluso en la televisión todos los héroes lo hacen. No hay problema.”

“Bueno, eso podría ser así, pero…”

“Está todo bien. Pronto te acostumbrarás a ello.”

No podía dejar de pensar que el tema fue hecho a un lado.

Dicho esto, ya que en realidad no lo odiaba mucho, Ayato tampoco dijo nada más.

“Más importante Ayato, ¿Tienes algún tipo de deseo?”

Dado que no había realmente una fecha de caducidad para el ticket, no había necesidad de utilizarlo de inmediato. Incluso podía ahorrar tantas piezas como él quisiera, y también podía utilizar varias piezas al mismo tiempo.

Sin embargo, esta vez Ayato ya había decidido lo que quería pedir.

“Ah, es cierto. Entonces, voy a utilizarlo de una vez.”

Cuando Ayato dijo eso, inmediatamente tendió el billete que acaba de recibir a Saya.

“Quiero conseguir un punto de Onee-chan no importa qué. Saya-san… ¿Quieres ayudarme?” (NT: Se refiere a un punto como en el kendo, o sea lograr golpearla aunque sea una vez.)