Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 9

Capítulo 3: Igni Y Wataru

Parte 1

 

 

# Perspectiva De Igni

Piense en la habitación del jefe en el quinto piso de las [Cavernas de llamas]. Normalmente habría un Minotauro Rojo acampando allí afuera, pero ahora había un Dragón de Llamas rodando sobre su espalda.


“Está bien, estoy aburrido”. Había sido otro día de sus aventureros aplastantes sin ningún esfuerzo. Los estaba dejando salir vivos debido a su promesa a Keima, pero realmente se había aburrido de jugar con papas fritas.

Por cierto, estaba despojando a los aventureros de su equipo que podía darle a Ittetsu. Resultó que su equipo era bueno para poner en cofres del tesoro. No sabía por qué los humanos querían una armadura y cascos frágiles que pudiera romper fácilmente entre los dedos de los pies, pero Ittetsu le dio a las dulces remolachas Golem como agradecimiento por ellas, así que, bueno… no le importó.

Por cierto, las remolachas golem no tenían golems en ellas. Pero eran dulces y sabrosos. Pequeño, también, por lo que generalmente los comía en forma humana. También había Remolacha Dragon, pero eso se sentía como el canibalismo. Claro, se veían geniales y eran súper sabrosos, pero se pondrían mal si ella solo tuviera uno para mirar.

“Heeey, papá. ¿Puedo ir a jugar con el tío Keima?”

“¿Ya olvidaste que estás castigada?” Correcto. Eso significaba que tendría que escabullirse. No es como si ella solo se quedara adentro cuando tuviera un nuevo amigo Fantasma que quisiera conocer.


Igni se transformó sigilosamente en forma humana, se puso un brazalete de oro y corrió por la mazmorra. El brazalete aparentemente escondió su fuerte aura de dragón. Keima estaba acostumbrada a Ittetsu y Redra, pero su amiga fantasma, Elulu, se desmayaría si no la usara.

Finalmente, llegó al pasaje que fluye magma que conectaba las [Cavernas de la Llama] con la [Cueva de la Avaricia]. Afortunadamente, nadie parecía haberla notado.

“Oh, Igni. Bienvenido.”

“¡Hola, hola! ¡Estoy aquí para jugar!” Excluyendo a su amiga Elulu, eso es. Como gerente de la [Cueva de la avaricia], Elulu notó que el segundo Igni vino y fue a sacar la cabeza de la pared de la mazmorra.

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Dentro del área llena de magma aparentemente llamada [Phenny’s Playground], ella y Elulu jugaron el juego de la torre de bloques. Fue divertido. Especialmente ahora que era lo suficientemente buena como para ganar uno de cada cinco juegos.

“¡Sabes, creo que eso significa que soy un maestro de mi forma humana ahora!”

“Um. Bueno, mmm, podrías hacerte pasar por un Dragonewt, pero… eres tan fuerte que la gente podría morir si no tienes cuidado, Igni”.

“¡Estará bien! Ya ni siquiera quemo los bloques, ¿verdad?” “Eres mucho mejor al respecto de lo que solías ser”.

“¡Mejor significa perfecto! ¡Yaaay!” Igni chilló alegremente, lo que hizo que Elulu sonriera. Los niños siempre fueron muy conmovedores, incluso cuando eran trescientos años mayores que tú.

“¡Creo que estoy listo para el siguiente nivel!” “¿El siguiente nivel?”

“¡Si! ¡Es hora de que aprenda más sobre los humanos!” Igni apretó el puño y se encendió. Eso convirtió los bloques que ella había estado sosteniendo en cenizas, pero Elulu decidió no preocuparse por eso.

“¡Elulu! ¡Quiero ver el pueblo humano!”

“U-Umm. ¿Por qué no solo mirarlo a través del monitor? Aquí, abriré el menú y… apagaré la opción ‘invisible’…” Como administrador de la mazmorra, a Elulu se le había dado acceso a la mayor parte del menú. Podía usar el monitor para ver la ciudad en la cima de la mazmorra (porque la ciudad era parte de la mazmorra, pero de todos modos), y muy pronto Igni pudo ver todos los monitores que Elulu estaba mirando también.

“¡Guau! ¡Hay tantos humanos!”

“Así es. Parece que hay un festival en marcha”.

“¿Un festival? ¿Cómo esas cosas donde los humanos te ofrecen cerveza y carne?”

“¿La gente te adora, Igni…?”

¡Algunas personas trataron de darme mujeres humanas! Sin embargo, no me gustaron mucho. Los minotauros y los orcos tienen mucha más carne que los humanos.

Elulu dedujo que Igni se refería a rituales de sacrificio, no a festivales, pero al final, realmente no había una gran diferencia entre ellos. A estas alturas había aprendido que ser exigente con los detalles no te servía bien mientras pasabas tiempo con dragones.

“¡Además, la comida picante es mucho mejor!” “Oh, ¿te gusta la comida picante, Igni?”

“¡Me gusta porque las cosas picantes se sienten fuertes! También va bien con la cerveza. Por un segundo, Elulu se preguntó si Igni bebía mientras parecía tan joven como ella, pero luego recordó que su forma humana era solo temporal. Su forma real de dragón era lo suficientemente mayor como para beber. Tenía trescientos años de cualquier manera, después de todo.

De repente, Igni señaló a uno de los monitores. “Hola, Elulu. ¿No son esas remolachas golem?” De hecho, ese monitor mostraba el puesto de remolachas Golem. Aunque muchas más personas estaban comprando las Remolachas Dragón, se sentían como algo secundario.

“Sí, ese es el puesto de remolachas Golem. ¿Te gustan las remolachas golem…? No son tan picantes”.

“Uh huh. No son picantes, ¡pero también me gustan las cosas dulces!

¡Seguro que me encantaría la remolacha picante de Golem! Eso realmente me haría querer cerveza… Oh, pero ahora estoy castigada y papá dijo que no había cerveza”. A Igni no le importaba salir de casa mientras estaba castigada, pero trazó la línea de beber. Elulu honestamente no podía comprender por qué era eso.

“De todos modos, ¡me gustan más las remolachas Golem!”

“Ya veo”, dijo Elulu justo cuando se acababa una remolacha Golem fresca. El vapor caliente se desprendió, haciendo que la masa se vea bien incluso a través del monitor.

“¡Quiero ir a comer uno!” dijo Igni, con los ojos brillantes.

Oh no, pensó Elulu. Le habían dado permiso para jugar junto con las visitas de Igni, pero quién sabía si ese permiso se extendía a llevarla a la ciudad.

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Realmente, sin embargo, no fue demasiado difícil concluir que ciertamente no fue así. Después de todo, la ciudad estaba más que llena de aventureros aquí específicamente para matar a Igni. Las cosas se pondrían realmente mal muy rápido si descubrieran quién era realmente Igni de alguna manera.

“¡Quiero comer una remolacha golem fresca! ¡Sé que puedes comprarlos!”

“Mmm. En ese caso, ¿quieres que te traiga un poco? Estoy seguro de que Ichika estaría dispuesta a comprarlos para ti”.

“¡Nuh-uh! ¡Me voy yo misma! ¡Mi forma humana es perfecta ahora, después de todo!” Y así comenzó el berrinche de un niño de trescientos años. Si te preguntas por qué Igni estaba tan obsesionada con su forma humana, es porque su madre le dijo que si estaba enamorada de un humano, tenía que dominar su forma humana y las formas de la cultura humana para estar con ellos. Ahora que lo había dominado, realmente era hora de que aprendiera sobre la cultura humana y demás. Podría haberle preguntado a Elulu, pero Igni era más sobre hacer que hablar.

… Sería lamentable rechazarla después de felicitarla por lo mucho que había mejorado. Elulu, en conflicto, decidió simplemente preguntarle a su superior.

“Y esa es la situación, Maestro. ¿Qué tengo que hacer?”

“Me gustaría que no me hubieras preguntado”. Keima se rascó la cabeza, después de haber sido llamado. Se veía cansado.

“¡Por favor, tío! ¡Quiero comprar remolachas golem!” Igni miró a Keima con ojos brillantes. Su inocencia infantil era tan brillante que Keima tuvo que mirar hacia otro lado.

“En realidad, ¿está bien Ittetsu con todo esto? ¿No se supone que estás castigada?”

“¡D-Duh, por supuesto que lo está!”

“¿Estás seguro de eso?” Keima le dio a Igni una mirada dudosa mientras sus ojos vacilaban. Probablemente ya había descubierto que Igni no estaba aquí con el permiso de sus padres. Pero como Ittetsu no estaba haciendo un escándalo al respecto, también podía suponer que quería que Igni tuviera una vía para desahogarse. Además, salir no sería un gran problema si cumplía su promesa de no matar a los aventureros.





“Puedes ir si te aseguras de que nadie descubra que eres un dragón”.

“¡¿De verdad?!”

“Déjame advertirte ahora, no golpear a los aldeanos o aventureros para amenazarlos. Aquí, te daré algo de dinero para comprar Remolacha Dragon. Y una bata para esconderte.” Keima le entregó una pequeña bolsa de cuero con monedas. Luego sacó una túnica marrón indescriptible y la puso sobre la cabeza de Igni.

“¡Bueno! ¡Gracias tío! Además, ¡me gustan más las remolachas golem!”

“¿Eso es así? Bueno, lo que sea que funcione. Simplemente regrese tan pronto como termines de comprarlos.”

“¡Okaaay!”

“… Estoy seguro de que no necesitará ninguna supervisión. Quiero decir, tiene trescientos años, un poco de compras no la matará”.

Solo se podían ver aventureros entrando y saliendo de la [Cueva de la avaricia]. Keima, imaginando que podría haber problemas si se la veía salir por la salida delantera, construyó un pequeño túnel a través de la montaña Tsia y lo conectó a la [Cueva de la codicia]. Ahora Igni podía irse de un lado e ir hacia Goren.

Dicho eso, Igni parecía demasiado sospechosa para que todos pudieran comprar que era una humana normal. Lo bueno es que era lo suficientemente baja como para ser obviamente una, entonces. Sus extremidades eran lo suficientemente humanas como para que estaría bien comprando cosas si se quedaba con la bata puesta.

Igni buscó el puesto que Elulu le había mostrado. Había notado cuántas personas había a través del monitor, pero solo una vez que estuvo allí se dio cuenta de cuánto bloquearon su vista.

“Oh mi error.”

“¿Mm?” Un niño de la altura de Igni se topó con ella. No había nada de qué preocuparse, por lo que simplemente volvió a buscar, reteniendo el impulso de volar por encima de los humanos más altos que ella.

“¡Owowowowow! ¡H-Hey, déjame ir!”

“No voy a dejar que un carterista quede libre. Niño o no, te voy a entregar a las autoridades”.

Igni ignoró el alboroto que sucedía detrás de ella y siguió mirando. ¡Hasta alli! Era el stand de Remolachas Dragon. ¡También vendieron remolachas Golem allí! Igni encontró su camino allí.

“¡Señor! ¡Una remolacha golem, por favor!”

“¡Oh! Tienes buen gusto, niña. Las remolachas golem simplemente tienen sentido en la Ciudad Goren. Ah, y serán cinco cobres. Siga adelante y pague, todo estará listo”.

“¡Bueno! Espera…” Buscó en su ropa, pero no pudo encontrar la bolsa que recibió de Keima.


“¡Se fue! ¡Mi bolsa! Justo antes de que Igni pudiera quitarse la bata para buscarla, alguien la llamó.

“Disculpe, señorita. Te lo robaron hace un segundo.”

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“¡Oooh! ¡Esa es mi bolsa! Gracias a ti…” Igni cortó la mitad de la oración, congelándose en su lugar. El hombre que le hablaba tenía una cara familiar. Su corazón latía con fuerza.

… Cuando dijo que se había enamorado a primera vista, no estaba bromeando. Pensó que lo reconocería en el momento en que lo volviera a ver, y tenía razón.

“¿Huh? ¿Eres una niña de este pueblo? ¿O viniste de otro lugar?”

“Um, de otro lugar. Quería comprar algunas remolachas Golem. ¿Qué pasa contigo? ¿Cuál es tu nombre?”

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“Soy Wataru. Vengo a esta ciudad todo el tiempo”, dijo Wataru con una sonrisa.

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Igni había conseguido con seguridad sus remolachas Golem, y se había reunido con su primer amor. Estaba tan nerviosa que las escamas reaparecieron en el dorso de su mano cuando pagó, pero el chico detrás del estrado simplemente asumió que llevaba un guante de metal rojo y no lo mencionó.

Igni no pudo dejar de sonreír. Wataru, Wataru Repitió el nombre una y otra vez en su cabeza, saboreando cada sílaba.

“¿Estás enamorada?”

“¡¿Qué?!” La repentina pregunta arrojó a Igni con fuerza.

“La mayoría compra Remolachas Dragon, así que me pregunto si amas las Remolachas Golem”.

“Oh. Eso es lo que quieres decir. Sí, amo más a las remolachas golem”. Igni se llenó las mejillas de la remolacha golem. La masa fresca era dulce y esponjosa. Podía saborear todos los sabores suaves ya que estaba comiendo con su boca humana. Le gustaban las cosas más dulces cuando estaba en forma humana.

“¡Tan bueno! ¡Los frescos son geniales! ”

“Ahaha, seguro que lo son”. Wataru se comió la Remolacha Dragón y la Remolacha Golem que él mismo había comprado.

“… Todavía me sorprende que no haya pasta de frijol rojo en ninguno de estos”.

“¿Pasta de frijol rojo?”

“Oh, nada, no te preocupes por eso. De todos modos, estos están hechos para que sepan mejor por sí solos. Realmente recuerda a la castella bebé que solía comer en las ferias… sin embargo, se parecen más al tamaño de taiyaki”. Wataru mordió la cola de su Remolacha Dragón con una mirada nostálgica en sus ojos. Igni lo miró atentamente.

“¿T-Te gustan las remolachas del dragón también, Wataru…?”

“¿Huh? Quiero decir, sí, las remolachas dragón son mucho más geniales. Se ven fuertes y todo”.

“¡¿De verdad?! ¿Se ven fuertes? ¡Tienes razón, los dragones son súper fuertes y geniales! ”

Lazy Dungeon Master Volumen 9 Capítulo 3 Parte 1 Novela Ligera

 

“Pero las remolachas Golem son más baratas y más grandes. Son el mejor trato. Tal vez me guste más la remolacha golem después de todo.”

“¡Tienes tanta razón! ¡Las remolachas golem son increíbles!” Igni estaba tan feliz que le gustó lo que le gustó que en realidad agitó los brazos en el aire. Pero se detuvo una vez que sus alas comenzaron a crecer nuevamente. Solo tenía que esconderlos en su túnica.

“Tenía razón sobre ti, Wataru. Puedes venir a mi casa en cualquier momento.”

“¿Uh? ¿Gracias?”

“¡De nada! ¡Ven a mi casa! ¡Es una promesa!”

“Ajaja, no estoy seguro si puedo prometer eso. Pero, ¿dónde vives, de todos modos?”

“Mm, por encima… espera…” Igni comenzó a señalar la montaña Tsia, pero luego recordó que había prometido a Keima que no revelaría su identidad. “Umm… ¡Es un secreto! ¡Soy una chica que cumple sus promesas!”

“Supongo que no puedo empujar el tema, entonces”. Wataru sonrió. “Bueno, espero su cálida bienvenida si alguna vez voy a su casa”.


“¡Uh huh! ¡Haré que papá te acepte pase lo que pase!” Igni hinchó su pecho con orgullo, habiendo logrado hacer una promesa con Wataru. Ella decidió darle su preciado Magma Slime para que comiera si alguna vez venía a las [Cavernas de la Llama]. Entonces podrían jugar con los bloques. Y diviértete peleando. Ella lo recibiría con todo lo que tenía.

En ese momento recordó que le había prometido a Keima que volvería tan pronto como comprara sus remolachas Golem. Odiaba dejar el amor de su vida tan pronto, pero Igni era una chica que cumplió sus promesas.

“Está bien, ¡tengo que irme a casa! ¡Hasta luego, Wataru!”

“Claro, nos vemos más tarde”.

Igni se despidió enérgicamente de Wataru antes de regresar a casa. Por cierto, Ittetsu la estaba esperando allí y le dio un duro regaño sobre no solo abandonar la mazmorra, sino ir hasta la ciudad.

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