Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 9

Capítulo 2: Dragones Y Vegetales

Parte 1

Y así comenzó otro día tranquilo en Goren. Los aventureros convertidos en granjeros, la mayor parte de la población, estaban poniendo todo de su parte para cuidar sus campos.

“Hombre, mi campo es súper genial. Crece bien, mis amados pepinos.”

“Sí, ¡todos los cultivos brillan con rocío! ¡Tus destellos de piel realmente me ponen en marcha, lindos rábanos!”

“No estoy sorprendido de que estés babeando sobre la piel que se muestra. Podrías aprender mucho de lo modestas que son mis papas”.

Los granjeros, después de haber aprendido de uno de los libros de la iglesia Beddhist que las plantas crecían mejor si hablabas con ellos, se habían acostumbrado a hablar con sus cultivos mientras cultivaban. Todos lo dudaron al principio, pero las plantas estaban vivas después de todo. Si considerabas cómo caminaban algunos monstruos, plantas devoradoras de hombres, tenía sentido que derramar amor en los cultivos los haría crecer mejor. Esa línea de lógica fue todo lo que se necesitó para convencerlos.

Y, de hecho, los cultivos comenzaron a saber mejor. Realmente no tenían más opción que hablar con sus cultivos.

Por otro lado, a pesar del hecho de que estaba bien entrado el invierno, los campos eran agradables y cálidos gracias a los efectos de las herramientas mágicas agrícolas. Un noble que había comenzado a practicar el Beddhism los prestó casualmente a pedido de Goren. Había estado usando otros similares en su jardín. Probablemente eran escandalosamente caros, pero debido a que estaban de acuerdo con la posición del Papa, los prestó a bajo precio.

Para dar más detalles sobre ellos, una sola de las herramientas podría mantener calientes tres campos pequeños durante medio día utilizando solo una piedra mágica de calidad de basura de un duende. Podrían mantener calientes sus campos simplemente trabajando juntos para matar a dos duendes al día… lo que mató a dos pájaros de un tiro, ya que los cadáveres de duendes también eran un buen fertilizante.

“’ Ya es hora de la cosecha, ¿eh?”

“Jeje, ¿escuchas eso, mis dulces? Kinue te hará buena comida y las monjas te comerán. Hombre, estoy celoso, quiero decir, hombre, estoy feliz por todos ustedes”.

“¿Hm? Hey ¿qué es eso?” Uno de los granjeros notó algo en el cielo. Al principio parecía un pequeño punto, pero estaba creciendo constantemente, como si se dirigiera directamente hacia ellos.

Pronto, las escamas rojas que cubren su gran cuerpo se hicieron visibles. Tenía dos alas sin plumas que parecían pertenecer a un murciélago, pero su cabeza era la de un reptil. Sin embargo, la bocina eliminó toda duda. Era un dragón rojo.

“¡Ngh! ¡¿Un dragón?! ¡Tenemos que evacuar!”

“¡¿Qué?! ¿Esta detrás de mi campo? ¡Bastardo, lucharé contra ti con la espada de rábano sagrado que crecí yo mismo! ¡Un segundo, déjame sacarlo!”

“¡¿Quieres pepinos?! ¡¿Tres de ellos?! ¡Eso es mucho!”

“¡Vamos, ¿soy el único sano aquí?! ¡Este no es el momento para los juegos! ¡Tenemos que huir!”

Era un dragón rojo del elemento fuego, y no era un dragón normal. Las llamas devastadoras envueltas alrededor de su cuerpo mostraban que era un Dragón de Llama, que era un Dragón Rojo aún más en sintonía con el elemento fuego.

Una vez que el dragón estuvo lo suficientemente cerca como para ser completamente visible, batió sus alas en el aire. Luego abrió mucho la boca… y aspiró aire.

“¡Oh, mierda! ¡Es la primera vez que veo un dragón, pero definitivamente está a punto de respirar! ¡Cuidado!”

“H-Hey, ¿me estás diciendo que deje mis rábanos? ¡De ninguna manera! Estoy a punto de ponerlos, ¡solo sostenlo! ”

“¡Esto no es una broma, nos va a matar! ¡Puedes cultivar más rábanos más tarde! Al menos tenemos que obtener la herramienta mágica y… ¡Oh, oh no! ¡GAAAAAH!”

Y entonces. El aliento de fuego lamió el suelo, destruyendo todo.

***

“… Y eso resume el ataque del dragón que dejó en llamas parte de la ciudad”.

“¿Cuántos muertos?”

“Afortunadamente ninguno. El lado positivo de todo esto, supongo…” dijo Wozma, concluyendo su informe. Respondí con un asentimiento. Aunque honestamente, sabía todo esto al ver que sucedía en el mapa. Seguro que volví loco cuando vi que sucedía en tiempo real. Por un segundo pensé que otro monstruo increíblemente dominado como Rin estaba aquí para causar el caos.

Por suerte para mí, el dragón había continuado hasta la cima de la montaña Tsia sin prestarle atención a nuestra mazmorra. Sí, solo un dragón casual volando. Totalmente normal en este infierno de fantasía. Espero que Ittetsu pueda manejar ese dragón… Pero espera, según Rokuko, un Dragón de Llama está bastante profundo en el elemento fuego. El elemento fuego de Ittetsu también, así que, ¿no terminará como si ambos jugaran ‘piedra’ en piedra-papel-tijera una y otra vez? Preguntaré sobre eso más tarde.

“De todas formas. Cultivar en invierno, ¿eh? ¿Los cultivos crecen bien así?

¿O solo hay algunos cultivos especiales que crecen en invierno?”

“Parece que los granjeros estaban usando una herramienta mágica de invernadero que les prestó el archiduque Bonodore. Afortunadamente sobrevivió al fuego.”

¿Una herramienta mágica de invernadero? ¿Esos existen? ¿Y estaban prestando uno?

“Parece que lo estaba usando para un jardín que tenía en el pasado que ya no existe”.

“Suena conveniente. ¿Podemos producirlos en masa?”

“Fue encontrado en una mazmorra. Y no afecta un área particularmente amplia, por lo que no sería utilizable en las granjas a gran escala administradas por la familia Tsia”.

“Tiene sentido.”

“Entonces, ¿qué haremos con el dragón? Se cree que todavía se encuentra alrededor de la montaña Tsia”.

“¿Huh? Uhhh, iré a ver los campos y miraré a mí alrededor. A ver si alguien sabe algo sobre el dragón.” Ah, y podría ser la familia de Redra o algún miembro de la facción del Rey Dragón. Preguntaré sobre eso más tarde también.

Así que sí, fui a mirar el campo quemado. Rokuko me acompañó porque quería ver el suelo quemado. En el camino descubrimos que había un puesto de comida por alguna razón, donde las Silkies vendían papas con mantequilla a las personas que pasaban por el camino. Compré uno ya que Rokuko parecía que quería uno, y en realidad era bastante bueno.

De todos modos, Rokuko asintió después de mirar por los campos. “Hm. Parece que no se estaba yendo todo”.

“¿Es así, Rokuko?” preguntó Wozma. Ella sonrió con confianza y se hinchó el pecho con orgullo antes de responder.

“Uh huh. Puedo decirlo ya que soy un experto en dragones. Tenía escamas rojas, lo que significa que era un dragón de fuego. Si hubiera sido grave, el terreno mismo se habría derretido. A estas alturas ya se habría enfriado y estaría liso como el vidrio. El hecho de que el terreno todavía esté bien significa que solo estaba jugando”. En retrospectiva, cuando Redra usó su aliento a toda potencia para incubar el huevo de Fénix, el piso de roca de la mazmorra ciertamente había terminado pareciendo vidrio.

“Ya veo. Realmente eres un erudito, Rokuko.”

“¡Sip! ¡¿No estás impresionado, Keima?!” Rokuko me miró con una expresión engreída, buscando cumplidos. ¿Por qué quiero darle una buena tajada? Solo hay algo punzante en su sonrisa petulante.

“Bueno, probablemente no estés equivocada. Parece que acaba de quemar la parte superior del suelo, y si enviamos algunos golems para ararlo nuevamente, los granjeros pueden volver a trabajar sembrando semillas por la noche”.

“¿Oh? También pareces bien informado sobre dragones, Keima. Completamente como si fuera un aventurero de primera clase.”

“… memoricé estas cosas mientras escuchaba a Rokuko parlotear. Eso es.” “Jaja, perdona mi grosería”.

Probablemente sería mejor callarse sobre el hecho de que soy amigo de un Dragón Rojo. Solo agrégalo a la lista de secretos de mazmorras que nunca le puedo contar a nadie.

“Por cierto, ¿por qué ese chico está llorando como si toda su familia hubiera sido asesinada?”

“Uno de estos campos le pertenece a él. Los rábanos en los que vertió su corazón y su alma fueron destruidos.”

“Los pepinos seguro son agradables, ¡lograste salvar un par de ellos! ¿Y papas? ¡Oigan, están bajo tierra, el fuego los ha cocinado hasta quedar crujientes! ¡Tienes que desenterrarlos y tener una buena comida! ¿Pero yo? ¡Ya no tengo nada! ¡Lo he perdido todo!” Oh, eso explica los puestos de papa con mantequilla. Dos granjeros, los dueños de los otros campos dañados, palmearon los hombros de su amigo granjero de rábano llorón.

“Jajaja, por eso las papas modestas son tan buenas. ¡Vivan las papas!”

“Por cierto, mezclé mis pepinos con la ensalada de papas y los maté. ¡Ya estoy agotado! ”

“¡¿Son ustedes dos demonios?!” Me alegra ver que les va tan bien.

“Además, ¿tus rábanos todavía no son comestibles? Son verduras subterráneas como mis papas”.

“Sí, ¡pero mi plan para hacer que los rábanos blancos lisos usen calcetines se arruinó por completo!”

“Tú, uh… wow. Realmente fuiste tan profundo, ¿eh? Escuché que todos los rábanos que había almacenado adentro también fueron quemados. Eso es duro, amigo. Solo llora con todo.”

… Me alegra ver que les va tan bien. Estos tres son todos ex aventureros, por lo que no necesitan preocuparse por ir a la quiebra solo porque sus granjas fueran destruidas. Wozma le pidió al Gremio que les prestara algunas armas y equipo, así que sí, debería estar bien.

“Uhhh, bueno, me alegro de que nadie haya muerto”. Y ya sabes, recuerdo a estos tipos bromeando así incluso cuando el dragón venía por ellos. La pregunta es si son idiotas, valientes, idiotas, lo suficientemente inteligentes como para tener planes de respaldo para sobrevivir al fuego del dragón, o idiotas.

“En efecto. Por cierto, jefe de la ciudad, son solo idiotas. Un aventurero normal se congelaría de miedo o huiría de inmediato. Fueron salvados solo por el capricho del dragón. Wozma, leyendo mis pensamientos a través de mi expresión, confirmó mis sospechas. La navaja de Occam vuelve a ganar.

“…Bien entonces. Ah, claro, sus casas también se quemaron. Supongo que les daré un descuento en las habitaciones de la posada mientras están siendo reconstruidas”.

“¿Solo un descuento? ¿No gratuito?”

“Si lo hago gratis, no harán ningún trabajo”, dije, ganándome una mirada dura y un suspiro de Wozma. Sí es cierto. Soy un hipócrita ¿Qué hay con eso?

“Soy el jefe de la ciudad, no tengo que trabajar. Porque soy solo un mascarón de proa”. De todos modos, le dije a los Silkies que manejaban el puesto que llamaran a las papas con mantequilla Dragón de papas para aumentar un poco el precio. También podría extraer dinero de las personas donde podamos.

“… Aunque en verdad, ciertamente trabajas mucho, jefe de la ciudad”.

“Jajaja. Irónico, ¿no?” Solo estaba bromeando. A lo sumo, firmé algunos papeles al día. Los administradores de la ciudad mantenían todo lo demás en marcha. Incluso en circunstancias extraordinarias como esta, generalmente aparecía y miraba las cosas para mostrarlas. ¡Sí, ser líder de figuras decorativas es genial! De todos modos, es hora de hablar con las víctimas. Otro trabajo importante para un político.

“Anímense, amigos. Con la ayuda de los golems, volverán a la agricultura en poco tiempo”.

“¡Jefe de la ciudad! ¡Trabajaré duro y cultivaré más rábanos! ¡Esta vez seguro, tendré algunos calcetines en ellos…! ”

“C-Claro. Ese es el espíritu.” De alguna manera, ya estaban de pie. Por otra parte, los cultivos crecieron bastante rápido aquí debido al desbordante maná de la mazmorra.

“¿Tienes las semillas para eso, sin embargo?”

“Oh, claro, fueron quemados con mi casa… Supongo que el campo estará vacío por un momento…”

“¿Huh? Eso sería un desperdicio. ¿Por qué no intentas cultivarlas?” Metí mi  mano  en  la  bolsa  de  mi  cadera  como  tapa  mientras  sacaba sigilosamente las semillas de remolacha azucarera de {Storage}. Eran los que había tratado de usar para matar el azúcar.

“¡Oooh! ¡Gracias jefe de la ciudad! ¿Qué tipo de semillas son estas?”

“La remolacha azucarera, una planta que puede convertirse en azúcar. Estoy bastante seguro de que uno de los libros de la iglesia explica cómo hacer azúcar, así que háganlo”. Sí, Ichika me hizo traducir algunos libros de recetas, y creo que los puse en las estanterías para rellenarlos.

“… Jefe de la ciudad, ¿de dónde sacaste esas semillas? Las plantas que se convierten en azúcar suenan bastante locas”.

“Considera que es un secreto de Beddhist”.

“¿Seriamente? ¡El Beddhism es increíble! ¡Gracias! ¡Oyasuminasai!”

“¡Vaya, esos parecen geniales! ¿Puedo tomarme también, jefe de la ciudad?”

“¡Yo también, yo también!”

“Claro, pero tendrás que devolverme algo más tarde una vez que hayan crecido”. Los tipos de pepino y papa también querían la remolacha azucarera, así que les di algunas semillas adicionales. No iba a hacer nada más con ellos, después de todo. Oh, pero si todos se convierten en productores de remolacha azucarera, no sabré cómo llamarlos… Meh. A quien le importa.

Impresionante como siempre, jefe de la ciudad. ¿Cuándo adquiriste esas semillas?

“Quién sabe, ha pasado tanto tiempo que ni siquiera puedo recordar”.

Wozma sacudió la cabeza con un suspiro exasperado. Uhhh… ¿Es loco hacer azúcar con las plantas?

“Hey, Keima”, intervino Rokuko. “¿No será un desperdicio reconstruir las granjas si el dragón simplemente viene a arruinarlas nuevamente?”

“¡Ah! ¡Ella tiene razón, jefe de la ciudad! ¡¿Qué debemos hacer…?!” La desesperación se apoderó de los granjeros una vez más.

“… Muy bien, pensaré en cómo manejar al dragón. Ustedes se centran en sembrar remolacha azucarera”.

“¡Claro!” todos dijeron al unísono. “¡Te dejaremos el dragón, jefe de la ciudad!” Sí, no puedo dejarlos a ninguno de ustedes.

“Jefe de la ciudad, ¿qué piensa hacer?” preguntó Wozma, preocupado.

“Rokuko y yo conocemos a un tipo que sabe aún más sobre dragones que cualquiera de nosotros. Voy a pedirle consejo”. Respondí y él asintió.

“Yo me encargaré de la ciudad mientras te vayas”.

“No tomará tanto tiempo. Están, eh, bastante cerca de nosotros”.

***

# Perspectiva De Las Cavernas De Llamas

Las [Cavernas de la Llamas] ubicadas dentro de la Montaña Tsia tuvieron una rara visita. Un dragón de color rojo se abría paso a través de los pasillos de las mazmorras, hecho lo suficientemente grande como para que Redra en su forma de dragón se adaptara, mientras se comía Slimes de Magma en el camino. Progresó directamente hacia las escaleras y bajó, como si tuviera el diseño de la mazmorra completamente memorizado. Tomó los caminos más cortos disponibles y en poco tiempo llegó a la sala del jefe en el quinto piso.

Normalmente habría un Minotauro Rojo de capataz al acecho para luchar contra el intruso. Pero en cambio, estaba Redra,  el Dragón Rojo,  el Dungeon Master y el último jefe de la mazmorra. Los dos dragones se enfrentaron entre sí, luego instintivamente aspiraron el aire. Se estaban preparando para respirar fuego, y también a plena potencia. Entonces, en poco tiempo…

“¡GRAAAAAAAAAAAAAH!” Ambos soltaron chispas de fuego al mismo tiempo. El fuego blanco puro parecía rayos de luz, y se estrellaron juntos, explotando y disparando la temperatura en la habitación del jefe. Temporalmente cerraron la boca para cortar el aliento de fuego, luego caminaron uno hacia el otro con sus garras de dragón dejando profundas marcas en el suelo ahora fundido.

Una vez cerca, se toparon las narices felizmente.

“¡Seguro que has aprendido a respirar un buen fuego! ¡Supongo que has seguido entrenando, Igni!”

“¡Por supuesto, mamá! ¡¿Quién te crees que soy?!”

“¡Mi hija, duh! ¡Jajaja!”

Los dragones rugieron rugidos amistosos. Eran en verdad madre e hija, con Redra el Dragón Rojo siendo la madre e Igni el Dragón de Llama siendo la hija. Esta era la primera vez que se veían en varias décadas. Apareció el padre: Ittetsu, el Salamander Dungeon Core.

“Heya. ¿Cómo has estado, Igni?”

“¡Papá, estoy en casa! ¡He sido genial, súper genial!” Igni, con el enorme tamaño de un Dragón de Fuego, abordó a Ittetsu. A pesar de que su hija era más grande que él, al igual que una gran plataforma de cuatro ruedas es más grande que un pequeño camión comercial, Ittetsu tenía el orgullo de un padre. Él hundió sus pies traseros en el suelo y usó su cola para dispersar la fuerza de su tacle, enfrentándose sin ser arrojado.

“Seguro que has crecido mucho desde la última vez que te vi. Estoy seguro de que pronto serás más grande que Redra, ¿sí?”

“¿Eso crees? ¡Creo que mamá se hizo más pequeña!”

“¡Como el infierno que hice! ¡Sí, los niños en estos días crecen demasiado rápido! ¡Aunque todavía soy bastante joven para un dragón, solo digo!” Redra le dio un abrazo a la cabeza de Igni y le frotó los nudillos de dragón, lo que la hizo soltar una risita infantil. Eso puso el peso de dos dragones en Ittetsu. Podría haberse derrumbado si careciera del orgullo paternal.

“Bueno, oye, siéntete libre de relajarte donde sea. Este lugar sigue siendo tu hogar.”

“¡Si! Correcto. Mamá, quiero hablarte sobre algo.” “¿Huh? ¡¿Acerca de?!”

“Inclínate por un segundo…” Parecía que era algo que no quería que Ittetsu escuchara. Se separaron de Ittetsu para que Igni pudiera susurrarle al oído a Redra.

“H-Hubo este tipo realmente increíble”. “Un chico increíble, ¿eh?”

“¡No me tenía miedo en absoluto, y me apuntó con su espada!” “Una espada, ¿eh?”

“¡Aunque era un humano!”

“Un humano, ¿eh? ¿Huh huh huuuh?”

“¡Caí enamorado a primera vista! ¡Quiero hacer de él mi compañero!”

“¡Diablos no! ¿Quién carajo se metió con mi pequeña Igni?” rugió Ittetsu, chocando con toda la fuerza de su naturaleza paternal protectora.

“¡Papá, ¿qué?! ¿Por qué estabas escuchando? ”

“Oye, estabas hablando tan fuerte que no pude evitar escucharlo… ¿Sí, Redra?”

“¡Claro, deberías haber fingido no escuchar! ¡Igni es una niña, necesita su privacidad!” Parecía que Redra se había vuelto tan emocional que inconscientemente comenzó a gritar.

“No puedo creer que mi hija se enamorara de un humano… ¡pero está bien!

¡Eso está bien para mí!” “¿De Verdad? ¡Yaaay!”

“¡Whoa, whoa, whoa, Redra! ¡Soy su padre y no dejaré que esto suceda!” “¡¿Por qué no?!”

La madre deseaba apoyar el amor de su hija, y el padre no deseaba darle su hija a nadie. Una disputa familiar clásica había comenzado.

“El hecho es que eres un jodido dragón, y él es un jodido humano. ¿Cómo vas a hacer de él tu compañero? ¡Ni siquiera son la misma especie!”

“¡Tú y mamá también son especies diferentes! ¡Eres una salamandra espíritu de fuego y ella es un dragón rojo! ”

“¡¿Ngh?!” Ittetsu solo pudo gruñir después de que ella inmediatamente derribó su argumento central.

“Seguro que te ha salido la boca, eh…”

“¡Jajaja!  ¡Parece que  Igni  está  aquí  mismo!  Entonces,  ¿quién fue  el afortunado? ¿Cómo es él?”

“… ¡No sé!”

“¿Huh?” Incluso Redra, con todo su apoyo, tuvo que detenerse incrédulo. “No lo sé, ¡pero él fue lo suficientemente fuerte como para pelear conmigo!

¡Era pequeño!”

“¡Qué pequeño!” ¡Tenemos que conocer los detalles! “¡Era más pequeño que tú, papá, pero era fuerte!”

“¡Gahaha! ¡Todos los humanos serán más pequeños que yo!” El estado de ánimo de Ittetsu se iluminó cuando se dio cuenta de que eso significaba que ella no podría encontrarlo.

“¡Oh, y hasta logró lastimarme! ¡Era la primera vez que alguien que no era usted o mamá lograba hacer eso!”

“¡¿Eh?! ¿Él lastimó a mi linda y encantadora hija increíble? ¡Maldito infierno! ¡Tráelo aquí ahora mismo para que pueda matarlo!” El humor de Ittetsu se oscureció después de ver el ligero corte en el cuello de su hija. “¡Eso es un corte de espada! ¡¿Supongo que es un luchador de espada, entonces?! ”

“Bueno, realmente no lo recuerdo bien, pero lo haré si peleamos de nuevo. Porque quiero decir, ¡estoy enamorada de él! ”

“Creo que deberías recordar mucho más que eso… Sheesh, Igni. ¿Cuántos humanos crees que viven aquí?”

“Muchos, ¿pero a quién le importa? ¡Es el único humano lo suficientemente fuerte como para luchar contra mí! Lo encontraré en muy poco tiempo”.

“Haaah…” Naturalmente, incluso Redra tuvo que suspirar ante la cabeza hueca que era su hija. Y así terminó la conversación sobre el enamoramiento de Igni.

“Ya sabes, las cosas han cambiado mucho por aquí”, dijo Igni.

“Si. Han pasado unos treinta años desde que has estado aquí, Igni. Las cosas van a cambiar jodidamente. Como uuh, la ciudad en la base de la montaña.”

“Eso estuvo allí hace cien años también. ¡Oh, pero había algunos humanos de salsa débil caminando en la montaña! ¡Les bromeé un poco! ¡Entraron en pánico súper duro y corrieron por todo el lugar!”

“¿Uh?” Ittetsu se puso rígido cuando Igni comenzó a reírse.

“Er, hey. ¿Aproximadamente a qué altura estaban la montaña?”

“A mitad de camino, creo. Llevaban ropa y no estaban en llamas. Sus casas estaban cerca, así que también las quemé”. Fue en ese punto que incluso Redra se dio cuenta.

“Hey… [112], Eran esos humanos, tal vez, eh…”

“Probablemente. Vamos, Igni. ¿Recuerdas cómo transformarte en forma humana, sí?”

“¿Qué? Claro, papá, pero… ¡Gaaah! ¡No me jales las alas! ”

Casualmente, la mazmorra [Cueva de la avaricia] ubicada a su lado eligió ese momento para contactarlos. Ittetsu y Redra acunaron sus cabezas.