Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 2

Capítulo 5: La Batalla de Rivira

Parte 3

 

 

—Lefiya, ¿Recuerdas la formación que practicamos en nuestra última sesión? Ahora es el momento de usarla.

— ¡Entendido!

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Riveria habló mientras se acercaba a Lefiya, quien respondió con un movimiento de cabeza.

Las dos elfas despegaron inmediatamente en direcciones diferentes, una al frente del monstruo pulpo y la otra a la parte posterior.

—¡¡—— !!

Aiz dejó la Plaza de Cristal al mismo tiempo que la batalla contra el monstruo extremadamente grande estaba aumentando.

La figura femenina estaba concentrando toda su atención en Finn y las dos hermanas. Al mismo tiempo, los aventureros que habían acabado con los monstruos planta en su área reunieron su valor y se unieron a la lucha.


Los usuarios mágicos formaron filas a una buena distancia de la bestia y los aventureros más fuertes hicieron una pared delante de ellos para bloquear sus ataques—pero el número de combatientes no significaba nada en esta batalla.

La criatura colosal extendió sus sanas piernas, aún más de diez, y sacó a los aventureros del camino como si fueran nada más que hormigas. Todo el mundo fue golpeado por sus pies o golpeados solo por el aire.

—¡UwahhHHHH! ¡Mierda, esa cosa nos matará a todos!

—¡Hey, saca a todos de aquí! ¡No podemos cubrirlos a todos!

Con los escombros y los aventureros que volaban hacia la izquierda y la derecha, el grito de Tione apenas logró atravesar el tifón destructivo. Tione gritó de nuevo para advertir a los otros aventureros.

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Todo el lugar se había convertido en un vórtice.

Al igual que las corrientes que se enfurecen en los mares abiertos, las muchas piernas giraron alrededor una y otra vez, impidiendo que cualquier persona consiga entrar en su rango asombrosamente amplia. En el momento en que alguno de ellos detectara una pizca de energía mágica, este atacaría al conjurador responsable. Cualquier otro aventurero que intentara proteger al usuario mágico en la mira, incluyendo a los enanos con sus enormes escudos, era arrojado o lanzado a un lado.

Tomando posición detrás de la criatura tampoco ayudó. Cada una de las piernas que se extendía desde el cuerpo superior de la figura femenina actuaba independientemente,

aullando y azotando de una manera impredecible. Incluso si un combatiente lo hizo más allá de atacar las piernas, los brazos de la parte superior del cuerpo vibrantemente coloreada los agarraría o los mataría. Finn y las gemelas amazónicas eran los únicos que podían acercarse lo suficiente como para atacar.

—Cortaremos una pieza a la vez, ¿Eh?

— ¡GEHHHH!

Urga brilló cuando Tiona cortó otra cabeza de una de las extremidades del monstruo. Su grito de dolor se interrumpió, los ecos viajaron por el aire mucho después de que la cabeza golpeó el suelo y dejó de rodar.

Tiona llevaba, por mucho, el arma más poderosa y destructiva en el campo de batalla. Las dos cuchillas de Urga ya habían reclamado muchas cabezas. Sin embargo, el único efecto que estaba teniendo en el titán era acortar sus miembros. Eso no hizo nada para detener los ataques implacables de la figura en la parte superior. Unos pocos giros acrobáticos permitieron que Tiona retrocediera.

—La piedra mágica tiene que estar en la parte superior de su cuerpo. Apuntar ahí parece ser nuestra única opción en este punto…

Finn tomó una lanza corta lanzada por un aventurero diferente y la lanzó a la parte superior de la criatura con todas sus fuerzas. Por desgracia, los brazos lo bloquearon.

Finn miró la lanza rota detrás de él y suspiró. Los zarcillos actuaron no sólo como un arma para sacar a los objetivos que se acercaron demasiado, sino también como una pared defensiva de acero. Las armas a distancia eran prácticamente inútiles contra su número abrumador.

Él no podía simplemente embestir al monstruo.

—Parece que tendremos que confiar en los elfos después de todo. Él miró hacia el otro extremo de la plaza.

Riveria estaba de pie con el lago detrás de ella, con el bastón mágico en sus manos mientras empezaba a conjurar.

—Guerreros orgullosos, tiradores del bosque.

Un círculo mágico cada vez más amplio apareció a sus pies.

Luego otro, y otro círculo mágico de color jade se estaba apilando encima del primero a los pies de Riveria. Cada uno resplandeció brillantemente, como para dar a conocer su presencia.

Otros usuarios mágicos observaron con asombro la cantidad de energía mágica.


—Tomen sus arcos para enfrentar a los merodeadores. Respondan al llamado de su familiar y golpeen con sus flechas.

—¡¡!!

¡Swish /sfx: Silbido! La bestia gigante giró alrededor.

Este Inmediatamente cambió de rumbo y sacudió a través de la plaza a la fuente de energía mágica. Incluso los mejores guerreros de la Familia Loki no podían mantenerlo a raya. Los aventureros restantes salieron de su camino, con la pared que estaban tratando de hacer completamente disuelta.

Riveria entrecerró sus ojos mientras observaba cómo la enorme criatura avanzaba a su posición, pero ella no dejó de conjurar.

—Saquen las llamas, las antorchas del bosque. Suelten las flechas ardientes de las hadas.

—¡¡—–!!

Cada una de las piernas monstruosas aulló mientras se preparaban para saltar a su objetivo. Entonces, cuando la distancia entre ellos cayó a veinte metros—Riveria retrocedió.

Lanzándose como una flecha, la elfa desapareció por delante del monstruo pulpo. Por supuesto, los círculos mágicos se disiparon inmediatamente, junto con toda la energía que los había creado.

Ella se había detenido en medio conjuro de su hechizo para escapar del ataque que estaba en camino.

Las piernas siguieron a Riveria a un lado, chasqueando los talones. Pero la forma femenina miraba de un lado a otro con incredulidad, con su cabello moviéndose de un lado a otro.

—–Cae como la lluvia, quema a los salvajes hasta que sean ceniza.

—¡¿?!

La figura tembló.

Una nueva y bella voz llenó el aire.

El monstruo pulpo giró alrededor y vio una forma solitaria en el lado oeste de la plaza. Era una elfa con un círculo mágico amarillo-dorado bajo sus pies.

Riveria había sido un señuelo.

Ella había producido energía mágica extra intencionalmente para enmascarar la presencia de Lefiya del monstruo. Eso había dado el tiempo a la elfa más joven para conjurar su propio hechizo.

Una estrategia de cebo y cambio perfectamente ejecutada por dos poderosos usuarios mágicos.

Como un elfo podía distraer al monstruo, su aliado no necesitaba apoyo ni defensores para conjurar su hechizo. Fue un trabajo en equipo perfecto.

La majestuosa voz de Lefiya rodeó el viento sobre el último de los ecos de Riveria y completó el encantamiento.

***

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—¡Todas las fuerzas, retírense!

—¡Viene uno grande!

Finn y Bors alertaron a los otros aventureros del peligro y cada uno de ellos salió de la línea de fuego.

Lefiya apuntó el momento en que la única cosa viviente que quedaba en la plaza era el propio monstruo y desató su Magia.

—¡¡Fusillade Fallarica!!

— ¡AhhAAAHHHH!

Una lluvia de flechas flameantes descendió sobre el monstruo pulpo.

Era imposible saber cuántas fechas había en cada ola del infierno aéreo cuando el ataque violento cortaba la bestia y sus muchas piernas ahora sin cabeza. La parte superior del cuerpo estaba siendo despedazada. Incluso sus muchos zarcillos estaban atrapados en las explosiones. Toda la criatura estaba siendo obligada a retroceder, perdiendo fragmentos de su cuerpo a cada momento.

El río de flechas continuó tallando en el aire durante más de diez segundos. Al menos diez mil proyectiles mágicos convirtieron el extremo oriental de la plaza, junto con el monstruo, en un mar de llamas. El cielo sobre Rivira se quemó brillantemente mientras las agujas de humo se elevaban sobre la isla una vez más.

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La figura femenina quedó atrapada en una jaula de fuego al encenderse cada una de sus piernas. Un grito llenó el aire mientras el infierno que se acercaba lamía su piel.

—¿Deberíamos presionar nuestra ventaja?

—¡Voy con usted, general!

—¡¡—Listos, vamos!!

El momento en que el aluvión de Lefiya estaba acabando este se convirtió en su señal de ataque. Tres guerreros se abalanzaron hacia la figura femenina.

Finn con su lanza, Tione con su Kukri, y Tiona con Urga girando por encima de su cabeza saltó al aire sobre el monstruo.

Un ataque increíblemente rápido y múltiples destellos de luz de plata se solaparon en un ataque destructivo que se estrelló contra el cuerpo de la criatura.

Pero el asalto no se detuvo allí. Los tres aventureros de clase alta trabajaron en conjunto, zigzagueando alrededor del monstruo ardiente con la fuerza de un huracán, y con las cuchillas que parpadeaban mientras desmontaban a la bestia aún más. Varios de los monstruos flor fueron cortados completamente de la parte superior del cuerpo y enviados a volar a toda velocidad.

—¡AAAHHHhhAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHH!; Gritó la mujer, con su cuerpo retorciéndose de Este se inclinó hacia atrás en un intento desesperado de alejarse de las aspas de los atacantes.

Un latido más tarde, el cuerpo de color vibrante se separó de su mitad inferior.

—¡Está huyendo!

—¿Esa cosa esta yendo al lago para ponerse a salvo?

Ya fuera de la plaza principal, la criatura que huía descendía por el borde inclinado del acantilado.

Rivira había sido construida en la cara del acantilado, y uno de sus lados terminó abruptamente en una caída. Si algo salía de esa plataforma, era un tiro directo al agua que estaba abajo.

El cuerpo inferior abandonado ardía, olvidado en medio de la plaza. Las gemelas amazónicas se asomaron sobre la plataforma que rodeaba la plaza y observaron el cabello verde de la figura femenina vibrantemente coloreada de un lado a otro mientras se retorcía y contorsionaba su cuerpo para avanzar más cerca del borde.

—- Heraldo del fin, nieve blanca. Sopla ante el crepúsculo.

El canto de un hechizo resonó.

Corriendo detrás de la figura femenina por la cara del acantilado estaba Riveria, con su cabello verde jade batiendo detrás de ella con el viento. Mientras ella corría, un círculo mágico de color esmeralda se movía con ella, rodeando siempre sus pies.

—Luz desvaneciéndose, tierra helada.

Conjuro Continuo.

Normalmente, los magos se quedaban quietos al lanzar hechizos para evitar que fallaran o, peor aún, estallaran. Realizar un encantamiento a alta velocidad era extremadamente difícil. Por esa razón, ellos requerían de mucha protección mientras estaban en el campo de batalla. Pero si podían dominar la técnica del Conjuro Continuo, ellos se convertirían en una fuerza destructiva altamente móvil.

Sin embargo, la Magia era un caballo mucho más difícil de domesticar que cualquier otra arma disponible para los aventureros. Por lo tanto, sólo los mejores de los mejores fueron capaces de obtenerlo, sólo un puñado entre miles. Era similar a montar una bomba con ambas manos mientras luchaban contra un enemigo, por lo que era natural que muy pocos aventureros fueran capaces de hacerlo.

Riveria había ascendido a un plano que Lefiya y los otros magos no podían llegar todavía.

Manipulando su poder mágico con perfecta precisión, ella persiguió al monstruo que caía a toda velocidad.

Lo que es más, la elfa era más rápida que el monstruo en llamas. Incluso sin su cuerpo inferior, la criatura seguía siendo de dos metros de largo. Esta utilizó sus ramas restantes para forzar su camino hacia delante, arrastrándose como un insecto. Incluso así, estaba progresando hacia abajo en la inclinación hacia el borde del acantilado.

Pequeñas gotas de luz rodeaban el cabello de color jade de Riveria mientras se agitaba con el viento detrás de ella durante la persecución. La distancia entre ellas se estaba cerrando con cada segundo que pasaba.

— ¡Sopla con el poder del tercer invierno áspero—mi nombre es Alf!

Con eso, el hechizo estaba completo.

Riveria, conjurando en serio esta vez, dio un puntapié fuera de una pequeña roca y saltó en el aire mientras empujaba su bastón hacia adelante.

—¡¡Wynn Fimbulvetr!!

Tres corrientes de viento ártico explotaron.

Todo en el rango, incluyendo muchas de las tiendas destruidas y los cristales que una vez estuvieron alrededor de la plaza, fueron inmediatamente encerrados en el hielo. El monstruo, en medio de todo, también estaba envuelto en un abrir y cerrar de ojos.

—¡———–!

La bestia tuvo dificultades para gritar mientras su cuerpo empezaba a congelarse. Pero podía percibir que su salvación estaba al alcance de la mano y movía sus brazos hacia delante con toda su fuerza.

Sus látigos golpearon contra las rocas, rompiéndolas a medida que la criatura nadó a través del aire y lo hizo sobre el acantilado antes de que su cuerpo pasara a ser un bloque de hielo.

Los pedacitos de hielo que cubrían su cuerpo se desprendían, estos parecían pequeños cometas cuando la bestia descendía. Sin nada entre el monstruo y el lago, una sombra de alivio pasó por los labios de la figura femenina.

—¡Tomen el lado izquierdo!

—¡Entendido! Sin embargo—

Un monstruo de dos cabezas de un tipo diferente saltó del acantilado tras ella.

— ———-

Tiona y Tione habían corrido más allá de los lados izquierdo y derecho de Riveria y sobre el costado sin la menor duda.

Ellas siguieron corriendo, con sus pies contra la roca mientras embestían hacia abajo. Desde el punto de vista del monstruo, fue una pesadilla que cobró vida.


Las amazonas con la piel de color trigo lo habían perseguido hasta los confines de la tierra y desde un precipicio.

—¿?

La criatura femenina cayó de cabeza hacia el agua. Esta arrojó sus brazos con los últimos fragmentos de su fuerza.

Las hermanas amazónicas patearon la pared del acantilado en diferentes direcciones en el momento en que vieron la línea de “lanzas” que se aproximaba como si lo hubieran planeado esto de antemano.

Cuando los brazos desaparecieron de su visión periférica, Tione llegó desde la parte superior izquierda del monstruo, con las cuchillas destellando.

— ¡No te vas a escapar!

Su Kukri se arqueó por el aire, cortando los miembros de la criatura.

El monstruo había perdido lo último de sus armas. Y ahora, volando desde la parte superior derecha, Tiona estaba lista para atacar.

Doblando su cuerpo hacia atrás, ella alineó la hoja de Urga y echó fuerza en sus músculos— un destello plateado cayó directamente hacia abajo.

—¡¡Aquí vooooooooooooooooooooooyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy—-!! Una barra amplia y ancha conecto con el monstruo.

———

Con el abrumador poder destructivo de Urga desatado, el monstruo se cortó en dos.

Las piezas se separaron entre sí en el aire antes de disolverse en cenizas en medio de los brillantes destellos de luz púrpura.

El cuerpo se desvaneció en el aire, sin dejar rastros, mientras seguía desplomándose hacia el lago de abajo.

— ¡Diablos, sí!

Danmachi: Sword Oratoria Volumen 2 Capítulo 5 Parte 3 Novela Ligera

 

—Oh.

Tiona celebró la victoria hasta que su hermana señaló que no podrían estudiarla sin una piedra mágica. El rostro de la joven amazona pasó de júbilo a decepción.

Las dos habían alcanzado la velocidad límite, disparando hacia el agua, y sin embargo su descenso se había convertido en una conferencia unilateral y una disculpa continua.

—… Espero que Aiz y Lefiya estén bien.

Tiona volvió a mirar hacia el borde del acantilado, de espaldas al lago que se aproximaba.   Ella podía ver la luz carmesí proyectada en el techo del calabozo por los restos de la magia de

Lefiya que aún persistía en Rivira. No sabía todos los detalles, pero sabía que aquella pelirroja que peleaba con Aiz era peligrosa. Evidentemente no era normal, ni siquiera a distancia.

Su cabello volaba sobre su cabeza, empujado por el viento silbando en sus oídos. Tione podía ver que su hermana estaba preocupada por su amiga y joven aliada, por lo que la llamó en un intento de tranquilizarla.

—Riveria está allí, y no te olvides del general. Por supuesto que están bien.

—…Tienes razón.

Había un elemento de orgullo, casi alardeando, en la voz de Tione. Ella llevaba una amplia sonrisa llena de confianza en su rostro.

Al verla, Tiona también sonrió. Ambas hermanas miraron hacia el borde del acantilado.

¡Splash/sfx: chapoteo!

Dos gotas de agua surgieron del lago cuando llegaron a la superficie.

***

 

 

Los aullidos como campanas rotas habían desaparecido de la ciudad.

Mientras que el último de los monstruos flor fue asesinado, la batalla entre Aiz y la mujer pelirroja hizo estragos en el oeste.

Luchando por la ladera orientada hacia el este, las dos mujeres emergieron cerca de la pared occidental de Rivira. Esta era la meseta más alta dentro de la pared, pero se había convertido en una tierra baldía de rocas aplastadas, madera rota y fragmentos de cristal por el ataque de los monstruos.

Lejos de los cristales del techo que aun parpadeaban con una luz carmesí, el área estaba envuelta en una oscuridad azulada. Lugares donde los monstruos habían atravesado las paredes, eran visibles todo el camino alrededor de la meseta. Aiz y la mujer pelirroja intercambiaron golpes mientras cruzaban caminos y atravesaban los restos de Rivira.

—Ese viento es conveniente.

La expresión de la mujer pelirroja no cambió al comentar la magia de Aiz, Airiel. El encantamiento basado en el viento no sólo aumentaba su velocidad, sino también el poder de su sable.

El encantamiento le concedió eficientemente a Aiz la fuerza de una feroz bestia. Ella era capaz de conectar con cada ataque que venía de la espada larga, sin importar de qué dirección provenía, y desviarla.

El sonido de las espadas se desplegaba sobre la meseta mientras Aiz, con la ayuda del viento, cruzaba repetidas veces espadas con la mujer pelirroja.

Desperate se arqueó por el aire y chocó con la espada larga del enemigo con tal fuerza que hizo retroceder a la mujer. Las dos espadas se separaron por el momento y ambas combatientes despegaron corriendo. ¡Tap tap tap tap! Los escombros crujieron bajo sus pies cuando Aiz decidió aventurar una pregunta.

—Aria—- ¿Dónde oíste ese nombre?

Las emociones implacables que se acumulaban dentro de Aiz habían burbujeado a la superficie.

Sus ojos ardían con una furia sobrenatural, sin pestañear mientras miraba a su oponente.

Incluso Tiona y sus otros amigos nunca habían oído a Aiz hablar tan fuerte y vigorosamente como acababa de hacerlo. Sin embargo, la mujer que corría junto a ella respondió casualmente.

— ¿Me pregunto dónde…?

—¡¡…… !!

Las cejas de Aiz se dispararon hacia abajo y ella se lanzó para la siguiente ronda de ataques.

Su espada plateada parecía estar borrosa, llevando a su oponente moverse más rápido de lo que el ojo podía ver. Golpeando diez veces en menos de un segundo, ambas espadas soportaron el intercambio de golpes entre las dos guerreras. El guantelete de la mujer se cubrió con varias barras diagonales profundas, y los mechones de su cabello rojo cayeron al suelo. Las largas líneas rojas se entrecruzaban a través de la piel de ambas mujeres.

Lo más probable es que la espada larga de la pelirroja fuera un objeto caído de los Niveles Profundos del Calabozo, el colmillo de un monstruo que había sido equipado con un mango y usado como es. La hoja de color de plomo tenía un aura inalterada, casi salvaje. Los flashes apagados se encontraron con los rayos de plata cuando el colmillo de monstruo y Desperate chocaron otra vez.

—Sin embargo, el enemigo estaba dominando a Aiz y a su viento.

Incluso con el impulso del encantamiento, la espada larga golpeaba a Desperate fuera de su camino a una velocidad increíble cada vez que los dos se enfrentaban. La espada incluso cortó a través de la protección de Aiz, haciendo varios cortes profundos a través de su cuerpo.

Incluso Airiel con toda su potencia no fue suficiente para ganar la ventaja en este duelo uno contra uno. Aiz fue capaz de evitar de que su oponente le ocasionara graves daños, pero todavía estaba siendo abrumada. Sus ojos dorados se llenaron de sorpresa, pero ella no miró a otro lado.

La otra mujer sabía algo— Ella conocía el nombre Aria.

La adrenalina fluyó hacia su pecho, aparentemente en su alma. Apretando su agarre en el arma en su mano, Aiz empujó su cuerpo para moverse aún más rápido.

La expresión de su rostro era apropiada para alguien con el apodo de “La Princesa de la Espada Kenki”. Sus ojos sólo veían una cosa, al enemigo. Aiz volvió a atacar.

——Y pensé que tenías la cara de una muñeca. Entonces.

La mujer pelirroja notó el cambio repentino en el ritmo de Aiz, con la pasión ardiendo en su corazón.

Su ojo verde se estrechó por un instante antes de que su cuerpo casi desapareciera.

Esquivando el golpe aéreo de Aiz, ella se movió con suficiente velocidad y poder para cortar el viento.

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Un gancho al mentón que comenzó abajo y terminó muy alto.

La desnuda mano izquierda de la mujer viajó a través de la armadura de viento y se enterró profundamente en el estómago de Aiz, lanzando el cuerpo delgado de la chica en el aire.

—¡!

La fuerza del golpe tumbo a Aiz completamente.

Ella trató de recuperar su centro de gravedad manipulando el aire girando alrededor de su cuerpo, pero antes de que pudiera—

La mujer se adelantó, llevando su gran espada por encima de su cabeza y moviendo su mano izquierda ensangrentada fuera del camino.

— ——

¡Jolt/sfx: Sacudida!

Una chispa fría recorrió la espina dorsal de Aiz.

El ojo verde de su enemiga se clavó en ella; La espada bajó directamente.

Con sus ojos dorados tan abiertos como podían, Aiz reenvió el viento de Airiel en el último momento para llevar a Desperate a una velocidad increíble. El momento se detuvo.

—¡——-!

Un ruido a la altura de una explosión resonó.

Un ataque giratorio pasaba sobre ella a una gran velocidad cegadora. La espada larga se estrelló con Desperate por la parte superior izquierda y rompió la espada ya a través de cada corriente de aire. El impacto golpeo a Aiz como un martillo.

El enemigo desapareció de la vista de Aiz cuando la chica voló hacia atrás y aterrizó duro sobre un montón de escombros.

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— ¡Ughh!

Los pedacitos de madera, roca y cristales chocaron en el aire alrededor de su cuerpo en el impacto.

Todo el aire fue forzado de sus pulmones en un instante. El cuerpo de Aiz se quedó inerte durante un momento, negándose a escuchar las órdenes de su cerebro.

¡Clang/sfx: Sonido metálico! Desperate rebotó en una roca cercana y se detuvo.

—Finalmente, se terminó.

La espada larga se había roto en el impacto. La pelirroja arrojó el mango y lo que quedaba de ese antes de lanzarse a donde había aterrizado Aiz.

El caballero femenino de cabello rubio se puso de rodillas. Ella levantó la vista a tiempo para ver a su enemigo lanzándose hacia ella, con el brazo derecho detrás de su hombro.

No había escapatoria.

La mujer pudo ver la expresión de miedo en la cara de la chica. Los músculos de su puño cubiertos con el guantelete se tensaron mientras lanzaba un puñetazo…

— ¡¿Qué?!

El eco metálico hizo eco a través de la plataforma. Su puño había sido detenido.

Una larga lanza y un bastón se cruzaron justo delante de la cara sorprendida de Aiz. Estos se reunieron en el último momento posible para bloquear el ataque de su oponente.

Las puntas de cada arma estaban incrustadas en el suelo. El cuello de Aiz giró a la izquierda y la derecha. Un joven hobbit y una elegante elfa estaban de pie a ambos lados de ella.

Como caballeros protegiendo a su princesa, ellos habían llegado justo a tiempo para protegerla.

—Finn, Riveria…

Los dos aventureros empujaron al enemigo con sus armas mientras Aiz susurraba sus nombres.

La mujer saltó, apretando su mano derecha en su izquierda. Finn ajustó su agarre a la lanza y avanzó.

—¡Señorita Aiz!

—¿Lefiya…?

Aiz sintió unas manos delicadas apoyando su pecho y su espalda.

Con una rápida mirada a su derecha ella pudo ver que Lefiya estaba allí apoyándola.

—¡Lefiya, sánala ahora!

—¡Sí!

Riveria emitió esa orden mientras se volteaba hacia el enemigo. La batalla entre la pelirroja y Finn ya estaba en camino.

Ella balanceó sus puños como martillos de batalla, pero el pequeño cuerpo de Finn resultó ser un blanco difícil. Agachándose bajo al suelo, el hobbit presionó duro. Él empujó su lanza por debajo de su línea de visión como una finta, y luego trató de barrer sus piernas por debajo de ella con una patada baja.

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La frustración de su pequeño objetivo estaba escrita en toda su cara cuando la mujer dobló su cuerpo hacia atrás y saltó para evitar el ataque. Con los ojos muy abiertos, Ella miró de nuevo a su oponente.

— ¿Eres la domadora que controló a esos monstruos?

—…Estas lo suficientemente confiado como para hablar, ya veo.

—No tanto como tú.

La expresión normalmente amable y cálida del hobbit se había transformado en la de un guerrero decidido.

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